José de Nebra



José Melchor Baltasar Gaspar de Nebra Blasco nació en Calatayud (Zaragoza) el día 6 de Enero de 1702, y falleció en Madrid el día 11 de Julio de 1768 (76 años). Compositor, organista y profesor. Nebra es una de las figuras más sobresalientes de la música española del siglo XVIII.


BIOGRAFIA. Desarrolló a lo largo de su vida una vastísima actividad musical y formó parte de las principales instituciones de la época. Como compositor, además de su dedicación a la música escénica con gran éxito, se empleó al servicio de la Casa Real, desempeñando puestos de gran trascendencia. Su producción escénica es muy considerable, ya que asciende a más de setenta obras de los más diversos géneros, sin embargo se han conservado muy pocas. José de Nebra es uno de los compositores fundamentales del género zarzuelístico en la primera mitad del siglo XVIII, situándose entre Durón y Literes y la reforma del género llevada a cabo por Rodríguez de Hita.
Nacido en el seno de una familia dedicada a la música -su padre era organista en su ciudad natal y posteriormente en la catedral de Cuenca-, Recibió posiblemente sus primeros conocimientos de música en el entorno familiar. Después de su traslado a Madrid, obtuvo el puesto de organista en el monasterio de las Descalzas Reales, cuando tenía solamente quince años. En Madrid en la década de 1720 era músico de cámara del Duque de Osuna, de quien recibió diversos encargos. En 1724 fue nombrado por Luis I organista de la Real Capilla. Al fallecer Luis I, Felipe V regresó para ocupar de nuevo el trono, u llevó consigo a los músicos que le habían acompañado. Nebra entonces debió ceder su puesto a Diego de Lana, el organista titular, quedando como supernumerario. Accedió a una plaza de titular y desde 1749 hasta su muerte fue el primer organista en la capilla. Paralelamente a su actividad en la corte, desde 1723 hasta 1751 desplegó una intensa actividad en el ámbito teatral. En 1751 fue nombrado vice maestro de la Capilla Real, cargo que llevaba adjunto el vicerrectorado del real colegio de niños cantores. Desde entonces abandonó la música escénica y se dedicó exclusivamente a la corte, donde fue nombrado en 1761 maestro de clave del Infante Don Gabriel.
Su producción refleja ampliamente todas las facetas musicales que desarrolló. Una parte importante de su música religiosa se conserva en el archivo general del Palacio Real de Madrid y también está presente en otros lugares de España y diversos países de Hispanoamérica, lo que confirma la enorme repercusión de su obra. Según M. S. Alvarez, se distinguen dos etapas diferenciadas en su creación teatral. La primera se extiende desde 1723 a 1730 y la segunda desde 1737 a 1751. Su primera obra escénica fue el auto sacramental La vida es sueño de Calderón de la Barca. Después puso música a otras obras de Calderón, en un género que tenía amplia demanda. Colaboró con los mejores autores contemporáneos, como José de Cañizares, Fernández de Bustamante, Armesto Quiroga y Antonio de Zamora, entre otros. Como fruto del reconocimiento conseguido por sus éxitos teatrales, se le encargó la composición del primer acto de Amor aumenta el valor, para la celebración de los acuerdos matrimoniales entre los príncipes españoles Fernando y María Ana Vivtoria con los portugueses María Bárbara de Braganza y el príncipe de Brasil. Los actos segundo y tercero se debieron a Felipe Falconi y Jaime Facco, respectivamente, ambos músicos al servicio real. Desde 1730 a 1737 se mantuvo alejado de la música teatral, y comenzó después el momento de mayor actividad en el teatro. En su primera etapa compuso obras para las compañías de Ignacio Cerquera, Manuel de San Miguel, Francisco Londoño y Antonio Vela, que representaban sus obras en los corrales públicos de Madrid, con un auditorio alejado del ambiente cortesano. El contexto musical en el que movió Nebra estaba marcado por la fuerte presencia de músicos italianos establecidos en la corte, protegidos por Felipe V y su mujer, la parmesana Isabel de Farnesio, y posteriormente por Fernando VI y María Bárbara de Braganza. Los espectadores teatrales de tipo cortesano vivieron esta primera mitad de siglo, hasta la llegada en 1759 de Carlos III, una época de verdadero esplendor. La competencia con los italianos era muy dificultosa, y esto obligó a los compositores hispanos a adaptarse al estilo de moda imperante en los escenarios. Los teatros públicos demandaban mucha variedad y cantidad de obras, tanto óperas como comedias, zarzuelas y otros géneros como el sainete. Las comedias con música, las zarzuelas o los sainetes comparten muchos de sus elementos y se caracterizan por una flexibilidad en los géneros que permitía variedad en los temas y en la cantidad de música.
Nebra fue uno de los autores que mejor asimiló el estilo italiano y lo utilizó en sus obras, junto a elementos tradicionales hispanos, como los ritmos populares de la seguidilla, la utilización de los dúos, solos y cuatros. Las zarzuelas más sobresalientes fueron compuestas los primeros años de la década de 1740. Viento es la dicha de amor, 1743, obtuvo mucho éxito. En 1744 se produjeron varios estrenos, como No todo indicio es verdad y Alexandro en Asia, Vendado es amor, no ziego y Donde ay violencia no ay culpa, con texto de Nicolás González Martínez. Al año siguiente se estrenó Cautelas entre cautelas y El rapto de Granímides, 1745. Del mismo año es La colonia de Diana, a la que siguió Para obsequio a la deidad, nunca es culto la crueldad, y Iphigenia en Tracia, otra de sus mejores zarzuelas. En las zarzuelas Nebra combina de manera magistral elementos italianos como las arias da capo, y recitativos, solos, cuatros y ritmos típicamente españoles como la seguidilla. La influencia italiana también se hace notar en las oberturas instrumentales. Como rasgo de la tradición hispana, hay que señalar la presencia de un personaje cómico que contrasta con lo serio y que se utilizaba, en su expresión musical, un canto de estilo silábico. Otro elemento sustancial de la zarzuela que se vio modificado a mediados del siglo XVIII fue el argumento. Se abandonan los temas mitológicos y las leyendas pastorales, y se incorporan episodios de la historia grecorromana. También por influencia italiana, los asuntos amorosos entre hombres y dioses son reemplazados por los asuntos políticos o altas razones de estado.
  
 Obras: 

4 comentarios:

  1. Veo que aquí no tienes Iphigenia en Tracia de José de Nebra. Si no la tuvieras y te interesa te la puedo pasar. También tengo Júpiter y Seleme de Antoni Lliteres que si no me equivoco tampoco tienes en catálogo. Saludos

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  2. Pues desde luego me interesan todas.
    Te agradecería que me lo pasaras y lo publicaría reseñando tu aportación.

    Muchas gracias y un saludo.

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  3. Proporcióname tu correo y te dejo los enlaces. En tu perfil no he visto la dirección electrónica de tu correo. O si lo prefieres publico los enlaces aquí. Espero respuesta. Gracias a ti, un saludo. También te dejaré Margarita la Tornera de Chapí con Plácido Domingo que he visto que tampoco tienes

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  4. Solucionado lo del correo. Te he envíado el primer enlace. Saludos

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