Me llaman la presumida (Argumento)

Me llaman la presumida

Me llaman la presumida, Sainete en tres actos se estrenó en el Teatro Ideal de Madrid, el día 4 de Diciembre de 1935. Sus libretistas, Francisco Ramos de Castro y Anselmo Cuadrado Carreño. Música de Francisco Alonso.

La acción tiene lugar en tiempos del estreno en una plaza de "los barrios bajos de Madrid, a la que ha llegado la moderna urbanización".

Acto I

Este suburbio resulta ser el barrio de Chamberí. Tras una escena de mercado, Paco, un joven aprendiz de joyero, requiere a Gracia, la bella y presumida encargada de una tienda de modas, que le desprecia con frescura causando la risa de las demás modistillas de la tienda -Pepa, Carmen y Lola-. Aparecen en escena los novios, los padrinos y los invitados de una boda persiguiendo a Cayetano, un joven fotógrafo que trabaja en la tienda de su tío Don Basilio, cuarentón apuesto, soltero, vacilón y chulapo que no hace vida de su sobrino. Cayetano tiene la cabeza a pájaros y unas ideas modernas de la fotografía que, traducidas en descabelladas poses, le han acarreado más de un disgusto y espantan a la clientela. En el mercado quedan hablando Doña Olga, un "curioso tipo de verdulera" madre de la modistilla Pepa, y el Señor Joaquín, alias "Urquijo", un pobre viejecillo pulcro y optimista, abuelo de nueve nietos con la hija en el paro y el yerno fugado con una bailarina, cuya tienda es un estrafalario bazar de cosas que no tienen ninguna utilidad ni interesan a nadie. Pepa tiene novio formal, pero ella está prendida de Pepe le Chevalier, el donjuán del barrio, primer boy de la compañía de Celia Gámez y amigo de la infancia de Paco. Aprovechando su amistad y la experiencia de Pepe con las mujeres, Paco, que es más apocado, le pide que tantee a Gracia para ver si estaría dispuesta a salir con él. Craso error porque, aunque Pepe accede con las mejores intenciones de ayudar a su amigo, Gracia piensa que es Pepe quien la pretende y se rinde a sus encantos, ocasión que el donjuán no desaprovecha, si siquiera por la amistad de Paco, para añadir un nombre más a su lista de conquistas. Entre tanto, Basilio vuelve a la tienda de fotografía después de dar un paseo. Viene acompañado por Paloma, guapa mujer, bien vestida pero un poquito flamenca, a la que quiere retratar "artísticamente" en paños menores a cambio de algún regalo. Mientras estos entran en la tienda, en la plaza tiene lugar una graciosa escena con Heterodino, un locutor de Unión Radio que habla cómicamente con un discurso entreverado de anuncios radiofónicos. Heterodino propone a Pepa matrimonio, pero ella le rechaza con el argumento de que es una mujer moderna y prefiere un joven que no le hable de bodas, como Cayetano. Cuando Pepe se vuelve a encontrar con Paco, trata de ocultarle lo que ha pasado y aquel se impacienta queriendo saber que había dicho Gracia. Finalmente todo se descubre y Paco tiene un arranque de leve violencia sofocada con la displicencia acostumbrada por Gracia.

Acto II y III

Dos meses después, en pleno verano, las cosas siguen más o menos igual en la plaza chamberilera; sólo que, en una tienda que antes estaba vacía, ahora hay una horchatería regentada por "Urquijo" cuyo yerno fugado se se había presentado con algún dinero, y Lola ya no es la modistilla de antes, ahora viste bien, aunque un poco llamativa: ha tenido suerte en el teatro y hace pareja artística con Pepe, lo que ha sentado muy mal a Gracia que no se habla con ella. Don Basilio ha embrollado a otra joven, una tal Tere, para sus sesiones fotográficas privadas, pero ésta le sale díscola, se va haciendo escándalo y prometiendo contar a su novio las pretensiones del fotógrafo. Paco sigue calladamente enamorado de Gracia, compungido y esperando resignado una nueva oportunidad para declararse. Heterodino aparece ahora cortejando a Gracia y Paco, sin venir a cuento, se interpone como valido de Pepe, a quien sigue considerando su amigo. El barrio está revolucionado por la amenaza alemana. Se reparten unas aparatosas mascarillas antigás y cada cual tiene un papel determinado: las chicas son enfermeras, "Urquijo" ayudante de la Cruz Roja y Paco y Basilio "atacaos". Don Basilio está cortejando seriamente a Doña Olga, cuando llegan Cayetano y Pepa con las máscaras. Cayetano, aprovechando la cuerda que le da Pepa, va recuperando las joyas que su tío Don Basilio regalaba a sus "modelos" seduciéndolas a su vez. llegan entonces Gracia y Pepe de bronca, y Paco, haciendo de tripas corazón, intenta que se concilien. Aprovechando un momento a solas, Gracia y Paco hablan seriamente pero no llegan a nada porque vuelve Pepe. Basilio aparece con Santi, un gigantón, que quiere ver las fotos que hizo a su novia Tere y, cuando las ve quiere lincharle.
En torno al patio del vecindario donde viven Garcia, Carmen, Paco y Heterodino, a través de las ventanas, tiene lugar un nuevo desencuentro entre Gracia y Paco a pesar de que aquel le confiesa su antiguo amor por ella y ésta su desengaño con Pepe. Su relación sigue, sin embargo, sin prosperar lo más mínimo y dan todo por zanjado. De nuevo en el escenario principal, tiene lugar el simulacro de ataque con gas.. Santi, el novio ofendido por Don Basilio, hace de oficial de la Cruz Roja y "Urquijo" aparece borracho. Doña Olga convence a Gracia de que deje su presunción y testarudez y ponga las cosas en claro con Pepe y Paco, porque se da cuenta de que Gracia sólo sigue con Pepe por necedad y a quien quiere verdaderamente  es a Paco. Luego media con Paco, que está acercándose peligrosamente a Carmen, para que vuelva a verse con Gracia, pero una vez más el encuentro de Paco y Gracia termina mal porque ella descubre en el dedo de Paco un anillo con el retrato de Carmen y vuelve a ponerle en ridículo con sus desdenes sin que él sepa ni siquiera por qué. Dispuesta entonces a quitar a Lola de su camino con Pepe, Gracia se enfrenta a ella descubriendo que está embarazada. Este hecho precipita el desenlace: Pepe arregla su relación con Gracia quedando como amigo de ella para cumplir con Lola, más por gusto que por obligación; dice entonces a Gracia que el anillo que llevaba Paco era sólo para repararlo con lo que, por fin, Gracia y Paco se emparejan; Don Basilio, salvado por los pelos de Santi, habla de matrimonio con Doña Olga, y Pepa y Cayetano dejan atrás sus modernidades e inician planes de boda. Todos felices.