Don Manolito
Don Manolito, Sainete lírico en dos actos se estrenó en el Teatro Reina Victoria de Madrid, el día 24 de Abril de 1943. Sus libretistas Luis Fernández de Sevilla y Anselmo Cuadrado Carreño. Su compositor Pablo Sorozábal.
Acto I
En un refugio de la Sierra de Madrid, durante la temporada de esquí y tras unas manos de póker, el viudo Don Jorge propone a su socio, Don Manolito, acabar con su empecinada soltería casándose con su sobrina, la joven Margot. Por otra parte, aparece Leocadia, hija de un sastre de Madrid que tiene la pretensión de cobrar las deudas que Emilio tiene con su padre a quien debe cinco años de ropa. Emilio, que es un Don Juan de pacotilla, se prenda de ella y flirtea también con Margot y en la siguiente escena discute con Guillermo y un grupo de deportistas sobre el amor y el deporte. Pero Margot está enamorada de Guillermo, un obseso del deporte, que no presta atención, ni a ella ni a ninguna otra mujer. Viendo estas relaciones, Don Manolito que no tiene intención de favorecer los planes de Don Jorge para casarle, trata de convencer a Guillermo de que le conviene Margot. La conversación se interrumpe porque aparece Don Jorge y, casi literalmente, empuja a Don Manolito hacia Margot. Ella está compungida, aunque resignada a los deseos de su tío, pero Don Manolito le consuela haciendo alarde de su soltería militante y asegurándole que el no se casaría jamás. Es el comienzo de una amistad cómplice y sincera entre Don Manolito y Margot.
Delante del refugio, Nica, sobrina de Doña Cándida, una mujer gorda de unos cincuenta años que anda resbalando por todas partes, se produce una divertida escena entre Leocadia, Margot y Emilio que deja confundida a Margot. Finalmente, se quedan solos Don Manolito y Margot quien sigue asustada por el empeño de su tío en casarlos, pero Dom Manolito la tranquiliza diciéndole que él va a hacer lo posible para que ella se case con Guillermo que es lo que ella realmente sueña. La otra línea de argumento se complica cuando Emilio dice a Nica que Leocadia es una rica heredera y que, aunque llevan cinco años de relación, él no la quiere. Noca, que sí está enamorado de ella, ve el cielo abierto pero rápidamente se desengaña sobre lo de la herencia. Emilio, libre por un momento de Leocadia, corteja a Margot hasta que aparece Don Manolito y, ambos, de dicen, para quitárselo de encima, que están prometidos. Al final del acto, Don Jorge anuncia a todos la próxima boda de Don Manolito y Margot.
Acto II
Cinco meses después, en la casa de campo de Don Jorge, éste apremia a Don Manolito para que formalice su compromiso con Margot y se case de una vez, indicándole que la chica tiene muchos pretendientes, que Emilio sigue persiguiéndola y ella pronuncia en sueños el nombre de Guillermo. Don Manolito finge entonces un ataque de celos que deja asustado a Don Jorge. Las relaciones entre Margot y Guillermo que podrían solucionar todo el enredo no van nada bien: él sigue preocupado exclusivamente por el deporte y ella se desencanta. Pero, a su lado, sigue siempre consolándola y animándola Don Manolito, cada vez con más ternura. A Don Jorge le empiezan a llegar por todas partes ecos de los planes de Don Manolito y Margot, pero no les da crédito. La gran cuestión es con quién se casará Margot: Con Don Manolito, con Guillermo o con Emilio. Leocadia, entretanto, sigue todavía los pasos de Emilio, pero ya no tanto para cobrar la deuda sino por haberse enamorado de él.
En el pinar que está frente a su casa de campo, Don Jorge, cansado de esperar, da a Don Manolito una pulsera para que haga la petición de mano de Margot. Don Manolito ya está enamorado de ella, paro aún así, respeta su palabra y sigue procurando el casamiento de Margot con Guillermo. Estos aparecen y le confiesan que ya está todo claro entre ellos. Don Manolito a duras penas conserva el tipo y, a solas, canta una triste canción a la pulsera de pedida. Vuelven a aparecer Guillermo y Margot y le desvelan que el acuerdo al que han llegado es que no se pueden casar y que, a pesar de la diferencia de edad, a quien verdaderamente quiere es a él. Don Manolito pone la pulsera a Margot, los planes de Don Jorge se consuman y todos contentos.
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