LA CARAMBA
Zarzuela en tres actos y
cinco cuadros.
Libreto: Luis Fernández
Ardavín.
Música: Federico Moreno
Torroba.
Estrenada en el teatro de La
Zarzuela de Madrid, el día 10 de abril de 1942.
La acción en Motril y Madrid.
Epoca de los años 1780 al 1787.
ARGUMENTO
Fabián,
marqués de Moncada, la oye cantar en una venta de Motril, donde, entre la
algarabía de postillones, majos y viajeros, María Antonia, desde el tablao,
encandila a todo el mundo con sus canciones. El marqués se enamora súbitamente
de ella y le propone que se vaya con él a Madrid donde podrá triunfar con su
bella voz. La tonadillera plantea la proposición a su novio, Máximo; éste
rechaza violentamente el traslado a la capital. Ni siquiera admite que cante en
público. A consecuencia de la discusión, queda roto el noviazgo y María Antonia
deslumbrada por el triunfo que cree poder alcanzar, se va a Madrid con Fabián.
Triunfa clamorosamente en la capital. Se ve rodeada y admirada por lo más
granado de Madrid: Goya, la Duquesa Cayetana, Don Ramón de la Cruz, Don Leandro
Moratín ensalzan sus cualidades artísticas y su belleza. Pasan varios años.
Fabián ha roto con María Antonia y se ha trasladado a París. La artista casa
con Saumique "un comicucho malo, gabacho" que vive a costa de su mujer,
sirviéndole de correveidile. Es tal la admiración que todo el mundo siente por
María Antonia que la exclamación admirativa ¡caramba! acompaña a todos sus
actos. Ella al principio se queja, pero, ante la opinión de Don Ramón de la
Cruz, termina aceptando el remoquete y el apodo adquiere tanta popularidad que
el lazo con que ella adorna su pelo, parecido al que usan las campesinas
alsacianas, se denomina desde entonces "caramba". Fabián regresa de
París. Detrás de él viene Manuela, esposa del embajador francés en Madrid, que
está enamorada de Fabián, y se convierte en furibunda enemiga de María Antonia.
En uno de los pasajes de la obra, la tonadillera intenta hablar con Máximo, su
antiguo novio, que acaba de llegar a Madrid; pero él afirma que no la conoce.
Por mediación de Goya, el padre de Fabián, como nuevo Germont, se entrevista
con la artista para rogarle que abandone a su hijo. Ella se emociona ante los
ruegos y razones de Don Pedro y decide terminar con el galán, asegurándole que
ama a otro hombre. Una tarde de carnaval María Antonia y sus amigos organizan
una merienda en el Prado de San Fermín. Entre sus juegos se reproducen los
cartones goyescos "La merienda" y "La gallina ciega". Entre
las figuras de este famoso tapiz, destacan la duquesa, con su gran sombrero y
María Antonia con su típico lazo en el pelo. La lluvia interrumpe la fiesta.
Todos se refugian en la Iglesia de los Capuchinos. Un famoso predicador exhorta
a los fieles para que hagan penitencia de sus pecados. María Antonia reconoce
con estupor al que habla: es Máximo, su exnovio. En aquel instante, la
tonadillera renuncia a sus triunfos.
__________
Personajes:
María Antonia: Famosa
tonadillera enamorada de Fabián.
La duquesa: Cayetana, duquesa de Alba.
Manuela: Esposa del embajador francés que pretende a Fabián.
Fabián: Marqués zigzagueante en su amor por María Antonia.
Goya: Famoso pintor, amigo de la duquesa y María Antonia.
Saumique: Un "lo que diga mi mujer" casado con Maria Antonia.
___________
Números musicales:
Romanza de María Antonia "Por que me atormentas
niño": (María Antonia)
Dúo de María Antonia y Fabián "En
Madrid que llaman todos la corte de los milagros": (Fabián, María Antonia)
Mazurca "Señor Gastón….Caramba con
su belleza": (Manuela,
Embajador, Gastón, Sorbete y Conjunto.)
Romanza de Cayetana "Me llaman la duquesa
Castellana": (La Duquesa)
Romanza de Fabián "Tus besos no me tientan":
(Fabián)
Romanza de Maria Antonia "Señores,
aunque el lazo os choque tanto": (María
Antonia)
Romanza de Fabián “María Antonia de mi vida”: (Fabián)
Dúo de Maria Antonia y Fabián
"¡María Antonia! ¡Por favor! Dejadme" y final ": (Fabián, María Antonia)
___________
ACTO PRIMERO
La
escena representa el zaguán de una Venta en Motril. Al levantarse el telón
aparecen en plan de fiesta, cantadores, guitarristas y bailadora, con Majas y
bebedores. En primer término Fabián, barón de Moncada.
El
Zurdo, dueño de la Venta, manifiesta que va a venir María Antonia Fernández, la
guapa, famosa en todo el lugar por su garbo y belleza, cantadora de garganta de
vidrio y seda, envidiada por todos, pero enamorada de un hombre que no la
permite cantar, retraído, y sin ganas de fiestas y dado a gustos de iglesia. El
Zurdo, tras grandes esfuerzos, ha logrado que María Antonia se decida a venir a
cantar ante el público.
Seguidamente
llega la bella motrilera y canta.
Romanza de María Antonia "Por que me atormentas
niño": (María Antonia)
MARIA ANTONIA
¿Por qué me atormentas, niño,
que tan callado te veo?
¿Por qué en tu mirada leo
que sufres con mi cariño?
Si yo te quiero y me quieres
¿por qué, tu melancolía?
¡Ay que ver cómo tú eres
ya te pesará algún día!
Mi alegría te molesta
cuando río.
¡Ya te pesará algún día
niño mío, niño mío!
¿Por qué a lo que yo padezco
vives tan indiferente?
¿Por qué has de estar como
ausente
si yo mi vida te ofrezco?
Si hay otra a la que
prefieres
será más la pena mía.
¡Ay que ver cómo tú eres
ya te pesará algún día!
Mi alegría te molesta
cuando río.
¡Ya te pesará algún día
niño mío, niño mío!
¡Ya te pesará algún día
niño mío, niño mío!
___________
María
Antonia ha producido una gran sensación en todo el público que la felicita y se
marcha. Fabián, joven militar, en viaje de traslado a Madrid, encantado de su
arte y de su persona, la invita a ir a la Corte donde la espera un
brillantísimo porvenir y el llegar a ser una tonadillera de rango.
Dúo de María Antonia y Fabián "En
Madrid que llaman todos la corte de los milagros": (Fabián, María Antonia)
FABIAN
En Madrid, que llaman todos
“La corte de los milagros”,
es donde más se prospera
cuando se tienen
vuestros encantos.
MARIA ANTONIA
¡Quién pudiera ir a Madrid
con el que tanto he soñado!
FABIAN
La ocasión la pintan calva.
No perdáis el tiempo en vano.
Venid a Madrid conmigo
que de ello no ha de pesaros.
Tendréis, en Madrid,
diamantes;
tendréis, en Madrid,
palacios,
y en fiestas y recepciones
asombro iréis despertando.
Saliendo en carroza abierta,
seréis admirada al paso.
Galanes y petimetres
vendrán a cumplimentaros,
y en garbo y en gentileza
ninguna podrá igualaros.
MARIA ANTONIA
¡Ay, Madrid, qué bien lo
pintan!
¡Ay, Madrid, que ansío tanto!
¡Quién en Madrid paseara
triunfadora por el Prado!
FABIAN
Venid a Madrid conmigo
que allí seréis festejada.
Amor es allí el que reina.
Amor es allí el que manda.
MARIA ANTONIA
Dejadme reflexionar,
que es mucho lo que pedís.
Pues nunca hubiera pensado
mi sueño ver realizado.
¡Bella tentación!
Si ahora la desdeño
no retornará jamás.
FABIAN
Pensadlo sin vaciar,
que al alba me voy de aquí
y puedo a Madrid llevaros
guardada por mis soldados.
No la desdeñéis,
Si vuestro destino
se ha de aprovechar.
Queda
sola María Antonia y aparece Máximo, su novio, que violentamente la reprocha el
haber cantado en la Venta y escuchado a Fabián. María Antonia, cariñosamente,
le recuerda el estado de necesidad en que se encuentran sus padres y la
precisión de ganar dinero para vivir.
Máximo
insiste y la ofrece casarse con ella evitando que vaya a Madrid, y aceptando el
ofrecimiento de Fabián. María Antonia se niega y tras violenta discusión riñen
y Máximo se marcha para siempre. María Antonia reacciona y arrepentida le
llama. Máximo sigue su camino y al no verse atendida acude a Fabián resolviendo
abandonar a Máximo y marchar a Madrid, si esa es su suerte.
___________
CUADRO SEGUNDO
Botillería
del teatro Príncipe de Madrid. En unas mesas, entre otras personas, don Ramón
de la Cruz y Fabián, que acaba de llegar de Francia, arrepentido de haber
abandonado a María Antonia, con la que no quiso casarse, ni dar su nombre y
ahora que la sabe triunfante y casada, la desea con toda su, alma y viene en su
busca. Entra seguidamente en el teatro, donde la supone actuando. Llega al café
Manuela, acompañada de su esposo, el embajador, y de Gastón, su secretario. Es
mujer, de tronío y muy liviana. Nació en la Cava Baja y en un viaje a París,
casó con el Embajador.
Está
enamorada de Fabián y celosa de María Antonia.
Mazurca "Señor Gastón….Caramba con
su belleza": (Manuela,
Embajador, Gastón, Sorbete y Conjunto.)
MANUELA
Señor Gastón de Montreuil,
acá tenedme el bolsillo.
Y vos el chal y los guantes
(Al Embajador.)
tenedme, señor marido.
Las dos manos ocupadas,
Para mí las necesito,
que en una tengo las sales
y en la otra el abanico.
Esa mujer me encocora,
su voz me saca de quicio.
EMBAJADOR
Pues a mí me ha “paguecido”
que no canta mal.
MANUELA
Un grillo está mejor.
GASTON
Yo también pienso lo mismo.
MANUELA
Además es ordinaria,
fea y zafia en el vestir.
GASTON
¡Ni fina, ni elegante,
ni tampoco “chic”!
EMBAJADOR
¡Pues, “¡cagamba!”, yo la
encuentro
“comm’il faut”
MANUELA
¡Vos sois un cínico!
y no empecéis como todos,
por favor os lo suplico,
con el dichoso “Caramba”,
que parece un estribillo.
¡Caramba, con su belleza!
¡Caramba, con su buen pico!
¡Caramba y siempre el
“caramba”,
que ya me saca de quicio!
¿Hasta cuándo voy a oír
ese “caramba” maldito?
Esa mujer me enfurece,
por ella pierdo hasta el
tino.
Si al alcance se me pone,
la despeinaré.
EMBAJADOR
Sois del Avapiés.
MANUELA
¡Y a mucha honra! ¿Qué pasa?
¡Nací de lo más castizo!
Si os avergüenza no haberos
casado, entonces, conmigo.
EMBAJADOR
Me voy por...
MANUELA
¿Por no pegarme?
GASTON
Haya paz, señores míos.
EMBAJADOR
Por ver tan sólo si ya
la tonada ha concluido.
MANUELA
Y así a la tonadillera
se la levanta el vestido.
(Mutis del Embajador.)
GASTON
¡Madame!
MANUELA
¡Dejadme tranquila!
GASTON
“Ecoutez moi.”
MANUELA
Que no, os digo.
No me enfadéis más, que estoy
para perder el sentido.
GASTON
Por el Marqués de Moncada
lo perdéis. Pero me han dicho
que él os engaña con ella.
MANUELA
¿Eh?
GASTON
Que la dió el tabardillo.
SORBETE
¡Agua! (Casi recitado.)
GASTON
El pomo de las sales.
SORBETE
¡Aire! (Casi recitado.)
GASTON
¡Aquí está el abanico!
(Vuelve el Embajador.)
EMBAJADOR
“¿Qu’est qu’il y a?”
SORBETE
Nada, “monsiú”.
GASTON
Que está el aire enrarecido,
y Madame se ha desmayado.
EMBAJADOR
“¡Cagamba, cagamba!”
MANUELA
(Volviendo en sí.)
¡He dicho que no volváis a
salirme
con el dichoso estribillo!
EMBAJADOR
No os sofoquéis. Ya acabó.
CONJUNTO
(Dentro.)
¡Caramba, con su belleza!
¡Caramba, con su palmito!
(Aplausos dentro.)
MANUELA
¿La aplauden?
EMBAJADOR
Sí, por lo visto.
MANUELA
¡Ahora es cuando de verdad
me va a dar el tabardillo!
TODOS
¡Ahora es cuando, de verdad,
se desmaya la Madame!
Fabián
encontró a María Antonia, que sigue queriéndole. Despechada por su abandono,
casó con un mal cómico que no quiere, ya que es un despreocupado, en todos los
conceptos.
Llegan
la Duquesa Cayetana, D. Francisco Goya, Moratín, D. Ramón., de la Cruz, Manuela
y el Embajador. Todos felicitan a María Antonia, y D.
Ramón
de la Cruz, visto el enorme éxito de su canción, la bautiza con el nombre de
“La Caramba”. Seguidamente la Duquesa les invita a retirarse, y Manuela,
desafiante, se coge del brazo de Fabián y unidos salen del café.
María
Antonia queda estupefacta y Goya la ofrece su brazo, que María
Antonia
acepta procurando disimular su dolor y en este instante entra Máximo, vestido
de abate, sobrio y pobre. “La Caramba”, emocionadísima, sale con Goya. Máximo
queda solo en el café y se entera de los triunfos de María Antonia.
FIN DEL PRIMER ACTO
___________
ACTO SEGUNDO
Estudio
de Goya. Este pinta un cuadro de “La Caramba” y otro de Manuela. Ambas saben
que Fabián frecuenta el estudio. Se encuentran con Goya: la Duquesa Cayetana y
varios amigos.
Romanza de Cayetana "Me llaman la duquesa
Castellana": (La Duquesa)
LA DUQUESA
Me llaman la Duquesa
Cayetana.
Me achacan mil historias por
ahí.
Y dicen que mis gustos son
plebeyos
porque amo lo castizo de
Madrid.
Pero olvidan que soy una gran
dama
que ha estado en Inglaterra y
en París,
y que tengo en mi escudo una
corona
que puede con las reales
competir.
En mi palacio de la Moncloa,
con sus jardines llenos de
fuentes,
se dan las fiestas más
suntuosas
que vieron príncipes y
honraron reyes.
Y los caballeros
de alta condición
visten de chisperos
en mi recepción.
Llevan las marquesas
traje popular,
y alegres calesas
vienen sin cesar.
Y así, hasta que el día
ya se ve lucir,
todo es alegría,
y, al final, reír.
Me llaman la Duquesa
Cayetana,
y todos me conocen al pasar,
y, en punto a codearme con el
pueblo,
no hay ninguna, en Madrid tan
popular.
Pero olvidan que soy una dama
que corre por mis venas
sangre azul,
y que soy en España más
famosa
que en tiempos, en París, la
Pompadour.
En mi palacio de la Moncloa,
con sus jardines y
escalinatas,
hasta el secreto de sus
alcobas
llega el misterio de la
enramada.
Visten las marquesas
traje popular
y alegres calesas
vienen sin cesar.
Y así, hasta que el día
ya se ve lucir,
todo es alegría,
y, al final, reír.
Llega
D. Pedro, padre de Fabián. Viene de Aragón, decidido a terminar los amoríos de
su hijo con “La Caramba”. Requiere la ayuda de Goya, su gran amigo, quien se
niega rotundamente, pero al fin accede, prometiendo una entrevista con María
Antonia. Manuela se encuentra por fin con Fabián y le invita al baile de
máscaras. Fabián promete ir, Manuel le tira un beso, y se va al patio. Fabián,
solo canta:
___________
Romanza de Fabián "Tus besos no me tientan":
(Fabián)
FABIAN
Tus besos no me tientan
—que no, que no—,
porque son engañosos;
—que sí, que sí—,
porque en su fuego,
oculto entre sus mieles,
llevan veneno, llevan veneno.
Tus besos no me tientan
—que no, que no, que no—;
tan dulces amoríos
no quiero yo.
Tus besos caprichosos
—que sí, que sí—,
porque las penas quitan,
son como el vino, son como el
vino,
que embriaga y nos consuela
con el olvido, con el olvido.
Aunque pasa la embriaguez,
y el dolor vuelve otra vez.
¡Ah! Tus besos, María
Antonia,
—que sí, que sí—,
no hay otros como ellos
de amor, de amor,
pues, si me besan,
ellos son la alegría
de mi existencia, de mi
existencia.
Tus besos, Mari Antonia
—que sí, que sí—,
tan dulces son, que ellos me
dan
con su pasión, al besar,
amor.
Seguidamente acude al estudio
“La Caramba”.
__________
Romanza de Maria Antonia "Señores,
aunque el lazo os choque tanto": (María
Antonia)
MARIA ANTONIA
Señores, aunque el lazo os
choque tanto,
por eso no os debéis
maravillar.
El lazo es lo de menos cuando
canto.
La voz es lo os tiene que
gustar.
Yo me llamo María Antonia
Fernández, la Motrilera.
En punto a querer, no hay
otra
que, al que quiere tanto
quiera.
Y si llamo la atención,
según la gente asegura,
lo mejor de mi hermosura
lo llevo en el corazón.
Soy María Antonia, la
granadina;
soy María Antonia, la de
Motril,
y la gente, para verme, se
amotina
en los bailes de candil.
Lo mismo que una alegre
mariposa,
el lazo en mi frente se posó.
Y, abriendo sus bellas alas,
orgullosa,
por flor donde posarse me
tomó.
Yo me llamo María Antonia
Fernández la Motrilera,
y dicen que igual no hay otra
de gallarda y retrechera.
Y aunque voy con mi desdén
diciendo así mi amargura,
del amor la calentura
despierto en cuantos me ven.
Soy María Antonia, la
granadina.
Soy María Antonia la de
Motril.
Y la gente para verme se
amotina
en los bailes de candil.
Quedan
solos “La Caramba” y Goya, y seguidamente se presenta D. Pedro, quien,
solemnemente, la requiere a que olvide a su hijo. “La Caramba” se niega
rotundamente.
FIN DEL ACTO SEGUNDO
__________
ACTO TERCERO
El
Prado de San Fermín. Es carnaval.
“La
Caramba”, con su corte de amigos, va de merienda. Está muy triste. No puede
olvidar a Fabián, su único amor; y desea retirarse de este mundo. La Duquesa la
dice irónicamente que no será a un Convento. “La Caramba”
lamenta
no haber tenido fe para ello. Cerca de este lugar pasa Fabián. “La Caramba”, no
pudiendo dominar su pasión corre a llamarle y en este instante ve a D. Pedro y
recuerda su promesa.
Empieza
a llover. La gente corre a refugiarse y “La Caramba” entra en el templo de los
Capuchinos de San Antonio del Prado junto con algunos de sus amigos que se
dirigen a los altares a rezar.
Romanza de Fabián “María Antonia de mi vida”: (Fabián)
FABIAN
María Antonia de mi vida,
María Antonia de mi alma.
¿Dónde estás, que así me
huyes
cuando siento más tu falta?
¿Dónde estás, que si te busco
me abandonas y te marchas?
¿No sospechas que estoy
triste?
¿No adivinas que me matas?
¿No comprendes que la vida
sin tu amor no vale nada?
¡Ay, María Antonia, mi María
Antonia!
Desesperado, vengo a
buscarte;
y no te encuentro, luz de mi
vida
aunque te busco por todas
partes.
Amor que he buscado siempre
y nunca logré alcanzarlo:
¡Ten piedad de lo que sufro!
¿No me ves que estoy
llorando?
Daría la vida entera
por un beso de tus labios,
y por tu amor me muriera
si muriera entre tus brazos.
Y por tu amor me muriera
si muriera entre tus brazos.
¡Locuras de Carnaval
que me entristecen mi alma!
Dejadme con mi dolor,
que ya no vivo sin tu amor!
__________
Dúo de Maria Antonia y Fabián
"¡María Antonia! ¡Por favor! Dejadme" y final ": (Fabián, María Antonia)
FABIAN
¡María Antonia!
MARIA ANTONIA
¡Por favor!
Dejadme; luego hablaremos.
FABIAN
No. Aquí ha de ser, y ahora
mismo.
MARIA ANTONIA
¡Dios nos mira!
(Suplicante.)
¡Terminemos!
FABIAN
¿Quieres a otro?... ¡Responde!
(Ella no le contesta, y dice
para sí, en tremenda lucha interior:)
MARIA ANTONIA
¡Dame fuerzas, santo cielo,
o no podré resistir!
FABIAN
¿Qué decís?
MARIA ANTONIA
Nada. Es que rezo.
Rezo para que os vayáis
y me dejéis. ¡Os lo ruego!
Despreciadme, si queréis:
pero si... ¡ya no os merezco!
FABIAN
¡Mientes! Lo leo en la luz
de tu mirada. ¡Lo veo!
¡Mientes por algo que yo
no sé explicarme!
MARIA ANTONIA
(Desfalleciente.)
No miento.
FABIAN
¡Júralo! ¡Júralo! ¡Júralo
con sagrado juramento;
aquí, en la casa de Dios
que nos oye desde el cielo!
¿Es verdad que no me quieres
y que otro ocupa mi puesto
en tu corazón, mujer?
(Cogiéndola violentamente de
un brazo.)
¡Responde!
(Ella,
tal vez, va a decirle que le adora; pero de entre las columnas del claustro
surge como una aparición la noble figura de Don Pedro. No se acerca a ellos;
pero va mirando fijamente a María Antonia, hasta ocultarse tras de otra
columna. Fabián no le ha visto, porque está de espaldas a él. La música subraya
el momento con su gravedad, y María Antonia, que ha quedado paralizada, murmura
para si.)
MARIA ANTONIA
¡Otra vez Don Pedro!
¡Otra vez él, que me manda
cumplir mi promesa!
(A Fabián, con resolución.)
Es cierto.
Sí, Fabián; otro hay que
ocupa
mi corazón por entero.
¡Vete!... ¡Vete, y déjame
para siempre... ¡Te lo ruego!
FABIAN
¡Oh, no!
MARIA ANTONIA
Sí, Fabián.
(Haciendo un definitivo
esfuerzo.)
¡Lo juro!
¡Lo juro... por Dios eterno!
FABIAN
Di que no es verdad.
Dime, bien mío, que todo es
mentira.
Porque sin ti ya no podré.
Porque sin ti me moriré,
con mi ansiedad,
mi amor triunfar.
MARIA ANTONIA
¡Pobre Fabián!
FABIAN
Dime que no.
MARIA ANTONIA
Te engañaría si lo dijera.
FABIAN
Dame tu amor,
MARIA ANTONIA
¡No!
FABIAN
Y a la vida me vuelvo, yo
MARIA ANTONIA
¡Nunca más!
(Se
va desesperado. La música sigue. Don Pedro se acerca silenciosamente a María
Antonia, y después de darla ánimos con un ademán paternal hace mutis a la
iglesia. De pronto, sobre los últimos acordes del órgano, empieza a oírse la
voz de Máximo, que, desde el púlpito, predica. Su voz es enérgica y acusatoria,
pero no exenta de dulzura y emoción.)
FIN
Información obtenida en la
Página Web http://lazarzuela.webcindario.com/
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