Don Lucas del Cigarral
Don Lucas del Cigarral, Zarzuela en tres actos se estrenó en el Teatro Parish de
Madrid, el día 18 de Febrero de 1899. Sus libretistas, Tomás Luceño y Carlos Fernández Shaw. Música de Amadeo Vives.
La acción tiene lugar en una venta de Torrejoncillo en el siglo XVII.
Acto I
Se celebra la salida de unos cómicos que ha estado hospedados en la venta. Aparecen Doña Isabel y Andrea que comentan la marcha de los cómicos. Isabel expresa su dolor por tener su boda ya concertada con Don Lucas, un hombre muy rico pero muy avaro y extravagante, a quien realmente no quiere. Este le ha escrito una carta en la que indica que su primo le acompañará para posteriormente encontrarse en la venta donde están. Isabel, sin embargo, se siente atraída por el primo que además la ha salvado del ataque de un toro, aunque como Don Lucas la ha obligado a ir con velo para ocultar su apariencia, el primo no la ha visto bien. Aparece Cabellera, criado de Don Lucas, que le comunica la llegada de éste y, previamente, describe al hidalgo en términos muy negativos, tanto en lo que se refiere a su aspecto físico como a su actitud. Don Antonio, padre de Isabel, da cuenta del nerviosismo general por la llegada de Don Lucas que viene acompañado por Doña Alfonsa y Don Luis, Calificado por Andrea como "moscón que te asedia". Don Lucas aparece enfrentándose a todo el mundo que se ríe de sus estupideces. El ventero pone en orden la situación y despide a los lugareños. Isabel se horroriza de la imagen física y aspecto de Don Lucas mientras él queda deslumbrado por su belleza y asustado, le pide a su primo, Don Pedro, que le transmita sus sentimientos ya que él se siente incapaz por timidez. Don Pedro acaba haciendo su declaración en primera persona, e Isabel se siente cada vez más atraída por él que tampoco puede rehuir sus sentimientos. Molesto Don Lucas por el cariz que toman los acontecimientos, decide casarse esa misma noche. Culmina el acto con la celebración general del cumpleaños del ventero.
Acto II
La acción se lleva a cabo en un mesón de Illescas. En el patio del mesón aparecen Cabellera y Don Pedro, dispuesto a hablar a Isabel, aprovechando que los demás están durmiendo. Don Pedro abre su corazón a Cabellera y menciona la hazaña que llevó a cabo para proteger a Isabel, a partir de la cual crecieron sus sentimientos por ella. Isabel y Andrea salen nerviosas y agitadas sin ver a los dos hombres. Isabel expone su amor por Don Pedro y que no está dispuesta a casarse con Don Lucas. Cuando Don Pedro surge de la oscuridad, tiene lugar un dúo de amor, donde dan rienda suelta a sus emociones. Andrea les previene de que se está abriendo el aposento de Don Luis que insiste en su interés por Isabel. La oscuridad, sin embargo, da lugar a confundirla con Doña Alfonsa que, reconociéndole, se siente embargada. Ante la llegada de Don Lucas, se esconde. Este, que no entiende que hace Cabellera levantado, está mosqueado por los ruidos y se dirige a la habitación de Isabel, donde está escondido Don Pedro. Cabellera intenta cerrarle el paso con un subterfugio. Don Pedro sale con Andrea y cuando Don Lucas se va a lanzar espada en ristre, aparece Isabel que le para. Sin embargo Don Lucas conmina a Don Pedro para que se explique que hace allí. Don Pedro le expone que está velando por su honor, cosa que Don Lucas no se acaba de creer aunque de quien sospecha, sobre todo, es de Don Luis que está excesivamente atraído por Isabel. esta, por su parte, cree que Don Pedro coquetea también con Alfonsa. Se crea la confusión general por lo que Don Lucas decide que se marchen todos a su cigarral para llevar a cabo sus desposorios con Isabel.
Acto III
La acción tiene lugar en un cigarral de Toledo, propiedad de Don Lucas. Sus amigos celebran los festejos de boda, aunque murmuran por la posibilidad de que no se lleven a cabo pues el manifiesto amor de Don Pedro por Isabel está en boca de todos. Don Lucas llama a su futuro suegro y le comenta que no está dispuesto a casarse con su hija, con gran sorpresa de éste. Le afirma que Don Luis va detrás de ella por todos los sitios. En otro lado, Don Pedro intenta explicarle a Isabel sus sentimientos, deshaciendo el equívoco, cosa que ella acepta y muestra su correspondiente amor. Cuando se va a marchar, aparece Don Luis que le recuerda la pasión vivida la noche anterior, con gran sorpresa de Isabel que no sabe a que se refiere. Sin embargo, Don Pedro, escondido, lo oye y siente un gran dolor porque se cree traicionado. Isabel le explica la situación pero Don Pedro quiere matar a Don Luis. La llegada de unos comediantes es anunciada por Cabellera. Este les ha aleccionado para que en la representación aludan directamente a Don Lucas. Cuando están todos ante los cómicos, comienza el entremés. Don Lucas escucha lo que dicen y, tras la confusión, se dirige a Don Luis a quien le entrega a Isabel, nada dispuesto a pasar por el ridículo. Ante tal confusión, Don Pedro se decide a exponer públicamente su amor y Don Lucas acepta la situación aunque hace pública su visión de cómo va a ir la relación en el futuro afirmando que "Doña Isabel es divina, Don Pedro no tiene un real, y amor sin dinero es mal, que no encuentra "melecina". El amor se irá pasando, la escasez irá creciendo, se irán luego aborreciendo y así yo me iré vengando". Sin embargo, por sorpresa y después de decir todo esto, se decide y comenta que apadrinará a ambos. Entre el alborozo general, celebran la bondad de Don Lucas.
La acción tiene lugar en una venta de Torrejoncillo en el siglo XVII.
Acto I
Se celebra la salida de unos cómicos que ha estado hospedados en la venta. Aparecen Doña Isabel y Andrea que comentan la marcha de los cómicos. Isabel expresa su dolor por tener su boda ya concertada con Don Lucas, un hombre muy rico pero muy avaro y extravagante, a quien realmente no quiere. Este le ha escrito una carta en la que indica que su primo le acompañará para posteriormente encontrarse en la venta donde están. Isabel, sin embargo, se siente atraída por el primo que además la ha salvado del ataque de un toro, aunque como Don Lucas la ha obligado a ir con velo para ocultar su apariencia, el primo no la ha visto bien. Aparece Cabellera, criado de Don Lucas, que le comunica la llegada de éste y, previamente, describe al hidalgo en términos muy negativos, tanto en lo que se refiere a su aspecto físico como a su actitud. Don Antonio, padre de Isabel, da cuenta del nerviosismo general por la llegada de Don Lucas que viene acompañado por Doña Alfonsa y Don Luis, Calificado por Andrea como "moscón que te asedia". Don Lucas aparece enfrentándose a todo el mundo que se ríe de sus estupideces. El ventero pone en orden la situación y despide a los lugareños. Isabel se horroriza de la imagen física y aspecto de Don Lucas mientras él queda deslumbrado por su belleza y asustado, le pide a su primo, Don Pedro, que le transmita sus sentimientos ya que él se siente incapaz por timidez. Don Pedro acaba haciendo su declaración en primera persona, e Isabel se siente cada vez más atraída por él que tampoco puede rehuir sus sentimientos. Molesto Don Lucas por el cariz que toman los acontecimientos, decide casarse esa misma noche. Culmina el acto con la celebración general del cumpleaños del ventero.
Acto II
La acción se lleva a cabo en un mesón de Illescas. En el patio del mesón aparecen Cabellera y Don Pedro, dispuesto a hablar a Isabel, aprovechando que los demás están durmiendo. Don Pedro abre su corazón a Cabellera y menciona la hazaña que llevó a cabo para proteger a Isabel, a partir de la cual crecieron sus sentimientos por ella. Isabel y Andrea salen nerviosas y agitadas sin ver a los dos hombres. Isabel expone su amor por Don Pedro y que no está dispuesta a casarse con Don Lucas. Cuando Don Pedro surge de la oscuridad, tiene lugar un dúo de amor, donde dan rienda suelta a sus emociones. Andrea les previene de que se está abriendo el aposento de Don Luis que insiste en su interés por Isabel. La oscuridad, sin embargo, da lugar a confundirla con Doña Alfonsa que, reconociéndole, se siente embargada. Ante la llegada de Don Lucas, se esconde. Este, que no entiende que hace Cabellera levantado, está mosqueado por los ruidos y se dirige a la habitación de Isabel, donde está escondido Don Pedro. Cabellera intenta cerrarle el paso con un subterfugio. Don Pedro sale con Andrea y cuando Don Lucas se va a lanzar espada en ristre, aparece Isabel que le para. Sin embargo Don Lucas conmina a Don Pedro para que se explique que hace allí. Don Pedro le expone que está velando por su honor, cosa que Don Lucas no se acaba de creer aunque de quien sospecha, sobre todo, es de Don Luis que está excesivamente atraído por Isabel. esta, por su parte, cree que Don Pedro coquetea también con Alfonsa. Se crea la confusión general por lo que Don Lucas decide que se marchen todos a su cigarral para llevar a cabo sus desposorios con Isabel.
Acto III
La acción tiene lugar en un cigarral de Toledo, propiedad de Don Lucas. Sus amigos celebran los festejos de boda, aunque murmuran por la posibilidad de que no se lleven a cabo pues el manifiesto amor de Don Pedro por Isabel está en boca de todos. Don Lucas llama a su futuro suegro y le comenta que no está dispuesto a casarse con su hija, con gran sorpresa de éste. Le afirma que Don Luis va detrás de ella por todos los sitios. En otro lado, Don Pedro intenta explicarle a Isabel sus sentimientos, deshaciendo el equívoco, cosa que ella acepta y muestra su correspondiente amor. Cuando se va a marchar, aparece Don Luis que le recuerda la pasión vivida la noche anterior, con gran sorpresa de Isabel que no sabe a que se refiere. Sin embargo, Don Pedro, escondido, lo oye y siente un gran dolor porque se cree traicionado. Isabel le explica la situación pero Don Pedro quiere matar a Don Luis. La llegada de unos comediantes es anunciada por Cabellera. Este les ha aleccionado para que en la representación aludan directamente a Don Lucas. Cuando están todos ante los cómicos, comienza el entremés. Don Lucas escucha lo que dicen y, tras la confusión, se dirige a Don Luis a quien le entrega a Isabel, nada dispuesto a pasar por el ridículo. Ante tal confusión, Don Pedro se decide a exponer públicamente su amor y Don Lucas acepta la situación aunque hace pública su visión de cómo va a ir la relación en el futuro afirmando que "Doña Isabel es divina, Don Pedro no tiene un real, y amor sin dinero es mal, que no encuentra "melecina". El amor se irá pasando, la escasez irá creciendo, se irán luego aborreciendo y así yo me iré vengando". Sin embargo, por sorpresa y después de decir todo esto, se decide y comenta que apadrinará a ambos. Entre el alborozo general, celebran la bondad de Don Lucas.
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