LAS DE CAIN
Zarzuela en tres actos.
Libreto: Serafín Alvarez
Quintero y Joaquín Alvarez Quintero.
Música: Pablo Sorozábal y
Pablo Sorozábal hijo.
Estrenada en el Teatro de la
Zarzuela, en Diciembre de 1953.
ARGUMENTO
ACTO I
El
argumento, muy sainteístico, nos habla de las tribulaciones de Segismundo Caín
para casar a sus cinco hijas, “las de Caín”. Tomás y Pepín, jóvenes de cabeza
hueca, serán candidatos al matrimonio; Rosalía, la mayor de las hermanas, se
enfada con su novio Alfredo porque quiere esperar a casare hasta que todas
tengan boda a la vista, Alfredo se va desesperado a buscar novios.
ACTO II
En
el segundo acto las hijas están esperando visitas masculinas; Alfredo no
descansa en
traerlos
y finalmente logra concertar dos bodas; una es la de Pepín enamorado de
Estrella; el maduro don Cayetano se ofrece para apadrinar los enlaces. Pero
Rosalía sigue inquieta; faltan dos más.
ACTO III
En
el tercer acto el joven Marín, que en tiempo fue cuidado por la madre de “las
de Caín” viene a agradecer los cuidados y se encuentra liado con una de las
hermanas solteras y “convencido” de que
le conviene la boda. Falta la pequeña, pero don Cayetano se ofrece corno esposo
y finalmente pueden celebrarse !as bodas de todas “las de Caín”.
_____________
Personajes:
Rosalía:
Hija mayor, enamorada de Alfredo.
Alfredo:
Enamorado de Rosalía, y “casamentero” por amor.
Don
Segismundo: Padre de “las de Caín”.
Pekín:
Estudiante cabeza hueca, finalmente casado con Estrella.
Estrella:
Enamorada de Pepín.
Tomás:
Amigo de Pepín.
Don
Cayetano: Amigo de la familia.
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Terceto de Tomás, Pepín y Tío Cayetano
“¡Don Cayetano! ¿Cómo está usted?”: (Tomás,
Tío Cayetano, Pepín)
Cuarteto de Amalia, Tomás, Estrella y
Pepín “Tu mamá se ha calado las gafas negras”: (Tomás, Amalia, Pekín, Estrella)
Dúo de Rosalía y Alfredo “Caballero,
perdón por favor…Dime por que no has venido”: (Rosalía, Alfredo)
Final del acto I “Mi hija Estrella”: (Don Segismundo, Estrella, Marín, Doña Elvira, Amalia,
Pepín, Tomás, Fifí, Marucha)
Romanza de Alfredo “Rosa, mi Rosalía”: (Alfredo)
Concertante. “Mama, hija mía”: (Marucha, Doña Elvira, Don Segismundo, Rosalía,
Estrella, Fifí)
Cuarteto de Don Segismundo “¡Ay qué
juerga nos traemos!”: (Pepín, Don
Segismundo, Tío Cayetano, Alfredo)
Final del acto II “¡Ay, Dios mío, Virgen
Santa!”: (Amalia, Rosalía, Don
Segismundo, Fifí, Marucha, Estrella, Tomás, Emilio, Doña Elvira, Pepín)
Romanza de Rosalía “¿Qué es el amor?”: (Rosalía)
Dúo de Rosalía y Alfredo “Tra-la la,
la….Canta la creación”: (Alfredo,
Rosalía)
Final del acto III “¡Niñas! ¡Niñas! ¿Hay
sitio para este par de mozos?”: (Todos)
____________
Terceto de Tomás, Pepín y Tío Cayetano
“¡Don Cayetano! ¿Cómo está usted?”: (Tomás,
Tío Cayetano, Pepín)
TOMAS
¡Don
Cayetano!.
¿Cómo
está usted?
TIO
CAYETANO
Bien,
Tomasillo,
¿y
tú perillán?
TOMAS
Vamos
viviendo...
Y
usted, ¿qué tal está?
TIO
CAYETANO
Yo,
como siempre,
sin
novedad.
Desde
que empieza
la
primavera
yo
ya se sabe,
a
pasear.
Por
las mañanas
siempre
a esta hora
tengo
costumbre
de
caminar.
Doy
mi paseo
por
este parque
pues
siempre en coche
no
debo andar.
Tomo
la fresca,
tomo
mi leche,
que
me alimenta,
me
fortalece,
y
cuando llego
luego
al Casino
con
apetito
suelo
almorzar.
Y
tú, ¿qué me cuentas?.
TOMAS
Yo
espero a mi novia
TIO
CAYETANO
Me
lo suponía,
estás
en la edad.
TOMAS
Por
las mañanas
viene
mi novia
con
sus hermanas
a
este rincón,
nos
apropiamos
de
esta glorieta
que
es agradable y ...
TIO
CAYETANO
Tienes
razón.
Precisamente
yo
iba a decirte
que
esta glorieta
es
muy agradable.
Aquí
se respira
un
aire tan sano,
un
aire tan puro,
un
aire tan fresco,
un
aire tan rico,
un
aire tan...
(Fijándose
en Pepín)
A
propósito de aire.
¿Usted
no es el hijo
de
mi buen amigo
Fernando
de Urquijo?
PEPIN
No,
no señor.
TIO
CAYETANO
Pues
se le parece
TOMAS
¿No
se conocían?.
Señores,
perdón.
(Haciendo
las presentaciones)
Tengo
el honor
de
presentarte
al
excelentísimo
y
noble señor
Don
Cayetano
de
Rebolledo
que
es ex-ministro
y
ex-gobernador.
Consejero
perpetuo
de
Unión Tranviaria,
Presidente
del Banco
de
Villa Mayor,
Fundador
de la Escuela
de
Niños Lactantes,
de
la ciencia y las artes,
un
gran protector,
de
la ciencia y las artes,
un
gran protector.
(Presentando
a Pepín)
Pepín
Castrolejo,
como
le llaman en todas partes.
TIO
CAYETANO
¡Ah!
Se apellida Castrolejo.
¿Usted
es el hijo
de
mi buen amigo
Don
Luis Castrolejo,
de
Mora del Rey?
PEPIN
Servidor
de usted.
TIO
CAYETANO
¡Se
le parece!...
¡Es
su retrato!
¿Qué
es de su padre?
PEPIN
Está
muy bien.
TIO
CAYETANO
Hace
ya tiempo
que
no nos vemos.
Dele
recuerdos.
PEPIN
Se
los daré
TIO
CAYETANO
Si
necesita
alguna
cosa
sabe
que cuenta
con
mi amistad.
PEPIN
Se
lo agradezco.
TIO
CAYETANO
Nada,
ya sabe...
Mandar.
____________
Cuarteto de Amalia, Tomás, Estrella y
Pepín “Tu mamá se ha calado las gafas negras”: (Tomás, Amalia, Pekín, Estrella)
TOMAS
Tu
mamá se ha calado
las
gafas negras
y
esto a mí me cohibe
y
me desconcierta.
AMALIA
No
te pongas nervioso,
no
seas memo,
pues
se pone las gafas
para
ver menos.
No
le des importancia.
TOMAS
Es
que me azaro.
AMALIA
El
charlar con la novia
no
es nada malo.
Eres
poco galante,
hoy
me he peinado
como
a ti te gustaba
y
no te has fijado.
TOMAS
Es
verdad. ¿Me perdonas,
Amalia?
AMALIA
Ya
estás perdonado.
¿Cómo
me sienta?
TOMAS
Para
comerte
hasta
las trenzas.
AMALIA
¿De
mis uñas qué me dices?
TOMAS
Que
son espejos
y
yo me las comería
hasta
con dedos.
AMALIA
¡Vaya
hambre que traes!
TOMAS
Cuando
te veo
yo
me siento caníbal.
AMALIA
No
te comprendo,
pues
mi carne es muy dura.
TOMAS
Qué
importa eso,
con
mis besos te ablando
hasta
los huesos.
AMALIA
Por
favor, Tomasillo,
mira
que te propasas,
y
nos mira mi madre
tras
de las gafas.
PEPIN
(A
Estrella)
Hoy
le traigo un nuevo colmo.
¿A
que no lo acierta usted?
ESTRELLA
Ya
lo sabe, yo no acierto.
De
esas cosas nada sé.
PEPIN
¿Se lo cuento? ¿Se lo cuento?
ESTRELLA
Cuéntele.
PEPIN
No me atrevo, no me atrevo.
ESTRELLA
¿Por qué?
PEPIN
Es un poco picaresco.
ESTRELLA
Venga ya. Vamos a ver.
PEPIN
¿Cuál es el colmo de un galán
que lleva quince años
esperando un sí o un no?
ESTRELLA
Por Dios, Pepín, no he de
escuchar,
usted es incorregible,
¡vaya colmo tan procaz!
PEPIN
¿Cuál es el colmo de un galán
que lleva quince años
esperando un sí o un no?
ESTRELLA
No sé, no sé...
PEPIN
Se lo diré.
Que al fin le dé su amor
el sí... pero un si bemol.
¡Jeee!... ¡Jeee!...
ESTRELLA
¡Jiii!... ¡Jiii!...
¡Jesús! ¡Jesús! No puedo más.
¡Qué colmo tan gracioso
el que me acaba de contar!
¡No siga usted, por Dios,
Pepín,
que yo me pongo mala de reír!
____________
Dúo de Rosalía y Alfredo “Caballero,
perdón por favor…Dime por que no has venido”: (Rosalía, Alfredo)
ROSALIA
Caballero, perdón, por favor.
Me he perdido, no sé dónde
estoy.
ALFREDO
No se inquiete, yo le guiaré.
ROSALIA
Muchas gracias.
ALFREDO
Por Dios, no hay de qué.
Y bien, ¿Qué desea?
ROSALIA
Es que... me da rubor.
ALFREDO
Pregunte sin miedo.
ROSALIA
Mil gracias, señor.
¿Si pudiera informarme
del nombre que tiene
esta linda glorieta?
ALFREDO
Tiene un nombre muy hermoso.
ROSALIA
¿Sí?
ALFREDO
Si lo digo no lo cree.
ROSALIA
¿No?
ALFREDO
Es un nombre seductor.
ROSALIA
¿Ay, sí?
ALFREDO
Adivínelo usted.
ROSALIA
¡No sé!
ALFREDO
Se conjuga en amor.
ROSALIA
¡Ay, no!
Pues mi novio no sabe
lo que se conjuga
y aquí me perdió.
ALFREDO
Si su novio yo fuera
no la perdería
ni en un laberinto,
ni en la selva brasilera.
ROSALIA
¿Ni en Madrid?
ALFREDO
Ni en Riotinto.
ROSALIA
Muchas gracias.
ALFREDO
Las de usted.
ROSALIA
Vaya labia, señor.
ALFREDO
Habla mi corazón.
ROSALIA
Pues hablemos clarito
que se ha terminado
por hoy la función.
Dime por qué no has venido.
¡Dilo, sinvergonzón!
Llevo esperando una hora,
¡Sola aquí, de plantón!
ALFREDO
¡Olé, olé y olé!
¡Bendita la mujer
que sabe regañar
si la hacen esperar!
Así te quiero ver,
celosa en el querer,
sufriendo de dolor
cuando te falto yo.
ROSALIA
Dime por qué no has venido.
ALFREDO
No te lo digo, preciosa,
porque me gustas celosa
aunque te enfades conmigo.
ROSALIA
Dime por qué no has venido.
Dime por qué no has venido.
Dilo, granuja, por fin.
ALFREDO
Aunque te enfades conmigo
no lo diré,
no te lo quiero decir.
El amor sin los celos
es cosa muerta.
Es como un condimento
sin sal ni pimienta,
y por eso me gusta
verte celosa,
pues los celos te ponen
aún más graciosa...
¡Aún más graciosa!
Si le quitas la tinta
al calamar,
a la rosa la espina
y al mar la sal;
a la noche la luna
y la sombra al sol,
¿Qué sería la vida?
¿Qué sería la vida?
ROSALIA
¡Dilo ya!
ALFREDO
Pues la vida sería
ni chicha ni limoná.
ROSALIA
Si le quitas la tinta
al calamar,
ROSALIA y ALFREDO
a la rosa la espina
y al mar la sal;
a la noche la luna
y la sombra al sol,
¿Qué sería la vida?
¿Qué sería la vida?
Pues la vida sería
ni chicha ni limoná.
____________
Final del acto I “Mi hija Estrella”: (Don Segismundo, Estrella, Marín, Doña Elvira, Amalia,
Pepín, Tomás, Fifí, Marucha)
(Hablado)
ALFREDO.- Ya verá usted: son
unas chicas muy simpáticas.
MARIN.- Si no lo dudo, amigo
Ruiz; pero no tengo humor de tratar con nadie.
ALFREDO.-
¡Por lo mismo! Usted necesita distraerse; cambiar en absoluto de vida; salir de
su monólogo. Venga usted.
MARIN.-
Pero, hombre...
ALFREDO.-
Venga, venga usted. ¡Don Segismundo!
DON
SEGISMUNDO.- ¡Hola!
(Al
ver a Alfredo con un amigo de buen porte, la alegría del triunfo le brilla en
los ojos)
¿Tú
por aquí de nuevo, Alfredito?
(Hablado sobre la música)
ALFREDO.-
Voy a tener el gusto de presentarle a usted a mi buen amigo Leopoldo Marín.
DON
SEGISMUNDO.- ¡Ah, con mil amores!
MARIN.-
Muchas gracias, señor...
ALFREDO.-
Don Segismundo Caín de la Muela; mi futuro padre político.
DON
SEGISMUNDO.- Para servirle a usted.
MARIN.-
Muchas gracias.
ALFREDO.-
Aquí lo tiene usted: un muchacho simpático, inteligente, bien parecido, con dinero...
y que se va a morir este año.
DON
SEGISMUNDO.- ¡Hombre! ¡Hombre!
MARIN.-
Alfredo se chancea.
DON
SEGISMUNDO.- Pero, ¿está usted malo de verdad? Porque el aspecto...
MARIN.-
Según la gente, estoy rebosando salud. Pero hace unos meses que los nervios no
me dejan vivir.
DON
SEGISMUNDO.- ¿Vive usted en Madrid?
MARIN.-
No, señor. Vivo con mis padres en una aldea de Asturias.
ALFREDO.-
¡Una desgracia más!... Nos conocimos en el café.
MARIN.-
Sí, pero ya no voy.
DON
SEGISMUNDO.- ¿Por qué?
MARIN.-
Porque, al fin y al cabo, habla uno de sus males y molesta... Y para no
incurrir en esa falta, si usted no tiene nada que mandarme...
DON
SEGISMUNDO.- (Estrechándole la mano) Que me mande usted es lo único que se me ocurre.
(Mirando hacia la izquierda) Pero... aguarde un segundo; le presentaré a mi
esposa que aquí llega. Elvira, te presento al señor...
ALFREDO.-
Marín, Leopoldo Marín.
DON
SEGISMUNDO.- Un amigo íntimo de Alfredo.
DOÑA
ELVIRA.- ¡Oh!
MARIN.-
Señora...
DOÑA
ELVIRA.- Basta que sea usted amigo suyo para que desde ahora lo sea nuestro.
DON
SEGISMUNDO.- Y va usted también a conocer a estas parejitas.
(Cantado)
DON
SEGISMUNDO
Mi
hija Estrella.
ESTRELLA
Servidora
de usted.
MARIN
¿Cómo
está usted?
ESTRELLA
Bien.
¿Y usted?
DON
SEGISMUNDO
Mi
hija Amalia.
MARIN
Tengo
mucho gusto.
AMALIA
Gracias;
el gusto es mío.
DON
SEGISMUNDO
Don
José Castrolejo.
MARIN
Beso
a usted la mano.
PEPIN
Gracias;
yo beso a usted la suya.
DON
SEGISMUNDO
Don
Tomás de Menéndez.
MARIN
Muy
señor mío.
TOMAS
¿Sigue
usted bien?
MARIN
Gracias.
Bien, muy bien.
(Hablado sobre la música)
ALFREDO.-
Ya le llevaré a casa alguna noche.
DOÑA
ELVIRA.- Nos veremos muy honrados con ello.
MARIN.-
La honra será mía... Y... con permiso de ustedes. Señora, a sus pies.
(Cantado)
DOÑA
ELVIRA
Adiós,
Marín.
MARIN
(A
Estrella)
Señorita,
a sus pies.
ESTRELLA
Beso
a usted la mano.
MARIN
(A
Amalia)
Señorita,
a los pies de usted.
AMALIA
Beso
a usted la mano.
MARIN
(A
Pepín)
Marín,
en el Hotel María.
PEPIN
José
Castrolejo, Velázquez, treinta y tres.
MARIN
(A
Tomás)
Lo
mismo digo. En el Hotel María...
TOMAS
Gracias.
Tomás Menéndez, Jacometrezo, veintiséis.
MARIN
(A
Don Segismundo)
Señor
de Caín, he tenido un gran placer.
DON
SEGISMUNDO
Gracias.
MARIN
(A
Alfredo)
Alfredo, le dejo a usted con
su familia.
(Hablado sobre la música)
DON SEGISMUNDO.- (Viendo que
se acercan las hijas que faltaban) ¡Caramba, pues va usted a conocer al resto!
MARIN.- ¿A qué resto?
DON SEGISMUNDO.- Al resto de
la familia.
ALFREDO.- Es verdad.
(Cantado)
DON SEGISMUNDO
Esta es Fifí; la menor de la
casa.
MARIN
Señorita.
FIFI
¿Está usted bueno?
MARIN
Bien, ¿y usted?
FIFI
Bien, gracias. ¿Su familia
está buena?
MARIN
Buena, gracias.
DON SEGISMUNDO
Maruchita, Leopoldo Marín, un
amigo de Alfredo.
MARUCHA
(Ya flechada)
¡Ay!... Tanto gusto en
conocerle.
MARIN
El gusto es mío, señorita.
MARUCHA
¡Y mío!... ¿Cómo está usted?
MARIN
Gracias. ¿Y usted...?
(Hablado sobre la música)
MARUCHA.- Mamá, ¿a quién se
parece en los ojos?
DOÑA ELVIRA.- En los ojos...
¿Es a tu primo Poli?
MARUCHA.- ¡Qué se va a
parecer a Poli!... ¡Qué más quisiera Poli!
MARIN.- Usted me favorece,
señorita.
MARUCHA.- Es que usted no
conoce a Poli.
MARIN.- No... es verdad... y
con el permiso de ustedes...
DON SEGISMUNDO.- Queda otra.
MARIN.- ¿Qué?
ALFREDO.- Que queda otra.
MARIN.- ¡Ah!
ALFREDO.- Mi futura,
Rosalía... Leopoldo Marín.
MARIN.- Tanto honor.
ROSALIA.- Tango gusto.
MARIN.- Para gusto... el de
su novio de usted.
MARUCHA.- Mamá, ¿has visto
qué amable?
MARIN.- Gracias, y... me
marcho ya. (A Rosalía) Señorita, la felicito.
ROSALIA.- Muchas gracias.
(Cantado)
MARIN
(A Marucha)
A los pies de usted.
MARUCHA
Beso a usted la mano.
MARIN
(A Fifí)
A los pies de usted.
FIFI
Beso a usted la mano.
MARIN
(A Doña Elvira)
Adiós, señora.
DOÑA ELVIRA
Adiós, Marín.
MARIN
(A Estrella)
Señorita, adiós.
ESTRELLA
Adiós.
MARIN
(A Amalia)
Adiós, señorita.
AMALIA
Adiós.
MARIN
(A Tomás y Pepín)
Adiós, amigos.
LOS DOS
¡Adiós!
MARIN
¡Adiós a todos!
TODOS
¡Adiós!
(Marín inicia el mutis por la
izquierda)
(Hablado sobre la música)
DON SEGISMUNDO.- Pero... ¿qué
es eso? ¿Pero se marcha usted por ahí?
MARIN.- Sí, señor, por ahí.
DON
SEGISMUNDO.- ¡Haberlo dicho, hombre! ¡Si por ahí nos marchamos todos! ¡Si es nuestro
camino!
ALFREDO.-
¡Vamos juntos!
TODOS.-
¡Vamos, vamos!
____________
Romanza de Alfredo “Rosa, mi Rosalía”: (Alfredo)
ALFREDO
Rosa,
mi Rosalía,
te
quiero aún más
que
te quería.
Rosa,
mi Rosalía,
por ti suspira
el alma mía.
Rosa, mi Rosalía,
contigo sueño
noche y día.
Rosa, mi Rosalía,
vivir sin ti
yo no podría.
Como el preso
cuenta sus largos días
yo también los cuento,
¡Ay, vida mía!
Empujar quisiera
el ritmo del tiempo
y por fin llegase
el feliz momento
que has de ser mía...
¡Mía y sólo mía
mi Rosalía!...
Rosa, mi Rosalía,
te quiero aún más
que te quería.
Rosa, mi Rosalía,
por ti suspira
el alma mía.
Rosa, mi Rosalía,
contigo sueño
noche y día.
Rosa, mi Rosalía,
vivir sin ti
yo no podría.
____________
Concertante. “Mama, hija mía”: (Marucha, Doña Elvira, Don Segismundo, Rosalía,
Estrella, Fifí)
MARUCHA
Mamá...
DOÑA ELVIRA
Hija mía.
MARUCHA
Mamá...
DOÑA ELVIRA
Maruchita.
MARUCHA
¿Cómo está Marín?
DON SEGISMUNDO
Ya está mucho mejor.
MARUCHA
Dilo tú, mamá.
ROSALIA
Está muy bien...
DON SEGISMUNDO
Dile la verdad.
MARUCHA
Dilo tú, mamá.
ROSALIA
No tengas temor,
ya está mucho mejor.
DON SEGISMUNDO
Sí, ya está mejor,
no tengas temor,
te lo digo yo.
MARUCHA
Mamá...
DOÑA ELVIRA
Hija mía...
MARUCHA
Mamá...
DOÑA ELVIRA
Maruchita.
MARUCHA
¿Cómo está Marín?
Anda, dímelo ya.
ROSALIA
¿No me crees a mí?
MARUCHA
Anda, dilo tú.
ROSALIA
Está muy bien...
MARUCHA
Dime la verdad.
DOÑA ELVIRA
Ya pasó el peligro
y rebosa salud.
MARUCHA
¡Qué felicidad!
DON SEGISMUNDO
¡Qué felicidad!
ROSALIA
¡Qué felicidad!
MARUCHA
Si no fuera por ti,
porque tú le has cuidado
lo mismo que a un hijo
se muere de fijo
el muy desdichado
en un mísero hotel.
Mamaíta querida,
cuánto te agradezco
lo mucho que has hecho
velando por él.
DOÑA ELVIRA
Cuando hablaba inconsciente
en estado febril
siempre, siempre, hija mía,
te nombraba a ti.
MARUCHA
¡A mí!...
Eso es que me quiere
el muy truhán.
Si siempre me nombraba a
mí...
eso es que me quiere
de verdad.
ELLAS
Si siempre te nombraba
a ti...
eso es que te quiere,
es natural.
MARUCHA
¡Ay, pobre Marín!
Con tu enfermedad
me has hecho feliz.
DOÑA ELVIRA
Le has hecho feliz.
MARUCHA
Me has hecho feliz.
ROSALIA
Le has hecho feliz.
ESTRELLA
Mamá...
DOÑA ELVIRA
Hola, Estrella.
ESTRELLA
Mamá...
DOÑA ELVIRA
Hija mía...
ESTRELLA
¿Cómo está Marín?
MARUCHA
Ya está mucho mejor.
TODOS
Sí, ya está mejor.
FIFI
Mamá...
DOÑA ELVIRA
Mi Fifí...
DON SEGISMUNDO
(¡La que faltaba!)
FIFI
Mamá...
DOÑA ELVIRA
Mi tesoro...
FIFI
¿Cómo está Marín?
TODOS
Ya está mucho mejor.
Mamá... Mamá...
Ella le ha curado
la fiebre por fin.
MARUCHA
¡Qué felicidad!
ESTRELLA
¡Qué felicidad!
AMALIA
¡Qué felicidad!
ROSALIA
¡Qué felicidad!
TODOS
Si no fuera por ti,
porque tú le has cuidado
lo mismo que a un hijo
se muere de fijo
el muy desdichado
en un mísero hotel.
Mamaíta querida,
cuánto te agradezco
lo mucho que has hecho
velando por él.
DOÑA ELVIRA
Cuando hablaba inconsciente
en estado febril
siempre, siempre, hija mía,
te nombraba a ti.
MARUCHA
¡A mí!...
Eso es que me quiere
el muy truhán.
Si siempre me nombraba a
mí...
eso es que me quiere
de verdad.
ELLAS
Si siempre te nombraba
a ti...
eso es que te quiere,
es natural.
MARUCHA
¡Ay, pobre Marín!
Con tu enfermedad
me has hecho feliz.
DOÑA ELVIRA
Le has hecho feliz.
MARUCHA
Me has hecho feliz.
ROSALIA
Le has hecho feliz.
TODAS
Con tu enfermedad.
____________
Cuarteto de Don Segismundo “¡Ay qué
juerga nos traemos!”: (Pepín, Don
Segismundo, Tío Cayetano, Alfredo)
(Hablado sobre la música)
DON
SEGISMUNDO.- ¡La soledad es madre de la inspiración! ¡Y si yo recibiera un
anónimo!
(Pasea.
Luego se asoma vigilante a una puerta y a otra, y las cierra. Se sienta a la
mesa y busca entre los papeles un pliego para una carta. Después de desechar
dos o tres distintos, elige uno pequeño. Toma la pluma para escribir, y se detiene.
La deja y toma un lápiz. Va a escribir naturalmente con la mano derecha, y de
pronto se detiene y lo hace con la izquierda. Lee lo que ha escrito y se lo
guarda. Se levanta y vuelve a pasear. Y como expresión y resumen de cuanto ha
pensado y hecho, dice:)
Al
rey la hacienda y la vida se ha de dar, pero el honor es patrimonio del alma y
el alma sólo es de Dios.
(Cantado)
PEPIN
¡Ay,
qué juerga nos traemos!
No
se pueden figurar...
¡Ah,
perdonen! ¡Buenas noches,
me
olvidé de saludar!
Les encuentro las caras muy
serias.
DON SEGISMUNDO
Pues aún deberían estarlo
más.
PEPIN
¿Cómo...?
TIO CAYETANO
Pues aún deberían estarlo
más.
PEPIN
Pero...
ALFREDO
¡Pues aún deberían estarlo
más!
PEPIN
¿Por qué?
ALFREDO
¡Por qué!...
DON SEGISMUNDO
¡Por qué!...
TIO CAYETANO
¡Por qué!...
LOS TRES
Ahora lo sabrá.
DON SEGISMUNDO
Alfredo, hijo mío,
tú cierra las puertas.
PEPIN
¿Sucede algo grave?
¿Se puede saber?
ALFREDO
¡Es algo tremendo!
TIO CAYETANO
¡Es algo espantoso!
DON SEGISMUNDO
Y aquí, entre nosotros
se ha de resolver.
¡Señor Castrolejo!
PEPIN
Señor de Caín.
DON SEGISMUNDO
Escuche usted atento
lo que voy a decir:
Recibo esta carta
que quema mis manos
que enturbia y destroza
la paz de mi hogar.
Va usted a conocerla
y espero que al punto
la anónima carta
podrá usted explicar.
(Saca del bolsillo la carta y
lee)
(Hablado sobre la música)
DON
SEGISMUNDO.- “Anoche a deshoras, del balcón de una de tus hijas se deslizaba un
hombre. Te lo advierto para que guardes mejor el honor de tu casa. Un buen amigo”.
(Cantado)
DON SEGISMUNDO
¿No tiene noticia alguna
de lo que acaba de oír?
PEPIN
Yo no sé don Segismundo
lo que me quiere decir.
Sus hijas tiene tres novios,
venimos los tres aquí...
ALFREDO
¡Alto! ¡Alto!... ¡Alto ahí!
Esto ya es intolerable,
no lo puedo consentir,
basta ya de disimulos,
basta ya, señor Pepín.
Quien anoche descendía
del balcón como un reptil,
fue usted mismo, no lo
niegue,
fue usted mismo y yo lo vi.
¡Lo vi con mis propios ojos
no lo puede desmentir!
Yo estaba dando un paseo,
serían las once y diez
cuando en el balcón de
Estrella
su presencia yo observé.
Descendió usted con cautela
huyendo como un ladrón,
nada le dije yo entonces
por no llamar la atención
y porque yo no sabía
que otra persona le vio.
Pero ahora ante esta carta,
documento delator,
ya no puedo yo callarme
y también le acuso yo.
Y le advierto seriamente
que nos dé una explicación
por las buenas, noblemente,
o en el campo del honor.
DON SEGISISMUNDO y TIO CAYETANO
Por las buenas, noblemente,
o en el campo del honor...
TODOS
Le advertimos seriamente
que nos dé una explicación.
Por las buenas, noblemente,
o en el campo del honor.
____________
Final del acto II “¡Ay, Dios mío, Virgen
Santa!”: (Amalia, Rosalía, Don
Segismundo, Fifí, Marucha, Estrella, Tomás, Emilio, Doña Elvira, Pepín)
AMALIA
¡Ay, Dios mío, Virgen Santa!
¿Qué te pasa, mamaíta?
ROSALIA
Nada, Amalia.
DON SEGISMUNDO
¡Calma!
ROSALIA
¡Calma, no te debes alarmar!
FIFI
Mamaíta, ¿por qué lloras?
¡Ay, Dios mío! ¿Qué te pasa?
ROSALIA
¡Que no es nada!
DON SEGISMUNDO
Nada.
ROSALIA
Nada, pronto se le pasará.
MARUCHA
¡Ay, mamita! ¿Qué te ocurre?
¿Por qué lloras y suspiras?
ESTRELLA
¡Cielo santo! ¿Qué ha pasado?
¿Por qué llora la mamá?
TOMAS
¿Qué le pasa a doña Elvira?
EMILIO
¿La señora se halla mal?
TODOS
¿Qué le pasa a la mamá?...
DON SEGISMUNDO
Veréis... veréis...
No os alarméis
que llora de alegría y de
emoción.
DOÑA ELVIRA
Tiene razón.
ROSALIA
El buen Pepín,
que es un pillín,
nos dio un inesperado
notición.
TODOS
¿Qué notición?
ROSALIA
Mamá, al oír,
no pudo resistir
y le ha afectado un poco al
corazón.
DOÑA ELVIRA
¡Es la emoción!
TODOS
¿Qué noticia le ha causado
a mamá tal impresión?
¡Que nos cuente el notición!
(Hablado sobre la música)
DON
SEGISMUNDO.- ¡Escuchad!... Don José Castrolejo, que tanto nos honra con su amistad,
quiere formalizar sus relaciones con Estrella, para casarse en muy breve
plazo.” (Gran algazara general)
(Cantado)
TODOS
¡¡Vivan
los novios!!
ESTRELLA
y PEPIN
¡Gracias,
gracias!
TODOS
Qué
sorpresa nos guardaba
Castrolejo,
el muy bribón.
No
decíais ni palabra
y
de repente nos largáis
este
tremendo notición.
ELLAS
Hermanita,
dame un beso.
¡Qué
alegría y qué contento!
TODOS
Y
que sea enhorabuena...
PEPIN
Buena...
¡Buena la he hecho yo!...
TODOS
Y
que cunda entre nosotros
de
Pepín, su decisión.
¡Imitemos
su lección!
(Fijándose
en Tomás y acorralándole)
Tomás...
Tomás,
si
al fin lo harás,
¿por
qué no te decides
di,
por qué?
TOMAS
Lo
pensaré.
TODOS
Tomás...
Tomás, no
pienses
más,
y
dinos que te casas
tú
también.
TOMAS
Pronto,
tal vez...
TODOS
Tomás...
Tomás...
si
al fin te casarás
no
aplaces las delicias
del
querer.
Esperamos,
Tomasillo,
tu
inmediata decisión.
¡Escuchemos,
atención!...
(Hablado sobre la música)
TOMAS.-
Pues señores, yo reviento si me callo.
DON
SEGISMUNDO.- ¿Qué hablas tú, buena pieza?
TOMAS.-
Que Amalia y yo también nos vamos a casar en breve plazo.
(Algazara)
TIO
CAYETANO.- Pues yo digo..., yo digo que esas dos bodas ya tienen su padrino.
(Cantado)
TODOS
¡Vivan
los novios!...
TOMAS
y PEPIN
Gracias,
gracias.
TODOS
¡Viva
el padrino!
TIO CAYETANO
¡Gracias, gracias!
TODOS
Y que vivan muy dichosos,
sí señor,
muchos años
siempre juntos
disfrutando del amor
disfrutando del amor.
¡¡Viva el amor!!...
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Romanza de Rosalía “¿Qué es el amor?”: (Rosalía)
ROSALIA
¿Qué es el amor?
(Hablado sobre la música)
DOÑA ELVIRA.- ¡Hija mía... no
me preguntes esas cosas!
(Cantando)
ROSALIA
¿Qué es el amor?...
(Hablado sobre la música)
DOÑA ELVIRA.- ¡Anda,
Rosalía!... ¡Déjame en paz!
(Cantando)
ROSALIA
Desde niña esta pregunta
me turbaba la razón,
y un buen día,
madre mía,
la aclaró mi corazón.
Amor es vida y es contento,
es un divino resplandor,
es como un cuento de la
infancia
que se revive de mayor.
Es bella flor del alma humana
que el sentimiento hizo
brotar,
y surge un día, de milagro,
y cuerpo y alma hace vibrar.
Como la flor que en primavera
brotó en la tierra
por encanto
y bajo el sol tan sólo espera
que su aroma y sus colores
armonicen en el campo,
así también nació en mi alma
un sentimiento embriagador,
que cual la flor de
primavera,
como un ensueño o una quimera
dentro del pecho floreció.
Así también nació en mi alma
un sentimiento embriagador,
que cual la flor de
primavera,
como un ensueño o una quimera
dentro del pecho floreció.
¡Esto es amor!
¡Esto es amor…!
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Dúo de Rosalía y Alfredo “Tra-la la,
la….Canta la creación”: (Alfredo,
Rosalía)
ALFREDO
Tra-la la, la...
Tra-la la, la...
Canta,
canta conmigo,
canta
con ilusión,
toda
la vida canta
canta
la creación.
ROSALIA
Toda
la vida canta
canta
la creación.
ALFREDO
Cantan,
campanas cantan,
cantan
con dulce son.
Canta,
canta en mi alma,
canta
mi corazón.
ROSALIA
Canta,
canta en mi alma,
canta
mi corazón.
¿Y qué dirán
en su cantar?
¿Y qué dirán
en su canción?
ALFREDO
¡Ay, vida mía, cantan...
cantan mi amor!
ROSALIA y ALFREDO
¡Ay, vida mía, cantan...
cantan mi amor!
Canta
mirando al cielo,
canta
en el ancho mar;
canta,
canta la aurora,
canta
al despuntar,
canta la aurora,
canta
al despuntar.
Cantan,
las flores cantan,
cantan
con su color.
Canta,
canta la fuente
y canta
la luz del sol.
Canta,
canta la fuente
y canta
la luz del sol.
ROSALIA
¿Y qué dirán
en su cantar?
¿Y qué dirán
en su canción?
ALFREDO
¡Ay, vida mía, cantan...
cantan mi amor!
ROSALIA y ALFREDO
¡Ay, vida mía, cantan...
cantan mi amor!
¡Canta mi amor!
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Final del acto III “¡Niñas! ¡Niñas! ¿Hay
sitio para este par de mozos?”: (Todos)
(Hablado sobre la música)
TIO CAYETANO.- (Del brazo de
Alfredo) ¡Niñas! ¡Niñas! ¿Hay sitio para este par de mozos?
(Se van por la izquierda los
dos. Rosalía, que va a seguirlos se detiene al ver salir de la casa a su padre)
ROSALIA.- Papá, papá.
DON SEGISMUNDO.- Hola,
secretaria. ¿Qué quieres?
ROSALIA.-
Haces muy bien en no enseñar en ningún idioma la palabra “incasable”. Eres un genio.
Y Alfredo te ha salido un discípulo que ya, ya. Acaba de decirle a tío Cayetano
que Fifí es la perla de la casa.
DON
SEGISMUNDO.- ¡Ja, ja, ja!...
ROSALIA.-
Como tengamos hijas, lo que es a ése no se le quedarán solteras. Voy con él.
(Márchase
por la izquierda)
DON
SEGISMUNDO.- ¡Bien, muy bien! ¡Perfectamente bien! Ya salió... ya salió...
(Llamando)
¡Elvira!
¡Elvira! (Sale de la casa Doña Elvira)
DOÑA
ELVIRA.- ¿Qué quieres, Segis?
DON
SEGISMUNDO.- Echa la vista hacia aquel banco.
DOÑA
ELVIRA.- ¡Todos allí!
DON
SEGISMUNDO.- ¡Todos! ¡Y por parejas, Elvira!...
(Los
dos miran entusiasmados)
DOÑA
ELVIRA.- Fifí, el ángel mío, con Cayetano... ¿verdad?
DON
SEGISMUNDO.- Y Maruchita, el otro ángel tuyo, con Marín.
DOÑA
ELVIRA.- Pero, ¿será posible, Mundo?
DON
SEGISMUNDO.- Pues, ¿no lo ves claro, mujer?
DOÑA
ELVIRA.- ¿Te parece que les llamemos para ir hacia la mesa?
DON
SEGISMUNDO.- ¿Está listo ya todo?
DOÑA
ELVIRA.- Todo.
DON
SEGISMUNDO.- Pues a la mesa entonces, que en la mesa se fortalece el amor: se
alimenta y bebe.
(Llamando)
¡Jóvenes!
¡Jovencitos!
DOÑA
ELVIRA.- Llama también a Cayetano.
DON
SEGISMUNDO.- ¡Si por él he dicho lo de jovencitos!
(Van
apareciendo, emparejados y amartelados, unos tras otros por este orden: primero
Marucha con Marín; luego Rosalía y Alfredo, quienes al pasar por delante de sus
padres, hacen gestos y guiños muy significativos referentes a la pareja que
viene tras ellos; y por último Fifí y Tío Cayetano. Todos ellos salen por el
mismo término de la izquierda, cruzan pausadamente la escena marcando el paso
al ritmo de la música, casi bailando, y entran en la casa. Cuando lo ha hecho
la última pareja, Don Segismundo ofrece el brazo a su esposa y, remedando a las
parejas, radiantes y satisfechos, hacen mutis por el mismo sitio, mientras va cayendo
lentamente el telón)
FIN
Información
obtenida en la Página Web http://lazarzuela.webcindario.com/
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