La chulapona
La chulapona, Comedia lírica en tres actos se estrenó en el Teatro Calderón de Madrid, el día 31 de Marzo de 1933. Sus libretistas, Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw. Música de Federico Moreno Torroba.
Acto I
A finales del siglo XIX, en el taller de plancha de Manuela, ubicado en el castizo barrio de la Cava, las oficialas planchadoras, y entre ellas Rosario y Emilia, distraen su labor con la música de un organillo y las chanzas del organillera Chatina "prototipo de la chulería", que corteja torpemente a Rosario mientras ésta mete cizaña contra Manuela. Aparece después Manuela, mujer simpática, hermosa y querida en todo el barrio, y el señor Antonio, padre de Emilia y dueño del próximo Cafe de Naranjales, que la piropea. Don Epifanio entra en el taller perseguido por la prestamista Venustiana -madre de Rosario- a la que debe algún dinero. Como fianza de la deuda, Manuela entrega a Venustiana un mantón de Manila. Llega después José María, novio de Manuela y se plantea una escena en la que él y Manuela se requiebran en presencia de Rosario. Cuando se va José María, Rosario pone en duda su fidelidad, lo que provoca que Manuela salga en su busca; entre tanto, José María vuelve al taller y se encuentra a solas con Rosario que aprovecha para seducirle. Manuela, de regreso al taller, les sorprende y, despechada, pero muy dignamente, les muestra su desdén.
Acto II
Por una plazuela del madrileño barrio de la Morería pasa un gentío alegre que va a los toros. El hermano de Manuela, Juan de Dios, con pocos recursos y diez hijos que criar, se busca la vida para poder ir a la corrida fingiéndose ciego y pidiendo dinero mientras canta unas guajiras acompañado por la guitarra. Manuela va a casa de Venustiana a saldar la deuda de Don Epifanio, y se encuentra allí a José María y a Rosario que se aprestan para ir a los toros, ella con el mantón de Manila de Manuela. Rosario se queda sin mantón porque Manuela paga a Venustiana, pero se lleva a José María. Pasa algún tiempo y las cosas entre Rosario y José María no marchan bien. Delante del Café de Naranjeros, en la Plaza de la Cebada, aparece Rosario buscando infructuosamente a José María al que no ve hace días. José María acude a menudo a ese café cantante para olvidar su verdadero amor por Manuela. Dentro del establecimiento, donde se divierten Don Epifanio y Juan de Dios, se presenta Manuela para obsequiar a Emilia que se va a casar. En la salida, Manuela se encuentra con José María y se reconcilia con él.
Acto III
En los Viveros de la Villa, durante la boda de Emilia, los invitados festejan y bailan un chotis. Rosario se acerca a José María y le pide que vuelva con ella porque está embarazada, él que ha vuelto con Manuela, su verdadero amor, se resiste, pero Manuela le obliga a asumir su responsabilidad y renuncia a él. Rosario, arrepentida, reconoce sus errores; Manuela le perdona y se ofrece a su viejo y fiel pretendiente, el Señor Antonio.
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