Doña Francisquita (Cantables)



DOÑA FRANCISQUITA



Comedia lírica en tres actos.

Libreto: de Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw.

Música: Amadeo Vives.

Estrenada en el Teatro Apolo de Madrid, el 17 de octubre de 1923.

La acción tiene lugar durante el Carnaval madrileño de 184...


ARGUMENTO


Doña Francisquita, estrenada en el Apolo de Madrid el 17 de octubre de 1923, parte de un castizo libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández Shaw, basado en La discreta enamorada de Lope de Vega. Sobre el escenario se narran situaciones de amor y enredo articuladas desde una visión optimista donde el ímpetu de los jóvenes se impone a las exigencias de los viejos.
El argumento se inicia con Fernando y Cardona, dos estudiantes que acuden a la boda de su amigo Vicente con el fin de reponer fuerzas y saciar su hambre. Fernando cree estar enamorado de Aurora, la Beltrana, una madrileña de rompe y rasga que coquetea con los hombres, pero sin comprometerse con ninguno. Doña Francisquita, hija de Doña Francisca, está enamorada secretamente de Fernando, y pretende que éste se fije en ella. Sin embargo, es Don Matías, padre de Fernando, quien pide la mano de Francisquita. Ella acepta y urde un plan para conquistar a Fernando. Francisquita genera una serie de situaciones equívocas y enredos para conseguir que Fernando se dé cuenta de que está enamorado de ella. Al final, lo consigue. Ambos personajes confiesan públicamente su relación y piden perdón a sus padres por haberlos engañado.


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Personajes:

Francisquita: Hija de Doña Francisca, enamorada de Fernando.
 
Aurora: Actriz, enamorada de Fernando.
 
Doña Francisca: Madre de Doña Francisquita.

Buhonera: Personaje del inicio de la obra.
 
Irene la de Pinto: Amiga de Aurora.
 
Doña Liberata: Personaje secundario.
 
Doña Basilisa: Personaje secundario.
 
Fernando: Hijo de Dona Matías, enamorado de Doña Francisquita y antes de Aurora.

Cardona: Amigo de Fernando.
 
Don Matías: Padre de Fernando.

Lorenzo Pérez: El de la botillería.
 
Lañador: Personaje secundario.

Sereno: Personaje secundario.

Dependiente: Personaje secundario.

Juan Andrés: Personaje secundario. 

Cofrade 1º: Personaje secundario.

Cofrade 2º: Personaje secundario. 


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Números musicales:

El lañador: (Lañador, Buhonera, Aguador, Francisquita, Aurora, Doña Francisca, Irene, Fernando, Cardona, Lorenzo y Juan Andrés)
Peno por un hombre, madre, que no me quiere: (Francisquita, Fernando, Cardona e Irene)
Allí la tienes: (Aurora, Fernando y Cardona)
Cuando un hombre se quiere casar: (Fernando, Cardona, Estudiantes, Modistas)
Canto alegre de la juventud: (Fernando y Cardona)
Canción del Ruiseñor: (Francisquita, Fernando y Cardona)
Me ha dicho mi marido que no me vista… No vayas con careta porque repara… Soy madrileña: (Francisquita, Aurora Fernando, Cardona, Mujeres y Hombres del pueblo)
No sabes niño del alma… Alza Pilili: (Aurora, Coro)
Le van o oír no sea usted imprudente: (Francisquita y Fernando)
Por el humo se sabe donde está el fuego: (Fernando)
Escucha mi bien…Me gustas mujer: (Aurora y Fernando)
Fui demasiado vehemente… Ay Madrid del alma: (Francisquita, Doña Francisca, Fernando, Cardona y Don Matías)
Los que quieran patatas y vino añejo: (Francisquita, Aurora, Doña Francisca, Fernando, Cardona, Don Matías, Lorenzo y Coro)
Donde va la alegría: (Coro de románticos y Sereno)
Aurorilla la Beltrana ¿no quiere cantar?... Canción del Marabú: (Cardona y Aurora)
Yo no fui sincera: (Francisquita y Fernando)
Canto alegre da la juventud: (Todos)



ACTO PRIMERO

Plaza de Madrid con varias bocacalles 

ESCENA I

El lañador y la buhonera. Salen pregonando

El lañador: (Lañador, Buhonera, Aguador, Francisquita, Aurora, Doña Francisca, Irene, Fernando, Cardona, Lorenzo y Juan Andrés)

LAÑADOR
¡El lañador!
El que tenga tinaja
que componer,
que me diga que suba
porque yo se
remendarla y zurcirla
con el punzón.
Ha llegado, señoras,
el lañador.

BUHONERA:
Veinte alfileres
doy por un cuarto.
¿Tienen pellicas para vender?
¡Hiladillos de Granada!
¡Agujillas de coser!

(Cruza un aguador)

LAÑADOR
¡Adiós, paisano!

AGUADOR
¡Adiós galán!

BUHONERA
¿Paisano has dicho?
¡Ja, ja, ja, ja!

(El aguador hace mutis)

LAÑADOR
¡Hago por dos cuartos
una ratonera!

BUHONERA
¡Vean el surtido
de la buhonera!

LAÑADOR
¡Cántaros viejos
compongo yo!

BUHONERA
¡La buhonera!

LAÑADOR
¡El lañador!

La buhonera y el lañador se van. Salen Fernando y Cardona. El primero es un joven estudiante con ribetes de poeta; el segundo, también estudiante, más vivo que el hambre.

CARDONA
Vamos a ver que en la boda de Vicente.

FERNANDO
¡Mírala por donde llega!
¡Como la mira la gente!

CARDONA
Pero ¿no me oyes, Fernando?

FERNANDO
No puedo oírte, Cardona.
Para mí no hay más derecho
ni más ley que esa persona.

Sale Aurora la Beltrana, cómica del teatro de la Cruz, garbosa, bella y provocativa. La acompaña Irene la de Pinto, otra bolera del mismo coral.

Fernando las aborda.

FERNANDO
¡Aurora de mi día,
estrella de mi cielo...!

AURORA
¡Jesús, que dos figuras!

CARDONA
Nos va a lucir el pelo.

AURORA
Aurorilla, la Beltrana,
soberana del bolero,
ni se rinde por zalemas
ni se vende por dinero.
En la calle del soldado
come, duerme y vive sola.
El que quiera conquistarla
pida la vez en la cola.

CARDONA
(A Fernando)
¡Eso es una bola!

FERNANDO
¡Ah! ¡Es verdad que se la rifan!

CARDONA
No se lo digas, melón,
que hay que conocer
el corazón de la mujer.

FERNANDO
(Quien supiera en el libro leer
de un corazón de mujer)

IRENE
(A Aurora)
¿Nos vamos o no?

AURORA
Con el desplante se asustó.
Así podrá ver
que yo soy ¡una mujer!

IRENE
¡Serás siempre la misma!
¡Que cosas tienes, mujer!

FRANCISQUITA
¡Cuánto la quiere el que adoro!

DOÑA FRANCISCA
¡El sermón del padre Lucas
fue una hermosa perorata!

DOÑA LIBERATA
¡Que sermón, doña Francisca!

DOÑA BASILISA
¡Digo, doña Liberata!

FERNANDO
(A Aurora)
No me niegues tu albedrío,
que es el bálsamo vital.

FRANCISQUITA
(¡Como le esquiva la ingrata!)

AURORA
Me parece, don Fernando,
que te han dirigido mal.

FRANCISQUITA
(¿Por qué le quiero yo así?)

FERNANDO
(A Aurora)
¡Por Dios, contesta que sí!

DOÑA FRANCISCA
(A las viejas)
¡Que magnífica oración!

DOÑA LIBERATA
¡Fenomenal!

DOÑA BASILISA
¡Ay, que sermón!

DOÑA FRANCISCA
¡Que bien está!

FRANCISQUITA
¡Quiérole sin que él me quiera!
¡No hay una desgracia igual!

LORENZO
No tienen prisa.

JUAN ANDRES
Velas allí.

LORENZO
¡Eh, Beltraneja!

AURORA
¿Pero es a mí?
¡Si es mi Lorenzo!
Fernando, adiós.
Vamos, Irene, que están los dos.
(A Fernando)
Ese sí que es un hombre con circunstancias,
con circunstancias.

FERNANDO
¡Malhayan las mujeres!
Le desafío.
(Airado, quiere avanzar sobre Lorenzo,
pero le ataja Cardona)

CARDONA
¡Guárdate,
que si él te calienta
no tendrás frío!

FERNANDO
¡Mírala como se ríe!
¡Mírala tú!

CARDONA
Tú no mires, porque haces el bú.

FERNANDO
Yo la quiero mirar,
porque es mi vida y mi luz.

DOÑA FRANCISCA
Adiós doña Basilisa.
Adiós, doña Liberata.

CARDONA
(A Fernando, por Francisquita)
Fíjate, que no es ésta
costal de paja.

(Vienen las dos Franciscas)

FERNANDO
Para mí, sin Aurora,
no habrá consuelo.

DOÑA FRANCISCA
Nos miran esos hombres, la vista baja.

FRANCISQUITA
Déjame, madre mía, que mire al cielo.

DOÑA FRANCISCA
No repliques, bachillera.

CARDONA
¡Ah! Fíjate en sus ojos bellos.

FRANCISQUITA
(¡Ah! Si a los ojos me mirara,
toda el alma viera en ellos)

CARDONA
El pañuelito se le cayó

FERNANDO
Deja, Cardona; lo cojo yo.
(A Francisquita)
Señorita...

FRANCISQUITA
Caballero...

FERNANDO
Que os detenga, perdonad.

DOÑA FRANCISCA
¿Qué es, Francisca?

FRANCISQUITA
Nada, madre.
El pañuelo que me da.
(A Fernando)
Esperad, no se si es mío.

FERNANDO:
Al descuido se os cayó.

FRANCISQUITA
No lo tengo en esta manga.

DOÑA FRANCISCA
Corta la conversación.

FRANCISQUITA
Ni tampoco en esta otra.

FERNANDO
De que es vuestro yo doy fe.

FRANCISQUITA
¿Está un poco descosido?

FERNANDO
En efecto.

DOÑA FRANCISCA
Ya está bien.

FRANCISQUITA
Por ventura, ¿es de encaje?

FERNANDO
Si, yo os lo fío.

FRABCISQUITA
¿Tiene marcas en rojo?

FERNANDO:
Son de advertir.
Un corazón que sangra.

FRANCISQUITA
(Ese es el mío)

FERNANDO
Y una efe.

FRANCISQUITA
Francisca quiere decir.

FERNANDO
(A Cardona)
¡Es muy hermosa!

CARDONA
Y de he de advertirte,
para internos,
que, la madre y la hija,
me gusta las dos.

FERNANDO
¡Es deliciosa!

FRANCISQUITA
¡Oh, perdonad! ¡Oh, perdonad!
¡Ah!
Aunque las señas coinciden,
aunque las señas coinciden
con mi pañuelo bordado,
si alguna dama pregunta
que si lo habéis encontrado,
decidle vos que aquí vive
la viuda de Coronado,
decidle vos que aquí vive
la viuda de Coronado,
y que su hija lo tiene
para su dueña guardado.

FERNANDO
Perded, señora, cuidado.

DOÑA FRANCISCA
Pero ¿aún no habéis acabado?

FRANCISQUITA
(A su madre)
No está de más lo parlado.

CARDONA
(Ya he comprendido en recado)

DOÑA FRANCISCA
(A su hija)
¡Cuidado!

FRANCISQUITA
¡Guardado!

CARDONA
(¡Recado! ¡Y van dos!)

FRANCISQUITA
¡Quedad, señores, con Dios!

DOÑA FRANCISCA
¡Quedad, señores, con Dios!

FERNANDO y CARDONA
¡Marchad, señoras, con Dios!

BUHONERA
¡La buhonera!

LAÑADOR
¡El lañador!

FERNANDO
¡Adiós!

FRANCISQUITA
¡Adiós!

FERNANDO
¡Adiós!

FRANCISQUITA
¡Adiós!


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Escena II

Cardona y Fernando tienen que encargar en la iglesia los trámites para la boda de un amigo común, Vicente. Pero Cardona trata de quitar de la cabeza de su amigo Fernando a Aurora, haciéndole ver que si Francisquita ha dejado caer el pañuelo es para llamar la atención, y que la muchacha vale mucho más que la cómica.

Peno por un hombre, madre, que no me quiere: (Francisquita, Fernando y Cardona)

Escena III

FRANCISQUITA
Peno por un hombre, madre,
que no me quiere.
¡Como se lo digo, madre,
para que el hombre se entere!
¡Que feliz sería madre,
si me quisiera!
Pero, ¡como va a quererme,
cuando yo peno y él no se entera!

FERNANDO
Siempre es el amor,
siempre es el amor travieso,
y hace suspirar,
hace suspirar por eso.
El que quiere y no es querido
nunca se debe dar por vencido.
¿Has oído, Cardona?
¡Que maravilla!
Pues sí que tiene razón esa letrilla.

CARDONA
¡Ah! Cuando el hombre más pintado
se encalabrina,
buscar deberá el olvido,
que es la mejor medicina.
Porque al hombre más pintado
¡quien le promete
que una niña, si se empeña,
no ha de tratarle como un juguete!

FRANCISQUITA
Siempre es el amor,
siempre es el amor travieso,
y hace suspirar,
hace suspirar por eso.
El que quiere y no es querido
nunca se debe dar por vencido.

FERNANDO
Amor, amor...
No juegues con mi corazón.

FRANCISQUITA
¡Amor, amor!
¡Amor!


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Escena IV

Francisquita y su madre discuten por el incidente del pañuelo; Francisquita se defiende diciendo que su conducta ha sido siempre virtuosa.


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Escena V

Llega don Matías, padre de Fernando, deseoso de declarar su amor por Francisquita, a pesar de sus achaques. Doña Francisca imagina que don Matías ronda su casa por ella. El anciano inicia su proposición con rodeos y alardeando de fuerzas juveniles. Cuando finalmente doña Francisca se da cuenta de que el galanteo va dirigido a su hija, casi se desmaya.


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Escena VI

La joven decide fingir y aceptar al anciano como modo de atraer el amor de Fernando. Para ello, empieza diciéndole a don Matías que Fernando la corteje en secreto para que éste lo riña y despierte de ese modo los celos del joven.


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Escena VII

Aurora e Irene entran y Lorenzo expresa sus celos, que Aurora aplaca. Lorenzo y su amigo Juan Andrés preparan una calesa para que Aurora pueda acudir a la fiesta del Carnaval.


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Escena VIII

Allí la tienes: (Aurora, Fernando, Cardona e Irene)

CARDONA
(A Fernando)
Allí la tienes:
prepárate para enrabiarla
con tu desdén.

FERNANDO
Dale tú celos.
Yo no sabré.

AURORA
(A Irene)
No mires, chica; sígueme a mí,
no se figuren que estar aquí
no es coincidencia sino un ardid.

CARDONA
Hagan el favor, señoras,
de decidme, si lo saben,
dónde vive en esta plaza
una tal Encarnación
que a mi amigo don Fernando
le ha sorbido todo el seso
y, aunque sabe que aquí vive,
no conoce su mansión.

AURORA
No es ingeniosa vuestra invención;
pero requiere contestación.

FERNANDO
(Va a contestar altiva y fiera.
¡Vaya una manera de rabiar!)

AURORA
Su merced no es el primero,
su merced no es el segundo;
su merced es... el tercero
que me viene a preguntar.
Y, por no perjudicarle,
si cobró la tercería
le diré sencillamente
que se acaba de mudar.

FERNANDO
(A Cardona)
¿Qué ha contestado?

CARDONA
Que este papel
lo hacen las viejas
con mucho aquel.

AURORA
Y le puede “usté” añadir
que a esa tal Encarnación
no la debe hacer sufrir
su volcánica pasión...
Y que el modo de triunfar
en las cosas del querer
no es dar celos, sino dar...
con el quid de una mujer.

FERNANDO
(A Cardona)
Dile tú que su querer de mi pecho se borró;
que no vuelva a suponer que por ella sufro yo,
que no vuelva a suponer que por ella sufro yo.
¡Ah! ¡No!

AURORA
(A Cardona)
Diga “usté” que yO le vi
de coraje y de rabia temblar.

FERNANDO
Tú responde que de mí
no se vuelva en su vida a acordar.

AURORA
Por mi parte... tururú
que en latín significa, que en paz.

CARDONA
No respondas... porque tú
de insultarla serías capaz.

AURORA
(A Cardona)
¿Es “usté” su ama de cría?

FERNANDO
¡Y se burla todavía!

AURORA
(A Irene)
Mira que dos palominos,
tan iguales, tan atontados.
¡Ay! ¡Los pobres están cortados!

FERNANDO
Están pasmados de tu frescura.

AURORA
Se me figura
que al mirarme así,
quedaron los dos
prendados de mí.
(A Irene): vamos, tú.

FERNANDO
Anda ya. Anda ya.

IRENE
Vamonos

CARDONA
Déjala.

AURORA
¡Ja, ja, ja, ja!

FERNANDO
¡Ja, ja, ja, ja!

CARDONA
Esta carcajada suena a funeral.

AURORA
¡Ah! ¿De qué te finges valiente
si estás, de verme, temblando?
Vete a buscar la calesa
que te espera Encarnación.

FERNANDO
Yo te juro que has de verme
de su brazo en el paseo
y que vas a suplicarme
que te mire por favor.

AURORA
(¡Ay, madre mía! ¿Será verdad?)

FERNANDO
(¡Voy a hacer una barbaridad!)

AURORA
Vamos ya.

IRENE
Vamos ya.

FERNANDO
Anda ya.

CARDONA
Déjala.


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ESCENA IX

Cardona frena el intento de Fernando de entrar en la botillería a por Aurora, tratándola de casquivana y coqueta. Don Matías oye al final de la discusión y cree que hablan de “su” amada Francisquita, a la que defiende con pasión.


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ESCENA X

Cuando un hombre se quiere casar: (Fernando, Cardona, Estudiantes, Modistas)

CARDONA
¿Y tú que harás ahora?

FERNANDO
¡Yo que se!

CARDONA
Tu padre está indignado.

FERNANDO
Yo también

CARDONA
¡Quien pudo figurarse!
¡Tu padre en tales trotes!

FERNANDO
¡A su edad!

CARDONA
Tendrás que convencerte.

FERNANDO
¿Yo, de qué?

CARDONA
De que esa no es tu suerte.

FERNANDO
¡Ya veré!

CARDONA
Aurora no te quiere;
no pienses más en ella.

FERNANDO
Voy a buscarla,
¡porque yo reviento si en esa loca
no hago un escarmiento!

CARDONA
¡No señor!
Ahora ven acá. ¡Todo llegará!

(Suenan guitarras y bandurrias)

¿Escuchas? ¡Ya vienen todos!

FERNANDO
¡También me coge de humor!
Yo que por ver esa boda
tenía tanta ilusión.

CARDONA
¡Como animan las guitarras!
¿No piensas al oír su voz
que llevan ángeles dentro?

FERNANDO
Tienen tal fuerza en su son,
que escuchándolas
se olvidan los pesares.

CARDONA
El amor viene con ellas;
modistas nacidas en el riñón de Madrid,
más chispeantes y más bonitas que el sol,
y estudiantes más alegres
que la más galla canción.
¡No tendrán queja los novios
de su cortejo de amor!

ESTUDIANTES
Cuando un hombre se quiere casar,
si puede ser, ha de mirar la gracia de la mujer.
En el amor la belleza es lo primero;
más lo mejor es el garbo y el salero.
Gentil mujer: tu gracia sin rival
nos tiene que vencer. ¡Ah!
Cuando un hombre se quiere casar,
si puede ser, ha de mirar la gracia de la mujer.

UNOS ESTUDIANTES
¡Ya están aquí!

OTROS
¡Llegando van!

UNOS
¡Mirad!

OTROS
¡Mirad el garbo madrileño!

UNOS
¡Venid!

OTROS
¡Llegad!

UNOS
¡Viva la sal!

OTROS
¡Reíd!

UNOS
¡Cantad!

OTROS
¡Olé!

UNOS
¡Bien va!

OTROS
¡Que envidia dan tus flores!

UNOS
¡Me muero por tus amores!

OTROS
¡En tu cara miro el cielo!

UNOS
Me ciega tu resplandor!

OTROS:
¡Tú serías mi consuelo!

UNOS:
¡Ay, quien pudiera conseguir tu favor!

OTROS
¡Ya llegan! ¡Viva el rumbo,
viva el buen humor!

FERNANDO
Ya viene aquí la flor de lo castizo;
diciendo van lo bien que Dios las hizo.
No igualan su hechizo en todo Madrid.

ESTUDIANTES
¡Vivan las mujeres finas y arrogantes!
¡Olé ya!
Dime tú si quieres a los estudiantes.
¡Bueno va!

MODISTAS
Si una niña se llega a casar,
en el amor
ha de encontrar
lo bueno de lo mejor.

TODOS
Unidos van el amor y la alegría.
Cortejo dan a la novia en este día.
¡Reíd, reíd!
Que acaba de pasar
la gracia de Madrid. ¡Ah!
Ved que en todos los lances de amor
ha de vencer, sin vacilar,
la gracia de la mujer.


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Canto alegre de la juventud: (Fernando y Cardona)

CARDONA
Amigos, oídme:
en estos instantes
yo quiero ofrendaros
mis flores fragantes.
Ahí va, con mi alma entera,
mi canción de primavera.

TODOS
¡Cantad!

CARDONA
Canto alegre de la juventud
que eres alma del viejo Madrid:
vuela ya
y, en tu volar de pájaro,
pregona nuestro júbilo
por los celestes ámbitos.

TODOS
Canto feliz,
difunde hasta el sol
la dicha de amar.
Contigo quisiera
la primavera
y el amor cantar.

FERNANDO
Gozad la primavera
de vuestra vida;
muy juntos gozad.
Las penas ya muy lejos están.
Pero el encanto de aquel momento
en que os jurasteis amor eterno,
nunca, nunca volverá.
Si es igual amor que primavera,
debéis amaros la vida entera
y eterno así, ¡ah! será vuestro abril.
¡Viva el alma juvenil!
¡Ah!

TODOS
Canto alegre de la juventud
que eres alma del viejo Madrid:
vuela ya
y, en tu volar de pájaro,
pregona nuestro júbilo
por los celestes ámbitos.
Canto feliz, ¡ah!
tú que puedes volar,
difunde hasta el sol
la dicha de amar.
Y en la primavera
que nos espera
suena sin cesar.
¡Suena tú,
que sabes el amor cantar!


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ESCENA XI

Don Matías sale nuevamente de casa de Francisquita enojado con su hijo y con Cardona, y trata de provocarlos por haber dicho que Francisquita es casquivana y acusando a Fernando de cortejar, sin embargo, a Francisquita.
Luego se va, indignado.


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ESCENA XII

Cardona se da cuenta de que Francisquita ha urdido todo esto para dar celos a Fernando; por eso tiró el pañuelo al suelo. Cardona recomienda a Fernando que se dedique a Francisquita, y éste decide hacerle caso, pero sólo para dar celos a Aurora. Sale Francisquita, y un cura de la parroquia la previene contra las fiestas del Carnaval.


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ESCENA XIII

Canción del Ruiseñor: (Francisquita, Fernando y Cardona)

CARDONA
Francisquita, Francisquita

FRANCISQUITA
Ese es mi nombre.

FERNANDO
Nombre divino.

CARDONA
Ya me parece que está en camino.

FERNANDO
Yo quiero daros explicaciones,
pues me figuro que algún bribón
mi nombre honrado tomó el menguado
para fingiros una pasión.

CARDONA
¡Pues vaya modo de comenzar!
¡Lo ha echado todo, todo a rodar!

FRANCISQUITA
¡Ah! ¡Ah! ¿No era “usté”?

FERNANDO
Juro que no.

FRANCISQUITA
Alguien, entonces, lo simuló.

FERNANDO
Ningún recado yo os he mandado,
ni a vuestra reja llegué jamás.

CARDONA
Todo el zurcido se ha descosido.
¡Bien lo merezco; no lo haré más!

FRANCISQUITA
No os sofoquéis, Fernando,
que acaso la invención
fue de alguien que ha querido
hacer la imitación
de un cuento que mi abuela
solíame contar.
¿os divierten los cuentos?
¿Lo queréis escuchar?
Era una rosa que en un jardín
languidecía de casto amor
por un ruiseñor,
mientras un zángano zumbador,
a enamorarla desde el panal
todas las tardes venía al rosal.
Y, al ver la rosa que el ruiseñor
amor sentía por otra flor,
al zángano infeliz, cuando venía,
la rosa decía:
ese ruiseñor,
ese ruiseñor
soberbio y cantarín,
cuando tú no estás,
cuando tú no estás
señor, en el jardín
viene a mi rosal y en esta rama
me dice que me ama,
me dice que me ama,
me dice que me ama.
Y, aunque creo yo,
creo yo que con su pico miente,
jamás, jamás,
jamás cantó
un trino ni un gorjeo tan valiente.
¡Ah! ¡Ah!, etc.

FERNANDO
¿Y después, y después que pasó?

CARDONA
Eso mismo digo yo.

FRANCISQUITA
Que el pobre zángano, más infeliz,
aunque más viejo que aquella flor,
llamó al ruiseñor,
para quejarse de su actitud
y amenazarle con su aguijón,
si no sabía callar su pasión.
Desde el día aquel, supo el ruiseñor
de la rosa ser tierno trovador,
y enfrente del rosal, desde aquel día,
el pájaro decía...

FERNANDO
Este ruiseñor,
este ruiseñor
prendado está de ti.

FRANCISQUITA
¿Cómo pudo ser,
cómo pudo ser,
si nunca vino aquí?

FERNANDO
Vine a tu rosal
y en esta rama
te dice que te ama.

FRANCISQUITA
Me dice que me ama.

FERNANDO
Te dice que te ama.

FRANCISQUITA
Y, aunque creo yo,
creo yo que con su pico miente,
jamás, jamás,
jamás cantó
un trino ni un gorjeo tan valiente.
¡Ah! ¡Ah! etc.


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Me ha dicho mi marido que no me vista… No vayas con careta porque repara… Soy madrileña: (Francisquita, Aurora Fernando, Cardona, Mujeres y Hombres del pueblo)

DOÑA FRANCISCA
¡Francisca! ¡Francisca!

FRANCISQUITA
Mi madre me llama.

FERNANDO
Su madre me estorba

CARDONA
Su madre me escama

FERNANDO
De hablarla yo siento la necesidad.

FRANCISQUITA
De mí, de seguro, muy pronto sabrá.

(Se va)

FERNANDO
Es Francisca muy hermosa.

CARDONA
Al fin logro que lo digas.

FERNANDO
¡Cuando a Aurora se lo cuenten sus amigas!...

CARDONA
Esta tarde, con Lorenzo, al Prado va.

FERNANDO
¡Y nosotros!

CARDONA
¡Que ceguera!

FERNANDO
No lo puedo remediar.

(Suena una rondalla)

¡Esos ya van!
¡Que alegre es Madrid en Carnaval!

CARDONA
El pueblo de Madrid
encuentra siempre diversión
lo mismo en Carnaval
que en viernes de Pasión.

FERNANDO
Conserve Dios su buen humor.

(Sale un grupo de mujeres del pueblo)

MIJERES
Me ha dicho mi marido que no me vista
de maja ni manola de Buenavista,
porque prefiere el hombre que vean todos
que soy una manola de todos modos.

HOMBRES DEL PUEBLO
No vayas con careta, porque repara
que no hay otro aliciente como tu cara,
ni te vistas de seda, que a tu figura le basta ¡ay!, con el garbo de tu cintura.

CORO
Una calesa.

LORENZO
(Llamando a Aurora)
¡Vamos, chiquilla!

FERNANDO
¿Oyes, Cardona?

AURORA
¡Ya estoy aquí!

CORO
Es la Beltrana.

LORENZO
Sube, princesa.

FERNANDO
Me desafía.

AURORA
¡Viva Madrid!

CORO
¡Viva!

AURORA
Soy madrileña...

CORO
¡Olé!

AURORA
...porque Dios ha querido que así lo sea.

CORO
Es la verdad.

AURORA
Y, en mis amores...

FERNANDO
¡Yo no resisto!

CARDONA
¡Calla!

AURORA
... siento igual que una moza de Embajadores.

(Francisquita sale a la puerta de su casa)

(Por Lorenzo)
Quiero a un hombre porque sí.
Que él me quiera no lo se.

FRANCISQUITA
(Le ha vuelto loco esa mujer)

AURORA
¡Que más da!
Soy así; le prefiero a todos
¡y rabien los demás!

FERNANDO
(A Cardona)
De mí ya más no se ríe.
¡Lo vas a ver!

FRANCISQUITA
Si Dios protege mis artes, yo venceré.

(Sale del templo la comitiva de la boda)

CORO
¡Vivan los novios!
¡Viva!

AURORA
¡Vivan los novios!
¡Vivan mil años!
¡Que el cielo les de felicidad!

CORO
De la emoción la novia ya perdió el color.
Gocen siempre, por siempre, de amor.

TODOS
Suenen guitarras
mientras cantan las voces
de las campanas.
¡Viva el jaleo
y al amor abran paso
los madrileños!
¡Viva el pueblo de Madrid
por gallardo y por jovial!
¡Eres tú sin igual,
porque llevas dentro
campanas de cristal.


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ACTO SEGUNDO

Explanada en las inmediaciones del Canal

ESCENA I


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No sabes niño del alma… Alza Pilili: (Aurora, Coro)

AURORA
Cuando te digo que vengas
y no quieres tú venir...

TORERO
¡Olé lo fino!

AURORA
... no sabes, niño del alma,
lo que me haces tú sufrir.
Que si lo supieras
vendrías corriendo
a beberte las lágrimitas
que por tus ausencias
estoy yo vertiendo. ¡Ay!
Que por tus ausencias
estoy yo vertiendo. ¡Ay!

TORERO
¡Vaya estilo y gracia!

MAJA
¡Sí que canta bien!

MILICIANO
Esa es Aurorilla.

MAMÁ
¿Cómo lo ha dicho “usté”?

NIÑA 1ª
Mamá...

NIÑA 2ª
Mamaíta...

MAMÁ
¿Qué ocurre?

NIÑA 1ª
¡Por Dios!
No alternes con ellos.

NIÑA 2ª
Mira lo que son.

JORNALERO
(Al chico)
Niño, niño... quieto.

SU MUJER
Cuidado, Pepín.

CHICO
¡Es que no me quedan torrijas a mí!

AGUADORA
¡De la fuente del Berro!
¿Quién quiere el agua?

MAMÁ
¡Aguadora, aguadora!...
¡Venga una jarra!

TORERO
¡Lástima que Aurora no vuelva a cantar!

MILICIANO
¡Es una chica para trastornar!

DEPENDIENTES
Con el brillo de la chistera
y este traje de estambre inglés,
de seguro que quien me mire
me confunde con un marqués.

TORERO
¡Vaya unos tipos!
¡Fíjate, Inés!

DEPENDIENTE 1º
Oye, Atilano...
¿Pero, no ves?

DEPENDIENTE 2º
Son dos huríes.

DEPENDIENTE 3º
Hombre... son tres.

MAMÁ
Niñas, niñas:
conviene que los miréis.

AGUADORA
¿Ha acabado “usté, señora?

MAMÁ
Si, señora... ¿Cuánto vale?

DEPENDIENTES
No podemos consentirla que pague.

NARANJERA
¡La naranjera!

CHICO
Naranjas, padre.

JORNALERO
¿No estás aún harto?

NARANJERA
¡La naranjera!
¡Tres por un cuarto!

COFRADES
¡Alza, Pilili!
¡Sube, Manuela!
¡Canta, compadre!
¡Baila, Ramón!
¡Ruede la bola!
¡Siga el jaleo!
¡Viva la bulla!
¡Y el buen humor!

TODOS
¡Ruede la bola!
¡Siga el jaleo!
¡Viva la bulla!
¡Y el buen humor!

COFRADES
¡Baila, baila, baila!
¡Canta, canta, canta!
¡Siga, siga, siga!
¡Viva, viva, viva
el buen humor!

COFRADE 1º
Oíd la nueva canción.
¡Ahí va!
La cofradía de la alegría la cantará.
En toda nuestra nación
no habrá mayor diversión.
Y aquél a quien el cantar
le pueda picar
si mucho le pica, será un picarón.
¡Abajo el mentir!
¡Y arriba el porrón!

TODOS
¡Porrón!

LOS TRES COFRADES
Si ves la gran silueta de un burro con careta...
Con el tirolirolí con el torilorilón...

TODA LA COFRADÍA
Con el tirolirolí con el torilorilón...

LOS TRES
...no te rías porque en su rebuznar
algo, a lo mejor, te puede enseñar.
Mas viendo a tres señores
con cara de doctores...
Con el tirolirolí con el torilorilón...

TODA LA COFRADÍA
Con el tirolirolí con el torilorilón...

LOS TRES
... no te debes en cambio fiar no vayan también careta a llevar.
¡Zumba!
¡Zúmbale la pandereta!
¡Zumba!
¡Y que escape cada cual!

TODA LA COFRADÍA
¡Zumba!
¡Zúmbale la pandereta!
¡Zumba!
¡Todo el año es Carnaval!

LOS TRES
Si ser dichoso quieres, huirás de las mujeres.
Con el tirolirolí con el torilorilón...

TODA LA COFRADÍA
Con el tirolirolí con el torilorilón...

LOS TRES
Mas si buscas solamente ascender,
te podrá ayudar muy bien tu mujer.
Y si fuese hermosa y un tanto dadivosa...
Con el tirolirolí con el torilorilón...

TODA LA COFRADÍA
Con el tirolirolí con el torilorilón...

LOS TRES
... ten cuidado al probar la ascensión,
que podrás muy bien hacerte un chichón.
¡Zumba!
¡Zúmbale la pandereta!
¡Zumba!
¡Y que escape cada cual!

TODA LA COFRADÍA
¡Zumba!
¡Zúmbale la pandereta!
¡Zumba!
¡Todo el año es Carnaval!

COFRADES
¡Viva la bulla!

PÚBLICO
¡Viva!

COFRADES
¡Alza, Pilili!
¡Sube, Manuela!
¡Canta, compadre!
¡Baila, Ramón!
¡Ruede la bola!
¡Siga el jaleo!
¡Viva la bulla!
¡Y el buen humor!


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ESCENA II

Cardona, vestido de mujer, rechaza las insinuaciones de varios hombres y lamenta su error al disfrazarse así para arrimarse a las muchachas hermosas sin  despertar recelo. Luego le hace ver a Fernando que Francisquita es la que ha promovido que don Matías le presente a su “futura madrastra” para ver a Fernando otra vez. Fernando empieza a sentir el atractivo de Francisquita pero piensa todavía en Aurora.


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ESCENA III

Le van o oír no sea usted imprudente: (Francisquita y Fernando)

FRANCISQUITA
¡Le van a oír!
¡Cállese “usté”, imprudente!

FERNANDO
No puedo yo
poner murallas a un torrente.

FRANCISQUITA
Si en un momento yo creí que le amaba,
fue una ilusión fugaz,
porque a su padre di, con mi amor,
la fiel promesa
de una esposa muy cariñosa.

FERNANDO
No mate en flor una ilusión de primavera,
ya que sus ojos avivaron esta hoguera.

FRANCISQUITA
Por Dios, no siga con tan loco desvarío...
su amor es de otra, su amor no es mío.

FERNANDO
¡Mi amor es sólo de quien supo encenderle!

FRANCISQUITA
Mas yo, ¡qué haré, pobre de mí,
si ya le di todo mi amor
a quien su mano me ofreció?
(De mi pecho ya se escapa
la verdad del amor mío;
mas sabré poner a prueba
la verdad de su cariño.)
De su padre seré siempre,
muy contenta esposa fiel.

FERNANDO
Quiero verla muy dichosa,
mas conmigo, no con él.

FRANCISQUITA
Tiemblo ya emocionada,
trémula de alegría,
cuando en mi boda pienso...

FERNANDO
¡Por caridad, no siga!...

FRANCISQUITA
Voy a ser señora
y, desde ese día,
quiero que me llamen:
¡Doña Francisquita!
Con ese tratamiento,
ya no seré tan niña,
pues creceré a los ojos
de todas mis amigas.
Y serán mis sueños
realidad cumplida
cuando escuche a todos:
¡Doña Francisquita!

FERNANDO
¡Ah, por Dios se lo pido,
no me de tormento!
Porque su voz hiere,
cruel, mi corazón.

FRANCISQUITA
Sus palabras me emocionan,
sus acentos me enternecen...
¡Amor tardío!
Cuando sea una señora...

FERNANDO
¡Por mi amor!

FRANCISQUITA
... por merced de un caballero...

FERNANDO
¡Yo seré!

FRANCISQUITA
... no podré, con mis amigas...

FERNANDO
¿Quiénes son?

FRANCISQUITA
... ir al Prado de paseo.

FERNANDO
¡Claro está!

FRANCISQUITA
Como ya estaré casada...

FERNANDO
¡Como yo!

FRANCISQUITA
... tendré sólo permitido...

FERNANDO
¿Qué tendrá?

FRANCISQUITA
... cuando salga por las tardes...

FERNANDO
¡Dígalo!

FRANCISQUITA
... pasear con mi marido.

FERNANDO
¡Pues seré yo ese hombre afortunado!

FRANCISQUITA
El esposo afortunado
será don Matías...
que llegó primero

FERNANDO
¡Pobres de mis sueños!

FRANCISQUITA
No desesperen,
sin embargo, en sus anhelos. ¡Ah!
¡Que si mi amor le ha de faltar,
sabré a su amor corresponder
con un cariño maternal!

FERNANDO
¡Ah! Yo su amor pretendo
con pasión ardiente.

FRANCISQUITA
(La emoción va a descubrirme;
pero ¡siga la comedia!)

FERNANDO
¡Viva pasión
que hace estallar mi corazón!

FRANCISQUITA
Un amor de pronto, sólo es flor de un día;
en la misma forma que llega se olvida.

FERNANDO
Yo no olvido.

FRANCISQUITA
¡Que ilusiones!

FERNANDO
¡Yo la adoro!

FRANCISQUITA
¡No se aloque! ¡Ah!

FERNANDO
¡Ah! ¡Bella locura!

FRANCISQUITA
¡Ah!

FERNANDO
¡Sol que me alumbra!

FRANCISQUITA
¡Ah!

FRANCISQUITA y FERNANDO
(Que ya, por fin, pueda mi amor
conquistar su corazón!)

FRANCISQUITA
Fernando, adiós.

FERNANDO
¿Porqué se va!

FRANCISQUITA
Comprenda “usté”...

FERNANDO
Mas ¿volverá?

FRANCISQUITA
Vendré después.

FERNANDO
La espero aquí.

FRANCISQUITA
¡Adiós!

FERNANDO
¡Adiós!

FRANCISQUITA y FERNANDO
(¡Adiós!)


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ESCENA IV

Cardona sigue animando a Fernando a cortejar a Francisquita y ambos se van. El Liberal se queja de que todos se van sin pagar.


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ESCENA V

Entran doña Francisca y don Matías, fatigados, pero Francisquita insiste en que busquen a Fernando para hacer la presentación oficial. Don Matías galantea a Francisquita.


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ESCENA VI

Cardona trata de hacer seguir a Fernando, pero éste oye la voz de Aurora y se queda atrás, dudando todavía entre las dos.

Por el humo se sabe donde está el fuego: (Fernando)

FERNANDO
Por el humo se sabe donde está el fuego;
del humo del cariño, nacen los celos.
Son mosquitos que vuelan
junto al que duerme
y, zumbando, le obligan a que despierte.
¡Si yo lograra,
de verdad, para siempre, dormir el alma!
¡Dormir el alma!
Y en la celdilla del amor aquel
borrar el vértigo de aquella mujer.
Por una puerta,
del alma va saliendo la imagen muerta.
Por otra puerta,
llama la imagen que podría curarme el alma.
Se me entra por los ojos
y a veces sueño que yo la adoro.
Cariño de mi alma recién nacido,
la llama extingue, ¡ay! de aquel cariño.
¡Vana ilusión!
En amores no vale matar la llama
si en las cenizas muertas queda la brasa.
El amor se aletarga con los desdenes
y parece dormido pero no duerme.
¡Ay, quien lograra de verdad,
para siempre, dormir el alma!
¡Dormir el alma!
Y en la celdilla del amor aquel
borrar en vértigo de aquella mujer fatal.
¡Ay! ¡Fatal!


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ESCENA VII

Lorenzo, con Juan Andrés y un guitarrista, preparan la fiesta y piropean a Cardona, vestido de mujer.


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ESCENA VIII

Cardona y Fernando se sientan en el merendero.
Sale Aurora con Irene, y se quedan pasmadas ante el aparente galanteo de Fernando con la “mujer” que lo acompaña. Aurora no soporta más el diálogo y se abalanza contra Cardona, que huye.


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ESCENA IX

Escucha mi bien…Me gustas mujer: (Aurora y Fernando)

AURORA
¡Escúchame!

FERNANDO
No puedo escucharte; calla, déjame.

AURORA
¡Ah! Escucha, Fernando:
no vayas con ella,
que si me abandonas
¡que va a ser de mí!

FERNANDO
¡No me grites así!

AURORA
Lo que he de decirte se dice muy bajo;
lo siento en el fondo de mi corazón.

FERNANDO
¡Gentil canción!

AURORA
Bien sabes tú que tengo el alma
por tu querer atormentada.

FERNANDO
No te reirás de que lo dude.

AURORA
¡Lo juro yo por estas cruces!

FERNANDO
Por ti, mujer, no he de sufrir,
ni he de volver a padecer por tu querer.
No se fingir; no puede ser.

AURORA
No se si tú me quieres.

FERNANDO
¡Bah!

AURORA
Tampoco se si tú me olvidas.

FERNANDO
¿Yo?

AURORA
Lo que yo se es que vivo cuando tú me miras;
y en cambio muero si tú no quieres verme. ¡Ay!
¡Con lo que yo te quiero!

FERNANDO
¡Bien sabes tú que te quería
con el afán de hacerte mía!

AURORA
Fernando, ven, que todavía seré tu amor y tu alegría.
¡Si estoy leyendo en tus ojos que tu vereda es la mía!

FERNANDO
No puede ser.
Aquel amor mío murió
y siento el ansia de otro querer.

AURORA
¡No!
Escucha, mi bien;
tú no debes tratar a tu nena
¡mi vida!, con ese desdén.
No digas que no; tú no puedes querer a ninguna
¡mi vida! Queriéndote yo.
Te quiero besar...
Y mis ojos, temblando en los tuyos,
¡mi vida! Se quieren mirar.

FERNANDO
No sigas, Aurora.
¡te acuerdas ahora de hacerme dichoso!

AURORA
¡Ven, celoso!

FERNANDO
¡No lo creas!

AURORA
Pues, entonces, ¿por qué me aperreas?

FERNANDO
Me gustas, mujer,
cuando pliegas los labios y dices,
¡mi vida! Fingiendo un querer.
¡Que hermosa que estás!
Ya comprendo por qué a tantos hombres,
¡mi vida! Los llevas detrás.
Cuando tantos sedientos
por ti beben los vientos,
no se diga que estás
penando por otro,
que es uno más.

AURORA
Te quieres burlar, mal hombre, de mí.
Te juro que sí, te vas a acordar.
Porque a la Aurora Beltrán
no la puede morder ningún alacrán.

FERNANDO
Me dices a mí que es burla el desdén.
Tú sabes muy bien de quien lo aprendí.
Y de Fernando Soler
no se puede reír ninguna mujer.

AURORA
¡Te tendrás que acordar!

FERNANDO
No te enfades mujer.
Deja el tiempo correr,
Deja el tiempo correr.

AURORA
¡Pues de esa mujer te vas a acordar!


___________



ESCENA X

Aurora, de mal humor, se pelea con Irene.
Cardona vuelve, vestido ahora de hombre, e irrita aún más a Aurora. Irene se va.


____________



ESCENA XI

Entran de nuevo doña Francisca, agotada, y don Matías, casi ahogado de fatiga, con Francisquita, que saluda a Cardona.


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ESCENA XII

Fui demasiado vehemente… Ay Madrid del alma: (Francisquita, Doña Francisca, Fernando, Cardona y Don Matías)

FERNANDO
(Fui demasiado vehemente)

FRANCISQUITA
(Ya le tenemos aquí)

CARDONA
(A Fernando)
Ya te esperaba impaciente.

DON MATIAS
(¡Los dos frente a frente!
¿Por qué consentir?)

FERNANDO
(A Francisquita)
Por despedirme he venido.

FRANCISQUITA
(A Fernando)
Venga, hijo mío, con Dios...

DON MATIAS
(Hay que afinar el oído)

CARDONA
(De nuevo he podido juntar a los dos)

FRANCISQUITA
(Va a delatarme la emoción)

FERNANDO
(Aunque me obliguen no me iré)

DON MATIAS
Al grano ya sin dilación.

DOÑA FRANCISCA
(A don Matías)
¡Que malas pulgas tiene “usté”!

CARDONA
(Se está cargando el nubarrón)

FERNANDO
(Dirigiéndose a Francisquita)
Bella estrella de la tarde
que en el cielo apareció:
¡Dios te guarde!

FRANCISQUITA
(¡Ah! Seré su estrella de la tarde
sola yo. ¡Sola yo!

FERNANDO
Vespertino lucero,
¡ah! que me alumbres espero desde ahora
y que no te apagues con la aurora.
Adiós, adiós...
¡Oh, luz del claro sol!

FRANCISQUITA
Del amor insensato que le atormenta...

DON MATIAS
(A Francisquita)
Así me gusta.

CARDONA
(¿Qué es lo que intenta!)

FRANCISQUITA
... si se va de la Corte podrá curarse.

DON MATIAS
(No hay más remedio que fastidiarse)

FRANCISQUITA
Y yo espero que vuelva pronto,
pronto y curado.

DON MATIAS
¡No tengas prisa!

CARDONA
(¡Ya la ha calado!)

FRANCISQUITA
... Para ser el tesoro de nuestra casa.

DOÑA FRANCISCA
¡Sermón perdido!

CARDONA
(¡Menuda lata!)

FERNANDO
¡Ah! Tenía un amor,
un amor que creí que llenaba
mi vida, más ya se acabó.

FRANCISQUITA
(¿Qué es lo que dice?
¿Que aquel cariño ya se acabó?)

DOÑA FRANCISCA
Para yerno Fernandito
me parece a mí mejor.

FRANCISQUITA
¡Ah! ¡Ah!
Si mañana se arrepiente
y se aparta de ese amor imprudente...

FERNANDO
(¡Ah! Su dulce voz hirió
de amor el corazón. ¡Ah!)

FRANCISQUITA
... cual querré a mi marido,
¡ah!, le prometo quererle si es que regresa.
Recordad en vuestra ausencia mi promesa.
¡Adiós! ¡Adiós!
Yo aquí quedo pensando en vos.

DON MATIAS
(A Fernando)
Si te vas, como dices, yo no te fuerzo...

DOÑA FRANCISCA
(¿Será farsante?)

CARDONA
(¿Será mastuerzo?)

DON MATIAS
Mas abrevia, Fernando,
que el tiempo vuela.

FRANCISQUITA
Tal despedida me desconsuela.

FERNANDO
Pues besando su mano, que es de princesa...

DON MATIAS
¡Rayos y truenos, que se le besa!

FERNANDO
... me despido muy triste, porque me alejo.

DOÑA FRANCISCA
(¡Se explica el joven!)

CARDONA
(¡Se irrita el viejo!)

FERNANDO
(Cogiendo la mano de Francisquita)
Pequeña mano, blanca y hermosa.

DON MATIAS
(A Fernando)
Tu cortesía ya es enfadosa!

FRANCISQUITA
(A don Matías)
No te disgustes que sea amable.

CARDONA
(¡Que intransigente!)

DOÑA FRANCISCA
(¡Que insoportable!)

DON MATIAS
¿Para qué dices blanca y hermosa?
Con decir mano, ya basta y sobra.

CARDONA
Dos epítetos añadir quiso su lengua ampulosa.

FERNANDO
Al rendirla mis respetos yo la beso con amor.

DON MATIAS
Pero hazme el favor de besar sin epítetos.

(Fernando besa la mano de Francisquita)

¡Ea...! ¡fuera ya! ¡Se acabó!

CARDONA
¿Qué es lo que dice?

DON MATIAS:
¡Fuera!
No vi desvergüenza igual.

CARDONA
¡Como se pone!

FRANCISQUITA
(¡Que dulce beso me dio!)

FERNANDO
Padre, ¿por qué enfadado estás?

CARDONA
(¡Ahora sí que te vas!)

DON MATIAS
Yo no me enfado,
pero a mi lado no volverás.

FRANCISQUITA
(¡Nunca me he emocionado más!)

DOÑA FRANCISCA
(A su hija)
¡Que pálida estás!

CARDONA
( a Fernando)
¡Que pena me das!

FERNANDO
¡Partir yo debo y no volver quizás!
(Si no es para adorarla, no volveré jamás)

DOÑA FRANCISCA
(¡El pobre chico no volverá jamás!)

CARDONA
(Se incomoda; tiene la mosca en la oreja ya.
Preveo que a su lado no volverá jamás)

DON MATIAS
(A Fernando)
Por fin te vas.
Sabes que a mi lado no volverás jamás.

QUINTETO

FERNANDO
¡Ay! Madrid de mi alma, guarda a la que adoro
bajo llaves de oro;
porque yo volveré su cariño a buscar
y a jurarla mi fe,
que sin ella no se como voy a alentar.
Vivo en la esperanza de volver un día
para hacerla mía.
Volveré, lo juro;
quiero volver soñando con su querer.
Yo no puedo vivir sin su amor celestial,
ni sus ojos de luz, ni su voz de cristal.
Yo no debo partir sin hablarla de amor,
sin volver a escuchar su voz de cristal.

FRANCISQUITA
No me aventuro a dejar que se vaya
pues ya me parece que tengo su amor.
Y es peligroso perderle de vista
cuando es necesario cuidarle mejor.
Quiero tenerle cerca, muy cerca.
Se impone de nuevo buscar un ardid.
Si se va a Madrid bien me puede olvidar.
Para que gane la lid,
hadas buenas, venid y ayudarme a triunfar.
Vivo en la esperanza de que sea mío.
Si se va, Dios mío,
debe volver soñando con mi querer.
Yo no puedo vivir sin la dulce ilusión
de que voy a vencer con ingenio y tesón.
El no debe partir sin hablarme de amor.
¡Que yo vuelva a escuchar su voz de cristal.

DOÑA FRANCISCA
Yo no comprendo porque don Matías
no deja a Fernando que siga en Madrid.
¡Ay, Virgen mía, si yo consiguiera
que un mozo tan guapo viniera por mí!
No lo puedo soñar si se va de Madrid.
¿por qué no gestionar que lo dejen aquí?
¡Que alegría me da como llegue a saber
que ya no se va!
Yo no comprendo porque don Matías
no deja a Fernando que siga en Madrid.
¡Ay, Virgen mía, si yo consiguiera
que un mozo tan guapo viniera por mí!
Si se va, Dios mío, no hay que pensar
que vuelva por mi portal.
Yo no puedo vivir sin la dulce ilusión
de un apuesto galán que me llame al balcón.
El no debe partir sin que hablemos los dos.
Si cayera a mis pies, ¡Jesús, que emoción!

CARDONA
Quiere ponerle barreras al viento,
tejado a los mares, distancia al amor...
Más le valiera, señor don Matías,
ponerse en ayunas, y a buenas con Dios.
Si se va, sospecho que volverá
más loco de lo que está.
Yo tendré que danzar y coser y zurcir,
pues habré de terciar en la trama sutil.
El no debe marchar sin que hagamos
los dos una barbaridad.
¡Se hará, vive Dios!

DON MATIAS
Ya no me cabe ni sombra de duda
de como la quiere; la adora el bribón.
Debe salir de mi casa al instante
porque es peligrosa la aproximación.
Si se va de Madrid ya podré respirar,
porque al cabo en la lid me podría ganar.
Si a Francisquita la noble apostura
del joven Fernando le hiciera “tilín”,
cuando no viera más que esta figura,
que no es justamente la de un serafín,
me abrumarían las comparaciones,
mas yéndose él fuera soy un figurín.
Si se va, de fijo no volverá.
Le exijo que viva allá.
Me podré yo casar sin azar ni temor
de que vuelva a terciar en mis lances de amor.
¡Que feliz voy a ser!
¡Un marido ejemplar con mi nueva mujer!
¡Vivir para ver!

Don Matías intenta que Fernando se marche.

Francisquita, al despedirse de Fernando, simula un desmayo y cae en sus brazos, con gran irritación de don Matías y los comentarios divertidos de Cardona.


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ESCENA XIII

Mientras don Matías masculla su enojo por tener Fernando a Francisquita en brazos, Aurora e Irene hacen comentarios despectivos y se preguntan si es la misma “mujer” que antes estaba con Fernando.
Francisquita finge reponerse y quiere bailar. Don Matías se contiene apenas al ver que Fernando se queda.


___________



ESCENA XIV

Los que quieran patatas y vino añejo: (Francisquita, Aurora, Doña Francisca, Fernando, Cardona, Don Matías, Lorenzo y Coro)

TODOS
¡Olé! ¡Viva! ¡Olé!

CORO
Los que quieran patatas y vino añejo
que se acerquen y formen en el cortejo;
porque un hombre rumboso para el guateque,
¡y no es nadie obsequiando Lorenzo Pérez!

LORENZO
Ya tienes Aurorilla, lo que has pedido,
lo que has pedido.

AURORA
Muchas gracias, Lorenzo, pero es sabido
que quien mucho desea cuando lo tiene,
cuando lo tiene
piensa ya en otra cosa que nunca viene,
que nunca viene.

FRANCISQUITA
(A Cardona)
¡Que bizarra es la moza y él que gallardo!
¡Y el qué gallardo!

CARDONA
(A Francisquita)
Bizarría y gallardía que huele a palos,
que huele a palos.

LORENZO
Báilanos, Aurorilla, aquel bolero tan resalado.

AURORA
El que mis bailes quiera
que vaya a verme sobre el tablado.

LORENZO
Si conmigo esta tarde bailar no quieres,
en berlina me pones ante esta gente.

AURORA
Bailaré una mazurca que es lo nuevo en el baile.

LORENZO
Yo no entiendo esa danza; no podré acompañarte.

FRANCISQUITA
(Para que lo entienda Fernando)
¡La mazurca, Matías!
(¿Quieres tú que bailemos?)

DON MATIAS
Si tú quieres, yo bailo de cabeza en el suelo.

AURORA
¡Alguien puede que quiera decidirse a sacarme!

LORENZO
¡Alguien puede que quiera la pelleja jugarse!

FERNANDO
(Me molestan los hombres que presumen de jaques)

FRANCISQUITA
Tiene grandes peligros apelar a desplantes.
(Quiere la Beltrana con Fernando bailar;
mas eso, como pueda, lo habré de evitar)

AURORA
El que quiera...
el que quiera bailar con mi cuerpo,
que se acerque a beber en mi vaso.

LORENZO
¡Al que beba le rajo la frente!

AURORA
¿Quiénes gustan del baile y del trago?

FRANCISQUITA
¡Ah! ¡Nadie la baila!
¡Que desencanto!

CARDONA
Yo señorita, bebo en mi vaso.
Y a éste no quiero verle borracho.

FERNANDO
Este Cardona siempre es igual.

AURORA
El que quiera...
el que quiera bailar con mi cuerpo,
que se acerque a beber en mi vaso.

FRANCISQUITA
No un hay hombre capaz de bailarla.

FERNANDO
Si tú quieres que salga, yo salgo.

FERNANDO
¡Claro que quiero!

DON MATIAS
¿Qué hace este ganso?

FRANCISQUITA
Ese es un hombre tranquilo y guapo.

DON MATIAS
Ese no es nadie.
¡Venga ese vaso!

TODOS
¡Olé!

DON MATIAS
¡Ya está!

LORENZO
¡Dejadme todos!
¡Tú, Juan Andrés!

FERNANDO
¡Padre!

CARDONA
¡Caramba con su merced!

FERNANDO
¡Ah!

LORENZO
¡A ver ese jaque!

FERNANDO
Padre: quite “usté”...

DON MATIAS
¡Atrás! ¡Atrás!

TODOS
¡Olé!

DON MATIAS
(Sale al encuentro de Lorenzo.
Hay unos momentos de lucha. Al fin, lo sujeta, dominándolo)
Pero, ¿qué te has creído, jovenzuelo.
¿Crees tú que no hay vigor en estos brazos?
Ya ves lo que me queda todavía
de aquel vigor de antaño.
No vuelvas a crecerte con desplantes,
porque vas a perder ante esta joven.
Y deja que la baile un caballero,
porque no se la come.
Y, por si andando el tiempo,
te ves en este trance peliagudo,
aprende la mazurca
y quedarás mejor que con los puños.

AURORA
Gracias, caballero.

DONA MATIAS
Hija, ¡no hay de qué!

CARDONA
¡Es una peonza!

DOÑA FRANCISCA
¿Se ha fijado “usté”?

DON MATIAS
(¡Que bien he quedado!)

AURORA
(¡Me ha salido mal!)

DON MATIAS
(Ahora Francisquita que soy todo un hombre verá)

AURORA
(Yo que he pretendido que él se decidiera
no lo he conseguido;
¡pero me han cogido en la ratonera!)

FRANCISQUITA
¿Qué vamos a hacer nosotros dos?

FERNANDO
Lo indicado creo que es bailar.

FRANCISQUITA
Pues aprovechemos esa casualidad.

DON MATIAS
¿Qué hace este granuja?

AURORA
¡No me deje “usté”!

DON MATIAS
Cuando acabe el baile ya te lo diré.

FRANCISQUITA
¡Pobre don Matías;
Ya se enfurruñó.
Tú no temas nada.

FERNANDO
Nada temo yo.

FRANCISQUITA
No te irás, porque yo me muero si tú te vas.

FERNANDO
Yo pensé que tú me alejabas no se por que.

FRANCISQUITA
¡Ah! Porque vi que tú suspirabas por otro amor.

FERNANDO
Fue pasajera locura, no tal amor.

CARDONA
(A doña Francisca)
¿Y “usté”, no se anima?

DOÑA FRANCISCA
¡No me he de animar!

CARDONA
¡Olé ya su cuerpo! ¡A bailar!


___________



ACTO III

CUADRO PRIMERO

ESCENA I

Donde va la alegría: (Coro de románticos y Sereno)

ROMANTICOS
¡Ah!

SERENO
¡Ave María Purísima!
¡Las nueve... y sereno!
¡Todos son bultos!
¡Todo parejas!
¡Todo son citas de ellos y de ellas!
Yo, sin embargo no estoy tranquilo;
por las esquinas huelo y vigilo,
por si en los grupos de rondadores
hay endiablados conspiradores.
¡Ave María Purísima!
¡Las nueve... y sereno!

ROMANTICOS
¡Ah!

ELLOS
¿Dónde va, dónde va la alegría?
¿Dónde va, dónde va la hermosura?
Diga “usté”, por favor, vida mía,
que la noche está oscura
y el amor no es amigo del día.
Venga “usté”, por Dios,
madrileña guapa,
que en esta capa cabemos los dos.

ELLAS
Sepa usté, sepa usté, caballero,
que el amor, que el amor no me asusta;
sepa usté que yo quiero al que quiero,
si al mirarle me gusta a la luz del primer reverbero.
Como yo no se porque no le veo,
si es guapo o feo, retírese usté.

ELLOS
¡Cuanto daría si me alumbrara
la luz primera del buen amor!
¡Rasga las sombras luna, lunera;
pon en mi cara tu resplandor!
Ven, mi lucero, que soy un caballero
y en esta capa, que a mí me tapa
con garbo y arte, sabré cantarte
lo que te quiero.

ELLAS
Guarde su capa de guapo mozo;
no estoy por eso de la canción;
porque me asusta que en el embozo
se esconda un beso de perdición.
Si en esa capa quisiera usté encerrarme
tendrá que amarme como yo quiero.

ELLOS
Por tu amor, hermosa, soy capaz de todo.

ELLAS
Yo no le querría sino de ese modo.

ELLOS
Dime lo que pides, dime lo que quieres.
Pide ya, por favor.

ELLAS
Pediré sólo amor.

TODOS
¡Amor!

ELLAS
¡Ay, que hermosa noche!

ELLOS
¡Noche de cantares!

ELLAS
¡Noche de querellas!

ELLOS
Tiemblan las estrellas con febril temblor.

TODOS
¡Noche misteriosa, madre del amor!
Vamos ya, caballero galante,
capullito fragante a correr amorosa aventura.

ELLOS
Me venció tu galana hermosura.

ELLAS
¡Caballero galante...!

ELLOS
¡Vamos ya, que la noche está oscura!

TODOS
Del amor en pos cuando usté me tapa
en esa capa marchemos los dos.

ELLAS
Vamos despacito.

ELLOS
Vamos, vida mía.

ELLAS
Para hablar quedito.

ELLOS
Hasta el nuevo día.

ELLAS
Todo amor respira. Quiero suspirar.

ELLOS
Cuando amor suspira pronto va a besar...


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ESCENA II

Fernando se sorprende de ver salir a su padre; éste aduce que va a salir con su “novia”.


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ESCENA III

Ante la casa de don Matías, doña Francisca le pregunta a su hija si su maduro novio le gusta “en serio”. Francisquita sigue fingiendo que es así. En ese momento aparece don Matías en la ventana y Francisquita le dice que no irá al baile de Cuchilleros porque Fernando la corteja y finge que hasta le manda cartas. Don Matías se retira.


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ESCENA IV

Francisquita y su madre se quedan junto a la casa: Francisquita escucha a través de la ventana la filípica que don Matías le suelta a su hijo. De paso, le hace creer a su madre que es por ella por quien suspira el joven. Ambas deciden entonces ir, a pesar de lo dicho, al baile de Cuchilleros.


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ESCENA V

En medio del ambiente festivo de la noche de Carnaval, Cardona acude a casa de Fernando para salir con él. Fernando le cuenta la irritación de su padre por una supuesta carta que le ha escrito a Francisquita. Cardona ve enseguida que se trata de un ardid de Francisquita y lo anima a ir al baile de Cuchilleros.


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ESCENA VI

Fernando se va y poco después llega Aurora. Cardona le dice que Fernando se ha ido “con Encarnación”; luego emprenden un diálogo en el que Aurora y Cardona acaban mandándose a paseo.


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ESCENA VII

Acuden Irene y Lorenzo en busca de Aurora, pero ésta está de mal humor y se va dejando a Lorenzo plantado


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ESCENA VIII

Irritado, Lorenzo decide ajustar las cuentas a Fernando, creyendo que es él quien le está quitando a Aurora. Pero al llamar aparece don Matías; Lorenzo le da el recado de que quiere enfrentarse con Fernando. Don Matías se siente ofendido y decide ir al baile de Cuchilleros a terciar en el asunto.

CUADRO SEGUNDO

ESCENA I

Aurorilla la Beltrana ¿no quiere cantar?... Canción del Marabú: (Cardona y Aurora)

CARDONA
Aurorilla la Beltrana ¿no quiere cantar?

AURORA
Allá bajo muy gustosa; no me hago rogar.

CORO
¡Viva, viva la Beltrana!
¡La sal de Madrid!

CARDONA
Es la sal y la pimienta y el ajonjolí.

AURORA
Unas boleras cantaré si así le place a la reunión.

TODOS
Unas boleras cantará para alegrar el corazón.

FERNANDO
(Yo no comprendo como esa mujer
pudo tenerme loco de pasión)

AURORA
Pues atended. Pues escuchad.
¡A ver si hay uno que me sepa acompañar!

CARDONA
(a Aurora)
¡Qué? ¿La acompaño, morena?

AURORA
Pues el Marabú, bolero gitano,
que usté ya sabe que tiene mucho salero.

AURORA
A un jilguero esperaba mi jaula de oro...
Con el ay, con el marabay,
con el ú, con el marabú.
¡Ay, que me mu, que me muero,
San Juan de la Cruz!
... Pero en vez de un jilguero se ha entrado un loro.
Con el ay, con el marabay;
con el ú, con el marabú.
¡Ay, que me mu, que me muero,
San Juan de la Cruz!

CARDONA
Esa jaula no sabe lo que le espera...
Con el ay, con el marabay;
con el ú, con el marabú.
¡Ay, que me mu, que me muero,
si me vences tú!
Es un pájaro el loro de mucha cuenta...
Con el ay, con el marabay;
con el ú, con el marabú.
¡Ay, que me mu, que me muero.
¡Ay, Virgencita de la luz!

AURORA
Yo acostumbro a los pajarracos
cortar las alas sin decir Jesús.
Y después, para mí...
Marabú!

CARDONA
Mira bien que los pajarracos
podrán picarte si los retas tú.
Y después de picar...
¡Marabú!

AURORA y CARDONA
¡Viva el bolero del Marabú!

Unos románticos elogian la pieza y exigen que haya baile

UNO
¿Y no se baila el fandango?

OTRO
¿Cómo que no?
¡Venga el baile!

Se baila el fandango. Cardona invita a todos a comer y beber, aunque al llegar Fernando, Aurora se marcha y se quedan él y Cardona solos. Fernando confiesa que ama a Francisquita con pasión.


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FANDANGO

ESCENA II

Lorenzo viene a provocar a Fernando, creyéndolo enamorado de Aurora. Cuando Cardona le asegura que Fernando “se la regala”, Lorenzo se va confundido. La llegada de Francisquita y su madre y el efusivo trato de ésta con Fernando convencen a Lorenzo de su error.


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ESCENA III

Doña Francisca coquetea grotescamente con Fernando, pero éste no comprende la situación y le pide ayuda para casarse con Francisquita. Doña francisca interpreta que el muchacho la ama a ella, pero Fernando no se da cuenta.


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ESCENA IV

Llega don Matías, que hace llamar a Lorenzo.
Cardona y las dos mujeres se apartan.


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ESCENA V

Lorenzo llega ante don Matías, se disculpa y afirma que Fernando ama a doña Francisca. Don Matías se horroriza, pero imagina que se refiere a Francisquita y llama a su hijo.


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ESCENA VII

Doña Francisca responde y afirma que Fernando está enamorado de ella y no de Francisquita. Don Matías expresa su incredulidad.



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ESCENA VII

Aurora se mete en la conversación y explica que Fernando es un “saltamontes”: el otro día lo vio abrazado a Francisquita y el mismo día también requebraba a una maja, y ahora, además, le jura amor eterno a doña Francisca.
Entra Fernando y se sorprende al ver allí a su padre.
Doña Francisca se precipita a pedir consentimiento para casarse con Fernando: Don Matías le afea el proceder diciendo que podría ser su madre. Cardona le echa en cara que ese reproche se lo puede aplicar a sí mismo.

Yo no fui sincera: (Francisquita y Fernando)

FRANCISQUITA
(A don Matías)
Yo no fui sincera, perdóname;
si yo te engañé, fue porque le amaba.
Tú mis travesuras perdonarás,
y este matrimonio bendecirás.

FERNANDO
Padre, no me niegues tu bendición
y tu corazón abre a la indulgencia.
Ya que su marido no puedes ser
tu serás el, padre de mi mujer.

FRANCISQUITA
Yo voy a tener siempre para ti
un amor filial puro y verdadero.

FERNANDO
Mira que en su voz cálida y cordial,
vibra el madrigal del amor sincero.

FRANCISQUITA
¡Como me entristece tu cara afligida!

FERNANDO
Padrecito mío, se impone la vida.

FRANCISQUITA
Ven, que con un mimo te quiero probar
que voy a ser la miel de tu hogar.

FRANCISQUITA y FERNANDO
Debes olvidar mi maquinación, pero no me borres de tu corazón.
Hijo cariñoso / hija cariñosa
seré para ti.
¡Mírame!
¡Bésame!
¡Ven aquí! ¡Ah!

Don Matías se da cuenta de su error y renuncia a la mano de Francisquita, deseándole que sea feliz con su hijo. Acto seguido invita a todos a beber y celebrar la boda.


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ESCENA FINAL

Cardona propone a Aurora encontrarse esta noche y ella parece acceder.
Don Matías propone el brindis final.

Canto alegre da la juventud: (Todos)

TODOS
Canto alegre de la juventud
que eres alma del viejo Madrid:
vuela ya y, en tu volar de pájaro,
pregona nuestro júbilo
por los celestes ámbitos.
Canto feliz, tú que puedes volar
difunde hasta el sol la dicha de amar.
Y en la primavera que nos espera,
suena sin cesar.
Suena amor,
que salves
el amor, cantar.


FIN


Información obtenida en la Página Web http://lazarzuela.webcindario.com/


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