La alsaciana (Argumento)

La alsaciana

La alsaciana, Zarzuela en un acto y dos cuadros se estrenó en el Teatro Tívoli de Barcelona, el día 12 de Noviembre de 1921. Su libretista, José Ramos Martín. Música de Jacinto Guerrero.

La acción se sitúa en una aldea de Alsacia, durante el Imperio de Napoleón I.

Acto I

Cuadro primero. Patio de una casa de labor, es de día, Margot muestra a su abuela Flora un corderillo recién nacido, situación aprovechada para la romanza de Margot. Flora se siente sobresaltada por el ruido de cornetas de un ejército que se aproxima al pueblo. Nina viene a contarles que un regimiento se dispone a pasar algún tiempo en el pueblo por lo que tendrán que alojarlos en casa. Flora se disgusta porque no quiere soldados en casa. Llega Frandinet, hombre fatuo y extravagante que aburre a Margot con sus galanterías, dice ser un noble que con la Revolución se ha quedado sin bienes. Cuando se va Margot, Frandinet pregunta a Flora si ha preguntado a Margot si desea casarse con él, cosa que la anciana no ha hecho todavía. Al entrar de nuevo la joven, Frandinet -fingiendo no darse cuenta- revela a su abuela cómo la quiere, aunque la joven rechaza la vida social parisina que le promete, cantando una lírica canción alsaciana. Llega el abuelo Fritz, que solicita a Frandinet -embrollón y mentiroso al que todos creen influyente- que consiga que no se aloje ningún soldado en su casa, la mejor del pueblo. Fritz pronto se dará cuenta del error, al llegar a su casa el Alcalde a avisarle de que se alojarán en su casa el Mariscal y los cuatro Tenientes de su escolta. Llegan a la casa los Tenientes, rodeados de aldeanas, el Mariscal y un joven y distinguido Capitán. Fritz se presenta y conduce al Mariscal a sus habitaciones, ya que de las heridas de guerra sufre constantes dolores. Se quedan solos los Tenientes y el Capitán; sale Margot y el Capitán coquetea con la joven. Ella huye, ruborizada. Mientras el Capitán va tras ella, llega Frandinet a preguntar al Mariscal si le parece bien que los labradores rindan tributo a las tropas con cantos y bailes, dando paso al número final del primer cuadro.
Cuadro segundo. Plaza de la aldea. Comienza a amanecer. Frandinet, acompañado por un grupo de tambores a los que ha ofrecido dinero, se dispone a rondar a Margot, pero en su habitación duerme el Mariscal, que le manda irse muy enfadado. El Mariscal se levanta y se encuentra con el Capitán, que trata de rondar a la bella Margot; el Mariscal le promete que entretendrá a su abuelo Fritz mientras lo intenta. El Capitán canta una hermosa serenata y consigue besar la mano de la joven, que huye presurosa. Mientras el Mariscal tiene una conversación con Fritz, confesándole éste que no es que no sea patriota y no quiera alojar a los soldados en su casa, es que hace años recogieron a un Teniente que venía gravemente herido; le cuidaron, su hija Adriana le veló salvándole la vida; y cuando se curó se fue, naciendo después Margot y muriendo su hija de pena. Emocionado el Mariscal -que se reconoce como el Teniente ingrato- da órdenes de inmediato, prometiendo a Fritz volver solo y regalando a Margot una cadena con su medalla. El Capitán solicita a la joven que le espere consiguiendo el sí de Margot.