LA VERBENA DE LA PALOMA
Sainete lírico en un acto y
en prosa.
Libreto: Ricardo de la Vega.
Música: Tomás Bretón.
Estrenada el 17 de Febrero de 1894 en el
Teatro Apolo de Madrid.
La acción se desarrolla en Madrid en la noche del 14 de agosto, durante la verbena de la Paloma
La acción se desarrolla en Madrid en la noche del 14 de agosto, durante la verbena de la Paloma
ARGUMENTO
En la década de 1890 el
Teatro Apolo era el punto de reunión del Madrid desenfadado, trasnochador y
galante. Era un Madrid todavía castizo y romántico en el que el uso de chistera
y levita daba un certificado de señorío, mientras la gorra y la blusa delataban
al artesano. Era el Madrid de las mujeres con moño y falda larga, con mantón y
pañuelo a la cabeza, con tertulias y vecindad al aire libre, con verbenas de
organillo, adornos de papel y bombillas de colores. En este ambiente nació La
Verbena de la Paloma, el título cumbre del género chico que hoy, a los ochenta
y cinco años de su estreno, conserva intacta su fuerza descriptiva,
inclaudicables sus encantos e inmarchitables su refinada belleza.
Ricardo de la Vega, con su
fino ingenio trazó un cuadro de costumbres arrancado a la misma calle,
dibujando con mano maestra los perfiles de unos personajes que su incisiva
facultad de observación había captado con agudeza admirable. Pero con ser tan
perfecta la pintura de los tipos, la verdadera protagonista del sainete es la
verbena, que palpita humanizada con esas chulapas que van a divertirse y a
lucir el mantón de Manila; el tendero y el boticario metidos en disquisiciones
sobre el adelanto de las ciencias y la inocuidad de la limonada purgante; el
tabernero que en su insulta plática sentencia escuchado por los que no tienen
nada más que hacer; el sereno y el guardia “arreglando” la política del país;
la inevitable partida de mus, el café cantante que sólo intuimos pero cuyo
sabor nos llega a través de las soleares bravías y de las risotadas de la
concurrencia; el castizo baile callejero donde el chotis es “agarrao” a pesar
del rigor de la temperatura.
En este estadio surge vivo
tenso y latente el pequeño drama de “Julián”, el “honrado cajista” que aspira a
casarse con La Susana, una modistilla postinera, coqueta y chula que “hace cara” al anciano pero
rico boticario don Hilarión, favorecido por las artes celestinescas de la “señá
Antonia”, tía de La Susana, ronca de aguardiente y de mala intención. Como
lenitivo de la tragedia aparece la señá Rita la tabernera madrina de Julián que
se empeña en tratarle como a un niño e intenta serenar los arrebatos del joven
recordándole con machacona insistencia que “tié madre”. Julián ha comprimido
sus ímpetus hasta el encuentro con su novia en la verbena. El drama toma fuerza
en el diálogo lleno de resentimientos del cajista y de coqueterías de “Susana”,
cogida del brazo del boticario. La bronca no la detiene ni el mismo guardia,
por más que apela a la autoridad de su pito. Y entre el alboroto general, la
chula bravía vuelve al amor del que la quiere bien, mientras rueda por los
suelos la chistera del viejo tenorio.
____________
Personajes:
Don Hilarión: Viejo boticario.
Don Sebastián: Amigo de Don
Hilarión.
Susana: Aparenta no hacerle
caso, aunque ex novia, sigue enamorada de Julián.
Casta: Hermana de Susana.
Tía Antonia: Tía de Casta y
Susana. Algo alcahueta.
Julián: Cajista de imprenta,
enamorado de Susana, y protegido de la “señá” Rita.
Tabernero: Dueño de una
taberna próxima a la casa de Casta y Susana.
“Señá”
Rita: Mujer del tabernero, protectora de Julián.
___________
Números musicales:
El aceite de ricino: (Don Hilarión, Don Sebastián)
Unos ríen y otros lloran: (Julián, Seña Rita, Mozos, Tabernero)
También la gente del pueblo: (Julián, Seña Rita, Portero, Portera)
Por ser la Virgen de la Paloma: (Chulos y Chulas)
Tiene razón don Sebastián: (Don Hilarión)
En Chiclana me crié: (Cantaora, Casta, Susana, Tía Antonia)
¡Buena está la política!: (Sereno, Guardias)
¡Oh, qué noche me espera...: (Don Hilarión, Casta, Susana, Tía Antonia)
Ya estás, frente a la casa…: (Seña Rita, Julian, Guardias)
En su casa están las dos...: (Casta, Susana, Tía Antonia, Don Hilarión)
Ya están aquí...: (Seña Rita, Julián, don Hilarión, Casta, Susana)
¿Dónde vas con mantón de Manila?...: (Julián, Susana, Don Hilarión, Tía Antonia)
¡A ver, caballeros, modérense ustés!: (Guardias, Tabernero, Sereno, Casta, Susana, Julián,
Tía
Antonia)
___________
El aceite de ricino: (Don Hilarión, Don Sebastián)
DON HILARION
El aceite de ricino
ya no es malo de tomar.
DON SEBASTIAN
¡Pues como!
DON HILARION
Se administra en pildoritas
y el efecto es siempre igual.
Igual.
DON SEBASTIAN
Hoy las ciencias adelantan
que es una barbaridad.
DON HILARION
¡Es una brutalidad!
DON SEBASTIAN
¡Es una bestialidad!
DON HILARION y DON SEBASTIAN
¡Es una bestialidad!
DON HILARION
La limonada purgante
no la pide nadie ya.
DON SEBASTIAN
Como que esa limonada,
ya no sirve para ná.
Es lo mismo que un refresco
de naranja o de cebá.
DON HILARION
Pues por eso justamente
ya no es ni chicha
ni limoná.
DON SEBASTIAN
Eso digo yo.
Pero el agua de Loeches
es un bálsamo eficaz.
DON HILARION
Hoy la ciencia la registra
como muy perjudicial.
DON SEBASTIAN
Hoy las ciencias adelantan
que es una barbaridad.
DON HILARION
¡Es una brutalidad!
DON SEBASTIAN
¡Es una bestialidad!
DON HILARION y DON SEBASTIAN
¡Una bestialidad!
DON HILARION
El calor que hace esta noche
sí que es una atrocidad.
DON SEBASTIAN
¡Y yo tengo a todas horas
la cabeza tan sudá!
DON HILARION
Eso es bueno y conveniente,
mi señor don Sebastián.
DON SEBASTIAN
Quién dirá que esta camisa
me la acaban de planchar.
DON HILARION
¡Esa camisa...!
DON SEBASTIAN
Sí señor.
DON HILARION
No lo dirá nadie.
Pero... He leído que el que
suda
vence toda enfermedad.
DON SEBASTIAN
¡Qué me dice usted!
DON HILARION
Que no hay nada mejor.
DON SEBASTIAN
Pues no lo sabía.
DON HILARION
Si lo acaban de descubrir.
DON SEBASTIAN
Hoy las ciencias adelantan
que es una barbaridad.
DON HILARION
¡Es una brutalidad!
DON SEBASTIAN
¡Es una brutalidad!
DON HILARION
¡Es una barbaridad!
DON SEBASTIAN
¡Es una bestialidad!
DON HILARION
¡Es una bestialidad!
DON SEBASTIAN
¡Es una bestialidad!
DON HILARION
¡Es una barbaridad!
DON SEBASTIAN
¡Es una bestialidad!
___________
Unos ríen y otros lloran: (Julián, Seña Rita, Mozos, Portero, Portera)
JULIAN
Unos ríen y otros
lloran, ¡de verdad!
SEÑA RITA
¡Julián!
JULIAN
¡Señá Rita!
SEÑA RITA
¿Qué tienes?
JULIAN
¡Yo, ná!
SEÑA RITA
¿Llorando la noche
te vas a pasar?
JULIAN
¿Qué quiere usted que haga?
SEÑA RITA
Ser hombre y demás.
JULIAN
¡Lo soy, señá Rita!
SEÑA RITA
Pues pruébalo ya.
JULIAN
(Levantándose.)
Esta misma noche
lo voy a probar.
SEÑA RITA
(Le hace sentar y le ofrece
una copa.)
¡Quieto! Calla y bebe.
JULIAN
¡Maldita sea la!..
TABERNERO
Las cuarenta.
MOZO 1º
Bueno.
MOZO 2º
Si te fallo el as,
ni acusas cuarenta,
ni veinte ni ná.
TABERNERO
A vosotros antes
os tocó pagar.
MOZO 1º
A otro juego
MOZO 2º
Vamos.
TABERNERO
(Al Mozo 2.º)
Eres tu el que da.
___________
También la gente del pueblo: (Julián, Seña Rita, Portero, Portera)
JULIAN
También la gente del pueblo
tiene su corazoncito,
y lágrimas en los ojos
y celos mal reprimios.
Bigornia del herrador
es este corazón mío:
cuantos más golpes le dan
más duro está el maldecío.
¡Y por una morena chulapa
me veo perdío,
y a la cara me sale el coraje
que tengo escondío!
SEÑA RITA
Si a la cara te sale el
coraje
que estaba escondío,
deja ya la morena chulapa
y ten más sentío.
DON HILARION
Hay bastante enterocolitis
durante el estío.
Antes yo me reía de todo
y ya no me río.
DON SEBASTIAN
Yo me privo de fruta y tomates
durante el estío.
Los calores me ponen tan
flojo
que estoy aburrío.
TABERNERO y MOZOS
Yo fallé con la sota de
bastos-espadas-copas
y el juego era mío.
DON HILARION
La bronca de la sota,
la de todos los días.
TABERNERO y MOZOS
No sabemos ni quien ha
ganado,
ni quien ha perdío.
TODOS
¡Y por una morena chulapa
me veo perdío,
y a la cara me sale el coraje
que tengo escondío!
Antes yo me reía de todo
Y ya no me río.
___________
PORTERO
El niño está dormido;
acuéstale, mujer.
PORTERA
Si hace un calor arriba
que sale fuego
de la pared.
Vamos, hermoso, vamos.
PORTERO
Yo subiré después.
___________
Por ser la Virgen de la Paloma: (Chulos y Chulas)
TODOS
¡Ja, ja, ja, ja!
¡Ja, ja, ja, ja!
ELLAS
¿Cuántos buñuelos
nos vais a dar?
ELLOS
Cuarenta libras.
¡Las que queráis!
ELLAS
¡Queremos churros!
ELLOS
¡Vengan acá!
ELLAS
¡Quiero aguardiente!
¡Yo, limoná!
ELLOS
¡A ver si luego
sus alegráis!
ELLOS
Por ser la Virgen
de la Paloma,
un mantón de la China-na-ná,
China-na-ná,
China-na-ná,
un mantón de la China-na-ná,
te voy a regalar.
Toma un churrito,
mi niña, toma,
y no seas endina-na-ná,
dina-na-ná
dina-na-ná
y no seas endina-na-ná,
que me vas a matar.
ELLAS
Por ser la Virgen
de la Paloma,
un mantón de la China-na-ná
China-na-ná,
China-na-ná,
un mantón de la China-na-ná,
me vas a regalar.
ELLOS
Te voy a regalar
ELLAS
Venga el regalo,
si no es de broma,
y llévame en berlina-na-ná,
lina-na-ná,
lina-na-ná,
y llévame en berlina-na-ná,
al Prado a pasear.
___________
Tiene razón don Sebastián: (Don Hilarión)
DON HILARION
Tiene razón don Sebastián,
tiene muchísima razón.
Mas si me gustan
las hijas de Eva,
¿qué he de hacer yo?
Nada me importa el qué dirán,
sigo la pública opinión.
Y si me encuentro
como un muchacho,
¿qué he de hacer yo?
¿qué he de hacer yo?
Una morena y una rubia,
hijas del pueblo de Madrid,
me dan el opio con tal
gracia,
que no las puedo resistir.
Caigo en sus brazos ya
dormido,
y cuando llego a despertar
siento un placer inexplicable
y un delicioso bienestar.
¡ja, ja, ja!,
¡ja, ja, ja, ja!,
Y es que las dos,
¡ja, ja,!,
Y es que las dos,
¡ja, ja, ja, ja!,
se deshacen por verme
contento,
esperando que llegue el
momento
en que yo decida,
¡ja, ja!,
Cuál de las dos
me gusta más.
Algo me cuestan mis chulapas,
pero la cosa es natural:
no han de salir a todas horas
con un vestido de percal.
Pero también, algunas veces
se me ha ocurrido preguntar:
¿si me querrán estas
chiquillas
por mi dinero nada más?
Pero ¡ca!
¡ja, ja, ja, ja!
Y es que las dos,
¡ja, ja!
Y es que las dos,
¡ja, ja, ja, ja!
Se deshacen por verme
contento,
esperando que llegue el
momento
en que yo decida,
¡ja, ja!
Cuál de las dos
me gusta más.
Cuál de las dos
me gusta más.
¡ja, ja, ja, ja!
me gusta más.
___________
En Chiclana me crié: (Cantaora, Casta, Susana, Tía Antonia, Guardias)
CANTAORA
¡Ay!
¡Ah, ay!
En Chiclana me crié;
en Chiclana me crié.
Que me busquen en Chiclana,
que me busquen en Chiclana
si me llegara a perder,
si me llegara a perder.
VOCES
¡Olé!...
CANTAORA
Los arroyos y las fuentes,
los arroyos y las fuentes
no quieren mezclar sus aguas,
no quieren mezclar sus aguas
con mis lágrimas ardientes,
con mis lágrimas ardientes.
VOCES
¡Mi niña!
GUARDIA 1º
No me choca nada
que se la disputen
¿Qué te paece Pedro?
GUARDIA 2º
Que canta de buten.
TIA ANTONIA
¡Olé, olé, olé,
que te aplaudo yo!
¡Porque sí, señó!
¡Porque me gustó!
¡Y no habrá ninguno
que diga que no!
¡Bendita sea la madre
que te parió!
¡Y lo digo yo!
¡Y san se acabó!
¡Porque si, señó!
¡Porque sí, señó!
¡Porque, sí!
¡Porque, sí!
¡Porque sí, señó!
CASTA y SUSANA
Cállese usted, tía Antonia,
con esa voz,
que la van a llevar los del
Orden
a la prevención.
TIA ANTONIA
No me da la gana
que lo digo yo,
porque tengo lengua
y san se acabó.
VECINO
Pues dice muy bien.
VECINAS
Pues tiene razón.
CANTAORA
Si porque no tengo madre,
si porque no tengo madre,
vienes a buscarme a casa,
vienes a buscarme a casa,
anda y búscame en la calle
anda y búscame en la calle.
Que me dijo mi madre
que no me fiara,
ni de tus ojos, que miran
traidores,
ni de tus palabras.
VOCES
Que te vengas conmigo,
morena barbiana
y que los chulos y chulas del
barrio
te toquen las palmas.
GUARDIAS
Que se alegra la gente
con esta barbiana,
y que los mozos están en
Melilla
de broma y jarana.
CASTA y SUSANA
Esta noche tía Antonia,
se pone usté mala,
y cuando venga el señor
boticario
la mete en la cama.
TIA ANTONIA
Esta noche la paso
de broma y jarana,
porque requiero, requiero y
requiero y me da la gana.
TODOS
Anda mi niña,
viva tu salsa
viva mi niña
siga la danza.
Que te vengas conmigo,
morena barbiana
y que los chulos y chulas del
barrio
te toquen las palmas.
___________
¡Buena está la política!: (Sereno, Guardias)
SERENO
¡Buena está la pulítica!
GUARDIAS
¡Sí, sí, bonita está!
SERENO
¿Pues y el Ayuntamiento?
VOZ
(Dentro.)
¡Francisco!
SERENO
(Contestando fuerte.)
¡Voy allá!
Consumos por aquí,
consumos por allá,
y dale que le dale,
y dale que le das.
GUARDIAS
Son cosas de estos tiempos.
VOZ
¡Francisco!
SERENO
¡Voy allá!
(Como antes. Hace que se va y
vuelve.)
Y torna por arriba
y vuelta por abajo.
VOZ
(Más fuerte.)
¡Francisco!...
SERENO
¡Ay, qué trabajo!
GUARDIAS
¡Contesta!
SERENO
(Fuerte.)
¡Voy allá!
(Echa a andar y de nuevo
vuelve.)
Tres faroles tenía
esta calle no más.
Pues dos han suprimido...
VOZ
¡Francisco!
SERENO
¡Va!
Que es bastante
VOZ
¡Francisco!
SERENO
¡Va!
Y luego habla el Gobierno
de la custión social.
VOZ
¡Francisco!
SERENO
¡Va!
¡El trueno será gordo!...
¡Pero muy gordo!...
¡Va!
SERENO
Sempre correndo, correndo
E sempre llego tarde
¡Va!
(Vase al fin por la
izquierda.)
GUARDIA 1º
¿Qué hacemos, tú?
GUARDIA 2º
Lo que te dé la gana.
GUARDIA 1º
Vamos a dar la vuelta a la
manzana.
___________
¡Oh, qué noche me espera...: (Don Hilarión, Casta, Susana, Tía Antonia)
DON HILARION
¡Oh, qué noche me espera,
con mis lindas chulapas!
Estoy lo mismo que en mi edad
primera:
todas las hembras me parecen
guapas.
Allí están, allí están, esperándome
en la reja.
¡Por vida!... ¡También está
la vieja!
CASTA y SUSANA
(Chicheándole.)
¡Chist, chist, chist, chist!...
DON HILARION
Ya me llaman. ¡Qué placer!
CASTA y SUSANA
¡Chist, chist, chist, chist!
DON HILARION
¡No me puedo contener!
(Se arrima a la verja.)
CASTA y SUSANA
¡Vaya unas horas de venir!
DON HILARION
No me riñáis, que son las
diez!
TIA ANTONIA
Muy buenas noches nos dé
Dios.
DON HILARION
Muy buenas noches tenga
usted.
Antes de ir a la verbena,
¿no os parece, niñas mías,
que debemos alegarnos,
con un poco de licor?
CASTA
¡Sí, señor!
SUSANA
¡Sí, señor!
TIA ANTONIA
La leche merengada
me parece mejor,
a ver si se me aclara
esta pícara voz.
DON HILARION
¡De todo habrá!
¡De todo habrá!
CASTA
¡Como en botica!
SUSANA
¡Pues claro está!
CASTA y SUSANA
¡Ja, ja, ja, ja!
¡Ja, ja, ja, ja!
DON HILARION
¡Ja, ja, ja, ja!
¡Qué picarillas!
Pues esperad,
Esperad,
que del café
nos lo traerán.
(Se oye dentro un organillo
tocando una mazurca.)
CASTA
¿Oyes? ¡Qué bonito es esto!
SUSANA
Anda, vamos a bailar.
TIA ANTONIA
Pues a mí la cantaora
me divierte mucho más.
(Se quita de la reja y se las
ve bailar dentro.)
No bailéis, arrastrás.
¡Pues vaya un polvo
que levantáis!
(Sale Don Hilarión del café,
bailando muy alegre, y detrás un Camarero con una bandeja de licores y helados.
Los dos entran en la casa, y luego sale el Camarero. Se ve a Don Hilarión
dentro bailar y retozar con las Chulas.)
DON HILARION
¡Estáis divinas
cuando bailáis!
¡Qué movimientos
y que compás!
CASTA, SUSANA y DON HILARION
¡Ja, ja, ja, ja!
¡Ja, ja, ja, ja!
___________
Ya estás, frente a la casa...: (Señá Rita, Julián, Guardias)
SEÑA RITA
Ya estás frente a la casa
Y ahora, ¿qué vas a hacer?
JULIAN
No lo sé, seña Rita,
se lo aseguro a usted.
¡De un lado la cabeza,
del otro el corazón!
Este dice que sí,
ésta dice que no.
¿Cuál es el que más habla?
SEÑA RITA
Ninguno de los dos.
Los hombres que son hombres,
señal de que lo son.
Y el hombre de vergüenza
se calla y se acabó.
JULIAN
(Mordiéndose los labios de
rabia.)
Pues, ea, ya me callo.
SEÑA RITA
Y escucha, que hablo yo:
Si el cariño a la Susana
se le ha acabao ya,
y te ha dicho que no quiere
contigo ya ná,
y la ves que a la verbena
con otro se va,
porque quiere la muchacha
y es su voluntad,
¿a qué quieres, condenado,
¡maldita sea la!...,
perseguirla y perseguirla
si ya está arreglá,
y te ha dicho que contigo
no quiere ya ná?
Pues te muerdes la lengua
y te vuelves pa atrás,
y le dices al otro:
¡anda y guárdatela!
JULIAN
Y que un honrao cajista,
¡maldita sea la!...,
que gana cuatro pesetas
y no debe na,
que se acerca a una muchacha
que siempre fue honrá
y se quiere casar con ella,
como es la verdad,
tenga que tener ahora
la boca cerrá,
y no decirle: ¡tunanta,
bribona, arrastrá!
Esto hacerlo yo no puedo
ni nadie lo hará.
¡Yo la quiero de veras,
y es la pura verdad!
(Llorando.)
¡No le digo yo al otro:
anda y guárdatela!
SEÑA RITA
(Consolándole.)
¡Vamos!... ¡Eh!...
Julianillo!...
¡Luego dirás que no eres un
chiquillo!
JULIAN
No me llame usted niño, señá
Rita.
SEÑA RITA
¡Que tienes madre!
JULIAN
¡No me lo repita!
(Los Guardias, por la
izquierda.)
GUARDIA 1º
¿Qué harán aquí estos dos?
GUARDIA 2º
Eso sábelo Dios.
GUARDIA 1º
¿Qué hacemos, tú?
GUARDIA 2º
Lo que te dé la gana.
GUARDIA 1º
Daremos
otra vuelta a la manzana.
___________
En su casa están las dos...: (Casta, Susana, Tía Antonia, Don Hilarión)
CASTA
¡Ja, ja, ja, ja!
SUSANA
¡Muy bien, muy bien!
TIA ANTONIA
¡Ja, ja, ja, ja!
JULIAN
En su casa están las dos
y su tía está también.
¿Oye usted como se ríen?
SEÑA RITA
Ya sabremos de lo que es.
DON HILARION
No diréis, hermosas mías,
que no soy fino y galán.
JULIAN
¡Oye usted? ¡La voz de un
hombre!
SEÑA RITA
No sabemos quien será.
Puede ser algún pariente
que las venga a visitar.
JULIAN
Si esta noche no me muero,
es que no me muero ya.
DON HILARION
Linda Susana,
Casta hechicera,
mucho os espera
niñas que disfrutar,
si con miradas
y con sonrisas
rendís sumisas,
rendís sumisas,
mi voluntad.
CASTA y SUSANA
Pues sí, señor,
y usted sabrá
cuál de las dos
le quiere más
JULIAN
¡Ay seña Rita!
¿Lo está usted viendo?
¿Soy un chiquillo?
¿Soy un rufián?
¡Busca miradas,
busca sonrisas,
que ya de misas
te lo dirán!
(Queriendo ir a la casa, Rita
le detiene.)
SEÑA RITA
¡Quieto, Julián
y que tengamos
la fiesta en paz!
JULIAN
¿Los oye usté?
¡No puedo más!
SEÑA RITA
¡Vamos a ver!
¡Quieto, Julián!
(Le hace retirar un poco y le
consuela.)
DON HILARION
Vamos a la verbena
CASTA y SUSANA
Vamos allá.
(Sale de la casa Don Hilarión
llevando del brazo a Casta y Susana, que sacan mantones de Manila.)
___________
Ya están aquí...: (Seña Rita, Julián, don Hilarión, Casta, Susana)
SEÑA RITA
Ya están aquí.
JULIAN
(Asombrado.)
Téngame Dios!
¡El boticario!
SEÑA RITA
(Idem.)
¡Don Hilarión!
DON HILARION
(Contoneándose.)
¡Soy un dandy!
¡Soy un bribón!
Nadie dirá
lo que yo soy.
SEÑA RITA
(A Julián.)
Tómalo a risa,
será mejor.
JULIAN
(A Rita.)
Sí, señá Rita,
tiene razón
(Cuando Don Hilarión y ellas
van a echar a andar, se adelanta Julián y los detiene con muy buenos modos.
Rita se queda en segundo término.)
JULIAN
Buenas noches, caballero.
DON HILARION
Buenas noches… tenga usted.
CASTA
Nos caímos.
SUSANA
Lo esperaba.
DON HILARION
¿Quién es éste?
SUSANA
(Con sorna.)
No lo sé.
JULIAN
Es muy flaca de memoria;
Pero, en fin, cómo ha de ser;
yo veré si se recuerda
que me ha visto alguna vez.
CASTA
(A Don Hilarión.)
Es un chico que la sigue,
pero no se alarme usted.
JULIAN
(A Don Hilarión.)
Dos palabras, con permiso.
SUSANA
(Decidida.)
Aquí estoy, vamos a ver.
(Julián coge a Susana de una
mano y se adelanta con ella.)
___________
¿Dónde vas con mantón de Manila?: (Julián, Susana, Don Hilarión, Tía Antonia)
JULIAN
¿Dónde vas con mantón de
Manila?
¿Dónde vas con vestido chiné?
SUSANA
A lucirme y a ver la verbena,
y a meterme en la cama
después.
JULIAN
¿Y por qué no has venido
conmigo
cuando tanto te lo supliqué?
SUSANA
Porque voy a gastarme en
botica
lo que me has hecho tú
padecer
JULIAN
¿Y quién es ese chico tan
guapo
con quien luego la vais a
correr?
SUSANA
Un sujeto que tiene vergüenza,
pundonor y lo que hay que
tener.
JULIAN
¿Y si a mí no me diese la
gana,
de que fueras del brazo con
él?
SUSANA
Pues me iría con él de
verbena
y a los toros de Carabanchel.
JULIAN
¡Sí, eh!
SUSANA
¡Sí!
JULIAN
¡Sí, eh!
SUSANA
¡Sí!
JULIAN
Pues eso ahora mismo
lo vamos a ver.
(Se lanza sobre Don Hilarión
para pegarle, y ellas le sujetan y gritan.)
DON HILARION
(Acobardado.)
¿Qué es esto?
SUSANA
(Luchando con él.)
¡Julián!
CASTA
¡Guardias!
(Llamándolos.)
SEÑA RITA
(Tirándole de un brazo.)
¡Quítate!
TIA ANTONIA
(Saliendo con los perros.)
Canalla, chulapo,
guripa, soez!
¡Si te echo los perros
te arrancan la piel!
(Achucha los perros, sin
soltarlos, para que le ladren.)
___________
¡A ver, caballeros, modérense ustés!: (Guardias, Tabernero, Sereno, Casta, Susana, Julián,
Tía Antonia)
GUARDIAS
¡A ver, caballeros,
modérense ustés!
TABERNERO
(En medio de todos.)
¡Alto aquí todo el mundo!
Esto se ha arremató.
Y esto se arrematao,
porque lo digo yo.
SERENO
Pues si yo toco el pito,
se acaba la custión.
TABERNERO
(A Don Hilarión y a ellas.)
Ustedes por aquí
(A Julián y a Rita.)
Vosotros por allá.
(Al Sereno.)
Ni usté aquí toca el pito,
ni usté aquí toca ná.
MOZOS
El mozo está celoso,
el viejo es un truhán.
JULIAN
Me callo por prudencia,
mas luego ya me oirán.
SUSANA
(Cuanto más me sofoca,
le quiero más y más.)
DON HILARION
(Cogiéndolas del brazo.)
Vámonos niñas,
que es tarde ya.
SUSANA
(Por esta noche
le hago rabiar.)
SEÑA RITA
¡Vente conmigo!
¡Déjala ya!
JULIAN
¡Así te vas!
¡Vete con Dios!
¡Márchate en paz!
¡Luego después
me lo dirás!
¡Ay, señá Rita,
no puedo más!
¡Esa chulapa
me va a matar!
¡Esa chulapa
me va a matar!
SUSANA
Voy de verbena,
adiós, Julián.
Creo que tu pena
me hará llorar,
me hará llorar.
Adiós, Julián.
Adiós, Julián
¡Ja, ja, ja, ja!
CASTA
(¡Vaya una bronca
fenomenal!)
TIA ANTONIA
¡Ese pillastre
nos va a matar!
CORO
Como se encuentren
los dos allá,
buena verbena
van a pasar.
TABERNERO y MOZOS
Vete, y en ella
no pienses ya.
SERENO y GUARDIAS
¡Ea, señores,
lárguense ya,
que así lo manda
la autoridad!
(Rita, el Tabernero y los
Mozos se llevan por la derecha a Julián, que sigue amenazando a Susana y a
Hilarión. Los Guardias y el Sereno obligan a irse.)
Información obtenida en la
Página Web http://lazarzuela.webcindario.com/
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