Setze jutges
Setze jutges, Zarzuela en un acto se estrenó en el Teatro del Liceo de Barcelona, en 1858. Su libretista, Manuel M. Angelón. Música de Joan Pujadas.
La acción tiene lugar en 1839.
Acto I
Xiquet canta a su amada Paula, hija del alcalde Garrofa. Briones, un soldado de origen andaluz, también está enamorado de Paula, y se arrecia en brabuconadas contra Xiquet, puesto que quiere a Paula para él. Es la fiesta del pueblo, Sant Llop. El alcalde, que tiene un carácter autoritario y muy conservador no permite que nadie baile la polka, y otros bailes de moda de origen francés o castellano, sino que solo da permiso para que bailen el "ball rodó", la contradanza con castañuelas o se haga algún "honesto tirabou". El maestro del pueblo, que acompaña al alcalde, hace presunción de sabiduría con constantes latinajos macarrónicos. Xiquet declara su amor a Paula, y se enfrenta con Briones. El alcalde abre una puja para ver quien baila con su hija; Briones gana, a pesar de que Xiquet se enfrente con su padre. Paula, que no puede ver a Briones, arguye que tiene el pie torcido, y no puede bailar. Tanto Briones como Xiquet piden la mano de Paula al alcalde Garrofa. El alcalde les pide que cada uno exponga sus méritos, y él decidirá quien es el mejor postor. Al ver que ambos son pobres, pide consejo al maestro. Este, que acepta sobornos de todos, da con la solución: podrá casarse con la chica el que sepa pronunciar correctamente en catalán "Setze jutges mengen fetge". El único que lo consigue es Xiquet, y el alcalde da por solucionado el conflicto. La obra se acaba con el baile de un contrapás coreado.
La acción tiene lugar en 1839.
Acto I
Xiquet canta a su amada Paula, hija del alcalde Garrofa. Briones, un soldado de origen andaluz, también está enamorado de Paula, y se arrecia en brabuconadas contra Xiquet, puesto que quiere a Paula para él. Es la fiesta del pueblo, Sant Llop. El alcalde, que tiene un carácter autoritario y muy conservador no permite que nadie baile la polka, y otros bailes de moda de origen francés o castellano, sino que solo da permiso para que bailen el "ball rodó", la contradanza con castañuelas o se haga algún "honesto tirabou". El maestro del pueblo, que acompaña al alcalde, hace presunción de sabiduría con constantes latinajos macarrónicos. Xiquet declara su amor a Paula, y se enfrenta con Briones. El alcalde abre una puja para ver quien baila con su hija; Briones gana, a pesar de que Xiquet se enfrente con su padre. Paula, que no puede ver a Briones, arguye que tiene el pie torcido, y no puede bailar. Tanto Briones como Xiquet piden la mano de Paula al alcalde Garrofa. El alcalde les pide que cada uno exponga sus méritos, y él decidirá quien es el mejor postor. Al ver que ambos son pobres, pide consejo al maestro. Este, que acepta sobornos de todos, da con la solución: podrá casarse con la chica el que sepa pronunciar correctamente en catalán "Setze jutges mengen fetge". El único que lo consigue es Xiquet, y el alcalde da por solucionado el conflicto. La obra se acaba con el baile de un contrapás coreado.
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