LA DOLORES
Drama
lírico en tres actos.
Libreto
de José Felíu y Codina.
Música
de Tomás Bretón.
Estrenado
en el Teatro de la Zarzuela, la noche del 16 de Marzo de 1895.
REPARTO (Estreno)
Dolores
– Avelina Corona.
Gaspara
- Sra. Castellanos.
Melchor
- Sr. Mestres.
Lázaro
– Lorenzo Simonetti.
Sargento
Rojas – Pepe Sigler.
Celemín
- Sr. Alcántara.
Patricio
- Sr. Visconti.
Cantador
de Coplas – Sr. Vera.
Coro
general, Coro de niños, Banda de guitarras y bandurrias, Mozas, Mozos,
Vendedoras, Vendedores, Beatas, Soldados, Arrieros, Alpargateros, Hilanderas y
Gente del pueblo.
ACTO PRIMERO
Plaza
del mercado. A la derecha, en primer término, puerta grande con rótulo, que
dice: «Mesón de Gaspara» A la derecha de la puerta, una piedra larga y estrecha
que sirve de asiento; una mesa estrecha, próxima a la piedra, y un par de
banquetas ordinarias. Sobre la mesa, una jarra y dos vasos: de la puerta, sale
una -vara, y al extremo de ésta, pende un trapo blanco. A la altura del primer
piso, una galería que puede ser pintada, pues no es preciso sea practicable. En
tercer término, arco regularmente grande: es una de las entradas de la plaza. A
la izquierda, en primer término, puerta regular; en lo alto de ella, colgadas,
algunas alpargatas. En segundo ó tercer término, calle que da a la plaza. Los ángulos
del fondo no deben ser cerrados, sino practicables. Al final del acto, deben
iluminarse algunos balcones y ventanas. Derecha é izquierda, las del espectador.
ESCENA PRIMERA
Aparecen
Patricio, sentado en la piedra, y Celemín en una de las banquetas. En el
centro, desde el segundo término, dos filas paralelas con puestos de sandías,
melones, uvas, melocotones, al lado de los cuales hay Vendedoras y Vendedores.
Al lado de la alpargatería, cuatro obreros sentados trabajando en dicho
artículo; en el umbral de la puerta, otro, y se supone que en el portal
continúan los obreros. En segundo término izquierda, cuatro ó seis mujeres
hilando cáñamo en sendas ruecas. A poco de alzarse el telón, salen algunas Beatas
por la derecha y luego se retiran por la izquierda, de cuyo lado se oye tocar
una campana. Más tarde, Gaspara, que sale del mesón. Arriero que atraviesa la
escena montado en un pollino; sale por el ángulo de la izquierda y desaparece
por el de la derecha. Luego Rojas, Soldados, Chicos, Vecinos y Vecinas. Por los
últimos términos, atraviesan la escena en diverso sentido, gentes de todas clases.
ALPARGATERO
¡Trabaja,
trabaja, que es fiesta mañana!
Tendremos
hoy música, vino y jarana.
VENDEDORES
y VENDEDORAS
¡Cuan
poco he vendido, y el sol ya se aleja!
Los
tiempos son malos: ¡que Dios nos proteja!
HILANDERAS
Me
rinde ya el huso y la rueca maldita.
BEATAS
Al
rezo la santa campana me invita.
El
cielo se apiade con mis oraciones,
que
el diablo no duerme, y hay mil tentaciones.
ALPARGATERO
¡Trabaja,
trabaja!
VENDEDORAS
¡Paciencia!
BEATAS
¡Marchemos
a
nuestra novena!
HILANDERAS
¡Hilemos,
hilemos!
VENDEDORES
(Gritando
a los que atraviesan la escena)
¡Ved,
señorías!
¡Ved
qué melones!
¡Venid,
probad!
¡Uvas!
¡Sandías!
¡Melocotones!
¡Venid,
comprad!
PATRICIO
La
quiero.
CELEMIN
Yo
también; ¡pero es muy fiera!
PATRICIO
¿Sí,
eh?
CELEMIN
No
le hará caso.
PATRICIO
¡Ya
verás!
CELEMIN
Es
inútil.
PATRICIO
Llena
el vaso.
CELEMIN
(Mirando
la jarra)
No
hay más.
PATRICIO
(Llamando)
¡A ver, vino!
CELEMIN
(En
ademán de marcharse) Yo voy.
PATRICIO
(Deteniéndole)
¡Espera!
¡Dolores,
pronto, vino!
CELEMIN
La
vieja lo traerá.
GASPARA
¡Dios
uno y trino, (Saliendo con otra jarra)
qué
voces! ¡Aquí está!
PATRICIO
Bien:
de lo añejo,
prepare
un buen pellejo.
GASPARA
¿Qué
hay?
PATRICIO
Música.
GASPARA
(Con
intención) ¡Ya!
CELEMIN
¡Como
es verbena!...
GASPARA
(¡Un
nuevo pez que pica!)
¿Por
Dolores?... (A Patricio)
PATRICIO
¡Quizá!
GASPARA
(Con
retintín) Muy enhorabuena.
PATRICIO
A
usted no le va mal con esa chica.
GASPARA
Pues
si no fuera así... (Marchándose)
CELEMIN
(A
Patricio) La echaba hoy mismo.
PATRICIO
¿De
envidia?...
CELEMIN
¡Pues!
Mas vence el egoísmo.
(Llenan
los vasos y beben. Un Arriero, comienza dentro la siguiente copla, y cantándola
atraviesa la escena de izquierda a derecha, montado en un borrico)
ARRIERO
Sólo
a dos teclas responden
en
mi tierra las muchachas;
al
querer, suena la una,
la
otra suena a la venganza.
CELEMIN
¡Oyó
usted!...
PATRICIO
Sí.
CELEMIN
Parece
de Dolores,
esa
copla un retrato.
PATRICIO
¡Pues
cómo, si hace un rato
contabas
sus rigores!...
CELEMIN
Con
todos menos uno.
PATRICIO
¿Quién?
CELEMIN
Melchor.
PATRICIO
¿El
barbero?
CELEMIN
Sí
tal.
PATRICIO
¿Y
ella?
CELEMIN
Parece,
que
le ama ó aborrece.
PATRICIO
¿Y
es hombre de valor?... (Con receloso miedo)
CELEMIN
No
le hay igual.
PATRICIO
(Con
mayor temor) (¡Qué siento!)
CELEMIN
Más
él con otra casa.
PATRICIO
(Respirando
con gran satisfacción)
Entonces
acabaras con tu cuento.
(Llena
otra vez los vasos y da uno a Celemín)
¡Por
Dolores!
CELEMIN
Bebamos.
(Suena
un fuerte redoble de tambor)
PATRICIO
¡Eh!
¿Qué pasa?
(Todos
los de la plaza se levantan y miran hacia el sitio por donde se oyó el tambor,
en la derecha. Las Hilanderas y los Alpargateros dejan su labor y se acercan a
los Soldados. A su tiempo, salen Chicos medianamente vestidos, precediendo a
los Soldados, y marcando el compás exageradamente. Luego, cuatro Soldados, uno
con un gran tambor, y por último, el sargento Rojas, con gran énfasis. Patricio
y Celemín, también se levantan y comparten la general curiosidad)
VENDEDORAS
¡Soldados!
CELEMIN
(A
Patricio) Ya veremos.
ALPARGATERO
¿A
qué vendrán?
HILANDERAS
La
rueca dejaremos.
CHICOS
¡Plan,
rataplán!
PATRICIO
¿Quién
arma tal estrépito?
CELEMIN
Es
tropa liberal.
CHICOS
¡Que
viva nuestro ejército!
Que
viva el general.
Plan,
rataplán, plan, plan.
(Salen
los Soldados. El tambor sigue tocando hasta que el sargento le manda parar con
un alto prolongado y ridículo)
ROJAS
¡Al...
to, tambor!
(Vuélvese
a todos los circunstantes y dice con gran prosopopeya)
Salud,
salud,
al
noble pueblo de Calatayud!
CORO
¡Salud,
salud!
(¡Qué
facha! ¡Qué acento!
¡Já,
já, qué actitud!
¡Qué
quiere el sargento!)
ROJAS
¡Salud,
salud!
CORO
¡Salud,
salud! (imitándole)
ROJAS
¡Al
noble pueblo de Calatayud!
Yo
soy un soldado valiente y audaz;
si
alguno me ofende, lo mato, y en paz.
Gané
cien batallas, espanto infundí,
y
de acciones tantas, ileso salí.
La
guerra es mi anhelo, mi afán é ilusión;
yo
mato sin tregua, sin duelo y perdón.
Al
mismo Cabrera, yo le hice correr,
un
día que el tonto me quiso coger.
Soy
otro Cid —no hay más que ver.
CORO
Que
es otro Cid —hay que creer.
ROJAS
Yo
soy así —muy liberal,
tierno
al amor — noble y leal.
CORO
(Qué
fanfarrón —qué original;
nunca
yo vi — otro que tal)
PATRICIO
(Con
guasa) ¡Según esas bravatas,
usted
la guerra al Norte irá a mandar!
ROJAS
No
tal, vengo a comprar
a
este pueblo alpargatas.
CORO
¡Já,
já! ¡Qué gracia! Es tonto.
PATRICIO
(A
Celemín) ¡Yaya un ente!
ROJAS
(Dando
unas cédulas a los Soldados)
Tomad
vuestras boletas;
yo
me quedo.
UN
SOLDADO
(A
los del Coro) Guiadnos, buena gente.
MUJERES
¡Venid!
SOLDADOS
¡Hermosas!
(Familiarizándose)
MUJERES
¡Eh,
las manos quietas!
(Aléjanse,
pero vuelven al oír a Rojas)
ROJAS
¡Salud,
salud!
CORO
¡Salud,
salud,
al
noble pueblo de Calatayud!
(Imitan
todos su cadencia y se marchan rápidamente y riéndose)
¡Já,
já, já, já, já!
(Los
Vendedores, recogen sus trebejos y se marchan; las Hilanderas y Alpargateros
hacen lo propio. Va anocheciendo)
ESCENA II
Rojas, Patricio y Celemín; luego Dolores
PATRICIO
¿Por
qué a sus inferiores
mi
general, no sigue usted la pista?
ROJAS
Porque
pienso aquí hacer una conquista.
CELEMIN
¡Otro
más! (Riéndose)
PATRICIO
(Algo
fosco) ¿Y se llama?
ROJAS
La
Dolores;
hermosa
como el sol, según me han dicho.
PATRICIO
(Con
prosopopeya como el sargento)
Esa
plaza la tengo yo sitiada;
con
que deje el capricho.
ROJAS
En
cuanto a mí me vea... ¡ahí es nada!
PATRICIO
(Mirando
a Rojas con piedad)
Celemín,
trae más vino.
CELEMIN
(Marchándose
con la jarra) ¡Vuelvo!
ROJAS
¡Pronto!
CELEMIN
(¿Quién
vencerá en la lid, el rico ó el tonto?)
PATRICIO
Yo
soy hombre muy rico,
y
soy aragonés.
ROJAS
Pues
llevará usté un mico,
como
una y dos son tres.
¡Quién
hay que se resista,
si
la camelo yo!...
DOLORES
(Sale
Dolores con una jarra y vasos, que coloca sobre la mesa)
¡El
vino!
ROJAS
¡Dios
me asista!
(Queda
estupefacto é inmóvil hasta que vuelve a hablar)
DOLORES
¿Qué
es eso, qué le dio?
PATRICIO
(Saludando)
¡Dolores!
DOLORES
¡Estimando!
¿Le
ha dado a usté algún mal?
ROJAS
¡Es
que estoy contemplando,
la
Corte Celestial!
DOLORES
¿Lo
dice usté de veras? (Burlándose)
PATRICIO
(A
Dolores) Es tonto de nación.
ROJAS
Yo
vengo a que me quieras.
DOLORES
Así...
de sopetón.
¡Já,
já, já!
ROJAS
Mira,
te advierto,
que
por verte, no he copado,
un
regimiento montado,
de
carlistas.
PATRICIO
¡Dios,
qué oí!
DOLORES
¡Quién
dijera!
ROJAS
¡Pues
es cierto!
DOLORES
¡Qué
valiente!
PATRICIO
(¡Lo
que miente!)
ROJAS
¡Dolorcillas,
ven aquí!
(Llévala
hacia la izquierda)
Capaz
un trono, por tí me siento
de
conquistar.
Si
tú te apiadas, de mi tormento,
si
te conmueve, mi tierno acento,
si
mis amores quieres premiar.
DOLORES
¡Usted
es otro Marte!...
ROJAS
¡Lo
soy, a fe!
PATRICIO
(Cogiéndola
del brazo izquierdo y llevándola hacia su lado )
¡Escúchame
aquí, aparte!
DOLORES
(A
Rojas, riéndose) ¡Perdone usté!
PATRICIO
Yo
soy más rico y antes te adoro
que
el militar;
serás
la dueña de mi tesoro;
por
tí, se corre mañana un toro,
y
hoy la rondalla vendrá a tocar.
ROJAS
¡Atiende!
PATRICIO
¡Ven!
ROJAS
¡Escucha!
PATRICIO
¡Reina
mía!
DOLORES
¡Basta!
¡Qué marear!
(Quizá
esté cerca el día
que
busque quien mi honor quiera vengar)
(Transición.
Acércase Dolores a la mesa y les invita a beber)
¿No
beben?...
PATRICIO
Los
vasos llena.
¡Por
tu gracia!
ROJAS
¡Por
tu aquel!
PATRICIO
¡Por
la miel de tu colmena!
ROJAS
¡Por
la cera de tu miel!
DOLORES
¡Já,
já, já!
¡Bueno
va!
Tanta
lisonja, me desvanece.
Mi
amor, de entrambos, ¿quién ganará?
LOS
DOS
Bien
merece,
me
parece,
mi
afán, el premio que aguardo ya.
ESCENA III
Dichos; Lázaro, que sale por el último término
izquierda y se acerca lentamente al grupo, cuya alegría contempla con tristeza;
luego Celemín y más tarde Melchor.
LAZARO
(Tímida
y seriamente)
¡Dolores!
DOLORES
Bien
vengas, LAZARO
ROJAS
(¿Quién
es éste buena cara?)
PATRICIO
El
sobrino de GASPARA
LAZARO
Harás
falta en el mesón.
DOLORES
No
te inquietes.
LAZARO
Me
da lástima
que
así el tiempo lo diviertas.
PATRICIO
¿Mas
tú qué...? (Sale Celemín)
DOLORES
(Algo
seria) Nada me adviertas.
ROJAS
¡A
que nos echa un sermón!
DOLORES
Pronto
iré.
LAZARO
Muy
bien; dispénsame.
¡Adiós
quedad! (Entra en el mesón)
DOLORES
¡Pobrecillo!
ROJAS
¿Pero
qué es este chiquillo?
CELEMIN
Pues
es un cura en agraz,
que
en los últimos exámenes
salió
mal.
ROJAS
¡Que
estudie!...
DOLORES
¡Pero
de
la clase era el primero
hace
un año.
Patricio
¡Yaya en paz!
CELEMIN
Pues
de chico, era diabólico.
Y
los toros que guardaba,
como
nadie manejaba.
ROJAS
¿Guardaba
toros?
CELEMIN
Sí
tal.
ROJAS
¡Márchese,
pues, el acólito!
CELEMIN
Mañana
irá a Tarazona.
ROJAS
Y
le afeiten la corona.
CELEMIN
(A
Patricio)
¿Qué
tal de amores?
PATRICIO
Tal
cual.
(Sale
Melchor por la derecha con cierto desenfado y saluda a todos: a Dolores, más
seriamente)
MELCHOR
¡Proteja
Dios al ejército!
y
a usted le aumente la hacienda.
(Toca
en el hombro a Celemín)
PATRICIO
¡Adiós
Melchor, buena prenda!
MELCHOR
¡Dolores,
adiós!
DOLORES
¡Adiós!
ROJAS
¿Y
éste, quién es? (A Celemín)
CELEMIN
Yo
figuróme,
que
fue novio de Dolores.
ROJAS
(Muy
afectuoso, le ofrece un vaso con el que se queda un buen rato)
¡Toma
una copa!
MELCHOR
(Seco
y rechazándolo) Señores,
tenemos
que hablar los dos;
con
que... dejadnos.
PATRICIO
(La
música
voy
a buscar..) (Se marcha por la derecha)
DOLORES
(¡Viene
airado!)
ROJAS
¡Y
así me dejas chafado!...
MELCHOR
Ahora
no quiero beber.
(Vacila
Rojas un poco, hasta que deja la copa sobre la mesa, y se vuelve muy decidido a
Celemín)
ROJAS
Ven
a alojarme.
CELEMIN
¡Qué
intrépido!
ROJAS
¡Tú
crees que huyo!...
CELEMIN
Ni
pensarlo.
ROJAS
¿Qué
adelanto con matarlo?
CELEMIN
Justo.
ROJAS
Vamos
a comer. (Entran en la posada)
ESCENA IV
Dolores y Melchor.
DOLORES
(Concentrada)
Me
han dicho que casabas.
MELCHOR
Bien
te han dicho.
DOLORES
(Exaltándose)
Eso
no puede ser.
MELCHOR
¿Por
qué?
DOLORES
¡No
quiero!
MELCHOR
¡Dolores!...
(Amenazador)
DOLORES
¡Qué!
(Idem)
MELCHOR
Ten
calma.
DOLORES
No.
MELCHOR
Y
olvida...
DOLORES
Que
olvide mi baldón...
(Una
gran transición, hasta tornarse casi suplicante)
Antes,
escucha:
¡Saldar
debes antes la deuda que tienes
con
esta infelice;
renuncia
a esa boda, que el cielo maldice,
no
así me condenes;
restaura
mi honor!
MELCHOR
(Su
fiero quebranto calmar bien quisiera,
más
yo fuera un loco,
perdiendo
el tesoro que casi ya toco,
por
esa quimera
de
mi antiguo amor)
DOLORES
¡Responde...
di!...
MELCHOR
¡Yo...
siento!...
DOLORES
Que
es tiempo aún.
MELCHOR
Te
engañas.
DOLORES
(Fiera
y desesperada) ¡Qué escuché!
MELCHOR
Así
Dios me formó, cruel, violento,
sin
temor y sin fe.
Me
duele tu martirio,
que
no puedo evitar;
el
juego es mi delirio,
el
vino mi embeleso,
holgar
mi encanto;
ingrato
me confieso;
mas
ya tú ves por cuanto,
me
he de casar.
DOLORES
Maldita
sea la aciaga hora
en
que inocente tu fe creí;
mas
por la ira que me devora,
venganza
juro tomar de tí.
Diré
quién eres a tu futura,
que
no estoy sola te probaré,
y
a aquel que vengue mi desventura,
la
vida entera le entregaré.
MELCHOR
¡No
temo a tí ni a nadie en la ancha tierra!
DOLORES
¡Pues
guárdate, Melchor! (Terrible)
MELCHOR
Yo
voy conmigo.
(Oyese
un pasacalle en el interior)
¡Vienen!
DOLORES
Sí,
vienen... ¡Cederás!...
MELCHOR
¡No,
digo!
DOLORES
¡Pues
guerra a muerte!
MELCHOR
¡Sí,
guerra!
DOLORES
¡Sí,
guerra!
(Vase
Melchor por la izquierda y Dolores entra en el mesón)
ESCENA V
Dolores, Melchor, Patricio, Rojas, Celemín, Gaspara, Hombres,
Mujeres, Cantador y Coro.
Aparece
la rondalla por la derecha precedida de Patricio, que viene muy contento con su
larga vara, haciendo como que marca el compás del pasacalle.
CORO
DE LOS DE LA RONDALLA
En
noches de verbena,
correrla
es dado;
Patricio
a rica cena,
nos
ha invitado.
¡Viva
Patricio,
que
está con sus amores
por
la gentil Dolores,
que
pierde el juicio!
(Vienen
de varios lados gentes del pueblo de ambos sexos, que se colocan detrás de los
músicos. Del mesón sacan algunos mozos taburetes, en los que se sientan los
tañedores, colocados en ancho semicírculo, dejando espacio suficiente para que
bailen algunas parejas. Celemín y los mozos, sacan grandes jarros de vino que circulan
de tiempo en tiempo entre los músicos y bailarines, retirándose después hacia
la puerta del mesón. Melchor, que ha vuelto por la izquierda, se coloca al
primer extremo. Luego sale Rojas, y por último Dolores y Gaspara, las cuales se
sientan en el extremo derecha)
PATRICIO
Gracias
muchachos, tomad asiento;
a
todos hoy convido,
reine
el contento.
Salga
Gaspara con la Dolores,
y
a vosotros os pido
que
la echéis flores.
HOMBRES
Sigo
los ecos de la rondalla,
que
al oiría, de gusto
mi
pecho estalla.
MUJERES
La
tal Dolores ya me indigesta;
un
día nos da un susto
con
tanta fiesta. (Sale Rojas)
ROJAS
Compadre,
diga, ¿qué es este estruendo?
PATRICIO
Que
va paso por paso (Salen Dolores y Gaspara)
mi
amor venciendo.
La
reina sale que me alborota;
muchachos,
llegó el caso;
venga
la jota.
(Rompe
la jota con el baile. Los balcones se iluminan. Durante las variaciones,
dícense los cuatro versos siguientes)
DOLORES
¿Cómo
Lázaro no viene?
GASPARA
¡A
dormir le vi marchar!
MELCHOR
(Por
lo visto, me previene
el
rico y el militar)
(Celemín
ha sacado también una guitarra, y se sienta a la derecha con los bandurristas)
CANTADOR
Es
de España y sus regiones,
Aragón,
la más famosa,
porque
aquí se halló la Virgen,
y
aquí se canta la jota.
(El
pueblo aplaude, y siguen las variaciones)
CELEMIN
Por
una moza del barrio,
Patricio
está que se muere;
no
diré cuál es su nombre,
que
ella lo diga si quiere.
(Todos
ríen, y Patricio llena un vaso de vino y lo lleva con mucha alegría al que ha
cantado la copla anterior; luego vuelve a su sitio)
CANTADOR
Grande
como el mismo sol,
es
la jota de esta tierra;
si
en amor luce sus iris,
lanza
rayos en la guerra.
Por
eso cantamos
los
de Aragón,
cuando
enamoramos
tan
dulce son.
Y
en la lid sabemos
quiere
decir,
que
vencer debemos
o
bien morir.
(A
su tiempo ataca todo el Coro la copla anterior y su estribillo. Terminada la
jota, circulan los vasos; repliéganse los bailarines. Rojas viene al centro.
Algazara)
ROJAS
Muy
bien, bravo, señores,
la
jota es buena;
pero
es mejor el punto
de
mi sirena.
CORO
¡Cante
pues sus primores!
¡Comience
ya!
ROJAS
¡Hacedme
un contrapunto,
por
Soleá!
Desde
que al pueblo he llegado,
y
una linda cara he visto....
¡ay!
me encuentro desmayado.
¡Bravo!
¡Bien!
¡Alto!
(¡Qué
intenta!)
Yo
también quiero cantar.
Este
es quien mejor inventa.
Atención.
(Ha
cogido una guitarra y se pondrá a cantar, apoyando el pie izquierdo en una
silla, mirando a Dolores)
(¡Me
hace temblar!)
Si
vas a Calatayud,
pregunta
por la Dolores,
que
es una chica muy guapa
y
amiga de hacer favores.
(Dolores,
viene indignada al centro de la escena. Descompónese el cuadro; los que estaban
sentados, se alzan; todo el mundo gesticula. Se destacarán las figuras de
Dolores, por la derecha, y Melchor, por la izquierda, que se desafiarán con la
vista. Patricio y Rojas, cada uno por su lado, tratan de apaciguar los ánimos,
hasta que lo logran a última hora, cuando Dolores se marcha al mesón y Melchor
lentamente por el centro)
DOLORES
Villana
tu lengua, cobarde y maldita.
PATRICIO
¿Qué
es ésto?
ROJAS
¿Qué
pasa?
CELEMIN
¡Audacia
inaudita!
PATRICIO
¡Calmarse,
no es nada!
HOMBRES
¡Cruel
la insultó!
MUJERES
¡Yo
bien lo decía!
¡Bien
decía yo!
GASPARA
¡Me
marcho! (Entra en el mesón)
ROJAS
¡Sentarse!
MELCHOR
¡Yo
cedo, si cedes!...
DOLORES
Después
de vengarme. (Con ira)
MELCHOR
¡Pues
hazlo si puedes!
DOLORES
¡Podré!
MELCHOR
¡Lo
veremos!
ROJAS
¡Que
toque la orquesta!
CORO
¡La
jota! ¡la jota! ¡Que siga la fiesta!
(Siéntanse
otra vez los músicos. Patricio y Rojas, tranquilizando a todos; y al romper la
jota de nuevo, cae rápidamente el telón)
FIN DEL ACTO PRIMERO
ACTO SEGUNDO
Patio
del mesón. Tapia al fondo con ancho portal en el centro. A la izquierda, la
fachada posterior del mesón, con una galería voladiza que corre a lo largo del
primer piso, y termina en un terradillo ó mirador que avanza sobre la tapia del
fondo; de frente al público, ó sea formando ángulo con la galería, figura el
terradillo caer sobre la plaza, y su pretil está adornado con tiestos y
lebrillos de flores. Del terradillo, que comunica con la galería, se baja al
patio por una escalera de frente, a la izquierda del portal. Debajo de la
galería, una puerta que conduce al interior del mesón, y delante de ella una
mesa larga de pino y unas banquetas al lado.
A la derecha, el abrevadero y la puerta de la cuadra. Algunos costales y
serones adosados a las paredes de la derecha, y fondo derecha. Al abrirse la
puerta del centro, se verá, lo que lógicamente se pueda, de la plaza del acto
primero.
ESCENA PRIMERA
Gaspara y LAZARO
Al
levantarse el telón, la escena aparece sola. Oyese algún rumor al exterior. A
poco, vienen Gaspara y Lázaro; éste lentamente y pensativo detrás de aquélla.
GASPARA
¡Ay
qué misa mayor! ¡Qué pico de oro
Lázaro
el' tuyo al ayudarla!... Lloro
cuando
te oigo...
LAZARO
¡Madrina!
GASPARA
¡De
contento!
¡Ya
nos dejas!
LAZARO
¡Qué
hacer!
GASPARA
¡Cuanto
lo siento!
Pero
confío que estudiarás,
y
que este año te ordenarás.
¡Hazlo
por mí,
y
por tus padres que están allí!
LAZARO
¡Descuide!
GASPARA
Ve
y avisa al ordinario.
LAZARO
¡Lo
haré!...
GASPARA
Y
al Seminario
mañana.
LAZARO
¡Sí,
mañana!
GASPARA
Ve.
LAZARO
Muy
luego.
GASPARA
¡Adiós!
(Alejándose por la izquierda)
LAZARO
¡Adiós!
GASPARA
¡Del
día de hoy reniego!
ESCENA II
Lázaro, aunque triste, respira con satisfacción al
quedarse sólo.
LAZARO
¡Qué
hacer, señor, en situación tan ruda!
¡Mentira
es mi humildad, mi fe mentira!
Pasión
más violenta
que
la que inspiras tú, me inunda el alma;
domina
mi razón... de tí me aleja...
¡Qué
hacer, señor, en situación tan ruda!
Henchido
de amor santo,
el
corazón en su inocencia estaba
cubriendo
mares de candente lava;
la
pérfida serpiente,
el
velo cruel rasgó que los cubría;
¡aciaga
suerte mía!
huyeron
dicha y calma juntamente.
Señor,
quererte anhelo;
apaga
el fuego que me abrasa el alma;
devuélveme
la calma;
torne
tu amor a iluminarme el cielo.
(Se
aleja lentamente, y se encuentra con Patricio que viene muy alegre cargado con
algunos paquetes)
ESCENA III
Patricio
PATRICIO
¡Adiós
curita! (Lázaro hace un mohín violento y se marcha)
¡Eh...
y se va tan fresco!
¡Psh!
¡Aquí traigo las redes; hoy la pesco!
(Va
desenvolviendo y enseñando lo que dice)
Este
pañuelo encarnado,
a
Dolores he comprado.
Muy
bordado,
muy
vistoso.
(Lo
coloca en la mesa)
Y
este collar de corales
como
guindas garrafales,
tan
iguales,
tan
hermoso. (Idem, ídem)
Estos
bonitos pendientes,
de
rubíes transparentes,
refulgentes,
de
luz pura. (Idem, ídem)
Y
este vestido elegante,
que
oprimirá deslumbrante
y
arrogante
su
cintura.
Con
tanto portento
y
toro rondalla,
en
esta batalla
triunfar
lograré.
¡No
quiere al sargento
y
el otro la ofende;
cualquiera
comprende
que
yo venceré!
ESCENA IV
Patricio, Rojas, Celemín y Coro.
Envuelve
cuidadosamente los objetos antedichos, y en esta posición le sorprende Rojas
que se asoma por la galería. Luego vienen de la calle, Celemín y algunos mozos
medianamente vestidos.
ROJAS
¿Don
Patricio, qué está haciendo?
PATRICIO
Raje
usted y lo verá.
ROJAS
(Son
regalos) Voy corriendo. (Baja como dice)
PATRICIO
(¡Competir
él no podrá!)
ROJAS
¡Qué
riqueza! (Exagerando)
PATRICIO
(Le
asusté)
ROJAS
¡Bravo,
bien!...
PATRICIO
(Con
fingida modestia) Yo soy así.
ROJAS
¡Pero
yo le venceré!
PATRICIO
¡Usted!
ROJAS
¡Si
tal!
CELEMIN
¡Por
aquí!... (Entrando con los del Coro)
UNO
¡Dios
les guarde!
ROJAS
¿Los
toreros?
CELEMIN
El
bicho ya está encerrado.
PATRICIO
¿Quién
lo mata? (A los del Coro)
ROJAS
(Saliendo
al medio) Caballeros,
ese
honor me está guardado.
CELEMIN
¿Matarlo
usted? (Con sorpresa y piedad)
ROJAS
Yo
mismito.
PATRICIO
¡Pero
hombre!...
CELEMIN
¡Que
es bravucón!
ROJAS
(De
seguro es un cabrito)
PATRICIO
(¡Si
le diera un revolcón!)
ROJAS
¿Me
ayudaréis?
CORO
¡Como
pida,
nada
tema!
¡No
se altere!
CELEMIN
¡Que
ya aguarda la comida!
(Invitándoles
con el gesto a penetrar en el interior)
UNO
¡Vamos
pues!
ROJAS
¡Alto!
PATRICIO
(Incomodado)
¿Qué quiere?
ROJAS
Que
escuchen antes al diestro,
una
lección de maestro.
(Patricio
hace señales de impaciencia, y torna a arreglar los paquetes que durante la
relación de Rojas lleva al interior. Ha de estar presente a la segunda mitad.
Los demás, celebran la ocurrencia de Rojas, y se disponen a oírle y burlarse de
él)
ROJAS
En
cuanto de la música
el
paso doble escúchese,
nuestra
cuadrilla intrépida
el
circo ha de cruzar.
Resuena
aplauso unánime
del
numeroso público
que
premia nuestros méritos
desde
antes de empezar.
Tras
del saludo clásico,
la
gente va con júbilo
por
otros, los magníficos
capotes
a cambiar.
Después
espera impávida
que
el toro salga rápido...
y
oíd en breves términos
como
se ha de lidiar.
CORO
(Sería
más simpático
marcharnos
a almorzar)
ROJAS
Así
que en el circo, la res se presente,
sereno
y valiente
me
acerco a la res.
Le
pongo dos parches, la moña le quito,
los
lances repito,
le
paro los pies.
Después
los peones, la llevan ligeros,
a
que los piqueros
le
zurzan la piel.
A
cambio de un vuelco, le pican con brío,
yo
al quite me avío,
sacando
al burel.
El
público extasiado,
aplaude
a su placer.
CORO
(No
está mal explicado.
Mas
luego se ha de ver)
ROJAS
El
toro, ya en palos, humilla el hocico,
mas
córrele un chico,
le
alegro después,
Y
cuelgo, si logro medir los terrenos,
tres
pares muy buenos,
de
frente los tres.
Y
cojo en seguida, la espada y el trapo,
lo
brindo, y muy guapo,
me
voy a matar.
Le
empapo y domino, con arte y salero,
le
cito, le espero,
y
le echo a rodar.
El
pueblo, entusiasmado,
de
mi valor sin par,
en
brazos y aclamado
de
allí me va a sacar.
CELEMIN
(¡Que
no salga lisiado,
habrá
que desear!)
PATRICIO
(¡De
fijo, estropeado
el
hombre va a quedar!)
CORO
Está
muy bien contado,
veremos
al lidiar.
(Descompónese
el cuadro, y todos se dirigen al interior. Celemín el primero, luego los
coristas. Patricio y Rojas, quedan de los últimos; Melchor entra por la puerta
del fondo y se dirige a Patricio, al que toca en el hombro; luego se acerca
Rojas, los otros se detienen un momento, hasta que Patricio les manda marchar)
ESCENA V
Patricio, Rojas y Melchor.
PATRICIO
¡Marchemos!
ROJAS
¡A
comer!
MELCHOR
¡Señor
Patricio!
PATRICIO
¿Quién
es? (Volviéndose mal humorado)
MELCHOR
A
usted y al militar buscaba.
ROJAS
¿Qué
quieres?
MELCHOR
Que
me escuchen. (Con fuero)
PATRICIO
(¡Qué
suplicio!)
Id,
que os seguimos. (A Celemín y al Coro)
ROJAS
Habla
pues.
PATRICIO
¡Acaba!
MELCHOR
Amante
he sido de la Dolores,
y
cuando quise la abandoné;
si
hay quien suspire por sus favores,
pídame
cuentas y las daré.
(Quedan
un poco suspensos, hasta que Patricio se dirige a Rojas medrosamente)
PATRICIO
A
usted le dice...
ROJAS
Pues
buena es esta.
Por
usted habla.
MELCHOR
(¡Pobre
mujer!
Ya
lo esperaba) ¡Nadie contesta!
PATRICIO
Yo,
poco tengo que responder.
La
quiero y regalo, la mimo, y espero
el
premio alcanzar.
En
más no me meto.
MELCHOR
¿Y
usted?
ROJAS
(Como
protegiéndole) Compañero,
te
puedes casar.
MELCHOR
(¿Qué
dice?)
ROJAS
Dolores,
por mí se deshace,
no
piensa ya en tí.
MELCHOR
(¡Es
tonto!)
ROJAS
De
suerte, que ayudo tu enlace.
PATRICIO
(Incomodado
por lo que dice Rojas)
¡Me
marcho de aquí!
MELCHOR
¡Esperad!
(Con imperio)
ROJAS
¡Nueva
pendencia!...
PATRICIO
¿Qué
más quieres?
MELCHOR
(Apurarles)
Otra
copla he de cantarles,
que
acabo de componer.
ROJAS
¡Otra
copla!
PATRICIO
¡Ten
prudencia!
MELCHOR
¿Hay
alguno que lo impida?
¡La
guitarra!
(Hace
ademán de ir al interior; en este momento sale Dolores airada, con una guitarra
en la mano)
ESCENA VI
Dichos y DOLORES
DOLORES
¡Prevenida,
te
la vengo yo a traer!
MELCHOR
¡Dolores!
(Retrocediendo y algo perplejo)
DOLORES
¡Canta,
coplero!
¡Insúltame,
que estoy sola!
PATRICIO
(¡Esto
es grave!) (A Rojas)
ROJAS
(¡Tal
infiero!) (A Patricio)
DOLORES
Al
aire mi honor tremola,
nadie
te lo ha de impedir...
(Hasta
aquí ha dominado su indignación, que explota con la mayor energía. Arroja la
guitarra sobre la mesa)
Mas
tal es el odio y la ira
que
el pecho alimenta,
que
late tan solo y respira
por
ruda y cruenta
venganza
sangrienta
de
tí conseguir.
(Después
de esta frase, febril, desesperada y demente, se sienta al lado de la mesa,
inclinando la cabeza en sus brazos)
PATRICIO
¡Le
paró! (A Rojas)
MELCHOR
(¡Me
enamora y me exaspera!)
ROJAS
¿Y
el valiente? (Con guasa)
MELCHOR
¡Son
celos!
PATRICIO
(Como
Rojas) ¡Y el cantar!...
MELCHOR
¿Qué
apuestan a que venzo hoy esa fiera,
y
en su cuarto esta noche logro entrar?
PATRICIO
¡Jesús!
ROJAS
El
peleón que en la rondalla
se
beba luego.
MELCHOR
¡Va;
salid!
PATRICIO
(Dirigiéndose
al interior) ¡Marchemos!
MELCHOR
¡No,
no! (Oponiéndose y señalando la puerta del fondo)
ROJAS
¿Por
qué?
MELCHOR
¡Allí,
de mi batalla,
sabrán
el resultado!
PATRICIO
(Vanse
atribulados) ¡Hoy no comemos!
ESCENA VII
Melchor y DOLORES
Se
acerca Melchor a Dolores, que continúa extraña a todo. Melchor la habla con
zalamería.
MELCHOR
¡DOLORES..
si pequé!...
¡Tu
soledad lamento,
y
el triste grito de tu airado acento,
a
tí vuelve mi fe!
DOLORES
(¡Qué
escucho!) (incorporándose un poco)
MELCHOR
¡A.
qué reñir!...
¡Yo
siempre te he querido!...
Pues
bien; la paz te ofrezco y el olvido.
(Pausa.
Acércase más y la dice bajo y al oído)
¡Tu
puerta me has de abrir!
DOLORES
(Levantándose
rápida y airadamente)
¡Abrirte
mi puerta!...
MELCHOR
¡Es
justo el reproche!...
Más
oye, esta noche,
las
diez al sonar,
allí
estaré alerta,
si
cede y me escuchas,
verás
nuestras luchas
sin
duelo acabar.
DOLORES
Creerte
quisiera... mas ¡ay! que no puedo...
MELCHOR
Dolores,
no dudes; si cedes, yo cedo.
DOLORES
¡La
lucha me rinde... me engañas, Melchor!
MELCHOR
Ninguno
lamenta cual yo tu dolor.
DOLORES
Pues
bien: esta noche, te espero a las diez.
MELCHOR
Adiós,
hechicera. (¡Verás tu altivez!)
(Dolores
ve marchar absorta a Melchor. A poco, entran Patricio y Rojas asombrados y
haciéndose cruces)
ESCENA VIII
Dolores, Rojas y PATRICIO
DOLORES
¡Será
posible, oh cielo,
que
mi alma dolorida,
pueda
gozar aún en esta vida,
horas
de paz, de dicha y de consuelo!
ROJAS
¡O
rematada, está Dolores,
ó
no lo entiendo!
PATRICIO
(A
Dolores) ¡De mis favores
así
te burlas!...
DOLORES
(Festiva)
¿Qué ha sucedido?
PATRICIO
Melchor
nos dice que le has citado...
DOLORES
¡Eh!
¡Mísera!...
(Sin
poderse contener, lanza este grito, indignadísima, y en él hace una total
transición, rompiendo a reír para disimular su pena y situación)
¡Já,
já, já, já, y le han creído!...
PATRICIO
¡Luego,
es mentira!
ROJAS
¡Nos
ha engañado!
(Dolores
sigue riendo, y los otros dos lo mismo, comentando entre ellos el caso, hasta
que Patricio viene a Dolores y la aparta a un lado)
PATRICIO
Di,
¿cuándo premias mi esplendidez?
DOLORES
Pues
esta noche, venga a las diez.
(Entre
risueña y dramática)
PATRICIO
¡Diablo!
(La hora misma…)
DOLORES
¿Le
espero?
PATRICIO
¡Veré!
(Da media vuelta y se marcha al interior)
DOLORES
¡Se
marcha!... ¡De rabia muero!
(Rojas,
después de la ironía anterior, ha quedado muy pensativo. Dolores, con nueva
transición, se acerca a él risueña. Al salir de su letargo, Rojas lanza un
suspiro)
¿Qué
está ahí pensando, seor militar?
ROJAS
¡Que
por tí, un toro he de matar!
DOLORES
Aquí
es de todos, usté el más ducho.
(Con
mucha intención y zalamería)
ROJAS
¡Te
burlas!
DOLORES
No;
lo agradezco mucho.
ROJAS
¿De
veras? (Animándose extremadamente)
DOLORES
¡Cierto!
ROJAS
¿Tu
amor...?
DOLORES
¡Tal
vez...
venga
esta noche!...
ROJAS
¿Cuándo?
DOLORES
¡A
las diez!
ROJAS
(¡Me
ha divido!) (Chasqueado totalmente)
DOLORES
(Tristemente
burlona)
¡Se
aguó el contento!
ROJAS
No
eches la llave a todo evento.
(Vase
por donde antes PATRICIO De la calle, entra Lázaro lentamente; mucho más desde
que apercibe a Dolores)
ESCENA IX
Dolores y Lázaro; luego Celemín.
DOLORES
¡Vencida
estoy por mi cruel destino!
LAZARO
¡Sola!...
¿qué haré?... ¡Dolores!... (Tímidamente)
DOLORES
¿Quién?
LAZARO
¡Perdona!
DOLORES
¿De
qué?...
LAZARO
Mañana,
parto.
DOLORES
Ya
sé.
LAZARO
Y
antes quisiera...
¡Pero,
vas a burlarte!...
DOLORES
(¿Qué
le pasa?)
¡Habla!
LAZARO
Dolores...
duéleme que tantos
soliciten
tu amor y les escuches...
DOLORES
Ya
vas a predicar... (Un poco zumbona)
LAZARO
(Apasionadísimo
y aun violento)
¡Es
que te adoro
como
a nada en la tierra ni en el cielo!
DOLORES
¡Que
tú me quieres!... (Con profunda sorpresa)
LAZARO
¡Sí!
DOLORES
¡Quién
tal creyera!
LAZARO
¡No
te ofendas, por Dios! (Suplicante)
DOLORES
(Con
ternura) No. (¡Pobre niño!)
LAZARO
Un
año, dentro del alma,
llevo
tu imagen divina,
que
ilumina
mis
pesares; mas la calma
me
roba del corazón.
Olvidarte
yo he querido;
pero
en vano a Dios clamaba:
¡yo
te amaba
como
el ave ama su nido,
como
el fuego la expansión!
DOLORES
(¡Me
enternece!)
LAZARO
¿No
te ofendo?
DOLORES
No;
más Lázaro, ¡es locura!...
LAZARO
¡Oh,
ventura!
Ya
me basta: no pretendo
que
tú premies mi pasión.
DOLORES
(¡Cuál
contrasta con mi pena
su
amor candido!)
LAZARO
(¡Con
su acento me enajena,
dulce,
plácido!)
DOLORES
(Cambiando
de expresión: entre risueña y burlona)
¡Y
el oírte es gran pecado!
Tu
madrina,
que
a la iglesia...
LAZARO
(¡Desdichado!)
DOLORES
Te
destina,
si
lo llegase a entender...
LAZARO
¿Te
burlas?
DOLORES
No;
mas olvida
tus
amores.
LAZARO
¿No
me venderás?
DOLORES
Descuida;
por
Dolores,
nada
sabrán...
LAZARO
¡Qué
placer!
(Celemín
ha salido, y queda observando la escena muy sorprendido)
¡Gracias!
Que Dios te proteja.
(Cogiéndola
una mano)
CELEMIN
(¡Ah
tunante!)
LAZARO
Sellar
tu mano me deja (Se la besa)
CELEMIN
(¡Qué
estudiante!) (Gritando)
¡Vengan
todos, que es de ver!
ESCENA X
Dichos, Patricio, Rojas y Coro.
Salen
todos los que se supone estaban comiendo. Por la galería, salen mozas y la
adornan con colchas, etc. Dolores está suspensa, Lázaro consternado)
LAZARO
(¡Jesucristo!)
CELEMIN
¡Vengan
pronto!
LAZARO
(¡Nos
ha visto!)
DOLORES
¡Calla,
tonto! (A Celemín)
CORO
¿Qué
pasó?
DOLORES
¡Gente
acude!...
PATRICIO
¿Por
qué grita?
LAZARO
(¡Dios
me ayude!)
CELEMIN
¡Que
el curita,
sus
amores
a
Dolores
declaró!
(Todos ríen)
ROJAS
¡Ya
está buscando el ama!...
CORO
¡Já,
já!
PATRICIO
¡Le
corre prisa!
LAZARO
(¡La
sangre se me inflama!)
CELEMIN
¡Y
vas tú a cantar misa!...
DOLORES
Dejadle...
¡pobrecillo!
LAZARO
¡Te
ríes tú también!...
(Imponiéndose
a todos con varonil actitud)
¡A
fe, que este chiquillo,
á
conocer vais bien!
(Se
arroja sobre Celemín, al que agarra por el cuello, y lo tira sobre un costal)
¡Villano,
insolente!...
CELEMIN
¡Tenedle:
me ahoga!
DOLORES
(¡El
chico es valiente!)
LAZARO
¡Te
puedo matar!
CORO
¡Quitad!
(Queriendo separar a Lázaro)
ROJAS
¡Qué
jaleo!
PATRICIO
¿Por
él, quién aboga?
(Lázaro
deja por su voluntad a Celemín, y se encara con los dos pretendientes)
LAZARO
¡Y
a ustedes, deseo
también
provocar!
ROJAS
(Queriéndole
proteger y dar la mano, que Lázaro rechaza)
¡A.
mí, pues fuera buena!...
LAZARO
¡Me
gusta la cachaza!...
PATRICIO
¡Ya
está la plaza llena!
CORO
¡A.
la plaza!
¡A
la plaza!
(El
Coro de hombres sale por la puerta del centro en dirección a la plaza. Rojas y
Patricio con el grupo del Coro, despidiéndoles. Lázaro vase hacia el interior.
Dolores, pensativa, sigue lentamente detrás de Lázaro, pero Celemín la detiene.
Oyese gran clamoreo, y se ve en el fondo, por las puertas abiertas, la
animación de la gente que circula por la plaza. Salen convidados del interior; alguno
entra por la puerta del centro y sube la escalera de la galería, como amigo de
la casa. A su tiempo, Gaspara y Lázaro salen del interior al terradillo)
ESCENA XI
Dichos; Gaspara, Melchor y Coro de Mujeres.
CELEMIN
(¡Vengarme
te prometo!) (Mirando marchar a Lázaro)
DOLORES
(Muy
pensativa) (¡Quién pensara
tal
coraje!)
CELEMIN
Dolores,
otra fiesta
Melchor
hoy te prepara.
DOLORES
¡Otra
fiesta!
CELEMIN
Saldremos
con la orquesta
a
cantar vuestras paces.
DOLORES
(¡Esto
más!)
PATRICIO
(A
Dolores) Vamos ya; ¿pero qué haces?
¡Que
el toro va a salir.
ROJAS
Vóime
a la arena.
DOLORES
¡Voy!
(Dirígese maquinalmente a la escalera, y sube)
PATRICIO
¡Ea,
valor! (A Rojas, y sube tras de Dolores)
ROJAS
¡A
tu salud, morena!
(Vase
por la puerta del fondo)
(Celemín
cierra la puerta del centro, y él y algún otro se encaraman en la tapia del
fondo. Todos los personajes que están a la vista, deben revelar la escena que
en la plaza se finge. Oyese una murga en el interior)
COROS
(Dentro)
No hay otra fiesta
mejor
dispuesta.
¡Ande
el bullicio!
¡Viva
Patricio!
Pues
nos convida
a
la corrida,
¡viva
Patricio!
¡Ande
el bullicio!
¡Ya
está la presidencia! (Aplausos)
Con
su presencia,
la
fiesta, en el instante
va
a comenzar.
PATRICIO
Ya
sale la cuadrilla.
CELEMIN
De
la pandilla,
airoso
va delante
el
militar.
(Suena
el toque de salir el toro)
CORO
¡Bravo!
¡Qué
pies!
¡Magnífico!
¡Valiente!
¡Pararle!
¡Capas!
CELEMIN
¡Solo
se quedó!
CORO
¡A
él!
¡Qué
miedo!
¡Vamos!
CELEMIN
¡Y
la gente!
CORO
¡Bravo!
¡Muy
bien!
PATRICIO
¡El
militar salió!
CORO
¡Viva!
¡Viva!
TODOS
¡Jesús!
CELEMIN
¡Le
despedaza!
LAZARO
¡Yo
voy! (Se arroja al exterior)
CORO
MUJERES
¡Salvadle!
GASPARA
¡Niño!
DOLORES
¡Se
lanzó!
GASPAR
¡Gran
Dios!
PATRICIO
¡Qué
hazaña!
CELEMIN
¡Se
arrojó a la plaza!
DOLORES
¡Bravo,
Lázaro!
TODOS
¡Hurra!
PATRICIO
¡Le
salvó!
DOLORES
Su
audacia cautiva.
CELEMIN
Derriba
el novillo.
CORO
¡Que
Lázaro viva!
¡Que
viva el chiquillo!
(Entre
dos sacan en brazos a Rojas, desabrochado y descompuesto. Atraviesan la escena,
y entran en el interior)
CORO
¡Víctor
al valiente gentil colegial!
¡No
hay otro en el pueblo tan bravo y leal!
(Entran
todos los de la plaza; Lázaro intenta sustraerse a la general ovación. Los del
terradillo han bajado y le rodean. Gran desorden en la escena. Celemín, después
de decir sus dos palabras, entra en la casa y saca vasos y vino en jarras)
CELEMIN
¡Vienen
ya!
GASPARA
¡Lázaro!
(Abrazándole)
TODOS
¡Viva!
LAZARO
¡Basta!
PATRICIO
¡Ca!
LAZARO
¡Dejadme!
CORO
¡No!
MELCHOR
A
las diez. (Bajo a Dolores)
DOLORES
Te
espero arriba.
MELCHOR
¡Venga
vino, pago yo!
(Melchor
se entretiene con el vino. Dolores logra hablar a solas a Lázaro)
DOLORES
A
las diez, luego te espero
en
mi cuarto.
LAZARO
¡He
oído bien!
DOLORES
¿Irás?...
LAZARO
Sí.
(Loco de placer)
MELCHOR
(Brindando)
¡Por el torero!
DOLORES
¡Dame!
(Pidiéndole una copa, loca de alegría)
MELCHOR
(Dándosela)
¿También tú?...
DOLORES
¡También!
CORO
¡Víctor
al valiente gentil colegial!
¡No
hay otro en el pueblo tan bravo y leal! (Telón)
FIN DEL ACTO SEGUNDO
ACTO TERCERO
Sala
del mesón. A la derecha, en segundo término, una puerta. A la izquierda, en
primer término, ventana practicable; en segundo, puerta. Al fondo, en el
centro, la puerta del cuarto de Dolores, de una sola hoja con cerradura de
juego, abriéndose hacia dentro. Al abrirse esta puerta, deja ver el interior
del cuarto, en el fondo del cual, una gran ventana con cristales y postigos practicables, y su
pretil cubierto de tiestos con clavellinas, rosales y lirios, y una enredadera
que sube hasta el dintel. En la pared del fondo, a la derecha, (en la escena),
una hornacina en cuyo fondo está pegada una estampa de la Virgen, alumbrada por
una lamparilla, y un jarro blanco con claveles y rosas. Al otro lado, izquierda,
aparece colgada una guitarra. En el centro, un poco a la izquierda, una mesa
ordinaria de comedor con taburetes a los lados. Un banco de encina á cada lado
del cuarto de Dolores. Un pequeño baúl sobre una silla. Al final, se ha de
proyectar la luz de la luna por la ventana del fondo.
ESCENA PRIMERA
Dolores,
Gaspara, Lázaro y Celemín; seis mozas y ocho mozos. Lázaro, sentado al lado de
la mesa dando la cara al público, con un rosario en la mano. Gaspara también, y
algunos del acompañamiento. Dolores, al lado izquierdo, y a la derecha suya Celemín.
Los demás, con algún desorden en los dos bancos del fondo. Sobre la mesa,
restos de cena; en el centro, arde un velón de cuatro mecheros.
LAZARO
Stela
Matutina.
Salus
Infirmorum.
Refugium
Peccatorum.
Consolatrix
Aflictorum.
Auxilium
Chistianorum.
Regina
Angelorum.
Regina
Patriarcharum.
Regina
Prophetarum.
Regina
Apostolorum.
Regina
Martyrum.
Regina
Confessorum.
Regina
Virginum.
Regina
Sanctorum Animum
Regina
Sacratissimi Rosarii.
Agnus
dei quitollis peccata mundi.
(El
Coro contesta a todas las frases: Ora… pro… nobis)
CORO
Parce
nobis, Domine.
LAZARO
Agnus
dei quitollis peccata mundi.
CORO
Exaudí
nos Domine.
LAZARO
Agnus
dei quitollis peccata mundi.
CORO
Miserere
nobis.
Kyrie
eleyson.
Christe
eleyson.
Kyrie
eleyson.
Pater
noster.
LAZARO
Et
ne nos inducas in tentationem.
CORO
Sed
libera nos a malo.
LAZARO
Ora
pro nobis, Sancta Dei Genitrix.
CORO
Ut digni efficiamur
promissionibus Christi.
LAZARO
Oremus.
(Todos
rezan la siguiente oración. El último versículo comiénzanlo todos muy piano, y
van creciendo hasta el Amén, dicho el cual se persignan, y los más se levantan.
Algunos muéstranse aburridos del rezo)
TODOS
Gratiam
tuam qucesumus Domine mentibus nostris infunde, ut qui Angelo nuntiante Christi
Filii tui incarnationem cognovimus per Passionem ejus, et Crucem ad
Resurrectionem gloriam perducamur. Supplicationem servorum tuorum, Deus
misereatur exaudí, ut qui in societate Sanctissimi Rosarii Dei Genitricis, et Virginis
Marise congregamur, ejus intercessionibus a te deinstantibus periculis eruamur.
Per
eundem Christum Dominum nostrum. Amén.
(Durante
la letanía, Dolores y Celemín han cambiado las siguientes frases)
DOLORES
¿Hablaste
a Melchor?
CELEMIN
Le
hablé.
DOLORES
¿Qué
contestó?
CELEMIN
Que
vendrá.
DOLORES
(¡Válgame
el cielo, qué haré!)
CELEMIN
¡Que
ante nada cederá!
(Cuando
todos se alzan, Celemín se Aja en la guitarra, la descuelga, y se sienta
próximo a la mesa, y pone al instrumento la prima)
GASPARA
A
las cinco salir debes mañana.
LAZARO
Lo
sé.
GASPARA
Dormir
conviene. (Va a arreglar el cofre de Lázaro)
CELEMIN
De
música yo voy.
GASPARA
¡Otra
jarana!...
CELEMIN
No
tal.
LAZARO
Marchitas
tiene
la
Virgen hoy sus flores.
GASPARA
Con
tanto ruido, es claro.
LAZARO
Si
Dolores
permite,
yo las mudo.
DOLORES
Allí
está mi jardín, te lo permito.
LAZARO
Aquí,
a las diez, acudo. (A Dolores)
DOLORES
¡No
vengas! (Suplicante y rápido)
LAZARO
¡Sí!
(Entra
en el cuarto y coge flores, que cambia por las que hay ante la imagen)
DOLORES
¡Por
Dios!
GASPARA
Arregladito
ya
el equipaje está.
CELEMIN
(Consigo
mismo) ¡Hablarle quiero!
DOLORES
(¡Qué
hice, Dios bendito!)
GASPARA
A
dar órdenes voy. (Vase por la derecha)
LAZARO
(Al
lado de la imagen) Ya está.
DOLORES
(Entrando
en su cuarto) (¡Hoy muero!)
(Los
demás circunstantes han ido alejándose por la izquierda. Una o dos mozas hanse
marchado por la derecha, como pertenecientes a la casa)
ESCENA II
Lázaro y Celemín.
Celemín
deja la guitarra sobre la mesa, y dirígese a Lázaro, que debe encontrarse cerca
del cuarto de Dolores, a la que ha seguido con la vista.
CELEMIN
Pues
solos un momento
quedamos
por azar,
mi
honrado pensamiento
te
quiero declarar.
Venganza
por mi nombre
juré
tomar de tí;
mas
eres todo un hombre...
no
hay más que hablar por mí.
(Ofrece
a Lázaro la mano con ruda franqueza; éste la estrecha del mismo modo)
LAZARO
¡Toma!
CELEMIN
¡No
he acabado!...
¡Dolores!...
LAZARO
(Exaltándose)
¡No te oiré!
CELEMIN
¿Qué
dices?
LAZARO
¡Que
me enfado!
CELEMIN
¡No
alcanzo...!
LAZARO
¡Ni
hay por qué!
CELEMIN
Escucha,
y la calma mantén, por tu vida:
también
yo la quiero, mas no es para mí:
mañana
tú sales: pues Lázaro, olvida,
no
pienses en ella, que no es para tí.
LAZARO
¿A
qué tal discurso?
CELEMIN
En
vano te alteras.
LAZARO
¡Yo...!
CELEMIN
Sí;
que la quieres y sufres y esperas.
LAZARO
¡Ya
basta: me irrito!
CELEMIN
Y
yo te repito,
así
te acalores:
pues
sales mañana, olvida a Dolores,
no
pienses en ella, que no es para tí.
Algún
otro, te advierto...
que
su favor logró.
LAZARO
¡Mentira!
¡calla! (Exaltándose de nuevo)
CELEMIN(Exaltándose
también) ¡Cierto!
LAZARO
¡Que
no!
CELEMIN
¡Que
sí!
LAZARO
¡Que
no!
Y
sabe que, el que ofenda
de
hoy más a esa mujer,
en
singular contienda
conmigo
se ha de ver.
(Dolores
ha escuchado esta frase y entra en escena; poco después viene Patricio por la
izquierda con algunos que le acompañan. Luego Rojas del interior, y Gaspara con
Celemín, después de haber ido éste a buscarla como indica el diálogo)
ESCENA III
Dichos; Dolores, Rojas y GASPARA
DOLORES
¡Gracias!
(A Lázaro)
CELEMIN
Pues
hará buen cura.
LAZARO
¡Dolores!
(Risueño)
CELEMIN
(A
Dolores) Yo le decía...
.
DOLORES
¡Cállale!
CELEMIN
¡Por
vida mía!
PATRICIO
¡Santas
noches nos dé Dios!
DOLORES
¡Buenas!
(Afable)
CELEMIN
(Por
si propio) (¡Vaya una figura!)
PATRICIO
¡Hola,
colegial valiente!
entusiasmada
la gente
te
espera: ven de mí en pos.
LAZARO
No
salgo.
CELEMIN
(¡Voy
a Gaspara!) (Vase por la puerta derecha)
PATRICIO
¿Cómo
no?
LAZARO
Estoy
cansado.
ROJAS
¡Felices!
PATRICIO
Señor
soldado,
¿aún
vivís?
ROJAS
¡Pues
qué he de hacer!
UNO
¡No
creí que así escapara!...
DOLORES
¡Si
por Lázaro no fuera!
ROJAS
Pues
para que él se luciera...
TODOS
¡Já,
já!
ROJAS
Me
dejé coger.
PATRICIO
¿Y
de amores?
ROJAS
¡Dios
me guarde!
PATRICIO
Hace
bien.
ROJAS
¡Es
una ingrata!
PATRICIO
¿Viene
usté a la serenata?
ROJAS
¡Sí!
(Sale Gaspara muy azorada con Celemín)
GASPARA
(¡Hay
que disimular!)
¿Qué
hacen aquí? Ya es muy tarde...
PATRICIO
Esperamos
a su ahijado.
LAZARO
No
saldré.
GASPARA
¡Mejor
pensado
es
que vaya a descansar!
LAZARO
Es
verdad. ¡Adiós, señores!
PATRICIO
¡El
te valga!
DOLORES
(¡Que
no salga!)
ROJAS
¡Vamos,
pues!
LAZARO
(Vase
por la derecha)
¡Adiós,
Dolores!
(Celemín
coge la guitarra y marcha con los otros)
CELEMIN
(¡Del
mesón, hoy la va a echar!)
(Todos
marchan menos Dolores y Gaspara. Dolores ha estado pensativa hasta que parece
haber concebido una idea salvadora, y va á encontrarse con Gaspara, que también
se dirige a ella airada, después de haber esperado con disimulada calma a que
todos hayan despejado la escena)
ESCENA IV
Gaspara, Dolores y Lázaro.
GASPARA
¡Infame
sirvienta!
¡También
a mi ahijado
me
le has conquistado!...
DOLORES.
¡Gaspara!...
(Casi sin hacerla caso)
GASPARA
¡Chitón!
¡Aquí
está la cuenta! (La da dinero)
¡Mañana,
a la aurora,
te
marchas!...
DOLORES
¡Señora!...
GASPARA
¡Sin
más dilación!
DOLORES
¡Escuche!
GASPARA
¡No
quiero!
DOLORES
¡Que
el caso es más grave…!
GASPARA
¿Qué
dices? ¡Hoy muero!
DOLORES
¡Dejadme
que acabe!
Lázaro,
es cierto que me adora.
GASPARA
¡Esto
he de oír!...
DOLORES
Por
eso debe, sin demora,
de
aquí partir.
GASPARA
¡Mañana!
DOLORES
¡Es
tarde!
GASPARA
¡El
ordinario...!
DOLORES
¡Qué
pesadez!...
¡Que
aquí no se halle, es necesario,
hoy
a las diez!
GASPARA
¿A
las diez?
DOLORES
Un
sacrilego,
entrar
luego verán.
GASPARA
¡Jesús!
DOLORES
Si
aún está Lázaro,
los
dos se encontrarán.
GASPARA
¡Me
aterra!
DOLORES
Un
traginante
hay,
que parte en seguida.
GASPARA
Pues
habíale al instante.
DOLORES
Mas,
él querrá... (Por Lázaro)
GASPARA
Descuida,
que
siempre me obedece.
DOLORES
(¡El
cielo me escuchó!)
(Marcha
presurosa por la puerta izquierda)
GASPARA
¡Mentira
me parece!...
¡Lázaro...
ven... soy yo!
(Queda
pensativa, inventando cómo engañará a Lázaro: en la manera de hablarle, debe
observarse su embarazo. Lázaro sale)
LAZARO
¿Qué
ocurre?
GASPARA
Pues...
me avisa el ordinario
que
no puede llevarte.
LAZARO
Entonces,
no saldré. (Esperanzado)
GASPARA
¡Todo
al contrario!
Un
arriero hay, que ahora parte
a
Tarazona...
LAZARO
¡Ah!...
GASPARA
¡Y
ya te espera!
Con
él irás, ¿verdad?
LAZARO
(Pensativo)
¡Como usted quiera!
GASPARA
Mañana
ya estarás tan ricamente.
(Entra
Dolores muy presurosa, seguida de un mozo. Al ver a Lázaro, se contiene e intenta
parecer tranquila)
DOLORES
Te
aguardan. (A Lázaro)
LAZARO
Tú
cuidaste... (Sorprendido)
DOLORES
¡Sí!
(Al mozo) Ligero
lleva
el cofre. (El mozo carga con el cofre y parte)
GASPARA
Pues
todo está corriente,
¡adiós!
(Abrazándole)
LAZARO
¡Adiós!
DOLORES
¡La
Virgen te proteja!
LAZARO
¡Adiós!
Así lo espero...
Si
se lo ruegas tú. (Marchándose)
DOLORES
¡Con
alma y vida!
GASPARA
¡Adiós,
pues!
DOLORES
(¡Ya
se aleja!)
GASPARA
¡Hijo
mío!
(Mirándole
marchar y yendo después a la ventana. Dolores se dirige a la imagen de la
Virgen y se arrodilla ante ella)
DOLORES
¡Gracias,
Virgen querida!
GASPARA
Ya
sale. ¡Adiós, adiós! ¡El pobrecito
mi
mentira creyó!... ¡Si es un bendito!
(Se
dirige a Dolores, ya muy afable. Dolores se levanta y persigna)
¿Pasó
el peligro ya?...
DOLORES
Id
descuidada.
GASPARA
¡Cómo
a cantarte van!...
DOLORES
Ellos
se cansarán...
(Va
a la puerta de la izquierda y la cierra con cerrojo)
Esta
puerta, cerrada,
a
nadie se ha de abrir.
GASPARA
Me
voy tranquila.
Si
quieres, pues el diablo ya no enreda,
quedarte
aquí... te queda.
DOLORES
Lo
pensaré. (Indiferente a Gaspara)
GASPARA
Tú
a solas lo ventilas.
(Marcha
Gaspara por la puerta de la derecha)
ESCENA V
Dolores
DOLORES
Tarde
sentí, cuitada,
lo
que sentir quería...
¡Pobre
alma mía!
¡Huérfana,
sola, deshonrada,
ni
aun puedo amar!
¡Hoy
que mi amor despierta
en
la región más pura,
¡qué
desventura!
árida
y triste, fría, yerta...
la
logro hallar!
¡Mas
quién, Dolores,
pudo
esperar mejor destino
con
tus amores!...
Si
el vuelo alzaste,
la
de la copla sé, tal es tu sino.
¡Triste!...
¡Soñaste!
(Siéntase
al lado de la mesa, triste y abatida. Suenan las diez en un reloj lejano. Al oírlo
se incorpora y escucha la hora)
¡Las
diez! ¡Ya no te temo,
hora
fatídica! Melchor que venga;
la
puerta bien cerrada.
(Vuelve
a examinarla; luego se dirige a la ventana para cerrarla también)
No
la verán abrir. Después, que injurie.
Le
desprecio... le... (Salta Lázaro por la ventana)
¡Cielos!
¡Quién!
LAZARO
¡Dolores!
ESCENA VI
Dolores y Lázaro
DOLORES
(¡Maldición!)
LAZARO
¡Dolores
mía!
DOLORES
¡Aquí
tú!
LAZARO
¡Sí;
con mi amor!
(Toma
con su mano derecha la de Dolores, y medio abrazada, mas tímida y castamente,
la conduce a una de las banquetas próximas a la mesa. El queda contemplándola,
con la rodilla derecha en tierra)
Mas
¿qué tienes?
DOLORES
(¡Suerte
impía!)
LAZARO
Todos
duermen; no hay temor.
(Con
la mayor pasión)
¡Di
que es verdad que me llamas!
¡di
que es verdad que no sueño!
¡di
que es verdad que me amas!
¡dilo,
Dolores, por Dios!
¡Di
que mi suerte lo quiso!
¡que
de tu amor soy el dueño!...
¡Dilo,
y será un paraíso,
la
tierra para los dos!
DOLORES
(¡Qué
tormento!)
LAZARO
Responde,
di...
DOLORES
¡Perdona!
LAZARO
¿De
qué?
DOLORES
De
que... imprudente...
sin
saber lo que hacía...
LAZARO
¡Sigue!
DOLORES
Pude
decirte...
LAZARO
Que
viniera a las diez. (Alzándose)
DOLORES
Sí;
más repara...
LAZARO
¡Mi
amor escarneciste!...
.
DOLORES
(Súbita
y enamorada) ¡No! (¡Qué lucha!...
LAZARO
¡Entonces,
di!
DOLORES
(No
puedo más) ¡Escucha!
(Al
proscenio y enamoradísima)
¡Todo
mi ser, embriagado,
de
tu pasión noble, ardiente,
corre
hacia tí enamorado,
cual
si tú fueras mi Dios!
¡Cómo
al imán, va el acero,
como
al abismo, el torrente,
puro,
radiante y sincero,
mi
amor del tuyo va en pos!
LAZARO
¡Bendita
seas! (Los dos extasiados)
DOLORES
¡Lázaro
te aleja!
LAZARO
¡Después
de oírte!
DOLORES
¡Sí!
LAZARO
¡Qué
temes!
DOLORES
¡Todo!
Tu
amor... mi suerte...
LAZARO
¡Cálmate,
bien mío!
DOLORES
(¡Vacilo!)
¡Parte!
LAZARO
¡No!
¡Tú eres mi cielo!
DOLORES
¡Tu
voz fascina!
LAZARO
¡Música
es la tuya!
LOS
DOS
¡Tu
noble y dulce amor el alma llena,
de
gloria y de placer, y la enajena!
(Estando
arrobados, óyese lejanamente la rondalla. Dolores se aparta horrorizada. Lázaro
trata de calmarla, pero en vano)
DOLORES
¡Jesús!
LAZARO
¡Qué!
DOLORES
¡Soñabas,
mujer infelice!
LAZARO
¡Dolores!
DOLORES
¡Ya
vienen! (Con la vista extraviada)
LAZARO
¡No
entiendo!
DOLORES
¡Ay
de mí!
¡Mortal
la rondalla resuena!...
LAZARO
¡Qué
dice!...
¡Qué
importa que sepan que estoy junto a tí!
DOLORES
(¡Qué
hacer!)
LAZARO
¡Ya
no parto, y tú serás mía!
DOLORES
¡Ay,
Lázaro, calla!
LAZARO
¡Un
año callé!
¡Más
ya que lo sabes, verás mi alegría,
qué
ufano en el pueblo mañana diré!
DOLORES
(¡Traspásame
el alma su amor e inocencia!)
LAZARO
Ya
vuelven. (Escuchando y sin dar importancia)
DOLORES
¡Sí,
vuelven!
LAZARO
¿Les
mando marchar?
DOLORES
¡Oh,
no, que me pierdes, si aquí tu presencia...!
LAZARO
Oigamos.
DOLORES
¡Es
tarde! (Invitándole dulcemente a que marche)
LAZARO
Les
voy a escuchar.
(Oyese
fuera la copla: «Si vas a Calatayud,» etc. Lázaro dice jovialmente el primer
verso, hasta que, oída toda la copla, se enfurece)
DOLORES
(¡La
copla maldita!) (Desesperada)
LAZARO
¡A
tí es la canción!
¡Por
Dios, que me irrita
tan
vil agresión!
DOLORES
¡No
te inquietes! (Tratando de calmarle)
LAZARO
¿Quién
ha osado?
DOLORES
¡No
es por mí!... ¡quién va a saber!...
LAZARO
¡Yo
lo sabré!...
DOLORES
Ya
han cesado...
LAZARO
Se
alejan...
DOLORES
(¡Para
volver!)
¡Lázaro!
(Suplicante, indicándole que la deje)
LAZARO
Voy...
y mañana... (Alegre)
DOLORES
Duerme
bien.
LAZARO
¡Pensando
en tí!
¿Madrugarás?
DOLORES
Muy
ufana.
LAZARO
¡Adiós!
DOLORES
¡Adiós!
LAZARO
¡Piensa
en mí!...
(Al
retirarse, suenan medrosos golpes en la puerta de la izquierda)
DOLORES
(¡Gran
Dios!)
LAZARO
¡Llamaron!
DOLORES
¡No!
LAZARO
¡Si
tal, llamaron!
¡Oyes!
(Han vuelto a llamar)
DOLORES
¡Es
cierto!...
LAZARO
¿Quién
es?
DOLORES
No
concibo...
LAZARO
¡Me
engañas!
DOLORES
¡No;
lo juro!
LAZARO
Déjame
abrir. (Dirígese a la puerta)
DOLORES
(Oponiéndose)
¡Por Dios te pido, huye!
LAZARO
¡Huir
ante un rival!...
DOLORES
(Con
dolor) ¡Cuánto me ofendes!
LAZARO
¿Pues
quién es?
DOLORES
No
lo sé... ¡ah! Tu madrina
al
marcharte bajó, y sube ahora...
LAZARO
Mi
madrina...
DOLORES
¡Cabal...
si aquí te viera!...
LAZARO
¡Tiemblas!...
DOLORES
¡El
susto!...
LAZARO
Voy;
(¡llevo un infierno!)
¡Adiós!
(Aunque
recelosamente, se marcha. Dolores cierra con cerrojo también la puerta por
donde se marchó Lázaro)
DOLORES
¡Adiós!
¡Salvado está, Dios mío!
ESCENA VII
Dolores y Melchor
DOLORES.
(Abre
la puerta de la Izquierda, y entra Melchor)
¡Entra!
MELCHOR
¡Tardaste!
DOLORES
¡Sí!
Oyeme y vete.
Ya
estás aquí, venciste, ya no lucho;
te
perdono, y tú perdonarme debes;
mas
vete, vete luego.
MELCHOR
¡Me
sorprendes, mujer! ¡También las paces
quiero!
DOLORES
¡Pues
bien!...
MELCHOR
Mas
no de esta manera.
DOLORES
¡No
entiendo!...
MELCHOR
Paz
amiga.
DOLORES
(¡Miserable!)
¡Melchor!...
MELCHOR
¡No
airada, sino dulce, amable!
Mi
intento fue sólo la cita al pedirte,
rendir
tu fiereza, tu rudo tesón;
mas
luego en el alma, bien puedo decirte,
que
se ha despertado mi antigua pasión.
DOLORES
(¡Qué
oigo!) (Injuriada en su más puro sentimiento)
MELCHOR
¡Dolores,
las paces sellemos!
Te
espero en mis brazos.
DOLORES
(¡Ya
no puedo más!)
MELCHOR
¡No
vienes!...
DOLORES
(Airada
y terrible) ¡O locos los dos estaremos...
o
tú el más inicuo y odioso serás!
MELCHOR
¡Dolores!
(Airado así mismo)
DOLORES
¡Ya,
verdugo
cruel
de esta mujer!
MELCHOR
¡Soportarás
mi yugo!
DOLORES
¡Qué
más quieres hacer!...
Traidor
mi honor robaste;
después
me abandonaste.
¡Mi
padre, pobre anciano,
por
tí, villano,
á
la tumba bajó!...
¡Te
perseguí anhelante,
esperando
constante...
y
mi honor en jirones
con
tus canciones
por
la calle rodó!...
¡Miserable!
MELCHOR
Todo
eso es ya pasado...
DOLORES
¡Vete
de aquí! (Con ademán grandioso de desprecio)
MELCHOR
Después
de someterte.
DOLORES
¡Melchor!
MELCHOR
He
prometido
a
los que afuera aguardan,
que
así como tú abriste,
la
puerta cerrarás.
DOLORES
¡Mal
apostaste!
MELCHOR
¿Te
niegas?
DOLORES
¡Sí!
MELCHOR
¡Veremos!
(Yendo hacia ella)
DOLORES
¡Tente!
(Abrese
violentamente la puerta del cuarto de Dolores, y aparece Lázaro, pálido,
demudado, temblando de dolor y de cólera. Deja la puerta totalmente abierta, y
se ve la ventana interior de par en par; las flores tronchadas, y la enredadera
caída del marco y dintel. Lázaro corre a cerrar la puerta de la izquierda, y
torna a desafiar a Melchor. La luna ilumina el cuarto de Dolores)
ESCENA VIII
Dichos y Lázaro
LAZARO
¡Espera!
MELCHOR
¡Tú!
DOLORES
¡Cielos!
MELCHOR
¡Qué
buscas!
LAZARO
¡Tu
vida!
MELCHOR
¡Comprendo!
¡Oculto
en tu cuarto! (A Dolores)
LAZARO
¡Defiéndete
ya!
DOLORES
¡Por
Dios!
MELCHOR
¿Es
ya tuya?
LAZARO
¡Aún
no!
MELCHOR
¡Pues
no entiendo!
LAZARO
¡Después
que tú mueras!...
MELCHOR
¡Yo!...
LAZARO
¡Mía
será!
DOLORES
¿Qué
has hecho?...
LAZARO
¡Enterarme
de su felonía!
MELCHOR
¡Villana
emboscada!
LAZARO
¡Cobarde!
MELCHOR
(Sacando
con rabia un puñal) ¿Qué oí?
¡No
más!
DOLORES
¡Por
la Virgen!
LAZARO
(Con
alegre ferocidad) ¡Así te quería!
¡Allí,
hay luz y espacio! (Por el cuarto de Dolores)
DOLORES
¡Teneos!
LOS
DOS
(Corriendo,
ciegos de furor) ¡Allí!
(Entran
en el cuarto y cierran por dentro. Dolores va de un lado a otro, loca de dolor.
Abre las puertas de izquierda y derecha, y forcejea en la de su cuarto)
ESCENA IX
Dichos; Gaspara, Celemín, Patricio, Rojas y Coro
DOLORES
¡Socorro!...
¡Aquí!... ¡venid! ¡Ay, triste!
¡Abrid!...
¡Corred!... ¡No cede, no!...
(Abrese
la puerta del fondo y aparece Lázaro descompuesto, respirando fatigosamente y
extraviada la mirada. Pasa, cierra la puerta, y permanece un momento inmóvil)
¡Ah!...
¡Lázaro!
LAZARO
¡Yo
soy!
DOLORES
¿Qué
hiciste?...
LAZARO
¡Ahí
se quedó!
(Arrójase
en el banco de la derecha, hundiendo el rostro en las manos)
DOLORES
¡Horror!...
(Cuando
ve que viene gente, pónese de espaldas a la puerta, como queriendo impedir que
nadie atraviese el dintel. Aparecen los de la rondalla con guitarras, etc.,
Celemín, Patricio y Rojas. Del interior, vienen Gaspara y algunas mozas)
CELEMIN
¿Quién
grita así?
GASPARA
Dolores
era.
ROJAS
¿Qué
ocurre?
DOLORES
¡Atrás!
CELEMIN
¡Aparta!
DOLORES
¡No!
PATRICIO
¿Qué
ocultas?
DOLORES
¡Nada!
CELEMIN
(Forcejeando
con ella) ¡Fuera!
DOLORES
¡No!
CELEMIN
¡Cederás!
(La separa y entran algunos)
CORO
¡Entremos!
¡Cielos!
CELEMIN
¡Muerto,
se
encuentra aquí Melchor!
DOLORES
¡Yo
le maté! (En noble arranque)
LAZARO
(Alzándose)
No es cierto;
yo
soy su matador.
GASPARA
¡Gran
Dios! (Cae desmayada al lado de la Virgen)
CELEMIN
¿Por
qué?
LAZARO
Liviano,
mancilló
esta mujer.
¡Yo
la amo!...
DOLORES
¡Huye!
LAZARO
¡No;
él fue un villano!
¡Yo
quedo de su muerte a responder!
FIN DE LA OPERA
Información obtenida en:
http://archive.org/stream/ladoloresdramalr1708bret#page/n3/mode/2up
http://archive.org/stream/ladoloresdramalr1708bret#page/n3/mode/2up
No hay comentarios:
Publicar un comentario