María Manuela (Cantables)



MARIA  MANUELA



Zarzuela en dos actos.

Libreto: Guillermo Fernández-Shaw y Ricardo Fernández-Shaw.

Música: Federico Moreno Torroba.

Estrenada el 1 de Febrero de 1.957, en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.


ARGUMENTO


Primer acto

Zarzuela comienza en el obrador de tapiz de la real fábrica de tapices de Madrid. Es la primavera del año 1920. Las operarias con su maestra María Manuela, y los operarios con Lorenzo el carpintero, se afanan en su trabajo cantando y riendo. Con ellos trabajan el encargado del taller, señor Amadeo, y Gonzalo, el dibujante. La verdadera personalidad de Gonzalo es descubierta por Amadeo. En realidad, Gonzalo es el primogénito de un grande de España, que por su mala cabeza ha sido expulsado de su aristocrático hogar.
María Manuela cree que Gonzalo es un pobre desgraciado que necesita ayuda. A Gonzalo, colocado en la fábrica para poder vivir, le advierte esta ingenuidad, y en el fondo está enamorado de María Manuela. Una de las nuevas aprendizas, Mercedes, es sorprendida por Gonzalo, quien reconoce en ella a “Fifí”, la condesita de Pinos Blancos, con la que flirteó en sus buenos tiempos. Ambos ríen sus respectivas travesuras, y en una situación casi amorosa son sorprendidos por María Manuela, que arroja del taller a Mercedes por considerarla poco seria y se enfurece con Gonzalo, de quien está enamorada.
Gonzalo aunque desheredado por su familia, no ha perdido su condición de primogénito de Grande de España, lo cual le obliga a firmar en mayordomía su asistencia a la capilla pública del próximo día de Corpus Christi.
Gonzalo vuelve a encontrarse con Mercedes “Fifí”, con la que coquetea; pero «Fifí» le dice que todo ha terminado entre ellos. En el cuadro tercero, María Manuela, confundida entre el gentío, presencia el paso del cortejo real. En una de las primeras representaciones de la grandeza, aparece Gonzalo. La sorpresa de María Manuela es tan desoladora, que no puede impedir el caer desmayada. Gonzalo, que la ha visto, tiene que continuar en su puesto. María Manuela es llevada a la sacristía. Gonzalo puede llegar junto a ella al fin, y le confiesa, no sólo la verdad de su origen, sino la verdad de su corazón. La primera reacción de María Manuela es la indignación.
Rechaza tajantemente a Gonzalo; pero cuando él se retira entristecido, la muchacha mándale recado diciéndole que a pesar de todo, le espera a almorzar en el taller.


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Personajes:

María Manuela: Maestra de operarios, enamorada de Gonzalo.

Mercedes: Condesita “disfrazada” de operaria que flirtea con Gonzalo.

Petrilla: Operaria.

Gonzalo: Grande de España “colocado” como dibujante.

Lorenzo: Carpintero.

Amadeo: Encargado del taller.


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Números musicales:

Pasacalle “Lo mismo los tapices que los amores”: (María Manuela, Lorenzo)
Dúo de Maria Manuela y Gonzalo “Una mujer que cruza”: (Gonzalo, María Manuela)
Romanza de Gonzalo “María Manuela, madrileña menestrala”: (Gonzalo)
Romanza de María Manuela “Hubo una pastora que a Palacio se acercó”: (María Manuela)
Presentación de Mercedes “¡Olé, rosita bonita!”: (Lorenzo, Mercedes)
Final del acto I “Tiene usted un corazón digno de una emperatriz”. (Lorenzo, María Manuela, Gonzalo, Mercedes)
Pantomima de los piropos “Es el piropo, piropo madrileño”: (Gonzalo, Coro)
Dúo de Mercedes y Gonzalo “¡Qué buena está la mañana”: (Gonzalo, Mercedes)
Pasodoble de Lorenzo “Las mujeres españolas, son la rosa y el clavel”: (Lorenzo, Coro)
Romanza de Mercedes “¿Dónde vas marquesita maja?: (Mercedes)
Romanza de María Manuela “¿Por qué se ha de mentir a la gente?: (María Manuela)
Dúo de María Manuela y Gonzalo “¡María Manuela!...¡Calle! ¡Qué horror!”: (Gonzalo, María Manuela)
Romanza de María Manuela “Así como es ella, deberías ser tú”: (María Manuela)
Chotis “¡Café con media! Media tostada”: (Lorenzo, Tramoyistas)
Concertante final “Yo no sabía en aquel momento lo que quería”: (María Manuela, Gonzalo, Mercedes, Amadeo, Petrilla)


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Pasacalle “Lo mismo los tapices que los amores”: (María Manuela, Lorenzo)

TODOS
(En sus trabajos)
Lo mismo los tapices
que los amores
se tejen en la vida
con ilusiones.
Y, poco a poco,
el tapiz del cariño
nos vuelve locos.

M.ª MANUELA
(Desde su silla, cosiendo con aguja y lana en uno de los tapices)
Afánate, tapicero,
afánate en tu labor;
que puedes ser el primero
de los artistas del obrador.
Afánate, compañero,
que puedes ser el mejor.

LORENZO
(Saliendo)
Felices, María Manuela.

M.ª MANUELA
Lorenzo, muy buenos días.
¿Mucha faena?

LORENZO
No mata;
aquí la carpintería
da pocas preocupaciones.
¡Si yo fuese bordador...!

M.ª MANUELA
¿Por qué?

LORENZO
Para ver de frente
tantos capullos en flor.

(Por las chicas de los tapices)

M.ª MANUELA
(Levantándose y señalando al telar grande de la izquierda)
¿Has visto el tapiz?
Ya está rematao.

LORENZO
Y he visto esa cara,
en la que el pintor
estuvo inspirao.

M.ª MANUELA
(Halagada)
¡Jesús, qué importante
me queréis hacer!

LORENZO
Eso, al dibujante,
que es hombre galante
con toda mujer.

(Ella se vuelve riendo a su silla)

(Suena dentro un golpe de campana. Las Chicas se levantan y detrás de los telares van saliendo Obreros y Obreras. Lorenzo baja a primer término)

TODOS
(Mientras que salen y se van arreglando)
El golpe de campana
dentro de mí resonó
porque me dice que es la hora
de una caricia de sol.

M.ª MANUELA
¡Sol, que en invierno es la gloria

LORENZO
y que nos hace vivir!

TODOS
¡Sol, cuyos rayos son flecos
en el mantón de Madrid!

(Cuando María Manuela y las Chicas subían para salir por el foro, aparece bajo el arco Gonzalo, el dibujante de la fábrica, que se dirige a unas y otras Chicas, hasta quedar emparejado con María Manuela, al tiempo que Lorenzo lo hace con otra muchacha y cada Oficial con su respectiva; y sale por la izquierda, primer término, Amadeo, el encargado del taller, con blusón de faena, que hace ostentación de no unirse a ninguna)

GONZALO
¡Bendito sol!

CHICAS
¡Madrileñazo!

GONZALO
¡Abrázame!

CHICAS
¡Menudo abrazo!

GONZALO
¡Confórtame
con tu calor!

CHICAS
¡Eso quisiera
el buen señor!

M.ª MANUELA
¡Límpiese usted
que está de huevo!

LORENZO
¡Vamos allá a
tomar el sol!

TODOS
¡Hasta volver
al obrador!
¡Sol, que en invierno es la gloria

M.ª MANUELA y GONZALO
¡Bendito sol!

TODOS
y que nos hace vivir!

M.ª MANUELA y GONZALO
¡Y que nos hace vivir!

TODOS
¡Sol, cuyos rayos son flecos
en el mantón de Madrid!

M.ª MANUELA y GONZALO
¡En el mantón de Madrid!


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Dúo de Maria Manuela y Gonzalo “Una mujer que cruza”: (Gonzalo, María Manuela)

GONZALO
Era una noche fría...
era una noche oscura...
un envoltorio en blanco...
y una mujer que cruza.
En un portal se queda
el envoltorio blanco.
Suena la voz del viento...
suena un temblor de llanto.

M.ª MANUELA
¡Lo daba el corazón!

GONZALO
Un pobrecito niño
sin padres se quedó
y de las buenas almas
implora compasión.

M.ª MANUELA
¡Dios mío, qué dolor!

GONZALO
¡Ay!
Estas cosas que suceden
y que hoy nos desconsuelan
eran antes solamente
folletones de novela.

M.ª MANUELA
¡Me da usted compasión!

GONZALO
El niño llora y llora...
unos gitanos llegan...
oyen que llora el niño
y en brazos se lo llevan.
¡Pobre del niño triste!
¡Qué flaco va creciendo!
¡Como no habrá nacido
para titiritero!

M.ª MANUELA
¡Qué lástima me da!

GONZALO
Y cuando llega a hombre
desesperado va
porque ningún cariño
le compadecerá.

M.ª MANUELA
¡Jesús! No siga más.

GONZALO
¡Ay!
Estas cosas que suceden
y que hoy nos desconsuelan
eran antes solamente
folletones de novela.

M.ª MANUELA
¡Me da usted compasión!

GONZALO
¡Ay!
¡Folletones pavorosos!

M.ª MANUELA
¡Ay!
¡De novelas por entregas!

M.ª MANUELA y GONZALO
¡Jesús! ¡Jesús! No siga más.
No siga más.


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Romanza de Gonzalo “María Manuela, madrileña menestrala”: (Gonzalo)

GONZALO
María Manuela,
madrileña menestrala,
hoy realzas mi acuarela
transportada a este tapiz.

(Se va oscureciendo la escena. Un foco se cierra sobre la figura de Gonzalo, mientras que otro se abre, iluminando plenamente el tapiz aludido)

María Manuela,
yo no sé cómo has venido
a ser honra y a ser gala
de este espléndido jardín.
María Manuela,
te mentí sin compasión
con la historia divertida
de mi humilde condición.
María Manuela,
bien merezco tu perdón
por haber hecho en la tela,
con los rasgos de tu cara,
la pastora gentil
de un soñado Trianón.
María Manuela,
madrileña menestrala,
en la magia de la tela
¡cómo gana mi cartón!...
Seré feliz porque has de ser
pastora, tú, de mi Trianón.


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Romanza de María Manuela “Hubo una pastora que a Palacio se acercó”: (María Manuela)

M.ª MANUELA      
En los claros días
de la corte del Rey Sol
hubo una pastora que a
palacio se acercó y
un pastor galán,
que rondalla allí,
con dulce voz le dijo así:
La mujer que busca el amor,
no debe olvidar que soñar
es siempre mejor,
y al soñar con su amor
tendrá que mentir
si dice querer despertar.
Pero la pastora,
pastorcilla del Trianón
que también sabía los
afanes del pastor
para responder
al pastor galán,
le dijo así con gravedad:
Tú, mujer que busca el amor,
no debe olvidar que soñar
es siempre mejor,
y al soñar con su amor
tendrá que mentir
si dice querer despertar.
Al soñar con su amor
tendrá que mentir
si dice querer despertar.


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Presentación de Mercedes “¡Olé, rosita bonita!”: (Lorenzo, Mercedes)

LORENZO
(A Mercedes)
¡Olé, rosita bonita!
¡Rosa, rosita de olor!

MERCEDES
Eso es igual que el piropo
que canto yo en mi pregón:
"¡Rosas! ¡Rositas!
¡De olor y qué bonitas!"
Pregonando mis rosas
pongo tanta ilusión
que mi canto parece
que te ofrece su olor.
Florecieron en marzo,
cuando nace el amor,
y a las caras se asoman
de las niñas en flor.
"¡Rosas! ¡Rositas!
¡De olor y qué bonitas!
¡Vaya un ramito!
¿Lo quiere el señorito?"
"¡Cómpreme usté
dos por un real!"
Rubores
de jardines
que van
pidiendo amores...
¡Ay, qué bonitos!

(Simula que va de uno en otro personaje ofreciendo flores. Ellos ríen)

No me deje plantada,
que me mata el dolor
si no vendo mis flores
con mi alegre canción.
Pregonando mis rosas,
pongo tanta ilusión
que mi canto parece
que te ofrece su olor.
Florecieron en marzo,
cuando nace el amor,
y a las caras se asoman
de las niñas en flor.


___________



Final del acto I “Tiene usted un corazón digno de una emperatriz”. (Lorenzo, María Manuela, Gonzalo, Mercedes)

LORENZO
(Por el foro)
¿Y mis herramientas?
Pero ¡anda la mar!
¿Qué ha sucedido
a la chica?

M.ª MANUELA
¡Ná!

GONZALO
Que se ha desmayado...

M.ª MANUELA
Ya se le pasó.

LORENZO
¡Y que está preciosa
con el tipitón!

(Se queda a su lado)

GONZALO
(A María Manuela)
Tiene usted un corazón
digno de una emperatriz.
Esa que hay en el tapiz
de pastora del Trianón.

M.ª MANUELA
Si lo tengo es por usted
que me ha dado la lección:
eso es lo que hay que tener
más que nada, corazón.

MERCEDES
(A Lorenzo, viendo a Gonzalo con María Manuela)
Sus piropos
me hacen gracia.

LORENZO
Son la fija.

MERCEDES
Eso es labia.

M.ª MANUELA
(Gozosa a Gonzalo, por Mercedes y Lorenzo)
La aprendiza
le hace cara,
él la tiene
en la canasta...

GONZALO
(A María Manuela, encelando a Mercedes)
Yo no sé si estará bien
que le encienda su rubor

M.ª MANUELA
¡No lo diga, por piedad,
porque mata mi ilusión!

(Aparte)

¡Me quiere y se lo calla
pacientemente!
¡Le quiero y me lo callo
por ser prudente!
¡Quién me dijera
que, a la chita callando,
que, a la chita callando,
tan feliz fuera!

LORENZO
¡Lo que digo es la fetén!

MERCEDES
¿Me lo dice de verdad?

GONZALO
¡Su ilusión quiero saber!

M.ª MANUELA
¡Algún día la sabrá!

MARIA MANUELA, MERCEDES, LORENZO y GONZALO
(Cada uno en su idea y actitud)
¡Ah!...

GONZALO
Tiene usted un corazón
digno de una emperatriz.
Esa dama del tapiz
de pastora del Trianón.

M.ª MANUELA
¡Algún día lo sabrá!
Porque quiero tener yo
un secreto que guardar
con muchísima ilusión.

LORENZO
¡Lo que digo es la fetén!
¡Venga usté a tomar el sol
pa que rabien más de tres
y me envidien más de dos!

MERCEDES
¡Ay, qué labia tiene usté!
¡No me azare, por piedad!
¡Sus piropos tienen miel
de un riquísimo panal!

MARIA MANUELA, MERCEDES, LORENZO y GONZALO
En la vida juvenil,
cuando luce un claro sol
lo importante es no olvidar
los secretos del amor.


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(Todos los personajes que intervienen en este número  –Coro y Cuerpo de baile–, expresarán con sus gestos, mímica y actitudes cuanto exige la acción y la situación que se describe. El personaje de Gonzalo continúa con su personalidad de cantante, alrededor del cual giran: unas veces la acción; girando él, en las otras, alrededor de las diversas figuras que intervienen en el número, y procurando acompasar sus movimientos al ritmo musical, pero sin perder su línea, con arreglo a lo que manda la partitura)

Pantomima de los piropos “Es el piropo, piropo madrileño”: (Gonzalo, Coro)

GONZALO
(Al ver a la Chica, que naturalmente, lleva un ritmo de baile, y que cruza la escena un tanto azarada hasta salir por la derecha, siguiéndola)
¡Vaya un pie
chiquitito y bonito!...

(La Chica se detiene un instante y sonríe... continuando su camino. Al hacer mutis la Chica, sale por este lateral derecha una Mocita juncal con mantoncillo negro de flecos que cruza la escena de derecha a izquierda llevando una batea con ropa)

¡Viene usted
derramando sal!...

(La Mocita se le planta un poco seria. En este instante dos Mujeres flamencas con mantones "alfombraos" se cruzan con la anterior de izquierda a derecha)

¡Eso es gracia,
salero y pimienta!

(Antes de que estas dos Flamencas lleguen al lateral se le plantan y hacen "pitos" en sus narices, y le vuelven la espalda con marcado desprecio, quedándose en ese lugar del escenario comentando entre ellas... Y otra Mocita juncal sale por este lado dirigiéndose al foro izquierda donde también se queda comentando con la anterior Mocita)

¡Viva el rumbo,
mi General!

(Por la derecha de segundo término aparece una Vendedora de agua con botijo y vasera al brazo y con pelerina sobre los hombros, a la que atosigan con sus piropos mímico-bailados el Vendedor de molinillos de papel y el Vendedor de "Don Nicanor". Dos Guardias con casco y charrasco –sable– salen por la izquierda y se dirigen con aire marcial a las dos Mujeres flamencas, a las que se acercan piropeándolas también.
Gonzalo mira a unos y otras y tararea sus frases anteriores un tanto chasqueado y divertido. Por la derecha entra la Chica seguida de un Chico de una tienda, con delantal terciado al tiempo que un Pollito pera se acerca a las Mocitas del foro izquierda con sus requiebros. Gonzalo mira a los hombres que le han arrebatado sus conquistas y dice:)

Es el piropo
piropo madrileño,
lo más gracioso
que se caza por el aire.
Es pura sal
en alas del amor.
Es el donaire personal
que se convierte en una flor.
Es el piropo
piropo sandunguero,
un mensajero
de la hermosa Primavera.
Por una flor
graciosa y postinera
una mujer
se deja camelar.

(Todas las Mujeres, al oír a Gonzalo, van dejando a los Hombres y acercándose a él, rodeándole con interés, atraídas por su voz. A una y otra según van llegando)

¡A ti y a ti, preciosa!
¡A ti y a ti, morena!
¡Clavel y yerbabuena!
¡Bonita! ¡Salerosa!

CORO
Es el piropo
piropo madrileño,
lo más gracioso
que se caza por el aire.
Es pura sal
en alas del amor.
Es el donaire personal
que se convierte en una flor.

(En este instante los Hombres, con la mayor gracia cautivadora de su baile, rodean a las Mujeres que se dejan atraer por sus "piropos" bailados, uniéndose  –por parejas– a ellos y danzando alrededor de Gonzalo; como dándole celos graciosamente, Gonzalo quiere atraerse a una y a otra, sin lograr que le hagan caso. Las parejas se han formado así: Los dos Guardias, con las dos Mujeres flamencas; el Chico de la tienda con la Chica; los Vendedores de molinillos y "Don Nicanor" con la Vendedora de agua a la que llevan en el centro, y el Pollito pera llevando a su lado a las dos Mocitas juncales)

(Gonzalo se ha quedado completamente solo y chasqueado en el centro de la escena y, entonces a toda voz, vuelve a decir:)

GONZALO
Es el piropo
piropo sandunguero,
un mensajero
de la hermosa Primavera.
Por una flor
graciosa y postinera
una mujer
se deja camelar.

(Las Mujeres, poco a poco, van dejando a los hombres, atraídas por la sugestión de la voz de Gonzalo y acercándose a éste)

CORO
¡A ti y a ti, preciosa!
¡A ti y a ti, morena!

GONZALO
¡Clavel y yerbabuena!
¡Bonita! ¡Salerosa!

(Ya están todas embobadas rodeándole con gran indignación de los Hombres, que comentan entre ellos y acaban por acercarse un tanto a ellas dando unas zapatetas y marchándose mohínos hacia el lateral de la izquierda. Gonzalo rodeado por todas ellas, o siguiéndolas más bien según se van yendo graciosamente por la derecha, hasta hacer todas mutis, quedando él el último)

CORO
¡A ti y a ti, preciosa!
¡A ti y a ti, morena!

GONZALO
¡Clavel y yerbabuena!
¡Bonita! ¡Salerosa!
¡Clavel!


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Dúo de Mercedes y Gonzalo “¡Qué buena está la mañana”: (Gonzalo, Mercedes)

GONZALO
¡Qué buena está la mañana!
¡Cómo reluce hoy el sol!

MERCEDES
No me esperaba encontrarte.

GONZALO
Pues a mí me lo decía
el corazón.

MERCEDES
¡Qué guapa estaba la Reina!
¡Y qué simpático el Rey!

GONZALO
¡Tú sí que estás deliciosa!

MERCEDES
¡Es que no soy la aprendiza
del taller!

GONZALO
(Con intención)
¿Y ese chico carpintero
cómo no te acompañó?

MERCEDES
¡Si supieras que hasta el alma
se ha metido el muy ladrón!...
Menos mal que la maestra
no es difícil de pelar...

GONZALO
¡Si supieras que ese cuento
a la historia pasó ya!

MERCEDES
(Aparentando indiferencia)
¡De verdad
lo lamento!

GONZALO
Es barbián el muy ladrón.

MERCEDES
A mí me gustan barbianes
cuando me hacen el amor.

GONZALO
Pues no  vayas muy deprisa
que te puedes resbalar.

MERCEDES
Aplíquese "usted" el cuento
si no quiere desbarrar.
¡Quién pudo figurarse
que el "dandy" que tú eras
modelo de elegancias
espléndido y feliz,
sería con el tiempo
pintor de fantasía
que andaba dibujando
cartones de tapiz!

GONZALO
¡Quién pudo figurarse
que fuera la aprendiza
la misma bella dama
que estoy hablando aquí!
Si fue por mi cariño
tu loca travesura,
mi afán te corresponde
queriéndote, Fifí.

MERCEDES
(Riendo)
Pero, ¿tú qué te has creído?
No lo hice por amor.
Solamente fue una alegre
aventura de Fifí.
¡Una alegre travesura
divertida, de Fifí!

GONZALO
(Sincero)
Pero es que yo...

MERCEDES
(Coqueta)
No estás tan mal...

GONZALO
Te juro sin pamplinas,
que digo la verdad.

MERCEDES
No jures, que es pecado.

GONZALO
(Acercándose a ella)
¿Lo quieres comprobar?

MERCEDES
(Apartándose siempre con coquetería)
¿Te apuestas a que no?

GONZALO
¿Te apuestas a que sí?

MERCEDES
Aprende a soportar
las bromas de Fifí.

MERCEDES y GONZALO
¡Queremos los dos
tener razón!

(Frase en la orquesta)

MERCEDES
¡No dejes de tener...

GONZALO
¡No dejes de tener...

MERCEDES y GONZALO
...buen humor!

MERCEDES y GONZALO
¡No fue por tu cariño
Si fue por mi cariño
mi loca travesura!
tu loca travesura
¡Fue sólo una aventura
¡mi afán te corresponde
más de Fifí!
queriéndote, Fifí!
¡No fue por tu cariño
Si fue por mi cariño
mi loca travesura!
tu loca travesura
¡Fue sólo una aventura
¡mi afán te corresponde
más de Fifí!
queriéndote, Fifí!

MERCEDES
Olvídame tú,
será lo mejor.

GONZALO
¡Yo volveré!

(Cada uno para sí)

MERCEDES y GONZALO
¡Y volverá
también
su/tu amor!


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Pasodoble de Lorenzo “Las mujeres españolas, son la rosa y el clavel”: (Lorenzo, Coro)

LORENZO
(Enardecido, recogiendo la frase principal del pasodoble)
Las mujeres españolas
son la rosa y el clavel
que florecen encendidos
bordeando el redondel.
Son sus caras sus banderas
y sus gritos su canción,
y las niñas de sus ojos
las mejores compañeras
de una tarde de pasión.

TODOS
Las mujeres españolas
son la rosa y el clavel,
que florecen encendidos
bordeando el redondel...

LORENZO
Son sus caras sus banderas
y sus gritos su canción,
y las niñas de sus ojos
las mejores compañeras
de una tarde de pasión.

TODOS
Las mujeres españolas
son la rosa y el clavel,
que florecen encendidos
bordeando el redondel...


___________



Romanza de Mercedes “¿Dónde vas marquesita maja?: (Mercedes)

MERCEDES
(Con graciosa picardía y expresión)
¿Dónde vas, marquesita maja,
sobre tu "boudoir"
en tu coche inglés
lindo y seductor?
Como soy una nueva Dama
de Su Majestad,
a Palacio voy
con puntualidad.
Soy mujer, y lo que deseo
con gran ilusión
es no producir
una decepción;
y, si pasa cierto personaje
que no sé quién es,
sólo quiero que comprenda todo,
todo mi interés.
Yo no sé
si le encontraré;
pero, en fin,
esa es mi intención,
para hallar
a quien me sé
¡tanto me da
un salón
que un "boudoir" francés!
Por favor
querido Cayetano
corre un poco más.
Mira que,
si vamos tan despacio
no voy a llegar.
¡Por favor
corre más!
¡Por favor,
fustiga los caballos
que no llegaré...
y tengo que triunfar!
Y si pasa cierto personaje
que no sé quién es,
sólo quiero que comprenda todo,
todo mi interés.
¡Un gentil galán!
Tropezar con él
es toda mi ambición;
porque eso puede ser
encontrar
mi propio corazón.


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Romanza de María Manuela “¿Por qué se ha de mentir a la gente?: (María Manuela)

M.ª MANUELA
(Sentada, pensativa)
¿Por qué
se ha de mentir a la gente?
¿Por qué
no proclamar la verdad?
Si fue
para engañarme valiente,
valor
le pongo yo a mi ansiedad.

(Se levanta)

Un amor estremecido
por los más puros anhelos,
y un afán de perfecciones
que era gloria de los Cielos.
Se me van en un segundo
de sorpresa y de estupor...
¡Pobre amor, que no ha podido
merecer un buen amor.

(Con emoción)

Su cariño era falso,
con el viento se fue...
Y encerrado en mi alma
se quedó mi cariño,
¡que era de oro de ley!
Un amor que yo veía
asomar en sus miradas
y una hoguera en mi pecho
que encendía en llamaradas,
apagaron de repente
su creciente resplandor.
¡Pobre amor, que entre las sombras
hoy oculta su dolor!
¡Pobre amor, que entre las sombras
hoy oculta su dolor!

(Por la puerta de la Capilla aparece Gonzalo, con su uniforme anterior, que avanza suplicante)


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Dúo de María Manuela y Gonzalo “¡María Manuela!...¡Calle! ¡Qué horror!”: (Gonzalo, María Manuela)

GONZALO
¡María Manuela!

M.ª MANUELA
(Al verle)
¡Calle! ¡Qué horror!
¡Váyase pronto!

(Dramáticamente)

¡No me atormente
con más ofensas!

GONZALO
(Humilde)
¡Oye, por Dios!

M.ª MANUELA
¿No le impone respeto
este santo lugar?
¿No le asusta agraviarme
otra vez con engaños
de cobarde impiedad?

GONZALO
¡Oyeme, por tu vida!
Yo te pido perdón;
pero escucha bajito
por qué fue mi ficción.

M.ª MANUELA
(Intentando marcharse)
¡Déjeme...!

GONZALO
¡Oyeme...!

M.ª MANUELA
(Ahora llega suplicante)
¡Márchese!

GONZALO                
¡No!

(Acercándose a ella. Con emoción a flor de labio)

Yo siempre fui
para mi hogar
un soñador
que quiere despertar.
Yo siempre fui
befa y baldón
del que mi padre se quejaba
sin cesar.
Pero una vez
en que te vi
me deslumbré
con tu brillante resplandor.
Llegaste tú,
llegó tu amor;
¡y para mí
llegó también
mi salvación!
Y al amor...
y al amor que me diste
en aquel...
en aquel magno día,
yo jamás...
yo jamás pagaría
con decir...
con decir la verdad.

M.ª MANUELA        
Del amor...
del amor que en ti puse,
con la fe...
con la fe que alentaba,
yo jamás...
yo jamás esperaba
tan cruel...
tan cruel galardón.

(El va a abrazarla. Ella le rechaza dignamente)

GONZALO y M.ª MANUELA
Yo siempre fui
Yo siempre fui
para mi hogar
para mi hogar
un soñador
la sola luz
que quiere despertar.
que había de alumbrar.
Y para mí
¡llegó el amor!
Y para mí
la perdición
también
llegó.


___________



Romanza de María Manuela “Axial como es ella, deberías ser tú”: (María Manuela)

M.ª MANUELA
¡Así, como es ella
debiera ser tú!:
decidida y valiente,
salerosa y graciosa
como un cascabel.
¿Por qué no?
¿Por qué un hombre sin lacha,
sin pudor y embustero
se burla de ti?
¿Y a ti, qué?
¡Tú, eres tú!...
¡Y él, es él!
Eres tú,
María Manuela;
bonita y graciosa,
con sal y fachenda,
con sal y fachenda
y mucho de aquí.

(Por el corazón)

Y de ti para mí,
mi querida María.
¡Ay, María Manuela!
si los tienes así.
No los ves a tus pies
cuando por las mañanas.
¡Ay, María Manuela!...
sales para el taller.
Cuando vienes y vas
por la puerta de Atocha...
¡ay, María Manuela!...
cómo vienen y van,
y se quedan así...
¡ay, María Manuela!...
atontaos
alelaos
por ti.
Eres tú,
María Manuela;
bonita y graciosa,
con sal y fachenda,
con sal y fachenda
y mucho de aquí.


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Chotis “¡Café con media! Media tostada”: (Lorenzo, Tramoyistas)

LORENZO
En la madrugá o al desayuno
y en la sobremesa del almuerzo,
al atardecer, como en la cena,
un café se toma el madrileño.
Un café de Moka o Puerto Rico,
o un caracolillo brasileiro,
con su mucho o poco de achicoria
¡es lo que espabila y mata el sueño!
Pero amigo,
donde esté
un recuelo
de café,
con su media
tostá...

LORENZO y TRAMOYISTAS
¡Café con media!,
media tostada,
media de abajo
muy bien untada
de mantequilla
con un pincel...

LORENZO               
Este es el disloque
y la fetén.

TODOS
¡¡Café!!

LORENZO
Y es que en el Cuartel o en el Mercado,
en la Redacción o el Ministerio,
una taza bien torrefactada
hace revivir al madrileño.
El café en Levante o San Isidro,
Colonial, Varela o Gato Negro,
llena de optimismo al ciudadano
con su olor de néctar de lo bueno.
Pero amigo,
donde esté
un recuelo
de café
con su media
tostá...

LORENZO y TRAMOYISTAS
¡Café con media!,
media tostada,
media de abajo
muy bien untada
de mantequilla
con un pincel...

LORENZO               
Este es el disloque
y la fetén.

TODOS
¡¡Café!!

LORENZO               
La  mantequilla
con un pincel...
Este es el disloque
y la fetén.

TODOS
¡¡Café!!


___________



Concertante final “Yo no sabía en aquel momento lo que quería”: (María Manuela, Gonzalo, Mercedes, Amadeo, Petrilla)

M.ª MANUELA
(No puede resistir más y salta con todo su coraje, avanzando hacia ellos)
¡No!

GONZALO                
¡María Manuela!

MERCEDES
¡Maestra!

M.ª MANUELA        
¡Aquí estoy!

(Petrilla viene a unirse con Amadeo)

Ni usted, señorita,
ni usted, don Gonzalo,
están en razón.
Yo no soy una mujer
que se toma y que se deja.
¡Yo no soy un bibelot!
¡Yo no soy una cualquiera!

AMADEO
¡Olé las mujeres!

PETRILLA
¡Viva la maestra!

PETRILLA y AMADEO
¡Y que parecía
una mosca muerta!

M.ª MANUELA
¡Conque ya lo saben!

GONZALO
¡María Manuela!

MERCEDES
¡Yo se lo regalo!

M.ª MANUELA
¡No quiero miserias!
¡No quiero limosnas!

MERCEDES
¡María Manuela!

M.ª MANUELA
(A Fifí)
Puede usted llevarse
a este caballero.

(Por Gonzalo)

El no fue el culpable
de lo del suceso.
Todo lo ocurrido
fue por culpa mía.

GONZALO 
¡María Manuela!

M.ª MANUELA
Yo, que no sabía
en aquel momento
lo que le quería...

GONZALO
¡No! Perdón...

PETRILLA
(Consolándola)
¡Maestra!

M.ª MANUELA
Y por mi cariño,
¡porque le quería!
¡Ya nadie le quiere....
nadie! ¡Ni yo misma!

MERCEDES
Perdón, María Manuela.
Perdone el mal que le he hecho.

M.ª MANUELA
Estaba usted en su derecho...

MERCEDES
De todos modos, perdón.

(A Gonzalo)
Que Dios te ampare, Gonzalo.

(Azarada, a todos)
¡Adiós!

(Y hace mutis, también emocionada, por el foro)

AMADEO
¡Mi madre, qué lío!

PETRILLA
¡De padre y muy señor mío!

GONZALO
¡María Manuela, perdón!

(La orquesta ataca fuerte. Amadeo ofrece su brazo derecho a Petrilla y el izquierdo a María Manuela, que se cogen a ellos alegremente)

¡María Manuela,
madrileña y menestrala;
mi cariño ha de ser gala
de tu hermoso corazón!





FIN


Información obtenida en la Página Web http://lazarzuela.webcindario.com/

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