El cabo primero (Argumento)



El cabo primero

El cabo primero, Zarzuela cómica en un acto se estrenó en el Teatro Apolo de Madrid, el día 24 de Mayo de 1895. Sus libretistas, Carlos Arniches y Celso Lucio. Música de Manuel Fernández Caballero.

Acto I

Cuadro primero. La acción tiene lugar en un campamento militar. Llega Don Fabián que se entreviste con Victorio, un alto jefe del lugar. Este le explica cómo en aquel regimiento se encuentra un hijo suyo, Parejo, a quien ha tenido abandonado durante más de veinte años, que le toma por su tío, sin sospechar la verdad. Añade que Parejo debe salir aquella noche, bajo cualquier pretexto, para ir a su casa. Victorio duda, pero al fin promete hacerlo. Para conseguirlo, se vale de un recurso. Encuentra a Parejo y con aspecto alarmado le pregunta por qué tiene tan mala cara. Parejo queda sorprendido, pero Victorio, si dejarle hablar, le ordena que aquella tarde tiene que presentarse en casa de su tío Fabián para reponerse.
Cuadro segundo. Una nueva escena presenta a Rosario, hija de Don Fabián y comprometida con Colás, aunque ella ama en secreto a Juan, y es ayudada, en estos amores, por su servidora Simona, que logra una entrevista nocturna entre ambos enamorados. Juan, al llegar a casa de Rosario, penetra a oscuras por lugares desconocidos y, de pronto, se queda sorprendido al comprobar oye Don Fabián acaba de descubrirlo. Juan está a punto de huir, pero Don Fabián, que está esperando a Parejo, le cree su propio hijo y le detiene abrazándole e invitándole a ir a cenar. Juan queda solo un momento, mientras Don Fabián va a avisar a su hija para que se presente. En aquel momento, Rosario descubre a Juan, y cuando ésta comenta lo sucedido aparece Parejo dando voces y llamando a su tío. Entre Juan, Rosario y Simona logran tranquilizarle y le cuentan la verdad, suplicándole que se oculte a fin de que la ira de Don Fabián no caiga sobre Juan. Con la promesa de una buena cena, Parejo accede, y se esconde. De éste modo continúa el juego. Sin que los protagonistas sospechen, estas escenas han sido espiadas por el celoso Colás, el prometido de Rosario, cuya intranquilidad con respecto al cariño de su novia no le permite dormir. De nuevo aparece Don Fabián en escena u hace que Juan y Rosario se abracen como buenos primos. Entonces sale Colás y delata lo ocurrido, con gran desesperación por parte de Rosario y Juan. Parejo, que estaba escuchándolo todo, asoma la cabeza y Don Fabián, al verle por primera vez y tomándole por el soldado que según Colás estaba haciendo el amor a Rosario, la emprende contra él, hasta que, en un momento de respiro, el pobre Parejo cuenta la auténtica verdad, y vuelve la calma. Juan es aceptado como prometido de Rosario. Colás se queda sin novia y Parejo continúa con la promesa de una cena que nunca parece llegar.

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