El dictador (Cantables)



EL DICTADOR



Zarzuela en tres actos.

Libreto: Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw.

Música: Rafael Millán.

La acción se sitúa en la Rusia de los años que preceden a la Revolución, es decir: en los años de la Primera Guerra Mundial, de 1915 a 1917.


ARGUMENTO


ACTO PRIMERO

El primer acto transcurre en el palacio del príncipe Muravin, en Moscú. Las mujeres de palacio recuerdan a los soldados que luchan en el frente. Entre estos bravos se encuentran el Príncipe Muravin, padre de Mafalda, la protagonista, y Boris, hijo de Sergia, una criada de palacio, el cual ha sido ascendido a capitán por méritos de guerra. La llegada de Iván, primo de Mafalda e hijo de la Gran Duquesa Petronila, da lugar al regreso de Boris acompañando al Príncipe. Boris se encuentra con Mafalda, y entre ambos jóvenes se despierta un no confesado amor. Pero Mafalda debe sortear las asechanzas del Gran Duque Alejo, hombre perverso que no duda en obtener el apoyo del propio Zar con tal de conseguir a Mafalda. Entre tanto, Fedora, una hermosa criada, duda entre el amor que le ofrecen Iván y Bazoff, asistente del vicioso alejo. Boris, que ha oído cómo Alejo, llevado por el despecho, calumniaba a Mafalda, lo reta a duelo, impidiéndolo los allí presentes.


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Personajes:

Princesa Mafalda: Aristócrata rusa hija del Príncipe Muravin.
 
Fedora: Criada, pretendida por el Príncipe Iván y por Bazoff.

Boris: Militar de meteórica carrera.

El Gran Duque Alejo: Malvado y pervertido noble.

Iván: Príncipe primo de Mafalda.

Bazoff: Asistente del Gran Duque.

Príncipe Muravin: Padre de Mafalda.


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Números musicales:

Marcha, Mafalda "Cuando vi pasar los soldados que arrogantes iban formados": (Mafalda, Campesinas)
Canción del cosaco, Boris "Allá van los escuadrones a pelear": (Boris)
Canto a la libertad, Mafalda y Boris "La tierra que fecunda el sembrador" (Boris, Mafalda)
Terceto cómico "Ya tu nenín querido buscando viene lo prometido": (Bazoff, Fedora, Iván)
Concertante "A las aguas del mar no vale": (Mafalda, Boris, Alejo, Muravin)
Romanza de la carta, Boris "Mi carta mujer de mis amores": (Boris)
Racconto de Mafalda "Deteneos, señorita": (Soldados, Mafalda, Petrovich, Muravin)
Dúo de Mafalda y Boris "Es ella Mafalda": (Boris, Mafalda)
La batalla, Boris "¡Compañeros a mi!": (Boris)
Dueto de Mafalda y Boris "Por fin un rayo de luz brillante":
(Boris, Mafalda)


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Marcha, Mafalda "Cuando vi pasar los soldados que arrogantes iban formados": (Mafalda, Campesinas)

MAFALDA
Cuando vi pasar los soldados
que arrogantes iban formados,
sentí vibrar el corazón:
¡Paso al marcial batallón!
Y pensando
que en sus filas
va quien puede
amarme un día,
le consagro mi amor
eternamente fiel
y tiemblo ya por él.
Para verle en triunfo volver,
para conseguir que me quiera,
mi plegaria tiene que ser
a la vez piadosa y guerrera;
porque la emoción de rezar
pongo en mi canción militar.
El agudo son del clarín
me da alientos hasta el fin,
y en el redoblar del tambor
vibra el eco de mi amor.

CAMPESINAS
Suene el clarín...
la, la, la, la, la, la...
Suene el tambor...
la, la, la, la, la, la...

MAFALDA
¡Ay, Virgen santa, sálvale;
que pronto logre tornar
el que me puede amar!

MAFALDA y CAMPESINAS
Cuando vi pasar los soldados
que arrogantes iban formados,
sentí vibrar el corazón:
¡Paso al marcial batallón!
Y pensando
que en sus filas
va quien puede
amarme un día,
le consagro mi amor
eternamente fiel
y tiemblo ya por él.
Resuene la bella canción,
por si el me puede amar.


___________



Canción del cosaco, Boris "Allá van los escuadrones a pelear": (Boris)

BORIS
Allá van
los escuadrones a pelear...
Van sin freno a morir,
y vencer sabrán.
Vencerán
porque morir
peleando sabrán...
¡o no volverán,
o no volverán!
Esos hombres que a la muerte
vuelan como pájaros sin alma,
morirán pensando en sus amores
y dormirán sin cruz ni flores.
Esos hombres que a la muerte
vuelan como pájaros sin alma,
del hogar
el tierno amor recuerdan sin cesar
al triste son
de su canción.
Y al viento le dicen...
¡Ay, madre mía:
por mí no sufras ni llores;
tu amor es nido de amores
que no se puede olvidar!
Para ti, para ti,
mis amores mayores serán.

CORO
No llores, madre,
que he de volver algún día.
¡Ay, madre mía,
por mí no sufras ni llores!

BORIS
Tu amor me alienta;
tu amor me guía.
¡Ay, madre mía,
por mí no sufras ni llores;
tu amor es nido de amores
que no se puede olvidar!
Por tu amor lucharé
con la fe del que espera ganar...
No llores, no, que venceré
por ti.


___________



Canto a la libertad, Mafalda y Boris "La tierra que fecunda el sembrador" (Boris, Mafalda)

BORIS
La tierra que fecunda el sembrador,
espigas de oro le brinda al señor.
La idea que en mi frente libre nace,
no la puedo con mis labios libertar
y estéril se deshace.
¡Por qué no ha de lucir un nuevo sol!
¡Por qué, rebelde, me niega su luz!
Amores del alma mía,
¡por qué no puedo daros vida!

MAFALDA
¡Ah, Boris! Al fin volvió el guerrero.

BORIS
¡Mafalda! Besar tu mano quiero:
tu mano de muñeca,
tu hermosa y blanca mano,
que ignora lo que toca
en éste piano.

MAFALDA
Es una marcha muy gentil
que en el cabaret
se suele tocar.
Mas veo que la sabes tú;
me puedes acompañar.

BORIS
Tú no la aprendas,
Princesa Mafalda,
porque es un canto
que suena a libertad...
No cantes eso,
Princesa Mafalda,
¡por Dios!,
que pueden contárselo al Zar.
Anhelos de fogosa rebeldía
grita el pueblo en ese canto,
cual pájaro que empieza con el día
sus amores a cantar.
Son gritos de esperanza,
son cánticos de fe,
locuras
que tú no debes aprender.
En esta espléndida
morada señorial,
calle la voz
que canta libertad.

MAFALDA
¡Oh, libertad,
palabra misteriosa,
que siempre que la escucho
me hiere el corazón!

BORIS
¡Oh, libertad, imagen que idolatra
quien tiene vida y alma consumiéndose
en lóbrega prisión!
Quiero, Princesa,
besar tu mano piadosa,
como soldado que besa
una bandera gloriosa.
Desde la cumbre
de tu palacio lujoso,
no olvides tú lo que quieren
los que de pena se mueren
por una sed de justicia
que nunca pueden saciar.

MAFALDA
Eres para mí como surtidor
de dulcísima armonía,
que en el mármol de la fuente
canta libertad y amor.
Eres viva luz que mi corazón
emborracha de alegría...
¡Canta, Princesa,
que tu gentil rebeldía
confiesa el amor que todos
sentirán algún día!

BORIS
Quiero, Princesa,
besar tu mano piadosa,
como soldado que besa
una bandera gloriosa.
Desde la cumbre
de tu palacio lujoso,
no olvides tú lo que quieren
los que de pena se mueren
por una sed de justicia
que nunca pueden saciar.

MAFALDA
Quiero yo cantar contigo...

BORIS
Dulce voz: yo te bendigo.

MAFALDA y BORIS
La tierra que fecunda el sembrador,
espigas de oro le brinda al señor.
La idea que en mi frente libre nace,
no la puedo con mis labios libertar
y estéril se deshace.
¡Por qué no ha de lucir un nuevo sol!
¡Por qué, rebelde, me niega su luz!
Amores del alma mía,
¡por qué no puedo daros vida!


___________



Terceto cómico "Ya tu nenín querido buscando viene lo prometido": (Bazoff, Fedora, Iván)

BAZOFF
Ya tu nenín querido
buscando viene
lo prometido.

FEDORA
¿Quiere callar, que me da rubor?

IVAN
Has de saber, Fedora,
que vengo a ciento
veinte por hora.

FEDORA
¡Cuánto correr; pare usté el motor!

BAZOFF
Ve que por un besito
de tu boquita
me despepito.

FEDORA
Eso es volar como un aviador.
¡Los dos a la par!
Tú verás, Fedora,
lo que haces ahora
si quieres triunfar!

ELLOS
¡Cielito, ven!

FEDORA
¡Hay que ser discreto!

ELLOS
Serás mi bien.

FEDORA
Yo se lo prometo.

ELLOS
Ven, por favor.

FEDORA
¡Pobre chico!

ELLOS
¡Ay!

FEDORA
¡Nene!

ELLOS
¡Ay!

FEDORA
¡Rico!

ELLOS
¡Muero de amor!

FEDORA
Espérese un poco.

ELLOS
Es lo mejor...

FEDORA
¡Pero está usté loco!

ELLOS
¡Ay, ven acá!

FEDORA
Más paciencia.

ELLOS
¡Ay!

FEDORA
¡Hay que salvar mi honor!

ELLOS
¡Ay, qué mujer, Señor!

FEDORA
Yo, sin vacilar, cumplir sabré
lo que le acabo de ofrecer a usté.

ELLOS
¡Bravo! ¡Bravo! ¡Bravo!

FEDORA
Mas tiene que ser a condición
de que yo ordene sin limitación.

ELLOS
¡Bueno! ¡Bueno! ¡Bueno!

FEDORA
Y no puede haber en su amistad
una muralla de mi libertad.

ELLOS
¡Vaya! ¡Vaya! ¡Vaya!

FEDORA
Pues no sé mirar un pantalón
sin darme vuelcos todo el corazón.

ELLOS
¡Caray, caray, caray, caray, caray!


___________



Concertante "A las aguas del mar no vale": (Mafalda, Boris, Alejo, Muravin)

MAFALDA
A las aguas del mar, no vale
teñirlas de veneno.
Con rapidez
lo absorbe el mar
y el agua pura
permanecerá.
Es inútil tejer infamias
en torno de mi nombre,
que brilla al sol
como un cristal.
Su puro brillo
nadie empañará.

BORIS
Es inútil tejer infamias
en torno de mi nombre,
que brilla al sol
como un cristal.
Su puro brillo
nadie empañará.
En amor se triunfa
luchando frente a frente.
Inventar maldades
no es arma de valiente.
Cobarde es quien infama,
quien miente, desalmado;
y el hombre que calumnia a una mujer
demuestra ser malvado.

CORO
Al hablar,
su virtud mancilla,
pero yo
puedo asegurar
que mintió.

BORIS
Los hombres, cuando ofenden
y saben llevar las armas,
no dudan, requiriendo
y haciendo brillar la espada.

ALEJO
¿Qué dices? ¿Qué pretendes,
plebeyo, de mí?

BORIS
¡Que te reto!

ALEJO
¿Te olvidas de mi nobleza?
Te puedo contestar... ¡Así!

MAFALDA
¡Ah!

MURAVIN
¿Qué hiciste, loco?
Acompañadle;
salid con él.

BORIS
Todo mi rencor
vuelve a renacer.

CORO
¡Qué cobardía!
¡Quién lo pensara!

BORIS
Corazón: no tienes
más esperanza
que la venganza...
Quiero la muerte;
pero quiero antes matar,
y he de vivir y vencer
para tu amor,
mujer.


__________



ACTO SEGUNDO

El segundo acto está dividido en dos cuadros. El primero de ellos transcurre en el piso del Gran Duque Alejo en Moscú. Allí acude Mafalda con la intención de evitar el duelo entre el Gran Duque y Boris. Pero Alejo aprovecha la situación y trata de hacer suya a Mafalda. Ésta, para salvar su honor, mata al Gran Duque clavándole una daga. Tras ello, huye con destino desconocido. El segundo cuadro se sitúa en una tienda de campaña en el frente de Polonia. El jefe de un regimiento de cosacos, el Príncipe Muravin y un capitán, que no es otro que el propio Boris, se preguntan por el destino de Mafalda. Boris expresa su amor mientras dicta a los otros oficiales del regimiento, no tan inspirados como él, cartas para sus mujeres.
De pronto aparecen en la tienda unos soldados que acaban de detener a unos supuestos espías; éstos no son otros que Petronila, Iván y la propia Mafalda. El Príncipe Muravin, al reconocerla, decide, con gran dolor, cumplir su deber y comunicar la detención de su propia hija, asesina del Gran Duque. Pero, entre tanto, un bombardeo de la artillería enemiga siembra la destrucción en el campamento. Boris, tras declarar su amor a Mafalda, la obliga a huir. Un proyectil ha alcanzado la tienda de campaña.
En la oscuridad se oyen estampidos de cañón, tableteos de ametralladoras, explosiones de bombas y gritos de combate. Se percibe todo el fragor de la batalla. Al hacerse la luz aparece el campo bajo el resplandor de un incendio. Hay hombres que luchan, heridos que caen, piezas de artillería deshechas, carros volcados y caballos muertos dominándolo todos. Boris, con la frente ensangrentada, arenga a las tropas y, tomando el mando, se cubre de gloria.

Romanza de la carta, Boris "Mi carta mujer de mis amores": (Boris)

BORIS
Mi carta, mujer de mis amores,
vuela a decirte que te quiero.
¡Cómo envidio al mensajero
que te la entregue en el hogar!
Mis ojos se clavan impacientes
en el papel donde te escribo,
y con la esperanza vivo
de que te voy a contemplar.
Guardo como un tesoro
en el corazón
mi encendida pasión.
Si arrancármela quisiera
una bala traicionera,
para que me arranque la pasión
tiene que partirme el corazón.
Mujer soñada, mujer querida;
por tus amores defiendo yo mi vida.
No pido lauros a mi regreso,
no quiero honores si logro darte un beso.

CORO
Mujer soñada, mujer querida,
por tus amores defiendo yo mi vida.

BORIS
Si no volviera,
desde este día,
sabe, alma mía,
que muero de amor.
Cuando me ciega el sol
al amanecer,
se emociona mi ser.
Y a los rayos que me hieren
preguntar mis ojos quieren
si ese mismo sol que alumbra aquí
pone su mirada sobre ti.
Mujer soñada, mujer querida;
por tus amores defiendo yo mi vida.
No pido lauros a mi regreso,
no quiero honores si logro darte un beso.

CORO
Mujer soñada, mujer querida,
por tus amores defiendo yo mi vida.

BORIS
Si no volviera,
desde este día,
sabe, alma mía,
que muero de amor.


__________



Racconto de Mafalda "Deteneos, señorita": (Soldados, Mafalda, Petrovich, Muravin)

SOLDADOS
Deteneos, señorita.

MAFALDA
¡Me ha ofendido!

PETROVICH
¡Sospechosa dignidad!

MURAVIN
Sosegaos; sed prudente.

MAFALDA
¡No, no puedo!
¡Tengo que hablar!
Traidora nunca, nunca he sido yo.
Si mi nombre no sabéis,
la historia de mis culpas escuchad
y mi crimen castigad.
Yo me vengué de un hombre libertino.
Yo le maté por obra de un mal sino.
Mi honor así salvé
y no me arrepiento
de aquella acción.
Vuelo sin cesar,
cual pájaro errante,
sin redención.
La justicia me persigue.
Mi hogar deshizo la catástrofe.
Voy huyendo de los hombres;
la vida viene acorralándome.
Matadme, condenadme si queréis;
mas no digáis que nunca fui traidora.
Traidora nunca, nunca he sido yo.
Si mi nombre no sabéis,
la historia de mis culpas dije ya.
Podéis matarme,
podéis matarme si queréis,
pero traidora, nunca, nunca fui.
¡Yo soy... Mafalda Muravin!


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Dúo de Mafalda y Boris "Es ella Mafalda": (Boris, Mafalda)

BORIS
¡Es ella! ¡Mafalda! ¡Es ella!

MAFALDA
¿Quién me llama? ¡Boris!

BORIS
Boris, señora, fue.
Soy yo, soy yo, señora,
que quisiera cegar
por no veros aquí.
¡Cuántas veces soñaba
con volver a encontrarte!
Mi suerte ha querido
que venga a salvarte.
Por ti yo sabré,
Mafalda, morir.
¡Te he perdido quizás!
¡Te prendieron por mí!

MAFALDA
¿Dónde mi padre fue?
¿Por qué marchó sin verme?

BORIS
Yo no lo sé.
Por no verte, de aquí
sin aliento se fue.

MAFALDA
¡Pobre de mí!
Su deber de soldado
con su amor se ha cruzado.

MAFALDA y BORIS
La suerte ha querido
de nuevo acercarte.
Por fin, otra vez
podemos sentir
la añoranza ideal
del pasado feliz.

MAFALDA
De aquellos lejanos tiempos...

BORIS
De aquellos hermosos días...

MAFALDA
Volaron las ilusiones.

BORIS
Huyeron las alegrías.

MAFALDA
Quiso la fortuna que las ilusiones
del amor que un día
soñé, sin compasión
murieran, como triste flor,
sin aire y sin sol.
Mas la fortuna pone en mi camino
ese amor muy cerca de mí,
cuando tengo que morir.

BORIS
Mafalda... Señora...
De la muerte os librará
vuestro guardián.
Dejadme, señora,
daros libertad.

MAFALDA
Boris;
yo te amaba en secreto,
yo no debo perderte,
no temo a la muerte
si tú puedes mis ojos cerrar.

BORIS
Vive;
que tu vida es la mía
y el amor nos espera.

MAFALDA
Tú no debes empañar
tu gloria militar.

BORIS
Yo salvarte quisiera,
porque espero que un día
nos podamos amar.

MAFALDA
Cuando muera mañana,
mis amores no olvides.

BORIS
Si mañana tú mueres,
yo no quiero vivir.

MAFALDA y BORIS
No quiso Dios que al fin cantemos juntos
la canción de la vida,
la canción del amor,
que en el dormido corazón
despierta el ansia de respirar
y de vivir.


__________



La batalla, Boris "¡Compañeros a mi!": (Boris)

BORIS
¡Compañeros, a mí!
¡Por la patria luchad!
¡Que la patria nos ve
y es deber de honor
morir!


__________



ACTO TERCERO

El tercer acto tiene lugar en una posada de la frontera de Polonia. Allí, la joven Mafalda, su tía Petronila y su primo Iván, sobreviven simulando ser campesinos. Aparece Boris, ya general. La visión de Mafalda, a quien no reconoce, aviva la llama del amor. Mafalda, aunque ha reconocido a Boris, decide, para probar el amor del joven, esperar sin darse a conocer. Entre tanto llegan noticias de la caída del Zar y la constitución del gobierno Kerenski. Boris es aclamado como dictador por los campesinos, pero al abrazar a Mafalda, a la que ha reconocido, y que sigue vestida de campesina, ellos le reprochan “que a su altura la eleve el dictador”. Boris responde que “el dictador del mundo es el amor”.

Dueto de Mafalda y Boris "Por fin un rayo de luz brillante": (Boris, Mafalda)

BORIS
Por fin un rayo de luz brillante
de gozo llena mi triste vida
y en el latir de mi corazón
siento despertar
la ilusión dormida.
Por el recuerdo de aquella dama,
que fue la estrella de mi camino,
si no eres tú la que yo perdí,
siento la ilusión
de encontrarla en ti.

MAFALDA
Mi general: no me habléis así;
no sigáis, por Dios;
que, si la gente nos ve,
se ríe de los dos.
Mi general es un soñador;
no me debe amar,
y de su sueño de amor
se debe despertar.

BORIS
Esta ilusión tan feliz
no destruyas, ¡oh, mujer!
Despertarán mis amores
tan vivos como ayer.
¡Los siento renacer
tan vivos como ayer!
¡Sueña tú, corazón!
¡Canta de la fe
la divina canción!
¡Corazón: sueña tú,
porque es mi ilusión
un raudal de luz!
Mientras no se apague,
¡vive y sueña; sueña tú!

MAFALDA y BORIS
¡Canta de la fe
la divina canción!
Siempre es mi ilusión
un raudal de luz.
Mientras no se apague,
¡vive y sueña; sueña tú!





F I N


Información obtenida en la Página Web http://lazarzuela.webcindario.com/

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