El canastillo de fresas
El canastillo de fresas, Zarzuela en dos actos se estrenó en el Teatro Albéniz de Madrid, el día 16 de Noviembre de 1951. Sus libretistas, Guillermo Fernández-Shaw y Rafael Fernández-Shaw. Música de Jacinto Guerrero.
Acto I
La obra se inicia en Aranjuez, en la residencia de la Condesa viuda de Alberdiales, que está celebrando su santo, en compañía de sus hijos Candelas y Bautista, éste último bastante crápula, que se está gastando el poco dinero que le queda a la familia en el juego. También están varios amigos, como Don Gregorio y su hija Elena, la Marquesa de Sotohermoso y sus hijas Paula e Isabel. Paula está prometida con Bautista, pero no es amada por él.
Llega Andrés, al que la Condesa recibe con gran alegría, es hijo de su lavandera y ella se ha encargado de su educación. La Condesa en privado habla con Andrés, y le dice que se ha enterado de que Bautista, se está jugando el dinero en el juego, y de que no ama a Paula y no se quiere casar con ella. La Condesa pide a Andrés que hable con Bautista para convencerle de que se case con Paula, la única salvación de su fortuna.
Esta conversación ha sido oída por el mayordomo de la familia, Tinoco. Andrés consigue hablar con Bautista, y éste promete que se casará con Paula. Cuando Andrés se marcha, la Condesa le entrega un canastillo de mimbre y le dice que vaya con sus amigos, otros estudiantes, a su finca "Huertas grandes", y que Evaristo y Mari Cruz, padre e hijo de Tinoco, se lo llenen de fresas. Antes de marcharse los estudiantes le hacen una serenata a la Condesa, pero Andrés se la dedica a Clara, joven de la que está enamorado.
Acto II
Al llegar Andrés a "Huertas Grandes", se encuentra a Mari Cruz y Bautista, amorosamente abrazados. Cuando le pide explicaciones a Bautista, éste le responde que está enamorado y la quiere, y que no le reproche nada, pues no admite lecciones de un lacayo. Andrés se siente humillado y regresa a Madrid.
En casa de Evaristo, Mari Cruz está acunando a un niño, entran Tinoco y su padre, y éste le pide a Tinoco que vaya a hablar con la Condesa para que Bautista repare su falta, o habrá un gran escándalo.
Cuando Tinoco habla con la Condesa, esta apenas da crédito a lo que está oyendo, y da notables muestras de abatimiento, por lo que supondría ver a su familia emparentada con la de su mayordomo.
Regresa Andrés de Madrid, y la Condesa le encarga que vaya a ofrecer dinero a Evaristo, que no lo acepta.
Ante la negativa, la Condesa le ruega a Andrés, que sea él quien repare la deuda de su hijo y se case con Mari Cruz.
Andrés, que se siente en deuda con la Condesa, acepta. Llama a Tinoco y su familia, Don Gregorio, Paula y Clara, y les dice que al día siguiente se casará con Mari Cruz, ya que él es el padre de su hijo. Pide perdón a Clara por el daño que le ha hecho, pero ésta no cree que sea un malvado. Bautista, que ha oído toda la conversación detrás de la puerta, conmovido por la nobleza de Andrés, entra y cuenta toda la verdad. Y se casará con Mari Cruz, si ella acepta, pues realmente la ama.
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