Mal de Amores, El (Libreto)



EL MAL DE AMORES



Sainete.

Libreto de Serafín Alvarez Quintero y Joaquín Alvarez Quintero.

Música de José Serrano.

Estrenado en el Teatro Apolo el 28 de Enero de 1905.


REPARTO (Estreno)

Carola - Carolina Pino.

Mariquilla - Lola Membrives.

La Amapola – Julia Mesa.

Rafael – Juan Reforzó.

Don Lope - Emilio Carreras.

El Señor Cristóbal - José Mesejo.

Antoñillo - Anselmo Fernández.

Don Ramón – Sr. Carrión.

Felipe – Sr. Manzano.

Un Campesino – Sr. Picó.

Otro – Sr. Valverde.

Un Guardia Civil – Sr. Sánchez.

Otro – Sr. Máiquez.

El Mayoral – Sr. Soriano.

Un Soldado – Sr. Alvarez.

Un Estudiante – Sr. Rodríguez.

Un Pasajero / Un Fraile – Sr. Ramiro.

Un Chiquillo – Srta. Espinosa.
Rovira Sr. Ruesga.

Interior del ventorrillo del señor Cristóbal en el campo andaluz. Al foro, en el centro, la puerta de entrada, y a la izquierda, una ventana sin reja. A la derecha del actor una puerta que conduce a los aposentos del ventorrillo. A la izquierda otra mas pequeña que da al corral. Ante la ventana del foro y paralelo a la pared de la izquierda, un mostradorcillo hecho de tablas viejas y desiguales. Hacia la derecha una mesa pobre. Dos ó tres sillas bastas. En el rincón de la izquierda, varias tablas a modo de anaqueles, y sobre ellas y sobre el mostrador jarros de vino, botellas, vasos, copas, un barrilillo, un par de embudos, etc., etc. Apoyados en la pared en el mismo rincón varios instrumentos de labranza. En el de la derecha una tinaja, un cantarillo y una escoba. Colgado cerca del techo, en la pared del foro, un cuadro de batalla pequeñito, sin marco, que representa un suceso trágico acaecido en el ventorrillo. Sobre la puerta y la ventana un letrero manuscrito que dice: Oi no se fia aqi mañana si.» En el exterior del ventorrillo un emparrado que le presta sombra. Por la ventana penetra una rama de la parra, que adorna la pared. A la derecha de la puerta, en el exterior, un poyete, y a la izquierda una encañizada dentro de la cual hay flores. Las paredes blancas, con zócalo azul. El poyete del exterior, y aun la tinaja, del color del zócalo. Suelo de ladrillos. Por la puerta y por la ventana se ve la campiña llena de sol.


ESCENA PRIMERA

Mariquilla y dos Campesinos.

(Mariquilla de pie, sobre un cajón pequeño, lava ropa menuda en un lebrillo que ha puesto adrede encima de la mesa. Es hija del señor Cristóbal. Viste ropilla pobre de colores muy vivos. En los ojos se le puede encender un cigarro)

MARIQUILLA
(Cantando)
Mi novio dice dice
que va a Zeviya,
y yo le digo digo:
quiero unas ligas.
Porque mi novio
otra coza no tiene,
pero es rumbozo.

(Llegan dos Campesinos, que van de paso. Uno de ellos trae al hombro una azada)

CAMPESINO 1 º
A la paz e Dios.

MARIQUILLA
Güenos días.

CAMPESINO 2 °
Güenos días.

CAMPESINO 1 º
¿Quié usté darnos un vazito e vino, precioza?

MARIQUILLA
Zí, zeñó. (secándose las manos en el delantal, va al mostrador y de un jarro llena dos vasos) Vaya.

CAMPESINO 1 º
(Bebiendo) Jasta verte. Cristo mío.

CAMPESINO 2 º
(Después de beber) Está fresco.

CAMPESINO 1 º
(Pagando) Tome usté.

CAMPESINO 2 º
Diga usté, niña: ¿vamos bien po aquí pa Arenales?

MARIQUILLA
Zí, zeñó.

CAMPESINO 1 °
¿Y nos quea mucho camino que anda?

MARIQUILLA
Yendo apriza, azi como dos leguas. Yendo espacito, cerca e tres.

CAMPESINO 2 º
Muchas gracias.

MARIQUILLA
Con Dios.

CAMPESINO 1 °
Que haiga zalú, morena.

(Se van hacia la izquierda los dos)


ESCENA II

Mariquilla y el Señor Cristóbal; luego Don Lope

(E1 señor Cristóbal sale en mangas de camisa, por la puerta de la derecha, desperezándose. Mariquilla sigue su faena)

SEÑOR CRISTOBAL
¿Quién era, tú?

MARIQUILLA
Gente der campo.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Han bebío?

MARIQUILLA
Zí. (E1 señor Cristóbal se pone a hacer un cigarro con todo lujo de detalles. Pausa. Mariquilla torna a cantar)

Porque mi novio
otra coza no tiene,
pero es rumbozo.

SEÑOR CRISTOBAL
Tarda la diligensia.

MARIQUILLA
Zí que tarda. ¿Le habrá zucedío arguna coza?

SEÑOR CRISTOBAL
Pué que se le haiga salió una ruea.

MARIQUILLA
La de ayé.

SEÑOR CRISTOBAL
O la de antes de ayé.

MARQUILLA
Antes de ayé lo que ze le zalió fue la lanza.

SEÑOR CRISTOBAL

Eso fue tras de antié.

MARIQUILLA
No, padre; Iras de antié ze le cayó la portezuela. (Cantando de nuevo)
Ven esta noche,
que mi madre ze duerme
dando las doce.

(Aparece don Lope en la puerta del ventorrillo. Viene de la derecha, y viste de cazador, con todos los arreos propios del noble ejercicio. Es un señor chapado a la antigua, que está en su Octubre, si no en su Noviembre, y se figura que está en su Abril. Lleva bigote lastimosamente pintado y con las guías punzantes como leznas. El poco cabello que le queda se lo peina con raya hasta el cogote)

DON LOPE
Salud a la buena gente.

SEÑOR CRISTOBAL
Felises, cabayero.

MARIQUILLA
Güenos días. (Fijándose en don Lope) (¡Jozú!)

DON LOPE
Dígame, amigo: ¿la diligencia de Alcazarejo, ha pasado ya?

SEÑOR CRISTOBAL
No señó: aguardándola estamos.

DON LOPE
Pues, con permiso, voy a aguardarla yo también (Deja en un rincón todos sus arreos)

MARIQUILLA
¿Estorbo aquí?

DON LOPE
(Galante) ¿Usted estorbar? Ni ahí, ni en sitio alguno en que yo me halle.

MARIQUILLA
(¡Ay, er viejo!)

SEÑOR CRISTOBAL
¿Y qué va usté a toma?

DON LOPE
¿Es obligativo tomar algo?

SEÑOR CRISTOBAL
Obligativo, no; pero es lo desente.

DON LOPE
(Enojado) ¡De ningún ventero admite lecciones don Lope de Zúñiga! Tráigame un vaso
de buen vino. (Se sienta)

SEÑOR CRISTOBAL
Sí, señó. (Va por él y se lo sirve a don Lope. Este, mientras tanto, contempla con curiosidad a la muchacha)

DON LOPE
(Es de un parecido que me hiela la sangre. Los ojos, la boca... Igual, igual) (A1 señor Cristóbal, después de beber) Gracias, Ventero.

SEÑOR CRISTOBAL
Pa servirle, señó.

DON LOPE
¿Es usted el amo del ventorrillo?

SEÑOR CRISTOBAL
Pa servirle.

DON LOPE
¿Y esta clavellina colorada es hija de usted?

SEÑOR CRISTOBAL
Sí, señó.

MARIQUILLA
Pa zervirle. (Coge tres o cuatro prendas lavadas y se va cantando por la puerta del corralillo como para tenderlas al sol)

Ven esta noche,
que mi madre ze duerme
dando las doce.

DON LOPE
(El aire... el andar... Todo, todo) (se levanta y se acerca a hablar con el ventero, que está tras el mostradorcillo) Linda es la moza.

SEÑOR CRISTOBAL
Se la pué mira sin perdé er tiempo. Tiene a quien salí.

DON LOPE
¿A su madre?

SEÑOR CRISTOBAL
A su madre sale en la caía y en er cuerpo. En las pestañas sale a mí.

DON LOPE
¿Y amores, tiene?

SEÑOR CRISTOBAL
Usté carcule... Con diesisiete años, comiendo de los diesiocho. Ahí anda tonteando con un cabreriyo der cortijo vesino...

DON LOPE
¡Buena suerte la del cabrerillo! ¡Tirano amor! Lo mismo enreda en el campo que en la ciudad, (Contoneándose) Yo sé un poco de eso.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Ah, si?

DON LOPE
Usted, al verme con estos arreos, creerá que voy ó vengo de caza.

SEÑOR CRISTOBAL
Claro.

DON LOPE
Pues no hay tal.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Va usté a retratarse?

DON LOPE
¡Siempre que sea en unos ojos, no diré que no.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Hola?

DON LOPE
Si. La caza es el pretexto, ¿Sabe usted? Justamente vengo de pasar unos días en el Caserío de las Palmas, a un cuarto de legua de aquí.

SEÑOR CRISTOBAL
A la vera der molino, ¿no?

DON LOPE
A la vera del molino: cabal.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Conose usté a la molinera?

DON LOPE
¡Me la sé de memoria!

SEÑOR CRISTOBAL
¡Vaya una mujé guapa!

DON LOPE
De lo más hermoso de estos lugares, cuando no de toda la Andalucía.

SEÑOR CRISTOBAL
¡Y miste que se conserva fresca después de habé tenío siete chiquiyos!

DON LOPE
Ahora ha vuelto a casarse.

SEÑOR CRISTOBAL
Sí; pero los chavales son tos siete der primer marío.

DON LOPE
(Sonriendo maliciosamente) Seis nada más.

SEÑOR CRISTOBAL
No, señó; tos siete. Si no hay más que verlos: son iguales ar padre.

DON LOPE
Seis nada más. Uno de ellos... no se le parece.

SEÑOR CRISTOBAL
Ah, vamos, vamos... (Se ríen los dos)

DON LOPE
¿Ha comprendido usted?

SEÑOR CRISTOBAL
Sí, señó. ¿Quié usté otro vaso e vino?

DON LOPE
¡Venga! ¡Qué diantre!

(Sale Mariquilla y vuelve a su faena. El ventero sirve a don Lope nuevamente)

MARIQUILLA
Padre, ¿ha oído usté?

SEÑOR CRISTOBAL
¿Qué, hija?

MARIQUILLA
Me ha querío parece que zuenan ya los cascabeles de la diligencia.

SEÑOR CRISTOBAL
Yo no lie sentío na. (Asómase a la puerta del ventorrillo y desaparece mirando hacia la izquierda)

DON LOPE
(Viéndose solo con la muchacha) (Que me place. No perdamos momento) (Acercándose misteriosamente a ella ) Niña.

MARIQUILLA
Zeñó.

DON LOPE
¿Usted tiene idea de haber visto mi cara en alguna parte?

MARIQUILLA
Zi, zeñó.

DON LOPE
(Con vivo interés) ¿Dónde?

MARIQUILLA
En un cuadro que hay en la iglezia der pueblo y que figura er purgatorio. Una de laz ánimas ez igualita a usté.

DON LOPE
(Mosqueado) No es ocasión de burlas, doncella. Contésteme con seriedad. ¿Su madre de usted estuvo alguna vez en Calasparra?

MARIQUILLA
¿Y que ez ezo?

DON LOPE
Un pueblo de Murcia.

MARIQUILLA
No, zeñó. Mi madre no ze movió nunca del Araha.

DON LOPE
Ah, bueno, bueno. Gracias, joven. (Respiro. La puedo cortejar impunemente. No es hija mía)

SEÑOR CRISTOBAL
(Volviendo a salir por el foro) Se te figuró a ti que sonaba; porque er coche no viene.

DON LOPE
Huélgome de ello, amigo. La espera me está siendo muy agradable.

SEÑOR CRISTOBAL
Sin embargo, ya no pué tarda. Güeno será que quites eso de en medio, Mariquiya. Por si yega gente.

MARIQUILLA
Zí, padre; ahora mismo, (Coge el lebrillo y la ropa y se va por la puerta del corral)

DON LOPE
(Curioseando por el ventorrillo) «Hoy no se fía aquí, mañana sí.» ¡Ja, ja! Hombre, ¿y ese cuadro? ¿Qué representa?

SEÑOR CRISTOBAL
Ese cuadro tiene su por qué. Retrata una ersena que pasó en este mismo sitio en que estamos. Yo la vide; y a un pintó que cayó por ahí serca, y que hasía retratos a dos cuartos, le mandé que me la pintara. Ese de la faca es er Tuerto e Molares, que malhirió a Seis Deos, que es aqué, porque no le quiso dá parte en un negosio. (Acción de robar)

DON LOPE
No está mal, no está mal... Algo exageradi11o el chorro de sangre.

SEÑOR CRISTOBAL
Señó, si es la faja, que era colora.

DON LOPE
Ah, vamos.

(Vuelve Mariquilla)

SEÑOR CRISTOBAL
En este ventorriyo han salió a relusí muchas navajas de muchos guapos.

DON LOPE
¿Y es cierto que le llaman Ventorrillo del Pozo, porque hay aquí uno cuya agua cura el mal de amores?

MARIQUILLA
Zí, zeñó. En er mismo corraliyo nuestro.

DON LOPE
¡Ja, ja! ¿Y cómo obra el agua ese milagro?

MARIQUILLA
De toas maneras, zegún la claze e má. Er que quiere orvío, bebe orvío; er que quiere costancia, bebe costancia; er que pena por zelos, bebe zeguriá... ¿No zabe usté la historia der pozo?

DON LOPE
No la sé.

MARIQUILLA
Pos dicen que a una princeza mu bonita que había en estos contornos, dicen que ze le fue el amante a la guerra; y dicen que eya, que no podía viví zin é, dicen que venía toas las noches a yorá en este pozo, que estaba zeco; y dicen que de tanto como yoró, dicen que er pozo tuvo agua; y dicen que una noche pazo un ermitaño mu viejo, y dicen que le dijo azi: «Ya has yorao bastante, princeza: to er que beba el agua de este pozo, forma con lágrimas de mujé, ze curará der mar de amores. Vete a tu palacio, que ayí en tu cámara te espera tranquilo tu galán.» Y dicen que dezapareció zin que eya lo viera, y dicen que to pazo como lo dijo. Ezo dicen.

DON LOPE
¡Bah! Consejas populares. El mal de amores, niña, si no se cura con amor, no se cura. Se lo dice a usted quien lo sabe. Pero, a pesar de ello, ¿quiere usted guiarme a ese pozo?

SEÑOR CRISTOBAL
Ahí en er corraliyo está: no tiene pérdida.

DON LOPE
(Asomándose a la puerta) ¿Eá aquel?

MARIQUILLA
Aquer mismito.

DON LOPE
La superstición es contagiosa. Voy a meditar, mirándome en el agua, y quién sabe si á tomar un sorbo de ella. (Mariquilla suelta la risa al verlo ir. Don Lope se vuelve) ¿De qué se ríe la mocita?

SEÑOR CRISTOBAL
De mí, que le hago mucha grasia.

DON LOPE
(Vase al corralillo. Hija y padre rompen a reír)

SEÑOR CRISTOBAL
¿Tu has visto qué tipo?

MARIQUILLA
¿Ze ha fijao usté cómo ze peina por detrás? Paece la espina de un lenguao.

SEÑOR CRISTOBAL
¡Y se saca la raya desde la rabaiya!


ESCENA III

Mariquilla, el Señor Cristóbal, La Amapola y dos Guardias Civiles.

(Llegan por el foro estos últimos. La Amapola es una gitanilla de pocos años a quien traen los Guardias civiles maniatada)

(Música)

GUARDIA 1 º
(A la Amapola) Ponte ahí a ese lao.

SEÑOR CRISTOBAL
Hola, güena gente.

GUARDIA 2 º
Dios guarde a usté, señó Cristóba.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Qué ha hecho esa palomiya?

GUARDIA 1 º
Herí malamente a su novio.

SEÑOR CRISTOBAL
Temprano empiesa. Toma un vaso e vino.

GUARDIA 1 º
Se estima; que ya prinsipia er só a templarse.

(E1 señor Cristóbal escancia y los Guardias beben)

GUARDIA 2 º
(A la Amapola) ¿Quiés agua?

AMAPOLA
No.

GUARDIA 2 º
Tú te lo pierdes.

(Mariquilla contempla llena de curiosidad é interés a la Amapola, que a su vez la mira con recelo y vergüenza)

SEÑOR CRISTOBAL
(Entregándoles a los Guardias un papel doblado) Esto dejó er cabo ayer noche.

GUARDIA 1 º
No será ningún biyete e Banco. (Mientras lee. ¿No lo dije? Güeno está, hombre, güeno está. ¿Se ve desde aquí er Serriyo e las liebres?

SEÑOR CRISTOBAL
Desde aquí se ve. Vení conmigo, (Vase hacia la derecha con los Guardias civiles)

AMAPOLA
(Apenas se queda sola con Mariquilla. -Cantando)
Dame un buche d'agua:
vengo abrazaíta,
y de las manos de ezos maloz hombres
yo no la quería.

MARIQUILLA
(Cogiendo el cantarillo que hay junto a la tinaja.
Tómala der pozo
que cura los males de amó,
y pué que te alivie
las penitas de tu corazón.

(Dándole de beber)

Bebe, bebe,
que está en er cantariyo
como la nieve.

AMAPOLA
La Vigen te lo pague,
niña precioza,
que tienes una cara
como una roza.

MARIQUILLA
Dime: ¿qué es lo que haz hecho?
¿Por qué te yevan
tan chiquita en er mundo,
zolita y preza?

AMAPOLA
Preza y zolita
ze ve por zu mar zino
la gitanita.

Migueliyo er de la Jara,
gitanito como yo,
prendaíto de mi cara
de amores me requirió.
Yo escuché zus palabritas
durcezitas como mié,
y como eran durcezitas
lo que quizo le entregué.

Er tiempo pazo:
Migueliyo con Pastora
la Cachifa, me engañó.
Lo zupe y cegué:
a Estebita mi hermaniyo
la faquita le quité.
De noche zalí:
caminito de la caza
de Pastora lo cogí.
Me acerqué,
lo paré,
le escupí,
lo inzurté,
lo jerí...
¡ze me fue!
¡Malhaya mi zino arrastrao
que no lo maté!

MARIQUILLA
¡Pobrecita la gitanita
enfermita der mar de amores:
bebe tú del agua fresquita,
melecina de ezos dolores!

(Dándole de beber como antes)

Bebe, bebe,
que está en er cantariyo
como la nieve.

(Llegan los Guardias civiles con el señor Cristóbal)

GUARDIA 1 º
(A la Amapola) Vámonos.

GUARDIA 2 º
Salú y muchas grasias.

GUARDIA 1 º
Con Dios, niña.

MARIQUILLA
Con Dios. Y no trata malamente a eza pobre.

AMAPOLA
La Vigen te bendiga, hermoza. Cuidaíto a quien miras con ezos ojos, (Vase por el foro hacia la izquierda, delante de los Guardias. Mariquilla se asoma a la puerta a verlos ir)

SEÑOR CRISTOBAL
Que haiga salú.

AMAPOLA
(Cantando, dentro)
¡Dios te pague el agua fresquita,
melecina de mis dolores!...

MARIQUILLA
¡Pobrecita la gitanita,
enfermita der mar de amores!

(Cesa la música)


ESCENA IV

Mariquilla y el Señor Cristóbal; luego Don Lope; después, sucesivamente, El Mayoral, Un Estudiante y Un Soldado. Carola y Un Pasajero.

(Principia a sonar hacia la izquierda el cascabeleo de la diligencia que se acerca al ventorro, y que se supone que luego para junto a él)

MARIQUILLA
Tanta gente mala como habrá zuerta por er mundo, y miste a quién van a echarle mano... Zi hubiea justicia...

SEÑOR CRISTOBAL
Caya.

MARQUILLA
Qué.

SEÑOR CRISTOBAL
Ahora sí que suena la diligensia.

MARIQUILLA
Es verdá.

SEÑOR CRISTOBAL
Avísale a don Lapi.

MARIQUILLA
(Desde la puerta del corral, gritando) ¡Don Lapi! ¡Don Lapi!

SEÑOR CRISTOBAL
¡Muchacha!

DON LOPE
(Saliendo) Don Lope; me llamo don Lope. ¿Ocurre alojo?

SEÑOR CRISTOBAL
Que er coche ya está ahí.

DON LOPE
¡Válgame Dios, y cuan pronto pasa la dicha!
(Mariquilla se va a la puerta) ¿Qué le debo, ventero?

SEÑOR CRISTOBAL
Lo que sea volunta.

DON LOPE
(Pagándole liberalmente) Tome usted.

SEÑOR CRISTOBAL
Se estima, señorito.

(La diligencia para. Don Lope recoge sus chirimbolos y se dispone para marchar, todo ello muy reposadamente. El señor Cristóbal sirve a los que llegan)

MARIQUILLA
No viene cuazi nadie. Como los que vengan no hayan comió mojama, poca bebía vamos a vendé.

MAYORAL
(Saliendo de prisa) Dame un vaso de agua pa una monja.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Eso es to lo que se te ofrese?

MAYORAL
A la güerta será argo más.

SEÑOR CRISTOBAL
Pero ¿yendo tan de vasío, cómo habéis tardao tanto tiempo?

MAYORAL
Porque se nos cayó er pescante, (Vase con el agua)

SOLDADO
(Saliendo con el Estudiante) A vé un vaso e vino.

ESTUDIANTE
A mí una copita de anís.

SOLDADO
Pero ¿ha reparao usté, paisano, qué rear mosa yevo a la vera mía?

ESTUDIANTE
¿Que si he reparao? Si no le quito ojo. ¿Y en la ventera, se ha fijao usté?

SOLDADO
También pué salí en las cajas e mistos.

MARIQUILLA
¡Ay, zeñó; vaya una mujé guapa que ze baja der coche!

SOLDADO
(Asomándose a la ventana) ¿Viene pa acá? ¡Paisano, pa acá viene!

MARIQUILLA
Azómeze usté, padre: miste qué encanto.

SEÑOR CRISTOBAL
Lo que es mesté que haga gasto por siete feas.

DON LOPE
(Ya dispuesto a partir) Salud... y hasta que el azar vuelva a traerme por el Ventorrillo del Pozo.

SEÑOR CRISTOBAL
Vaya usté con Dios.

(Don Lope va a marcharse a tiempo que llega Carola. Sorprendido por su hermosura se detiene y la deja pasar, quitándose el sombrero. Carola viste traje claro de percal y mantón negro de espuma. Todos la contemplan con admiración é interés, singularmente Mariquilla)

CAROLA
(Desde la puerta) Güenos días.

MARQUILLA
Güenos días.

CAROLA
¿Es este er Ventorriyo der Poso?

SEÑOR CRISTOBAL
Este es.

CAROLA
(Después de mirar a todos lados como buscando a alguien ) Con permiso. (Entra en el ventorrillo y se sienta junto a la mesa pensativa y triste. Pausa)

DON LOPE
(¡En mi vida he visto mas acabada belleza de mujer!) (Adelántase hacia la derecha y desde allí la mira intencionadamente largo rato, como quien echa la semilla de una nueva aventura amorosa)

SOLDADO
(Hablando de Carola con el Estudiante) Eya se subió entre Pajarete y Los Molinos, toa temblando, blanca como er papé. Luego —usté la ha visto—no ha parao de suspira ni de yevarse er pañuelo a los ojos.

ESTUDIANTE
Algo daría yo por sé el que tiene la culpa de to eso.

PASAJERO
(Saliendo, con unas alforjillas al hombro) Salú, Cristóba.

SEÑOR CRISTOBAL
Hola, Juan.

PASAJERO
Dame media caña.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Vas pa er pueblo?

PASAJERO
Pa aya voy.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Cómo está tu gente?

PASAJERO
Tan güeña.

DON LOPE
(Aunque su traza es popular, bajo ese mantón adivino a la gran señora. Aventura tenemos)

SEÑOR CRISTOBAL
¿Y la perra, parió por fin?

PASAJERO
Eso iba a decirte. Parió.

SEÑOR CRISTOBAL
Pos un cachorriyo es pa mí.

PASAJERO
Descuida: en eso estoy.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Cuántos ha tenío?

PASAJERO
Siete.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Siete?

PASAJERO
Sí.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Cómo son?

PASAJERO
Como er padre. Igualitos ar padre tos siete.

DON LOPE
(Rondando a Carola hállase a tiempo de oír esta frase cerca del Pasajero y toma el rábano por las hojas)

DON LOPE
Seis nada más.

PASAJERO
¡Tos siete, señó! ¿Usté los ha visto?

DON LOPE
Seis nada más.

PASAJERO
¡Me deja usté parao!

DON LOPE
¿Tendré que decir que uno es mío?...

PASAJERO
¿Eh?

SEÑOR CRISTOBAL
¡Pero señó, si estamos hablando de una perra de aquí mi compadre!

(Sueltan la risa todos a excepción de Carola, que permanece quieta y abstraída)

DON LOPE
(Amoscadísimo) ¡No es tan donoso el chiste que merezca esas carcajadas! (Llevándose al señor Cristóbal aparte) Oiga usted, ventero. Cuanto gasto hiciere aquella mujer, de mi bolsillo corre.

SEÑOR CRISTOBAL
Está bien. Mariquiya.

MARIQUILLA
Padre.

SEÑOR CRISTOBAL
Pregúntale a esa señora si va a toma argo.

MARIQUILLA
(A Carola) ¿Usté va a tomá argo?

CAROLA
Ahora, no.

MARQUILLA
(Al señor Cristóbal) Dice que ahora, no.

SEÑOR CRISTOBAL
(A don Lope) Dise que ahora, no.

DON LOPE
Dice que ahora, no. (Entendido) (Da un paseo por delante de ella, mirándola con descaro galante)

MAYORAL
(Volviendo a salir muy aprisa y devolviéndole al señor Cristóbal el vaso que antes se llevó, con una moneda dentro) Ahí tines. (Crujiendo el látigo) ¡Ea, vámonos, que es tarde! (Se marcha él. Sucesivamente se marchan también el Pasajero, el Estudiante y el Soldado que habrán pagado ya)

PASAJERO
Adiós, Cristóba.

SEÑOR CRISTOBAL
Adiós, Juan.

PASAJERO
Adiós, Mariquiya.

MARIQUILLA
Vaya usté con Dios. Y memorias a Roza.

ESTUDIANTE
(Pasando al irse por junto a Carola) Si mi Catedrático tuviera la cara de usté... entonses sí que sentiría yo las calabasas que me ha dao.

DON LOPE
(Picado) ¡Bah! ¡Tosco ingenio el del estudiante!

SOLDADO
(Lo mismo) ¿Me vende usté un retrato suyo pa un escapulario, por si voy a la guerra?

DON LOPE
¡Bah! ¡Piropo de cuartel!

SOLDADO
(Volviéndose) ¿Cómo ha dícho usté, amigo?

DON LOPE
¡Piropo de cuartel!

SOLDADO
¿Sí, verdá? Pos el úrtimo mono der cuarto se da en las botas mejó betún que usté en er bigote. (Risas generales)

DON LOPE
(Queriendo comérselo) ¿Qué?

SEÑOR CRISTOBAL
(Mediando) Na. Quietos: carma. No comprometerme. Usté, milita; ya se está largando.

SOLDADO
¡Pos hombre! ¡pos estaría grasioso!...

SEÑOR CRISTOBAL
Usté, señó; repare que son cosas de gente joven...

DON LOPE
Por los buenos oficios de usted llega a su pueblo con cabeza.

MAYORAL
(Gritando dentro) ¡Que me voy!

MARIQUILLA
(A Carola ) Zeñora, ¿está usté oyendo? Er coche ze va.

CAROLA
Güeno; que se vaya.

MARIQUILLA
Pero usté...

CAROLA
Yo me queo.

(Sorpresa en el Ventero y en su hija; jactancia en don Lope. Pausa)

MARIQUILLA
Miste que esto es un descampao.

CAROLA
Ya, ya lo sé. No importa.

(Se miran padre é hija, sin comprender. Carola da un suspiro y se enjuga los ojos)

SEÑOR CRISTOBAL
¿Y usté también se quea, don Lapi?

DON LOPE
Don Lope.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Usté tare bien se quea?

DON LOPE
¡Claro, hombre, claro!

SEÑOR CRISTOBAL
(Bajo, aparte) Pero, escuche usté: ¿hay ya inteligensia?...

DON LOPE
(Lo mismo) ¡La habrá! Esto... ya está en casa.

SEÑOR CRISTOBAL
(A Mariquilla ) Me da er corasón que vamos a tené un güen día. Dile ar mayorá que arree cuando quiera.

MARIQUILLA
(Yéndose por la puerta del foro, hacia la izquierda)
¡Paco! ¡Paco! ¡No aguarde usté más!

(Vuelve a oírse el cascabeleo de la diligencia, que arranca y se aleja. Con el sonido de  los cascabeles mézclase el de una copla que va cantando el Mayoral. Don Lope, solemnemente, hace señas al señor Cristóbal para que se retire. Este se va por la puerta del corralillo)


ESCENA V

Carola y Don Lope; luego el Señor Cristóbal.

(Don Lope suelta de nuevo todos sus chirimbolos, y se dirige a Carola sombrero en mano, no sin tropezar de pura emoción)

DON LOPE
Señora, (Carola está como una estatua y sigue lo mismo) Señora, (Silencio) Aunque la embellece a usted la tristeza, yo me holgara de ver su sonrisa ¿Eh? (Carola continúa inmóvil) ¿No quiere usted alzar hasta mí sus ojos celestiales? ¿Eh? ¿Le molesta a usted el humo? No estoy fumando, pero, en fin, para no fumar. ¿Cómo? ¿Mereceré a lo menos saber sus cuitas? ¿La persigue algún malhechor? ¿algún amante despechado? Si es así, aquí estoy yo para defenderla. Antes que enamorado, soy caballero ¿Eh? (pausa) ¿Eh? (La he conocido perfectamente: es de las que no contestan. Aventura tenemos) (Apártase de Carola y llama al señor Cristóbal por señas también. Este sale enseguida)

SEÑOR CRISTOBAL
¿Qué hay?

DON LOPE
Hay lo suficiente. Sírvame usted un bocadillo allá fuera; en aquella mesa que está cabe los álamos. Cualquier cosa; un huevo frito con jamón... Cualquier cosa. (Misteriosamente, y refiriéndose a Carola) Quiero que me eche de menos.

SEÑOR CRISTOBAL
¡Ah!

DON LOPE
Vase hacia el foro sin dejar de mirarla, y en la misma puerta lanza un suspiro) ¡Ay!... (Carola maquinalmente vuelve el rostro, y al ver a don Lope hace un gesto de desagrado, que él interpreta favorablemente) (Esto... ya está en casa) (Aléjase hacia la derecha)


ESCENA VI

Carola, el Señor Cristóbal y Mariquilla.

MARIQUILLA
(Por el foro) ¿Ande va don Lapi tan zoplao?

SEÑOR CRISTOBAL
Déjalo que vaya ande quiera. Cávate tú.

CAROLA
(Levantándose inquieta) Diga usté, ventero; y usté, joven: ¿ha venío arguien preguntando por mi?

SEÑOR CRISTOBAL
¿Por usté?

CAROLA
Güeno; por una mujé como yo.

SEÑOR CRISTOBAL
No; nadie ha venir». ¿Verdá, tú?

MARIQUILLA
Nadie.

CAROLA
(¡Se me basen siglos los momentos! ¿Por qué no yega ya? ¿Por qué no yega? ¡No hago más que pensá locuras!..

(El señor Cristóbal y Mariquilla se interrogan con los ojos. El hace señas a su hija de que se calle y se aparte de Carola, y se va por la puerta de la derecha mirando a esta última)


ESCENA VII

Mariquilla, Carola y Antoñillo.

(Mariquilla se pone a hacer algo tras el mostrador. Antoñillo canta dentro, lejos, y va acercándose. Mariquilla le responde. Carola vuelve a su abstracción)

(Música)

ANTOÑILLO
A la zombra de mi amó...

MARIQUILLA
(Con júbilo infantil) ¡Mí novio!

ANTOÑILLO
A la zombra de mi amó...

MARIQUILLA
Toavía no le contesto: a la tercera.

ANTOÑILLO
A la zombra de mi amó...

MARIQUILLA
Es como viví me agrada...

ANTOÑILLO
Por ezo busco zu zombra…

MARIQUILLA
Hasta en la noche cerrada...

LOS DOS
A la zombra de mi amó...

(Con la última nota, aparece Antoñillo tras la ventana, y ambos se contemplan sonriéndose. Viene de sombrero ancho, chaqueta al hombro, faja y zahones, todo ello muy traído y llevado. Al hombro, una porra de su estatura.—Algunas esquilillas del ganado que conduce se oyen hacia la izquierda)

MARIQUILLA
(A modo de saludo) Antoñíyo...

ANTOÑILLO
(Lo mismo) Mari quilla...

MARIQUILLA
¿Vas a darle de bebé ar ganao?

ANTOÑILLO
Vi a darle de bebé ar ganao.

MARIQUILLA
Ea, pos adiós.

ANTOÑILLO
Ea, pos adiós.

MARIQUILLA
¿Azí que yegue tu hermaniyo, vendrás?

ANTOÑILLO
Vendré, azi que yegue mi hermaniyo. (Retírase gritándole al ganado) ¡Jiiiiiira!... ¡jiiiiiira!....

CAROLA
(Desahogando sus sentimientos)
¡Que venga ya,
que sin tenerlo a mi vera
no pueo ni respira!
¡Que venga ya,
que mi cariño lo espera
Y es mu penoso espera!
Maripositas del aire,
floresiyas de los campos,
si lo veis por er camino
desirle que avive er paso;
que lo quiero,
que lo aguardo,
que castigue
su cabayo...
que sin verlo me párese que es mentira
que he de verlo aquí a mi lao.

MARIQUILLA
Er mar de amores
la tiene azí:
Me da tristeza
De zu zentí.

CAROLA
¡Que venga ya,
que er corasón no sosiega
hasta sentirlo yegá!

MARIQUILLA
¡Que venga ya,
que zu penita me yaga
y voy a echarme a yorá!

(Oyense las esquilillas  del ganado que conduce Antoñillo, el cual a poco se asoma a la ventana otra vez)

MARIQUILLA
Ya güerve Antonio… (Al verlo) Antonio…

ANTOÑILLO
Mariquiya…

MARIQUILLA
¿Ha bebío ya er ganao?

ANTOÑILLO
Ya ha bebío er ganao.

MARIQUILLA
Ea, pos adiós.

ANTOÑILLO
Ea, pos adiós.

MARQUILLA
¿Azí que yegue tu hermaniyo, vendrás?

ANTOÑILLO
Vendré azí que yegue mi hermaniyo. (Retírase de nuevo, gritándole al ganado también) ¡Jiiiiiira! ¡jiiiiiira!...

MARIQUILLA
Ahora yo, ahora yo... (Canta)
Del arroyo en er crista...
Otra vez.
Del arroyo en er cristá...
Ahora.
Del arroyo en er cristá...

ANTOÑILLO
(Mientras se aleja)
Ayí ze mira mi amante...

MARIQUILLA
Yo voy a pedirle ar viento...

ANTOÑILLO
Que nunca borre zu imagen.

LOS DOS
Del arroyo en er crista...

(Cesa la música)


ESCENA VIII

Mariquilla, Carola y el Señor Cristóbal.

SEÑOR CRISTOBAL
(Sale por la derecha En la mano trae un cubierto pobre y un panecillo Al brazo un mantelillo viejo) No hay que darle güertas: se cambia de genio con los años.

MARIQUILLA
¿Por qué lo dice usté, padre?

SEÑOR CRISTOBAL
Porque a tu edá, eso que liases tú con Antoñiyo lo hasía conmigo una chiclanera, y nos reíamos lo-: dos como criaturas; y ahora, ¡me dan unas ganas de coge una vara y liarme
a palos contigo y con tu novio!

MARIQUILLA
Padre, to lo malo que hagamos zea ezo.

SEÑOR CRISTOBAL
Es que si hisieras otra cosa, entonses sí que
cogía la vara. (Va a irse por el foro, y se detiene en
la puerta mirando hacia la izquierda )

MARIQUILLA
¡Ja, ja, ja!

SEÑOR CRISTOBAL
¡Cámara, qué prisa traen aqueyos!

MARIQUILLA
¿Quiénes?

SEÑOR CRISTOBAL
Dos hombres que vienen a cabayo a campo traviesa.

CAROLA
(Levantándose alarmada) ¿Dos hombres?

MARIQUILLA
(Mirando por la ventana) Zí.

SEÑOR CRISTOBAL
Místelos.

CAROLA
(Asomándose también a la ventana cautelosamente y llena de temor) ¡Jesús!

MARIQUILLA
¿Qué?

CAROLA
¡Ay, Virgen mía!

SEÑOR CRISTOBAL
¿Qué susede?

CAROLA
Ventero; niña: por lo que más quieran ustedes en er mundo, esconderme en arguna parte. Esos hombres vienen por mí; me persiguen.

MARIQUILLA
¿La perziguen?

CAROLA
Desirles que no saben de mi persona; que no he pasao en la diligensia; que no me han visto.

MARIQUILLA
¿Pero no estaba usté esperando…?

CAROLA
¡A esos, no! ¡Pronto! ¡Por Dios, pronto!

SEÑOR CRISTOBAL
No se apure usté. Métase usté ahí, y esté usté tranquila, (señala a la puerta de la derecha)

CAROLA
¿Aquí, verdá?

SEÑOR CRISTOBAL
Ahí, ahí.

CAROLA
(Yéndose) ¡Dios se lo pague!

SEÑOR CRISTOBAL
(A su hija) Y tú y yo a hasé como que hasemos argo. (Deja sobre el mostrador lo que llevaba para don Lope)


ESCENA IX

Mariquilla, el Señor Cristóbal, Don Ramón y Felipe.

El Ventero echa vino de unos jarros en otros. Mariquilla barre, atisbando mientras por la puerta)

SEÑOR CRISTOBAL
¿Vienen?

MARIQUILLA
Zí.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Son dos?

MARIQUILLA
Dos.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Qué hasen?

MARIQUILLA
Bajarze de los cabayos y atarlos. Ya yegan.

(Cantando)

Barre, chiquiya,
que barriendo te veo
las pantorriyas...

(Aparecen por el foro don Ramón y Felipe, tío y sobrino, labradores. Hablan con turbación y ansiedad)

DON RAMON
Buenos días.

FELIPE
Buenas tardes.
SEÑOR CRISTOBAL
Felices.

DON RAMON
Oiga usté, amigo: la diligensia de Alcasarejo…

SEÑOR CRISTOBAL
¿Qué?

FELIPE
La diligensia de Alcasarejo…

SEÑOR CRISTOBAL
¿Qué?

DON RAMON
¿Ha pasao ya?

FELIPE
¿Ha pasao ya?

MARIQUILLA
¡Digo!

DON RAMON
¿Ha pasao ya?

MARIQUILLA
Hará media hora.

DON RAMON
¿Hará media hora?

FELIPE
¿Hará media hora?

DON RAMON
Pos vámonos.

FELIPE
Vámonos.

DON RAMON
Espera. ¿Han visto ustedes si iba una mujé…?

FELIPE
Es verdá. ¿Iba una mujé…?

DON RAMON
Morena, guapa…

FELIPE
Ojos grandes…

DON RAMON
Buen cuerpo…

FELIPE
De mantón…

DON RAMON
Un luná…

SEÑOR CRISTOBAL
Yo no he reparao. Er coche yevaba hoy poca gente. ¿Tú has visto algo hija?

MARIQUILLA
Yo no. Yo no me azomé…

DON RAMON
Pos vámonos.

FELIPE
Vámonos.

MARIQUILLA
No he visto más que ar mayorá, que entró por agua pa una monja.

DON RAMON
¿Pa una monja?

FELIPE
¿Pa una monja?

MARIQUILLA
Pa una monja, zí.

FELIPE
¿Se habrá disfrasao?

DON RAMON
¿Qué hasemos?

FELIPE
¿Qué hasemos? ¿Seguí?

DON RAMON
Seguí.

FELIPE
Seguí.

DON RAMON
Vámonos

FELIPE
Vámonos.

DON RAMON
Sí, porque…

FELIPE
Sí, porque…

DON RAMON
Vámonos

FELIPE
Vámonos.

SEÑOR CRISTOBAL
(Asomándose a la ventana) ¡Vayan ustés con Dios!... ¡Y no hay de qué darlas!

MARIQUILLA
Padre, ¿qué zerá esto?

SEÑOR CRISTOBAL
Pa nosotros, na malo. Déjate tú queré.

MARIQUILLA
¿La yamo ya?

SEÑOR CRISTOBAL
Yámala.


ESCENA X

Mariquilla, el Señor Cristóbal y Carola. Al final Rafael.

MARIQUILLA
(Desde la puerta de la derecha) Zeñora, zarga usté; que ya van pitando.

CAROLA
¡Ay, Jesús, qué susto he tenío!

SEÑOR CRISTOBAL
Se ha queao usté como la paré.

MARIQUILLA
Y está usté helaíta. Y titiritando.

CAROLA
Déme usté una poca de agua.

SEÑOR CRISTOBAL
Ahora mismo.

MARIQUILLA
Deje usté, padre: le daré yo de esta, que cura er mar de amores.

SEÑOR CRISTOBAL
Pero, hija, ¿tú qué sabes por lo que esta señora sufre?

CAROLA
No viene malamente, no.

(Mariquilla llena un vaso del cantarillo y si; lo ofrece a Carola, que bebe)

SEÑOR CRISTOBAL
Eso es aparte. Yo lo desía porque mi niña quié que to er mundo beba el agua. Ansié se empeñó en que la tomara un canónigo.

MARIQUILLA
¿Ze le ofrece a usté arguna coza má?

CAROLA
Muchas grasias.

SEÑOR CRISTOBAL
Usté pía por su boca. Una mujé con esos ojos, manda en mi ventorriyo.

MARIQUILLA
Una mujé con eza pena, manda en mi perzona.

CAROLA
(Conmovida) Grasias: muchas grasias. (Se sienta)

SEÑOR CRISTOBAL
(A su hija) Estáte aquí ar cuidao, pero no la importunes. Yo vi a yevarle de come a Don Lapi. (Coge lo que dejó sobre el mostrador y se va por el foro. Pausa)

MARIQUILLA
(Me da lástima verla tan cayá... Y luego, ¡tengo yo unas ganas de enterarme de lo que le zucede!...)

CAROLA
(Suspirando) ¡Ay!...

MARIQUILLA
(Acercándosele) Ezahogue usté zu pecho tribulao. Yore usté, zeñora; que ezo alivia.

CAROLA
Ganas no me fartan.

MARIQUILLA
Pos yore usté. En la cara ze le ve que pena mucho.

CAROLA
Peno.

MARIQUILLA
¿De mar de amores?

CAROLA
Sí.

MARIQUILLA
¿Desdenes?

CAROLA
No.

MARIQUILLA
¿Celos?

CAROLA
Tampoco.

MARIQUILLA
¿Auzencia?

CAROLA
Ahora, sí: ausensia. Aquí estoy esperando a quien bien me quiere.

MARIQUILLA
¡Ah!...

SEÑOR CRISTOBAL
(Saliendo por el foro y yéndose por la derecha) Pa come se quita los dientes. Yo no he visto una cosa más asurda. ¡Si fuea ar revés!...

MARIQUILLA
¿Conque esperando a quien bien la quiere?... ¿Y vendrá?

CAROLA
Vendrá. Pero ya debía está aquí. No sosiego hasta verlo. (Se levanta y se asoma a la puerta)

MARIQUILLA
¿Usté es de por aquí aireó?

CAROLA
De un pueblo de aquí serca soy.

MARIQUILLA
¿Y zu novio es der mismo pueblo?

CAROLA
No. (Pausa) Yo vivía en mi casa tranquila con mi gente: mi padre, mi madre y tres hermanas. Pa viví no nos fartaba; pero na más. De mo que fortuna no tengo. Y sin embargo, a mí me pretendían tos los hombres, porque disen que no soy fea. Uno de eyos, ese que ha estao aquí a buscarme, sobrino der que venía con é, se prendó de mí; de tar manera, que aunque es adinerao, no pensó más que en casarse conmigo, sin que se le importara na de mi pobresa. Su familia no púo quitárselo der pensamiento, y consintió; la mía, como somos pobres, me yenó la cabesa de reflersiones y de consejos... «Que si te quiere mucho, que si es mu rico, que si es un santo, que si te hará felí...» Tanto dieron, que lo armití por novio.

MARIQUILLA
¿Zí, verdá?

CAROLA
Pero sin gastarme, sin alegría, sin quererlo de amó...

MARIQUILLA
Zin quererlo de amó.

SEÑOR CRISTOBAL
(Vuelve a salir por la derecha y a irse por el foro. Lleva un plato para Don Lope y coge un jarrillo de vino) Lo que es este jamón, como no se ponga siquiea un cormiyo, no lo parte. ¡Que no se haga ilusiones!

MARIQUILLA
(A Carola, cuando se va su padre ) Ziga usté con zu historia.

CAROLA
Figúrese usté. A los seis meses de noviajo, cuando ya quería é arregla los papelea pa que nos casáramos, cayó en er pueblo de témpora el otro: er que me tiene aquí. Le gusté y me gustó. Nos quisimos... como yo no había sabio queré ar primero. Y entonses vino er no come, y er no dormí, y er soñá dispierta... y er no podé pensá más que en su persona. Sin haberlo conosío, quisá me hubiera yegao a casa con el otro, porque a eso me empujaban; después de conoserlo, era imposible. O suya, ó de ninguno. Ocultándonos de la gente, a espardas de tos los de mi casa, prinsipiamos a pensá locuras pa saca adelante nuestro cariño; y ar cabo de darle muchas güertas, no vimos más salía sino que yo me escapara en la diligensia que pasa por mi pueblo al amanesé, y que er viniera desde er suyo a buscarme aquí. Y aquí estoy aguardándolo.

MARIQUILLA
¿Y qué hace ya eze hombre que no viene?

CAROLA
No sé, no sé... Verdaderamente no sé...

SEÑOR CRISTOBAL
(Volviendo) Ahora me píe paliyos. ¡Los querrá pa er sielo e la boca! (A Mariquilla) Me voy adentro a remata mi jaula. Avísame si hay noveá. (Se va por la puerta de la derecha)

MARIQUILLA
¿Le habrá pazao argo en er camino?

CAROLA
Ese es mi temó; pero no quiero ni pensarlo.

MARIQUILLA
¿Zu pueblo está mu lejos de aquí?

CAROLA
A cuatro leguas. Nos hemos dao sita en este sitio porque está entre los dos.

MARIQUILLA
Aguarde usté un poco.

CAROLA
¿Qué pasa?

MARIQUILLA
Que han yamao a la puerta der corraliyo. ¡Pué que sea!

CAROLA
¡Abra usté corriendo!

MARIQUILLA
Zí; pero quéeze usté aquí, por zi acazo no...

CAROLA
Güeno; aquí estoy.

MARIQUILLA
¡Ay, zeñó! ¡lo que a mí me gusta meterme en loz amores! (Vase corriendo por la puerta del corralillo. Carola quédase observando curiosa y recatadamente. Pausa)

CAROLA
(Con desencanto) ¡No es é!... ¡Díos mío, no es qué pensá!... Vi a gorverme loca. . ¿Me habrá engañao? No; eso sí que no... Me quiere mucho. Viene, aunque sea arrastrando.

RAFAEL
(Apareciendo oportunamente en la puerta del ventorrillo) ¡Verdá que si!

CAROLA
(Corriendo a su encuentro) ¡Rafael


ESCENA XI

Carola y Rafael.

(Rafael viste de guayabera, pantalón de montar y sombrero ancho. Trae espuelas. En la mano lleva una varita)

(Música)

RAFAEL
Aquí me tienes, Carola;
aquí me tienes, morena;
si penabas de está sola,
abre la jaula a tu pena.
Déjala di,
que es la pena un pajarito
quejumbroso y tristesito,
que no quiero yo pa tí.

CAROLA
No sabes la angustia mía
sola en este descampao;
pero es mayó mi alegría
ar mirarte ya a mi lao.
Yo junto a tí,
soy la reina de un castiyo
chiquetiyo,
que en el aire de un suspiro levantaste tú pa mi.

RAFAEL
Tú junto a mí
eres reina de un castiyo
chiquetiyo,
que en el aire de un suspiro hise, niña, yo pa tí.

CAROLA
Suspiros de tu arma...

RAFAEL
Suspiros de tu pecho...

CAROLA
Besitos que se quejan y que salen
en busca de otros beso?.

RAFAEL
En el aire de un suspiro
le hise er nío a mi morena,
y no hay viento huracanao
capaz de tirarlo a tierra.

CAROLA
Los simientos der cariño
le pusimos a la pá:
por eso mientras queramos
no lo tira un vendavá.

LOS DOS
Una nochesita clara
nuestro cariño nasió,
y disiéndonos amores
nos dio en la carita er só.

RAFAEL
¡Bien haya la noche aqueya!

CAROLA
¡Bien haya la luna clara!

RAFAEL
¡Bien haya mi güeña estreya!

LOS DOS
Yo junto a tí,
no le temo en esta vía,
prenda mía,
ni a la muerte, que no es muerte, sino vía,
estando así.

(Se abrazan)

RAFAEL
¡Morena!

CAROLA
¡Moreno!

RAFAEL
¿Me quieres?

CAROLA
¡Te quiero!

(Cesa la música)

CAROLA
¡Ay, Rafaé! ¡Mentira me párese que estás conmigo!

RAFAEL
¡Si me paese a mi que lo estoy! ¡Si esto es un sueño! ¿Me esperas base mucho?

CAROLA
Hase un güen rato ya. Lo que yo he pasao hasta verte entra, no es pa dicho. Pero cuéntame tú...

RAFAEL
¿Que te cuente? Verás. Lo primero es que estoy aquí porque en er sielo hay un santirulito que me apadrina. ¡Jesús! Se pué escribí un pliego de estampas con las cosas que me han pasao. Y tú lo menos figurándote que yo te engañaba ¡Que yo te engañaba! ¡Miá que engañarte yo! ¡Andando he venío!

CAROLA
¿Andando?

RAFAEL
¿Te explicas tú de otra manera que te haya hecho espera? ¡Benditos sean tus ojos, y tu cara, y tu cuerpo, y tu ánge, y tu...! (A Mariquilla, que vuelve a tiempo por la puerta del corralillo) Niña, déme usté un vaso e vino, que me ahogo.


ESCENA XII

Dichos y Mariquilla; luego Antoñillo.

MARIQUILLA
¿Digo, eh? Estaba aquí ya, y yo mientras me he yegao corriendo hasta las chumberas pa vé zi venía, (A Carola) Ya zabe usté que tiene usté un novio mu zimpático.

CAROLA
¿Verdá que lo es?

RAFAEL
Grasias, pimpoyo. Yo no había querío desí que es usté mu presiosa, porque está esta delante. Pero, güeno, sarta a la vista, (A Carola) No te enfades, tú.

CAROLA
No me enfao. Anda, cuéntame, cuéntame...

RAFAEL
Déjame que beba. (Tomando el vaso que le sirve Mariquilla)

CAROLA
Te arvierto que aquí peligramos.

RAFAEL
¿Quién lo ha dicho?

CAROLA
Yo. Ha venío a buscarme mi novio.

RAFAEL
¡Me alegro!

CAROLA
No, no te alegres. Venía con su tío; se fueron a arcansá la diligensia; y como la arcansen, le dirá er mayorá que yo me he queao en este ventorro, y güerven y nos cogen.

(Mariquilla, desde la ventana, hace señas a Antoñillo para que se acerque)

RAFAEL
Se me importa un parmito to eso; pero en fin, pa que tú no te asustes, lo vamos a arregla de una manera. Niña, ¿usté tiene novio?

CAROLA
¿Qué piensas hasé?

RAFAEL
Tú cáyate. ¿Usté tiene novio?

MARIQUILLA
Zí, zeñó. Místelo. (Señalando a Antoñillo, que llega a tiempo por el foro)

RAFAEL
Compadre, qué casualiá! Güeña persona. También nos sirve. Ven acá. (Antoñillo huye recelosamente) Ven acá, hombre, que no me como a nadie.

MARIQUILLA
(Viendo a Antoñillo rehacio) Acárrate, Antoñiyo.

RAFAEL
Vamos a vé: ¿qué eres tú capaz de hasé por tu niña?

ANTOÑILLO
¡Ay, qué gracia!

RAFAEL
Contesta.

ANTOÑILLO
¡Ay, qué gracia! ¡To lo que eya me mande!

MARIQUILLA
En ezo no miente. Le pío ahora mismo que vaya ar cortijo, ze meta en er paja, y con una pajita ze esté dando en un ojo hasta que ze le ponga azí de hinchao, y lo hace.

ANTOÑILLO
¡Y lo hago! ¿Quié usté verlo? (Tomando el camino)

RAFAEL
No es menesté tanto. Pero voy a pedirles a ustés un favó por lo bien que se quieren.

MARIQUILLA
Diga usté.

ANTOÑILLO
Mande usté.

RAFAEL
Usté, niña, se va a pone a mira la gente que viene por er lao de la carretera; y tú, muchacho, por aquí por er caminiyo. ¡Un perro que asome las orejas, ya están ustés aquí a avisarme!

MARIQUILLA
Zí, zeñó.
ANTOÑILLO
Zí, zeñó.

MARIQUILLA
No paze usté cuidao.

CAROLA
Dios se lo pagará.

RAFAEL
Y yo, primero.

MARIQUILLA
Anda, Antoñiyo.

ANTOÑILLO
Amos.

MARIQUILLA
(Ya en la puerta del foro) Como no estés listo, verás.

ANTOÑILLO
¡Zí; que tú eres más lista que yo! ¡Acuérdate de ayé!...

MARIQUILLA
¡Pos acuérdate tú de antes de ayé!... (Se van riéndose, ella hacia la derecha y él hacia la izquierda)


ESCENA XIII

Carola y Rafael; luego Mariquilla; después un Fraile.

RAFAEL
¡Vaya una pareja! Y por lo visto, tos los días tienen que acordarse de argo.—Güeno, pos verás...

CAROLA
Sí, dime. (Se sientan los dos)

RAFAEL
Sargo de mi casa en er Mulato, comiéndome er mundo, y no hago más que verme en la caye, ¡pum! un tuerto. ¡Miá qué prinsipio! Había pa gorverse a casa y no salí en tres meses. Pero como me estabas tú esperando... Yego por fin a la carretera, ya con la píldora en er cuerpo de (pie argo malo iba a ocurrirme, y ar crusá er Puentesiyo, no sé lo que le pasa ar pobre Mulato -pué que viera argún cabayo tuerto también— que empiesa a pega botes y a sortá relinchos, no obedese a na, se espanta como yo no lo he visto nunca, da un resbalón y los dos venimos a tierra.

CAROLA
¡Ay, varga me Dios! ¿Te hisiste daño?

RAFAEL
No. Un poquiyo desoyao er braso. Na. Er Mulato sí. Lo levanto, lo acarisio, y veo que está herío en una pata. Imposible seguí con é. Y a to esto en medio er campo y aguardándome tú.

CAROLA
¿Y qué hisiste?

RAFAEL
Por las riendas y pasito a paso me lo yevé a un caserío que había serca. Me ofrecieron un burro pa seguí; pero había que vé er burro. ¡Pa quitarle las moscas hasían farta dos ó tres días! ¡Un cataclismo! Tota: que agarro un papé, le pongo dos letras a mi primiyo Curro pidiéndole una bestia, y con un sagaliyo que me dijeron que era de confianza se las mando ar pueblo, y yo tomo er camino pa acá to lo más aprisa posible pa que tú no te impasientaras mucho. Y aquí nos tenemos que está hasta que mande la bestia mi primiyo. Y na más. Y eso es to. ¿Tú qué dises?

CAROLA
¡Ay, Virgen del Amparo! ¡qué desgrasia!

MARIQUILLA
(Llegando a escape) ¡Zeñó!

RAFAEL
(Levantándose) ¿Qué?

CAROLA
(Lo mismo) ¿Qué pasa?

RAFAEL
¿Viene arguna persona?

MARIQUILLA
No zeñó: viene un fraile.

CAROLA
¿Un fraile?

RAFAEL
Ese pué estorbarnos.

CAROLA
Sobre to si es de mi pueblo y me conose.

RAFAEL
Aunque no sea de tu pueblo. Un fraile siempre es un estorbo. Aquí no entra.

MARIQUILLA
¿Y qué vamos a hacé?

CAROLA
¿Qué vamos a hasé?

MARIQUILLA
¡Ya está ahí!

RAFAEL
¡Gorverse de espardas!

CAROLA
¿Cómo?

RAFAEL
¡De espardas a la puerta las dos! (Obedecen ellas, y él se coloca entre ambas, de espaldas a la puerta también. Suelta el sombrero y empieza a gritar muy enfadado, como si fuese el dueño del ventorrillo. A las primeras palabras se presenta el Fraile por el foro, y en la misma puerta se detiene oyendo a Rafael. Inútil es advertir que es un fraile gordo) ¡Estamos aviaos, hombre, estamos aviaos! ¿Es desí que aquí no hay cabesa pa na? ¿que lo mismo da gasta er dinero que no gastarlo? ¡Dos mujeres? como dos castiyos ar cuidao der mardesío ventorro, y si ahora mismo yega un pasajero, no hay ni un cacho e pan, ni una hilacha e carne, ni una miaja e queso, ni una lata e sardinas, ni siquiera un plato de asitunas aliñas!... ¡Miste qué bonito!... Y en cambio, diez pasos más arriba, en la venta e Periquiyo Terrones, hay un queso e cabra que da gusto, hay jamón serrano, hay embuchao de Estremaura, hay güeña leche, hay güevos frescos, matan un poyo en cuanto se píe... ¡Vamos, hombre! (E1 Fraile no oye más. Va. media vuelta, y se marcha relamiéndose hacia, la izquierda) ¡Le entran a uno ganas de empísá a fartarle al respeto a tos los santos del almanaque! (vuelve la cara, y al ver que el Fraile ha desaparecido rompe a reír. las otras pronto le secundan) ¿No dije yo que ese no entraba?

CAROLA
Se fue.
MARIQUILLA
Ze fue.

RAFAEL
¡Claro que se fue!

MARIQUILLA
Ezo ha estao mu graciozo. Ze fue en cuanto escuchó lo de los zantos.

RAFAEL
¡Cá! Se fue antes.

CAROLA
¡Pero qué cosas se te ocurren! Y teniendo esa grasia, ¿no te vi yo a queré?

RAFAEL
¡Bendita sea tu boca! ¡Si esto no es na, lusero! ¡Quisiea yo que pagase aquí ahora mismo una cosa mu grande, pa que vieras a quién tienes ar lao! ¡Quisiea yo que se juntara er sielo con la tierra! ¡Quisiea yo...!


ESCENA XIV

Carola, Mariquilla, Rafael y Antoñillo.

(Este último llega por el foro atolondrado y jadeante)

MARIQUILLA
¡Antoñiyo!

RAFAEL
¿Qué ocurre?

ANTOÑILLO
¡Doz hombres que vienen pa acá a to galope!

CAROLA
¿Lo ves? ¡Ya están ahí! ¡Eyos son!

MARIQUILLA
¿Los de antes?

RAFAEL
¡Güeno, pos que vengan! ¡Si no se avienen a rasones le abro un agujero a ca uno!

CAROLA
¡No, por Dios; eso no, Rafaé! ¡Eso es lo que no quiero! ¡Discurre argo!

RAFAEL
¿Que discurra argo? Métete ahí. (Señalando la puerta de la derecha)

CAROLA
¿Pa qué? ¿Tú no ves que entrarán a registra er ventorro?

RAFAEL
Yo sé lo que me digo. Métete ahí.

CAROLA
¡No te comprometas!

RAFAEL
Métete ahí y no sargas hasta que te avise.

CAROLA
(Obedeciéndolo) ¡Jesús, Jesús, Jesús!

RAFAEL
Escúchenme ustedes.

MARIQUILLA
(Con emoción é interés grandes) ¿Qué?

ANTOÑILLO
(Lo mismo) ¿Qué?

RAFAEL
No hay que perdé minuto. Yo me voy a tira en er suelo, como si me hubiean dao una puñalá en la barriga. (Mariquilla y Antoñillo se estremecen ) Ustés no tienen que hasé más que yorá mucho, y chiyá mucho, y desí que se ha perdió er ventorro, y que va huyendo er mataó, y que va a vení la justisia, y que pobresito de mí... ¿Estamos?

MARIQUILLA
Zí, zeñó.

ANTOÑILLO
Zí, zeñó.

RAFAEL
Y cuando esos hombres pregunten, contesta sólo que me han matao de un navajaso. ¿Estamos?

MARIQUILLA
Zí.

ANTOÑILLO
Zí.

RAFAEL
¡Pos a eyo! (Ante la sorpresa y el azoramiento de Mariquilla y de su novio, tumba dos ó tres sillas a puntapiés, rompe un par de cacharros y echa su faca abierta en el suelo)

ANTOÑILLO
Pero, ¿qué hace usté?

MARIQUILLA
¿Qué hace usté?

RAFAEL
¡Hija mía, una puñalá no se da resando er rosario!

ANTOÑILLO
¡Que yegan! ¡que yegan!

RAFAEL
¡Pos a eyo! ¡A yorá y a chiyá! (Se tiende prontamente en el suelo ante la puerta de la derecha y se tapa la cara, en actitud de mal herido. Mariquilla, más lista que Antoñillo, representa a la perfección su papel; Antoñillo, al pronto, sólo acierta a reír con algo de susto; pero al ver llegar a don Ramón y Felipe aturrullados y descompuestos, se asusta de verdad y empieza a soltar ayes lastimeros, siendo más que actor espectador de aquella farsa)


ESCENA XV

Mariquilla, Rafael, Antoñillo, Don Ramón y Felipe; luego Don Lope.

MARIQUILLA
¡Ay, várgame Dios, qué desgracia más grande! ¡Ay, pobrecito, un hombre tan cabá y tan güeno! ¡Ay, que esta es la perdición de este ventorriyo! ¡Ay, Virgen mía de mi arma, no quieo penzá que venga la justicia! ¡Ay, que vamos a di tos a la cárce! ¡que nozotros zomos inocentes! ¡que no tenemos la curpa de na! ¡Ay, vaya por Dios, vaya por Dios, vaya por Dios!...

(Don Ramón y Felipe, que asoman por el foro en seguida, se desconciertan ante las voces de Mariquilla y los ayes del otro aún más de lo que vienen, e interrogan a ambos al mismo tiempo que ella dice lo anterior)

DON RAMON
Oigan ustedes.

FELIPE
Oiga usté, niña.

DON RAMON
Oiga usté, amigo.

FELIPE
Pero ¿qué pasa aquí?

DON RAMON
¿Qué pasa?

FELIPE
¿Cómo?

DON RAMON
¿Cómo?

FELIPE
¿Cómo?

DON RAMON
¿Qué quién desí esos gritos?

FELIPE
¿Qué quié desí ese yanto?

MARIQUILLA
(Terminada la algarabía de las voces de todos a la vez) ¡Ay, Virgen mía de los Dolores, ven en nuestro aurzilio!

DON RAMON
Pero ¿se pué por fin sabe qué jinojo susede?

MARIQUILLA
¿Le paece a usté poco, zeñó? ¡Que han matao a eze pobrecito de una puñalá!

DON RAMON
(Dando un respingo) ¿Que han matao a ese hombre?

FELIPE
(Lo mismo) ¿Está muerto ese hombre?

ANTOÑILLO
¡Muerto está como antes de nace!

MARIQUILLA
¡A la horca vamos a di tos los prezentes!

DON RAMON
¡Corcho!

FELIPE
¿Qué hasemos?

DON RAMON
¿Qué basemos?

FELIPE
¿Quién se mete en este berengená?

DON RAMON
¡Buena locura!

FELIPE
Vámonos.

DON RAMON
Vámonos.

(Don Lope, que momentos antes ha aparecido por el foro y ha creído hacerse cargo de la situación, mete mano a su escopeta, y cerrándoles el paso les grita a los que pretenden huir)

DON LOPE
¡Alto! ¡De aquí no sale nadie hasta que se esclarezca la verdad!

DON RAMON
¿Cómo?

FELIPE
¿Qué?

DON LOPE
¡De aquí no sale nadie!

DON RAMON
Pero, oiga usté, cabayero...

FELIPE
Pero, oiga usté...

MARIQUILLA
¡Zi no han zío estos zeñores!

DON RAMON
¡Si nosotros no hemos hecho más que yegá!

DON LOPE
¡Pues por algo quieren huir! ¡No sale nadie, digo!

FELIPE
¿Que no?

DON RAMON
¿Que no?

(Cada uno coge a Don Lope por un brazo y lo quitan violentamente de la puerta, escapando en seguida. Mariquilla y Antoñillo sostienen a don Lope, que intenta correr tras ellos)


ESCENA XVI

Mariquilla, Antoñillo, Don Lope y Rafael.

DON LOPE
¡Ah, miserables! ¡ah, villanos! ¡No se me escaparán!

MARIQUILLA
Pero entéreze usté, don Lapi...

ANTOÑILLO
Oiga usté, zeñó...

DON LOPE
¡Suéltenme ustedes!

MARIQUILLA
¡Escúchenoz usté primero!

DON LOPE
¡No tengo nada que escuchar! ¡Aquí hay un cadáver y dos criminales que huyen! ¡Ustedes son sus encubridores! ¡A todos los denunciaré á la justicia! ¡Conozco mi deber!

(Acercándose a Rafael decidido.") ¿Quién es el muerto?

RAFAEL
(Incorporándose) Servídó.

DON LOPE
(Dando un salto que no es para descrito) ¿Eh? (Mariquilla y Antoñillo sueltan la risa) ¿Eh?

RAFAEL
(Levantándose) ¿Está usté güeno, amigo?

DON LOPE
Pero ¿qué bellaquería es esta?

RAFAEL
Ya se enterará usté, (A los muchachos) Dame tú un abraso. Y tú otro. Lo han hecho ustés a la perfersión. Yo, muerto y to, estaba muerto e risa, (A don Lope) Traiga usté la escopeta.

DON LOPE
¿Qué?

RAFAEL
Usté verá. (Sale a la puerta y suelta un tiro hacia la izquierda)

MARIQUILLA
¡Ay!

ANTOÑILLO
¡Jozú!

DON LOPE
¿Qué hace ese insensato?

MARIQUILLA
¿Pa qué ha pegao usté er tiro?

RAFAEL
¡Pa aumentarles er mieo! ¡Ya no paran hasta su casa! ¡Vaya una mañanita que han pasao!

DON LOPE
¿Luego todo ha sido una chanzoneta?

RAFAEL
¡Ni más ni menos!

ANTOÑILLO
Zi yo ze lo iba a explica... (Pónese a hablar aparte con Mariquilla)

RAFAEL
Hágase usté cargo: ahí dentro, hay escondía una mujé presiosa.

DON LOPE
Preciosa.

RAFAEL
¿La conose usté?

DON LOPE
Un poco. ¿Y usted?

RAFAEL
¡Yo no: yo no la he visto nunca! ¿Y de cuándo y de qué se conosen ustedes, amigo?

DON LOPE
De... de... Vamos, de... (En voz baja, recatándose de Mariquilla) Tenemos un hijo.

RAFAEL
(Cogiéndolo por las solapas y sacudiéndolo jovialmente) ¡Caramba, hombre, caramba!

DON LOPE
Menos zamarrear.

RAFAEL
¿Con que un hijo, eh? Pero ¿cómo no me habrá dicho na mi novia?

DON LOPE
(Viendo el nublado encima) ¿Quién es su novia?

RAFAEL
Esa; esa mujé tan bonita que está ahí dentro.

DON LOPE
¿Eh?

RAFAEL
¡Y no le rompo a usté las narises, porque bastante tiene con tené ochenta y sinco años!

(Entrase por la puerta de la derecha, riendo) ¡Carola!


ESCENA XVII

Mariquilla, Antoñillo, Don Lope y un Chiquilla.

DON LOPE
(Pues, señor, coléme. No será castellano, pero coléme) (Tratando de disimular) Amohinóse el mancebo. Ha debido comprender que era una burla.

CHIQUILLO
(Por el foro) Güenos días.

MARIQUILLA
Güenos días.

CHIQUILLO
¿Es este er Ventorriyo er Poso?

MARIQUILLA
Este es.

DON LOPE
(Descubriendo súbitamente en el recién llegado un rasgo fisonómico que lo hace temblar, y observándolo detenidamente) (¡Oiga!)

MARIQUILLA
¿Qué quiés tú?

CHIQUILLO
Yo vengo buscando a don Rafaé.

MARIQUILLA
¿A don Rafaé?

CHIQUILLO
Si. De parte e su primo.

MARIQUILLA
Aguárdate; que ze lo vi a decí.

CHIQUILLO
Dígale usté que le traigo la jaca.

MARIQUILLA
Güeno. (Vase por la puerta de la derecha)


ESCENA XVIII

Dichos menos Mariquilla.

DON LOPE
(Deteniendo al Chiquillo) Nene.

CHIQUILLO
¿Es a mi?

DON LOPE
A tí. Acércate.

CHIQUILLO
¿Qué quié usté?

DON LOPE
¿Tú recuerdas haberme visto en tu vida?

CHIQUILLO
No lo permita Dios.

DON LOPE
¡Calla! ¿Y tú sabes si tu madre estuvo alguna vez en Jabalquinto?

CHIQUILLO
No, señó. ¿Y la de usté?

DON LOPE
Tampoco. (Dándole una peseta) Toma y retírate.

CHIQUILLO
Muchas grasias.

DON LOPE
(¡Esta conciencia, que no puede dormir!...)

CHIQUILLO
(Yo no sé qué es más raro: si que me den a mí una peseta, o er tío que me ha dao la peseta) Ahí fuera estoy ar cuidao e la jaca. (Se va por el foro)


ESCENA XIX

Don Lope y Antoñillo; después el Señor Cristóbal.

DON LOPE
¿De la jaca ha dicho? ¿De qué jaca?

ANTOÑILLO
Una que ha traío, zegurameate pa ezos novios.

DON LOPE
¡Ah!... ¡Ya, vamos, ya!

ANTOÑILLO
¿Paece que ze ha queao usté frío?

DON LOPE
¿Yo?... ¿Qué me importa a mí aquella mujer? Todo ello ha sido disimulo (Bajando la voz) La que a mí me interesa algo, y aun algos, es la hija del ventero. Me ha citado para esta noche.

ANTOÑILLO
(Enarbolando la porra) ¡Mardita zea zu estampa e usté!

DON LOPE
¿Otra?

ANTOÑILLO
¡Va usté a vé, por habla lo que es mentira!

DON LOPE
(Aprestándose a la defensa ) ¿Qué?

SEÑOR CRISTOBAL
(Saliendo a tiempo y separándolos) ¡Antoñiyo! ¿Que hases?

ANTOÑILLO
¿Usté zabe lo que me ha dicho eze espantajo?

DON LOPE
(Colérico) ¿Espantajo?

SEÑOR CRISTOBAL
¡Te haiga dicho lo que te haiga dicho, en mi ventorro no se trata así a la gente! ¡Con que ya estás tomando la puerta!

ANTOÑILLO
(Afligido) ¡Pero, zeñó Cristóba, zi me ha fartao!

SEÑOR CRISTOBAL
¡Fuera, fuera de aquí! ¡Y se acabó er noviajo con mi hija!

DON LOPE
(Coléme)

ANTOÑILLO
¡Pero, zeñó Cristóba!...

SEÑOR CRISTOBAL
Largo, te digo!

ANTOÑILLO
¡Pero, zeñó Cristóba!... ¡Ziempre había yo e zalí trasquilao! (Yéndose por el foro hacia la izquierda, llorando) ¡Zi usté zupiea lo que me ha dicho, tampoco le haría mucha gracia!

DON LOPE
El agravio que me ha inferido el mozo, no merece tan duro castigo.


ESCENA XX

Don Lope, el Señor Cristóbal y Rovira.

(Por el foro sale Rovira, que es un viejo que no puede con los calzones, criado de Don Lope. Habla entre gangoso y temblón)

DON LOPE
(Sorprendido al verlo) ¡Rovira!

ROVIRA
(Descubriéndose) Señorito.

DON LOPE
¿Qué novedad es esta? ¿Cómo tú por aquí de pronto?

ROVIRA
Porque ar pasa la diligensia de Arcasarejo por er pueblo, no sé qué pajolero ha dicho que usté se había queao en este ventorriyo con una mujé mu bonita...

DON LOPE
¡Harto de ajos el charlatán! (Llevándose aparte a Rovira) ¿Y se ha enterado mi señora?

ROVIRA
Naturarmente. Y hecha una furia, me mandó engancha los seis potros ar cochesiyo y me dijo que me lo yevara a usté vivo o muerto. Mejó muerto que vivo.

DON LOPE
(¡Maldición! ¡Otra semana metido en la despensa!) Rovira, vamos. Recoge mis trebejos.

ROVIRA
(Obedeciéndolo ) Aya voy, señorito. Pasiensia.

DON LOPE
(Pagándole al señor Cristóbal) Ventero, tome.

SEÑOR CRISTOBAL
Grasias.

DON LOPE
Y hasta que la fortuna guíe mis pasos nuevamente hacia el Ventorrillo del Pozo.

SEÑOR CRISTOBAL
Pero, ¿qué? ¿Ocurre noveá?

DON LOPE
Lo de siempre.

SEÑOR CRISTOBAL
¿Otra aventuriya?

DON LOPE
Sí, señor; otra. Y esta sí que está en casa. Vamos, Rovira.

ROVIRA
Vamos.

SEÑOR CRISTOBAL
Vayan ustés con Dios.

DON LOPE
(Marchándose con su criado) ¡Amarga ha sido para mí el agua que cura el mal de amores!


ESCENA XXI

El Señor Cristóbal, Carola, Mariquilla y Rafael.

(Salen los tres últimos por la derecha)

(Música)

RAFAEL
Conque ventero, salú, y ya sabe usté ande tiene un amigo.

SEÑOR CRISTOBAL
Y usté ande deja otro.

RAFAEL
Dispense usté si en argo le he perjudicao.

SEÑOR CRISTOBAL
Señó, si me ha pagao usté como si hubiea quemao la finca.

MARIQUILLA
¡Y a mí me ha dan. una pezeta, padre! ¡Y otra pa Antoñiyo! ¡Ya tenemos pa cazarnos!
(Márchase por el foro, hacia la izquierda, llamando a Antoñillo alegremente) ¡Antoñiyo!... ¡Antoñiyo!

CAROLA
Con Dios, ventero. Me voy más contenta que entré. Nunca orviaré to lo que he pasao en er Ventorriyo der Poso.

RAFAEL
Ea, pos a viví. A la jaca los dos y a tira por la carretera alante camino e mi pueblo; que no vamos a refrena er galope hasta divisa er campanario. En cuanto er sacristán nos vea, prinsipia a repicá, porque yo se lo he dicho; y en cuanto yeguemos, cojo ar cura, que estará jugando a la brisca con er boticario, le doy dos copas y nos casa esta misma tarde. ¡Andando!

CAROLA
¡Andando! ¡Qué güeña ha sío pa mí el agua que cura er mar de amores!

RAFAEL
(A tiempo de irse) ¡Niño! ¡La jaca!

SEÑOR CRISTOBAL
(Despidiéndolos) ¡Dí con Dios... y que Dios vaya con ustedes!


ESCENA ULTIMA

El Señor Cristóbal, Mariquilla y Antoñillo.

(Mariquilla vuelve por el foro llorando)

SEÑOR CRISTOBAL
¿Qué es eso? ¿Tú qué tienes?

MARIQUILLA
¿Qué quié usté que tenga? ¡Que ha despedío usté a Antoñiyo por curpa e don Lapi!

SEÑOR CRISTOBAL
¡Ah, vamos!

MARIQUILLA
Ahí está: usté ze encoge de hombros... ¡Como no le duele!...

ANTOÑILLO
(Cantando dentro, entre sollozos) A la... zombra... de mi... amó...

MARIQUILLA
(Contestándole, también sollozando)
Es como... viví., me agrada…

ANTOÑILLO
Por ezo... busco... zu zombra...

MARIQUILLA
Hasta... en la... noche... cerrada...

LOS DOS
(Llorando a lágrima viva)
A la... zombra... de mi... amó…

SEÑOR CRISTOBAL
Vamos, mujé, no quieo verte yorá en un día que he hecho un negosio reondo, como hoy. Dile a Antoñiyo que pué vení; que está perdonao.

MARIQUILLA
(Saltando de gozo) ¿De veras, padre?

SEÑOR CRISTOBAL
De veras.

MARIQUILLA
(Asomándose a la puerta y gritando) ¡ Antonio!... ¡Antoñiyo!...

ANTOÑILLO
(Dentro, lejos) ¿Quéeeee?

MARIQUILLA
¡Que pues vení ya! ¡Que padre te perdona!

ANTOÑILLO
¡Ayá voy! (Va acercándose cantando a toda voz y con gran alegría. Mariquilla le responde lo mismo desde la puerta)
Del arroyo en er crista...

MARIQUILLA
Ayí ze mira mi amante...

ANTOÑILLO
Yo voy a pedirle ar viento...

MARIQUILLA
Que nunca borre zu imagen...

LOS DOS
Del arroyo en er crista...

(En este momento llega Antoñillo a la puerta, y se estrechan las manos)

ANTOÑILLO
¡Mariquiya!...

MARIQUILLA
¡Antoñiyo!...

SEÑOR CRISTOBAL
Antoñiyo, estás perdonao.

ANTOÑILLO
Muchas gracias, zeñó Cristóba. ¡Mariquiya!...

MARIQUILLA
¡Antonio!...

(Cogidos de la mano, mirándose y riéndose, llegan al primer término, y dirigiéndose al público cantan)

Con el agua del amó...

ANTOÑILLO
Ze curan los corazones...

MARIQUILLA
Que ze venga ar ventorriyo…

ANTOÑILLO
Quien tuviere mar de amores...

LOS DOS
Con el agua del amó...



FIN


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