LAS TRAVIATAS
Zarzuela cómica en un acto.
Libreto de Luis Millá.
Música de Vicente Lleó.
Estrenada con éxito en el teatro Ruzafa
de Valencia el 20 de Abril de 1895.
REPARTO
(Estreno)
Pepa - Srta. Quetcutti.
Corista 1ª - Srta. Ferrer.
Corista 2ª - Srta. Jorro.
Tío Casio - Sr. Miró.
Diego - Sr. Sanchís.
D. Juanito - Sr. Esteve.
D. Paquito - Sr. Juaneda.
El Alcalde - Sr. Sauri.
El Alguacil - Sr. Martínez.
Mozo 1° - Sr. Belda.
Mozo 2º - Sr. Moyano.
Coro de ambos sexos.
La acción en Villafilfa.
Derecha e izquierda del actor.
ACTO UNICO
Patio de la Posada del tío Casio. En el
fondo, pero a la derecha, portalón de entrada con tapia corrida.—En primer
término izquierda, fachada de la posada con puertas y ventanas practicables: en
segundo término, un trozo de emparrado que figura seguir bastidor adentro
rodeando la casa. —En la derecha, puerta del granero con dos ventanitas
redondas encima como traga-luz. —En segundo término, puerta baja y ancha, es la
del establo.—En la izquierda del fondo, pilón para beber las caballerías. —Cubos
de madera, sacos, bancos, etc. Todo propio de una posada. Un letrero que diga Posáa.
ESCENA PRIMERA
Tío Casio, luego Pepa, por la ventana de
la casa.
TIO CASIO
Diego! Diego! ¿Dónde se habrá metido ese
muchacho? Diego! ni por esas. Maldita sea su estampa... En cuanto que huele el
trabajo desaparece como por arte de brujería: pus de mí no se ha de burlar; si
no lo encuentro, le doy un estacazo que lo deslomo. ¡Diego!
PEPA
Tío ¿por qué grita usted tanto.
TIO CASIO
Toma, pa que ese peazo de bestia humana de
Diego me oiga, y se presente, antes que de un palo le deje muerto para toda su
vida.
PEPA
Pero...
TIO CASIO
Náa: no lo disculpes, que no paece sino
que los dos os lleváis querencia amorosa por lo mucho que os defendéis siempre.
PEPA
Yo, tío...
TIO CASIO
No hay tío que valga. Es hora de dar la comida
a los animales de casa: y Diego, náa, sin que se le vea el pelo por nenguna parte.
PEPA
¿Pero no recuerda usted que el pobre
chico fue a pasear la noticia de la función que se echa esta noche en el pueblo
por ser el santo del Alcalde?
TIO CASIO
¡Toma, toma!... pus es verdad! Mía, tú:
ya no me acordaba. Con esta memoria tan desmemoriada que tengo, todo se me
olvida.
PEPA
¡Ve usted como Diego no tiene la culpa
si no está aquí! Pero usted con tal de reñirle...
TIO CASIO
Güeño: pero a la hora de comer las
bestias bien podía estar aquí.
ESCENA II
Dichos y Diego, con un cartelón de
teatro mal pintado.
DIEGO
Pus aquí estoy ya, cargao como un burro
y cansao como dos burros. ;Lo que pesa este trasto! Maldita sea la hora en que
dije sí, pa cargar con él y enseñarlo de casa en casa pa que lo lean.
PEPA
(Saliendo) Buen jornal te ganarás.
DIEGO
Tres riales y tóo el vino de que tenga
sed durante el día.
TIO CASIO
Que no es poco.
DIEGO
Quiá,
medio cuartillo por hora.
TIO CASIO
Y qué es lo que dice ahí?
DIEGO
Las señas de la función con comedia que echan
por la noche en el corral del tío Antón el tuerto.
TIO CASIO
¿El tuerto tiene teatro?
DIEGO
El Alcalde y el boticario que como ha
estudiao libros de meicina es hombre entendió en cosas de fiestas, lo han
establecido con cortinas y sábanas limpias, que da gloria mirarlo.
TIO CASIO
Sobrina, lee tú eso, ya que entiendes en
letras.
PEPA
Con mucho gusto. (Lee el cartel tal como
está escrito, deletreando, pero sin hacerse pesada)
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TEATRO DE VILLAFILPA
(CORRAL DEL TUERTO)
Junción pa hoy por ser el santo de
nuestro señor el Alcalde
LA GRANDE COMEDIA DE OPERA
LA TRAVIATA
con cómicos y cómicas traídos de MADRID
y con entrá pa
cavayeros del pueblo, 3 PERROS GRANDES,
pa niños que
no pasen de 20 AÑOS dos perros y las
mugeres por la metad
de lo dicho.
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TIO CASIO
¿Y qué cosa es esa de La Traviata?
DIEGO
Pus una cosa como quien dice... La
Traviata.
TIO CASIO
Ya, ¿pero qué consecuencia se saca?
DIEGO
Náa: una señora que tiene tos y que cantando,
cantando, hace como quien se muere... y ya está.
PEPA
Cómo sabes tú eso?
DIEGO
Toma, porque cuando han llegao al pueblo
los comediantes y los músiqueros, se han ensayado un poco y yo lo he visto todo.
TIO CASIO
Y es bonito?
DIEGO
¡Mucho, sobre todo cuando dicen:
Traviata, estira la pata, estira la pata, estírala más. (Entonando)
PEPA
¡Iremos a verlo tío!
TIO CASIO
No pué ser.
PEPA
Por qué?
TIO CASIO
Porque eso vale dinero y los tiempos no están
pa gastos.
PEPA
Por tres perros chicos!...
DIEGO
Quiá, sin perros también podrás entrar, Pepa.
PEPA
Cómo?
DIEGO
Justicamente traigo orden del Alcalde pa
que dé usted posáa esta noche a toas las traviatas.
TIO CASIO
Qué es eso?
DIEGO
Pus las que cantan juntas. Unas señoras muy
guapas.
PEPA
Ah! las del coro.
DIEGO
Justo: las traviatas. Con ellas podrías
entrar en el teatro, pa después acompañarlas a dormir.
TIO CASIO
A dormir también puedo acompañarlas yo.
PEPA
Como usted quiera, tío.
TIO CASIO
Tú tienes muchos quehaceres en casa.
PEPA
Eso sí.
TIO CASIO
Y cuántas son?
DIEGO
Pus... doce, (ó las que sean)
TIO CASIO
¿Todas mujeres?
DIEGO
Todas. Los hombres van a la otra posáa.
TIO CASIO
¿Ellas cenarán aquí?
DIEGO
¡Anda, anda, ya lo creo! Y poquita
hambre que traen, todas se quejaban del estógamo.
TIO CASIO
Tardarán mucho aún?
DIEGO
No lo creo, porque cuando yo me vine,
casi concluían el ensayo. Les indiqué el camino y me adelanté pa darle a usted
el aviso.
TIO CASIO
Pus no hay tiempo que perder. Anda, Pepa,
prepara la cena.
PEPA
Al momento.
TIO CASIO
Oye: mucha sopa de pan, muchas judías, mucha
ensalada y... unas pocas tajaditas de lomo... con mucho tomate. ¿Comprendes?
PEPA
Sí, Sí. (Váse por la puerta de la casa
1ª izquierda)
TIO CASIO
Y tú Diego, ve a dar de comer a las
bestias y de paso come tú también un bocado, pa que después nos ayudes a la
mesa a mí y a la Pepa.
DIEGO
Corriente.
TIO CASIO
Ah, mira; mete ese cartelón a la cuadra que
aquí estorba.
DIEGO
Güeno. (Váse tío Casio por la casa: 1ª
izquierda y Diego con el cartel por la cuadra: 2º derecha)
ESCENA III
Ligera pausa: salen por el fondo las Coristas
con sombreros y sombrillas, cabás, etc.
(Música)
CORO DE SEÑORAS
UNAS
¿Es esta la posada?
OTRAS
Allí se ve el letrero.
UNAS
Pues no nos dicen nada.
OTRAS
Entremos.
UNAS
Posadero. (Dando palmadas)
OTRAS
Posadero.
UNAS
Posadero.
OTRAS
Posadero.
UNAS
Buena es esta!
OTRAS
Posadero.
UNAS
Que le espero!
OTRAS
Posadero.
TODAS
No contesta!
Somos las chicas del coro
por precisa obligación,
Traviatas de seis pesetas,
seis pesetas por función.
Mañana quizás seremos
Sonámbulas de verdad,
Favoritas ó Lucrecias
por la misma cantidad.
Todas somos españolas
del mismísimo Madrid,
y cantamos italiano,
en francés y hasta en latín.
Lo mismo nos da Meyerbeer,
Verdi, Vagner y Bretón,
que Valverde y Lagartijo,
si inventase una canción.
Todo lo cantamos
por seis pesetas;
somos Traviatas,
somos Profetas,
Somos Ebreas
y Africanistas,
y en Al agua patos
somos bañistas.
Damos asaltos,
bailamos jotas,
batimos cajas,
calzamos botas,
Y Cereceda
quieras no quieras,
nos hizo monjas
y trompeteras.
Esa es la verdad, —esa es la verdad,
lo hacemos todo —por necesidad.
Pues muy bien se ve, — pues muy bien se
ve,
que el Dios que adoramos —es el parné.
ESCENA IV
Las mismas y Tío Casio por la casa, y
luego Pepa.
(Hablado)
TIO CASIO
Anda, anda! Bien se echa de ver que sois
gente de teatro, que siempre estáis alegres y campantes. (¡Pus son guapas de verdad!
Me gustan estas Traviatas...)
CORISTA 1ª
¿Pero es esta la posada?
TIO CASIO
Sí, esta es, y yo el posadero... (Y tú
una morena de primera caliá)
CORISTA 1ª
Pues aquí nos tiene usted.
TIO CASIO
Y ustedes me tienen a mi espatarrao de gusto.
TODAS
¿Por qué?
TIO CASIO
Por que son ustedes muy guapas, sobre
todo tú (A la corista 1ª)
CORISTA 2ª
Chica, que se te declara.
TODAS
¡Ja, ja, já! (Riéndose)
PEPA
(Saliendo) Tío, ya está la cena.
TIO CASIO
Queréis cenar ya?
TODAS
Sí, sí.
TIO CASIO
Pus andando. Si os gusta estar al
fresco, serviremos la cena en la mesa bajo la parra, por la parte del huerto.
Allí estaréis frescas y anchas (Ansina ahorraré luz)
TODAS
Sí, sí, mejor. Al fresco, al fresco.
TIO CASIO
Pus anda sobrina, saca platos y mantel y
arréglalo todo.
TODAS
Nosotras ayudaremos.
(Dejan sombreros y sombrillas colgados
en la pared y en sitio apropósito. Vánse con Pepa por la casa, saliendo en
seguida con platos, botellas, vasos, etc., que se llevan por detrás de la casa
ó sea 2ª izquierda)
ESCEXA V
Tío Casio. A poco Diego, por la cuadra,
2ª derecha.
TIO CASIO
Lo dicho, dicho: que me gustan mucho las
traviatas. ¡Las hay de todos colores! (Coincidiendo la salida de ellas con
platos, etc., según va clasificándolas) Rubias, morenas, trigueñas, gordas,
flacas, altas, bajas... ¡Vaya! pa tóos los gustos. Lo que es a mí me gustan
todas. Claro, como que ha seis años que enviudé y dende entonces acá... (Oyese
rebuznar el borrico en la cuadra) ¡Quién me llama!
DIEGO
Nadie, soy yo que...
TIO CASIO
¿Y qué quieres tú?
DIEGO Que no hay cebada pa el burro.
TIO CASIO
Toma la llave del granero (Se la da),
verás un saco empezao, sácala de allí.
DIEGO
Está bien, (Váse 1º derecha)
TIO CASIO
Pus como decía, dende que enviudé, que me
gustan más que nunca las mujeres. Lo que es yo pa ellas soy corto, muy corto...
Si no temiera ser descubierto, lo que es esta noche yo. . . (Rebuzno en la
cuadra) . Calla condenao, calla, que no te faltará tu ración: así no me faltase
la mía. (Oyense risas de las coristas) Ea, voy a ver que les ocurre. (Váse 2º derecha)
ESCENA VI
Pepa, por la casa con una gran cazuela
de guisado, de la cual sale humo. Diego, por el granero (1ª derecha) con una
espuerta con cebada.
(Música)
DIEGO
Mi Pepa.
PEPA
Mi Diego.
DIEGO
¿Qué traes ahí?
PEPA
Guisao con tomate. (Mostrándolo)
DIEGO
Cebá traigo aquí. (Mostrándolo)
PEPA
¿Me quieres?
DIEGO
Yo mucho
¿y tú?
PEPA
Mucho, sí.
DIEGO
Pus dame un abrazo.
PEPA
Qué pueden venir.
DIEGO
No temas, tontica
que nadie vendrá,
deja la cazuela
cual yo la cebá;
que esperen aquéllas
y el burro también,
y escucha bien mío
lo que te diré.
(Dejan cada uno su carga en un lado de
la escena, encima de un banco, silla, poyo, etc., para el juego)
Yo te quiero más, Pepita,
que el cerdo la calabaza,
que la alfalfa los jumentos
y que un alcalde la vara.
Cuando tenga los dineros
precisos pa poner casa
me caso contigo, Pepa,
y en seguida me haces papa.
PEPA
Qué vienen!
DIEGO
No, quiá.
PEPA
Yo creo?
DIEGO
No es náa...
(Van a mirar a la puerta del fondo y
laterales y sin notarlo, cambian de sitio)
PEPA
Yo también te quiero, Diego,
te quiero con toda el alma,
como quiere al tortolito
la tórtola enamorada;
pero si se entera el tío
nos quita las esperanzas,
nos atiza una paliza
y nos descalabra.
DIEGO
Tan bruto es?
PEPA
Lo es en verdad.
Bien sabes que es un tío
de tamaño natural.
DIEGO
No será así.
Si lo será.
DIEGO
Pues ahora que no mira
dame un abrazo no más.
PEPA
Por uno, vaya, (se abrazan)
DIEGO
Abraza ya.
Tu eres mi dulce
felicidad
PEPA y DIEGO
Ay, qué placer tan grande
estar siempre a tu lado,
siempre así.
Yo seré muy feliz,
Ay calla por favor,
me muero yo de amor.
Ay, qué placer tan grande
tenerte así a mi lado,
y mirarme en tus ojitos
que me tienen dislocado.
Poder aspirar siempre
tu aliento seductor,
gozar eternamente
de tu puro amor.
PEPA
Suéltame ya.
DIEGO
Deja por Dios.
PEPA
Nos van a ver.
DIEGO
Mucho mejor.
DIEGO y PEPA
Mi dulce bien.
Mi solo amor.
Mi solo a... (Interrupción)
TIO CASIO
(Voz adentro) ¡Diego!
DIEGO y PEPA
Nos fastidió.
(Váse corriendo. Pepa con la cebada y Diego
con la cazuela)
ESCENA VII
Tío Casio, que casi ha sorprendido a los
jóvenes. Luego Pepa, Diego y Coristas.
(Hablado)
TIO CASIO
¡Eh! ¡Qué es eso! Me paece, me paece... que
aquí pasa algo irregular. Gomo averigüe con certeza que ese bruto de Diego enamora
a mi sobrina, de. un estacazo le rompo lo indispensable pa toa su vida. (Gritos dentro) Pero qué escándalo es ese!
CORISTA 1ª
¡Esto es atroz!
CORISTA 2ª
¡Esto no tiene nombre!
PEPA
Dispensen ustedes, si fue...
TIO CASIO
Qué es ello?
CORISTA 1ª
Una burla que no queremos tolerar.
TODAS
De ninguna manera.
TIO CASIO
¡Pero me diréis de una vez!
CORISTA 1ª
Que nos han presentado en la mesa una ración
de cebada.
TIO CASIO
Demonio! Cómo ha sido eso, sobrina?
PEPA
Por equivocación, porque Diego y yo
cambiamos, sin notarlo, la cazuela por... ¿Qué has hecho del guisao, contesta?
(A Diego que se encuentra a su derecha)
DIEGO
Se lo ha comido tóo el borrico.
(Mostrándole la cazuela vacía)
TIO CASIO
Habrá animal! Darle al borrico una
cazuela de magras con tomate.
DIEGO
Pus bien que le ha gustao. Aún se relame
los ocicos de gusto.
CORISTAS
Qué barbaridad.
TIO CASIO
Te voy a romper lo indispensable para vivir.
PEPA
No por Dios, tío: no tiene él toda la
culpa, no. Por servir aprisa... equivocamos... pero vengan ustedes, vengan, que
aún hay más.
DIEGO
Tóo es broma!
CORISTA 1ª
Valiente broma!
CORISTA 2ª
Vaya unas bromitas... (Vánse las
coristas por la 2ª izquierda. Pepa por la casa, saliendo al poco con una
cazuela de guisado)
ESCENA VIII
Tío Casio y Diego (Pausa)
TIO CASIO
¡Te digo, Diego, que eres atroz!
DIEGO
Si yo no...
TIO CASIO
Cállate, zopenco.
DIEGO
Pero si yo...
TIO CASIO
Que te calles, te digo, Diego. Hace días
que te sigo sin sosiego las zancadas, y reniego del pago que me das, Diego.
DIEGO
Pero...
TIO CASIO
Diego, te digo que no soy ciego.
DIEGO
Otra te pego! ¿Pus qué hago?
TIO CASIO
Que enamoras a la chica.
DIEGO
Yo...
TIO CASIO
Tú, sí; te advierto, pues, que te andes
con cuidao, porque si te atrapo en-frio-guante, de un palo te rompo lo
indispensable.
DIEGO
(Qué será eso?)
TIO CASIO
Mi sobrina no se ha criao pa un criao
como tú, pelao como una rana.
DIEGO
Pelao, pelao: ¿y si tuviera dinero?
TIO CASIO
Si tuvieras, si tuvieras... Entonces
sería otra cosa. Pero qué has de tener tú, si eres de lo más perdió que se ha
conoció.
DIEGO
No tanto; tengo un tío rico.
TIO CASIO
Bueno ¿y qué?
DIEGO
Que puede que cuando se muera me haga su
heredero.
TIO CASIO
Sí, puede; pero lo que no puede es que
tú te cases con mi sobrina... hasta que tengas lo menos... menos... cincuenta
duros.
DIEGO
Cincuenta duros! Os cojo la palabra, tío
Casio.
TIO CASIO
Coje lo que quieras; pero guárdate de
que yo coja una tranca y te rompa lo indispensable. Conque éa, ya estás enterao)
(Váse)
ESCENA IX
Diego.
DIEGO
Está visto; aquí, lo principal es tener
dinero y náa más. ¡Cincuenta duros! ¿De dónde podría yo sacar tanto dinero? De
ninguna parte. ¡Si ya no hay dinero en el mundo! Es decir, en el mundo sí lo
habrá, pero lo que es yo, no tengo un real, ni de dónde sacarlo.
ESCENA X
El mismo y Alguacil, por el fondo;
después Coristas. Tío Casio, y Pepa, que va entrando en la casa el servicio de
la mesa.
ALGUACIL
¡Eh, Diego, chico!
DIEGO
¿Quién me llama?
ALGUACIL
Yo, el alguacil del pueblo.
DIEGO
Y qué quieres?
ALGUACIL
En dónde están esas?
DIEGO
Quiénes? Ah, ¡las traviatas! Cenando.
ALGUACIL
Pues el Alcalde está que rabia: ya es
tarde, y dice que si antes de diez minutos no se empieza la función, no paga a
nadie.
CORISTAS
¡Allá vamos! ¡Allá vamos!
ALGUACIL
Corriendo que el Alcalde rabia. Ya está tóo
el mundo en el tiatro y solamente faltáis vosotras.
CORISTAS
Vamos, vamos. (Recogiendo sus sombrillas
y poniéndose los sombreros)
TIO CASIO
Escuchad, chicas: cuando volváis de la función,
si no me encontráis por el camino será señal de que he tenido sueño, pero hallaréis
la puerta entorná y candeleros encima la mesa. Subís al primer piso, y los cuartos
número dos, cuatro y seis, son los vuestros. ¿Oís? Dos, cuatro y seis; los números
pares. Todas pares... que en los nones no hay muebles.
TODAS
Está bien, está bien.
ALGUACIL
Andando que es tarde y el Alcalde rabia.
TODAS
Que rabie, que rabie. (Mucha zaragata,
vánse por el fondo)
TIO CASIO
Vaya, que me gustan mucho. Aquella
morena es capaz de hacer perder los hilos a
un palo del tilégrafo.
PEPA
Ya estoy lista, tío.
TIO CASIO
Güeno, ahora a arreglar las camas. (Váse
Pepa por la casa)
Eh, tú, Diego, si quieres ir un rato a
la comedia, puedes marcharte, que yo... yo puede que también vaya. (¡Qué
morena! ¡Qué morena!)
ESCENA XI
Dicho.
DIEGO
Bueno estoy yo pa comedias. Tengo el
corazón como un grano de anís; tener ganas de casarse y quedarse con las ganas
por no tener unos malditos perros. Y el tío Casio dale conque si me ve enamorar
a la Pepa me romperá ¡lo indispensable! ¡Lo indispensable! ¡Qué será eso! No
sé, pero lo indispensable para mí, es casarme.
(Música
en la orquesta)
¡Eh! Quiénes son estos?
ESCENA XII
El mismo, Don Juanito y Don Paquito, por
el fondo. Son dos viejos jóvenes, ó dos jóvenes viejos. Visten a la última
moda, a lo dandy. Bastoncito, lentes, etc. Muy movidos y juguetones.
(Música)
DON JUANITO
Yo soy un tunante
que vale por dos.
DON PAQUITO
Yo soy un pillastre
de marca mayor.
DON JUANITO
Yo me llamo Juanito,
Juanito Quintín.
DON PAQUITO
Yo me llamo Paquito,
Paquito Chilín.
DON JUANITO
Juanito Quintín.
DON PAQUITO
Paquito Chilín.
DON JUANITO
Quintín.
DON PAQUITO
Chilín.
DON JUANITO
No hay modista
que me resista,
pues soy atroz.
DON PAQUITO
No hay soltera
que no me quiera,
pues soy feroz.
DON JUANITO
No hay casada
que mi mirada
sufra de amor.
DON PAQUITO
No hay viudita
que pobrecita
muestre rigor.
LOS DOS
De la Castellana,
del Scating-ring ,
de las reuniones
de mistó y sprit,
de las contradanzas
del sport gentil
y de las carreras
soy el figurín. (Bailan)
DIEGO
No sé lo que dicen
nada comprendí,
yo creo que hablan
en gringo ó latín.
(Hablado)
DON JUANITO
Conque... vamos a ver, ¿qué te parece
esto, muchacho?
DON PAQUITO
Sí, muchacho, ¿qué te parece?
DIEGO
Pus me paece... me paece... que si
siempre bailan así, se cansarán mucho.
DON JUANITO
¡Ca! Somos muy fuertes nosotros.
DON PAQUITO
Nosotros somos muy fuertes.
DON JUANITO
Muy calaveras.
DON PAQUITO
Muy calaveras.
DON JUANITO
Muy tunantuelos.
DON PAQUITO
Muy tunantuelos.
DIEGO
Bien, pero ¿quiénes son ustedes?
DON JUANITO
Nosotros somos unos pillos.
DON PAQUITO
Unos pillos.
DIEGO
Y me lo dicen en la cara! Largo de aquí
en seguida.
DON JUANITO
No, hombre, no; no has entendido.
DON PAQUITO
No has entendido, hombre.
DIEGO
Pus explicotense mejor.
DON JUANITO
Somos unos conquistadores, unos
tenorios. Desde la princesa altiva a la que pesca en ruin barca...
DIEGO
Este no es pueblo de pesca.
DON JUANITO
Puede que sí sea.
DIEGO
Les digo que no.
DON PAQUITO
Puede que sí.
DIEGO
Pus no puede, porque el río pasa a
cuatro leguas del lugar.
DON JUANITO
¡Cuatro leguas! Tiene gracia.
DON PAQUITO
Sí que la tiene.
DIEGO
(¿Dónde la tendré?)
DON JUANITO
No se trata de la pesca que tú supones, sino
de otra pesca, pesca mayor.
DIEGO
¿Pesca mayor?
DON JUANITO
Sí, mayor.
DON PAQUITO
Mayor!
DIEGO
(¿Sí estarán locos? Les diré a todo que
sí)
DON JUANITO
Con que, vamos a ver. ¿Te ganarías cinco
duros?
DIEGO
Ya lo creo.
DON JUANITO
Bravo!
DON PAQUITO
Bravo!
DIEGO
Vengan.
DON JUANITO
Espera. Para ganarlos es preciso hacer algo.
DIEGO
Díganme qué hay que hacer.
DON JUANITO
Primero has de contestar a unas
preguntas.
DIEGO
Ustés dirán.
DON JUANITO
Vamos a ver.
DON PAQUITO
Vamos a ver.
DON JUANITO
Es cierto que esta noche duermen aquí unas
coristas?
DIEGO
Cuálas?
DON JUANITO
Las del teatro, hombre.
DON PAQUITO
Las del teatro.
DIEGO
Ah! Las traviatas? Sí.
LOS DOS
¡Cómo las traviatas!
DIEGO
Las que cantan en la función?
LOS DOS
Sí.
DIEGO
Pus, las traviatas.
DON JUANITO
Las llama traviatas! ¡Tiene gracia!
DON PAQUITO
Vaya si la tiene.
DIEGO
Dale con la gracia.
DON JUANITO
Sí, hombre, que la tiene.
DON PAQUITO
Sí que la tiene, hombre.
DIEGO
Güeno: no tengo ningún inconveniente, la
tiene.
DON JUANITO
Pues bien: esta noche es preciso que nos
dejes entrar en el cuarto de ellas, y...
DIEGO
Y ahora sí qué tengo inconveniente en ello.
DON JUANITO
Porqué tontín?
DON PAQUITO
Porqué tontón?
DIEGO
Porque?... demonio! Demonio!
DON JUANITO
Te daré cinco duros.
DIEGO
No...
DON PAQUITO
Yo otros cinco.
DIEGO
No...
DON JUANITO
Diez duros.
DIEGO
No...
DON PAQUITO
Yo diez más.
DIEGO
No...
DON JUANITO
Veinte.
DON PAQUITO
Veinte.
DIEGO
Vengan, vengan. (De pronto y extendiendo
las manos)
DON JUANITO
Vamos.
DIEGO
No: digo que vengan los dineros.
DON JUANITO
Ah! Toma.
DON PAQUITO
Toma.
DIEGO
Está bien.
DON JUANITO
Ahora vamos a cuentas.
DIEGO
Qué! ¿No los han con1ao ustedes? Bien
están. (Guardándolos)
DON JUANITO
No es eso. Ahora lo que has de hacer es escondernos
en sitio seguro, que no nos descubra nadie.
DON PAQUITO
Eso.
DIEGO
Pus el mejor sitio es en la cuadra; allí
con las bestias nadie sospechará...
DON JUANITO
Pero...
DIEGO
Náa: se esconden allí, que aunque hagan ruido
no serán oídos, porque el burro nunca está quieto y les confundirán con él.
DON JUANITO
Bueno, pero para saber el momento
preciso de salir?
DIEGO
Es verdad... y lo malo es que el tío
Casio algunas noches echa el cerrojo por fuera, y si se le ocurre guardarse la llave...
DON JUANITO
Demonio!
DON PAQUITO
Diablo!
DIEGO
Calle! Ahora que digo la llave! Yo tengo
la del granero. Escóndanse en él.
DON JUANITO
Dónde está?
DIEGO
Allí. (Señalando la 1ª derecha)
DON PAQUITO
Y las habitaciones de ellas?
DIEGO
Allá. (La segunda ventana de la casa)
DON JUANITO
¿No sería mejor escondernos ya en la
casa?
DIEGO
No: porque el tío Casio, mi amo, podría registrar
y... de un palo romperles a ustedes lo indispensable.
DON JUANITO
Qué es eso de lo indispensable!
DON PAQUITO
Qué es!
DIEGO
No sé, pero ello debe ser algo de la
persona, porque el tío Casio siempre dice que me lo romperá porque enamoro a su
sobrina.
DON JUANITO
Comprendido.
DON PAQUITO
Comprendido.
DIEGO
Por eso digo que lo mejor es el granero;
se meten en él, y no se muevan hasta que yo les haga una seña cualquiera.
Entonces salen, y con la ayuda de una escalera de mano saltan por la ventana
y...
DON JUANITO
Bravo!
DON PAQUITO
Soberbio!
DON JUANITO
Pero qué seña nos harás que no dé que sospechar?
DIEGO
Pus... misté: yo sé hacer el burro muy bien;
daré un rebuzno.
DON JUANITO
Magnífico!
DON PAQUITO
Piramidal!
DIEGO
Un rebuzno fuerte: ya verán ustedes,
parecerá de un borrico entero y verdadero.
DON JUANITO
Lo creo.
DON PAQUITO
Lo creemos.
DIEGO
No tengan cuidiao.
DON JUANITO
Pues al avío.
DON PAQUITO
Al avío.
DIEGO
No, al avío, no: al granero.
DON JUANITO
Al granero.
DON PAQUITO
Al granero.
DIEGO
Ahí va la llave; ciérrense ustedes por dentro.
(Vánse por el granero, 1º derecha)
ESCENA XIII
Diego, solo.
DIEGO
Ya sé que lo que hago no es de ley, pero
teniendo como tengo cuarenta duros... ya no me faltan más que diez pa tener
cincuenta. Lo cual quiere decir, que si el tío Casio me rebaja estos diez duros
del matrimonio, me caso con la Pepa, compro medio pueblo al contao y la otra
mitad a rédito y soy feliz por los cuatro costaos de toda mi persona. (Váse)
ESCENA XIV
El teatro completamente a oscuras. Larga
pausa.
(Música)
Lejana como traída por el viento en la
quietud de la noche. De pronto, gritos, pedradas, silbidos y voces de ;pillos!
¡granujas! ¡matadlos! En desordenado tropel entran por la puerta del fondo las
Coristas, vistiendo el traje del tercer acto de La Traviata, con panderetas,
etc. El Alguacil y el Alcalde las siguen: los lugareños, armados con sendos
garrotes, entran también en escena, pero son rechazados a puñetazo limpio por
dicho Alcalde y Alguacil, que logran cerrar el portalón del fondo. Gran silba y
pedradas por parte del pueblo, que asoma por las tapias del patio. Compréndase bien
la situación. La ópera ha fracasado; todos los artistas han podido huir, solamente
las pobres coristas han sido perseguidas de cerca por los Villafilfeños, que
están furiosos. Salen con farolillos, tío Casio, Diego y Pepa. Asómanse por las
claraboyas del granero, D. Juanito y D. Paquito.
Alcalde y Coro General.
ELLAS
Socorro! socorro!
socorro por Dios.
ELLOS
Indinas! Tunantas!
ELLAS
Socorro! Favor!
ELLOS
Cojedlas! Matadlas!
ELLAS
Pero esto es atroz!
ALCALDE
Dejadlas us digo
ELLOS
Queremos función.
Que canten, que bailen,
que bailen, si no,
que devuelvan los dineros,
y todo se acabó.
(Hablado)
ALCALDE
Silencio us digo.
UNO
Que nos devuelvan los dineros.
OTRO
Que bailen.
ALCALDE
Al que chiste lo meto en la cárcel.
TIO CASIO
Pero qué escándalo es este, señor
Alcalde?
ALCALDE
Qué ha de ser: que los cómicos mus han dao
la gran castaña. Figúrese usted, tío Casio, que yo alquilé una compañía pa que
echasen ópera en el teatro por ser el día de mi santo. Yo les dije: —Quiero
ópera, pero buena, cueste lo que cueste.—Pus bien; ¿no empiezan los maldecíos a
cantar tóos de un modo... con una lengua que naide les entiende?
CORISTA 1ª
Claro, en italiano!
ALCALDE
Pus para el pueblo maldito lo claro que está.
CORISTA 1ª
Las óperas se cantan así.
ALCALDE
Pus no señor: en el pueblo que yo mando,
aquí, en Villafilfa, se ha de cantar en castellano español pa que tóo bicho se
entere. Digo bien, chicos? (Al pueblo)
PUEBLO
Mú bien, mú bien.
ALCALDE
(Cómo intrepeto el gusto del pueblo) Las
cosas claras, claritas.
UNO
Pa eso hemos pagao.
ALCALDE
Dice bien Estanislao, pa eso...
CORISTA 1ª
Pero, si nosotras...
ALCALDE
Vosotras y todos los demás comediantes y
canteros que se han escapao sin poderlos coger; cuando el señor Gobernador se
entere de lo ocurrió, lo menos os mete en la cárcel, con cadena perpetua pa
tres meses y pico.
CORISTA 1ª
(Qué bárbaro)
ALCALDE
Los de Villafilfa somos así. A las
buenas, bieno; pero a las malas naide nos apea. El que trata de engañarnos le
cuesta la torta un pan. Digo bien, chicos? (Al pueblo)
UNO
Sí, sí: pero que nos devuelvan los
cuartos.
OTRO
O que canten.
OTRO
O que bailen.
ALCALDE
Ya lo veis: el pueblo pide justicia y yo
soy el que he de ajusticiarle. Bien podría esigiros
que mus cantaseis aquí mismo toda la
ópera en castellano, pero como ya es tarde y mañana quien más y quien menos ha
de madrugar pa ir a tirar del arao, mus contentaremos conque mus toquéis algo
con las panderetas y que cantéis algo también. ¿Qué pide el pueblo?
UNO
Una jota.
TODOS
Eso, eso.
ALCALDE
Estáis conformes?
TODOS
Sí, sí.
CORISTA 1ª
Pero si nosotras no sabemos...
ALCALDE
Tú, Pepa; chica, tú que entiendes de
canciones dales la tonáa. (La Pepa se adelanta al proscenio; las coristas
forman semicírculo en la derecha; el pueblo en las tapias tañendo los bastones como
guitarras. Los demás personajes a la izquierda)
(Música)
PEPA
Es la jota esencia pura
del carácter español,
pues encierra en una copla
la alegría y el dolor.
Y el alegre cantar de la jota
da en el pecho más brío y valor
y estallar hace al fin en los labios
el inmenso volcán del amor.
(Los lugareños repiten la estrofa y no
pudiendo contener su entusiasmo, saltan la tapia y se ponen a bailar con las
coristas)
CORO
Con tu saya corta
con tu zarandeo,
con tu pandereta
tu gracia y jaleo,
me robas la calma
me matas el alma,
ya no puedo más,
baila tu conmigo
que la copla digo
hasta reventar. (Bailan)
(Hablado)
ALCALDE
Ansina me gusta, ansina. Lo que se
cante, claro, clarito: sin tropiezos ni gorjeos extranjeros. ¿Estáis contentos, muchachos? (Al
pueblo)
TODOS
Sí, sí.
ALCALDE
Pus éa: cada mochuelo a su olivo, que
esto ya está servío y concluío.
PUEBLO
Vamos, vamos.
ALCALDE
Buenas noches.
TIO CASIO
Buenas noches.
(Vánse por el fondo, Alcalde, Alguacil y
pueblo)
ESCENA XV
Tío Casio, Diego, Pepa y Coristas.
TIO CASIO
Güeno: a dormir tóo el mundo, que ya es hora.
Tú, Diego, cierra bien las puertas; vosotras, venid pa arriba que os guiaré a vuestras
habitaciones. Haz luz, Pepa.
(Entran las Coristas en la casa)
PEPA
Por aquí, señoras (Guiándolas)
TIO CASIO
(Que es el último en entrar) (Cuidiao si
es morena esta morena)
ESCENA XVI
Diego, después D. Juanito y D. Paquito,
en los tragaluces del granero.
DIEGO
¡Cómo me las arreglaría pa decir a la Pepa
que ya soy rico! El tío Casio no la deja sola un momento, paece que sospecha
algo. Si pudiera verla por la ventana.
DON JUANITO
Pst, pst, muchacho.
DIEGO
Eh! Quién va!
DON JUANITO
Nadie: somos nosotros.
DON PAQUITO
Nosotros.
DON JUANITO
Di: ¿qué escándalo ha sido ese?
DIEGO
Cuál?
DON JUANITO
Ese del coro.
DIEGO
Náa, cosas del pueblo.
DON JUANITO
Acuérdate de que estamos aquí.
DIEGO
No se me olvida, no.
DON JUANITO
Y cuando llegue el momento, la seña ¡eh!
Mira que esperamos tu rebuzno.
DIEGO
No faltará.
DON JUANITO
Entonces saldremos...
DON PAQUITO
Y entraremos ¿eh?
DIEGO
Sí, sí.
DON JUANITO
Pues hasta que rebuznes.
DIEGO
Pierdan ustedes cuidiao. (ocultándose d.
Juanito y d. Paquito) Pus señor, lo que es a la Pepa no se la ve por ningún
lao. Puede que haciendo la señal que tenemos convenida pa cuando queremos
hablarnos solos, baje un momento. Probemos. (Imita el canto de la codorniz) Si
salía el tío Casio... Mejor será ver si la pillo por detrás. Apagaré el farol
pa que no me vean. (Lo apaga: váse por la 2ª izquierda)
ESCENA XVII
Tío Casio, por la casa embozado con una
ancha capa.
TIO CASIO
Sí, sí, esto es lo más prudente. Arriba están
todas juntas y una por la otra no se puede hablar con ninguna. Si logro que la
morena baje, soy feliz. Al entregarle su candelero le he guiñao el ojo derecho
de un modo tan expresivo que creo me habrá entendido bien, pus ha dicho, así
como por descuido: —La noche está fresquita ¡como me gustan las noches frescas!
—Creo que esto es algo: ya lo creo. Por eso he bajao: embozadito con la capa,
si alguien me ve, lo que es por el perfil no creo que me conozcan. Veamos si
por la ventana del huerto puedo volverla a guiñar el ojo.
(Se emboza y se va por 2ª izquierda)
ESCENA XVIII
Pepa, por la casa. Después Tío Casio, y
en seguida Diego.
PEPA
Me pareció oír la señal que me hace
Diego todas las noches que quiere decirme algo a escondidas del tío. Le
esperaré en el sitio de Costumbre. (A tientas va a sentarse en un banco del
primer término derecha, junto al granero)
TIO CASIO
Quiá. Lo mejor es atacarla de frente.
Si; a las mujeres hay que tomarles siempre la delantera.
PEPA
(Ya está aquí Diego) Diego, (con voz
apagada)
TIO CASIO
¡Eh! ¡Me pareció oír!... Por allá ha
sido, si, acerquémonos.
DIEGO
(Saliendo) La Pepa no está en la casa,
por las ventanas de atrás bien se ve... ¡Caracoles! ¡Dos bultos! uno macho y
otro hembra: si, la Pepa uno y el otro... el otro... ¡Calle! si será el hijo
del boticario que ha tres noches que la ronda! Sí, sí, él es, embozao en su
capita... Ah, pues hoy si que te ganas la gran paliza. Toma, pillastre. (Dándole
un palo)
PEPA
¡Ay ! (Huye a la casa)
TIO CASIO
¡Uy! (Rebuznad borrico dentro de la
cuadra)
DIEGO
Calle maldecío, que me comprometes.
(Váse a la cuadra 2ª izquierda)
DON JUANITO
La señal, chico!
DON PAQUITO
La señal!
TIO CASIO
¡Valiente estacazo me han regalao! ¡Y quién
habrá sido! ¡La puerta del granero se abre! Pus pa cuando salgan por ahí no les
arriendo la ganancia. (Se coloca junto a la puerta)
DON JUANITO
Al asalto chico.
TIO CASIO
Toma la vuelta. (Va dando a D. Juanito
de palos hasta desaparecer los dos por detrás de la casa. D. Paquito queda en
escena completamente aturdido)
DON PAQUITO
Pero señor, qué es esto! ¿Dónde estoy? D.
Juanito! D. Juanito! ¡No contesta! No veo a nadie... He perdido los lentes;
verdad que si los tuviera de poco me servirían, está esto tan oscuro ¡Estoy
aturdido! Oímos la señal, el rebuzno, bajamos... y después... una cosa así como
quien ahueca colchones.
ESCENA XIX
D . Paquito y Pepa en la ventana.
PEPA
Qué habrá pasado en el granero. Diego, Diego,
(con voz conmovida y poco inteligible)
DON PAQUITO
Eh! parece que dicen fuego. (Muy marcado)
PEPA
Diego.
DON PAQUITO
Ciertos son los toros ¡fuego! ¡fuego!
PEPA
¿Fuego? ¡Dónde! ¡Socorro!
ESCENA XX
Dichos y Diego por la cuadra.
DIEGO
¡Fuego! Dónde está el fuego?
DON PAQUITO
En la casa.
DIEGO
Demonio!
CORISTAS
(Dentro) ¡Fuego! ¡Fuego!
DON PAQUITO
¿Oye usted?
DIEGO
Es verdad, en la casa es. (Abre la
puerta del fondo y desaparece gritando)
ESCENA XXI
Don Juanito por la casa.
DON JUANITO
¡Ay! ¡ay! Dios mío de mi alma! ¡Qué
paliza! ¡qué paliza! La gran suerte que di el quiebro. Al granero me vuelvo.
(Entra y cierra)
ESCENA XXII
D. Juanito, Pepa, Diego, Tío Casio, Alcalde,
Coristas y Pueblo.
VOCES
Fuego! Fuego! (Salen vecinos con faroles
y cubos)
CORISTAS
Socorro! Favor!
TIO CASIO
Qué es eso de fuego!
DIEGO
Sí, en la casa.
TIO CASIO
¡Demonio!
DIEGO
No asustarse, que aquí está medio
pueblo.
ALCALDE
Y el Alcalde tóo entero.
TIO CASIO
Pero dónde está el fuego?
DIEGO
En la casa, no lo he dicho?
PEPA
No, en el granero. La primera voz se dio
allí.
ALCALDE
Muchachos: llenad los cubos y sin abrir
la puerta echad agua por los agujeros para Sofocar el fuego. (Lo hacen)
DON JUANITO
¡Socorro! ¡que me ahogo! ¡que me ahogo!
ALCALDE
Qué voz es esa? (Abren y sale D. Juanito
chorreando)
ALCALDE
¡Eh! ¿Quién es usted?
DON JUANITO
No lo ven ustedes! un besugo chorreando.
ALCALDE
Qué hacía usted ahí dentro?
DON JUANITO
Pues, tomar un baño.
TIO CASIO
De modo ¿qué no hay fuego?
DON JUANITO
Ca, hombre. Lo que hay es el diluvio
universal.
ALCALDE
Y a qué han venido aquí?
DON JUANITO
Yo, a bañarme; ya lo he dicho.
ALCALDE
Y usted? (A D. Paquito)
DON PAQUITO
Pues yo... (invente usted algo y le doy cinco
duros). (A Diego que se encuentra a su lado)
DIEGO
Misté señor alcalde, yo lo diré tóo.
TIO CASIO
Tú!
ALCALDE
Explícate hombre.
DIEGO
Pus tóo lo sucedió ni ha sido más que un
mal entendió por parte de tóos. No hay fuego ni náa: lo que hay, es que estos
señores son algo así como... parientes de las traviatas y queriéndolas dar una
sorpresa, pá que yo les ocultase, me han dao unos duros que...
DON JUANITO
A quien le han dao unos duros, ha sido a
mí. (Señalando palos)
TIO CASIO
Y a mí también uno, que valía por dos.
DIEGO
Según se ve todo ha sido una
equivocación. Lo único cierto que hay es que tengo dinero y que me caso.
TIO CASIO
¿Tienes dinero? Eso es otro cantar.
DIEGO
Cuarenta y cinco duros.
DON JUANITO
Y cinco que yo te daré si me
proporcionas un traje seco, cincuenta.
TIO CASIO
Cincuenta duros! tuya es la chica.
DIEGO
Gracias mi amo.
DON JUANITO
(Pero, oye, muchacho, porque rebuznastes
tan intempestivamente?)
DON PAQUITO
(Eso, tan intempestivamente)
DIEGO
(Si no fui yo, fue el otro borrico)
DON JUANITO
(¿Qué otro?)
DIEGO
(El de la cuadra, el burro verdadero)
DON PAQUITO
Ah, así se comprende.
DON JUANITO
(Sí, se comprende que el verdadero burro
he sido yo; cuando menos el de carga)
ALCALDE
Vivan los novios!
TODOS
Viva!
PEPA
Si mis bodas os son gratas y me otorgas
tus favores, satisfechos los autores quedarán de Las Traviatas.
(Música)
FIN
Información obtenida en:
https://archive.org/details/lastraviataszarz3582lleo
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