La gallina ciega
La gallina ciega, Zarzuela cómica en dos actos se estrenó en el Teatro de la Zarzuela de
Madrid, el día 3 de Octubre de 1873. Su libretista, Miguel Ramos Carrión. Música de Manuel Fernández Caballero.
Acto I
Gabinete en la casa de Don Cleto. Aparece O, sola, llorando por la pérdida de una cotorra, animal favorito de su padrino. Entra Circuncisión que se interesa por sus desvelos. O le dice que ha puesto un anuncio en La Correspondencia en la que ofrece todo a quien encuentre la cotorra. Circuncisión protesta por la manera en que O la trata y comenta, en un aparte, que no lo haría si supiera verdaderamente quien es. Serafín aparece y le pregunta por el dueño de la casa. Cuando se queda solo, esperando que éste llegue, se plantea la posibilidad de casarse con O. Aparece ésta que inmediatamente le reconoce como su vecino. Este ha encontrado en su casa a la cotorra. Emocionada se lo agradece mientras él le plantea abiertamente que lleva enamorado de ella mucho tiempo atrás. O parece mostrar interés aunque le pide que se vaya puesto que va a llegar su padrino, expresándole el deseo de que toque a menudo la escena de la locura de Linda de Chamounix. Circuncisión aparece y le comenta que ha oído todo. Mientras se está escuchando el fragmento deseado, aparece Don Cleto que protesta por la música. Da la novedad de que tendrán un convidado para comer, un antiguo amigo a quien hace mucho tiempo que no ve, que acaba de regresar de América. Cuando sale Circuncisión, Don Cleto le cuenta a O la historia de su ama, a la que tomó a su gobierno a la muerte de su esposa. Circuncisión trajo una niña (O) de tres años que, al parecer se había perdido en la calle. Después de haber buscado infructuosamente a su madre, creció como una hija hasta que se puso de largo. Le anuncia que, sin embargo, tiene algo importante que decirle, cosa que hará mañana. Llega Venancio que le comenta que ha vuelto a España dispuesto a buscar un hijo o una hija, fruto de una relación con una costurera que vivía en una calle que ya no existe. Don Cleto le dice, por su parte, que quiere casarse con su ahijada, a pesar de la diferencia de edad. Entra O que es presentada a Don Venancio. Su padrino aprovecha la ocasión y le dice que aspira a casarse con ella, lo que genera la inevitable confusión. Entra Serafín a devolver la cotorra. Le da un pisotón a Don Cleto lo que hace que éste lo despache con cajas destempladas. O llega asustada anunciando que ha encontrado una carta en su cama donde señala que su madre vendrá a verla pronto, firmada por Paulina Bemol. Venancio en ésta a su amante. Por lo tanto, es padre de O. Cuando lo oye Circuncisión, cae desmayada.
Acto II
En la misma sala, Circuncisión le advierte a O sobre la necesidad de asegurar totalmente que la que firma es su auténtica madre. Una vez sola, O habla del tipo de hombres que le gustan, muy alejados de su viejo padrino que quiere casarse con ella. Don Cleto le comenta que, ahora que no es huérfana, no quiere casarse con ella porque no tiene intención de ganarse nuevos suegros después de lo poco afortunado que fue con los anteriores. Ella, por su parte, le desvela su atracción por el violinista. Se va Don Cleto y vuelve Serafín. Juntos muestran, en su dúo, su amor. Aparece Venancio y le reclama al músico que se presente. Serafín le dice que, lo único que puede decir es que se llama Serafín Bemol y que su madre se llama Paulina, con lo que se constata que Serafín y O serían hermanos gemelos. Don Cleto aparece y arremete contra Serafín, con el enfado de Venancio que le dice que es su hijo. O se desmaya. Entra Circuncisión con un vaso de agua y se asombra de lo que está sucediendo. Serafín dice que va a volver con su madre. Don Cleto se queda solo, protestando por su situación. Entra O, abnegada, y le confirma que no tiene problema en casarse con él, con gran alegría por parte de éste. Circuncisión entrega una carta donde se afirma que la señora Bemol, que dice ser madre de su ahijada, es una impostora y que tiene pruebas para demostrarlo. Don Cleto enojado comenta que parece que están jugando a la gallina ciega y cuando le da las novedades a O, ésta le dice que ya no se casa. Cuando Don Cleto le amenaza, Circuncisión sale en su defensa. Le asegura que ella es la auténtica madre de O y que Don Cleto su padre que abusó de ella en su día. Descubierta la realidad, todos acceden a la boda de Serafín con O, en medio del alborozo general.
Acto I
Gabinete en la casa de Don Cleto. Aparece O, sola, llorando por la pérdida de una cotorra, animal favorito de su padrino. Entra Circuncisión que se interesa por sus desvelos. O le dice que ha puesto un anuncio en La Correspondencia en la que ofrece todo a quien encuentre la cotorra. Circuncisión protesta por la manera en que O la trata y comenta, en un aparte, que no lo haría si supiera verdaderamente quien es. Serafín aparece y le pregunta por el dueño de la casa. Cuando se queda solo, esperando que éste llegue, se plantea la posibilidad de casarse con O. Aparece ésta que inmediatamente le reconoce como su vecino. Este ha encontrado en su casa a la cotorra. Emocionada se lo agradece mientras él le plantea abiertamente que lleva enamorado de ella mucho tiempo atrás. O parece mostrar interés aunque le pide que se vaya puesto que va a llegar su padrino, expresándole el deseo de que toque a menudo la escena de la locura de Linda de Chamounix. Circuncisión aparece y le comenta que ha oído todo. Mientras se está escuchando el fragmento deseado, aparece Don Cleto que protesta por la música. Da la novedad de que tendrán un convidado para comer, un antiguo amigo a quien hace mucho tiempo que no ve, que acaba de regresar de América. Cuando sale Circuncisión, Don Cleto le cuenta a O la historia de su ama, a la que tomó a su gobierno a la muerte de su esposa. Circuncisión trajo una niña (O) de tres años que, al parecer se había perdido en la calle. Después de haber buscado infructuosamente a su madre, creció como una hija hasta que se puso de largo. Le anuncia que, sin embargo, tiene algo importante que decirle, cosa que hará mañana. Llega Venancio que le comenta que ha vuelto a España dispuesto a buscar un hijo o una hija, fruto de una relación con una costurera que vivía en una calle que ya no existe. Don Cleto le dice, por su parte, que quiere casarse con su ahijada, a pesar de la diferencia de edad. Entra O que es presentada a Don Venancio. Su padrino aprovecha la ocasión y le dice que aspira a casarse con ella, lo que genera la inevitable confusión. Entra Serafín a devolver la cotorra. Le da un pisotón a Don Cleto lo que hace que éste lo despache con cajas destempladas. O llega asustada anunciando que ha encontrado una carta en su cama donde señala que su madre vendrá a verla pronto, firmada por Paulina Bemol. Venancio en ésta a su amante. Por lo tanto, es padre de O. Cuando lo oye Circuncisión, cae desmayada.
Acto II
En la misma sala, Circuncisión le advierte a O sobre la necesidad de asegurar totalmente que la que firma es su auténtica madre. Una vez sola, O habla del tipo de hombres que le gustan, muy alejados de su viejo padrino que quiere casarse con ella. Don Cleto le comenta que, ahora que no es huérfana, no quiere casarse con ella porque no tiene intención de ganarse nuevos suegros después de lo poco afortunado que fue con los anteriores. Ella, por su parte, le desvela su atracción por el violinista. Se va Don Cleto y vuelve Serafín. Juntos muestran, en su dúo, su amor. Aparece Venancio y le reclama al músico que se presente. Serafín le dice que, lo único que puede decir es que se llama Serafín Bemol y que su madre se llama Paulina, con lo que se constata que Serafín y O serían hermanos gemelos. Don Cleto aparece y arremete contra Serafín, con el enfado de Venancio que le dice que es su hijo. O se desmaya. Entra Circuncisión con un vaso de agua y se asombra de lo que está sucediendo. Serafín dice que va a volver con su madre. Don Cleto se queda solo, protestando por su situación. Entra O, abnegada, y le confirma que no tiene problema en casarse con él, con gran alegría por parte de éste. Circuncisión entrega una carta donde se afirma que la señora Bemol, que dice ser madre de su ahijada, es una impostora y que tiene pruebas para demostrarlo. Don Cleto enojado comenta que parece que están jugando a la gallina ciega y cuando le da las novedades a O, ésta le dice que ya no se casa. Cuando Don Cleto le amenaza, Circuncisión sale en su defensa. Le asegura que ella es la auténtica madre de O y que Don Cleto su padre que abusó de ella en su día. Descubierta la realidad, todos acceden a la boda de Serafín con O, en medio del alborozo general.
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