A REY MUERTO...
Zarzuela en un acto y en verso.
Original de Luis de Rivera.
Música de Cristóbal Oudrid.
Estrenada en el teatro de la Zarzuela el
17 de Noviembre de 1860.
REPARTO
(Estreno)
Rita - Sra. Rivas.
Concha - Sra. Fernández.
Amalia - Sra. García.
Don José - Sr. Caltañazor.
El Teniente Ramírez - Sr. Arderíus.
Ponce - Sr. Galván.
El Celador - Sr. Rochel.
La acción es contemporánea; la escena
pasa en Madrid.
ACTO UNICO
Sala decentemente amueblada: puertas
laterales: puerta al foro; a la derecha en primer término, balcón.
(Las indicaciones de derecha é izquierda
se refieren al actor)
ESCENA PRIMERA
Don José. (En mangas de camisa,
cepillando la levita)
D. JOSE
Cepillemos la levita
que ya es hora de almorzar
y la oficina me espera.
—Serán las nueve. (Tarareando) Ay, ay,
ay!
—Y mi esposa duerme aun...
—Este botón va a saltar.
—Si yo tuviera más sueldo!
Pero ocho mil nada más,
y recién casado... —Vivo
con poca comodidad.
Yo visto cual no me he visto
de algunos años acá,
y como yo no sé cómo,
tal vez por casualidad:
(Poniéndose la levita)
se aumentó mi presupuesto
y el ingreso sigue igual.
Para mantenerme yo,
Ítem mi cara mitad,
los gastos extraordinarios
tuve que economizar.
Si hubiera un pronunciamiento...
mas quién se pronuncia ya?
Ni se barrunta jarana,
ni un cambio ministerial.
Y ha cambiado el Horizonte,
mas la Epoca no está
porque se escuche en Iberia
el Clamor del Pueblo y Las
Novedades que de Italia
La Correspondencia da,
y al Pensamiento español
electrizan más y más,
me han quitado la Esperanza
de salir de auxiliar.
En el Día en que vivimos,
¿qué Discusión bastará
para probarnos que España
toda es Constitucional,
si no es cierto que en el Reino
se publica la Verdad?
Hace un mes que me casé,
yo, solterón contumaz,
que al ver a una viuda, dije:
—«yo me quiero resellar.»
Y me resellé: ya estoy
bajo la unión conyugal.
Aun luto vestía Concha,
cuando la llevé al altar;
y la quiero, sí señor,
será una debilidad...
—Por ella no salgo apenas,
ni me gasto en refrescar
dos reales; fumo cigarros
de dos cuartos nada mas...
—(Si los fumara el ministro...)
Y si salgo a pasear
voy al Retiro, que allí
no hay en qué gastar un real;
el domingo a la zarzuela,
y pare usted de contar.
Si ahora me dejan cesante,
seré feliz, no es verdad?
(Música)
Cobro de la nación
ocho mil nada más;
no es conmigo la unión
muy liberal.
Todos dicen que tengo
moralidad;
por eso, Concha mía,
sin vacilar,
unida mi pasión
a tu beldad,
hemos hecho la unión
matrimonial.
Ay! duerme, vida mía,
sin reparar en mí;
acaso el mejor día
me da una pulmonía...
por cuidarte a ti.
Ni como,
ni duermo,
ni salgo,
ni entro,
ni vivo,
ni bebo
no siendo por ti;
Ay, Concha,
me irrito,
me apuro,
me agito,
de amores
tirito
hecho un zascandil.
Soy progresista
en mi querer,
pues que te adoro
hoy más que ayer.
ESCENA II
Don José. —Rita (Puerta segunda
izquierda)
(Hablado)
RITA
(Con el servido del almuerzo en una
bandeja)
El chocolate, y la leche,
y los bollos...
D. JOSE
Adelante.
Entra en su cuarto. Almorcemos.
(Va a entrar detrás de Rita y se vuelve)
Soy muy feliz! Eh? Quién? Nadie.
(Se oye rasguear una guitarra)
El asistente del piso
segundo.
No es mal vergante.
(Se va1
por la primera puerta izquierda)
PONCE
(Dentro, acompañándose con la guitarra)
«Con moros anduve a tiros
y victorioso volví;
mas apenas vi tu cara
a discreción me rendí.»
ESCENA III
Rita. —Ponce, dentro.
RITA
Qué oigo! El asistente! (Se asoma al
balcón)
Ponce!
PONCE
Cara é rosa!
RITA
Calla!
PONCE
Abre
ó grito y de mi balcón
bajo al tuyo sin pararme.
RITA
No, te puedes romper algo.
PONCE
Me abres?
RITA
Voy.
ESCENA IV
Don José.
D. JOSE
Rita, no tardes
con el agua. Dónde está?
Rita! —No responde. Diantre!
Llevaré yo el agua.
(Entra y sale con dos vasos de agua en una
bandeja)
Ajá!
El que bien quiere... No hay
nada como el matrimonio...
Soy feliz... ella es un ángel.
ESCENA V
Rita. —Ponce.
PONCE
Aun no vino del cuartel
mi teniente. El corazón
te ofrezco aquí, en el balcón,
en la calle y en Argel.
Aunque me quée a retaguardia
cuenta tú con mi servicio,
que estoy más fuera de quicio
que cuando salgo de guardia.
Puedes estar satisfecha:
en la pared, con carbón,
te he pintao mi corazón
partió por una flecha.
Y tu alma, que no es de bronce,
si lo viera exclamarla:
«Si eso no es una sandía,
es el corazón de Ponce.»
RITA
Es de veras?
PONCE
No hay memoria
de otro amor ni otro belén...
Ya verás cuando me den
la licencia absolutoria!
Me caso contigo.
RITA
Ay Dios!
Y si el plazo se prolonga?...
PONCE
Aunque el gobierno se oponga
nos casaremos los dos.
Te llevaré a mi lugar,
y serás el ama, prenda,
y administrarás mi hacienda,
un huerto y un melonar.
Una vaca con su apero,
que labra y pare sin tasa,
y un cerdo cebado en casa
para matarlo en enero.
Y sin que marque el reló
los menutos que gocemos,
bajo un techo dormiremos
la vaca, el cerdo, tú y yo.
RITA
Yo también tengo mi ajuar,
que naide probé se muere,
y eso que el amo no quiere
que vaya sola a comprar.
Mas yo serví a Don Ramón
que me regaló un corsé
y una falda de muaré...
Como él era solterón...
pues se acordaba de mí...
Y luego un señor francés
a quien serví más de un mes,
me dio dos onzas, y así...
vamos al decir, no es una
tan dejada que no pueda
vestir un día de seda.
Trabajo como ninguna.
Dígalo Doña Dolores,
viuda de un coronel,
a quien la serví tan fiel
que me hizo muchos favores.
Tenía en casa oficina
de juego... y siempre algún gaje...
cuando entraba un personaje
yo me estaba en la cocina.
También una manda, y buena,
me dejó Don Gil Farsalia,
el pobre con lo de Italia
reventó un día de pena.
En fin, siempre es un socorro
que no esté limpio el bolsillo,
y hoy cuento con un piquillo
puesto en la caja de ahorro.
Ello no es bueno servir,
mas si una no se desgracia...
Dígalo yo, verbo en gracia...
que al fin, vamos al decir!
PONCE
Rita, mi alma necesita
tu amor y esas frioleras...
Rita, te quiero de veras,
te quiero de veras, Rita.
RITA
Que están los amos.
PONCE
No chillo.
Cuando sales?
RITA
Para qué?
PONCE
Para convidarte.
RITA
Sí, eh?
PONCE
Como lo digo.
RITA
Qué pillo!
PONCE
Verás a un mozo español
convidarte diligente...
RITA
A qué?
PONCE
A ver correr la fuente
que está en la Puerta del Sol.
Es muy hermosa! Qué juegos
de agua...
RITA
Ba!
PONCE
Y paseando
nos iremos acercando
por si hay en la plaza fuegos
antioficiales.
RITA
No quiero,
eso no me gusta a mí
PONCE
No? Pues elige tú.
RITA
Sí?
Lo diré.
PONCE
Pide, salero.
RITA
Quiero ir al baile.
PONCE
Al que está
en Ricoleto?...
RITA
Es empeño.
PONCE
Al Dionisio Madrileño?
Iremos.
RITA
Que gusto!
PONCE
Ya!
RITA
Hay tantas flores y luces...
Y cuadros vivos... Si vieras,
tocan unas habaneras,
chico!
PONCE
Va a que me seduces?
RITA
Pues si digo bien.
PONCE
Iremos.
RITA
El domingo.
PONCE
Sin tardanza.
RITA
Y bailaremos la danza.
PONCE
Si me enseñas, bailaremos.
(Música)
RITA
Ya me figuro
que estoy allá,
y oigo la música
la ri, la rá.
PONCE
Ten, hija mía,
serenidad.
RITA
Los pies me bailan
y se me van...
PONCE
Los pies le bailan,
ya cederá.
RITA
Cuando suena la orquesta
me pongo así.
(Colocase en aptitud de bailar)
PONCE
Es la niña maestra;
me gana a mí.
RITA
Si tú me quieres —dime que sí,
ay, ponte tierno —cerca de mí.
Estréchame, —bobalicón,
y amor respire —tu corazón.
Ese jaleo
aprende ya,
que yo deseo
ver tu meneo
y el zarandeo
que al cuerpo das.
Ay! niño, te quiero yo,
Ay! niño, que vuelvas pronto,
porque si no...
me da un dolor
PONCE
Ese jaleo
no sé bailar,
mas yo deseo,
ver tu meneo
y el zarandeo
que al cuerpo das.
Ay! niña, te quiero yo.
Ay! niña, que vengas pronto,
porque si no...
me da un dolor!
(Concluido el canto bailan)
ESCENA VI
Don José. —Rita. —Ponce.
(Hablado)
D. JOSE
Pues rae gusta.
PONCE
Escapo. (Se va)
RITA
Y yo. (Va a salir por la izquierda)
D. JOSE
Detente.
RITA
Yo...
D. JOSE
Oye: es mi casa
el salón de Capellanes
para armar tal algazara?
RITA
Fue sin querer.
D. JOSE
Si se vuelve
a repetir...
RITA
Quiá! (Mañana)
D. JOSE
Esta casa no es cuartel,
ni bodegón, ni posada,
ni yo quiero más jaleos
que los que la ley nos manda.
Estás?
RITA
Sí señor.
D. JOSE
Pues vete
a la cocina y no salgas
de allí mientras no te llamen. (Se va
Rita)
—Pues y el otro? Buena alhaja...
Si estará el teniente... Voy...
(Se acerca al balcón)
Mi teniente!
ESCENA VII
Don José. —Ramírez, dentro.
RAMIREZ
Quién me llama?
D. JOSE
Buenos días.
RAMIREZ
Buenos.
D. JOSE
Quiero
que me haga usted una gracia.
RAMIREZ
Oiga usted, no soy gracioso.
D. JOSE
Ya lo sé. Solo se trata...
He encontrado a su asistente
bailando con mi criada.
RAMIREZ
Aunque baile con usted,
a mí qué me importa
D. JOSE
(Vaya
que es amable!) Yo imagino
que una reprensión bastara...
RAMIREZ
Ahora acabo de llegar,
que estuve anoche de guardia,
y reñiré al asistente...
ESCENA VIII
Don José. —Concha.
CONCHA
Sabes que he tenido carta,
Pepe? Vendrá a visitarme...
D. JOSE
Quién?
CONCHA
Toma, mi amiga Amalia.
Se casó, se fue a Alicante...
y no supe de ella nada...
D. JOSE
Hasta ahora que vuelve?
CONCHA
Justo.
La espero. Con quién hablabas?
D. JOSE
Con el vecino... Un valiente
que llegó hace poco de Africa.
CONCHA
El Africa! Qué recuerdo!
D. JOSE
Vamos! de nuevo te asalta
la idea de...
CONCHA
Si viviese...
Si un día se presentara...
D. JOSE
Quién? el alférez Ramírez?
El que murió por la patria?
CONCHA
Mi marido.
D. JOSE
Si por muerto
le dio el parte en la batalla
de...
CONCHA
Y qué pronto le he olvidado!
D. JOSE
A los seis meses...
CONCHA
Si alzara
la cabeza...
D. JOSE
Bah! No temas:
a rey muerto... Y qué adelanta
una viuda con llorar?
Ha de vivir solitaria
eternamente? La viuda
es lo mismo que la parra,
que si no se apoya en algo...
CONCHA
Si él me viera en ti apoyada!...
D. JOSE
Cá, no tendrá ese capricho...
Tranquilízate.
CONCHA
Me amas?
D. JOSE
Cuando estoy en la oficina
con la pluma y con las gafas
dispuesto a hojear expedientes,
pensando en ti se me pasa
el tiempo, y dejo el trabajo
pendiente para mañana.
Si quiero escribir un visto
no veo más que tu cara;
si entro en un considerando
considero que me amas.
Y hasta en el borrón que cae
en alguna de las páginas,
me figura, remonona,
que estoy mirando tu cara.
Es esto amor?
Pepe mío!
Merezco un abrazo? (Se abrazan)
ESCENA IX
Dichos. —Ponce.
PONCE
Cáspita!
Tocan a abrazar?
D. JOSE
Qué es eso?
PONCE
Ná, mi teniente me manda
decir a usted lo que sigue:
Viendo que con justa causa
se queja usted de que Rita
y yo pelamos la pava,
ha dispuesto mi teniente
que se mude usted de casa,
ó si esto no le conviene
por razones que se calla,
para que yo no la vea
despida usted a la criada.
Nada tengo que añidir.
He dicho. A la orden. En marcha.
ESCENA X
Don José. —Concha.
D. JOSE
Oiga usted.
CONCHA
Qué significa?
D. JOSE
Es cosa de la muchacha,
yo lo arreglaré. Entra tu
en tu cuarto y de él no salgas.
CONCHA
No te comprometas, Pepe.
D. JOSE
Tengo mucha diplomacia!...
Pierde cuidado. (Se dirige al balcón)
ESCENA XI
Don José. —Ramírez, dentro.
D. JOSE
Vecino!
RAMIREZ
Otra vez?
D. JOSE
No me hace gracia
la manera con que usted...
RAMIREZ
Caballero, usted me falta.
D. JOSE
Y usted me sobra. Pues, hombre...
—Mi teniente! —Sí, ya baja.
Lo he aterrado; ya teme
dirigirme la palabra.
ESCENA XII
Don José. —Ramírez. —(Puerta del fondo)
RAMIREZ
Con licencia.
D. JOSE
Usted la tiene.
(Es él!... A qué vendrá ahora?)
RAMIREZ
Caballero, usted ignora...
D. JOSE
Sospecho a lo que usted viene.
RAMIREZ
Mire usted, soy enemigo
de todo vicho mortal...
Yo soy un original...
y por lo tanto, conmigo
ha simpatizado usté
desde que le vi... la mano. (Se la toma)
así... es usted mi hermano!
—Quédese usted con Dios. (Hace que se va
y vuelve)
D. JOSE
Eh?
RAMIREZ
No, no me debo marchar
sin ofrecer mis...
D. JOSE
(Qué raro!)
RAMIREZ
Es usted casado?
D. JOSE
Claro.
RAMIREZ
Cuánto debe usted pasar!
D. JOSE
Teniente!
RAMIREZ
(Se ha incomodado)
Hombre, digo la verdad,
es una calamidad
vivir un hombre casado.
Y yo aquí donde me ven
soy un ente excepcional,
que no lo ha pasado mal,
aunque tampoco muy bien.
Usté es propietario?
D. JOSE
Sí,
de mi esposa... A más, poseo...
RAMIREZ
Y vive usted?..
D. JOSE
De mi empleo.
RAMIREZ
Se le figura a usté.
D. JOSE
A mí
me parece que no es mucho;
ni entiendo de armar negocio,
ni en las elecciones lucho.
Yo soy un pobre mortal,
que ni conspiro ni quiero
ser diputado cunero
por la influencia moral.
En estancadas entré,
y están mis cuentas probadas;
mas como entré en estancadas
desde entonces me estanqué.
Y así vivo sin cuidado,
que con un pretexto fútil
en España lo más útil
está, como yo, estancado.
Y usted, es soltero?
RAMIREZ
No.
D. JOSE
Casado?
RAMIREZ
No.
D. JOSE
Ya! viudo?
RAMIREZ
Tampoco.
D. JOSE
Pues, hombre, dudo...
Tiene usted estado?
RAMIREZ
Yo?
D. JOSE
Ha de ser usted, cabal,
viudo, casado ó soltero.
RAMIREZ
He dicho a usted, caballero,
que soy un original.
Yo me casé sin licencia
del Gobierno; y para qué?
Con mi batallón marché
al Africa. La existencia
perdí en la primera acción;
(Movimiento de Don José)
por muerto me dieron, sí;
caí prisionero allí
y se acabó la función.
Un renegado andaluz,
hombre de mucha vaha,
me protegió, y me traía
para comer alcuzcuz.
Para olvidar la derrota
que mi desventura fue,
no hacía otra cosa que...
D. JOSE
Llorar?
RAMIREZ
No, cantar la jota,
Mas ¿cómo de mi destino
vencer el tirano influjo
si nadie allí;, ni aun por lujo,
me dio una copa de vino?
Tragué mucha, mucha hiel,
y dos meses se pasaron,
y mis labios no chuparon,
ni un cigarro de papel.
Un día, qué hago? Me escapo;
pero me alcanzó un mambrú
gritando: Guad-jai-me-jú,
y luego me dio un sopapo.
Con un traje de tartán,
hecha la paz con Muley,
entro dos moros de rey
me trajeron a Tetuán.
Quedé allí de guarnición,
y ahora que me han relevado
vengo fugoso y fogueando
en alas de mi pasión.
De nuevo a España saludo,
llego, busco a mi mujer,
y heme aquí sin poder ser
casado, soltero ni viudo.
D. JOSE
(Cielos, qué sospecha!)
RAMIREZ
He sido
víctima de mi desgracia.
D. JOSE
Sabe usted que tiene gracia
su historia?
RAMIREZ
No la ha tenido
para mí.
D. JOSE
(Tiemblo!)
RAMIREZ
Por muerto
me dio el Gobierno, y al ver
esto, qué hizo mi mujer?
D. JOSE
Hombre, sí, qué hizo? (Estoy yerto)
RAMIREZ
No lo sé, yo la he buscado
en vano al volver a España...
y sospecho que me engaña!
D. JOSE
(Se pone el cielo nublado)
RAMIREZ
Cien bombas, y cien legiones
de demonios!... Si se entrega
a otro! Si me la pega!
D. JOSE
(Aumentan los nubarrones)
RAMIREZ
Yo soy como el pan de bueno;
pero lo que es a valiente,
nadie aventaja al teniente
Ramírez.
D. JOSE
(Estalló el trueno)
RAMIREZ
Qué es eso?
D. JOSE
Ramírez dijo?
Es usted?
RAMIREZ
El mismo.
D. JOSE
Cierto?
Pero está usted vivo ó muerto?
RAMIREZ
Se ha vuelto loco, de fijo.
D. JOSE
Y ella, y él, y yo!... No hay quien
me pegue un tiro?.. Qué horror!
RAMIREZ
A qué viene ese furor?
D. JOSE
Nada; páselo usted bien.
(Pasa por delante de Ramírez; éste le
detiene cogiéndole de los faldones de la levita)
RAMIREZ
Y me deja usted así?
D. JOSE
Cómo querrá que le deje?
RAMIREZ
No quiero que usted se queje,
vecino amable, de mí.
Presénteme usté a su esposa...
D. JOSE
(Huy!) Está enferma...
RAMIREZ
Lo siento...
D. JOSE
Otro día...
RAMIREZ
Pues me ausento.
Si no es a usted enojosa
mi visita, volveré...
de día ó de noche...
D. JOSE
No.
RAMIREZ
Y si algo se ofrece, yo...
D. JOSE
No, no se moleste usté.
RAMIREZ
Cuénteme usted por su amigo
más firme y más verdadero,
y más, y más... Caballero, (Dándole la
mano)
simpatiza usted conmigo.
ESCENA XIII
Don José. —Luego Concha.
D. JOSE
Que los dos simpatizamos?
No lo sabes tú muy bien.
Casados los dos, oh crimen!
con una misma mujer.
Concha, Rita! Sin tardanza
acudid.
CONCHA
Me llamas?
D. JOSE
Ven.
El difunto... ¡si no puedo!
tu marido... ¡Lucifer!
no murió en la guerra ¡cá!
ha vuelto de Africa ¡infiel!
yo al saberlo dije ¡úf!
y él ni oh! ni ah! ni eh!
CONCHA
No me engañas?
D. JOSE
Yo le he visto,
CONCHA
Me desmayo. (Cayendo de pronto en una
silla)
D. JOSE
Yo también. (Idem)
CONCHA
(Levantándose repentinamente)
Mas no, que el lance es muy serio.
D. JOSE
(Idem) Mejor es estar de pie.
CONCHA
Ramírez no ha muerto? ah falso!
Le conozco en su doblez!
D. JOSE
Justo! Oh lecho profanado!
Oh equivocada viudez!
Mi vida es un infierno...
huye, infeliz, del tálamo y del...
(Tropieza con una silla) Cuerno!
CONCHA
Chis! No grites.
D. JOSE
Es verdad.
Aun no ha descubierto el...
Y si pudiera ocultarte...
CONCHA
Lo más acertado es
mudarnos.
D. JOSE
Feliz consejo
Y ahora mismo. Buscaré
casa, aunque sea en la fonda.
Rita!
RITA
(Dentro) Señor!
ESCENA XIV
Dichos. —Rita.
D. JOSE
Sin perder
tiempo arreglarás los chismes
para mudarnos.
RITA
Por qué?
D. JOSE
Por qué? Porque yo lo quiero,
y por evitar también
el escándalo que das
con el asistente.
RITA
Pues!
Como si yo diera escándalo.
D. JOSE
Silencio!
RITA
No callaré.
(Música)
RITA
Quiero gritar,
quiero reñir,
quiero decir
que le he de amar;
que yo no tengo
por qué callar,
ni me conviene
disimular.
CONCHA
Tanto gritar,
tanto reñir,
nos va a salir
sin duda mal.
Puede enterarse
la vecindad
y nos conviene
disimular.
D. JOSE
Tanto gritar,
tanto reñir,
nos va a salir
sin duda mal.
Puede enterarse
la vecindad,
y nos conviene
disimular.
D. JOSE
(A Rita)
Yo te perdono
aquel desmán,
pero obedece
sin replicar.
RITA
En ese caso
tendremos paz.
D. JOSE
Oídme atentas.
RITA
Puede usté hablar.
CONCHA
Puedes hablar.
D. JOSE
(En medio de las dos con exagerado
sentimiento)
Yo feliz ayer vivía,
y un suceso inesperado
sin aliento me ha dejado
para amar a mi mujer.
Ya no puedo hacerte el oso,
pues la imagen del difunto
no me deja un solo punto
de reposo y de placer.
(Los
tres a la vez)
D. JOSE
Mas por qué?
No señor,
yo no cedo,
no, no, no!
Lucharemos
con valor,
hoy me mudo
yo al vapor
Yo no cedo,
no, no, no!
CONCHA
Dices bien,
no señor,
tú no cedas,
no, no, no.
Lucharemos
con valor,
hoy nos vamos
al vapor.
Tú no cedas,
no, no, no!
RITA
Yo no sé,
no señor,
por qué gritan
no, no, no.
De este lance
lo mejor
es mudarnos
al vapor.
No hay remedio,
no, no, no!
(Se van D. José por la derecha, y Rita
por la izquierda)
ESCENA XV
Concha. —Luego Amalia.
CONCHA
Cielos! Lo que a mí me pasa
á ninguna le pasó.
Casada con dos maridos...
Qué delito tan atroz!
Los tres nos equivocamos:
—La iglesia, el gobierno y yo.
—Y Ramírez con un genio,
y unos puños, y un valor,
y un carácter!... yo le temo
más que a una sublevación.
AMALIA
Concha, a tu casa me trac
mi desventura.
CONCHA
Tu voz
anuncia alguna desgracia...
Recibí tu carta...
AMALIA
Ay Dios!
CONCHA
Dos años ha que te fuiste
de Madrid.
AMALIA
Por precisión.
Me casaron a disgusto.
Así mi boda salió.
Al año de matrimonio
nos separamos los dos...
He vivido en Alicante,
y harta ya de reclusión,
llego a Madrid, vengo a verte,
y al cruzar el corredor
que a tu habitación conduce,
oigo detrás una voz,
vuelvo la cara y me encuentro
con mi esposo; la emoción,
el susto, en fin yo no sé,
hija, lo que me pasó;
él la emprende tras de mí,
y yo me escapo veloz,
entro, te encuentro y te pido
que me ocultes por favor.
Ramírez. (Dentro) Yo la he visto entrar!
AMALIA
Es él!
CONCHA
Entra aquí. Cerremos. (Primera puerta
izquierda)
RAMIREZ
(Que las ve ocultarse) Oh!
ESCENA XVI
Don José. Ramírez.
RAMIREZ
Allí está. No se me escapa.
D. JOSE
(Sin ver a Ramírez) Ya he encontrado
habitación.
RAMIREZ
Quién se acerca a las trincheras?
D. JOSE
El tirano! Patapló!
(Ramírez lleva aparte a D. José y le
indica con misterio la puerta de la izquierda)
D. JOSE
(Si habrá visto...)
RAMIREZ
Quién habita
ese cuarto?
D. JOSE
Ese?
RAMIREZ
Sí.
D. JOSE
(Horror!
Ahora sí que cae el rayo)
RAMIREZ
Quién?
D. JOSE
Mi mujer.
RAMIREZ
Cómo?
D. JOSE
No,
digo sí, quedó viuda,
ó al menos corrió la voz...
RAMIREZ
Lo que va a correr es sangre,
según presumiendo voy.
D. JOSE
(La catástrofe se acerca.
Cerraré) (Cierra y se guarda la llave)
RAMIREZ
Uno de los dos
está de sobra en el mundo.
D. JOSE
Creo que es usted.
RAMIREZ
Yo no.
Dios me ha salvado la vida,
y a lo que dispone Dios
no han de enmendarle la plana
hombres de su condición.
Quiero convencer a usted
de mi derecho anterior,
y luego de una estocada
le partiré el corazón.
Cuándo se ha casado usted?
D. JOSE
Hace un mes... ayer cumplió.
Mas yo no tengo la culpa
de que usted, de que ella... por.
RAMIREZ
Bien. Toda mujer casada,
lo mismo aquí que en Mogol,
suele tener un marido.
D. JOSE
Es la costumbre.
RAMIREZ
Mejor.
Yo no permito que tenga
la mía, en vez de uno, dos.
D. JOSE
Dos?
RAMIREZ
No sabe usted que vive
el primero?
D. JOSE
No señor.
(Miento)
RAMIREZ
Pues míreme usted,
porque el primero soy yo.
D. JOSE
Está usted seguro?
RAMIREZ
No hay
duda: en el seguro estoy.
Tengo su rostro presente,
y el sonido de su voz,
y la gracia de su cuerpo,
y su perfil seductor,
y su diminuto pie,
y su cinturita ad hoc,
y su garganta, y su...
D. JOSE
Basta
de política interior.
Veo que usted la conoce
casi tanto como yo.
Pero, teniente, usté ha muerto
y puede hacerme el favor
de no desmentir el parte
que el ministerio nos dio.
Teniente, muérase usted!
RAMIREZ
Ahora no estoy de ese humor.
Primero pediré cuentas
a ella de esta deserción.
Hay causa para olvidarme
a los seis meses? Y por
quién?
D. JOSE
Gracias.
RAMIREZ
A usted más tarde
de una estocada, pif, póf!
Ahora llámela usted: quiero
hablarla de mi pasión:
quiero hacerla cucamonas,
y usted nos verá a los dos
más tiernos que dos pichones...
D. JOSE
Y yo tocaré el violón!
RAMIREZ
Vecino, lo dicho, dicho.
D. JOSE
Pero y la moral, señor?
RAMIREZ
La moral es que un esposo
se una a su mujer.
D. JOSE
Y yo?
RAMIREZ
Usted no es más que un recluta.
D. JOSE
Y la ley?
RAMIREZ
Voto a un canon
rayado!
D. JOSE
Teniente, calma.
RAMIREZ
Ve usted qué tranquilo estoy?
Yo soy un original.
D. JOSE
Sí? Todo sea por Dios. (Asaltado por una
idea)
Quiere usted una copita
de marrasquino ó de rom?
(Ganemos tiempo)
RAMIREZ
Corriente.
Choque usted. (Se dan las manos)
D. JOSE
(Ya se ablandó)
RAMIREZ
Sin perjuicio de que luego
de una estocada...
(Alcanza una botella y dos copas que
coloca sobre la mesa)
D. JOSE
(Traidor!)
RAMIREZ
(Si le pudiera sacar
la llave...)
D. JOSE
(Si este Sansón
se emborrachara...)
RAMIREZ
Vecino!
D. JOSE
Teniente!
RAMIREZ
Bien dije yo:
simpatiza usted conmigo.
D. JOSE
Una copita.
RAMIREZ
El licor
parece bueno. (Bebe)
D. JOSE
Muy bueno. (Bebe)
(Uf! Se me ensancha el pulmón)
(Música)
D. JOSE
Teniente, vaya un brindis,
y que arda Troya.
RAMIREZ
(Mirando a la puerta)
Allí está la manzana
de la discordia...
D. JOSE
(Mira a la puerta:
me la pega el teniente
si no ando alerta)
RAMIREZ
Brindemos pues!
D. JOSE
(Quiera el cielo que el rom
le haga caer)
(A
un tiempo)
D. JOSE
Brindemos sin tardanza
al vino y al amor,
hasta caer beodos
cantando en un rincón.
Viva el licor:
Ay, ay qué gusto,
ay qué placer!...
(Aparte)
(Si te descuidas,
te doy mulé)
RAMIREZ
(Aparte)
(Caula, pobrete; luego
darás al revolcón;
del primer puñetazo
te rompo el esternón)
Viva el licor!
Ay, ay qué gusto,
ay qué placer!
(Aparte)
(Hecho un San Lázaro
te he de poner)
D. JOSE
(Aparte contemplando a Ramírez)
No se emborracha...
RAMIREZ
(Idem)
Aun se resiste...
D. JOSE
Esto va largo...
Vecino?
RAMIREZ
(Dando un fuerte puñetazo en la mesa: D.
José asustado deja caer la copa y da salto hacia atrás)
Firmes!
(Repetición del brindis)
(Hablado)
RAMIREZ
Pediré auxilio a la ley,
y llamaré al celador,
y dejaré un centinela
en tanto que vuelvo yo;
sin perjuicio de... (Váse)
D. JOSE
Pero, hombre?
Vil glocéster! No señor.
ESCENA XVII
Don José solo.
D. JOSE
Engaño tan manifiesto
no sufre mi corazón:
si un rey muere, la nación
otro coloca en su puesto.
La humanidad afanosa
nunca ha visto sin disgusto
que por dar al vivo un susto
levante el muerto la losa.
La Gaceta se respeta?
Su muerte en ella leí.
Es culpa mía que aquí
nadie crea en la Gaceta?
—Mi autoridad no consiente
tan imprevisto exabrupto:
ni yo soy rey absoluto,
ni es Garibaldi el teniente.
Me prefiere a mi rival
ella en su libre albedrío,
y yo me acojo con brío...
al sufragio universal!
Si un nuevo rey sube al trono
y calla el oso del Norte,
yo, siguiendo este resorte,
con mi mujer me anexiono.
(Buscando la Gaceta entre los papeles)
Buscaré... aquí está... su nombre
es el primero, y se infiere
que si al verlo no se muere,
no tiene lógica ese hombre.
ESCENA XVIII
Don José. —Ramírez. —El Celador.
RAMIREZ
Aquí está la ley.
D. JOSE
Me alegra
la idea... La ley?...
CELADOR
Qué es esto?
D. JOSE
La conozco en su modesto
traje de levita negra.
Pase la ley, que no quiero...
RAMIREZ
Ya no hay tiempo que perder.
Llame usted a mi mujer...
D. JOSE
Escuche la ley primero.
Corrió la nueva en la corte
de la muerte del señor;
si ha vuelto al mundo, peor;
que presente el pasaporte.
(Presentándole la Gaceta)
Lea usted. Está ahí escrito;
y dada su defunción,
ni el señor tiene padrón
ni habita en este distrito.
Y fuera un mal sempiterno
que usted, que come turrón,
hiciera la oposición
a lo que dice el Gobierno.
Celador. Está usted equivocado,
y en esto debe de haber
algún error.
RAMIREZ
A mi ver
este señor anda errado.
CELADOR
Que salga ella.
D. JOSE
Que salga
y elija, Concha! (Abre la puerta)
RAMIREZ
Qué escucho!
D. JOSE
(A Concha)
Valor! yo te quiero mucho...
(Viendo a Amalia)
Otra mujer, Dios me valga.
RAMIREZ
Amalia, ven, ya es forzosa
esta reconciliación;
di muy alto la razón
que tienes de ser mi esposa.
AMALIA
La razón la ha comprendido
el más lerdo a mi entender.
RAMIREZ
Atención.
AMALIA
Soy tu mujer...
porque tú eres mi marido.
D. JOSE
Pues no es usted el teniente
Ramírez?
RAMIREZ
Sí.
D. JOSE
Qué de cosas!
y tiene usted dos esposas
sin ir a presidio?
AMALIA
(Sujetando a Ramírez)
Tente!
RAMIREZ
A mi esposa entrar miré
en ese cuarto; usted vino,
me contestó un desatino...
y... No me provoque usté,
hombre!..
CONCHA
Mi esposo murió.
El Ramírez que aquí ves (A José)
esposo de Amalia es.
D. JOSE
Con que ha sido un quid-pro -quo?
Con que todo ha sido un cuento
por mis tumores forjado?
Qué peso se me ha quitado!
Estoy loco de contento!
Para evitar otro embrollo
como este, que aun me acongoja,
que cada uno se coja
del brazo de su pimpollo,
(Música)
D. JOSE
Ya se acabó!
Ay, ay qué gusto
es descansar!
(Si no me aplauden
no canto más)
TODOS
Ya se acabó!
Ay, ay qué gusto
es descansar!
(A D. José)
(Si no te aplauden
vete a acostar)
FIN
Información
obtenida en:
https://archive.org/details/reymuertozarzuel484oudr
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