MENTIR A TIEMPO
Zarzuela en un acto y en verso.
Libreto de Angel María Dacarrete.
Música de Manuel Fernández Caballero.
Estrenada en el Teatro del Circo de
Madrid.
REPARTO
(Estreno)
Doña Aurora - Carolina Di-Franco.
Doña Diana - Srta. Castro.
D. Fernando - Sr. Font.
D. Lope - Sr. Calvet.
D. Gil - Sr. Caltañazor.
D. Diego - Sr. Cubero.
Un guardia de corps -
Un ujier -
Coros de Damas de la Reina y Guardias de
la Real Persona.
Aranjuez: —año 1716.
ACTO UNICO
El teatro representa una plaza del
jardín de la Isla, en Aranjuez. —Arboles y estatuas. — un banco de piedra a la
derecha del espectador.—En el fondo se ve uno de los lados del Real Palacio. —La
fachada está llena de ventanas y tiene una sola puerta, practicable por medio
de una escalinata de piedra.—La puerta debe ser grande y se supone que da a una
galena del Palacio por la que se verán cruzar algunos ujieres.
ESCENA I
Doña Aurora, Doña Diana, Don Fernando,
Don Gil, Don Diego y coros de ambos sexos.
(Al levantarse el telón aparecen lodos
jugando a la raqueta menos Don Fernando, que estará en primer término ala
derecha en actitud pensativa)
INTRODUCCION
CORO
Allá va el volante:
— despacio por Dios:
— Diana ha perdido:
— no tal que le dio!
DAMAS
El aire atraviesa
cual rayo veloz:
GUARDIAS
Más rápidas vuelan
las flechas de amor.
(Todo este coro lo cantan muy
ruidosamente, corriendo, ocultándose detrás de los: árboles y volviendo a
salir)
DAMAS
¿De veras?
GUARDIAS
Tus ojos
lo digan si no,
que hieren con ellas
mi fiel corazón.
(Algunas damas pierden, no acertando a dar
al volante y tiran las raquetas: los Guardias corren hacia ellas alegremente)
DAMAS
¡Jesús!
GUARDIAS
Han perdido;
afuera el rubor,
y entreguen las manos...
(Avanzando hacia ellas)
DAMAS
Cogedlas...
(Al ir los Guardias a coger las manos de
las Damas para besarlas, estas dan dos pasos atrás y llevan las manos a las
espaldas)
GUARDIAS
¡Traición!
(Los interlocutores se dividen en dos grupos:
las Damas se ríen de la desesperación de los hombres)
DON GIL
Si perdían las señoras
recordad que se pactó,
que un momento de sus manos
nos harían concesión.
GUARDIAS
¡Sí! ¡Sí!
DAMAS
¡No! ¡No!
DOÑA AURORA
Olvidáis que fue del pacto
necesaria condición,
dar florido ramillete
quien demande tal favor.
DAMAS
¡Sí! ¡Sí!
GUARDIAS
¡No! ¡No!
(Entran por varios lados jardineros con grandes
cestos de flores. Los Guardias corren
a ellos con alegría)
GUARDIAS
Primero es el beso
DAMAS
Mentira! no hay tal,
(Entran los jardineros)
GUARDIAS
Vinieron las llores.
¡Victoria!
DAMAS
¡Já! ¡Já! (Riendo)
(Los Guardias se abalanzan a los cestos
y se apodera cada uno, menos D. Fernando de un ramo)
DAMAS
Sin duda mi amante,
gozoso y cortés,
su ramo de flores
me viene a ofrecer.
DOÑA AURORA
¿Podrá D. Fernando
(Mirándolo con inquietud)
ingrato y cruel,
su ramo de flores
a otra ofrecer?
GUARDIAS
Los ramos de flores
aprisa coged.
¡Qué dulce es el premio!
¡Qué dulce que es!
DON FERNANDO
¡Dará Doña Aurora
su mano tal vez
a aquel que su ramo
le llegue a ofrecer!
(Los Guardias se dirigen con los ramos a
las Damas. D. Gil lo hace siempre a Doña
Aurora)
GUARDIAS
La primavera
que os da sus flores,
reina os aclama
de los amores.
DAMAS
¡Qué listos andan,
los caballeros
que amor convierte
en jardineros.
GUARDIAS
Rosados capullos,
(Ofreciendo los ramos de rodillas)
primicias de Flora,
recibe y consuela
mi pena amorosa.
(Las Damas cogen los ramos y en el
momento les besan los Guardias las manos)
DAMAS
El ramo de flores
acepto gustosa.
GUARDIAS
El alma este beso
remonta a la gloria!
DON FERNANDO
(¡Le besa la mano!
¡La rabia me ahoga!)
(Las Damas y Guardias forman varios grupos.
Doña Aurora se adelanta a D. Fernando, jugando coqueta y maliciosamente con el
ramo de flores)
DOÑA AURORA
Qué apartado y pensativo
os hallamos.
CORO
¡Atención!
DON FERNANDO
No me agrada la raqueta.
DOÑA AURORA
¿Y las flores?
DON FERNANDO
¡No por Dios!!
DOÑA AURORA
¿Qué motivo hay para que
os inspiren tal horror?
DON FERNANDO
Si queréis saberlo, oídme.
CORO
Escuchemos, ¡atención!
DON FERNANDO
Yo vi una rosa que blanca y pura
me enamórala por su hermosura,
por su perfume, por su frescura
y a ella la mano, loco tendí.
DOÑA AURORA
¿Y la cogisteis?
DON FERNANDO
No! que me herí.
DON GIL
Miren qué sandio,
que valadí!
CORO
Aquí hay metáfora,
Pienso que sí!
DOÑA AURORA
La flor que es casta de espina dura
está cercada que su hermosura,
su blando aroma y su frescura
de torpes manos pueda guardar!
DON FERNANDO
Y si nos hiere...
DOÑA AURORA
Hay que aguantar!
(D. Fernando hace un movimiento de
desagrado)
DON GIL
No sé que dicen
con tanto hablar.
CORO
Me da el coloquio
ya que pensar!
DOÑA AURORA
Cobarde sois!
DON FERNANDO
Me hacéis merced!
DOÑA AURORA
Por una herida
retroceder!
DON FERNANDO
Yo por la astucia
no juzgo prez
ni la más bella
flor obtener!
DOÑA AURORA
Mucha soberbia
tenéis a fe!
DON GIL
Ni una palabra
puedo entender.
CORO
Pienso que el juego
llegué a entender.
DON DIEGO
El día está sereno,
crucemos el jardín.
CORO
Corramos...
DOÑA AURORA
¿Pensáis
(A D Fernando con sonrisa maliciosa)
quedaros aquí?
DON FERNANDO
Sí pienso.
DOÑA AURORA
(¡Venganza!) (Con despecho)
El brazo, Don Gil! (Con afectada sonrisa)
(Cada Guardia coge una dama del brazo y
salen ruidosamente cantando por la izquierda del espectador)
DOÑA AURORA
Su orgullo insensato
me irrita, por Dios!
el alma devore
mis sueños de amor!
DON FERNANDO
Con burlas la ingrata
responde a mi amor!
el alma devore
mi amargo dolor!
DON GIL
Ninguno es, ¡oh gloria!
feliz como yo!
que soy distinguido
de todos por vos.
CORO
Crucemos las calles
que guardan del sol,
perfumes de flores;
suspiros de amor!
ESCENA II
(Cesa la música y vanse todos, menos D.
Fernando que después de seguirlos con la vista dice:)
DON FERNANDO
Id con alegre algazara,
id a gozar en buen hora,
ya que a todos en sus redes
el amor os aprisiona.
Yo por mi mal libre estoy,
ningún lazo mi pié estorba;
pero aquí clavado tengo
(Señalando al corazón)
un áspid que me devora!
Amo y es fuerza que el pecho
el amor que abriga esconda!
Siento celos... mas ¿qué digo?
¿habrá de amar Dona Aurora
a Don Gil, a ese menguado
risa de la corte toda?
Si es mujer, ¿por qué extrañarlo?
¿cuál habrá que a la lisonja
no se rinda aunque la ofrezca
a necedad en persona?
Y yo por un ser tan frágil,
tan veleidoso, mis horas
consumo en hacer castillos
en la región de la atmósfera!!
¡Rompamos ya de una vez
cadena tan vergonzosa!
¡olvidemos..! ¡corazón!
(Comprimiéndose el pecho con ambas manos)
corazón, ¡qué mal te enojas!
¡qué hasta en tu furor me dicen
tus latidos que la adoras!
(Se sienta en el banco de piedra
apoyando la cabeza sobre el codo en actitud meditabunda. Después de un momento de
pausa, sale D. Lope por la puerta del fondo, y paseando su vista por el jardín,
repara en D. Fernando, quien se levanta al dirigirle aquel la palabra, como
indican los versos)
ESCENA III
Don Fernando —Don Lope.
DON LOPE
D. Fernando...
DON FERNANDO
(¡Ah! es el jefe)
Señor...
DON LOPE
¿Por qué separado
de las damas os encuentro?
las he visto paseando,
desde un balcón, con los Guardias.
DON FERNANDO
Yo de venir ahora acabo.
DON LOPE
De menos habrán de echar
al oficial mas bizarro
de todo el cuerpo.
DON FERNANDO
Señor...
DON LOPE
Soy tan justo como franco.
A pesar de que mi hijo
se halla bajo mi mando,
no me ciega la pasión.
Y, ahora que de él hablamos,
¿podría vuestra amistad
conseguir que no tan sandio
fuese?
DON FERNANDO
¿Qué decís!
DON LOPE
Me enoja
verlo siempre consagrado
a mezquinos galanteos,
presumido y casquivano,
siendo juego de las damas
y de los hombres escarnio.
DON FERNANDO
Le juzgáis severamente.
DON LOPE
¿Y qué harán, si yo esto hago,
los demás? Es un castigo
su genio de mis pecados.
¡Qué bien está un militar
toda su atención cifrando
en los guantes, en el corte
de la casaca, en el lazo
de una hebilla, en la peluca
y en el lustre del calzado!
DON FERNANDO
Son achaques de la edad.
DON LOPE
No por Dios! No es eso exacto.
Mancebo sois vos también
y otros mil, y aunque trabajo
cueste creerlo, también
yo lo fui.
DON FERNANDO
¡Já! ¡Já! (Riendo)
DON LOPE
Y al cabo
bien parecer pretendía,
sí; que lodos anhelamos
agradar a esas sirenas
que nos dan tan malos ratos.
DON FERNANDO
Por lo mismo es disculpable...
DON LOPE
Sí; mas pretendiendo tanto
agraciarlas se las cansa,
que por más que sea gallardo
uno a quien le falta esto,
(Señalando la frente)
no llevará al agua el gato.
DON FERNANDO
No pienso yo que el ingenio
es quien conquista su agrado.
DON LOPE
Podrá ser; pero los tontos
poco sirven para el caso.
DON FERNANDO
Pues bien su atención cautivan.
DON LOPE
Las divierten, sin que en pago
sustos ni lágrimas cuesten:
y un deleite tan barato
¿quién no compra? ¡Y les son útiles!
DON FERNANDO
¿Cómo pues?
DON LOPE
Está muy claro.
¿Sabéis lo que me parecen
esos mancebos preciados
de su persona, que van
guiños haciendo a destajo
y con sonrisa de monos,
discurren almibarados,
de Tenorios presumiendo
por paseos y teatros?
Pues me parecen los chulos
que al loro tienden el trapo,
y exponiéndose a sus cuernos
lo conducen muy ulanos
a los pies del matador.
DON FERNANDO
El paralelo...
DON LOPE
Es exacto:
los tontos nos las ablandan,
y nosotros...
DON FERNANDO
¿Vos?
DON LOPE
Despacio.
Vosotros quise decir;
yo soy solo un venerando
monumento. En otros tiempos...
mas dejemos lo pasado.
Ya veis que con tal carácter
no me dará gran encanto
el de Don Gil, quien ahora
más que nunca es necesario
que sea algo grave.
DON FERNANDO
¿Por qué?
DON LOPE
Porque un expreso mandato
de sus Majestades hace
que pronto se lleve a cabo
su enlace con Doña Aurora.
DON FERNANDO
(¡Qué oigo cielos!) Pero ¿acaso
importa ese matrimonio
a la salud del Estado?
DON LOPE
¿Por qué lo decís?
DON FERNANDO
Al ver
el afán que en realizarlo
tienen los Reyes.
DON LOPE
Me extraña
ver que os interese tanto.
¿La amáis quizás?
DON FERNANDO
No por cierto.
DON LOPE
Oí decir un tiempo algo
a no sé quién...
DON FERNANDO
Cuando vine
del ejército a Palacio,
acallaba de enviudar
Doña Aurora: sus encantos
sintiendo, necio, le dije
que la amaba; pero en pago
me desdeñó!
DON LOPE
Como siempre.
DON FERNANDO
Bien lo merecía, al cabo,
al pretenderla teniendo
mi espada y mi blasón claro
por única hacienda.
DON LOPE
No:
aunque fueseis potentado
hubiera lo mismo hecho.
DON FERNANDO
Podrá bien ser: pero harto
obra en mí un leve desdén
para que yo olvide cuanto
a una mujer me encadena.
DON LOPE
Bueno! así me gusta! bravo!
si ella os falta mil os sobran.
Con su desdén y recato
ellas pierden porque muchas
se quedan in albis... vamos,
como que según mi cuenta
nos tocan a tres ó cuatro
por cabeza. Ved ahí;
Doña Aurora ha regalado
mas calabazas que días
cuenta; y al fin y al cabo,
¿qué sucede? Que con otras
sus amantes desdeñados
de ella se olvidan; y ella
contra su albedrío acaso
se casará con Don Gil.
DON FERNANDO
Pero ¿es de veras?
DON LOPE
Pues ¿hablo
en chanza? Vos no ignoráis
que hará cosa de dos años,
que, por poderes, se unió
con Doña Aurora el anciano
Duque de Montereal.
Ella se estaba educando
en un convento, y al Duque,
antes de verla, un espasmo
se lo llevó a celebrar
la boda en el otro barrio.
La doncellita viuda
vino a la corte al cuidado
de los Reyes: mil galanes
como moscas la cercaron,
y a todos torciendo el gesto
pasó un año y otro año.
La Reina quiere casada
verla porque su estado
le concede libertades
que cuadran mal con sus años
y calidad de doncella:
fiara resolverse un plazo
le dieron que espiró ayer,
y así ya han determinado
la boda hacer con mi hijo,
pues parece que el zanguango
es quien priva en sus favores.
DON FERNANDO
(¿Será posible?)
DON LOPE
Ahora acabo
de oírlo de boca del Rey,
y a mi hijo voy volando
a decirle... ¿Qué os parece
el casamiento?
DON FERNANDO
Extremado
en ventura! (Reprimiéndose)
DON LOPE
Ya lo creo.
¡Viuda y virgen! ¡qué bocado!
No lo merece mi hijo.
(Sale de la puerta del fondo un ujier)
¿A dónde vais?
UJIER
Por encargo
de Su Majestad la Reina
busco a Doña Aurora.
(Sale el ujier por la izquierda a una señal
de D. Lope)
DON LOPE
Vamos,
le irá a decir... yo también... (Va a
salir)
¡ah me olvidaba! Cuidado
(Volviéndose a D. Fernando)
tened por Dios, que he sabido
que ya se promulgó al cabo
la pragmática famosa.
DON FERNANDO
(¿Qué dice?)
DON LOPE
Y el Soberano
desterrar de España el duelo
pretende con el exacto
cumplimiento de esta ley.
DON FERNANDO
Ya comprendo!
DON LOPE
Yo no extraño
que a militares y jóvenes
no les guste; pero acato
la voluntad del Monarca;
y así a todos os encargo
que no me comprometáis.
Vos...
DON FERNANDO
Sí; sí. (Bueno me hallo
para pensar ahora en leyes)
DON LOPE
Obedeceréis.
DON FERNANDO
Es llano.
(Sin poder dominar su enojo)
DON LOPE
(Parece que no le gusta)
Quedad con Dios.
(D. Fernando se inclina sin contestarle)
(Es bizarro
y mozo. Será duelista!
Como yo cuando muchacho!)
(Se va por la izquierda)
(El ujier vuelve a cruzar la escena y
entra por el fondo)
ESCENA V
D. Fernando solo.
ROMANZA
DON FERNANDO
¡Delirio lisonjero
que el alma enalteciste,
encanto postrimero
serás tú de este triste!
Formó tu esencia pura
el ángel del amor,
y esconde tu hermosura
la noche del dolor.
Oculto en ella,
triste y callado
ni una querella
murmurarás.
Ya nada espero;
más de mi vida
fiel compañero
siempre serás! (Cesa la música)
ESCENA VI
Dicho. Doña Aurora, Doña Diana.
(Doña Aurora y Doña Diana entran por la
izquierda apresuradamente y se dirigen hacia el fondo; al reparar en Don Fernando
se detienen)
DOÑA AURORA
¡Ah! Don Fernando
DON FERNANDO
¿Os estorbo?
DOÑA DIANA
¡Qué locura!
DOÑA AURORA
Ni por pienso:
íbamos...
DOÑA DIANA
Su Majestad
nos llama.
DON FERNANDO
Lo sé: y aun creo
saber también el motivo.
DOÑA AURORA
¿Cuál es?
DON FERNANDO
Impedir no quiero
el placer de la sorpresa.
(¡Qué hermosa está, santos cielos!)
Recibid mi parabién. (Con ironía)
DOÑA AURORA
Luego algún feliz suceso...
DON FERNANDO
Muy feliz! Pero la Reina...
DOÑA AURORA
El aviso os agradezco. (Con enojo)
(Entra con Doña Diana por el fondo)
ESCENA VII
Don Fernando —Después Don Gil, Don Diego
y coro de Guardias.
DON FERNANDO
Evitémosla el placer
de gozarse en mi fórmenlo:
ya que por fuerza lie de amarla
que ella lo ignore a lo menos.
(Entran por la izquierda D. Gil, D.
Diego y el coro de Guardias. Todos rodean y abrasan al primero ruidosamente)
DON GIL
Moderad vuestra alegría.
DON DIEGO
Viva otra vez!
UN GUARDIA
Y otras ciento.
TODOS
¡Viva Don Gil!
DON FERNANDO
¿Tal contento?..
DON DIEGO
¿Lo extrañáis? ¡Por vida mía!
Pues ¿ignoráis que muy pronto
se casa Don Gil.
DON GIL
¡Verdad!
DON DIEGO
Con la más rara beldad
(que se ha casado con tonto)
(A D. Fernando)
Alegraos, que a lo que infiero
vos estáis de enhorabuena.
DON FERNANDO
¿Os burláis?
DON DIEGO
De tal sirena
libre al fin os considero,
y como soy vuestro amigo
me alegro.
DON GIL
¡Qué! ¿Vos también?
(A D. Fernando)
DON FERNANDO
Arrostré un leve desdén...
DON GIL
Con todos, menos conmigo,
lo tuvo. ¡Bien nivelados
os dejan sus calabazas!
DON DIEGO
Pero vos, según las trazas
nos dejareis bien vengados.
TODOS
Já! Já! Já! (Riendo)
DON GIL
(No sé qué ha dicho;
pero también me reiré)
Já!Já! (Riendo)
DON DIEGO
La niña se ve
que es inclinada al capricho.
A todos nos desdeñaba,
y con Don Gil en secreto...
DON FERNANDO
Procurad guardar respeto...
(A D. Diego)
DON DIEGO
No la ofendí en lo que acaba
de enunciar ahora mi labio:
tener a Don Gil amor
no es pecado.
DON GIL
Y le hace honor
en vez de causarle agravio.
DON FERNANDO
¿Tal creéis?
DON GIL
Vuestra simpleza
me admira! ¡Pues claro está!
¿Creéis que tan poco da
el rendir mi fortaleza?
TODOS
¡Bravo!
DON GIL
¡Pues!
DON FERNANDO
¿Con que, es decir
que la vais, Don Gil, honrando?
DON GIL
Casi por piedad me ablando
en casarme a consentir.
DON FERNANDO
(¡Oh! detente, lengua mía!)
DON DIEGO
¡Tenéis razón! En marido
el vencedor de Cupido
convertirse!..
DON GIL
¿Y la agonía
que por Don Gil quizá pasan
a estas horas más de mil...
DON DIEGO
¡Pues! que adoran en Don Gil.
DON GIL
Y con Don Gil no se casan.
DON FERNANDO
¡Basta ya! ¡Pese al demonio!
La mujer que adore en vos
ó está ciega, ó quiere Dios
con pena de matrimonio
castigar sus culpas...
DON GIL
Lidia
en vano vuestro despecho,
no me hace mella en el pecho:
mal consejero es la envidia.
DON FERNANDO
¡Yo envidiaros! ¿Y por qué?
¿Que os ama pensáis acaso?
DON GIL
Pues ¿no miráis que me caso?
DON FERNANDO
¿Y no sabéis, cuál yo sé,
lo manda Su Majestad
y obedece Dona Aurora...
DON GIL
Y ¿por qué? Porque me adora!
Bien claro se ve!
DON DIEGO
Es verdad!
DON GIL
Y tengo pruebas.
TODOS
A ver. (Rodeándolo)
DON FERNANDO
¿Ha dicho que os ama? (Con ansiedad)
DON GIL
No:
mas conozco muy bien yo,
Don Fernando, a la mujer! (Con fatuidad)
DON DIEGO
Pues entonces la evidencia
es...
DON GIL
Cuando nos conocimos (Con misterio)
por dos meses estuvimos
a media correspondencia.
DON DIEGO
¿Cómo?
DON GIL
Yo cada mañana
una carta le escribía.
DON FERNANDO
¡Y ella!..
DON GIL
No me respondía:
pero al fin de la semana
las cartas volvían a mí.
DON DIEGO
¿Ocho días? ¡Fijo plazo!
DON GIL
Y atadas con verde lazo!
Por lo que claro entendí
que esperanza lisonjera
me daba!
DON DIEGO
Pues ¿cómo no?
DON FERNANDO
Pero ¿las cartas leyó?
DON GIL
Solamente la primera.
DON DIEGO
¿Y os envió algún recado?
DON GIL
Sí; no recuerdo la fecha...
DON FERNANDO
Diciendo?..
DON GIL
Que... satisfecha
quedaba de mi cuidado.
DON DIEGO
¿Y solo con una carta
satisfecha se quedó?..
DON GIL
Luego mi labio la habló,
y entonces...
DON DIEGO
Quedaría harta!
(D. Gil queda hablando con los Guardias que
lo rodean. D. Fernando está algo apartado de lodos y profundamente ensimismado)
DON FERNANDO
(No es dado que mas soporte;
que no solo he de perdella,
sino que vendrá a ser ella
la fábula de la corte!)
DON GIL
No hay otro remedio; el plazo,
como os digo espiró ayer.
DON DIEGO
Pues es nuestra.
DON GIL
¿Cómo? ¡A ver!
DON FERNANDO
(¿Qué escucho?)
(Volviéndose al grupo con indignación)
DON GIL
El plural rechazo:
¡será mía!
DON DIEGO
Cosa es llana.
¿Quién se casa más que vos?
DON FERNANDO
(¡No puedo más!) ¡Vive Dios
(Avanzando al grupo)
que es manera harto liviana
para hablar de una señora...
DON DIEGO
¿Qué decís?
(Con extrañeza)
DON FERNANDO
Basta, Don Diego.
Me entenderé con vos luego.
DON GIL
Mas.
DON FERNANDO
Con vos, Don Gil, ahora.
Con vos, cuya sandez mueve
a que, alegres burladores,
olviden estos señores
lo que a una dama se debe.
TODOS
¿Cómo?
DON GIL
¡Ocurrencia chistosa!
Ninguno aquí la hizo afrenta.
¿Soy hombre yo que consienta
que alguien se atreva a mi esposa?
(Los Guardias hacen murmullos de aprobación)
DON FERNANDO
¡Qué esposa! Ese matrimonio
(Con enojo creciente)
es absurdo!
DON GIL
¡Vive Dios!..
DON FERNANDO
No se casará con vos.
DON GIL
¿Qué no?
DON FERNANDO
Antes con el demonio.
DON GIL
Risa me da el frenesí
vuestro.
DON FERNANDO
Sabed que a otro ama,
(Como desatentado)
DON DIEGO
¿Qué dice?
(Rumor general)
DON GIL
¡Ofendéis su fama!
Decid a quién ama!
(D. Fernando mira en su alrededor; ve todos
están pendientes de sus labios, y dice resolución desesperada)
DON FERNANDO
¡A mí
TERCETO
DON GIL
¡Qué escucho!
DON DIEGO
Que a otro ama. (A D. Gil)
DON FERNANDO
(Ese enlace su dolor
causaría..!)
DON GIL
Ese mancebo
ó loco está ó mintió!
DON FERNANDO
¡Oh furia!
(D. Fernando pone mano a la espada y
arremete hacia D. Gil; este retrocede espantado y empuñando también su espada :
todos se interponen entre ambos y los separan formando dos grupos: uno con D.
Fernando y otro con D. Gil)
TODOS
Deteneos.
DON DIEGO
Pedir reparación (A D. Gil)
a vos es a quien loca
que al cabo él la ofendió.
DON GIL
Es verdad. A desmentiros
(A D. Fernando)
venid pues y sin tardanza,
que en deseos de venganza
se me abrasa el corazón.
CORO
Bravo, bravo por Don Gil,
que defiende bien su honor!
DON FERNANDO
¡Ah! perdona, bien querido,
(Consigo mismo)
si mi labio osó ofenderte;
mas sabré sufrir la muerte
ó ese enlace estorbaré.
CORO
Lo que pasa en Don Fernando
¿quién acierta a comprender?
DON FERNANDO
Dispuesto a seguiros,
Don Gil, estoy ya.
Debéis despediros
del mundo quizá.
Que solo, os lo advierto,
casaros podréis
dejándome muerto!
Venid si queréis!
DON GIL
(Más serio es el lance
que yo imaginé.
¡Si ocurre un percance
sangriento! —¿Qué haré?
Lo manda mi fama!)
Dispuesto estoy ya! (A D. Fernando)
¡No vale la dama
la pena que da!)
(Se disponen a salir y se detienen
oyendo un clarín que desde la palote estertor toca llamada)
CORO
Tened, que no es posible
al duelo ahora salir.
DON DIEGO
Nos llama a la parada
el toque del clarín.
DON GIL
Primero es los deberes
de militar cumplir.
DON FERNANDO
La suerte quiere adversa
mis planes combatir.
Supuesto que ahora (A D. Gil)
es fuerza aguardar,
la hora que os plazca,
Don Gil, señalad!
DON GIL
Ninguna.
(Dice esto con aire de ridícula
espontaneidad: todos se asombran y le rodean y él como volviendo en sí, dice lo
que sigue:)
DON FERNANDO
¿Qué escucho?
DON GIL
No: todas.
CORO
Ja! Ja! [Riendo)
DON DIEGO
En la hora del silencio,
si os parece la mejor,
del Palacio con recato
bien podréis salir los dos.
Yo seré vuestro segundo.
UN GUARDIA
Yo también.
OTRO
Y yo.
OTRO
Y yo.
DON DIEGO
A la luz de la luna, los seis,
oculto algún bosque podremos buscar.
DON FERNANDO
Con pistolas y espada estaréis;
con ellas os pienso, Don Gil, yo
aguardar.
(Todos hacen muestras de asentimiento:
Don Fernando se adelanta a D. Gil y le tiende la mano que aquel toma mal
disimulando el miedo. D. Fernando se la estrecha con fuerza y D. Gil se desase
de él ridículamente)
DON GIL
No me sacuda
con tal furor,
que estropearme
será traición.
DON FERNANDO
Hasta la noche;
quedad con Dios. (Apartándose de él)
DON GIL
¡Bárbaro! El guante
me descosió! (Mirándose la mano)
(Se oye otra vez el toque de llamada)
CORO
Otra vez
el rumor
del clarín,
nos llamó.
DON FERNANDO y DON GIL
Cuando la noche
sus sombras tienda
al duelo, impávido,
o marcharé,
Más hora es fuerza
disimulemos,
que así lo manda
nuestro deber.
CORO
Cuando la noche
sus sombras tienda
al duelo intrépidos
ambos irán.
Mas hora es fuerza
que disimulen:
la ley lo manda
fuerza es callar.
(Cesa la música y salen unos por la
puerta del fondo y otros por ambos lados del jardín. Queda la escena irnos
instantes vacía, y a poco salen por la puerta del fondo Doña Aurora y Doña
Diana)
ESCENA VIII
Doña Aurora, Doña Diana.
DOÑA AURORA
¡Hay mujer mas desgraciada!
DOÑA DIANA
No exageres tu dolor.
DOÑA AURORA
¿Pues cabe aumento en mi pena?
Esclava me hace el amor
de Don Fernando: por él
mil he desdeñado, y hoy
me condena mi destino
a formar eterna unión
con un hombre que aborrezco.
DOÑA DIANA
Le has permitido el amor
hacerte...
DOÑA AURORA
Y cuándo ese necio
mis desdenes mereció?
Además yo le escuché
por ver si el celoso ardor
de Don Fernando excitaba;
mas parece ¡valme Dios!
hecho de piedra!
DOÑA DIANA
¿No habrá
algún medio?...
DOÑA AURORA
¡Qué sé yo!
el orgullo de ese hombre
es irresistible, atroz!
Figúrate que una vez,
una sola! de su amor
me ha hablado... Yo le escuché.
¡qué no es poco!
DOÑA DIANA
¿Y animó
tu palabra...?
DOÑA AURORA
No juzgué
conveniente tal favor.
Como es costumbre, le dije
que no podía a su pasión
corresponder...
DOÑA DIANA
¿Y él entonces.
DOÑA AURORA
Altivo me saludó
y no ha vuelto a enamorarme
DOÑA DIANA
Pues ocultar su pasión
no le es dado.
DOÑA AURORA
Es evidente.
DOÑA DIANA
Tú...
DOÑA AURORA
No le muestro aversión
con mis miradas.
DOÑA DIANA
Entonces
¿qué espera?
DOÑA AURORA
Sábelo Dios!
Esperará el señor mío
que le haga yo el amor!
DOÑA DIANA
¡Oh! van teniendo los hombres
insólenle condición!
DOÑA AURORA
Se dan un tono insufrible!
Pues qué se debe, señor,
a las primeras de cambio
entregarse a discreción?
DOÑA DIANA
Castígalos en Fernando.
DOÑA AURORA
Eso es castigarme yo.
DOÑA DIANA
Es verdad.
DOÑA AURORA
Gente se acerca.
DOÑA DIANA
Cierto.
DOÑA AURORA
Ilumíneme Dios.
ESCENA IX
Dichas y coro de Damas.
CAVATINA
CORO
Aurora!
DOÑA AURORA
¿Qué pasa?
CORO
Tu esposo futuro
se halla en peligro
de muerte quizás:
se encuentran tu fama
y dicha en apuro.
Si no acudes pronto
tal vez llorarás.
Don Gil valeroso,
leal caballero
se debe esta noche
a muerte batir.
Sujeta su brazo,
despunta su acero,
que puede tu esposo
futuro morir.
DOÑA AURORA
¿Qué me dicen vuestras voces
que me llenan de terror?
CORO
Que la antorcha de himeneo
amortigua su fulgor!
DOÑA AURORA
¡Oh ventura!
¡si pudiera
yo su llama
sofocar;
con mi aliento
la extinguiera;
no me vierais
vacilar!
CORO
¡Qué mal gusto!
¡si pudiera
un marido
yo atrapar;
apagada,
la volviera
con mi aliento
a reanimar!
DOÑA AURORA
Mas ¿qué es lo que he oído?
¿se bate Don Gil?
CORO
Se bate esta noche
según oí decir!
DOÑA AURORA
Don Gil no es posible (Sonriendo.
que vaya a exponer
su garbo y su talle:
dudarlo debéis!
CORO
¡Escuchas risueña
la nueva fatal!
Si envuelto en su sangre
le vieses...
DOÑA AURORA
Ja! Ja! (Riendo)
CORO
¿Su muerte impasible,
podrás contemplar?
DOÑA AURORA
Piadosa me libre
de ir al altar.
CORO
Tan duras entrañas
no puedes tener.
DOÑA AURORA
Será alguna burla
su duelo tal vez.
CORO
No es posible que sea chanza,
que el contrario combatiente
es un hombre que aquí alcanza
justa fama de valiente.
Nunca chanzas ha gastado:
en peligro están los dos.
DOÑA AURORA
¿Quién es él? ¿Cómo se llama?
(Con sonrisa burlona).
CORO
Don Fernando.
DOÑA AURORA
¡Santo Dios!
(Dice esto con expresión de espanto y
dolor, y queda sumergida en la abstracción más profunda)
CORO
Ya brilla en tus ojos
piadoso interés. (Con intención)
DOÑA AURORA
Que burla sea el duelo
posible no es.
CORO
Procura evitarlo
DOÑA AURORA
¿Y cómo podré!!
DOÑA DIANA
Aquí Don Fernando
(Mirando por la izquierda)
se acerca.
DOÑA AURORA
¡Oh placer!
A solas, os ruego,
dejadme con él!
CORO
Con él le queda.
DOÑA AURORA
Marchad con Dios.
CORO
Conmueve, ablanda
Su corazón!
Su ayuda acaso
te dará amor.
(Vanse por la derecha y cesa la música)
ESCENA X
Doña Aurora. Don Fernando.
DOÑA AURORA
Indican qué la pasión
conocen en que me inflamo:
¿qué me importa si le amo
con todo mi corazón?
¡El!
(Viendo entrar a Don Fernando que se
dirige a la puerta del fondo)
DON FERNANDO
(Llamándole)
DON FERNANDO
Señora... (Volviéndose)
DOÑA AURORA
¿Queréis oír un momento..?
DON FERNANDO
A vuestro mandato atento
siempre estoy.
DOÑA AURORA
No puedo ahora,
ni nunca, mandar en vos:
rogaros tan solo anhelo...
DON FERNANDO
¡Rogarme vos!
DOÑA AURORA
Que ese duelo
no se realice, por Dios!
DON FERNANDO
¿Qué decís!
(Con extrañeza y queriendo disimular)
DOÑA AURORA
Pensáis en vano
negarlo. Todo lo sé,
aunque el motivo ignoré
que os pone el hierro en la mano.
DON FERNANDO
(¡Respiro!)
DOÑA AURORA
Pero no ignoro
que, andando en lenguas mi nombre,
está la vida de un hombre
en riesgo con mi decoro.
Que lo evite, Dios me ordena.
DON FERNANDO
No temáis por vuestra fama! (Con ironía)
DOÑA AURORA
¡No! no es mi orgullo dé dama
(Con desconsuelo)
lo que más causa mi pena.
Aunque me cueste rubor
confesarlo, es que... morir
puede el que, solo, sentir
hizo a mi alma el amor!
¡Eterno fuese mi llanto
si le llegase a perder!
¿Sabéis vos lo que es querer! (Con
ternura)
DON FERNANDO
(¡Ama a Don Gil! ¡cielo santo!)
DUO
DON FERNANDO
¿Preguntáis, señora raía,
si yo sé lo que es amor?
DOÑA AURORA
Si sentirlo habéis logrado
mi ansiedad calmad por Dios!
DON FERNANDO
Siempre ajeno a sus afanes.
sentí el pecho palpitar.
DOÑA AURORA
No es posible!
DON FERNANDO
Os lo aseguro:
Yo no sé lo que es amar;
si da vida ó si da muerte,
si es pesar ó si es placer;
¿queréis vos, si no os enoja,
explicármelo?
DOÑA AURORA
Si haré.
Si entre niebla oscura
vaciláis quizá
y una luz veis pura
que al bien os guiará;
si en amarga cuita
lográis escuchar
una voz bendita
que ahuyenta el pesar:
esta luz que en calma
vierte su fulgor,
esta voz del alma
se llaman amor.
DON FERNANDO
Si en mi noche oscura
blanca luz brilló,
sola, de tristura
pronto se apagó.
Si una voz mi duelo
consiguió endulzar,
solitaria, al cielo
tuvo que volar.
¡No me alumbra en calma
bendito fulgor!
¡No hay voz en mi alma!
¡No sé qué es amor!
DOÑA AURORA
¿Quien así pudo alejaros
de tan triste soledad?
DON FERNANDO
Quien me mira desdeñosa.
DOÑA AURORA
La juzgáis acaso mal:
quizá os ame.
DON FERNANDO
No es posible
DOÑA AURORA
¿Quién lo puede asegurar?
DOÑA AURORA
El dulce murmullo
de amor nos advierte
que causa el orgullo
tirano su muerte.
Venturas alcanza
quien bien sabe amar.
Risueña esperanza
debéis abrigar.
DON FERNANDO
Con blando murmullo
amor hoy me advierte,
que ahogue el orgullo
que causa su muerte.
Si dichas alcanza
quien bien sabe amar,
risueña esperanza
me atrevo a abrigar.
(Cesa
la música)
DON FERNANDO
No puedo creer que dado
me sea gozar la ventura
que el deseo me figura!
DOÑA AURORA
Decid : si fueseis amado,
¿sabríais sacrificar
vuestro anhelo a la mujer
que os ama?
DON FERNANDO
No puede ser,
que yo consiga alcanzar
tanta dicha!
DOÑA AURORA
Don Fernando,
yo sé que si habéis querido,
sois...
DON FERNANDO
Decid.
DOÑA AURORA
Correspondido.
DON FERNANDO
¿Estáis, señora, burlando?
ved que del gozo el delirio
anula mi voluntad:
¡si no me decís verdad,
apiadaos de mi martirio!
DOÑA AURORA
¿Podéis dudarlo? ¿Por qué
os he llegado yo a hablar?
Yo sé que os saben amar
con pura y ardiente fe.
Que una mujer aquí vive
que de el instante en que os vio
su alegre calma perdió,
y de vos su ser recibe.
Que, deslumbrada ó ligera.
pudo aparecer un día
desdeñosa y ya os quería
¡acaso más que debiera!
FERNANDO
¡Tal dicha! ¡oh cielo!
DOÑA AURORA
Por ella
perdón os pido y os ruego
que a cabo no llevéis, ciego,
esa insensata querella.
DON FERNANDO
¿Cómo?
DOÑA AURORA
Por error quizás
ponéis en riesgo la vida,
y ved que a la Vuestra unida
está la suya!
(Con extremada dulzura. D. Fernando
vacila un instante mirándola. Después dice con decisión)
DON FERNANDO
¡Jamás!
Retroceder...
DOÑA AURORA
De valiente
gozáis merecida fama. (Con tono
persuasivo)
DON FERNANDO
¿Y no la pierde y se infama
quien huye al riesgo la frente?
DOÑA AURORA
Ah sí llegáis a morir... (Con
desconsuelo)
DON FERNANDO
No: viviré, Doña Aurora (Con fe)
DOÑA AURORA
¡Y le matareis! (Con terror)
DON FERNANDO
¡Señora!
(Variando de tono con enojo)
DOÑA AURORA
Podréis tranquilo vivir
la vida injusto robando
a un hombre?
DON FERNANDO
(¡Que me quería
necio pensé, y lo decía
quizás por él!)
DOÑA AURORA
Don Fernando,
dejad la razón hablar...
DON FERNANDO
Dice que el deber me llama.
DOÑA AURORA
¿Y el dolor de quien os ama
qué os dice? (Con ternura)
DON FERNANDO
(¡No hay que dudar :
es ella I ¡Qué lucha!) Aurora,
de quién habláis no he entendido,
mas que le digáis os pido,
si es la que mi alma adora, (Con
intención)
que aunque le cueste dolor
cumplir mi deber no impida.
DOÑA AURORA
¡Y la amáis!
DON FERNANDO
Más que a la vida;
pero menos que al honor. (Vase por el
fondo)
ESCENA XI
Doña Aurora —Después Don Lope.
DOÑA AURORA
¡Hombre al fin! ¡Alma de hielo
desatiende mi pesar!
¿Y cómo podré evitar?..
¡Es el jefe! Lo trae el cielo!
(Dice estas palabras llena de alegría al
ver a D. Lope que sale por la derecha y se detiene al llamarle la atención Doña
Aurora)
¡Señor Don Lupe!
DON LOPE
¿Qué miro?
¿Vos Doña Aurora? (Reparando en ella)
DOÑA AURORA
Deseo
hablaros...
DON LOPE
(Será sin duda
sobre la boda) Comprendo.
DOÑA AURORA
Oíd...
DON LOPE
Aunque Don Gil
conserve algunos defectos,
esos ojos y esa boca
sabrán virtudes hacerlos.
DOÑA AURORA
Pero atended...
DON LOPE
El os ama...
DOÑA AURORA
Si no...
DON LOPE
Vos sois un portento
de hermosura y discreción.
DOÑA AURORA
Si Don Gil...
DON LOPE
¡Feliz mancebo!
DOÑA AURORA
¡¡Quién se viese en su lugar!!
DON LOPE
¿Queréis por Dios Un momento
dejarme hablar?
DOÑA AURORA
¿Cómo no?
Ni de amor ni bodas quiero
hablaros.
DON LOPE
¿De qué?
DOÑA AURORA
Esta noche
se baten dos guardias.
DON LOPE
¡Cielos!
Cuándo acaba Don Felipe
de publicar un decreto...
DOÑA AURORA
¿Cómo?
DON LOPE
¿Vos no habéis oído
que una ley contra los duelos...
DOÑA AURORA
Sí; la pragmática.
DON LOPE
Justo.
¡Batirse en tales momentos!
DOÑA AURORA
A la regia autoridad
fuerza es que respeten,
DON LOPE
Cierto.
DOÑA AURORA
Vos sois un jefe, y así debéis
impedir...
DON LOPE
¿Qué medio
será mejor? (Hablando consigo)
DOÑA AURORA
Reducirlos
a prisión.
DON LOPE
¡Bravo! El arresto
los calmará.
DOÑA AURORA
(Y de ese modo
segura su vida tengo!) (Con alegría)
DON LOPE
Lo haré pues; mas de la causa
os recomiendo el silencio:
si saben que es desafío
condenados sin remedio
están a muerte los dos.
DOÑA AURORA
¡Dios!
DON LOPE
Su blasón por el suelo:
sus haciendas confiscadas.
DOÑA AURORA
¡Jesús!
DON LOPE
Tal lo reza el testo
de la ley.
DOÑA AURORA
¡Qué atrocidad!
DON LOPE
¡Chis! Que en Palacio nos vemos.
DOÑA AURORA
Sí! sí! pero es necesario
cuanto antes convencerlos...
DON LOPE
Es verdad! Hola! (Aparece un ujier)
Decid
que vengan aquí al momento
el...
(A Doña Aurora interrogándola con la
acción)
DOÑA AURORA
Don Gil y Don Fernando.
(Don Lope hace un movimiento de
sorpresa. El ujier se va por el fondo)
DON LOPE
¡Qué decís! ¡Don Gil!
DOÑA AURORA
El mesmo.
DON LOPE
Cristo, valme! Pues entonces
es imposible que el duelo
impida yo.
DOÑA AURORA
¿Qué decís?
DON LOPE
Que como jefe respeto
al Monarca y sus mandatos;
mas que nací caballero
no puedo olvidar: Don Gil
es mi sangre y...
DOÑA AURORA
¿Vos?..
DON LOPE
Yo pienso
que vale más que su vida
la fama de sus abuelos.
DOÑA AURORA
¡Esto solo me faltaba!
atended...
DON LOPE
¡Chis! Que son ellos.
ESCENA XII
Dichos. Don Fernando y Don Gil entran
por el fondo.
CUARTETO
DON LOPE
Acercaos, señores guardias.
DOÑA AURORA
(¡Se me salta el corazón!)
DON LOPE
Necesito que me oigáis.
DON FERNANDO
Hablad, pues.
DON GIL
Mandad, señor.
DON FERNANDO
Si Don Lope habrá sabido...
DON GIL
Si mi padre ira a evitar.
LOS DOS
Que este necio / bruto me ha irritado? /
me sacuda?
Pero pronto se verá.
DON LOPE
He sabido con enojo
que, las leyes infringiendo,
á un combate disponiendo
vuestra espada estáis los dos.
DOÑA AURORA
¡Cuál se turban! ¡Buen augurio!
Mi esperanza anima Dios!
DON FERNANDO
Que más puede que las leyes
la hidalguía sabéis vos.
DON GIL
Doña Aurora está alterada:
me idolatra, como hay Dios!
DON LOPE
Si fuerza es que el duelo
se llegue a cumplir
sabed que es la suerte
de entrambos morir.
DON GIL
¿Pues cómo?
DON FERNANDO
¿Qué dice?
DON LOPE
Quien llegue a triunfar,
su cuello al verdugo
tendrá que entregar.
DON GIL
¡Aprieta!
DON FERNANDO
¿Quién manda
tal cosa?
DON LOPE La ley.
Y yo los mandatos
respeto del Rey.
DON FERNANDO
En vano mis ojos dijeron a Aurora,
lo mucho que el alma la sabe adorar!
Malo mi esperanza la duda traidora:
lo mismo me importa morir que matar.
DON GIL
Mal haya el momento que vio Dona Aurora
mi talle elegante, mi gracia sin par!
Me ama y por eso, ¡fortuna traidora!
de un modo ó de otro me habrán de matar.
DOÑA AURORA
De dulce esperanza creí que la aurora
brillaba, y de nuevo me oprime el pesar!
No cede ninguno; la suerte traidora
condena mis ojos a eterno llorar.
DON LOPE
En vano imprudente pensó Doña Aurora
hablándome el duelo funesto evitar!
A aquel que venciere, la suerte traidora
Al negro cadalso le habrá de llevar.
(Cesa
la música)
DON LOPE
Ya sabéis vuestro destino.
DOÑA AURORA
Pero ¿es posible, Don Lope
que vos también...?
DON LOPE
Ya os lo he dicho,
yo cumplo del Rey las órdenes.
DOÑA AURORA
Pero evitando el combate...
DON LOPE
No es dado que yo lo estorbe
aunque he de perder por fuerza
a mi hijo!
DON GIL
(Caracoles!
con qué frescura lo dice!)
DON LOPE
Lo sentiré!
DON GIL
(Se conoce!)
DON LOPE
Pero primero es la honra.
DON GIL
¿Y juzgáis el que me ahorquen
una honra?
DON LOPE
La da a todo
si la guarda ilesa el hombre.
DON GIL
Ya! (Me gusta la teoría!
no hay escape!)
DOÑA AURORA
Mis dolores
(A D. Fernando con desconsuelo)
no veis? ¡Ceded!
DON FERNANDO
¿Cómo hacerlo?
Yo soy el retado.
DOÑA AURORA
Entonces,
(Volviéndose a D. Gil con ansiedad)
vos, Don Gil!
DON GIL
(Espontáneamente) De buena gana!
DOÑA AURORA
Oh gozo!
DON LOPE
Qué! (Con ira a D. Gil)
DON GIL
No se enoje; (A. D. Lope)
me arrepiento.
(A Doña Aurora)
Con las damas
soy más dulce que el arrope;
pero en llegando estos casos,
de hierro y forrado en cobre.
Berrr!
(Doña Aurora demuestra con la acción su desconsuelo)
DON LOPE
Si supiese el motivo
tal vez...
DOÑA AURORA
Sí! sí!
DON FERNANDO
(Con ansiedad) Qué se ignore
es fuerza.
DON GIL
¿Por qué? (Quizás
así salve mi cogote).
DON FERNANDO
Callad! (A D. Gil)
DON LOPE
Si fuera infundado
pudiera bien ser que entonces...
DOÑA AURORA
Decidlo. (A D. Gil con imperio)
(D.
Fernando va a adelantarse hacia Don Gil como para impedirle que hable. Este mostrándole
a Doña Aurora y D. Lope hace muestras de que no. puede callar)
DON FERNANDO
Nunca!
DON GIL
Ofendió
la prenda de mis amores
de palabra.
(D. Fernando empuña la espada y la suelta,
tendiendo una mirada de súplica y desaliento a Doña Aurora que lo mira y denota
con su expresión comprender lo que pasa en el tilma de D. Fernando)
DON LOPE
¿A Doña Aurora! (Con asombro)
DOÑA AURORA
Ah!
DON FERNANDO
Miserable!
DON LOPE
Es entonces
imposible...
DOÑA AURORA
Mas ¿qué dijo?
DON GIL
Que jugabais cartas dobles.
Que siendo mi prometida...
DOÑA AURORA
¿Qué! (Con ansiedad)
DON GIL
Le amabais.
DON LOPE
Ese hombre
está loco! (Por D. Fernando)
(D. Fernando al oír las palabras de Don Gil
que le amabais, se cubre el rostro con las manos, y al alzar los ojos se
encuentra con los de Doña Aurora, que le mira sonriendo con dulzura, y D.
Fernando dice con actitud humilde)
DON FERNANDO
Perdón!
(Doña Aurora después de alentar con su
mirada a D. Fernando, se vuelve a los demás y dice con energía)
DOÑA AURORA
Dijo
la verdad!
DON LOPE
¡Santos apóstoles!
¿qué enredo es este?
DON GIL
¿Qué oigo?
DON FERNANDO
¡Ah! Doña Aurora!
DOÑA AURORA
Las órdenes
del Rey me mandan casarme
sin decir con quién...
DON LOPE
Entonces...
DOÑA AURORA
Mi elección es esta.
(Señala a D. Fernando)
DON FERNANDO
¡Oh dicha!
(Habla con Doña Aurora)
DON LOPE
La novia te birlan ¡torpe!
lucido estás!
DON GIL
Si las tengo
a miles yo que me adoren!
(Siguen hablando entre sí)
DOÑA AURORA
Esta es mi mano.
DON FERNANDO
Angel mío,
¿así castigas mi enorme
osadía?
DOÑA AURORA
No castiga
tal culpa la ley de amores.
DON FERNANDO
¡Oh!
(Dobla una rodilla y besa con pasión la
mano de Doña Aurora. Al mismo tiempo entran por el fondo los coros de ambos
sexos, sorprenden esa postura y se acercan a los interlocutores, yendo D. Diego
al grupo que forman Don Lope y D. Gil, y Doña Diana al de D. Fernando y Doña
Aurora)
ESCENA ULTIMA
Dichos. Don Diego, Doña Diana y coros de
ambos sexos.
TODOS
¿Qué es esto? (D. Fernando se levanta)
DOÑA AURORA
Obedeciendo
nuestros Reyes, a la corte
presento mi esposo.
(Murmullo general de aprobación)
DON DIEGO
¡Qué!
¿Posible es? (A D. Gil)
DON GIL
¿No lo oye? (Con enojo)
DON DIEGO
¿Y vos?
DON GIL
Renuncio a su mano.
(Con tono desdeñoso)
TODOS
Ja! Ja! (Riendo)
DOÑA AURORA
Diana! (Abrazándola)
DOÑA DIANA
¡Que llores
es posible!
DOÑA AURORA
De alegría!
DON DIEGO
¿Qué es esto. Señor Don Lope?
DON LOPE
¿Qué ha de ser? ¡Mujer al cabo!
¡Necio del que las adore!
De cada docena salen
dos malas y diez peores.
FINAL
DON FERNANDO
Esclavo desde ahora (A Doña Aurora)
de tu belleza,
mi arrogancia, bien mío,
verás deshecha:
que nuestro orgullo
la mujer que nos ame
convierte en humo.
DON GIL
¡Miren que chusco!
Ser esclavo confiesa,
como un gran triunfo.
DOÑA AURORA
Si de tu amor segura
logras tenerme,
verás el amor mío
creciendo siempre.
Que ten por cierto
que para amar nosotras
solo nacemos.
DON GIL
Si a ti te pierdo
me hace en cambio mi gracia
de todas dueño.
CORO GENERAL
De gozo eterno
a los nuevos esposos
corone el cielo.
FIN DE LA ZARZUELA
Información obtenida en:
https://archive.org/details/mentirtiempozarz1377caba
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