Catalina (Libreto)



CATALINA



Zarzuela en tres actos.

Libreto de Luis de Olona.

Música de Joaquín Gaztambide.

Se estrenó en el Teatro del Circo de Madrid, el día 23 de Octubre de 1854.


REPARTO (Estreno)

Pedro, emperador de Rusia - José Font.

Kalmüff, cosaco - Francisco Salas.

Iván, coronel de cosacos - Francisco Calvet.

Miguel, aldeano - Vicente Caltañazor.

Catalina, cantinera - Amalia Ramírez.

Berta, aldeana - Carolina Di Franco.

El General Imaloff - Ramón Cubero.

Un Cabo - José Marrón.

Un Cosaco - Manuel Franco.

El Mayor Dalowitz - José Díaz.

Una Cantinera - Dolores Fernández.

Oficiales, Cosacos, Soldados de diferentes armas, Aldeanos y aldeanas, Jornaleros del arsenal, Músicos, Tambores, Reclutas, Cantineras, Coro, músicos, bailarines y comparsas.


ACTO PRIMERO

El teatro representa una parte muy pintoresca de una aldea, a orillas del golfo de Finlandia. A la derecha del público una casa rústica de madera, que es donde vive Catalina. Para entrar en la casa se sube por una escalera exterior también de madera y groseramente construida: cerca de esta casa hay algunas cabañas de pobre , pero pintoresco aspecto. A la izquierda del público, la iglesia de la aldea: más allá empieza a elevarse el terreno, formando por este lado y ganando el fondo una risueña colina que baña en el foro el golfo de Finlandia, que ocupa el fondo derecha y se pierde dentro. Junto a la ribera del golfo hay algunas rocas.


ESCENA PRIMERA

Los Carpinteros del arsenal trabajando en diferentes obras.
Pedro solo en un lado y trabajando también.


INTRODUCCION

Carpinteros y Pedro, al par que se dedican a sus tareas.

CARPINTEROS y PEDRO
Trabajando
noche y día
sin reposo
ni solaz,
pasan breves
nuestros años,
nuestra vida
se nos va.
Pin, pin, pan, pan,
pin, pin, pan.
Duro al yunque,
dale al mazo,
fuerte el golpe,
firme el brazo,
nuestra sangre el sol que brilla
enardece más y más.
Trabajemos, trabajemos,
no haya tregua ni solaz.

(Dentro)
(Un alegre estribillo de mujeres)
Lala, lalará,
laralá, laralá.

CARPINTEROS
(Prestando el oído)
Escuchad... (Unos a otros)

MUJERES
(Dentro)
Laralá, Laralá.

CARPINTEROS
Escuchad.
Es de nuestras mujeres
el tierno cantar;

(En este momento se ven venir en grupos y por el sendero del monte las Mujeres de los Carpinteros con cestitos al hombro y en la mano y tarareando alegres)

(A un tiempo)

CARPINTEROS
Viva! las provisiones
llegaron ya.
Vayan sierra y martillo
con Satanás.

MUJERES
Lalá, laralá.
Lala, laralá.
Lalá, lalá,
etc.

(Tiran los útiles de trabajo)

MUJERES
(Dirigiéndose cada cual a un Carpintero)
A mi pobre jornalero
traigo aquí
fruta y queso y aguardiente
de Dantzik.
Lo más rico del mercado
viene en fin,
jornalero de mi vida,
para ti.

CARPINTEROS
Venga, venga enhorabuena,
que tu amor,
cuidadoso siempre trae
lo mejor.

ELLOS y ELLAS
Presto, presto, que el almuerzo
y el licor,
os/nos darán para el trabajo
mas vigor.

(Se sientan todos en el suelo y se ponen a almorzar)

PEDRO
(Desde su sitio)
Vuestra tarea
dejáis así.

CARPINTEROS
Sí:
ven a beber.

PEDRO
No:
mi puesto es aquí.

CARPINTEROS
En tanto trabaja
el pobre aprendiz,
bebamos nosotros
el rico Dantzik. (Comen y beben)

(Berta viene muy contenta y presurosa, y dice colocándose en medio de los Carpinteros y Aldeanas)

BERTA
Alegres amigos,
vecinas, oíd.
La nueva que os traigo
es grata y feliz.

CORO
Di, di.

BERTA
La nueva que os traigo
es grata y feliz.
De mis amores,
de mi alegría,
por fin, señores,
ya luce el día.
Hoy es mi boda,
no hay duda ya;
la novia os viene.
a convidar.

CORO
Muy bien venida (Levantándose)
la novia hermosa
que tan dichosa
nueva nos da.

BERTA
Veloz se apresta
la aldea toda
para la fiesta
de nuestra boda.
Corred, amigos,
a celebrar
mi dulce amante
felicidad!
Juegos y danzas
no han de faltar!

(A un tiempo)

BERTA
Corred amigos, etc.

CORO
Corramos todos, etc.

(Los Carpinteros y Aldeanas se dispersan llevándose sus útiles de trabajo. Pedro , que al  verlos partir ha mostrado enojo e impaciencia, sigue trabajando con el mismo ahínco)


ESCENA II

Pedro y Berta.

BERTA
Calle! os quedáis trabajando?

PEDRO
Porque no? si tal es mi deber!

BERTA
 Sí, pero cuando se trata de una boda para la cual la novia misma ha venido a invitaros...

PEDRO
Tiempo hay.

BERTA
No tanto. De aquí a dos horas... Pero a todo esto, sabe Dios si mi novio no se hará  esperar como acostumbra! Es tan perezoso... apostarla a que está durmiendo aun.

PEDRO
Miguel? Es posible. La puerta... ya lo veis, está cerrada.

(Señalando a la casita)

BERTA
Pues! Jesús! No sé cómo hay quien pueda dormir así en vísperas de casarse. Yo por mí os aseguro que he pasado una noche...

PEDRO
Es natural. (Sonriendo)

BERTA
Vaya si lo es! Pero dejad ya vuestro trabajo con mil santos.

PEDRO
En buen hora. (Dejando de trabajar)

BERTA
Qué afán! No he visto en nadie una constancia como la vuestra. Siempre atareado, siempre queriendo aprender todo lo que se hace en el arsenal...

PEDRO Es que me gusta mucho la construcción de buques.

BERTA
Ya se os conoce. Apenas dejáis la sierra y el martillo... como no sea para galantear a mi cuñada Catalina o para cuchichear en secreto con ese otro extranjero, camarada vuestro; el señor Iván, que nadie conoce y que... Hum! No le puedo ver!

PEDRO
Por qué razón?

BERTA
No sé. Me es antipático. Hay en su modo de vivir tanto misterio... Unas veces dice que es cazador, otras que es carpintero, ya desaparece de la aldea, ya vuelve a aparecer... Y en fin, francamente: me han asegurado que es ruso: y como yo los aborrezco a todos...

PEDRO
Eh? Qué decís? (Con ira)

BERTA
Jesús! Qué ojos me echáis tan furiosos!

PEDRO
Oh! no. No tal.

(Reprimiéndose se dirige al banco de carpintero como para continuar su trabajo)

BERTA Extrañáis que yo no quiera bien a los rusos? A unos desalmados que han invadido nuestro país? Ayer mismo... (Pedro se pone a martillear con fuerza indicando en la manera de hacerlo la violencia que le cuesta dominarse) un regimiento de cosacos ha aparecido a pocas leguas de aquí talando los campos y saqueando las aldeas.

PEDRO
Cómo? (Deteniéndose sorprendido)

BERTA
Como lo estáis oyendo. Ya veis... si llegasen a venir a este pueblo... solo de pensarlo me da un miedo...

PEDRO
Oh! No temáis. Esos cosacos debían haberse reunido al grueso de su ejército y el emperador Pedro I castigará su insubordinación y sus cobardes correrías.

BERTA
Si, sí; bueno será también su emperador cuando ellos...

PEDRO
Eh? (Se reprime y vuelve a trabajar)

BERTA Ay Dios mío! (Mirando a la iglesia) El sol llega a la puerta de la ermita. Deben ser las doce lo menos! Las doce y yo aquí charla que te charla... Hasta luego, señor Pedro. Si veis a Miguel, decidle que se dé prisa.

(Váse corriendo)


ESCENA III

Pedro solo, después MIGUEL

PEDRO
Miserables! Entregados a la indisciplina y al pillaje cuando el enemigo está al frente.

(Pausa)

(Se queda pensativo y apoyada la mano sobre el martillo. En seguida va a seguir trabajando, pero suelta el martillo dejándolo caer en un lado como cambian do de idea)

Bah! La boda de esa muchacha hadado hoy al traste con el trabajo y es inútil que yo pretenda... Hagamos lo que os demás. Pensemos en el amor, en mi Catalina! (Mirando a la casita) Todavía la puerta cerrada! Veamos si al oír su canción favorita que Miguel me enseñó a tocar...

(Coge una flauta que tiene sobre su banco de carpintero y se pone a tocar una melodía breve y graciosa. A los pocos compases se oye dentro otra flauta que repite lo mismo y en el mismo tono)

Calle! El mismo responde a mi señal.

(Vuelve a tocar dos ó tres compases y le contestan de nuevo desde dentro de la casita. La ventana de esta se abre en seguida y aparece en ella Miguel en mangas de camisa, con un gorro blanco en la cabeza y una flauta en la mano)

DUO

MIGUEL
(Desde la ventana) Bravo! Soberbio!
No cabe más.
Eres un chico
de habilidad.

(Pedro toca unas cuantas notas)

MIGUEL
Ajá!

PEDRO
(Repite)

MIGUEL
Bien va!
sostén ahora
vivo el compás.

(Miguel ejecuta algunas notas: Pedro responded ellas; juego de las dos flautas. Los dos satisfechos de su habilidad)

Bien por mi vida!
Bravo en verdad!

PEDRO
Adiós, Miguel, amigo,

(Saludándole desde abajo)

MIGUEL
Amigo Pedro, adiós.

PEDRO
Ya sé que hoy es tu boda.

MIGUEL
Hoy lodo soy amor.
Mira el vestido nuevo

(Sacando fuera de la ventana un vestido lleno de adornos)

que ayer mi hermana
me regaló.
Ni el tambarían de Persia
tan majo iría
como iré yo.
Ahora voy a ponerme
bonito y fresco
como una flor,
para dar a mi novia
con estas galas
mas ilusión.

PEDRO
Ese vestido nuevo
que ayer tu hermana
te regaló,
si de su gusto ha sido
para mis ojos
no lo hay mejor.
Ella con su hermosura
esclavo tiene
mi corazón.
Y ciego mi albedrio
del suyo siempre
camina en pos.

MIGUEL
(Admirado) Cáspita! Cuál se explica!
jamás podré
decir yo esas lindezas
a mi mujer.

PEDRO
Bah! (Riendo)

MIGUEL
De seguro

PEDRO
Entonces
cómo tu fe,
Como tu amor le explicas?

MIGUEL
Oyelo pues.

(Tomando un aire risueño)

«Yo soy de azúcar,
»tú eres de fuego,
»tú me derrites,
»yo en ti me quemo.
»Ay, ay, ay, ay!
»No sé decir más,
»Pero sí sé,
»que me quiero quemar.

PEDRO
(Riendo) Já! já!

MIGUEL
Me quiero quemar!

(A un tiempo, cada uno ocupado en su idea)

PEDRO
Ah!
(Aparte) No: nunca el labio
basta a expresar,
de amor la ardiente
llama voraz
Dulce bien mío,
tú la podrás
en mis suspiros
adivinar.

MIGUEL
Ah!
Yo soy de azúcar,
tú eres de fuego,
tú me derrites,
yo en ti me quemo.
Ay, ay, ay, ay!
No sé decir más,
pero sí sé
que me quiero quemar.

(Hablado)

MIGUEL
Con que... voy a vestirme.

PEDRO
(Y ella no se asoma)

MIGUEL
Si tú quisieras ponerme estos ringorrangos...

PEDRO
Con mucho gusto.

(Vivamente y dirigiéndose alegre hacia la escalera)

MIGUEL
Yo soy tan topo que cuando no está Catalina, no acierto a hacerme un lazo , ni...

PEDRO
Ah! No está Catalina? (Se detiene en el primer escalón)

MIGUEL
Salió esta mañana temprano a vender su aguardiente y sus empanadas. Vamos, sube.

PEDRO
No. Me había olvidado de que tengo que hacer.

(Volviendo al centro de la escena)

MIGUEL
Qué demonio! Tú siempre tienes que hacer.

(Disgustado)

PEDRO
No te sucede a ti lo mismo.

MIGUEL
Ya! Porque yo no sé hacer nada. Pero en cambio mi hermana Catalina, que me quiere entrañablemente, se ocupa de todo y...

PEDRO
Sí, mientras tú, siempre tan inútil , tan medroso , tan apocado... Quién lo creería!.. Tú! Su hermano mayor!

MIGUEL
Cabal. Yo soy el mayorazgo... lo cual no me quita el ser un babieca... como dicen en ]a aldea.

PEDRO
Y con razón. En qué pasas tu vida? Trabaja! Sirve de algo.

MIGUEL
Ya sirvo! Pues no estás viendo que me voy a casar? Sube hombre.

PEDRO
Eh! no.

(Iván sale por el fondo izquierda del público y al ver a Pedro se detiene y observa)

MIGUEL
Anda!.. Y te contaré lo que anoche me dijo Catalina de ti.

(Alargando la cabeza y como queriendo decir con misterio una cosa)

PEDRO
De mí? (Con interés)

MIGUEL
Como lo oyes. Anoche al pronunciar tu nombre, daba unos suspiros... Como este. Aaaay! (Suspira desentonadamente) Y se ponía colorada como la grana.

PEDRO
Es posible

MIGUEL
Pero... oye un consejo, Procura ser menos brusco, me nos arrebatado. Mi hermana se lamenta de tu carácter y... Ya ves... Si en efecto el amor... aspira a la ternura de los sentimientos que... (De pronto) Me voy a poner los zapatos nuevos. (Entra y cierra)

PEDRO
Y yo a que me (Alegre y corriendo hacia la escalera) diga todo lo que Catalina piensa de mí.

(Sube y entra)


ESCENA IV

IVAN Después Pedro.

IVAN
(Le ama!.. Oh! si no realizo pronto mis planes...)

PEDRO
Eres tú, Iván? (Volviéndose desde la escalera)

(Miran a un lado y otro por si alguien los observa)

Qué nuevas traes? (Acercándose a él)

IVAN
Ninguna.

PEDRO Ninguna! Sin duda Imaloff se encuentra en un gran peligro.

(Con impaciencia)

IVAN
No os inquietéis , sus posiciones son ventajosas.

PEDRO
Pero hace días que envió a pedir refuerzos... y nuestros soldados... se esparcen por estos contornos talando los campos y saqueando las aldeas en vez de reunirse al cuartel general. Oh! desgraciados de los que nos abandonen ó nos vendan! (Iván se estremece) No habrá para ellos compasión. Iván: es preciso que nos dispongamos a partir.

IVAN
(Oh!)

PEDRO
Y aunque mi corazón quedará en estos sitios...

IVAN
Nuestra marcha sería inútil, todavía debemos esperar...

(Música en la orquesta)

PEDRO
Calla! (Escuchando)

IVAN
Catalina! (Mirando al fondo)

PEDRO
Es ella.

CATALINA
(Dentro)
Comprad! Comprad!
A la cantinera
venid a comprad

(Pedro hace una seria d Iván para que se aleje. Este obedece mostrando aparte su despecho)

el rico aguardiente
y el dulce panal.
Ginebra y licores
vendiendo aquí va;
acudan, señores,
baratos los da.

PEDRO
Esa es su voz
angelical,
su voz que el alma mía
consuelo viene a dar.


ESCENA V

Pedro y Catalina, que ha aparecido en el fondo con un barrilito a la espalda y una cesta o cantina ambulante en la mano.

CATALINA
No bien los campos dora
la lumbre de la aurora,
y el nuevo sol derrama
su limpia claridad,
en pos de mi fortuna
me pongo a caminar
alegre pregonando
en plácido cantar.
A la cantinera
venid a comprar , etc.

PEDRO
Salud a Catalina. (Presentándose a ella)

CATALINA
Comprad de mi cantina.

(Saludándole y sonriendo)

PEDRO
Ah! no. Para mí vale
la cantinera más.

CATALINA
(Riendo) Jesús! Qué desvarío!

PEDRO
Amarte no lo es tal.
Responde al fin , responde
a mi doliente afán.

CATALINA
A la cantinera, etc. (Con sonrisa maliciosa)

PEDRO
Tu amor, tus encantos
yo vengo a buscar.

CATALINA
Y yo mis licores
ofrezco no más.

(Los dos)

PEDRO
Escucha mi ruego,
de mí ten piedad,
tu fiero despecho
matándome está.
Por qué tan esquiva
te encuentra mi afán?
Escucha mi ruego
de mí ten piedad.

CATALINA
A la cantinera, etc.

(Se dirige hacia la casita y Pedro quiere detenerla)

CATALINA
Vaya , vaya, dejadme. Ya sabéis que hoy se casa mi hermano, y que si yo no arreglo los preparativos de su boda...

PEDRO
Una palabra! Yo te lo suplico!...

CATALINA
Así me gusta, así: que seáis humilde , que vayáis perdiendo vuestro carácter y vuestro aire altanero. (Sonriendo) Casi me dan ganas de acceder a escucharos un instante.

PEDRO
Ya ves... Algo merezco por seguir tus consejos... por haber olvidado mis arranques de impaciencia y de mal humor.

CATALINA
Si vos sois mejor de lo que parece. Solo os falta una persona que os aconseje , que os corrija... Oh! bien se conoce que no habéis tenido nunca a vuestro lado un verdadero amigo.

PEDRO
Oh! no. Ni uno!... Ni uno solo!... (Reflexionando y con acento de amargura)

CATALINA
Y yo? (Tendiéndole la mano)

PEDRO
Tú no me amas. Y sin embargo, si comprendieras hasta qué punto me haría feliz tu cariño! Cuando no me rodean sino obstáculos y peligros... Cuando me siento desgraciado...

CATALINA
(Vivamente) Yos? Yos desgraciado!.. Ah! no me digáis eso, porque entonces voy a amaros con toda mi alma.

PEDRO
Catalina!

CATALINA
Si, Pedro, sí: huérfana y con un hermano que no tenía más amparo que yo, he sido también muy desgraciada. Cómo no interesarme por los que sufren... sobre todo si tienen un corazón tan noble como el vuestro?.. Vamos! contadme vuestras penas!—Sepa yo... Nadie os conoce en estas playas, donde aparecisteis dos meses ha. Qué os (rajo a ellas? Respondedme: de dónde veníais?

PEDRO
De Moscú.

CATALINA
Es Rusia vuestra patria?

PEDRO
Sí.

CATALINA
No tenéis familia?

PEDRO
Ninguna.

CATALINA
Y vuestro padre? Cuál era su profesión?

PEDRO
La misma que la mía. (Vacilando)

CATALINA
Carpintero?

PEDRO
Sí.

CATALINA
Hábil?

PEDRO
No mucho.

CATALINA
Rico?

PEDRO
Poseía... una antigua herencia que me ha dejado al morir; un edificio ruinoso que yo quisiera reparar.

CATALINA
Bah! Mejor es construirlo de nuevo! (Con decisión)

PEDRO
(Vivamente ) Oh! sí. Esa es mi ambición! Pero... hay que vencer tantos obstáculos...

CATALINA
Qué importan los obstáculos cuando se tiene fe y energía?

PEDRO
Cómo?

CATALINA
(Con firmeza) Eh! Aprended de mí! La voluntad me ha sacado de la miseria. La voluntad... Que es mi fuerza y mi vida! Y siempre que ella ha dicho... «Quiero!» Oh! si vos comprendieseis todo lo que vale esta palabra! Todo lo que crea! Todo lo que alcanza!

PEDRO
Luego... según tú!., querer... (Admirado)

CATALINA
(Con energía) Querer es poder.

PEDRO
Oh! sí! Tus palabras me prestan el valor que comenzaba a abandonarme!

CATALINA
Y vos lo recobrareis. . . vos sabréis ser feliz, porque... porque yo quiero que lo seáis. (Sonriendo)

PEDRO
Tú lo quieres?

CATALINA
Para serlo también a vuestro lado! (Con ternura)

PEDRO
Catalina! (Estrechando su mano)

MIGUEL
Firme! Oblígala bien! (Apareciendo en lo alto de la escalera)

CATALINA
Mi hermano!

PEDRO
Ah! Qué feliz soy!


ESCENA VI

Dichos y MIGUEL

MIGUEL
De veras? Se arregla ya la cosa? (Bajando muy contento) Es decir que habrá dos bodas en un día!

PEDRO
Cómo? ( Vivamente)

CATALINA
Ya lo oís! (A Pedro graciosamente)

MIGUEL
Soberbio! Ven, abrázame! (A Pedro) No! Ella primero! (Empujándole)

CATALINA
Hermano mío! (Abrazándole)

MIGUEL
Ves lo que yo te dije anoche? Pedro es un chico leal! Incapaz de engañarte! Yo sé que te ama, que seréis... que seremos felices! Y al fin lo somos, si. Yo me caso, tú te casas, él se casa!.. Todos nos casamos!

CATALINA
Pedro!

MIGUEL
Así pues, no hay que perder un instante! Yo quiero que mi boda se celebre con la tuya... es decir, que la tuya se celebre con la mía, porque yo tengo mucha prisa y no aguardo a mañana.

PEDRO
Qué dice? (Aparte)

CATALINA
Pero tan pronto...

MIGUEL
Mejor!.. Estas cosas... Paff! de sopetón. Así es como salen bien. Corro a avisar a nuestros amigos. Tú, ponte guapa... Ves? como yo. Pedro me acompañará para avisar a los músicos, a los... (A Pedro) Ya verás!.. En un santi amen... tiqui... taque!.. Nos echan las bendiciones y... Ah picaron!.. Qué guapa hembra has sabido elegir. Eh? Pues tú tampoco has tenido mal gusto. (A Catalina)

CATALINA
MIGUEL..

MIGUEL
Vámonos, que se ruboriza. (De pronto y cogiendo a Pedro del brazo)

PEDRO
Catalina... (Queriendo hablar)

MIGUEL
Anda, hombre , que tiempo tienes. (Llevándoselo)


ESCENA VII

Catalina. Después IVAN

CATALINA
Pero escuchad... (Reflexionando) Casarme así, tan de repente... sin tener tiempo de reflexionar... Y qué importa? No le amo con toda mi alma? (En este momento ve a Iván, que se ha acercado sin ser visto, hasta colocarse junto a ella) Eh? vos aquí? Habéis oído quizá?..

IVAN
Sí. Todo. Venía a veros, (Adelantándose lentamente) a hablaros de mi amor...

CATALINA
Qué! Aun pensáis...

IVAN
Pienso, Catalina , que esa unión es imposible... pero que si Pedro hubiese resuelto el llamaros su esposa... yo lo impediré aunque me cueste la vida.

CATALINA
Vos!

IVAN
Durante largo tiempo he luchado en secreto con esta pasión... que me veía obligado a ocultar... que procuraba vencer! Mis celos no me lo permitían. Mis celos han engendrado la envidia, el despecho , la venganza. Renunciad a Pedro, Catalina, aunque sigáis despreciando mi amor... y... quizás evitareis un delito... cuya gravedad no puedo explicaros... Cuyas consecuencias no podéis comprender.

CATALINA
Pero que yo desprecio por más que me las anunciéis con ese tono solemne. Sr. Iván: hasta ahora he ocultado á Pedro vuestras persecuciones... por respeto a la amistad que os une. Mañana... tenedlo bien presente: no podré ocultar a mi marido, que hay un hombre que conspira contra nuestro reposo. Evitadme esta revelación, y yo os perdonaré sinceramente. (Coge su cesta y se dirige a la escalera)

IVAN
(Aparte y con despecho) Oh!.. No hay remedio! Pronto a caballo! Mis gentes están cerca! El Rey de Suecia me va a pagará peso de oro mis servicios , y al entregarle su enemigo... yo me deshago de un odioso rival. (Se va apresuradamente)

CATALINA
(Bajando y siguiéndole con la vista) Ha querido sin duda amedrentarme! Oh! Por fortuna mi boda le hará perder sus esperanzas... y... presto me olvidará. Estoy segura.


ESCENA VIII

Catalina, Berta. Después Kalmüff.

BERTA
(Saliendo presurosa por el fondo) Catalina! Catalina!

(Azorada. Música en la orquesta)

CATALINA
Qué es eso? Qué tienes?

BERTA
Vengo muerta de miedo!

CATALINA
Por qué?

BERTA
Mira... (Señala al fondo)

CATALINA
(Mirando) Un jinete que se dirige a todo escape hacia aquí.

BERTA
Sí: pero repara que bigotazos ! Qué horrible aspecto!... Ya se apea del caballo!... Cielos!... Es un cosaco! Huyamos! (Se va a ir por la izquierda)

CATALINA
No: ven a este lado. (Cogiéndola de la mano)

(La lleva debajo de la escalera, y ambas permanecen allí medio ocultas y observando. Kalmüff aparece en lo alto de un pequeño ribazo y salta de un brinco a la escena)

(Canto)

KALMUFF
Hurra, (Con alegría salvaje)
cosaco!
Hurra!
Brava jornada
por Belcebú!
Hurra!
caballo
mío!
No corre el viento
cual corres tú!
Hurra,
cosaco!
Hurra!
Claro es el día!
Bello el país!
Hurra,
caballo!
Jala!
Que hoy nos espera
rico botín.

CATALINA
Chss! no te muevas.

(A Berta que quiere irse)

BERTA
Ay! Ay de mí! (Temblando)
No ves qué feo!

KALMUFF
Quién anda ahí? ( Volviéndose de pronto)

(Las dos salen del escondite y se quedan inmóviles. Kalmüff las contempla sorprendido)

Brava presa por mi vida!
Gran tesoro, vive Dios!
En la duda de cuál tome...
a llevarme voy las dos!

LAS DOS
Qué horror! ( Van a huir)

KALMUFF
Alto al cosaco! (Cerrándoles el paso)
Alto pues!
Nadie resiste
a mi poder!

(Las dos se detienen atemorizadas)

Hijo soy del desierto,
y es mi gloria y mi ser
de la guerra el estrago,
del pillaje el placer.
Y el mirar cómo sube
del incendio la nube, (Con entusiasmo)
y entre el humo y el fuego
combatir y vencer.
Hijo soy del desierto,
y es la guerra mi ser.

BERTA
(Aparte) Yo tirito de miedo,
y a su aspecto cruel
a correr me pusiera,
si pudiera correr.

CATALINA
(Aparte) Al temor del peligro
nunca supe ceder,
yo a su fiera energía
mi valor opondré!

KALMUFF
Qué es eso? Por qué os miro (Impaciente)
temblar, voto a Luzbel!

BERTA
Yo... no... tiem... blo... no...

(Adelantándose con los ojos bajos)

se... ñor... mi... li... tar...
es... que... ten... go... fri. . ii... io...
y... me... sien... to... mal...

KALMUFF
Por más que lo niegues
tú temblando estás.

CATALINA
(Poniéndose delante de Berta, y presentándose con gracia y coquetería a Kalmüff)
Pero en cambio yo,
en prenda de paz,
mi aguardiente quiero
con vos apurar.

KALMUFF
No me tienes miedo? (Sorprendido)

CATALINA
Miedo yo? No tal.

KALMUFF
Linda es la muchacha!

CATALINA
Fino el militar! (Con coquetería)

KALMUFF
Hay una botella?

CATALINA
Hasta ciento habrá.

KALMUFF
(Muy gravemente) Eso ya resuelve
la dificultad.

(Se dirige a un lado del teatro para dejar sus armas, mientras Berta se acerca a Catalina y la dice aparte)

BERTA
Qué vas a hacer? Qué intentas?

CATALINA
Su furia así calmar.

BERTA
(Aparte) Ay Dios! Si le embriaga,
peor la cosa irá.

(Kalmüff vuelve y se coloca entre las dos. Catalina le presenta un vaso)

CATALINA
Tomad!

KALMUFF
Ajá! (Bebe)

BERTA y CATALINA
(Aparte)
No le parece mal.
Ya más humano está.

CATALINA
Tomad! (Llenando de nuevo el vaso)

KALMUFF
Bien va! (Bebe)

BERTA y CATALINA
(Aparte)
Dos vasos lleva ya!
Ya más amable está.

KALMUFF
Sabéis lo que digo? (Se acercan las dos)
Brrrr! (De pronto)

BERTA y CATALINA
(Retirándose) Ah!

KALMUFF
Tened.
Pues digo... que estamos
juntitos muy bien.

(Las abraza, y Catalina le da un bofetón)

CATALINA
No tal.

BERTA
Ah! (Asustada)

KALMUFF
Voto a cien!

(Llevándose la mano a la mejilla)

Voto a cien mil legiones
y a mi santo patrón,
que jamás me han pegado
tan feroz bofetón.
Por mi nom... (A Catalina con ira)

CATALINA
Qué me harás
pues te pido perdón?

KALMUFF
Yo sabré...

CATALINA
(Apoyando un brazo en el hombro de Kalmüff y sonriendo) Ser galán...

KALMUFF
Yo haré ver...

CATALINA
A que no!

KALMUFF
(Enamorado y aparte) Al ver tan linda cara
perdono el bofetón...
Y si aun me pega otro
lo aguanto como hay Dios.
(A Catalina) Qué hay en tus ojos,
di , voto a bríos,
que así me inflaman
el corazón! (Catalina sonríe)
Dime, dime, por qué mi fiereza
a tus plantas rendida está ya,
di si el fuego que abrasa mi pecho
es de amor el incendio voraz!
Al ver hoy tu sin par hermosura
nuevo ser en mis venas sentí.
Dime , dime qué tienen tus ojos
que traidores me queman así!

CATALINA
(Sonriendo) De mis ojos la tierna mirada
hizo al pobre sus armas rendir!
Que en el pecho del rudo soldado
amor clava su dardo sutil.

LOS TRES

KALMUFF
Al ver hoy tu sin par hermosura
nuevo ser en mis venas sentí;
dime, dime qué tienen tus ojos
que traidores me queman así!

BERTA y CATALINA
(Aparte y riendo) De ojos la tierna mirada
hizo al pobre sus armas rendir!...
Que en el pecho del rudo soldado
amor clava su dardo sutil.

(Hablado)

KALMUFF
Ira de Dios! Yo enamorado como un recluta?

CATALINA
Vos enamorado? Con esa aspecto feroz! (Riendo)

BERTA
Con esas barbas tan horribles!

KALMUFF
Niña! cuenta con insultar a mis barbas! (Cogiéndoles y acariciándolas con cierto amor  propio) que son mi más bello adorno!.. Pero voto a.... (Mirando de repente a Catalina) En ninguna de mis correrías he visto un rostro como el tuyo! Vente conmigo, hermosa aldeana! Ven y se la reina de mis amores.

BERTA
(Ay que bribón!) (Vivamente)

CATALINA
Poco a poco, señor militar, yo no soy libre.

KALMUFF
Qué! Tienes quizá un marido... yo quitaré ese estorbo. Cuéntale por muerto.

BERTA
(Ay que pícaro!)

CATALINA
No... no estoy casada .. Pero... pero tengo un hermano..

KALMUFF
Mejor, será mi cuñado.

BERTA
(Pues! él todo lo arregla a su gusto)

KALMUFF
Le llevaré conmigo a la guerra, y partiremos juntos el botín.

BERTA
Poco a poco ! No señor! Yo no me quedo sin novio! Pues no faltaba más!

KALMUFF
Allá lo veremos.

CATALINA
Qué! Si mi hermano es tan tímido, tan medroso...

KALMUFF
No se parece a ti.

CATALINA
Solo al mirar su fisonomía dulce y delicada...

KALMUFF
Pues si se parece!

CATALINA
Y tanto. Es un retrato mío!

KALMUFF
Entonces... Ya le quiero sin conocerle. Si os quiero a los dos... ó mejor dicho, a los tres. (Mirando a Berta)

BERTA
(Ay Dios! que también me quiere a mí!)

KALMUFF
Y suceda hoy en esta aldea lo que suceda... No temíais. Yo os protejo.

BERTA
Cielos! Pues que va a suceder?

CATALINA
Qué habéis dicho? Oh! corramos a avisar... (Van a irse)

KALMUFF
Eh! Quietas aquí!

BERTA
(Aparte mientras Kalmüff quiere detener a Catalina)
Este hombre quiere sin duda cometer un rapto! Un rapto! en el día de mi boda!7

CATALINA
Señor soldado, abridnos paso.

BERTA
Socorro! Favor! socorro! (Sube la escalera velozmente)

KALMUFF
Detente... escucha! (A Catalina que sigue a Berta)

BERTA
Ah! Ya vienen en nuestro auxilio! (Desde lo alto de la escalera y mirando hacia la izquierda)

KALMUFF
Veremos quien se atreve a separarme de tí. (Yendo a coger su sable)

CATALINA
Mi voluntad! (Subiendo velozmente la escalera)

KALMUFF
Qué haces? Oh! (La sigue, ella entra con Berta y cierra) yo te seguiré aunque para ello...
(Al llegar al pie de la escalera, Pedro sale por el lado opuesto y grita con voz imponente)

PEDRO
A dónde vas?


ESCENA IX

Kalmüff, Pedro.

KALMUFF
Eh? quién eres tú? (Volviéndose sorprendido)

PEDRO
Qué te importa?

KALMUFF
Por qué me impides seguir a esa joven?

PEDRO
Inténtalo si te atreves.

(Poniéndose delante de la escalera )

KALMUFF
Por mi nom...

(Echa mano al sable y se detiene de pronto)

PEDRO
Qué te pasa? (Con serenidad)

KALMUFF
(Soltando la empuñadura del sable) Que yo no sé combatir con los que no se defienden. Estás desarmado.

PEDRO
Eres generoso! (Con ironía)

KALMUFF
No tal. Busca un arma y... Riñamos, voto a Luzbel!

(Tira del sable) hasta que uno de los dos quede en tierra.

PEDRO
Yo no riño con los que no me ofenden.

KALMUFF
Pues... si ninguno de los dos queremos... (Envainando) No hay medio de pelear. Entremos en razones, si es que se me ocurre alguna. Yo amo a esa joven.

PEDRO
Tú! Desde cuándo?

KALMUFF
Desde... qué demonio! Desde que la amo! Desde ahora, que acabo de ofrecerla mi cariño... y mi protección.

PEDRO
Ella no necesita para nada tu cariño, y en cuanto a esa protección que la ofreces...

KALMUFF
Puede hacerle falta de un momento a otro.

PEDRO
Por qué?

KALMUFF
Porque mi regimiento anda saqueando estas inmediaciones.

PEDRO
Y tú has venido a hacer lo mismo...

KALMUFF
No: yo vengo del ejército.

PEDRO Eh? (Con interés)

KALMUFF
Sí: he preferido seguir mis banderas a dispersarme como un bandido por estos campos.—Y aunque amo el saqueo... me gusta ganarlo con la punta de mi lanza.

PEDRO
Entonces... qué te ha traído a esta aldea?

KALMUFF
Vengo en busca de un tal Pedro Micheloff.—Un carpintero...

PEDRO
Yo soy.

KALMUFF
Tú?

PEDRO
Me traes quizás algún aviso...

KALMUFF
Poco a poco. De quién lo esperas? (Examinándole con atención)

PEDRO
Del general Imaloff.

KALMUFF
Ahí va! (Le da un pliego)

PEDRO
Oh! ya era tiempo. (Coge el pliego y lo abre con ansiedad)

KALMUFF
(Las dos se han hecho fuertes!) (Mirando la casita)

PEDRO
Eh? Dos renglones no más! (Lee) «Por vuestro, honor y el de la Rusia acudid ó todo se ha perdido». Cielos!

KALMUFF
Qué te pasa?

PEDRO
Dices que vienes del ejército? (Vivamente)

KALMUFF
Sí.

PEDRO
Qué se sabe de las tropas del Rey de Suecia?

KALMUFF
Que se acercan, que su número crece, en tanto que nuestros soldados se desertan ó huyen a la vista del enemigo.

PEDRO
Pero los refuerzos que esperabais...

KALMUFF
No han llegado.

PEDRO
Y los correos que debe haber recibido tu general...

KLMUFF
Han sido asesinados en el camino.

PEDRO
(Qué traición se esconde aquí?)

KALMUFF
Yo he venido trepando cerros y cruzando malezas, a traerte este pliego y a entregar otro al burgomaestre de la aldea. En seguida montaré a caballo y... al rayar el día estaré de vuelta en el campamento. Dicen que se prepara una gran batalla. Que el Czar debe ponerse al frente del ejército!... Fuego de Dios! Veremos si en sus viajes ha aprendido a batirse como yo.

PEDRO
Si, por mi nombre, lo veremos.

KALMUFF
Qué! tú vienes también a la batalla?

PEDRO
En ella nos encontraremos.

KALMUFF
A ver... voto al infierno, quién de los dos gana más pronto un grado.

PEDRO
Tienes ambición?

KALMUFF
Si.

PEDRO
Pues... con sangre compra el soldado su fortuna!

KALMUFF
Mientes: yo estoy hecho una criba a fuerza de balazos y aun no he pasado de soldado raso.

PEDRO
Corre a cumplir tu comisión.—El Czar te hará justicia!

KALMUFF
Lo crees así?

PEDRO
Adiós pues. Hasta mañana en el campamento.

KALMUFF
Hasta mañana, guapo mozo! (Se detiene y mira la casita) Oh! no te olvidaré nunca... aldeana de mis ojos! Corramos a ver al burgomaestre... que de seguro no me hará tanta gracia como tú. (Váse)


ESCENA X

Pedro y después Berta a la ventana.

PEDRO
Es preciso partir! Partir a salvar mi honor y el de mi patria... Partir al punto sin que el mismo Conde Iván lo sepa... De nadie me fio!.. Todos me han ocultado la verdad.

BERTA
Calle! Está ya el novio esperando? (Asomada a la ventana)

PEDRO
Aparte al oírla) Cielos! Ese recuerdo...

BERTA
Que sea enhorabuena. Acabo de saber que se celebran juntos nuestras bodas! (A Pedro)

PEDRO
Oh! Pobre Catalina!

BERTA
Pronto bajamos. La novia se está poniendo de veinte y cinco alfileres...Tened un poco de paciencia! No tardaremos. (Desaparece de la ventana)

PEDRO
Ah! partamos cuanto antes... me falta el valor para despedirme de ella. (Se dirige al fondo, y al oír la voz de Catalina se detiene como a pesar suyo)

(Canto)

CATALINA
(Dentro)
Mis trenzas engalana
la flor de la mañana,
la cinta caprichosa
mi talle ornando está!
Lá, laralá,
lá, laralá,
Que alegre mi fiesta
de boda será!


BERTRAN y CATALINA
Que alegre su/mi fiesta.
de boda será!

PEDRO
(Mirando hacia la casita)
Ah! mi bien! La suerte impía
tus acentos de alegría
pronto en quejas trocará:
mas no culpes mi ternura,
que a tu llanto de amargura
mi amargura se unirá!

CATALINA
(Dentro)
Lá, laralá
lá, laralá.

PEDRO
Mis ensueños tus amores
halagaron seductores,
y me hicieron olvidar
el poder que me rodea...
y el clamor de la pelea
que hoy me viene a despertar.
           
CATALINA
(Dentro)
Lá, laralá!

PEDRO
Ah!

LAS DOS
(Dentro)
Lá, laralá.

PEDRO
Adiós!

LAS DOS y PEDRO a un tiempo
(Dentro)
Que alegre mi/su fiesta.
de boda será.

PEDRO
Grabado en mi alma
tu amor quedará!

(Hablado)

Pedro haciendo un esfuerzo sobre sí mismo , se dispone a partir. Berta sale de la casita y baja corriendo a detenerlo)

BERTA
Eh! Señor novio! Cómo es eso? Os cansáis de esperar? Ya se ha vestido Catalina y está tan bella , tan interesante...

PEDRO
Silencio, por Dios. (Vivamente y agitado)

BERTA
Eh? Qué decís? Qué os pasa?

PEDRO
Que esa boda es imposible, que voy a partir.

BERTA
A partir?

(Catalina ha aparecido en lo alto de la escalera, en traje de boda, y exclama al oír estas palabras)

CATALINA
(Aparte) Cielos!

BERTA
Pero y Catalina?

PEDRO
(Sin verla) Decidle que me perdone!.. Que me olvide... No: Eso no: porque yo no la olvidaré nunca.

(Catalina sin volver de su dolorosa sorpresa j va bajando lentamente la escalera, oyendo con gran ansiedad y en una mortal agitación)

BERTA
Yo estoy viendo visiones! Qué cambio es este? Explicaos.

PEDRO
No me preguntéis más: dejadme. No hagáis vacilar mi corazón... cuando un imposible me separa de Catalina. Adiós Berta! Adiós para siempre. (Se va)

BERTA
Oíd!.. (Siguiéndole un poco)

CATALINA
Ah desdichada! (En este momento ha bajado la escalera y cae casi de rodillas junto al primer escalón)

BERTA
Catalina! (Volviéndose al oírla) Has escuchado tal vez! Pobre hermana mía! (La ayuda a levantarse)

CATALINA
Me engañaba!

BERTA
Y aun tenemos valor de querer a los hombres! Monstruos! Los aborrezco , los... excepto a mi novio. Ese al menos se casa conmigo.

CATALINA
Ah! mi pobre Miguel no sería capaz de semejante infamia!

BERTA
Pero abandonarte en estos momentos... Y tan bella, tan bien engalanada.

CATALINA
Oh! Quítame estos adornos! Arranca de mi seno estas flores cuya vista me destroza el corazón.

(Se arranca el ramo que lleva al pecho)

BERTA
Catalina! (Queriendo contenerla)

CATALINA
(Con firmeza) Qué! Temes que yo no sepa hacerme superior a mis dolores? Crees que mi corazón se humillará ante esta cruel afrenta! No, Berta, no. Mi alma es fuerte, mi voluntad poderosa!.. Quiero olvidar... quiero... vivir exclusivamente para mi pobre hermano , para ti, cuya felicidad será desde hoy mi único bien, mi único deseo.

BERTA
Hermana mía!

CATALINA
(Procurando dominarse) Si, si. Este ha sido un sueño horrible... pero al despertar me hallo en medio de vosotros... No soy tan desgraciada, sobre todo hoy que vuestra unión va a verificarse.


ESCENA XI

Dichas y Miguel pálido y presa del más vivo terror.

MIGUEL
Ay! Cristo del socorro!

LAS DOS
Miguel!

MIGUEL
De esta hecha voy a tronar como arpa vieja!

LAS DOS
Qué dices?

MIGUEL
Que estoy perdido.

LAS DOS
Perdido!

MIGUEL
No. Que estoy muerto!

CATALINA
Explícate!

MIGUEL
Abrázame! Te has quedado viuda. (Abraza llorando a Berta)

BERTA
Cielos! Ya llegó el fin del mundo! (Desasiéndose de los brazos de Miguel)

CATALINA
Habla, habla pronto! Qué sucede?

MIGUEL
Sucede que el burgomaestre acaba de recibir orden para enviar hoy mismo al campamento ruso... veinte mozos de la aldea... y que yo soy uno de ellos.

CATALINA
Tú?

BERTA
Ay! ay! ay! (Rompe a llorar)

MIGUEL
Ay! ay! ay! (id)

BERTA
Yo no lo consiento! yo no quiero!...

MIGUEL
Ni yo!

BERTA
De veras? (Contenta)

MIGUEL
Pero me fusilarán!

BERTA
Dios mío! Cuando íbamos a casarnos! Quedarse una soltera de pronto! Miguel, esto es horrible!

MIGUEL
Si. A quién se lo cuentas!

CATALINA
Pero .. si se encontrara algún mozo que fuera en tu lugar...

MIGUEL
Cá! Ninguno quiere ir por todo el oro del mundo! Y además nos han dado orden para que cada cual tome el camino esta misma noche y se presente al general Micholocolochoff... No sé. En fin. Ahí está el nombre, en ese pasaporte que me han puesto en la mano. (Le da un papel a Catalina, que esta lee para sí , y vuelve a abrazar a Berta)

MIGUEL
Ay, paloma de mis entrañas!...

BERTA
Separarnos de este modo!

(Abrazados los dos y gimoteando)

MIGUEL
Dejar una novia tan linda... para irme con los rusos!

CATALINA
(Aparte y mirándolos) Oh! el dolor que yo he sufrido me hace comprender el suyo! Y no poder evitar...

BERTA
Si al menos llevásemos algún tiempo de casados...

MIGUEL
Es claro. La cosa no era ya la misma!

BERTA
Pero partir hoy... hoy mismo...

CATALINA
Y... si hubiese un medio de retardarlo por algunos días?

LOS DOS
Cómo?

CATALINA
Si, si. (Con resolución ) Es preciso que vuestra boda se lleve a cabo! Yo lo quiero... y no consentiré en tan cruel separación.

MIGUEL
Pero... en ese caso...

CATALINA
Estaréis reunidos una semana, durante la cual buscarás un hombre que te reemplace.

BERTA
Y si no lo encuentra?

CATALINA
Entonces... marcharás al ejército.

MIGUEL
Pero... Hela ya como siempre hallando remedio contra los imposibles. Pero... no ves que mientras busco ese sustituto...

CATALINA
Mientras lo buscas... no faltará quien vaya por ti.

MIGUEL
Quién?

CATALINA
Eso no te importa. Miguel , yo aseguro tu unión con

BERTA
Me juras en cambio presentarte al general a quien se dirige este papel, si al cabo de una  semana no has encontrado quien te reemplace?

 MIGUEL
Sí. Te lo juro. Mas explícame...

CATALINA
Yo me encargo de lo demás. Labora de vuestra unión ha libado. Los amigos no tardarán en venir... Apresuraos... y no me esperéis. Después de la ceremonia me uniré con vosotros. (Ya que (Subiendo la escalera) para mí no hay esperanza!., sean ellos felices al menos! (Entra en la casita)

MIGUEL
Pero escucha! Óyeme!... Ah, Berta mía! Catalina es mi ángel bueno! Catalina es nuestra salvación! Si. Pobre hermanita! ella cuidó de mi porvenir, de mi fortuna... Todo lo debo a su cariño, y... ves? (Mostrando un collar de perlas que lleva puesto) Estas joyas con que hoy me engalano para la boda y que constituyen mi riqueza... estas joyas que eran de nuestra madre, Catalina las ha conservado para mí! para su Miguel, que es un imbécil, puesto que no ha sabido cómo pagarle tantos beneficios!

BERTA
Esas joyas!... Oh! mostrar una cosa de tal valor en estos tiempos... cuando por el contrario debías ocultarlas... ponerlas al abriga de esas bandas de cosacos que infestan el país...

MIGUEL
Bah!... No temas: las llevo bien sujetas, bien prendidas á mi traje, y... trabajo le mando al que intente llevárselas. Con que, pues ya podemos casarnos, pichona mía... (Música dentro) Viva! He ahí los músicos, los convidados para la boda.

BERTA
Ay, qué emoción!

MIGUEL
Mira, mira: las jóvenes de la aldea te traen la corona de desposada.

BERTA
La corona!... La boda!... la... Qué placer! Yo siempre creí que el casarse era una cosa buena, pero no tanto!

MIGUEL
Aquí! Amigos míos! Aquí!


ESCENA XII

Dichos. Una comparsa de aldeanos y aldeanas viene en formación, Al frente de ella cuatro aldeanos con violines y otros cuatro con bastones muy largos, llenos de cascabeles. Varias jóvenes traen en un canastillo lleno de cintas y de la forma de una bandeja , una corona de novia. La comparsa sale tocando y cantando.

CORO
Viva la novia,
la cándida y bella
graciosa doncella
tesoro de amor!
Orne su frente
la blanca azucena,
la fresca verbena,
la rosa mejor.

(Miguel da la mano a Berta, la presenta a la comitiva, y poniéndose delante se dirige a la capilla seguido de todos. Entran. Algunos aldeanos y aldeanas quedan á la puerta arrodillados. Se oye dentro de la capilla el canto religioso. Al mismo tiempo Catalina se asoma a la ventana con un traje de aldeano, y canta dirigiendo sus miradas a la capilla, donde se celebra la boda)

CORO
(Dentro)
La blanca sencilla
corona ceñid,
de puros amores
emblema feliz.

CATALINA
(Desde arriba)
Gozad venturosos
de un bien, ay de mi!
que el cielo rae niega,
que triste perdí.

CORO
(Dentro)
Al templo nos llaman,
amigos, venid;
y el cielo bendiga
unión tan feliz.

(Catalina hace una dolorosa señal de despedida y se quita de la ventana cerrándola. Miguel lleno de gozo sale con los demás de la capilla, y cogiendo a Berta de la mano, dice)

MIGUEL
En marcha, pues, amigos.
Delante los dos,
y vaya tras nosotros
la procesión.

(Cruzan la escena formados como antes)


CORO

UNOS
Viva la novia,
la cándida y bella
graciosa doncella
tesoro de amor.
Brille en su frente
la blanca azucena,
la fresca verbena,
la rosa mejor.

TODOS
Viva, vi... (Se .oyen clarines que tocan a saqueo y todos se detienen asustados)
Oh! Dios!

(Una banda de Cosacos aparece por varias direcciones sable en mano: algunos traen antorchas encendidas. Los aldeanos lanzan un grito de terror y huyen despavoridos en distintas direcciones , así como Miguel y Berta. Los cosacos ocupan la escena y su canto empieza inmediatamente)

ALDEANOS, MIGUEL y BERTA
Ah! (Huyen)


ESCENA XIII

Cosacos, después Iván, después Miguel, luego Kalmüff y aldeanos dentro.

COSACOS
(Con las espadas en la mano)
Tiemble la tierra
y arda la guerra.
Todo lo rinda
nuestro valor!
En donde a saco
entra el cosaco
reina el pillaje,
cunde el terror!
No haya piedad,
no haya perdón.
Brille la espada, brille latea!
nuestro es el campo, nuestra la aldea
Hurra, valor! hurra valor!
Cunda el estrago, cunda el terror!

(Se lanzan por todos lados con aire amenazador y la escena queda sola. Iván aparece en el fondo y señalando al fondo izquierda del público, exclama con aire de triunfo)

IVAN
Ya asaltan mis soldados
de Pedro la mansión;
al par que mi venganza
triunfar sabrá mi amor.

(Mira al decir este último verso a la casita de Catalina y sube velozmente la escalera. La puerta está cerrada y hace esfuerzos para abrirla)

CORO DE ALDEANAS
(Dentro por la izquierda del público)
De nuestra aldea
tened piedad.
A tanto estrago
rendida está.

IVAN
Abrir no puedo. (Queriendo abrir)

CORO DE ALDEANAS
(Dentro) Piedad! piedad!

IVAN
Por ese lado, acaso

(Da la vuelta por el piso hasta ocultarse detrás del lado derecho de la casita y desaparece) consiga penetrar.

MIGUEL
Ay! ay! San Nicolás!

(Sale despavorido y perseguido de un cosaco)

Este Sansón mis joyas
rae quiere robar!

(El cosaco le coge de la mano)

Favor!, separarlas (Al cosaco)
de mí no podrás.
Mis gentes acuden!

(Mirando adentro, el cosaco mira también y cogiendo á Miguel se lo echa a la espalda y se lo lleva velozmente)

Socorro! piedad!

(Se ven las llamas del incendio que consume la aldea. Kalmüff sale con el sable desnudo y mirando con aspecto sombrío al sitio de donde viene. Al llegar al pie de la escalera las puertas de la casita caen con estrépito y salen por el techo y las ventanas las llamas del incendio. Iván aparece en lo alto de la escalera lleno de ira y con una tea en la mano. Los cosacos salen por varios lados; algunos con teas encendidas)

KALMUFF
Gran Dios!

IVAN
No está!

KALMUFF
Esa joven!
Hablad sin dilación!

IVAN
No está!., pero esas llamas
publican mi furor!

(Suena el toque de clarín de antes y los cosacos se animan nuevamente)

(Todos a un tiempo)

IVAN
De mi coraje víctima sea
todo el contorno , toda la aldea
Hurra, venganza! burra, valor!
Siga el pillaje, cunda el terror!

KALMUFF
El rudo acero ya centellea!
Ya del incendio brilla la tea!
Hierve mi sangre! Hurra, valor!
Viva la guerra! viva el terror!

CORO
Brille la espada , brille la tea,
nuestro es el campo , nuestra la aldea
Hurra, valor! hurra, valor!
Viva el pillaje, viva el terror!

(Iván con una tea en la mano, en la puerta de la casita. Los Cosacos, unos en la escalera, otros asomando en las ventanas de las otras cabañas, otros sobre el monte, oíros en la escena. Kalmüff en medio, y mirando con terror hacia la casita de Catalina)


Cuadro.—Cae el telón.


FIN DEL ACTO PRIMERO


ACTO SEGUNDO


ESCENA PRIMERA

Gran animación y movimiento: grupos en ambos lados de diferentes armas.—Cantineras.—Iván recostado sobre la cureña de un cañón.—Catalina disfrazada de recluta sentada en el lado opuesto junto al tronco de un ar6o/.—Reclutas.—Tambores,  etc., etc.


CORO

SOLDADOS
Eh! Cantinera! (Llamando)
Llégate aquí.

(Hablando entre ellos con animación)

OTROS
Hoy la batalla
damos por fin.
Viva la guerra!

SOLDADOS PRIMEROS
Venga el Danzik.

(A un tiempo)

PRIMEROS
Eh, Cantinera
llégate aquí.

SEGUNDOS
Hoy la batalla
damos por fin.

(La Cantinera se acerca, los dos grupos de soldados se reúnen en torno de ella)

IVAN
Bebed, y cunda el oro que os di.

SOLDADOS
Echa más. (A la Cantinera)

IVAN
Con él comprar logré la traición.
Bebed en tanto va a alzar aquí...

SOLDADOS
Echa más!

IVAN
Su altiva frente la rebelión.

SOLDADOS
Dejad compañeros,
dejad el fusil,
que alegre reposa
la tarde nos dio.

CATALINA
(IVAN.. En este traje!
confusa estoy a fe!
(Por dicha no me ha visto!)

IVAN
Muchachos a beber (Se levanta y se acerca a ellos)
yo pago, no haya tasa.

SOLDADOS
Que viva el Coronel!

CATALINA
(¡Coronel!) (Con asombro)

SOLDADOS
Pues él nos invita
brindemos por él,
que tales favores
son raros a fe!
Que viva! que viva!
viva el coronel!

(Hablado)

IVAN
Gracias. (Viniendo en medio los soldados cerca de Catalina) Acepto el brindis... y a mi vez...

CTALINA
(Oh! Quitémonos de aquí!) (Váse)

IVAN
Voy a proponer otro.

SOLDADOS
Si, si. (Ofreciéndole sus vasos)

IVAN
Con los vasos de todos. (Extendiendo la mano sobre todos los vasos)

SOLDADOS
Bien!

IVAN
A que me sigáis a donde quiera que yo os conduzca... sea cual fuere el peligro... sean quienes fueren nuestros adversarios!

SOLDADOS
Si! (Beben a una señal de Iván)

IVAN
Pronto lo veremos. Estad preparados a mí voz. No tardaré en reunirme a vosotros. (Se va)

CANTINERA
Qué quiere decir el coronel con su aire misterioso?

SOLDADO 1º
Eso no te importa.

MIGUEL
(Dentro) Tened compasión de mí!

TODOS
Eh? ( Volviéndose)

COSACO
Adelante, voto a Barrabás!


ESCENA II

Dichos, Miguel y un COSACO Miguel con un palo al hombro cogido por en medio. En el extremo del palo y por delante trae una olla de rancho cogida del asa; y atrás otra del mismo modo, trae además un mandil de ranchero.

MIGUEL
Pero dónele voy yo con esto?

COSACO
Pocas palabras. (Empujándole)

MIGUEL
Aaaay!... (Llorando)

CANTINERA
Calle! El prisionero que Turkey trajo ayer a cuestas!

SOLDADOS
Acuestas! (Riendo)

MIGUEL
Si. Este señor Cosaco me hizo el honor de cargar conmigo.

COSACO
Por no tener otro medio de que me siguiera, so pena de matarle. Pero sus ruegos me ablandaron...

MIGUEL
Dios os lo pre... (mal rayo te parta!)

CANTINERA
Y quién es ese pobre joven?

MIGUEL
Servidor...

COSACO
Qué se yo. Un imbécil.

MIGUEL
Servi... (Bárbaro!)

COSACO
Ayer , en el saqueo de la aldea de Viborg, vi que llevaba al cuello un cintillo de perlas, quise quitárselas, se resistía, divisé de lejos algunos aldeanos que venían a socorrerle y dije... Pues todo conmigo, y me eché a mi hombre a la espalda.

SOLDADOS
Bravo! (Riendo)

MIGUEL
(Calle! y le celebran la gracia!)

COSACO
Pero como este mozo es tan pusilánime , suplicó que no le hicieran tomar el fusil... y lo han destinado al rancho. Por eso viene conmigo a traeros... vaya , ahí tienes lumbre y lo demás necesario. (Señalándole el fuego y varios cacharros ) Pronto despachas: con calentar y sazonar lo que viene en las ollas... Vamos vivo! (A esta voz Miguel pensativo da un salto de miedo)

MIGUEL
Ay! Sí señor, si. Al instante. (Coloca una de las ollas a la lumbre) (Y yo que en mi vida las he visto más gordas!)

COSACO
Muchachos! Sabéis ya la noticia? (A los soldados)

CANTINERA
Cuál!

COSACO
El Czar llega hoy al campamento.

TODOS
El Czar!

MIGUEL
(Soplándola lumbre con la boca) (Maldito si sé qué hacer con este guisote)

COSACO
Como lo oís. Y me alegro. Nunca se ha dejado ver de esta división...

CANTINERA
Así es que muy pocos en ella le conocen.

MIGUEL
Se me figura que ya humea. (Mira la olla y prueba el rancho con un cucharon) A ver? Pues a mí no me sabe a soso.

CANTINERA
Su venida es señal de que debe darse pronto una batalla.

MIGUEL
Sí, creo que le falta un poco de sal. (Lo prueba otra vez)

COSACO
Como que el rey de Suecia está con sus tropas a dos leguas de este campamento... (Repara en Miguel) Belitre! Te estás comiendo el rancho?

MIGUEL
Si lo estoy sazonando.

COSACO
Voto a mil bombas!.. Despacha pronto, ó... (Tira del sable y va apegar a Miguel. Los soldados le contienen. Miguel corre aturdido alrededor de la olla)

MIGUEL
Voy allá, hombre, voy allá. (Ay! este bruto me va a partir en dos pedazos si no... En dónde estará la sal! Despachémonos. (Coge un bote de lata y le vierte en la olla, de la cual salen llamas. El cosaco sigue hablando sin verle con los demás) Uf! San Nicolás! Qué demonios es esto? Cielos ! He echado pólvora ! Ay ! ay ! Demos un meneón para que no lo adviertan. Y a todo esto... (Meneando el rancho con un cucharon grande) mi aldea saqueada... y mi novia?.. Dios sabe si alguno de estos tigres... habrá también cargado con ella... ó con mi pobre hermana!

COSACO
Está eso ya? (A Miguel)

MIGUEL
Creo que sí.

COSACO
Por qué lo revuelves tanto?

MIGUEL
Para... para que se derrita la sal.

COSACO
Acércanos el rancho. (Los soldados sacan sus cucharas y hacen círculo)

MIGUEL
Aquí va a ser ella: hoy revientan: de seguro. Dios nos asista! (Trae la olla en medio. Se pone a observarlos: sacan las cucharas, y todos a la vez llevándosela a la boca se quedan con ella entre los dientes , haciendo un gesto de repugnancia y mirándose)

SOLDADOS
Uf!

MIGUEL
(Ay! Ya la cataron!) (Al ver el gesto)

COSACO
Qué demonios tiene este rancho?

SOLDADOS
Si sabe a azufre!

MIGUEL
(Cerca le andas!)

COSACO
Qué has echado aquí? (A Miguel)

MIGUEL
Yo? Nada.

CANTINERA
(Cogiendo la cuchara de un soldado y probando el rancho) Por mi nombre! Si a lo que sabe es a pólvora!

MIGUEL
(Me perdió!)

COSACO
Qué significa esto? Declara! pronto. (Le coge)

MIGUEL
Señor cosaco!.. Creed que... ha sido sin querer. Yo la eché creyendo que era sal... Como la pólvora tiene el mismo color...

COSACO
El mismo color?

MIGUEL
Digo, no, al contrario.

COSACO
Yo te haré pagar cara la equivocación, llevándote a servir de soldado a un regimiento.

MIGUEL
De soldado!

COSACO
Y va a ser ahora mismo.

MIGUEL
Piedad, señor! Yo os prometo guisar mejor en adelante.

COSACO
Nada. (Libándole al fondo)

CANTINERA
(Redoble dentro) Oís? orden general: algo nuevo debe ocurrir.

MIGUEL
Señor cosaco!

COSACO
En marcha! (El Cosaco se lleva por fuerza a Miguel)


ESCENA III

Dichos, menos el Cosaco y Miguel, Kalmüff sale por foro derecha: los reclutas se reúnen.

KALMUFF
Ah de los reclutas. Voto a bríos! los reclutas bebiendo con los soldados veteranos?

SOLDADO
Por qué no?

KALMUFF
Un recluta no debe coger el vaso en la mano hasta que haya entrado en acción. Suelta tú: esto se bebe así. (Coge el vaso al recluta y bebe)

CANTINERA
Calle! calle! Que encuentro yo de extraño en vuestro rostro? (Mirándole)

KALMUFF
Qué has de encontrar, voto a Luzbel? Mira.

CANTINERA
Os habéis quitado la barba.

KALMUFF
Me la han hecho quitar a pesar mío... al darme esta mañana el grado de sargento.

TODOS
De sargento?

KALMUFF
Si cuando menos podía figurármelo. Sargento con destino á la infantería de la guardia... y sin perjuicio de continuar la instrucción de reclutas que ayer pusieron a mis órdenes, y de los que después han llegado al cuartel general. He ahí por qué no quiero que se distraigan de sus deberes... Y.., Ya saben que la disciplina moscovita manda fusilar a un hombre por la más leve falta. Eh! muchachos a formar, que ya es hora de reunirse á su batallón.

CANTINERA
Pobrecitos! tan jóvenes!

KALMUFF
Y qué? Piensas que se batirán por eso con menos vigor? No a fe mía; en pocas horas han aprendido ayer lo principal de la táctica.

SOLDADOS
(Riendo) Si, si, pero esa no es la sola cualidad que han de tener para acreditarse de buenos y galantes militares. Verdad, Cantinera?

KALMUFF
Poco a poco. Estos muchachos saben lucirse cuando llega la ocasión. A ver? Reclutas demos a los soldados viejos una muestra de vuestro donaire y gallardía.

TODS
Si! si.

KALMUFF
Firmes! Atención!

(Música)

(Los reclutas se forman.—Cuatro tambores (coristas mujeres) a la derecha, cuatro (id) a la izquierda y los reclutas (resto de coristas mujeres y las bailarinas al frente. Los demás soldados y cantineras (coro de hombres y comparsas mujeres) detrás y por todos lados. Catalina forma entre los reclutas)


PRIMERA COPLA

KALMUFF
Del soldado la prenda mejor
es batirse con duro valor,
sin que sienta su fe vacilar,
cuando el fuego comience a estallar.

TAMBORES
Tran!

SOLDADOS y RECLUTAS
Plan! (indicando un tiro)

KALMUFF
No le impide su fiera bravura
de las niñas amar la hermosura
y fino ser;
y ser galán,
y aun en torno de un talle hechicero
revolotear.

(Los reclutas (bailarinas) por la derecha y la izquierda de Kalmüff se adelantan con paso marcado, que a los pocos compases se declara en un baile de carácter polaco)


RECLUTAS y BAILARINAS

TAMBORES
RECLUTAS y TENORES PRIMEROS
SEGUNDOS TENORES y BAJOS
Bailando
Tran, tran,
tran.
Animo y bravura
no faltarán, no!
Animo y bravura
voto a san!
Id
Tran, tran,
tran.
Gracia y apostura
ved si la habrá. Ah!
Bien por los reclutas,
Id
Tran, tran,
tran.
es la infantería
por la gallardía
Bueno va! va!
va! va! va!
Id
Tran, tran,
tran.
tropa que en el mundo
no tiene rival.
Bien por la danza,
Bien! bien! bien!
A la verdad.

TODOS y TAMBORES
Tran! tran! tran!

KALMUFF
Tran! tran! tran!

TODOS y TAMBORES
Tran! tran! tran!

KALMUFF

TODOS y TAMBORES
Es la infantería
tropa sin igual.

KALMUFF
Tran! tran! tran!

TODOS y TAMBORES
Es la infantería
tropa sin rival.

(Cesa el baile y vuelven a colocarse en fila)


SEGUNDA COPLA

KALMUFF
Donde llama la ley militar
allí debe el soldado marchar,
olvidando placeres y amor
a los ecos del rudo tambor

TAMBORES
Tron!

RECLUTAS y TAMBORES
Tron! (Imitando el tambor)

KALMUFF
Mas después que el laurel de la gloria
bravo alcance en reñida victoria,
siente al volver
dicha mayor,
de su bella el amante suspiro
acariciador , ay!
acariciador!

RECLUTAS y TAMBORES
TAMBORES

RECLUTAS y TENORES PRIMEROS
SEGUNDOS TENORES y BAJOS
Bailando
Tan, tan, tan,
tan, tan, tan.
Aunque a la victoria
llame el tambor,
Fiel a la victoria
y al amor,
Id
Tan, tan,
tan,
nunca la memoria
roba de amor,
no!
el recluta es bravo
y seductor.

Id
tan, tan,
tan.
Que a la infantería
por su bizarría
Va!
va! va! oh!
id

culto rinde siempre,
todo corazón.
Bien por la danza,
bien, bien, bien.
Raro primor.

TODOS y TAMBORES
Tran! tran! tran!

KALMUFF
Tran! tran! tran!

TODOS y TAMBORES
A la infantería
ríndese el amor!

(Evolucionando y formándose en columna cerrada)

KALMUFF
Tran! tran! tran!

TODOS y TAMBORES
Tran! tran! tran!
A la infantería
Ríndese el amor.

(Hablado)

KALMUFF
Bien por mi vida ! Ya veis como se aprovechan de mis lecciones. Por el flanco derecho, hileras a la izquierda marchen.

(A esta voz los tambores dan con la mano un golpe fuerte y unido al parche de las cajas, y se las echan con uniformidad a la espalda, cerrando al mismo tiempo el frente de la columna, y desfilando a la cabeza de los reclutas, que mandados por Kalmüff se van por el fondo izquierda del público)


ESCENA IV

Soldados, Cantineras, El mayor Dalowitz por el foro derecha, después IVAN

DALOWITZ
Que todos se reúnan (Dirigiéndose d los soldados) inmediatamente a sus respectivos batallones. (Los soldados y cantineras sal dan y se van)

IVAN
Mayor Dalowitz , qué tenemos?

DALOWITZ
Que el Czar debe llegar de un momento a otro.

IVAN
Oh! Mis conjeturas eran fundadas. Bien hice en reunirme ayer al ejército. Estáis seguro de vuestros soldados?

DALOWITZ
Solo aguardan la señal convenida.

IVAN
Bien. Yo respondo de los cosacos.

DALOWITZ
Sin embargo... la repentina promoción que ayer trajo el mensajero del Czar para ese Kalmüff...

IVAN
Kalmüff? Le conozco y cuento con él. Nada temáis. En cuanto asomen las tropas del rey de Suecia nuestros soldados se unirán a ellas, y el Czar no escapará de este lazo: yo os lo fio.

DALOWITZ
Silencio: alguien viene.

IVAN
Quitémonos de aquí. (Se separan y saludan, yéndose por distinto lado)


ESCENA V

La Cantinera y Catalina de recluta.

CANTINERA
(Saliendo detrás de Catalina, que viene apresurada) Jee ! Buen mozo ! Creéis que no hay más que hacerse servir un vaso de agua y rom... sin tener con que pagarlo?

CATALINA
(Y mi bolsillo que no parece!) Perdonad, luego os satisfaré el importe. Creí llevar el dinero que traje de la aldea... y. .no sé... A menos que no me lo hayan quitado.

CANTINERA
Pobre muchacho! Es muy posible. Aquí en descuidándose un poco... vaya... por esta vez... estamos en paz.

CATALINA
Ah! De veras? (Cogiéndola la mano por un movimiento natural de su sexo) Oh! mil gracias!

CANTINERA
Cómo me aprieta la mano!

CATALINA
(Queriendo retirarla) Oh!

CANTINERA
No, no: si yo no lo llevo a mal... (Qué guapo es!)

CATALINA
Perdonad mi inadvertencia. (Separándose)

CANTINERA
Por qué? Cuando hay simpatías...

CATALINA
(Queriendo irse) Sois muy amable.

CANTINERA
(Siguiéndole) Si? Pues todos me dicen lo contrario. Es verdad que no todos son tan finos como vos, y tan... galantes... y tan... (De pronto) Ay! Qué soso es!(Vendo que Catalina está indiferente)

CATALINA
Creed que mi reconocimiento... (Fríamente)

CANTINERA
Sí. Se agradece. ( Pues no se pavonea que digamos porque una ha estado con él un poco tratable: no, pues cuando yo le vuelva a dar los buenos días...) (Váse)

CATALINA
(Sola) Qué situación! Sí mi hermano no viniera al fin de esta semana no sé cómo podría yo continuar... Pero será cierto lo que oí anoche en el campamente? Nuestra aldea saqueada... Oh ! No lo quiera Dios! Preferiría mil veces que mi hermano me hubiese olvidado por la que ama! Al menos esta ingratitud no sería la única!... Otra más cruel...  destroza mi corazón! Y ese hombre... ese IVAN.. cómo explicarme?.. (Se queda apoyada en un árbol y pensativa)


ESCENA VI

Catalina y Kalmüff.


DUO

KALMUFF
(Saliendo por el fondo) Ya dejo a mis reclutas
durmiendo en el vivac.

CATALINA
Gran Dics!

(Reparando en él y volviéndole la espalda)

KALMUFF
Eh? Quién es ese
(Reparando e7i Catalina y llamándola)
que allí parado está?
Recluta! (Llamando a Catalina)
CATALINA
(Soy perdida!
a conocerme va!)

KALMUFF
Recluta!

CATALINA
(No hay remedio !)

KALMUFF
Eh ! media vuelta.
March...

(Se acerca y la coge del brazo, volviéndola hacia él. Al verla retrocede sorprendido)

Voto a mi nombre!

CATALINA
(Muy derecha y afectando el aire de un soldado)
(Serenidad!)

KALMUFF
Tal semejanza
no vi jamás.
Es ella. Si. Es la linda
muchacha angelical
que ayer... Oh! no es posible!

CATALINA
(Vacila)

KALMUFF
Ello dirá!

(Se acerca d ella mirándola de hilo en hito)

Recluta!

CATALINA
(Ay Dios !)

KALMUFF
Acércate.
Responde la verdad.

(Piensa cómo interrogarle)

Cuál es tu... la pregunta
ya tiene que estudiar.
Cuál es... cuál es tu nombre?

CATALINA
Miguel.

KALMUFF
Miguel?

CATALINA
Cabal.

KALMUFF
Entonces no eres ella.

CATALINA
De quién queréis hablar?

KALMUFF
De una graciosa cantinerita,
cuyo recuerdo mi mente agita,
cuya hermosura me cautivó,
y a quien mi pecho su fe rindió!
Di si eres tú!

CATALINA
Rara aprensión! (Riendo)

KALMUFF
Esa es su risa.

CATALINA
Pues no soy yo.

KALMUFF
No?

CATALINA
No.
Esa graciosa cantinerita
que a vuestro pecho la paz le quita,
que así trastorna vuestra razón.
y que os inspira tanta pasión,
puedo jurar...

KALMUFF
No mientas, no.

CATALINA
Puedo jurar
que no soy yo.


LOS DOS

KALMUFF
CATALINA
No me convences,
(Riendo para más disimular) No he visto nunca
no,
Que esa es su dulce
voz.
tan singular
error!
Que esos tus ojos
ay!
Puedo juraros,
si!
los suyos son.
que no soy yo!


KALMUFF
(Demonio! Bueno fuera
que yo en la duda,
necio echase piropos
a este granuja )

CATALINA
Eh? qué decís? (Acercándose)

KALMUFF
Que te vayas al diablo! (Enfadado)

CATALINA
Bien! (Corriendo hacia el foro)

KALMUFF
Alto ahí! (Catalina se detiene con despecho)
Ven a beber un trago.

CATALINA
Un trago? Es poco a fe.

KALMUFF
Bebamos dos si quieres. (Admirado)

CATALINA
Lo menos... quiero diez.

KALMUFF
(Cáspita! Pues no es!)

CATALINA
Fumáis? Venga tabaco (Le quita a Kalmüff una pipa que este tiene en la mano)
si es negro cual la pez.

KALMUFF
Aprieta ! Vaya un nene!

CATALINA
Fumemos! (Con la pipa en la boca)

KALMUFF
Bravo!

CATALINA
Bien! (Kalmüff se queda confuso. Catalina aprovecha este momento, y tomando un aire resuello exclama)
Con fuego en la pipa
y al hombro el fusil,
ya pueden llevarme
de Rusia a Pekín.
Arda pues el tabaco,
arda sin fin!
Que el aroma que exhala
me quiero aturdir.
Arda la pipa,
arda sin fin,
y vivan los reclutas
de este país!

KALMUFF
(A fe que el mancebo
no es grano de anís;
buen chasco me ha dado
su rostro infantil)

CATALIN
Arda pues el tabaco!
arda al fin!
Que al aroma que exhala
me quiero aturdir.

KALMUFF
Arda la pipa!

CATALINA
Arda sin fin!

LOS DOS
Que vivan los reclutas
de este país!
Arda sin fin!
arda sin fin!
Y vivan los reclutas
de este país!

(Hablado)

KALMUFF
Mancebo; aunque debiera castigarte por no estar como los demás en el vivac... Te perdono por esta vez en gracia de tu gentileza y buen continente. Vaya, dame esa mano. (Le estrecha la mano) Eres todo un hombre!

CATALINA
Ya se ve que sí.

KALMUFF
Por más que cualquiera se hubiere equivocado como yo al mirar... Qué! si eres un vivo retrato de mi linda cantinera de Viborg!

CATALINA
Calle! Una cantinera de Viborg!

KALMUFF
Sí.

CATALINA
Guapa! de ojos negros.

KALMUFF
Aja!

CATALINA
Que vende aguardiente de Dantzik!

KALMUFF
Justo.

CATALINA
Si es mi hermana!

KALMUFF
Ah torpe! Ya lo comprendo. Este es el hermano tan tímido de quien ella me hablaba!.. Pues me gusta la timidez! Ahora sí que somos amigos!

CATALINA
De veras?

KALMUFF
Ola! No te disgusta? Ya lo creo! Amigo de un sargento...

CATALINA
En efecto. No había reparado...

KALMUFF
De un sargento... que además tiene lleno de oro los bolsillos.

CATALINA
Eh? Será posible!

KALMUFF
Y tan posible! (Con misterio) Anoche me llamó aparte mi coronel, y dándome una bolsa llena de oro y unos papeles... me dijo... para ti.

CATALINA
Calle!., así... como suena.

KALMUFF
Así como suena. Ya ves que generosidad! Pero no es eso todo. Esta mañana me volvió a dar otro bolsillo y me preguntó... Estás pronto! Yo dije... sí, mi coronel, y alargué nuevamente la mano. Pero él repuso. Bien, sigue mis instrucciones... y cuenta para ello con todo el dinero que necesites.

CATALINA
Cosa más singular! Y esos papeles... los habéis leído?

KALMUFF
No. Porque... Como nunca esperé llegar a sargento he descuidado un poco la letra y...

CATALINA
(Riendo a carajadas. Kalmüff ríe también) Comprendo.

KALMUFF
Pero si tú puedes enterarme de su contenido... (Sacándolos)

CATALINA
Vaya! como que leo correctamente.

KALMUFF
Pues toma: (dándoselos) a ver lo que dicen.

CATALINA
Dicen... (Leyendo) (Gratificaciones para el sargento Kalmüff...»

KALMUFF
Toma! eso ya lo sabía yo. Como que las tengo en el bolsillo. Eh? Qué es eso? (Suena un tambor que bate marcha regular y Kalmüff sube hacia el fondo: mientras tanto Catalina examina los papeles y lee para sí)

CATALINA
(Leyendo, en voz baja) Señales que anunciarán la insurrección... sorpresa) No entiendo...

KALMUFF
Vete! El general se acerca! (Desde el fondo)

CATALINA
El general!

KALMUFF
Si, si: marcha y espérame en la cantina que hay junto al rio... Ah! (Se cuadra en el fondo)

CATALINA
(Oh! Sepamos lo que esto significa) (Váse llevándose los papeles)


ESCENA VII

Kalmüff que permanece en el fondo cuadrándose al ver a sus jefes. El General Imaloff viene lentamente y apoyándose en el brazo derecho de IVAN Detrás de ellos el mayor Dalowitz y tres ayudantes: en seguida seis u ocho soldados sin sables ni fusiles.

GENERAL
Así pues, coronel, (Andando y hablando con Iván) espero a S. M. de un momento a otro, aunque ignoro qué camino trae y a qué hora llegará. Pero vos, a quien suele confiar todos sus planes...

IVAN
Si: excepto en esta ocasión. Su Magostad partió ayer de la aldea donde nos hallábamos, sin darme el menor aviso.

GENERAL
No lo extraño. El mensaje que yo le envié era demasiado grave.

IVAN
Ah!

GENERAL
Pero... Francamente, coronel Iván; si no llega hoy mismo el regimiento de tártaros y el de granaderos de Smolenk, mucho me temo que la presencia del Czar aumente lejos de disminuir los peligros que nos cercan.

IVAN
Cómo?

GENERAL
El enemigo está a la vista... y en el campamento se agita una conjuración... Perdonad, luego hablaremos de esto. (Viendo a Kalmüff) Sargento Kalmüff, oíd.

KALMUFF
Mi general!

MAYOR
Veis lo que yo os decía!

(Aparte a Iván, y señalando a Kalmüff, a quien el general da algunas órdenes)

IVAN
(Aparte al Mayor) Os repito que yo respondo de él.

(El general se separa de Kalmüff, y haciendo una seña a Iván y los otros, se va con ellos por la derecha. Kalmüff queda cuadrado y dice al verse solo)

KALMUFF
El general en jefe... que honor! Me promete... cincuenta palos si sus órdenes no son ejecutadas inmediatamente. Vivo! despachad! ( Volviéndose a los soldados que vinieron con el general y que están formando una tienda de campaña) u os doy sobre la marcha... lo que el general me ha prometido.

(Los soldados forman la tienda levantando un gran lienzo que se apoya en el segundo bastidor de la izquierda del público. Este bastidor figura un árbol grande. La tienda se apoya por el fondo en una columna de madera que los soldados colocan , y por la derecha en otras dos. Esta tienda ocupa desde el referido bastidor de la izquierda del público hasta frente de la concha del apuntador. Está abierta al público, cerrada por el fondo y el lado izquierdo, y tiene el derecho una puerta con cortinas El espacio desde la concha del apuntador a los bastidores de la derecha del público queda libre, dejando ver por consiguiente el fondo, etc. En el primero de estos bastidores, hay una garita que da frente a la puerta de la tienda: esta debe ser sumamente fácil de armar y desarmar.


ESCENA VIII

Soldados, Kalmüff , un cabo , dos soldados y Miguel con un fusil al hombro, saliendo por la derecha.

KALMUFF
Por aquí, cabo de escuadra, por aquí.

MIGUEL
(Dios sea conmigo)

KALMUFF
Es preciso colocar estos centinelas... el uno al lado izquierdo de la tienda... el otro en ese espacio... (El cabo se va con los soldados)

MIGUEL
(Viendo que lo dejan solo) Y yo? (Muy alto)

KALMUFF
Silencio! (Volviéndose)

MIGUEL
Ya me callo. (Sosteniendo con trabajo el fusil) (Caramba! Este fusil pesa más que un canon de a treinta y seis)

(De pronto echa a andar hacia el fondo)

KALMUFF
Tú te quedas aquí!

MIGUEL
Yo me quedo? (Soltando el fusil y sentándose en el suelo) pues me alegro muchísimo!

KALMUFF
Arriba!

MIGUEL
Ay! (Levantándose asustado)

KALMUFF
O te mando dar treinta palos.

MIGUEL
Cáspita (Echándose el fusil al hombro), me voy con el cabo de escuadra. (Va a irse)

KALMUFF
(Con imperio) Quieto!

MIGUEL
(Santo Cristo y qué fiera!)

KALMUFF
Voy a colocarte aquí de centinela junto a esta tienda... que el general ha mandado disponer para un oficial superior.

MIGUEL
(Con familiaridad) Bueno. Y quién es ese oficial supe...

KALMUFF
Eso no te importa. (Interrumpiéndole) Al hombro!

MIGUEL
Bien, tiempo hay...

KALMUFF
No hay que replicar! (Con voz de mando) Al hombro.

MIGUEL
Ya lo oigo! (Qué gritos! Pues aunque fuera uno sordo!
(Obedeciendo)

KALMUFF
Y dos pasos al frente.

MIGUEL
A qué frente?

KALMUFF
Hacia mí, torpe.

MIGUEL
Ah! ya! (Los da)

KALMUFF
La consigna es pasear de esta tienda a la garita...

MIGUEL
Eso no es difícil.

KALMUFF
Y de no permitir que nadie permanezca en este sitio. Además... te se prohíbe mirar ahí dentro... (Señala la tienda) Tu deber es estar de centinela y nada más.

MIGUEL
Comprendo.

KALMUFF
Yo mismo vendré después para que seas relevado. Cuenta con olvidar mis órdenes. Seguidme vosotros. (A los soldados que han puesto la tienda y yéndose con ellos)

MIGUEL
De la garita a la tienda... y de la tienda a la garita... y además .. (Mirando al interior de la tienda) se me prohíbe mirar ahí dentro. Pues, señor, solo esto me fallaba. No, miento: lo que me falta es que se arme la batalla y me den un balazo! .. Ay!... Quién me hubiera dicho... Eh? Quién viene hacia aquí? parecen oficiales... A la garita. (Entra en ella)

(Durante esta escena que acaba de terminar, los soldados han formado la tienda y puesto en ella una mesita y un asiento de terciopelo y de forma particular; ponen sobre la mesa una botella y vasos. Miguel se pasea en el espacio que hay de la garita ú la puerta de la tienda)


ESCENA IX

Pedro, Imaloff, Iván, dos Ayudantes que permanecen en el fondo. Pedro entra vivamente en la tienda seguido de Imaloff y de IVAN Viene con un sencillo uniforme abrochado.

PEDRO
Basta, general, basta.

GENERAL
Perdone V. M. si a1 verle llegar solo y con ese uniforme de capitán, no le reconocí desde luego.

PEDRO
Eso precisamente es lo que yo deseaba. Pero no es a vos solo a quien quiero sorprender; así pues, general, para vos, como para lodo el mundo, no soy más que el capitán Pedro Micheloff que viene a anunciaros que el ejército de Suecia...

GENERAL
Se retira?

PEDRO
Debe al rayar el día caer sobre nuestras tropas que, serán envueltas y derrotadas si Dios no las protege.

GENERAL
Qué oigo!

IVAN
(Como puede saber..) Señor, esas noticias...

PEDRO
Las he adquirido yo mismo, Iván, porque vengo del campo enemigo, en donde he podido penetrar disfrazado.

GENERAL
Cómo, señor, exponeros así...

PEDRO
En cuanto a ese espíritu de rebelión que se manifiesta en vuestros soldados y que os ha hecho invocar aquí mi presencia... nada temáis. Los tártaros y los granaderos de Smolenk llegarán a tiempo, si como os envié a decir les habéis dado aviso.

GENERAL
Esta mañana envié un ayudante de campo...

IVAN
(Que es de los nuestros y no ha obedecido la orden)

PEDRO
Tomad: (Dándole unos papeles) cumplid estas instrucciones; de la prontitud en su ejecución depende nuestra victoria ó nuestra derrota. Os conozco bien, general, y sé que puedo confiaros esta comisión.

GENERAL
Ah señor! Mi vida es de V. M.

PEDRO
No os detengáis. (Pausa. La noche empieza a venir. El general saluda y se va. Pedro se sienta pensativo)

IVAN
(Aparte observando a Pedro) Es preciso inutilizar su energía ó somos perdidos sin remedio! (Alto a Pedro y con respeto) Si queréis estar solo... (Miguel continúa en la garita)

PEDRO
No, Iván , quédate. La fatiga del día... Los recuerdos que desde ayer me asaltan a mi pesar... Oh! no: yo no debo pensar más en ella! Es una locura... un... (Haciendo un esfuerzo sobre si) Iván, sírveme de beber; bebamos juntos como hace algún tiempo, cuando éramos más jóvenes, más alegres!.. Cuando nada inquietaba nuestras almas , ni nuestra razón.

IVAN
Señor...

PEDRO
(Con fuerza) Llena los vasos!., (quiero dominar mis ideas!., quiero... quiero enviar al diablo, hasta que llegue el momento de la batalla, todo cuanto pueda atormentarme,

IVAN
Obedezco. (Le sirve de beber)


ESCENA X

Dichos, Catalina por el primer bastidor de la derecha del público trayendo en la mano los papeles que le dio Kalmüff.

CATALINA
(Aparte) Ah! qué horrible trama! Y qué hacer? Esos hombres cuentan con casi todo el ejército. A quién dirigirme que no sea un conjurado y me haga pagar con la vida mi indiscreción?.. El Czar está perdido, no hay duda. Estos papeles hablan de dos regimientos que le son fieles , que están muy cerca de aquí, y a los cuales temen los conspiradores.

MIGUEL
Jee! Arriba ó abajo. (A Catalina, sin conocerla)

CATALINA
Cómo?

MIGUEL
No se permite pararse en este sitio...

CATALINA
Cielos! Esa voz...

MIGUEL
No me habéis oído? Tenéis gusto de que me den treinta palos por culpa vuestra? Cáspita, que se acerca! (Catalina se acerca) Atrás! atrás, ó... (Calando bayoneta) Cielos! (La reconoce y deja el fusil)

CATALINA
Miguel! (Asombrada)

MIGUEL
Catalina, tú aquí, con ese traje... Oh! pobre hermanita! Yo lo comprendo todo. Has venido en mi lugar!

CATALINA
Pero tú...

MIGUEL
Yo he sido hecho prisionero. La aldea ha sido saqueada... y Berta , yo no sé lo que ha sido de ella. No la he vuelto a ver.

CATALINA
Dios mío!

MIGUEL
En él entre tanto, heme aquí de centinela, sin esperanza de verme libre; sin que...

CATALINA
Oh! qué idea!

MIGUEL
Cuál?

CATALINA
(Reflexionando) Un servicio semejante seria recompensado con su libertad.

MIGUEL
Eh? qué?

CATALINA
(Vivamente) Miguel, tú sabes correr con una ligereza increíble.

MIGUEL
Si, es en lo que confío cuando empiece la batalla.

CATALINA
(Vivamente) Pues bien: vas a ir inmediatamente a una legua de aquí, a la aldea de Lausat, en donde hay dos regimientos rusos.

MIGUEL
Cómo?

CATALINA
Busca a sus jefes y diles que si no están en el campamento al amanecer , el Czar es perdido sin remedio.

MIGUEL
Pero...

CATALINA
Toma: estos papeles harán que te den completo crédito. Corre: en ello va además tu libertad.

MIGUEL
Bien, bien: pero cómo dejo mi puesto?...

CATALINA
Yo quedo en él; dame tu fusil.

MIGUEL
Señor, qué significa... quieres explicarme...

CATALINA
Después... apresúrate por Dios; y sobre todo que nadie te vea partir y que guardes cuidadosamente esos papeles.

MIGUEL
Voy al punto.

CATALINA
Yo te espero aquí en el campamento. Corre!

MIGUEL
Si: más que un galgo. (Váse)

CATALINA
Ah! quiera Dios que llegue a tiempo.

(Catalina se coloca de centinela en la garita. La luz de la luna inunda el valle)

PEDRO
(En la tienda y bebiendo) A nuestra vida pasada. A nuestros días de amor y de libertad! (Iván lo mira, y lejos de continuar bebiendo , vierte en el suelo el vino sin que Pedro lo note)

IVAN
(Ah! qué idea!) Veo que aun apurárnoslas botellas como entonces! Por mi nombre! por qué fueron tan breves aquellos años de placer?

PEDRO
Porque la juventud es corta, Iván, (Bebiendo)

IVAN
Si: excepto cuando el corazón no envejece. (Risas dentro)

PEDRO
No escuchas! (Levantándose)

(Un grupo de cantineras sale por el fondo con la que apareció en las escenas anteriores, han se asoma levantando la cortina que hay a la puerta de la tienda)

IVAN
Son nuestras cantineras que se retiran a descansar.

CATALINA
(A sus compañeras) Mirad qué tienda tan adornada! Pues hace poco no estaba aquí.

IVAN
(En la puerta, teniendo la cortina; pero con la cabeza vuelta hacia Pedro) Os acordáis de aquel banquete en el campamento de Moscú?

PEDRO
Si: por vida mía!

CANTINERA
(Acercándose a la tienda con las demás cantineras) Desean los señores oficiales un vaso de rom?

IVAN
Graciosa muchacha!

CANTINERA
De veras! pues comprad (Entrando en la tienda con todas las demás) bizcochos y licores... hacednos la merced...

PEDRO
(Alegre) Enhorabuena.

IVAN
Si: servidnos de lo mejor.

CANTINERA
Al instante, señor oficial. (Sirven de beber)

IVAN
Oh! llenad los vasos , y puesto que habéis entrado en la tienda, bebed con nosotros... (Mirando a Pedro) si el capitán lo permite.

PEDRO
(Animándose) Dices bien.

CANTINERA
Con mucho gusto.

IVAN
Bravo! Ea muchachas... (Brindando) a la salud del capitán!

TODAS
(Brindando y con animación) A la salud del capitán.

PEDRO
(Alegre) Gracias, muchachas.

CATALINA
(Paseando con el fútil al hombro en el espacio que hay entre la tienda y la puerta) Qué pasa en esa tienda? (Se acerca con precaución para no ser vista) Si yo pudiera ver sin que lo notaran...

IVAN
(Su razón comienza a extraviarse)

PEDRO
Qué os detiene? Bebed. (A las cantineras)

CATALINA
(Mirando por entre las cortinas y exclamando aparte: con gran sorpresa) Cielos !.. ese hombre.... si , no me engaño! es él!... Pedro! Pedro con uniforme de oficial! Qué significa esto, Dios mío? Iván está a su lado! Ah! ya no me queda duda!., me engañaba!.. Solo quiso burlarse de mí! (Risotadas de las cantineras)

IVAN
A beber! (Todos brindan)

PEDRO
A beber.

CATALINA
Y esa fiesta, esas mujeres... (Quiere entrar) Oh! (Deteniéndose) Yo estoy loca ; me rechazaría de su lado! se reirán de mi dolor! Ay! las fuerzas me abandonan! (Se apoya contra la garita)


COPLAS BAQUICAS

PEDRO
(Ya aturdido por el licor)
Mirad cómo chispea (Con el vaso en la mano)
la espuma del licor,
cuál rojo centellea
su límpido color!
En tanto la batalla
no alumbre el nuevo sol,
graciosas cantineras,
bebamos sin temor.
Llenad de rom el vaso!
Llenadlo , vive Dios!

(Le sirven de beber y exclama levantando el vaso)

Rom,
hasta que zumbe el canon!
Bien!
Venga ginebra también!
Bien!
Que la ginebra y el rom
son , vive Dios!
nuestra delicia mayor! (Bebe)

IVAN Y CANTINERAS
(Chocando los vasos y moviendo la cabeza a compás)
Rom,
hasta que zumbe el canon!
Bien!
Venga ginebra también!
Bien!
Que la ginebra y el rom
son,
nuestra delicia mayor! (Beben)

CATALINA
(Aparte) Ah! me ahogan los celos y el despecho. (Hablado)


2ª COPLA

PEDRO
(Mas embriagado)
El vaso ya se apura,
ya suena en derredor
de amor y de locura
el canto seductor.
Hermosa está la noche!
Alegre el corazón!
Graciosas cantineras,
bebamos sin temor! (Como antes)

¡Llenad de rom los vasos!
Llenadlos, vive Dios!

Rom,
hasta que zumbe el cañón!
Bien!
Venga ginebra también!
Bien!
Que la ginebra y el rom
son , vive Dios!
nuestra delicia mayor.

(Iván y cantineras repiten como antes. Cesa la música)

(Hablado)

PEDRO
(Cayendo en el sillón) Iván! un bolsillo de oro a estas lindas muchachas.

CANTINERAS
Un bolsillo de oro!

IVAN
Tened! y retiraos. (En voz baja)

CANTINERAS
Si, si, os dejamos: (hasta mañana, señores míos: ya volveremos por aquí. (Pedro deja caer la cabeza sobre la mesa)

CATALINA
Oh! (Entrándose en la garita)

CANTINERAS
(Ya fuera de la tienda y a sus compañeras) Qué generosos! Si pagan siempre lo mismo, bien se les puede servir de balde! (Se van)


ESCENA XI

Pedro, Iván, Catalina. Una larga pausa. Música piano en la orquesta. A los primeros compases Iván contempla a Pedro aletargado. Catalina en la garita. Después de los compases de orquesta empieza el siguiente.

(Cantado)

IVAN
(Durmiendo está... no hay duda.
Al fin la embriaguez
sus párpados cerró.

PEDRO
Muchachas, a beber! (Soñando)

IVAN
(Observándole) Sueña.

PEDRO
A beber!

IVAN
(Escuchando)
Silencio reina en torno.
Le tengo en mi poder!
Propicio es el momento.
Qué haré?

PEDRO
Brindad... (Soñando)

IVAN
Qué haré?

PEDRO
(Soñando)
El vaso ya se apura! (han lo mira)
Ya suena en derredor
de amor y de locura
el canto seductor.

CATALINA
En vano su impaciencia

(Saliendo de la garita, sin el fusil)

reprime el corazón!

IVAN
Aquí su airada suerte
le entrega a mi rencor. (Mirándolo. Pausa)

DENTRO
(La voz de un centinela) Alerta!

OTRA
(Más lejana) Alerta!

(Iván aplica el oído con cierto recelo, y también Catalina, que en seguida se acerca a la tienda y mira por las cortinas como antes. Sigue la orquesta)

CATALINA
Reposa. (Mirando)

IVAN
Estamos solos.
Por qué dudar , por qué?
El golpe que anhelaba
seguro puede ser.

CATALINA
Qué dice? (Mirando)
IVAN
Mis parciales
acaso cerca estén.
Valor, venganza!

CATALINA
Cielos! (Sobresaltada)

IVAN
Y muera en fin!

(Sacando el puñal, y levantándole contra Pedro)

CATALINA
Ah! (Da un grito y corre a la garita)

IVAN
Quién!

(Al grito sale sobresaltado a la puerta de la tienda y mira a todos lados con pavor)

PEDRO
(Soñando) Hermosa está la noche,
alegre el corazón!

IVAN
Oh terror! (Inmóvil a la puerta)

PEDRO
Graciosas cantineras,
bebamos sin temor! (Soñando)

A DOS


IVAN
CATALINA
(Inmóvil a la puerta) Oh terror!
(En la garita) Qué traición!

DENTRO
(Una voz de centinela) Alerta! (Otra más lejos) Alerta!

KALMUFF
Alerta , vive Dios. (Apareciendo al frente de una patrulla. En este momento Catalina, arma al brazo, sale de la garita y se queda de centinela junto a ella)

IVAN
Ah! (Al ver a Catalina , a quien cree un soldado, se va corriendo por el fondo derecha del público y como concibiendo otra idea. Kalmüff desaparece con la patrulla. Música en la orquesta)


ESCENA XII

Pedro, Catalina. Después Kalmüff y la patrulla. Catalina mira desde la garita con ansiedad, han se aleja. al verse sola deja el fusil, mirando por donde se fue han: después se acerca a la puerta de la tienda y mira por entre las cortinas. Pedro comienza a volver de su letargo.

CATALINA
Partió!.. Ah! corramos!.. (Mira por entre las cortinas)
Gracias , Dios mío , se ha salvado.


(Cantado)

KALMUFF
(Dentro ) Alerta, que la ronda
vigila por do quier.
Alerta, centinela
tu puesto guarda fiel.

CATALINA
(Sola) Inmóvil a esta puerta
yo he de velar por él.

KALMUFF
(Saliendo con la patrulla)
Alerta, que la ronda
vigila por do quier.
Alerta, centinela
tu puesto guarda fiel.

CATALINA
(Aparte) Yo he de velar por él.
Kalmüff. Guarda fiel!
Guarda fiel! (Cesa la música)

(Kalmüff, se dirige hacia la garita. Catalina no hace atención a la patrulla. Kalmüff se para de pronto a corta distancia de la garita)

KALMUFF
Centinela! (Pausa) Se ha dormido? centi... eli? qué es esto. (Mirando la garita) No está y ha abandonado el fusil!.. (Repara en Catalina) Calle! no solo quebranta la consigna sino que espía lo que pasa en esa tienda! He! (Coge del brazo a Catalina)

CATALINA
Dejadme!

KALMUFF
Cómo, perillán! eras tú? y el centinela que yo antes dejé?

CATALINA
Estoy llenando su puesto.

KALMUFF
Su puesto, ven arrestado!

CATALINA
No me alejaré de este sitio. (Sin querer separarse de la puerta de la tienda)

KALMUFF
Insolente!

CATALINA
Oh!., dejadme! Yo os lo ruego... yo os contaré...

KALMUFF
Sígueme! repito!

CATALINA
Mil veces no.

KALMUFF
Así faltas a la disciplina?

CATALINA
Eh? qué me importa!

KALMUFF
Sabes que te expones a un terrible castigo! Ven! (Impaciente y cogiéndole del brazo)

CATALINA
(Resistiendo) No, no.

KALMUFF
Lo veremos. (Luchando con ella)

CATALINA
Vive el cielo! soltad! (Le da un bofetón)

KALMUFF
Oh!

CABO
Qué has hecho, desdichado?

CATALINA(A Pedro, lanzándose dentro de la tienda, Kalmüff y el cabo entran detrás de ella) Salvadme!

KALMUFF
Un capitán? Justicia, mi capitán!

CATALINA
Protegedme.

PEDRO
(Embriagado y aturdido) Qué! Idos de aquí: por qué venís a impacientarme?

KALMUFF
Ese soldado ha abandonado su puesto y ha hecho resistencia contra mí, su sargento, dándome un bofetón!

PEDRO
Pues bien: que se cumpla la ordenanza, dejadme.

CATALINA
Escuchad! (A Pedro)

PEDRO
(Impaciente). Idos.

KALMUFF
Es que la ordenanza lo manda fusilar.

PEDRO
Cumplidla pues!

CATALINA
Cielos! No, no, soltad! (Al cabo, que quiere llevársela) Oh! Dios mío, haz que mi acento penetre en su corazón!

KALMUFF
Voto a!.. Casi me arrepiento...

CATALINA
Pedro!.. Pedro!.. (Echándose a sus pies y queriendo que Pedro la reconozca)

KALMUFF
Qué hace?

CATALINA
Mírame bien! reconoce mis facciones, soy yo!

KALMUFF
Cómo! (Sorprendido)

PEDRO
(Aturdido por la embriaguez y mirándola vagamente) Tú, no te conozco, obedeced. (Impaciente a Kalmüff)

CATALINA
Ah! la embriaguez no le permite verme, oírme! (Con indignación)

CABO
(Cogiéndole del brazo ) Venid.

CATALINA
(Aun de rodillas) Y deja que me arranquen de su lado!... pues bien, Pedro! adiós! pero no olvides que eres tú quien pronuncias mi sentencia de muerte!

CABO
Partamos. (Se la llevan el cabo y los soldados)

CATALINA
Pedro, yo te perdono! (Desde la puerta. Se van)


ESCENA XIII

Pedro, Kalmüff. A las últimas palabras pronunciadas por Catalina, Pedro alza la cabeza con la energía propia de momento tan supremo, mira a Catalina y da un grito.

PEDRO
Ah!!! (Música en la orquesta)

KALMUFF
Qué palidez! Cielos! yo conozco a este hombre! (Pedro se lleva la ruano a la frente y procura reunir sus ideas. La conmoción violenta que acaba de experimentar no ha hecho desaparecer todavía la embriaguez. Hay en él un momento de lucha entre la embriaguez y la razón. Kalmüff le observa con asombro. Por fin Pedro domina su letargo y exclama extendiendo los brazos)

PEDRO
Deteneos!! (Lanzándose fuera de la tienda)

KALMUFF
Qué queréis decir, capitán?

PEDRO
Esa semejanza, esa voz! sus últimas palabras! Ah! dónde está?

KALMUFF
De quién habláis!

PEDRO
(Con gran agitación y como fuera de sí) De ese soldado! yo quiero verle, yo quiero interrogarle, yo le perdono. Corre! su vida! pronto su vida!

KALMUFF
Ah! si, si: yo también lo quiero salvar. (Se va corriendo)


ESCENA XIV

Pedro solo y coordinando sus ideas.

(Cantado)

PEDRO
Aquel semblante!
aquella voz!
aquel doliente
severo adiós!
es ella! es ella!
mi dulce amor
la que a la muerte
condeno yo!
Sombra adorada mía,
fantasma seductor,
de este delirio sálvame,
consuela mi dolor!

SOLDADO
(Dentro)
Al arma! al arma!
sin dilación,
muera el tirano
emperador.

PEDRO
Sombra adorada mía,

(Sin prestar su atención a las amenazas que suenan dentro)

consuela mi dolor!

SOLDADO
(Dentro)
Muera el tirano
emperador.
(Voces de muera) que se prolongan y repiten a lo lejos por diversos lados)


ESCENA XIV

Pedro, Kalmüff seguido de los soldados de la patrulla sale precipitadamente.

KALMUFF
Levantad al punto esta tienda! (Los soldados quitan la tienda prontamente) Mi capitán, no sabéis? el campamento está insurreccionado!

PEDRO
(Pensando solo en Catalina) Habla! Ese soldado, habla pronto! Qué ha sido de él?

KALMUFF
Logré alcanzarlo ahí cerca, junto a esa orilla! pero en el momento en que yo gritaba al cabo deteneos! ese joven, queriendo salvar su vida, se lanzó al rio nadando con todas sus fuerzas hacia la ribera opuesta!

PEDRO
Y así le habéis dejado escapar?

KALMUFF
Yo, (Si supiera que esos imbéciles dispararon sobre él!) (Mueras dentro) Pero no escucháis? las tropas corren mezcladas en tropel por todas partes; quieren pasarse al enemigo! Quieren quitar la vida al Czar.

PEDRO
Pues bien, aquí me tienen. (Con energía)

KALMUFF
(Sorprendido y cayendo de rodillas) El Czar! Ah señor!

PEDRO
Levanta.

KALMUFF
Salvaos, señor, huid! dejadme aquí solo para morir impidiendo el paso a vuestros enemigos!

PEDRO
No; Pedro no huye jamás!

KALMUFF
(Levantándose) Pues luchemos, vive Dios! Yo tampoco temo a la muerte! (Música dentro y coro)

SOLDADOS
Muera el tirano! muera!

PEDRO
Son ellos!

KALMUFF
Venderemos caras nuestras vidas. (Desnuda su espada y se pone delante de Pedro)


ESCENA XV

Dichos: Dalowitz a la cabeza de soldados de diferentes armas, que salen en confuso tropel y con aire amenazador.

SOLDADOS
Muera!
sucumba a nuestro altivo
ciego furor.
Muera!
que muera ese tirano
Emperador.
El Czar! el Czar! el Czar!
sucumba sin tardar!
Do quiera que se esconda
le habremos de encontrar.

KALMUFF
Atrás, al soberano
amigo, respetad.

SOLDADOS
(A Kalmüff) En dónde el Czar se oculta!
decidlo sin tardar.

KALMUFF
Partió del campamento.

PEDRO
Aquí presente está. (Presentándose)

(Todos retroceden a su vista, se adelanta dos pasos, se abre el uniforme y presenta el pecho)

Herid: herid, cobardes!

(Los amotinados vacilan)

IVAN
(Viniendo por el fondo izquierdo) Perezca pues!

PEDRO
Iván! (Con horror y sorpresa)

IVAN
Sí, yo mismo. (Se oyen tambores dentro tocando marcha)
Compañeros,
no haya miedo, nuestro es.
Escucháis? El rey de Suecia
ya nos viene a proteger. (Los saldados se animan
de nuevo contra Pedro)

PEDRO
Oh! baldón!

IVAN
Estáis rendido!

KALMUFF
(Que mira a la montaña) No! temblad a vuestra vez!
Esas tropas son los bravos
granaderos de Smolken!!

ÍVAN
Maldición! (Huye)

SOLDADOS
(Cayendo todos de rodillos delante de Pedro)
Piedad! piedad!
Piedad, señor, tened!

(En este momento sale por le montaña de la izquierda el regimiento de granaderos con su música al frente, y bandera)

PEDRO
Soldados, con la sangré
se lava el deshonor!
vertedla combatiendo;
venid, la hora llegó.
El precio es la victoria.
El premio mi perdón.

(Todos se levantan agitando en alto sus armas, donde algunos han puesto sus morriones y gorras)

CORO
(Con entusiasmo) Por ti combatiremos
con gloria y con honor!!

(En este momento aparece por la montaña de la derecha del público el regimiento de Tártaros con la música al frente y por el fondo abajo, en columna cerrada y con bandera, todos los recluías y demás soldados que había en el campamento, y que avanzan hasta dar frente al público, en medio de la escena)

PEDRO
(Con entusiasmo) Rompa la metralla!
zumbe ya el canon!
pronto a la batalla!
pronto , con valor!

PEDRO y KALMUFF
Hurra, mis soldados!
Hurra! con valor!

PEDRO y SOLDADOS
Nuestra es la victoria!
nuestro el galardón!

(Pedro coge una bandera y exclama con todos, al mismo tiempo que tocan las músicas y cajas de los regimientos)

TODOS
Rompa la metralla!
zumbe ya el canon!
pronto a la batalla!
pronto, con valor!
Hurra!! (Grito general)

(A este grito, que dan a un tiempo todos los que están en la escena, Pedro tremolando la bandera corre hacía el fondo, y todos le siguen en tropel agitando también en alto sus armas y estandartes. Cae el telón)


FIN DEL ACTO SEGUNDO


ACTO TERCERO

El teatro representa la misma decoración que en el primer acto, pero bajo un aspecto diferente. La nieve cúbrelos campos del golfo y las cabañas. Por do quiera se ven los estragos que causó el incendio del primer acto, estragos que han arruinado gran parle de la casita de Catalina, de la capilla y aun de algunas cabañas, ele. Debe resultar un gran contraste entre lo alegre y pintoresco de esta decoración en el acto primero y el aspecto sombrío y triste que ahora debe tener.


ESCENA PRIMERA

Al levantarse el telón la escena está sola: se supone que empieza a venir el día. La nieve cae con abundancia. Los primeros términos del escenario están aun oscuros, y la claridad del alba da en el fondo sobre el golfo, que está helado completamente. Cuadro de soledad y melancolía. La orquesta toca durante algunos momentos una música adecuada al objeto. Después de varios compases se oyen dentro campanas, que a compás dan pausadamente algunos toques.

DENTRO
(Coro de Aldeanas)
El toque del alba
sonando está,

(Sonido de campana)

ALDEANOS
Oíd.
(Sonido de campana)

ALDEANAS
Despertad.

CORO DENTRO
(De Aldeanos y Aldeanas)
El toque del alba
sonando está.

(Se van abriendo sucesivamente varias ventanas y postigos de las cabañas, y apareciendo en ellas las aldeanas, que miran en derredor observando el tiempo que hace. La nieve sigue cayendo)

ALDEANAS
Qué triste mañana!
qué oscura, qué fría!
Cuál cubre la niebla
los rayos del día.
Nevando está;
no salgas, no,
mi jornalero,
a tu labor.

(Toque de campanas. La nieve cesa de caer)

ALDEANAS
No, no, no.
Y aunque del alba el toque
oigas, mi bien , sonar,
no dejes hoy tu lecho,
no dejes hoy tu hogar.

(Campanas tocando el alba)

JORNALEROS
(Dentro) Del alba el toque
sonando está.

ALDEANAS
Guarda tu lecho,
guarda tu hogar.

(A un tiempo)

(Campanas tocando al alba, Aldeanas y Jornaleros dentro)

ALDEANAS
Toquen, toquen al alba,
puesto que el alba es ya;
pero mi jornalero
á su labor no irá.

JORNALEROS
(Dentro)
Aunque toquen al alba,
pues que nevando está,
no dejaré mi lecho,
no dejaré mi hogar.
No dejaré mi lecho!...

ALDEANAS
(Entrando y cerrando las ventanas)

No dejes tu hogar.

Las aldeanas desaparecen de las ventanas, que vuelven a quedar cerradas)


ESCENA II

Berta, saliendo de la casita de Catalina y bajando tristemente la escalera.

BERTA
Vana esperanza! apenas amanece vengo a ver si le hallo, si ha vuelto! Ay!... No hay duda! Ni Miguel ni Catalina existen ya... y yo no tardaré mucho en morirme de pena. Pobre de mí! Hace cuatro días tan alegre, tan dichosa, y hoy... sola, triste, entre estas ruinas. Ay! (Suspirando y sentándose sobre una piedra) Nunca me podré consolar!...

(Música)


DUO

BERTA
Pasó la noche
y el alma mía
nacer ve triste
la luz del día.
Mi dulce bien
no vuelve, no.
Para siempre, ay de mí
perdí mi amor.
(Suspirando) Ah, ah, ah, ah,
ah, ah, ah, ah,
para siempre, ay de mí!
perdí mi amor!

MIGUEL
(De uniforme, ha salido un poco antes por el fondo y canta mirando a Berta)
Dulce paloma ,
del alma mía...

BERTA
(Levantándose) Oh!...

MIGUEL
No en vano esperas

(Berta mira a un lado y otro sin ver a Miguel)

la luz del día,
tu dulce bien
al fin volvió!

BERTA
(Viéndole) Oh Dios!

MIGUEL
Tiritando aquí está
de frió y de amor.

(Berta corre a abrazarle)

BERTA y MIGUEL
El es, mi amor.
Si, sí, soy yo.

LOS DOS
(Abrazados) Ah, ah, ah, ah,
ah, ah,
ah, ah, ah, ah,
ah, ah.

BERTA
MIGUEL
Ah, sí, no hay duda, es él
Sí, yo soy tu Miguel,
es él, mi amor.
tu dulce amor.

BERTA
Dime pronto, bien mío,
qué fue de ti.

MIGUEL
Preso por los cosacos
soldado fui.

BERTA
Y cómo estando preso
pudiste volver?

MIGUEL
Diciendo... ahí queda eso,
y echando a correr.

BERTA
Ay, mal haya la guerra!

MIGUEL
Mal haya, amen.

Amar a nuestro prójimo
nos manda la doctrina,
y al prójimo en la guerra
le dan contra una esquina;
y grandes y pequeños
resuelven la cuestión
rompiéndose el bautismo
sin más explicación.

Qué gestos! qué palizas!
qué horrible confusión!

Cintarazos aquí y acullá.
Pin, pan. (Gesto de dar sablazos)
Cien descargas tirando al montón.
Pataplon!... (Id. de disparar el fusil)
De tambores el toque marcial.
Raaan. (Redoblando)
y el estruendo del ronco cañón.
Bon, bon, bon! (Fuerte)

BERTA
(Asustada) Ay!

MIGUEL
Mas al cabo ya estoy junto a ti.
Tirirí!
Viva, viva mi Berta , mi amor.
Tiriró.
Tirirí, tirirí, tirirí, tirirí. (Bailando)
Yo me quiero de viejo morir.
Tirirí.
Que otro exponga el pellejo por mí

LOS DOS
(A un tiempo, haciendo los mismos ademanes)

BERTA
Que se den cintarazos allá,
pin , pan!
y hagan fuego tirando al montón,
pataplon!
y que suene el redoble marcial
raan!
y el estruendo del ronco cañón,
bon, boom!
Tú, mi bien, no te apartes de mí,
Tirirí!..
Viva, viva la paz y el amor.
Tiriró!..
Tirirí, tirirí,
tirirí, tirirí, tirirí,
tirirí, tirirí.

MIGUEL
Cintarazos aquí y acullá.
Pin, pan.
Cien descargas tirando al monto n.
Pataplon!
De tambores el toque marcial,
raan!
Y el estruendo del ronco cañón,
bon, bon, bon!...
Mas al cabo ya estoy junto a ti.
Tirirí.
Viva, viva , mi Berta , mi amor!
Tiriró.
Yo me quiero de viejo morir.
Tirirí.
Que otro exponga el pellejo por mí.
Tirirí.

(Bailando con Berta. Cesa la música)

BERTA
Dios mío ! Yo estoy loca de alegría. Tú aquí sano y salvo!

MIGUEL
Cabal: ves? sin un rasguñón. La cabeza, los brazos en fin, vuelvo completo.

BERTA
Qué placer!

MIGUEL
Dime... y a ti no te llevaron los cosacos? (Con recelo)

BERTA
Ay! qué poco faltó!

MIGUEL
Pero faltó, eh? (Vivamente)

BERTA
Si: yo me escondí en un rincón de la ermita, y allí sin chistar...

MIGUEL
Tomó iglesia!... Ay! ya respiro!

BERTA
Mas a todo esto, qué es de tu hermana Catalina? También ella ha desaparecido de la aldea.

MIGUEL
Mi hermana? Si tú supieras lo que... (Suenan a lo lejos disparos de cañón) Ay! San Garalamplo! (Temblando)

BERTA
Cielos! Son disparos de cañón!

MIGUEL
Si son... son... son... (Balbuciente)

BERTA
Qué tropel de caballos! (Mirando hacia dentro)

MIGUEL
Adiós! Me van a fusilar corno desertor! (De pronto, quitándose el sombrero, la casaca, la chupa, etc., y tirándolos a un lado)

BERTA
Qué haces?

MIGUEL
Si me ven en este traje, soy perdido. (Paseándose agitado y quitándose la ropa)

BERTA
Y se desnuda! Oh qué rubor! (Tapándose la cara con las manos)

MIGUEL
Berta! (En mangas de camisa y tiritando)

BERTA
Que te vas a helar!

MIGUEL
(Abrazándola) abrígame tú.... eh?.... abrígame tú!

BERTA
Así no podemos estar.

MIGUEL
Al contrario , así estoy muy bien.

BERTA
Ya oigo el galopar de los caballos: si nos sorprenden de este modo! si ven este traje por el suelo... (Cañoneo dentro)

MIGUEL
Si, si, huyamos! (Se separan) Cáspita! me voy a quedar tieso!

BERTA
Ponte el uniforme. (Coge la levita y se la da a Miguel)

MIGUEL
No tengo otro medio mientras cambio de tra... (Metiendo un brazo por una manga y temblando)

BERTA
Qué veo! Soldados!

MIGUEL
(Aturdido, mete vivamente el otro brazo en la otra manga: la levita se queda al revés, con la espalda por delante) Soldados! (Levantando los brazos al cielo) Cielos, salvadme

BERTA
Ven, corramos! (Echan a huir por la izquierda del público. Cesa el cañoneo)


ESCENA III

Pedro, que sale vivamente por el fondo seguido de Imaloff, ambos con el traje del segundo acto. Kalmüff y dos oficiales, que se quedan en el fondo.

PEDRO
(En medio de la escena y exclamando con alegre expansión)
Ah! heme al fin aquí!

IMALOFF
Después de un día entero de combate y de haber arrollado al enemigo.

PEDRO
Sus dispersos batallones huyen aun por esos desfiladeros.

IMALOFF
Cara nos han vendido la victoria.

PEDRO
Sí, pero mis soldados morían venciendo. (Con entusiasmo)
IMALOFF
V. M. necesitará tomar algún reposo.

PEDRO
No. (Mirando a la casita de Catalina) Mi jornada no ha concluido aún.

IMALOFF
Doy aviso a la escolta para ponernos de nuevo en camino?

PEDRO
Manda hacer una batida por estos contornos; que los soldados enemigos sean perseguidos sin tregua en su retirada. Yo emprenderé la marcha cuando aclare más el día. (Imaloff saluda y se dirige al fondo , donde da órdenes a Kalmüff. Pedro mientras fija sus miradas en la casita) Ah! corramos ahora... No sé qué presentimiento sombrío... Catalina: sepa yo de una vez si mi delirio me engañaba. (Entra vivamente en la casita)
IMALOFF
(Dando un papel a Kalmüff) He aquí, sargento Kalmüff, el número de reclutas que deberéis incorporar a cada regimiento.

KALMUFF
(Tomando el papel) Está bien, mi general.

IMALOFF
(Dirigiéndose al fondo, y viendo que Kalmüff no le sigue) Qué es eso , no venís?

KALMUFF
Perdonad , mi general ; pero en esta aldea me dejé el otro día un pedazo de mi corazón y quiero ver si lo encuentro.

IMALOFF
Qué significa?.. (Con severidad)

KALMUFF
Y además... como el Czar está ahí... no quisiera perder esta ocasión de recordarle... que me habéis recomendado a él para el grado inmediato.

IMALOFF
Bien. S. M. ha entrado en esa cabaña, sin duda para descansar de la jornada. Esperadle aquí.

KALMUFF
Es que... Si vos os marcháis... diablo! El Czar impone tal respeto... aun me parece ver sus ojos de tigre brillar en el combate.

IMALOFF
Nada temáis. Ahora está de buen humor.

KALMUFF
De buen humor? Bravo!

IMALOFF
Aprovechad el momento. Adiós. (Se va)

KALMUFF
(Solo) Animo pues. Con mi grado de oficial y la mano de mi bella Cantinera, ya nada tendré que desear en este mundo.

(Se dirige hacia la escalera: antes de llegar a ella, Pedro aparece en la puerta de la casita profundamente conmovido, Kalmüff se cuadra manteniéndose a distancia y dice:)

KALMUFF
El Czar!

(Pedro a la puerta de la casita)

PEDRO
Nadie! solo ruinas! señales de devastación! Ah! no hay esperanza! (Baja y se apoya abatido sobre la barandilla de la escalera)

KALMUFF
Señor... (Siempre en la misma actitud)

PEDRO
Quién es? (Incorporándose) Quién llega a hablarme sin mi licencia? (Bajando al proscenio)

KALMUFF
Presente. (Cuadrado) (Por fortuna el general dice que está de buen humor)

PEDRO
(Bruscamente) Quién eres tú?

KALMUFF
Soy... yo, señor.

PEDRO
(Con viveza) Cómo?

KALMUFF
Es decir, el sargento que el general Imaloff ha recomendado a V. M., y que anoche...

PEDRO
(Acercándose a él) Si , anoche te pusiste a mi lado para defenderme.

KALMUFF
(Me reconoció!)

PEDRO
Qué quieres? (Con impaciencia)

KALMUFF
Señor... lo que quiere todo soldado que se ha batido bien.

PEDRO
Eh! yo me he batido como tú... (Impaciente)

KALMUFF
(En el mismo tono que Pedro) (Si, pero él pasó ya de sargento)

PEDRO
Vete.

KALMUFF
V. M. dice...

PEDRO
Eh! ( Volviéndose)

KALMUFF
Obedezco. (Yéndose muy despacio) (Se me figura que la entrevista ha sido poco fecunda)

PEDRO
Oh! Espera. (Asaltado de una idea)

KALMUFF
Presente.

PEDRO
Acércate.

KALMUFF
(Ya soy oficial!) (Con alegría)

PEDRO
Anoche... antes que la insurrección estallara , yo te vi en mi tienda, no es cierto? (Examinándole)

KALMUFF
Cierto, señor.

PEDRO
(El es)

KALMUFF
(Se acuerda del lance del recluta! mejor! eso le prueba que sé mantener la disciplina)

PEDRO
Dime pues: aquel joven, aquel recluta que imploraba mi protección...

KALMUFF
Yo fui quien le mandó arrestar. (Con satisfacción)

PEDRO
(Con ira) Tú!

KALMUFF
Sí, señor; al sorprenderle espiando por entre las cortinas de vuestra tienda le así con toda la fuerza de mi brazo...

PEDRO
Ah! miserable! (Exclamando)

KALMUFF
(Se irrita! Ya lo creo, un recluta que se atreve a espiar...)

PEDRO
(Vivamente) Y en dónde está ese soldado? Yo te mandé en su busca.

KALMUFF
En efecto. Pero bien a pesar mío...

PEDRO
Sí, ya recuerdo... Se fugó!... (Desgraciada!)

KALMUFF
Señor, V. M. tiene razón en enojarse al ver que ese recluta no ha recibido un ejemplar castigo.

PEDRO
Eh! Qué dices? (Con enojo)

KALMUFF
Pero no se inquiete V. M. por eso, por fortuna no se escapó impunemente.

PEDRO
Cómo! Explícate!

KALMUFF
Los soldados que le custodiaban...

PEDRO
Acaba.

KALMUFF
Hicieron fuego sobre él.

PEDRO
Cielos! (Pequeña pausa)

KALMUFF
(Ya logré calmarlo!)

PEDRO
Ha muerto!

KALMUFF
Tal vez no.

PEDRO
Eh! cómo lo sabes? habla pronto. (Con impaciente ansiedad)

KALMUFF
El herido ganó la orilla opuesta.

PEDRO
Vete, aléjate de aquí. (Furioso)

KALMUFF
Señor, no fue culpa nuestra, mis soldados hicieron bien la puntería.

PEDRO
Desdichado! (Empuña la daga, dirigiéndose furioso contra Kalmüff: este cae prontamente de rodillas, cruzando las manos, ¿inclinando respetuosamente la cabeza como resignado a sufrir el golpe que le amenaza. Kalmüff en esta postura y Pedro con la daga en la mano permanecen inmóviles un momento; después de este corto instante, Pedro reprime su ira ante la humilde resignación de Kalmüff y suelta la daga. Otra pausa, y dice a Kalmüff que permanece arrodillado)

PEDRO
(Con acento amenazador) Escucha bien. Si ese recluta ha sido muerto por tus soldados, ó si antes de que dejemos esta aldea no le encuentras y lo conduces a mi presencia, te hago fusilar hoy mismo.

KALMUFF
Mi vida es de V. M.

PEDRO
Hoy mismo. No lo olvides.

KALMUFF
No es fácil, señor.

PEDRO
De ti depende el evitarlo. (Le echa una mirada amenazadora y se aleja por la izquierda)

KALMUFF
(Solo aun de rodillas y reflexionando) El general me dijo que el Czar estaba hoy de buen humor. Podrá ser, pero no se le conoce. (Se levanta) Voto a mi patrón San Nicolás! No, sin embargo, seamos justos. (Reflexionando) Ese recluta faltó a la disciplina y se le debió fusilar. Esto lo comprendo. Si se escapó no importa, el buen ejemplo reclama que se fusile al hombre que.. Esto lo comprendo también. Pero... que ese hombre sea yo... Eso sí que no lo comprendo. (Pausa) Vive el cielo! perder la vida cuando por primera vez se abriga en el pecho un verdadero amor! Guando entro en esta aldea lleno de alegres esperanzas... (Con ira haciendo un gesto de amenaza) Oh! Bien decían que el Czar era un tirano sin corazón. (Se queda pensativo)


ESCENA IV

Dicho Berta y Miguel saliendo cautelosamente.

BERTA
(A Miguel) Ven. No hay nadie. Ven y en tu casa hallarás ropa que ponerte.

MIGUEL
Mira por Dios si alguno nos observa. (Kalmüff se va a ir y se deja ver) Uf! mi sargento!

BERTA
Cielos! (Asustada)

KALMUFF
Eh! Qué es eso! Qué buscáis aquí!

MIGUEL
(Ay que me mira) (Temblando)

KALMUFF
Responde, imbécil.

MIGUEL
(Creo que me conoce!)

KALMUFF
Quién eres?

BERTA
Es... un jornalero del arsenal.

MIGUEL
Sí, eso; un arsenal... digo no; un jornalero del arsenal.

KALMUFF
(A Berta) Y tú... Calle! La compañera de mi cantinerilla!

BERTA
Servidora vuestra! (Saludando con miedo)

KALMUFF
La novia de ese recluta maldito...

MIGUEL
(Ay)

KALMUFF
De ese Miguel que Dios confunda.

MIGUEL
(Gracias!)

BERTA
Qué decís?

KALMUFF
Nada. (La mira) (Pobrecilla!) (A Miguel llevándole aparte) Oye. A ver si la preparas la noticia...

MIGUEL
Qué noticia?

KALMUFF
La de que su novio... ese Miguel...

MIGUEL
Si, adelante.

KALMUFF
Ha sido muerto anoche.

MIGUEL
A no... Brrrr. (Echándose a reír)

KALMUFF
Estúpido, de qué te ríes?

MIGUEL
Con que Miguel... Brrr. (Id)

KALMUFF
Miguel ha sido anoche herido.

MIGUEL
Ya! herido, eh? (Burlándose)

KALMUFF
Al cruzar un río.

MIGUEL
Un río, eh? Qué demonio!

KALMUFF
Y debe haber muerto a estas horas.

MIGUEL
Debe ya!.. Conque a estas horas debe... Burrr!!
(Riendo)

BERTA
Qué misterios son esos?

MIGUEL
Nada. El sargento que se empeña en...

KALMUFF
Ve con tiento. (Bajo a Miguel)

PEDRO
En que tu novio Miguel, Miguelito! ha sido muerto anoche.

BERTA
Tú? (Vivamente)

KALMUFF
Eh? cómo? (Id)

MIGUEL
(Ay, me perdió!) (Id)

KALMUFF
Tú eres Miguel? Miguel el recluta?

MIGUEL
Ca! Si se... digo no. Yo... yo soy Miguel, pero no el recluta.

KALMUFF
Con efecto. Esa no es su cara.

MIGUEL
Cabal, esta no es mi cara.

BERTA
Se ha salvado! (Alegre)

KALMUFF
Eh? (Mirando a Berta) Reís así cuando os dan semejante nueva?

MIGUEL
Aflígete. (Aparte a Berta)

BERTA
Pero... (Id)

MIGUEL
Aflígete, mujer, que estoy muerto, (id )

BERTA
Ay, ay, ay! (De pronto fingiendo que llora) qué lástima de Miguel!

MIGUEL
Sí, que lástima de chico. (id)

BERTA
Tan bueno!

MIGUEL
Y tan guapo!

KALMUFF
(Qué misterio hay aquí!) (Observándolos)

MIGUEL
Nos observa (Bajo a Berta); aprieta más! Ay! ay! ay!

BERTA
Ay! ay! ay!

(Mientras lloran, Kalmüff con ojos investigadores se va acercando a ellos hasta ponerse en medio de los dos. Berta y Miguel empiezan a tener miedo, y van disminuyendo por grados su llanto hasta quedarse en silencio, inmóviles y temblando, Kalmüff murmurando con despecho en medio de los dos dice)

KALMUFF
Vive Dios!.. (De pronto) tú eres Miguel el recluta.

MIGUEL
Por piedad! (De rodillas)

BERTA
Por Dios no le hagáis mal alguno.

KALMUFF
Y sin embargo, tú no eres el mismo que yo busco, el que anoche faltó a la ordenanza, el que tanto se parece a Catalina.

MIGUEL
Cómo? (Levantándose) Y ese es el que , según decís, ha sido también herido? Ah Berta! Berta! (Pasando a su lado) Mi pobrecita hermana ha muerto por mi causa!

KALMUFF
Catalina! (Le coge del brazo violentamente) Habla, imbécil! Explica este misterio! Pronto! Qué ha sido de tu hermana?

MIGUEL
Mi hermana fue a ocupar mi puesto en el ejército , y se quedó por mí de centinela junto a la tienda que mandasteis levantar.

KALMUFF
Oh! miserable de mí! Cien vidas que tuviera no bastarían a vengar la suya!

BERTA
La vida de Catalina!

MIGUEL
Señor sargento: por todos los santos del cielo, contadme... (Música) Qué es eso?

KALMUFF
Los cosacos hacen la batida. (Mirando al fondo)

MIGUEL y BERTA
La batida!

MIGUEL
Huyamos. (Se entra con Berta en la casita)

KALMUFF
(Mirando al monte) Creo que persiguen a alguno. Si, un jinete atraviesa al escape... Oh! (Se va corriendo)

CORO
(Dentro de soldados) Allí va!
por el monte
ligero crucé,
Allí va!
Ya en la selva
se oculta veloz.
Alto allá!
Detenedle,' corred,
dónde está?
Por esa espesura
tal vez escapó. (Sigue la orquesta sola)

(Este coro se canta al mismo tiempo que se dicen los últimos renglones de la escena anterior)


ESCENA V

Durante las últimas frases del coro se ve llegar a Iván, que dando muestras de venir huyendo, trae en sus brazos a Catalina desmayada y vestida aun con el traje de recluta del segundo acto; pero sin sombrero y sin armas, ¡van se detiene un poco, mira a todos lados con agitación, coloca en seguida a Catalina sobre un asiento de piedra; vuelve a mirar al fondo. El coro se vuelve a oír en este momento muy lejano, han aplica el oído con terror.

CORO
(Dentro, lejos)
Por el monte
y el valle cruzó
De su huella
sigamos en pos.
Por allá!
por allá!
despareció! (Cesa la música)

(Iván al concluir esta segunda vez el coro, hace un esfuerzo sobre si para reponerse de su terror)

IVAN
Ya se alejan... Oh! si mi caballo no hubiese caldo muerto en ese bosque... Por fortuna han perdido mis huellas ; pero es imposible permanecer aquí sin ser descubierto. Eh? (Volviendo la cara al sitio donde está Catalina y acercándose velozmente a ella) No. Aun no ha vuelto en sí. Apenas puedo comprender... Catalina en este traje , sola en esas montañas , en medio de la noche, tendida, exánime sobre la nieve... Oh! No es tan  adverso mi destino puesto que en mi fuga desesperada, hallé a la mujer a quien amo. Si: Catalina está en mi poder y para siempre. Pensemos en huir con ella de estos sitios. (Observándola) Su palidez se disipa, late su corazón. Catalina! (Llamando) Catalina! (La ventana de la casita se abre y aparecen en ella sin ser vistos de Iván, Miguel y Berta, que dice bajo a Miguel)

BERTA
No has oído?

MIGUEL
Llaman a mi hermana.

BERTA
Cielos! (Exclamando)

IVAN
Eh? (Volviéndose , se coloca de modo que Miguel y Berta no le vean y escucha)

MIGUEL
Qué te pasa?

BERTA
(Mirando desde la ventana) Juraría que es ella! Catalina!

MIGUEL(Vivamente y con alegría) Si, si; con el traje de recluta. Corramos. (Desaparecen de la ventana)

IVAN
No sé qué hacer... si permanezco aquí... Vive el cielo!.. (Se oculta en la derecha)


ESCENA VI

Catalina volviendo en sí. Iván oculto, Miguel y Berta bajando la escalera velozmente, y corriendo al lado de Catalina.

BERTA
Catalina! (A su lado)

MIGUEL
Hermana mía! (Ídem)

KALMUFF
Ah! (Apareciendo en el fondo) No me engañaba!

MIGUEL
Soy yo, Miguel.

BERTA
No nos reconoces?

CATALINA
(Levantándose) Dios mío!,. (Con asombro) Me hallo entre vosotros , en mi aldea!

MIGUEL
Cabal.

CATALINA
A la puerta de mi cabaña
.
MIGUEL
Justo.

CATALINA
(Como recordando) Y sin embargo hace algunos momentos... Iván me arrebataba en su caballo lejos de estos sitios!

MIGUEL y BERTA
Iván!

KALMUFF
Era él! (Aparte en el fondo)

CATALINA
Si, Iván, que esta noche me halló moribunda en la montaña, que me salvó la vida! Oh! por qué no me dejó morir!

BERTA
Morir!

MIGUEL
Eso faltaba! Después que por mi causa has corrido tantos peligros , después que por mí abandonaste la aldea en los momentos en que iba a casarte con Pedro.

CATALINA
Pedro! (Herida de un recuerdo y separándose de Berta y Miguel)

BERTA
Quieres callar, hablador. (Bajo a Miguel)

MIGUEL
Por qué? (Idem)

CATALINA
(Como hablando consigo misma) Aun me parece verle en el desorden de aquella fatal embriaguez... Aun me parece oír la sentencia que en su delirio pronunció contra mí! (Todo esto bajo)

BERTA
Qué dices?

CATALINA
Y aquellos soldados que me arrancaban de sus brazos! que me conducían a la muerte!...
(Kalmüff aparece. Catalina al verle retrocede espantada) Gran Dios!..

MIGUEL y BERTA
El sargento! (Pausa)


ESCENA VII

Dichos, Kalmüff. Este mira a Catalina, y dice a Berta y Miguel.

KALMUFF
Nada temáis: dejadme solo con ella.

MIGUEL
Pero...

KALMUFF
Sin replicar. (Miguel y Berta bajan la cabeza y entran en la casita: cuando suben la escalera, Kalmüff, que ha estado contemplando a Catalina, dice:) Catalina... Ese disfraz ha estado a punto de perderte.... y de perderme a mí , responsable de tu fuga. Pero tu aparición inesperada va a desvanecer todo peligro. Una sola cosa deseo saber de ti; responde la verdad.

CATALINA
Cómo?

KALMUFF
Miguel acaba de decir que abandonaste la aldea en los momentos en que ibas a casarte.

CATALINA
No es cierto. (Pausa)

KALMUFF
No amas a nadie?

CATALINA
(Con pasión) Oh! si. (Movimiento de Kalmüff)

KALMUFF
Quién es ese Pedro, cuyo nombre te estremeció ha un instante?

CATALINA
Pedro ya no existe para mí.

KALMUFF
Te ha olvidado?

CATALINA
Quizá.

KALMUFF
Y tú? (Con ansiedad)

CATALINA
Yo... le perdono.

KLMUFF
Y sí un hombre, por la primera vez do su vida, hubiera sentido al verte un amor verdadero... podría esperar que un día...

CATALINA
Jamás.

KALMUFF
Jamás!.. (Con aire sombrío) Sabes, Catalina, que los celos son un tormento que solo puede mitigar la venganza?

CATALINA
La venganza! De qué? No te he dicho que nada espero ya en el mundo? No te he dicho que he perdonado al . . hombre que me olvida quizá? al hombre que anoche, cuando yo imploraba su compasión... me respondía condenándome a la muerte?

KALMUFF
(Con sorpresa) Qué dices? Anoche?... Cómo? Dónde? (Con grande ansiedad)

CATALINA
Dónde? Por ventura no fuiste tú mismo quien entró en su tienda pidiendo un castigo?

KALMUFF
Gran Dios! (Adivinando)

CATALINA
Qué te pasa?

KALMUFF
(Vivamente) Aquel hombre, aquel oficiales el que tú amas?

CATALINA
Si.

KALMUFF
(Vivamente) Por el que renuncias a todo porvenir en éste mundo?

CATALINA
Si.

KALMUFF
(Vivamente ) Catalina... Aquel hombre es el Czar!

MIGUEL y BERTA
El Czar! (Desde la escalera)

CATALINA
El Czar! desdichada! Ahora sí que no me queda esperanza alguna!

KALMUFF
El Czar Pedro I, que hace tres días y bajo un disfraz humilde, me impidió al pié de esa escalera penetrar en tú cabaña! El Czar, que te ha engañado, Catalina; qué nunca podrá ser esposo tuyo... que está aquí, en la aldea.

CATALINA
(Vivamente) Aquí?

KALMUFF
Mírale. (Señalando al fondo.

CATALINA
Ah! Ni una palabra, por piedad! Catalina ha muerto para él! Nada, puede ya calvar el abisma que nos separa! (Se oculta velozmente y corre fuera de sí entre las ruinas de la iglesia. Están dispuestas de modo que el público vea a Catalina , sin que. esta sea vista de los personajes que se hallen en escena)

KALMUFF
Qué haces? Se oculta de la. vista del Czar!... (Con alegría) Aun no he perdido mi esperanza.

BERTA
Qué dices a esto? (Bajo a Miguel, con quien está observando en la ventana)

MIGUEL
(Interrumpiéndola) Que te calles.


ESCENA VIII

Pedro, que sale por el fondo, en donde se detiene un instante con Imaloff. Kalmüff se  aparta a un lado. Catalina oculta entre las ruinas de la iglesia, Miguel y Berta a la ventana de la casita.

IMALOFF
(En el fondo a Pedro) Salvo, señor, lo que V. M. determine, creo que el ejército debe aprovechar el día para continuar su marcha.

PEDRO
Está bien. Da la señal... (Haciendo un esfuerzo) y partamos. (Imaloff se va)

KALMUFF
(Oh!) (Con alegría)

PEDRO
Partir! Y qué debo ya esperar en estos sitios? (Catalina escucha trémula y conmovida la voz de Pedro. Este no ha visto a Kalmüff) Mis ojos la han buscado en vano por todas partes! He recorrido inútilmente la aldea por si encontraba quien me diera noticias suyas. Berta, Miguel, todos han desaparecido. (Miguel hace un gesto indicando que ha concebido una idea y desaparece con Berta de la ventana) Ah! La suerte se ríe de mis tormentos, se burla de mi poder... (Pausa) Partamos. (Haciendo un esfuerzo sobre si y dirigiéndose al foro)

KALMUFF(Se va) (Con alegría)

(Al llegar Pedro al fondo, suena dentro de la casita de Catalina una flauta que toca el aire de la escena cuarta del primer acto.

PEDRO
Oh! (Deteniéndose sorprendido)

KALMUFF
(Oh!) (Con inquietud)

(La flauta continua breves instantes, durante los cuales Pedro da algunos pasos hacia el proscenio. Catalina á su vez se detiene conmovida. La figura de Iván aparece en el último término más allá de la casita. Cesa la flauta. Una ¡musa. (Música)

(Cantado)

PEDRO
Eco feliz
que mis pasos detienes,
vuelve a sonar.
Por ti mi amor
su perdida esperanza
recobré ya.

CATALINA
(Escuchando con placer a Pedro, siempre oculta)
Ah! su acento
derrama en mi pecho
delicia sin par.

KALMUFF
(Aparte sin ser visto de Pedro y observándole agitado)
Qué terribles
combaten los celos
mi pecho leal!

PEDRO
Sonad, ecos, sonad,
y a la que ausente lloro
volvedme ya.

KALMUFF
(Con despecho)
Ah! no. Yo no he de verla
en brazos de un rival.

(Iván que escucha estas palabras, hace un gesto de alegría y se va acercando a Kalmüff, sin ser visto)

PEDRO
Sonad, ecos, sonad.
Sonad! (La flauta suena dentro)

CATALALINA
(Entre las ruinas) Ahí ah! ah! ah!

(Estos ecos de Catalina se mezclan con los de la flauta)

(La flauta responde)

Pedro, Cielos!

KALMUFF
Su voz responde.

CATALINA
(Como antes) Ah! ah! ah! ah! (La flauta lo mismo)

(A un tiempo)

PEDRO
Dó estás, mi bien? Dó estás?

KALMUFF
(Con amargura) Mi amor perdido es ya!..

(En este momento Pedro sube un poco hacia el fondo buscándola Catalina. Kalmüff va a irse, pero Iván baja por la derecha del público procurando que Pedro no le vea, y detiene a Kalmüff diciéndole en voz baja)

IVAN
Dónde vas? (A Kalmüff)

KALMUFF
Qué miro! (Sorprendido)

IVAN
Venganza (Con fuerza)
reclama tu honor.
Un rival
tu dicha destruye,
te roba tu amor. (Señalando a Pedro)

KALMUFF
Oh! Callad. (Luchando con sus sentimientos)

IVAN
Muera pues. (A Kalmüff, incitando sus celos señala a Pedro, que está en el fondo. Kalmüff comprende la idea de Iván con terror)

KALMUFF
Qué decís?

IVAN
Ten valor,
ó pronto de tus penas
se burlarán los dos.

KALMUFF
No! no! (Cuyos celos llegan a su colmo al oír a Iván)


CONCERTANTE

(La colocación de los personajes es: Catalina entre las ruinas, Pedro, Kalmüff, Iván)

PEDRO
Mi voz te llama, (Sin ver a Catalina)
ven , amor mío,
ven y consuela
mi triste afán;
oye mi ruego,
ven por piedad;
ven , que mis brazos
te esperan ya.

CATALINA
(Entre las ruinas)
Su voz me llama,
su amor es mío.
No, no es posible,
mintiendo está...
mas yo lo adoro,
y a mi pesar
perderle , oh cielos!
no puedo ya.

IVANM
Mírale pues:

(Señalando a Pedro, incita los celos de Kalmüff, que vacila entre su despecho y su lealtad)

no hay duda ya,
pronto en sus brazos
la estrechará.
Hiere, apresúrate!
Muera el rival:
tu amor , tus celos
corre a vengar.

KALMUFF
Ya entre mis manos
vibra el puñal.

(Kalmüff, la mano en su puñal, mirando con saña a Pedro, cediendo a las sugestiones de Iván. Pedro está de espaldas a él)

Ya de los celos
siento el volcán.
Ah! no, no, déjame, (A Iván , con terror)
genio del mal;
de un crimen salva
mi lealtad.

A UN TIEMPO

PEDRO
Mi voz te llama!
Mi bien, dó estás?

CATALINA
(Dentro) No , no resisto!

PEDRO
Ven por piedad!

IVAN
(A Kalmüff) Mírale (Señalando a Pedro)

KALMUFF
Oh rabia! (La mano al puñal)

IVAN
(A Kalmüff) Suya será.

KALMUFF
Jamás.

(Da un paso hacia Pedro, que no los ve)

IVAN
(A Kalmüff) Hiere!

KALMUFF
Sí.

IVAN
(A Kalmüff) Hiérele.

KALMUFF( Vacilando)
Yo infamia tu!! (Se detiene)


A UN TIEMPO

CATALINA
PEDRO
KALMUFF
Vuelo a tus brazos!
Vuela a mis brazos!
Yo infamia tal!

(Catalina sale y corre a los brazos de Pedro)

TODOS
Ah!

Al salir Catalina, han saca el puñal y va a arrojarse sobre Pedro; pero Kalmüff por un movimiento rápido é inesperado se vuelve contra Iván, amenazándole con su acero, y le dice:)

KALMUFF
Atrás!! (A Iván)

(Iván cae de rodillas, y al instante mismo Kalmüff exclama con alegría salvaje, en tanto Pedro y Catalina están abrazados, y Miguel y Berta bajan contentos a la escena)

KALMUFF
Hurra, Hurra, cosaco leal!
puro vives de infame traición,
si al despecho brilló tu puñal,
noble escuchas la voz del honor.

PEDRO y CATALINA
(Abrazados) Tierno lazo nos une, mi bien,
de la dicha la aurora lució,
la ventura que tanto soñé
hoy el cielo concede a mi amor.

MIGUEL
Viva, viva mi flauta feliz:
nunca he sido mejor profesor!
con dos notas al aire que di
todos saltan de gozo y amor.

BERTA
Tierno lazo los une por ti, (A Miguel)
tierno lazo de plácido amor,
viva, viva la flauta feliz;
nunca has sido mejor profesor.

IVAN
(Aparte y de rodillas aún) Humillado, rendido a sus pies
hoy se mira mi fiero rencor;
la venganza que tanto soñé
de mis manos al fin escapó. (Cesa la música)

PEDRO
Catalina , esposa mía! (Estrechándola entre sus brazos)

ODOS
(Con gran sorpresa) Su esposa!

KALMUFF
Señor, (Cuadrándose) el sargento Kalmüff no halló al recluta... pero en cambio... supo apoderarse de un enemigo vuestro. (Señalando a Iván)

PEDRO
Iván... (Reparando en él y con gesto amenazador. De pronto dice mirando a Kalmüff) Capitán Kalmüff.

KALMUFF
Viva el Czar!.. (Al oírse llamar capitán)

PEDRO
Encargaos de que el castigo de ese hombre se cumpla inmediatamente. (Por Iván)

CATALINA
Señor! (El Czar la mira) Iván esta noche salvó mi vida. Iván fue un tiempo vuestro amigo.

PEDRO
El Czar ha pronunciado su sentencia (Con dignidad), mas tú pedirás luego su perdón a Pedro... que te lo concederá. (Pedro habla bajo a Catalina)

IVAN
Ah señor!

KALMUFF
(Acercándosele cuadrado y con el mayor respeto a Miguel) S, E. me perdonará si hace poco le traté de imbécil.

MIGUEL
Ca, hombre!.. Entre amigos... cuanta más franqueza... Mi excelencia os perdona, y la costilla de mi excelencia también. (Señalando a Berta)

BERTA
Pues ya lo creo.

(Suenan dentro las músicas de los regimientos, y salen las tropas llenando la escena y coronando las alturas. Las músicas siguen)


ESCENA ULTIMA

Dichos e Imaloff, ayudantes, soldados , músicas, reclutas, vivanderas.

IMALOFF
(Saliendo) Señor, llegó el momento de partir. (Al Czar)

PEDRO
General, (Con voz solemne) anunciad a mis bravos batallones la emperatriz Catalina mi esposa. (El general y los ayudantes se descubren con respeto)

CATALINA
Pedro!

PEDRO
Si, Catalina: mi amor te eleva al trono... tu felicidad está allí!

CATALINA
No, en tus brazos! (Con efusión y abrazándolo)

TODOS
(Motivo de la marcha final del segundo acto)
Hoy de nuestra gloria
brilla al nuevo sol,
noble la victoria,
plácido el amor.
Honor, honor al Czar!
A Catalina honor!

(Catalina en medio de Pedro y de Miguel: al lado de este Berta, Kalmüff al lado de Pedro Cuadro)



FIN DE LA ZARZUELA


Información obtenida en:
https://archive.org/details/catalinazarzuela3991gazt

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