CURRO EL DE LORA
Zarzuela en dos actos, el segundo
dividido en tres cuadros y verso.
Texto de José Telleache y Manuel de
Góngora.
Música de Francisco Alonso.
Estrenada en el Teatro de Apolo de
Madrid, el 29 de octubre de 1925.
REPARTO
(Estreno)
Lola Cortés - Selica Pérez Carpio.
Trini - Sra. Gallardo.
Señá Angustias - Sra. Andrés.
La Presumida - Sra. Romero.
María Jesús - Sra. Villagrasa.
Una Gitana - Srta. Girón.
Curro el de Lora - Sr. Marín.
El Montañés - Sr. Navarro.
Richemond - Sr. Gallego.
Ecijano - Sr. Iglesias.
José Ramón - Sr. Romallo.
Mellizo - Sr. Stern.
El Marqués de Azanaque - Sr. Sotillo.
Cúchares - Sr. Rodríguez.
Froilán - Sr. Castro.
Don Pedro - Sr. Guzmán.
Petaca - Sr. Iborra.
El Ronco - Sr. Morales.
Amolador - Sr. Icabalceta.
Un Ganadero - Sr. Guzmán.
Un Sacristán - Sr. Bernal.
Un Sacerdote - Sr. Lleó.
Bandido 1º - Sr. González.
Bandido 2º - Sr. Pérez.
Hombre 1º - Sr. Bernal.
Gitano 1º - Sr. Corao.
Santiago - Sr. Caballero.
Guardia 1º Sr. Pérez.
Guardia 2º - Sr. Corao.
Monago 1º - Srta. Lahoz.
Monago 2º - Niña Rodríguez.
Monago 3º Niña Paso.
Monago 4º - Niño Carvajal.
Garrochistas, Vaqueros, Bandidos,
Mujeres del pueblo, invitados, Niños y coro general.
La acción en Córdoba, hacia el año 1847.
Derecha e izquierda las del actor.
ACTO PRIMERO
Un cortijo en la sierra cordobesa. Al
fondo telón de campo que dará la sensación de un rincón abrupto de aquella
sierra. Ocupando el primero y segundo términos de la izquierda, trasto de casa
practicable. A ambos lados de la puerta de entrada, dos poyetes, y sobre la
misma un parrado. A la derecha otro trasto, también practicable, de
característica construcción. Es el exterior de una corraliza o plaza de toros
del cortijo. En su parte alta hay una barandilla que figura que sigue hacia
dentro, como conduciendo a un palco de dicha plaza y a la que se sube por una
escalera que estará situada donde el pintor juzgue oportuno. Los últimos
términos derecha e izquierda, libres Por la escena, sillas de paja, alguna mesa
de pino debajo del emparrado y otros detalles que juzgue oportunos el director
artístico.
(Al levantarse el telón, el Coro, con
los Garrochistas, Vaqueros, etc., forman un grupo artístico, apareciendo en el
centro Lola y Trini, las cuales visten con marsellés de terciopelo y falda de
amazona. Los Caballeros, excepto Richemond, traje de campo en Andalucía en
aquella época. Richemond, traje de figurín de época anterior al segundo imperio
francés)
ESCENA PRIMERA
Lola Cortés, Trini, el Marqués de Azanaque,
Richemond, Cúchares, Don Pedro, José Ramón, Criados del cortijo, «El Minarete»,
Garrochistas, Vaqueros y Coro General.
(Música)
CORO
Ya terminó la fiesta,
ya terminó el acoso;
con arte y con destreza
pudimos a los toros
esquivar
al galopar.
Con hábiles engaños
llegamos al cortijo
en donde ya han quedao
enchiqueraos los bichos
que a morir
han de ir.
TRINI
Fiesta de sol y alegría
que en el mundo está de non
y que al mundo causa envidia
por su belleza y color.
MARQUES
Verla, Lola, contenta,
pláceme en verdad.
RICHEMOND
Ante un toro verme quiero
derrochando mi salero.
CUCHARES
Una cosa es sentirse torero
y otra cosa... torear.
TODOS
Fiesta de sol y valor.
TRINI
Como en el mundo no hay dos.
LOLA
El hábil recrujir
de la honda al disparar
la piedra que va a herir
con súbito chocar
el bárbaro testuz
del toro retador.
TRINI
Y el sol, rey andaluz,
espléndido clavel
que incendia con su luz
la espuela y el cairel
de vivido fulgor
y da al azul dosel
del cielo, resplandor.
TODOS
El hábil recrujir
de la honda al disparar
la piedra que va a herir
con choque arrollador
el bárbaro testuz
del toro retador.
LOLA
Las jacas adornadas
con madroñeras;
las picas en el aire
como banderas
y un toro negro
que desafía
y que al retarlo
busca la huida
y las jacas que en su busca
corren ya.
TRINI y LOLA
Corre ya
corre mi caballo
corre más.
Sigue así,
que por la cañada
quiero ir.
Que al final
vencerás al toro
retador
y al volver hacia el cortijo
en tu cabezada
prenderé una flor.
TODOS
Corre ya,
corre mi caballo, etc.
LAS DOS
Es fiesta de alegría
y de valor
que en el palco del cielo
preside el sol.
(Contracanto de Lola, mientras dicen:)
«Corre ya...»
LOLA
En la paz de los campos,
galopando me vi,
y mi vida sentía
la alegría de vivir.
Bravamente la jaca corrió
pero mi mano la premió
al volver hacia el cortijo,
en su cabezada prendiendo una flor.
Corre ya;
luce, mi caballo,
tu poder;
y al galopar,
llévame a encontrar
un buen querer.
Agilmente tu brío lució
y quiero yo
al volver hacia el cortijo
en tu cabezada prender una flor.
CORO
Nadie detuvo
su galope volador,
que en rápido acosar,
a los toros burló.
LOLA y CORO
¡Alegría!
Todavía
en el cielo claro
centellea el sol.
(Hablado)
JOSE RAMON
¡Viva el señor Marqués y la compaña!
CORO
¡Viva!
MARQUES
(A José Ramón) Gracias. Ahora manda que se
retire esa gente.
JOSE RAMON
De ceguía. (Al Coro) ¡Muchos, ca
muchuelo a zu olivo!... (El coro se va retirando por distintos términos. José
Ramón entra en la casa)
CUCHARES
(A Lola Cortés) ¿De modo que ozté y eza joven,
zon dos artistas que ce ganan las cimpatías y las onzas en París de Francia?
LOLA
Le diré a usted, amigo Cuchares: Yo vivo
en Paris desde hace algunos años, pero mi amiga, aunque también es artista, aún
no ha trabajo fuera de España. (Pausa)
MARQUES
(A Richemond) ¿Le gustó a usted la
fiesta?
RICHEMOND
¡Oh! ¡Admigable!
TRINI
Yo creo que el musió, si sigue mucho
tiempo por España, se hace torero.
RICHEMOND
¡Oui! ¡Oui! Yo segué togueador. (A
Cuchares) Don Cúchagues.
CUCHARES
¡Ezo... no ez tan fácil como paece!
¡Hacen farta muchas cosas!
RICHEMOND
A mí no me hace fagta más que me quiega esta
moguena.
TRINI
¡Josú!, pos no tendrá osté en París
pocas mujeres.
DON PEDRO
(A Cuchares) ¿Se ha fíjao osté en el
Marqués? No se aparta un momento de Lola.
CUCHARES
¡Zí, pero pierde er tiempo y er dinero!
DON PEDRO
Dicen que en Francia ze ha gastao una
fortuna con ella.
CUCHARES
Ezo dicen, pero... como zi ná. Es de
mucho cuidao Lola Cortés. ¿Osté la conocía de antes, verdad, maestro? Yo la
recuerdo de cuando era cigarrera en Cevilla. Tié una historia de amores mu triste.
TRINI
(Riéndose) ¡Ja, ja, ja!
LOLA
¿De qué te ríes?
TRINI
De Richemond. Dice que hubiera querido ser
esta mañana el garrochista que me salvó de la acometida de aquel toro, y... no
lo puedo remediar, pero me hace mucha gracia figurármelo vestido con el traje
de aquel hombre.
LOLA
Buen susto nos diste.
MARQUES
Yo, la verdad, no me fijé en lo que
ocurría.
TRINI
Pues muy sencillo: que sin darme cuenta y
entusiasmada con el acoso de los toros, piqué espuela a mi jaca, y confundida
con ellos, bajé hacia el centro de la cañada. (Pausa) De pronto se desmandó un
toro y vino hacia mí. Un garrochista que corría cerca, se apeó de su caballo,
cogió al bruto por la cola y con fuerzas hercúleas, le hizo retroceder,
mientras que yo pude salir libremente galopando.
RICHEMOND
¿Ese garrochista segá paguiente de Don Quixote?...
TRINI
Marqués, ¿por qué no hacéis que le
busquen? Le reconocería en cuanto le viese y quisiera recompensarle.
MARQUES
No es preciso; pero si así lo deseáis...
(Llamando y dirigiéndose hacia la puerta del cortijo) ¡José Ramón! ¡José Ramón!
(José Ramón sale y el Marqués habla con él en voz baja)
DON PEDRO
Señores. Mientras nos preparan la
merienda, ¿por qué no vamos al encerradero para ver los toros?
TRINI
¡Muy bien!
LOLA
¡Buena idea!
RICHEMOND
(Aparte al Marqués y con gran misterio) Oigame,
don Pedro. ¿En el encegadero hay baguega?
DON PEDRO
Hay burladeros y un palco.
RICHEMOND
¡Entonces, vamos: vamos al palco!
MARQUES
(A Cuchares) Qué, ¿subimos?
CUCHARES
Vamos allá.
(Todos hacen mutis por la escalera del
encerradero)
ESCENA II
Curro el de Lora, José Ramón, Ecijano y
Bandidos (Después de una pausa, Curro el de Lora aparece por detrás del
encerradero)
CURRO
¡Ya se han ido! ¡Si tardan un menuto
más, zargo y se acabó la fiesta! (Mirando por detrás de la casa) ¡Ahí viene
José Ramón! (Por el mismo término que él salen varios bandidos)
JOSE RAMON
(Saliendo por el último término
izquierda) ¡Curro, por la gloria tu mare, vete der cortijo, que me pierdes!
CURRO
¡Vamo! No se ponga de ese móo, que nunca
le han hecho mal denguno Curro el de Lora ni su gente!
JOSE RAMON
(Después de una pausa) Pero... ¿qué es lo
que pretendes?
CURRO
¡Na! Darle el cumplimiento al Marqués y
a la compaña!
JOSE RAMON
¡No es ezo! ¡Tú es que te has maliciao
que viene con el Marqués una prezona, y!...
CURRO
¡No me lo he maliciao! ¡Que io sé de
cierto! ¡Lola Cortés, es... aquella Lolilla!
JOSE RAMON
¿Y qué quies hacé?
CURRO
¡Na! ¡Zólo quió que sepa quién soy yo!
Pero váyase descuidao que ar Marqués... ni a nadie le ocurrirá na.
JOSE RAMON
¡Gracias, Curro! (Haciendo mutis por la casa)
(Curro avanza muy pausadamente por la escena.
Se sienta, lía un cigarro denotando en el gesto y en la actitud una gran
preocupación. Pausa larga. Curro sigue sentado y muy preocupado. Hay un momento
en que parece dormido)
BANDIDO 1º
(A sus compañeros) ¿Zus habéis fijao
como se ha queao Curro?
ECIJANO
Pos ací eztá dende que vino er Bizco de Córdoba
y le dijo que había allí no ze quien...
BANDIDO 1º
Ze trata de una mujé... ¡Buena mujé!
Pero no levantéis la voz que zus puede oír.
ECIJANO
¡A mí, que me oiga! ¡Ya estoy yo mu arto
de Curro!
CURRO
(¿Qué dicen esos?)
ECIJANO
¡Vergüenza me dá que nos estemos pazando
aquí er día, mientras que por esos caminos ze irá la gente riendo de la partida
de Curro el de Lora! ¡Y to por nuestra culpa!
BANDIDO 1º
¿Por nuestra culpa?
ECIJANO
¡Cí, que pa ocupá zu puezto me zobra a
mí való! Y a conocé los caminos de la zierra tampoco eze me gana.
BANDIDO 1º
¡Pos por mí!
VARIOS
¡Y por toos!
ECIJANO
¿No sus rajaréis?
VARIOS
¡No!
ECIJANO
¡Pos ala! ¡Vámonos ahora mismo y cuando despierte...!
VARIOS
¡Vamos!
CURRO
(Levantándose bruscamente y echándose el
trabuco a la cara) ¡Ar que ze mueva le dejo seco de un trabucazo!
VARIOS
¡Es que...!
CURRO
¡Arto! ¡Mientras viva Curro el de Lora,
no hay más amo, no hay más jefe, ni hay más hombre que él!
BANDIDO 1º
¡Nosotros...!
CURRO
¡Vozotros tenéis que obedeserme! ¡Ya lo
he dicho! ¡Soy más hombre que toos vosotros juntos!
(Música)
CURRO
¡Soy Curro el de Lora!
¡Soy Curro el de Lora!
¡Y a mi paso en la sierra bravía
nadie se me ponga!
Que salga el que quiera,
que toos desafío:
¡que no hay hombre pa Curro el de Lora
ni jamás lo ha habío!
En mi jaca negra
con mi manta roja,
mi trabuco al braso,
desde un matorral,
me juego la vida
si es vida la mía
y mato sin miedo,
si es que hay que matar.
¡Es mi casa el monte;
mi hacienda, la vega,
mi guía, la luna
mi amor, no lo sé...!
¡Que como las zarzas
que hay en el camino
destruyo a mi paso
amor de mujer!
Aquella mujer que quise
es flor que se deshojó.
Malditas sean las mujeres
que no tienen corazón.
¡Un día, maté...
al que con engaños mi amor me robó.
¡Y al monte me eché...
dispuesto a vengarme de aquella
traisión.
¡Fue un falso querer...
quien tuvo la culpa
de mi perdición.
¡Y aunque lo olvidé...
no sé desde entonces
de amor de mujer.
BANDIDOS
Un día mató
al que con engaños
su amor le robó
y al monte se echó
dispuesto a vengarse
de aquella traición.
Fue un falso querer
quien tuvo la culpa
de su perdición.
CURRO
Y aunque lo olvidé,
no sé desde entonces
no sé desde entonces
de amor de mujer.
(Se repiten los motivos a gusto del
Maestro y termina el número)
(Hablado)
CURRO
¡Y ahora, que se vaya arguno si se
atreve!
BANDIDO 1º
¡No ci yo...!
BANDIDO 2°
¡Fue el Ecijano!...
ECIJANO
¡Yo!...
CURRO
(Que está más atento en observar si
viene alguien, que en oír aquellas disculpas. Al reparar que baja gente del
cerrao) ¡Silencio!
ECIJANO
¿Qué hay que hacer?
CURRO
¡Ahora, ná! ¡Seguirme y aluego veremos! ¡Por
aquí! (Sigilosamente hacen mutis por detrás del cerrao)
ESCENA III
Lola y José Ramón.
JOSE RAMON
(Saliendo de la casa y mirando hacia
donde se ha ido Curro con su gente?) ¡Allá va! ¡Si Dios quiziá que no volviese!
(Pausa. Lola baja del encerradero y hace un gesto de agrado al ver a José
Ramón, el cual aparenta no verla)
LOLA
Aprovechemos el tiempo.
No hay nadie.
(Llamándole) ¡José Ramón!
JOSE RAMON
(Volviéndose) ¿Me llamaba... la zeñora?
LOLA
Quiero pedirte un favor.
JOSE RAMON
Usté ez el ama y criao
de la casa siendo yo,
zi la zirvo en lo que pide,
cumplo con mi obligación.
LOLA
(Después de una pausa y con dignidad?)
¡No soy... lo que te figuras!
JOSE RAMON
¡Er deseo me engañó,
que ser en el Minarete
el ama, y del corazón
del señor Marqués, la llave,
no vale poco!... ¡Perdón
la pido si al engañarme
mi palabra la ofendió!
LOLA
Del Marqués, soy buena amiga;
nada más, José Ramón.
JOSE RAMON
(Con humildad)
Pues usté dirá.
Me han dicho
que anda por aquí, al olor
de lo que caiga y no lejos
del Minarete, un ladrón
arrastrao, mala persona
en donde esté la peor,
que mata, si le precisa,
roba, cuando hay ocasión,
y por donde pasa deja
o deshonra o dolor.
Curro el de Lora se llama:
¿es verdá?
JOSE RAMON
(Después de un momento de vacilación)
¡La verdá habló
quien se lo dijo!
LOLA
(Temerosa)
¿Está aquí?
JOSE RAMON
Franqueza ahora pido yo
que andar con tanto misterio
no va con mi condición.
LOLA
Pues, franqueza por franqueza
que la tuya me obligó.
JOSE RAMON
¡Venga!
LOLA
¿Ese Curro de Lora
bandolero y malhechor...
¡dime la verdad!
JOSE RAMON
¡Jurao!
LOLA
... en un tiempo se llamó
Francisco de Dios Molina?
JOSE RAMON
¿Quién dice tal coza?
LOLA
¡Yo!
JOSE RAMON
¡Y es verdad!
LOLA
No me engañaba!
JOSE RAMON
(Aparte)
¡Quién engaña al corazón!
(Después de una pausa)
Mi memoria está tan cierta
de que Francisco de Dios
Molina, y Curro el de Lora
como... de que osté es Lolilla
la misma persona son
la cigarrera, una flor
hecha mujer, que, hace tiempo
en Sevilla deshojó...
(Poniendo una doble intención en sus
palabras)
un hombre, mala prezona
en donde esté la peor,
que mata si se le tercia,
roba cuando hay ocasión,
y por donde fue pazando
mala zimiente dejó.
LOLA
¿Me has conocido?
JOSE RAMON
A una roza
ciempre la vende el oló!
LOLA
¡A nadie a decirle vayas
que por él pregunté yo!
JOSE RAMON
Pué usté marcharse tranquila
que no he de hacerle traición:
zu mercé, es una señora;
yo zoy... ¡el aperaor!
(Hace mutis por la casa)
ESCENA IV
Lola, Trini, el Marques, Cúchares, y Don
Pedro.
PEDRO
(Apareciendo en la barandilla del
encerradero seguido de los demás personajes. A Lola Cortés)
¡Nos abandona usted, Lola!
MARQUES
¡Será porque se aburría!
LOLA
No aburrimiento, cansancio
tal ausencia significa,
que va la tarde cayendo
y ha sido de prueba el día.
MARQUES
Siendo así...
LOLA
No es de otro modo.
(A Cuchares)
¿Se apartó ya la corrida?
CUCHARES
Mejor y de más empuje
no ha de ver otra Sevilla.
Ocho cinqueños retintos
piel de sea y astas finas,
patas duras, lomo recto,
brava sangre y muchas libras.
A mi gusto se eligieron
¡y mi gusto es una firma!
LOLA
Pues a ver como quedamos.
CUCHARES
Ya veremos. Tengo días...
que el sol a veces se nubla
y siempre es el sol, y brilla.
(Dirigiéndose a Lola)
Si usté me da su licencia
brindarle un toro querría.
LOLA
¡Acepto el brindis!
CUCHARES
Veremos
si el sol se nubla ese día.
TRINI
(A Richemond)
He aquí mi tierra.
CUCHARES
(Idem)
Afinando
vaya su mersé la vista,
si es que al volver a la Francia
quié decir argo e valía.
RICHEMOND
¡Gran país! Ni ustedes mismos
cuenta se dan bien cumplida,
de lo que es España y más
aun que España, Andalucía.
¡Cien veces se ha dicho y nunca
se halló la frase precisa!
Mujeres hermosas, cielo
azul, verdes campiñas,
hombres bravos, sangre joven
buen humor...
CUCHARES
(Interrumpiéndola y cogiendo una caña de
las bateas que traen Trini y la Moza 1ª)
¡Y manzanilla!
La llave del improsultra:
Oro derretío, chispa
de sol, presa entre cristales
pa que brille más toavía!
(Ofreciendo una caña a Lola)
¿Me hace ozté er favo, señora?
(Dirigiéndose al Marqués)
Con premiso.
LOLA
(Aceptando)
Complacida.
CUCHARES
Va a ser difícil saber
bebiendo su señoría
si es el vino el que perfuma
sus labios de clavellina
o, si al besarlo, son ellos
los que al vino dan envidia.
LOLA
¡Gracias!
CUCHARES
(A Trini)
Temple la garganta
y saboree esta ambrosía,
¡que esa voz de emperaora
esta noche hay que lucirla!
(A Richemond)
¡Vaya también una caña
pa su mercé, que esto es vida!
¡Bébala usté con respeto,
y, si pué ser, de rodillas,
¡porque es la risa de Dios
y es cosa seria esa risa!
LOLA
(Con la caña en alto)
Señores: con este vino
de juventud y alegría
voy a brindar con vosotros
por mi tierra, que es Sevilla.
(Durante la escena anterior habrá ido
saliendo el coro)
(Música)
Sevillana he nacido,
de Sevilla soy yo,
y es mi orgullo más grande saber que mi
cuna
allí se meció.
Me he criao en Triana,
llevo sangre cañí,
y me echaron el agua bendita
der Guadarquivir.
Lolilla la «Cigarrera»
me llamaban en Sevilla,
hoy Lola Cortés me llaman
quién fuera aquella Lolilla...
¡Qué muy lejos de España
nunca pude olviar
el reír de mi cielo andaluz
que convida a cantar;
y en el pecho llevaba
ese sal que, al brillar,
donde pone su beso de luz
hace flores brotar.
TODOS
Sevillana ha nació,
tiene sangre cañí
y te echaron el agua bendita
del Guadarquiví.
LOLA
Reja donde soñé,
¡quien pudiera en tus hierros floríos
reír y soñar otra vez!
Entre los repiques
de unas castañuelas,
las notas llegaban
con ecos de fiesta,
de unas sevillanas que el olor traían
de la primavera.
¡Nochecita pá soñar!
Los sentíos trastornaba
con su perfume el azahar;
lejos se oía el bordón
de una guitarra llorar
las penas de un corazón
que iba la muerte a buscar,
y en los aires revelaba
una copla que cantaba:
Floreció está tó el año
ese jardín de tu reja,
porque lo miran tus ojos
y con mi llanto se riega.
¡Ay Giralda, Giralda,
columna del Sol!
¡Por flamenca
te bendijo Dios!
¡Ay Giralda, Giralda,
escalera de luz!
¡Pa subir a mi cielo andaluz!
TODAS
¡Ay Giralda, Giralda!, etc.
(Y final)
(Todos inician el mutis, y hablan en voz
alta y con gran júbilo)
(Hablado)
MARQUES
(Después de un momento de bullicio en el
coro) ¡José Ramón!.. (Indicando con el gesto y el ademán que se retire el coro)
JOSE RAMON
¡Comprendió, ceñó Marqués! (Al Coro) ¡Eh!
¡Muchachos! A rematar la faena pa que que podamos despedir luego a los señores.
VARIOS
Vamos, vamos.
MARQUES
(A los invitados) Y nosotros entremos
ahí que no faltará algo que comer.
LOLA
Con el vino hemos llegado a alegrarnos todos.
RICHEMOND
¡Ouí, ouí, yo estao muy alegro... pego
no sé por qué me acuegdo de mi mamaita e tengo ganas de llogag.
CUCHARES
¡Jozú, er franchute la ha agarrao
llorona!
MARQUES
Vamos.
LOLA
Vamos, sí, vamos. (Todos inician el
mutis)
ESCENA V
Dichos y Curro.
(Curro aparece por el foro derecha,
apagándose con su presencia todas las conversaciones)
CURRO
¡Güeñas tardes!
LOLA
(Aparte?) ¡Curro!
CUCHARES
¡Curro el de Lora!
MARQUES
¡Eh! ¿Qué decís?...
CURRO
¡Curro el de Lora, sí! Pero no hay que
azustarse, que Curro el de Lora viene hoy por las güeñas.
MARQUES
¡No me explico!...
TRINI
Marqués, o yo estoy ofuscada o juraría
que este hombre es quien me salvó la vida esta mañana.
LOLA
(Aparte) ¿Cómo? ¿Qué fue él?...
MARQUES
¡Imposible!
CURRO
¿Imposible por qué, señó Marqués?
MARQUES
Porque tú no eres criado de mi casa y no
podías estar en la cañada.
CURRO
¡Curro el de Lora está aonde quiere
estar!
(Pausa. Se queda mirando fijamente a Lola)
RICHEMOND
(Aparte) ¡Mon Dieu! ¡Este es el bandido que
se come a los hombres crudos! ¡Voy a tomag el olivero, como dice Cuchagues!
(Hace mutis por la izquierda)
LOLA
(Aparte a Trini, refiriéndose a Curro)
Es él, el mismo Trini.
TRINI
¿Cómo?
LOLA
¡Me ha conocido!
TRINI
Calla, y déjame a mí. (Dirigiéndose a
Curro) Curro, si usted quisiera aceptarme un obsequio... ¡Yo deseaba
recompensarle por lo que hizo por mi!
CURRO
¡Eso no tiene való!
TRINI
¡Pero!...
CUCHARES
Curro, vaya una caña.
CURRO
(Aceptando) ¡Gracias!
TRINI
Y... dígame; un hombre como usted, que ha
demostrado tener tan buen corazón, ¿por qué vive en la sierra de ese modo?
CURRO
¡Sería mu largo de contar y no le
interezaría a naide! (Mirando siempre con intención a Lola).
TRINI
Interesarnos, mucho.
CURRO
¿También a zu mercé?
TRINI
¡También! Que así podremos saber la
manera de ayudarle, si alguna vez le fuese preciso.
CURRO
(Vuelve a mirar a Lola) ¡Entonces, sea! ¡Que
zu mercé se lo merece todo!
TRINI
¿Otra caña? (Ofreciéndosela)
CURRO
¡Venga!
(Pausa)
Pa que la ley de la vía
también en mí se cumpliera,
aunque el cumplirse a mis ojos
ríos de llanto les cuesta,
una mujer fue la causa
de mi perdisión primera;
que como dise la copla,
y es la copla una sentencia,
no hay desgracia en este mundo
que de mujeres no venga.
(Pausa)
Hambre pasando y fatigas
allá en Lora, que es mi tierra,
yo era un pobre jornalero
ni mu listo, ni mu bestia,
ni mu güeno, ni mu malo,
ni mu lejos, ni mu cerca
del sitio donde los hombres,
que son hombres, se barbean.
Llano como la marisma,
humilde como una yerba,
más que un chaparro fornío
y duro como una penca;
na más: al remate, un hombre
igual a otro hombre cualquiera.
(Pausa)
Me prendé de una mocita
de mi artura, cigarrera
en Sevilla, y donde estaba,
una jembra, güena jembra.
Como una plata, bonita;
pulía como una estrella,
airosa como una mimbre
y como un regato fresca.
Como piñones mondaos
sus dientes; una parmera
su sintura; las pestañas
como abanicos de sea
dando sombra a dos infiernos
de perdisión, y las trenzas
de su pelo, asuleando
a puro de ser tan negras.
CUCHARES
¡Mujer de España!
CURRO
¡Castisa
desde la cruz a la fecha!
(Pausa. Curro mirará a Lola con marcada intención)
Muchos afanar quisieron
lo que más guardaba ella;
como viña sin vallao
que, sin querer, a tos tienta,
a naide cara le hasía;
pero yo rondaba serca
y como el mentir, en boca
del que es hombre, bien no suena...
¡vaya la verdá!... una noche
la hise mía, no por fuerza,
por cariño; porque el aire
y el sielo y su carne mesma
trastornaban el sentío
con tembló de borrachera;
porque olían los jazmines
y brincaban las estrellas
y eran los pulsos galopes
y fiebres los ojos eran;
porque hay besos que enloquesen
y pensamientos que siegan
cuando se huelen las flores
de una carita morena;
¡porque tenía que ser
y Dios quiso que así fuera!
TRINI
(A Lola, que momentáneamente parece
desfallecer)
¿Te sientes mal?
LOLA
(Disimulando) Ya no es nada.
CURRO
(Intencionado)
¡La historia que le interesa!
(Pausa)
Nos quisimos... ¡Entoavía
sus besos aquí me queman!
TRINI
¡Entonces!...
CURRO
Ya va queando
poco pa el final; pacencia.
Era la niña ambiciosa
y, como mujer, veleta
que según soplan los vientos
se mueve pa onde la llevan.
Otro hombre —¡la historia e siempre!—
con parneses y fachenda
la deseó y... tuve miedo...
que es mu mala consejera
la ambisión pa las mujeres
y, si con oro se sercan,
¡no hay castillo ni muralla
que mal simiento no tenga!
Y fue suya —¿no habia é serlo?—
(Y a mí me ahogaba la pena!
Y ardiéndome las entrañas
y er corasón hecho grietas,
yo ]a recordaba siempre,
soñando conque, a mi vera,
la miraba, tan pulía,
tan serrana, ¡tan flamenca!
Una noche, en que aquel hombre
cruzaba alegre en su yegua
volviendo de su cortijo
los jarales de la sierra,
yo, que acechaba impaciente
al cobijo de unas peñas,
plantándome en el camino
y cogiéndome a las riendas
le grité: ¡Cobarde! ¡Baja
si es que tiés sangre en las venas!
que, aunque a traición me robastes
lo que fue mi sola prenda,
¡quiero quitarte de frente,
vida que tanto me pesa!
Si quiés defenderte, güeno;
si eres cobarde y te entregas...
me da igual; que así más pronto
se arremata la faena.
Disparó su cachorrillo,
desvié yo mi cabeza,
mientras la bala, perdía,
rebotaba en unas piedras...
y hechos los ojos dos brasas,
dos garfios mis manos hechas,
ya no vide más que sangre:
alcé al retaco las greñas...
afiné la puntería,
como quien su vida juega...
¡y na más!... Un tiro, un cuerpo
que cae a plomo en la tierra...
un hombre que se ha vengao
como los hombres se vengan...
y después... ¡na!... Los oscuros
de la noche, entre las breñas...
en silencio arrebujaos
picachos y barranqueras...
¡y un caballo enloqueció
que, pisándose las riendas,
relinchando y sin jinete
galopaba por la sierra!
(Pausa)
Y ya ven si aponderaba
disiendo, al mentar mis penas,
lo que pregona la copla,
pero a ninguno aprovecha:
que no hay desgracia en el mundo
que de mujeres no venga
¡y que una mujer fue causa
de mi perdisión primera!
TRINI
¿Y entonces se echó a bandido?
CURRO
Llámelo usté como quiera.
al hombre que hase lo que hise,
¿qué otro remedio le queda?
MARQUES
¡Ser hombre de bien!
CURRO
¡Ya es tarde!
CUCHARES
¡Olvidar!
CURRO
¡Eso quisiera!
TRINI
Esto no es vida.
CURRO
¡Ni aquello!
DON PEDRO
¿Le persiguen?
CURRO
¡Me respetan!
TRINI
¡Si le prenden!...
CURRO
¡No me importa!
TRINI
¿Y después?
CURRO
¡Lo que Dios quiera!
MARQUES
(Dando muestras de impaciencia)
Señores, entremos dentro
que la noche ya está cerca.
CUCHARES
¡Entra con nosotros, Curro!...
CURRO
¡Yo, aquí quedo!
CUCHARES
¿Nos desprecias?
MARQUES
¡Acepta la invitación!
CURRO
No me lo tomen a ofensa;
pero entrá no puedo ahí.
MARQUES
¿Por qué?
CURRO
Porque... me marea
el estar bajo techao,
que er que como yo no tenga
otra casa ni otro techo
que ese
(Por el cielo)
ande están las estrellas,
libre ha de estar como el aire
pa respirar con más fuerza.
CUCHARES
¡Como gustes!...
(Aparte al Marqués)
(¡No se fía,
que dentro e la casa hay puertas
y éstos saben que, a un descuido,
el viento una puerta cierra!...
(A Curro)
¿Nos veremos?
¡Sí! que aquí,
si el Marqués me da lisensia,
esperaré a que terminen...
Que, en terminando, quisiera
darles con mi gente escolta
hasta salir de la sierra.
MARQUES
¡Gracias!
(Llamando a Lola e iniciando el mutis
por la casa)
¡Lola!...
¡Voy allá!
LOLA
(Aparte)
¡Si hablarle a solas pudiera!...
CURRO
(Viéndola entrar en la casa con los
demás personajes)
¡Quién te ha visto y quién te ve,
Lolilla, la cigarrera!
ESCENA VI
Curro y Lola.
(Curro queda solo en escena; hay un
momento de pausa. Primeramente Curro se sienta y a poco se levanta
nerviosamente, acercándose a la puerta de la casa)
(Música)
La orquesta comienza a iniciar el motivo
de la copla. Dentro de la casa se oyen risas y voces y el rasguear de una
guitarra)
LOLA
(Dentro)
COPLA
Tú eres otro y ye también
que el tiempo no pasa en balde
vamos a no echar más cuentas.
¡Anda, que Dios te acompañe
yo voy por otra verea
y no presiso de nadie!
(Sigue la orquesta, y al atacar otra vez
la copla, canta Curro fuera)
CURRO
¡A ti te pierde el orgullo!
¡Ven y dímelo en la cara
que ya te s'han orvidao
los besitos que me dabas!
¡Yo aquí los tengo clavaos
y nadie me los arranca!...
LOLA
(Sale sigilosamente de la casa y
comienza el dúo)
¿Curro a qué vienes?
¿Qué quieres de mí?
¡Dime a qué precio
te irías de aquí!
CURRO
¡Te engaña tu orgullo; dinero me sobra
pa comprarte a ti!
El alma me parte
llegar a mirarte
como ahora te vi;
¡soñaba con verte
pa ver vi tus ojos me daban la muerte
que tanto pedí!
LOLA
Si muerte esperabas
¿por qué me buscabas?
¡Tú quieres morir...
yo, vivir!...
CURRO
Al derramar
en la sierra sus rayos el sol,
Supe de ti
y en mi pecho un puñal se clavó.
LOLA
Nunca creí
que pudiera volverte a encontrar;
me equivoqué
y ojalá no me llegue a pesar.
CURRO
¡Espuela a mi jaca daba
y al fin, mujer, te encontraba!
LOLA
¡Y al verte delante e mí,
siquiera me estremecí!
CURRO
¡Ah!
Adivinar
que aquí estabas debí, porque el sol
daba más luz
y la sierra tu olor.
LOLA
Muerto está aquel querer
que de aquí
para siempre arranque.
¡Curro, déjame ya!
CURRO
¡Oyeme en caridad!
De aquella mujer
a quien di con mi sangre mi vía,
en mi al alma toavía
se ensiende el maldito querer.
Por ella maté,
como un lobo en la sierra acosao;
por ella espreciao
con llanto de sangre lloré.
Por ella viví
y en su boca que amores juraba
y luego engañaba
veneno de amores bebí.
¡Ya ves si será
de ley mi querer
que esa boca quisiera besar
otra vez!
LOLA
Lo que ha sío
na me importa
¡tú eres otro,
yo soy otra!
¿A qué cansas
tu porfía
si aquel fuego
ya es ceniza?
¡Ah!
Déjame ya
escoger mi camino
que agua pasá
ya no mueve molino.
¿Quieres morir?
¡Eso tú allá!
Déjame a mí
la libertá.
CURRO
¡Calla, ingrata,
que se afila
en tus palabras
un puñal.
LOLA
No te fui yo a buscar.
Aquella mujer
otro cauce ha marcao ya a su vía
y mira extinguía
la llama en que ardió su querer.
Mis pasos sembré
del olvío que en mi alma ha cuajao;
crecer he dejao
mis alas y libre voié.
Alegre reí
y aunque a hieles quizás amargaba,
mi boca cantaba
y penas y llantos vencí.
Tocante al querer
mi capricho na más
es mi ley.
Aquella mujer
otro cauce ha marcao ya a su vía
y mira extinguía
la luz del querer.
CURRO
En mi camino te vuelvo a encontrar.
¡Ah!
De aquella mujer
a quien di con mi sangre mi vía
en mi alma toavía
se enciende el maldito querer
Por ella maté
como un lobo en la sierra acosao;
por ella esprecio
con llanto de sangre lloré,
por ella viví
y en su boca que amores juraba
y luego engañaba,
veneno de amores bebí.
Ya ves si será
de ley mi querer,
que esa boca quisiera besar
otra vez.
De aquella mujer
a quien di con mi sangre mi vía
en mi alma toavía
se aviva el querer.
(Hablado)
CURRO
Ya estamos otra vez el uno frente al
otro.
LOLA
(Altiva) ¡Sí, ya estamos! Pero aunque
ahora no seas Francisco de Dios, a Curro el de Lora, tampoco le tengo miedo.
CURRO
(Entre amenazador y autoritario, la
sujeta fuertemente por la muñeca) ¡Ascucha!
LOLA
(Autoritaria) ¡Curro!
CURRO
¡Perdón, se me había orvidao que ahora eras
prezona mu principal y te había agarrao asina como cuando eras mi Lolilla. (Pausa)
¿Qué piensas?
LOLA
¡Nada! (Transición) ¡Curro, separémonos como
buenos amigos!
CURRO
(Con rabia y pena al mismo tiempo) ¡Yo no
pueo ser amigo de quien ha rodao tanto por esos mundos!
LOLA
¿Me insultas?
CURRO
¡Te doy lo que mereces!
LOLA
(Despechada) ¡Pues bien! ¡Te juro que te
acordarás de mí!
CURRO
¿Es una amenaza?
LOLA
¡Sí! Que soy mucho más de lo que tú pués
¡figurarte y pueo hacerte todo el mal que quiera!
CURRO
Mira lo que dices, Lola, que pué
pesarte.
LOLA
¿A mí?
CURRO
¡A tú ¡Que Curro el de Lora vino hasta
el cortijo por las güeñas, pero tié mu cerca a su gente y una palabra tuya le
basta pa golver a ser güeña prezona o pa convertirse en fiera!
LOLA
¡Ja, ja, ja!! ¡Me haces gracia!
CURRO
¡Lola!
LOLA
Por lo visto te has figurao que venía a
la sierra para quedarme contigo...
CURRO
¡Too sería que a mí se me antojase!
LOLA
¡Ja, ja, ,ja! Tiene gracia. Acabar mi
vida siendo la compañera de un bandido. ¡Ja, ja! (Riéndose) ¡Pobre Curro! ¡Ja,
ja, ja! ¡Tiene gracia! (Entra en la casa)
CURRO
¿Se va riendo de mí?...
¡Pos no has de reírte más!
que mu pronto llorarás
mientras yo rompo a reí!
La humildá se me acabó;
¡amarrá a mis pies, Morando,
te tengo de ver besando
los rastros que deje yo!
¿Guerra me pides? ¡Pues guerra!
¿Llanto quieres? ¡Llanto habrá!
¡Pero ninguno saldrá
esta noche de la sierra!
(Hace mutis por la derecha)
ESCENA VII
Richemond y José Ramón.
(Richemond sale por detrás de la casa
disfrazado de bandolero y acompañado de José Ramón. Ya es de noche)
JOSE RAMON
Está osté talmente, que paece uno de los
de la partida de Curro.
RICHEMOND
(Adoptando una actitud ridícula) ¡Oh,
la, la! Si me ven en Paguis me hacen una estatua!
JOSE RAMON
Y ya que está vestío, pué zaberze y
perdone zu mercé, pa qué me ha hecho que le buzque este traje?
RICHEMOND
Es que quiego enamogar a una andaluza en
su propia salsa. Pego ahoga que me fijo (Mirándose el traje) ¿Este es el traje
de los bandidos, veigdad? (Mirando a José Ramón) ¿Y osté cuándo dejó de ser
bandido?
JOSE RAMON
¿Yo?... ¡Yo ze ío ziempre un hombre de de
bien!
RICHEMOND
¡Oh, bian! Es que yo creí que en la
Andalusía. todos tenían una tempogadita de bandidos.
JOSE RAMON
(Después de mirarle con desprecio)
¿Manda argo el zeñó?
RICHEMOND
Ouí, ouí. Osté conoce a la señogita
Trini.
JOSE RAMON
Zi zeñó.
RICHEMOND
Pues dígala que quiegue hablag con ella
un bandolego.
JOSE RAMON
(Con sorna) ¡Miste que no ze lo va a creer!
RICHEMOND
Usté obedezca.
JOSE RAMON
Va de zeguía. (Al entrar en la casa) ¡Zi
le ven los gañanes lo mantean!
RICHEMOND
Yo no me vuelvo a Paguís sin llevagme a Trini!
¡Veguemos si sabe robagla el cogazón este bandolego!
ESCENA VIII
Richemond, Trini, Lola, el Marqués, Cúchares,
Don Pedro, luego José Ramón y Coro.
TRINI
(Saliendo de la casa) ¿Quién me llama?
RICHEMOND
¡Cugo el de Loga!
TRINI
(Riéndose) ¡Josú!
MARQUES
(Dentro aun de la casa) Salgan, salgan
hacia fuera que esto ha de estar más fresco. (Al ver a Richemond) ¿Eh?
LOLA
¡Richemond!
CUCHARES
¡Er franchute con eze traje!
RICHEMOND
(Parodiando la frase de Curto,) ¡No se
asusten que hoy vengo yo por las buenas!
LOLA
¡Qué ocurrencia!
MARQUES
Ea, señores. Antes de volver hacia
Córdoba, pasemos el rato alegremente. (Llamando) Muchachos, José Ramón. Aquí
guitarras, manzanilla... (Sale José Ramón, recibe órdenes del Marqués y empieza
a salir el coro)
CUCHARES
Antes hay que humedecer las gargantas.
(Coge una batea y va ofreciendo cañas)
RICHEMOND
Eso de la humedad paga la garganta me
pagece tres bian.
(Animación y bullicio)
CUCHARES
¡Vaya! (Dando una copa a Lola)
LOLA
¡Gracias!
CUCHARES
¡Venga una guitarra!
UNOS
¡Ole!
OTROS
¡Venga de ahí!
CUCHARES
¡Vaya un tanquillo e mi tierra!
(Música)
(Todos acompañan con olea y palmas)
UNOS
¡Ole!
OTROS
¡Gracia!
TRINI
El tango
der kikiriki.
El tango
der kirikan.
TODOS
Venga, chiquilla,
ese tango
que lo quiero
ver bailar.
(Siguen jateando con oles y palmas
mientras baila Trini)
Era un gallo
kikikiriki.
Era un gallo
kikikirikan
que orgulloso
se creía
que era el amo
del corral.
¡Ay lerelo, lerelo, lerelo!
y hasta era orgulloso
su cacarear.
Con su cresta kikiriki
y su cola kikirikan
mandaba en el gallinero
como si fuese un sultán.
¡Ay lerelo, lerelo, lerelo
y no se movía
pa no adelgazar.
Con er pico,
con er pico
traía a las hembras
el gallo engañao.
Y de noche,
y de noche
zartaba el muy tuno
a un corral de al lao.
Pero un día,
pero un día
zalió una gallina
que estaba encelá,
y otro gallo
más grande se trajo
pa dentro el corrá.
Dende entonces
er gallo de enantes
no ha vuerto a zalí,
Y las hembras
le pican la cresta
pa hacerle sufrir.
Con el kikikiriki, kikikiri, kikikiri
con el kikiri kikirikan,
a los gallos, como a los hombres,
los hay que picotear.
TODOS
Con ei kikiri, kikiri, kikiri,
con el kikiri, kikirikán,
a los gallos como a los hombres
los hay que picotear.
(Hablado)
CUCHARES
¡Ezo es cantar y bailar con gracia!
¡Otra cañita, Trini!
TRINI
¡Venga!
JOSE RAMON
(Saliendo por la izquierda) ¡Zeñó
Marqués! Ya están preparaos los coches y las caballerías.
MARQUES
Pues vamos, no conviene perder tiempo, que
no quiero que nos coja la noche en la sierra.
LOLA
Sí, vamos!
CUCHARES
Pero antes se podrá bebé ahí dentro la
últitima cañita.
RICHEMOND
¿Eso de lo ultima cañita segá pog hoy? ¿Verdad,
Don Cuchagues?
CUCHARES
Hombre, claro.
MARQUES
¡Vamos, vamos! (Todos entran en la casa;
el coro habrá hecho mutis por los términos libres, y la escena queda sola)
ESCENA IX
Curro, Ecijano, Mellizo y los Bandidos.
(Salen por la derecha sigilosamente
Curro y los Bandidos)
ECIJANO
¿Tú dirás, Curro?
CURRO
Precisa
que estéis a tó desidíos
y volando...
MELLIZO
En dos sirbíos a toa la gente se avisa.
ECIJANO
¿Qué hay que hacer?
CURRO
Os emboscáis
junto de la Gargantera,
y al doblar de la trinchera
el arto a esta gente dais.
ECIJANO
¿Habrá que hacer sangre?
CURRO
¡No!
¡Y en lo tocante ar dinero...
na!
ECIJANO
¿Por qué?
CURRO
¡Porque no quiero,
y aquí el que manda soy yo!
MELLIZO
Entonces...
ECIJANO
¡Vaya un quehaser!
MELLIZO
(Burlón)
Golpes así... ¡pa jartarse!
ECIJANO
¿Pos pa qué tanto arrestarse?
CURRO
¡Pa robar a una mujer!
ECIJANO
¿Cuál de ellas?
CURRO
¡La que al hablar
a un tiempo arrulla y condena!
¡la de la cara morena
y el traicionero mirar!
¡la que al pasar va dejando
olores de yerbaluisa!
¡la que ríe, y en su risa
paece que está Dios cantando!
¡la que con negra traisión,
cuando más la camelaba
un cuchillo me clavaba
en mitá der corasón!
ECIJANO
Señas son de enamorao
y no bastan.
CURRO
(Volviendo a la realidad)
¡Es verdá!
¡La de la jaca rodá
y el marsellés encarnao!
MELLIZO
¿Y siendo ya nuestra?
CURRO
Atarla
¡sin lastimarla!
ECIJANO
¿Y después?
CURRO
¡A la cueva er Montañés
en un galope llevarla
sin que la tierra lo sienta!
ECIJANO
¿Si pregunta?...
CURRO
¡Sus calláis!
ECIJANO
Si grita...
CURRO
¡La amordazáis
y lo demás, de mi cuenta!
ECIJANO
¡Que por una fantasía
un hombre así se encapriche...
CURRO
¡Son las cosas de la vía!
También esto es cuenta mía;
conque andando, y sonsoniche.
(Música)
(Salen por el mismo término que entraron
el Ecijano, el Mellizo y los demás bandidos. Curro inicia también el mutis por
el mismo término, pero se detiene un momento mirando hacia la casa con gesto
amenazador.
(Recitado,
sobre el motivo de orquesta con que termina el acto)
En mí no quiés ver ahora
lo que enantes de ahora fui...
¡pos mejor!... ¡También por ti
voy a ser Curro el de Lora!
¡Por estas que erases son,
que, o guervo a mirarte mía
o antes de que rompa er día
me apuñalo er corasón!
TELON
ACTO SEGUNDO
CUADRO PRIMERO
Un rincón escondido en lo alto de la
sierra. Ocupará la parte izquierda de la escena una estancia practicable de la
cueva del Montañés. Toda la parte derecha y el foro libres, con paisaje abrupto
de sierra. Las paredes y el techo de la cueva simulan ser de roca. A la
izquierda de dicha cueva, puerta que da acceso a otra habitación o departamento
de la misma. Un armario y algún arcón abierto, en los que se ven ropas y
objetos de valor; sillas de paja y una mesa de pino. En una de las paredes, la
imagen de una virgen, alumbrada con una lamparilla de aceite. En el exterior,
mucha luz.
ESCENA PRIMERA
Lola, Trini, Angustias, Montañés y Ecijano.
(Se levanta el telón, ya sin música, y
aparece Lola sentada en primer término izquierda con las manos atadas con
cordeles. Cerca de ella Trini y, no lejos, Ecijano. Formando grupo aparte, en
primer término derecha, Angustias y Montañés)
ANGUSTIAS
¡Montañés! ¿Le ha sucedió argún mal a mi
hijo?
MONTAÑES
No paze cuidao por Curro, zeñá
Angustias, que na malo le ha podio pazá. Ahora, que a nozotros, pué cauzarnos
una esaborición.
ANGUSTIAS
¿Por qué?...
MONTAÑES
(Señalando a Lola) Porque otra vez ze ha
puesto en zu camino una mujé.
ANGUSTIAS
¡Zi no es más que ezo!... ¡De fijo que
no zerá tan mala como aquella que le perdió pa siempre!
MONTAÑES
¡Ea! ¡Vamos a aligerar la cueva! ¡Zeñá
Angustias, lléveze pa dentro a !a mocita, (Por Trini) que cuando vengan los de
la partía no quiero que les llegue ni el oló de su presona. (A Lola, que se ha
levantado de la silla) ¡Osté, no! (La desata las manos)
LOLA
¿Cómo?
MONTAÑES
Antes tié que hablá zu mercé conmigo una
mijita.
ANGUSTIAS
(A Trini) Vamos, rosita oló, ven pa
dentro, que na malo te va acontecé a mi vera.
TRINI
(Besando a Lola) ¡Lola! (Sigue a
Angustias y ambas hacen mutis por la derecha)
MONTAÑES
(Después de una pausa) ¡Mardita zea! ¡Quién
iba a penzá que esta cueva zería con er tiempo un nio e palomas! (Reparando en Ecijano,
que sigue sin moverse) ¿Y tú? ¿Qué haces ahí entoavía?
ECIJANO
Me dijo Curro que naide hablase con esta
mujé hasta que él volviese, y...
MONTAÑES
¿Naide?
ECIJANO
¡Naide!
MONTAÑES
¡Está bien, hombre! Pero a ti, y a
Curro, y a toos, se os ha orviao por lo visto que la cueva es de er señó Juan
Manué María, er Montañés, y que ande esté er Montañés hay que obedecerle.
ECIJANO
¿Yo?...
MONTAÑES
Tú, pa er camino, (Señalando la salida
de la cueva) que se ha retrasao mucho en vorvé la gente y puén haber tenío un
mal encuentro.
ECIJANO
(¡Mardita zea! ¡Er viejo no me deja
quearme zolo con ella) (Acercándose a Lola) ¡No paze cuidao, que na malo pué
ocurriría!
LOLA
(Muy afligida) ¡Marecita e mi arma!
ECIJANO
(¡Jozú! ¡Zi yo pudiera!... ¡Más bonita
es que un zó!)
MONTAÑES
¡Vamos, Ecijano!
ECIJANO
Va, zeñó Juan Manué. (Hace mutis por la sierra,
mirando con marcada intención a Lola)
ESCENA II
Montañés y Lola.
MONTAÑES
¡Mal fin tengan las mujeres,
y maldita la mujer,
por !a que Curro en el mundo
ha bebió tanta hiel!
(Mirando a Lola)
Si será... ¡No quió pensarlo,
y lo pienso sin querer!
Si es la misma o no es la misma
yo lo tengo de saber.
(A Lola)
Contésteme osté, y sin miedo.
LOLA
¿Miedo yo? ¿Por qué y de qué?;
si me matáis, eso gano,
y si me queréis poner
en libertad, cuenta nueva:
con pagarla, la olvidé.
MONTAÑES
¿Quiere oírme una pregunta?
LOLA
Según como vaya a ser.
MONTAÑES
Mú sencilla.
LOLA
¡Pues al grano,
y acabemos de una vez!
MONTAÑES
¿Cuál es el nombre que gasta
por el mundo su mercé?
LOLA
¿Le interesa?
MONTAÑES
¡Quió saberlo!
LOLA
¿Curiosidad?
MONTAÑES
¡Eso es!
LOLA
¿No lo sabe?
MONTAÑES
Lo sospecho.
LOLA
¡A ver si lo acierta!
MONTAÑES
¡A ver!...
¡Lola Cortés!
LOLA
¡Esa misma,
desde la frente hasta el pie!
MONTAÑES
¡No jago mal adivino!
LOLA
¡Se puede enorgullecer!
Y, acertá la adivinanza,
¿qué es lo que pasa después?
MONTAÑES
Pasa... amarguras un hombre.
LOLA
¿Y yo qué le voy a hacer?
MONTAÑES
No cruzarse en su camino.
LOLA
¡Por el mío se entra él,
queriendo ganar por fuerza
lo que humilde le negué!
¡El que sepa usté mi nombre
no le basta pa saber
lo que ahora, y antes de ahora,
ha sio Lola Cortés.
Quizás que usté haya pensao
lo mismo que piensa él:
capricho que se apetece,
si por buenas no se pué
satisfacerlo, por malas
se llega a ganar también;
y tengo yo mucho orgullo
pa dejarme así vencer
por quien presume de bravo,
y toa su bravura es
mandar atar con cordeles
las manos a una mujer;
¡que ni siquiera ha tenío
agallas pa hacerlo él!
Mientras que yo por las venas
sienta la sangre correr;
mientras el dolor y el odio
tralla a mis labios le den
con que cruzarle la cara
al que me quiera ofender,
le juro que no se llega
a tocarme ni un cairel
de los que lleva por gala
prendíos mi marsellés,
no digo Curro el de Lora,
¡ni que fuera el mismo rey!
¿Conocía usté mi nombre?,
¡pues ya sabe usté también
tó lo que antes, y ahora, y siempre,
ha sío Lola Cortés!
MONTAÑES
¡No es traicionar un cariño
faena que orgullo dé!
LOLA
¡No es presumiendo de bravo
como se gana un querer!
MONTAÑES
¡El corazón le hizo tiras!
LOLA
¡Es poco pa ser mi juez!;
que como él me robó en cambio
prenda de mayor valer,
¡si vamos a ajustar cuentas,
no sé yo quién deba a quién!
MONTAÑES
¡Manera de ver las cosas!
LOLA
¡Eso será!
MONTAÑES
¡Y eso es!
LOLA
¡Pues esa es la puerta!
MONTAÑES
¡Y ese
es su encierro!
LOLA
¡Ya lo sé!
MONTAÑES
(Indicando el mutis por la derecha)
Si de algo precisa...
LOLA
(Idem izquierda) Gracias...
MONTAÑES
Hasta luego.
LOLA
Hasta después.
MONTAÑES
A ese hombre no hay quien lo mueva.
LOLA
Ni yo cavilo en ceder.
MONTAÑES
(Al mutis)
!Es mucho Curro Molina!
LOLA
(Idem)
¡Pero es más Lola Cortés!
ESCENA III
Ecijano, Mellizo y coro de Bandidos.
(Música)
ECIJANO
(Cantando dentro)
Luz de aquella estrella
que mañanera
miro brillar
quiero que tú seas
la compañera
de mi penar.
BANDIDOS
(Idem)
En mi paso por la sierra,
un lucero su luz me da,
que consuelo me presta y compaña
con su dulce claridá.
(Van saliendo)
ECIJANO
Pa ayudarme en los caminos
y jarales de la sierra,
pa librarme de acechanzas
en mi vida aventurera,
pa mirar aquellos ojos
que me matan y me encelan,
tengo siempre, allá en el cielo,
mi estrellita mañanera.
Ay, estrellita, que alumbras
como ninguna alumbrara:
cuando tu luz va su cara a besar,
tú no sabes que envidia me das.
BANDIDOS
Pa ayudarme en los caminos
y jarales de la sierra,
pa librarme de acechanzas
en mi vida aventurera,
pa mirar aquellos ojos
que me matan y me encelan,
pa saber si no es mentira
su cariño y sus promesas
tengo siempre, allá en el cielo,
la luz blanca de mi estrella,
de mi estrella mañanera.
¿Buscando un querer
ya no podré lograr jamás
mi loco afán,
pues di mi amor a la mujer
que luego quise olvidar,
olvidar!...
ECIJANO
Si alegres son los colores
de mi manta jerezana
más alegres son los ojos
que dan vida a mi esperanza,
pue ni los luceros brillan
cuando altiva su mirada
¡Gitana!
pone en mí.
BANDIDOS
Si alegres son los colores
de mi manta jerezana,
más alegres son los ojos
que mantienen viva mi esperanza.
TODOS
Es la vida luchar
y también es querer
y lograr
conseguir
poseer
un amor de mujer.
¡Alegres sonaos colores
de mi manta jerezana!...
(Hablado)
ECIJANO
Ahora, muchachos, a descansar hasta que sea
de día.
MELLIZO
¿Vamos?
BANDIDOS
¡Vamos, sí, vamos!
MELLIZO
En la cueva de ahí estamos. (Hacen mutis
por la derecha)
ECIJANO
Ir con Dios. (Después de mirar receloso
a todos lados) ¡Y... ahora, a lo mío! (Mirando a la puerta por donde entró Lola)
¡Si yo pudiá robarle a Curro esta mujer, me hacía el amo la partía! ¡Zería un
gorpe que tendría que ve! ¿Y por qué no intentarlo? ¡Al avío! (Entra decidido
en la habitación)
ESCENA IV
Curro, Ecijano y Lola.
(Curro llega al exterior de la cueva,
donde queda un momento parado. Dentro, en la habitación de Lola, se oye un
rumor de lucha, y al fin la voz de Lola, que dice: «Socorro». «Auxilio». Curro
entra precipitadamente en la cueva, a tiempo de que aparecen en la misma, Lola
y Ecijano, forcejeando)
CURRO
(Corriendo hacia Ecijano y separándole
de Lola) ¡Suelta!
LOLA y ECIJANO
(Al mismo tiempo, pero con expresión
distinta; el, de sorpresa; él, de coraje) ¡Curro!
CURRO
¡Suelta!... ¡A blanco
pocos habrá que teganen!
(Luchan los dos un momento. Curro,
derriba a Ecijano al suelo)
Pa llegar a esta mujer,
primero debes jincarte
y aluego pa disputármela
tiés que sacar más aguante.
ECIJANO
(Frenético)
¡Quiero tu vi da!
CURRO
(Sereno y provocativo)
¡Eso es cosa
que nunca se da de balde!
ECIJANO
(Con ira)
¡Es que vi a darte por ella
lo que pidas!
CURRO
¿Sangre?
ECIJANO
¡Sangre!
CURRO
(Despreciativo)
Pierdo; con la que me sobra,
hay de sobra pa ajogarte.
ECIJANO
(Retador)
¡Pues a verlo!
LOLA
¡Curro!
CURRO
(Empujándola)
¡Aparta!
(A Ecijano)
¡Y a ver si tienes coraje
y buen pulso pa que el golpe
dé en seguro y no te marre!
LOLA
(Corre hacia Curro y se pone delante de
él)
¡Curro!
CURRO
(A Lola)
¡Déjame!
LOLA
¡Primero
tenéis a mí que matarme!
CURRO
(Tratando de desembarazarse de Lola)
¡No pué ser!
LOLA
(En una involuntaria explosión de sus
verdaderos sentimientos)
¡Por mí!
CURRO
(Dejando caer la navaja de sus manos)
¿Qué has dicho?
LOLA
¡Por mí, Curro!
ECIJANO
(Con risa burlona)
¡Vaya lance!
(A Curro)
¡Te buscaré!
CURRO
¡Cuando quieras!
ECIJANO
(Idem)
¡Pero ahora, no; pué insurtalse
la madama! ¡Siempre ha sío
mu escandalosa la sangre!
CURRO
(Con rabia)
¡Vete de aquí!
ECIJANO
(Provocativamente)
¡Por la puerta
y por mi pie! ¡Dios te guarde!
(Haciendo mutis)
¡Las mujeres!... ¡Toas lo mesmo!
¡Cuestan más de lo que valen!
ESCENA V
Curro y Lola.
CURRO
Nunca me importó morir:
pero ahora que me has mirao,
doy lo pasao por pasao
y quiero otra vez vivir.
¡Eres generosa!
LOLA
¿Yo?
Mi intensión has confundío.
CURRO
¿Pues por qué me has defendió?
LOLA
Fue... miedo.
CURRO
¿Y cariño no?
LOLA
¿Cariño en una mujer?
que así se ve perseguía?
CURRO
¡Es que esa mujer fue mía
y tié qne volverlo a ser!
LOLA
¿Por la fuersa?
CURRO
¡Como sea!
LOLA
¿Y contra ley?
CURRO
¡Me da igual!
donde no hay camino real
sé abrirme yo una verea.
LOLA
Muy mala es la que has toma o
pa ganar mi corasón.
CURRO
En eso no ties rasón:
tomo la que tú me has dejao.
Paz te daba y la espresiaste:
te supliqué y no me oíste;
de mis ansias te reíste
y con mi dolor gosaste
desanchá y provocaora...
Conque así, tú me dirás
si he podido haser yo más,
pa no haser lo que hago ahora,
LOLA
¿Quieres escucharme?
CURRO
Sí.
LOLA
¿Para acabar?
CURRO
Eso quiero.
LOLA
Pues tú dirás el dinero
que vale salir de aquí.
CURRO
Por otros atajos ya
se encarrila la cuestión:
¡lo que pese el corasón
ande tu retrato está!
LOLA
Hablo en serio.
CURRO
¡Pos si yo
en serio te contestara,
te piensas que no cortara
lengua que así me escupió!
Por tó consuelo a mi pena,
dinero me has ofresío...
¡Te equivocas! mi navío
no nesesita carena
pa pregonar poderío.
LOLA
¿No eres bandolero?
CURRO
Sí.
LOLA
Pues por eso así te he hablao.
CURRO
¡Pero es que se te ha olvidao
que si lo soy es por ti!
Tú en tu sitio y yo en el mío;
que quisás no te gustara
¡lo que te tiés meresío!
LOLA
¡Hazlo!
CURRO
Con toa mi maldad,
nunca he sabio ofender
a quien, na más por mujer,
es pa mí cosa sagrá.
(Pausa)
¿Tú sabes lo que he sufrió
de no mirarte a mi lao?
¿lo que te tengo yorao
y lo que te he maldesío?
En mis noches desolás,
siempre contigo soñaba
y hasta se me afeguraba
que te iba queriendo más:
y, siempre reinando en ti,
mi corasón te veía
tan flamenca, tan pulía,
tan entregaíta a mí,
como en la noche lejana
en que sentí los latíos
de tu pecho de gitana,
tras e los hierros floríos
de tu reja sevillana,
LOLA
¡Curro!
¡Amos a ser leales!;
los dos habernos cambiao;
tú cobras, yo ya he cobrao...
¡y otra vez sernos iguales!
Cársel tus brasos me den
y me verás de otro mó.
LOLA
¡Nunca!
CURRO
¿Por qué?
LOLA
¡Porque no!
¡Yo soy mu firme también!
¡Y no habiendo quien me tuersa
por humildad, si no quiero,
no vas a ser tú el primero
que me domine por fuersa!
CURRO
De pareser cambiarás.
LOLA
Pero mientras, déjame.
CURRO
Lo que tú quieras haré
y no se jable ya más.
Descansa... y luego...
LOLA
¿Has cuidao
de tenerme junto a ti?
CURRO
Más segura estás ahí,
que si estuviás en sagrao.
(Lola hace mutis a su habitación)
CURRO
Yo soy malo., ¡y era bueno!
yo era humilde, y soy cruel:
en mis entrañas hay hiel
y en mi corazón veneno.
Con ansias de muerte peno,
sin que no puea esperarme;
pos si vas a abandonarme
¿qué es lo que jaces, Dios mío?
¡O vuélveme a mi sentío,
o acaba ya de matarme!
(Música)
CURRO
De nuevo al verla
ya no ha podio
callar mi corazón;
y recordando
sus juramentos
olvido su traición;
Si era mi vida
y la adoraba
como se adora a Dios,
¿por qué entre besos
que eran traiciones
el alma me envenenó?
Ciego volé
con las alas del corazón;
loco pensé
en llegar hasta el mismo sol.
Que en la cumbre la sierra,
pa servirla de altar
un palacio de reina,
con pisos y puertas de plata
quise levantar.
Si en el naranjo
de mis quereres
ya se secó el azahar
¿por qué los besos
de aquella boca
quemando mi boca están?
Casita que yo soñaba;
¡Nío de mi amor
refugio de mi paz
y dorao de mi sol.
¡Malhaya el vendaval
que lo desmoronó!
Virgen, por lo que pasaste
junto a aquella Cruz
calma mi sufrir;
dame ya tu luz
o pa olvidar
o pa morir.
¡Ah!
(Pausadamente se dirige hacia el campo, por
donde hace mutis)
Mañanita nueva
mañana de mayo.
Ojalá y que seas de día de Corpus
y no Viernes Santo.
(Mutis)
ESCENA VI
Presumida, María Jesús, Richemond, el Ronco
y el Petaca.
PRESUMIDA
(Entrando en la cueva seguida de María Jesús)
Anda, María Jesús, vamos a arreglá los arcones, que si nos ve er Montañés mano
sobre mano, pue que nos ponga una de las suyas en mitá la cara.
(En la boca de la cueva aparece
Richemond, que viste aún el traje de bandido. Trae los ojos tapados con un
pañuelo y sujeto de los brazos por Petaca y el Ronco)
PETACA
(Empujando a Richemond, que está muerto de
miedo, y tropieza en todos lados) ¡Amos pa alante, don Zarpullío, que ahora
veremos lo que hacías merodeando por junto al enciná!
PRESUMIDA
¡Jozú! ¿Quién es este hombre?
PETACA
No lo zabemos; pero ahora va a cantar de
plano.
RICHEMOND
(Adoptando una actitud que pretende ser gallarda)
¡Soy!... Soy un bandolero francés, que ha llegado hasta aquí de incógnito! ¡Oh,
la, la!
RONCO
(A Pataca) ¡Quítale la venda de les
ojos!
RICHEMOND
(Al quitarle el pañuelo y ver donde se
encuentra) ¡Mon Dieu! ¡La cueva de los bandidos! (Tiembla como un azogado y
adopta posturas y actitudes del más ridículo temor) (Hay que disimulag y
pagueceg muy valiente) ¿De modo, señogues bandidos, que esta es la sua mesón?
(Mirando a todos lados) ¡Oh! ¡Tres confortable! ¡Tres joli!... ¡Muy
pintoguesca!
RONCO
¡¡Va habé que zartarle los ojos y
cortarle la lengua!!
RICHEMOND
¿Cómo ha dicho... que je ne comprand?
PETACA
¡Que te vas a quear ciego y múo, pa que
no te vayas de la mui!
RICHEMOND
¡Muy!... ¡Muy pintoguesco!... ¡Muy
pintoguesco!
PETACA
¡Pues di a qué vienes!
RICHEMOND
¡A nada! ¡Es que me he pegdido en el monte!
PETACA
¡Mentira!
RICHEMOND
¡Lo juro por estas dos cruces!
RONCO
¡Como mientas, cuéntate devorao por los güitres!
RICHEMOND
¡Sapristi! Digo, ¡jinojo!
RONCO
Ahora veremos lo que se hace contigo,
que aquí el que estorba ce le quita de en medio de un trabucazo.
(Richemond se aparta para dejar paso al Ronco)
PETACA
¿Aónde vas?
RICHEMOND
A quitagme de en medio... ¡No me gusta
estorbag!
RONCO
(A Presumida y María Jesús) Ahí os queáis
con él. (Apuntándole con el trabuco) ¡Como hables!...
RICHEMOND
(Poniendo las manos en la boca del
trabuco) ¡Ciegue esa boca, hombre, que yo estagué callao!
(Petaca y el Ronco hacen mutis por la
sierra, cerrando la puerta de la cueva, con lo que ésta queda oscura. Las
viejas encienden candiles)
ESCENA VII
Richemond, Presumida y María Jesús.
RICHEMOND
(Mientras Presumida y María Jesús le miran
atentamente) ¡Richemond, eres un hégoe! ¡No he pegdido el valog! ¡Ni he pegdido
el colog! ¡Ni he pegdido él dinego! ¡Ahoga sólo me falta encontrag a Trini y
caegá guendida a mis plantas! (Pausa) ¡Cuando yo cuente esto en Paguís... si lo
cuento, tengo un susés!
PRESUMIDA
¡Psch!... ¡Psch!... ¡Mocito!
RICHEMOND
(Al darse cuenta de que siguen allí)
(¡Sapristi! ¡Las brujas del candilejo!)
MARIA JESUS
(Con sigilo) No te asustes por ná de lo
que te digan esos, que, estando a mi cuido, ná te sucederá!
RICHEMOND
¡Oh!... ¡Muchos mersis!...
PRESUMIDA
(Idem) ¡A mi vera ná ha de faltarte!...
RICHEMOND
¡Señoga!... ¡Muchos gracios!
PRESUMIDA
¡Güeñas migas vamo a hacé los dos, que tiés
ojos de zalamero y nariz de presumío.
MARIA JESUS
¡Eres el emperaor de la simpatía!
RICHEMOND
(¡Jinojo! ¡Esto sí que no lo cuento yo
en Paguís!) (Entre tanto le roban el reloj y el pañuelo)
MARIA JESUS
¡Jozú con el mocito!
RICHEMOND
¡Señoga!..
PRESUMIDA
¡Pa un relicario voy a cortarte un
ricito tu pelo! (A Richemond)
RICHEMOND
El reloj señoga, que me ha quitado el
reloj.
MARIA JESUS
Ven que pué pasarte una esaborición.
RICHEMOND
¡Pego!...
MONTAÑES
(Dentro) Presumía, María Jesús.
PRESUMIDA
(A María Jesús) El Montañés nos llama, vamos,
vamos, que pue venir en nuestra busca.
(Hacen mutis por la derecha)
RICHEMOND
¡Señoga! ¡Señoga!... El reloj... el
reloj...
ESCENA VIII
Richemond y Trini.
RICHEMOND
¡Sapristi con las viejas! ¡Son dos
lobas! Tengo un miego que no me puego labag... ¿Y Trini? ¿Qué habrá sido de
Trini? ¡Si yo la pudiega veg! ¡Eh! Oigo pasos. ¡Qué miedo tengo!
TRINI
(Saliendo por la derecha) Ahora que
párese que no se fijan buscaré a Lola. ¡Pobrecilla! ¡Qué va a ser de ella! Es
decir ¡qué va a ser de nosotros! (Al ver a Richemond) ¡¡¡Richemond!!!
RICHEMOND
¡¡Trini!!
TRINI
¿Venís a salvarme?
RICHEMOND
¡Oui a salvagos!
TRINI
Gracias Richemond. Esto me prueba
vuestro cariño y vuestro valor.
RICHEMOND
¡Sobre todo mi valor!
TRINI
¿Tembláis acaso?
RICHEMOND
¡Nunca! ¡Nunca! (¡Aquí quisiega yo veg a
Napoleón a veg si no temblaba!)
TRINI
Os habéis ganado mi cariño y mi mano.
RICHEMOND
¿Cómo?
TRINI
Que seré vuestra.
RICHEMOND
¡Olé, salego!
TRINI
Callad, que pueden venir.
RICHEMOND
¡Que vengan! ¡Que vengan!... pego...
vámonos antes de que vengan, por si acaso.
TRINI
¿Seréis capaz de dejarme?
RICHEMOND
¿De dejaros? (Con fingido valor) ¡Que...
que... que vengan! ¡Que... que vengan!
TRINI
¡Callad, callad!
(Música)
TRINI
¡Por Dios!
no alcéis mucho la voz.
RICHEMOND
Que salga quien quiera
que no me da miedo ni un chacal
ni un bravo león.
Trinita hechicera,
yo soy un valiente por tu amor;
y habré de salvarte
que, por libertarte
nada hará temblar
mi fiero corazón.
TRINI
De todas maneras
es prudente andar con precaución
en esta ocasión.
Si libres nos vemos,
mi mano he de darte,
pero no conviene que se precipite
tanto tu valor.
RICHEMOND
Sediento estoy de pelear;
que un premio así
¿quién no querrá?
TRINI
Tanto amor
nunca vi
ni tal valor.
RICHEMOND
Callad;
no os vayan a escuchar.
TRINI
Un hombre que es hombre
para tal hazaña acometer
ya me conquistó.
Valiente le quiero
para los valientes, pero el cariño
quiero verle humilde si le miro yo.
RICHEMOND
¡Ah, mon Dié!
no puedo ya tenerme en pie.
¡Cualquiera suponía
que era ir a la guerra ir a Andalucía!
Ya verás
si digno soy al fin de ti,
pero ahora es conveniente,
como tú me mandas, callandito ir.
TRINI
Ten cuidao
y no te vayas de mi lao\
que Montañés espía
y si nos descubren
buena se armaría.
RICHEMOND
Montañés,
no puede hacerme a mí temblar:
que si un león es él
un chacal
me hace tu amor;
¡ya verás
quién es Richemond!
TRINI
(¡Qué noble y bravo es!
Pruebas de mi amor
gozosa le daré)
¡Soberbio valiente yo te quiero
pero, en el querer,
humilde has de ser!
RICHAMON
¡Trinita hechicera!, etc.
TRINI
De todas maneras, etc.
RICHAMOND
Si con bien escapo,
nunca en aventuras tan comprometidas
he de verme yo.
TRINI
Mi mano he de darte,
pero no conviene que se precipite
tanto tu valor.
ESCENA IX
Curro, Ecijano, Bandido 1° y varios Bandidos.
(Curro entra pausadamente por el foro y queda
parado ante la puerta por donde hizo mutis Lola. Ecijano y los bandoleros
llegan cautelosamente detrás de él. Ya se distingue
fuera de la cueva la luz de la mañana)
BANDIDO 1º
(A Ecijano) Otra ocasión ni pintá.
ECIJANO
A ver si la aprovecháis.
Tu Bizco, guardas la entrá,
vosotros lo sujetáis
y faena arrematé.
(Los bandidos se abalanzan sobre Curro y
le sujetan. Curro se defiende peto lleva la peor parte, por lo brusco e
inesperado del ataque)
CURRO
¡Ah!... ¡Cobardes!... ¡Cállamente
y por la espalda!... ¡A traición
tenía que sé! frente a frente,
¡eres tú mu poca gente
pa partirme el corasón!
(Se suelta de los bandidos y va hacia Ecijano)
ECIJANO
(Dándole una puñalada) ¡Así!
CURRO
¡Cobarde!
ECIJANO
(Burlón)
¡Quizás!
Pero lo que es esta vez,
ya está visto quien pué más;
si tú con tus bravatas
o yo con mi pequeñez.
(Hacen mutis hacia la habitación donde está
Lola)
(Música)
(Curro se queja muy apagadamente. Sale Montañés,
que corre hacia Curro, tratando de incorporarle)
MONTAÑES
¡Curro!, ¿qué te pasa,
que herío te ves?
¡Habla ya!
CURRO
¡Que a traición el Ecijano
me ha querío asesinar!
MONTAÑES
¡Mardito sea!
CURRO
¡Ha hecho bien, porque mi vía
no zervía ya pá ná!
(Salen Presumía, María Jesús y los bandidos
leales a Curro)
CURRO
Si en mis lamentos
y en mis porfías
no quiso ella creer,
morir prefiero, que no podría
vivir sin su querer.
Yo la quería,
y me importa su vía más que la mía.
TODOS
Pobrecillo Curro,
nadie lo creyera,
viéndole tan bravo,
que este fin tuviera.
¡Mal haya quien fía
en cariño de hembra!
(Sale Lola seguida de Trini y Richemond;
al ver Lola a Curro, herido, va hacia él impulsada por el sublime amor que
siente renacer)
LOLA
¡Curro del alma, di ya quién te ha herío
y pudo tu brío rendir,
pa que pueda, al saber quién ha sío,
llegarle a escupir!...
CURRO
¡Que Dios tu traisión perdone
y déjame ya morir!...
LOLA
(Con profunda pena) ¡Soy yo quien muere
viéndote así!
CURRO
¡Cómo siempre,
te reirás de mí!
LOLA
Al mirar correr tu sangre
mi querer no se podrá ya contener más;
a tus pies pondré mi orgullo
y perdón, yo vengo, Curro, aquí a pedir
y a implorar.
CURRO
Tus palabras son,
como siempre, falsas,
v al oírlas pienso
que otra vez engañan
a mi corazón.
LOLA
¡Dame tu perdón!
TODOS
¡Pobre Curro, con su vía
va a pagar ese querer
que fue su vía!
¡Pena me da
verlo así sufrir;
que en su porfía
el cariño de aquel día
todavía
es su vía.
LOLA
Darte quiero toa la vía.
CURRO
(Se incorpora con esfuerzo y
valientemente, dice:)
¡Con llanto de sangre, la muerte pedí,
pero al verte otra vez en mis brazos
pa darte la vía yo quiero vivir.
(Entra el Mellizo dando muestras de gran
cavilación)
MELLIZO
¡Escapad!
MONTAÑES
¡Naide se mueva!
(Al Mellizo)
MELLIZO
¿Qué pasa? ¡Estamos cazaos
como liebres! ¡Los juraos!
arrodeando la cueva,
tapan la salía!
MONTAÑES
¿Y qué?
¡En peores pasos se vio
y salía siempre halló
Juan María el Montañés!
(A Curro)
¡Apóyate bien en mí!
ANGUSTIAS
¡Animo, Curro!
CURRO
¡Me muero!
LOLA
(Al Montañés) ¡Sálvale!
MONTAÑES
¡Salvarle quiero!
LOLA
¿Y cómo podrás?
MONTAÑES
¡Así!
(Descubriendo una trampa por donde harán
mutis él y Curto. Salen los Guardas jurados)
GUARDA 1°
¡Arto! ¡Naide se mueva! (A los demás
Guardas) ¡Vosotros haceos con las armas y apretarles bien las muñecas.
MELLIZO
¡Mardita sea! ¡Nos ha perdió el Ecijano!
PRESUMIDA
¡Virgensita e mi arma, no nos
desampares!
MARIA JESUS
¡Ay, que desgrasiaita soy!
(Los guardas se apoderan de las navajas,
trabucos y otras armas; al mismo tiempo atan por la¿ muñecas a los bandidos.
Richemond que se ve protegido por los guardas, recorre los grupos en actitud
petulante y provocativa)
GUARDA 1°
(A Lola y Trini) Ostés ya están libres y
a nuestro cuido irán hasta Córdoba.
GUARDA 2°
(Alto) ¡Ninguno de. estos es Curro!
GUARDA 1°
¡Pues hay que cazarlo, si no es vivo,
aunque sea muerto!
LOLA
(Cogiendo a Trini de las manos) ¡Trini,
le pierdo pa siempre!
TRINI
Pero, ¿le quieres?
LOLA
Con toa mi alma, Trini, con toa mi
alma!...
(Algunos Jurados han comenzado a salir llevándose
a los bandidos, a Presumía y María Jesús, mientras otros siguen rebuscando por
la cueva. Lola comienza a salir también, apoyada en Trini, sin llegar a hacer mutis)
LOLA
(Con profunda emoción)
¡Pena ; que yo sembré!
¡Con el llanto que erraman mis ojos,
borrar vuestros rastros sabré!
(Coro de bandidos dentro. Cada vez más lejos)
¡Qué tristes son los colores
de mi manta jerezana
¡que no puén acobijarte
morenita mía de mi alma!...
TELON
CUADRO SEGUNDO
Interior de una venta. Construcción
característica de la época. Al foro, puerta de dos hojas con forillo de campo y
ventanas laterales, también de dos hojas y con rejas. En segundo término
izquierda, un pequeño mostrador y detrás una puerta practicable, y en segundo
término, pintados, bocoyes, pipas o pellejos de vino. El techo, un artesonado
tosco, y colgado del mismo, un farolón de hierro. Por la escena, veladores y
banquetas, en las que aparecen sentados hombres y mujeres de las más diversas
cataduras, todos ellos gente de campo. También se ve gran número de gitanos de
ambos sexos. Curro y Montañés, con el mismo traje que en los actos anteriores,
estarán sentados en un velador del primer término derecha.
ESCENA PRIMERA
Rocío, Una Gitana, Curro, Montañés, Ecijano,
Froilán, Un Ganadero, Amolador, Hombre 1º, Gitano 1º y Santiago.
GANADERO
¡Jozú, y qué coza más llorona zon los
aires de zu pueblo, amigo!
FROILAN
Santiagu, arrincona otra vez la gaita,
que sus aves nun van bien en esta sierra de Córduba.
GANADERO
Ventero, no ce vaya osté a enfadá por
ezo.
FROILAN
Froilán el gailegu nun se enfada nunca.
Rapaciñu, trae más vinu a los señores.
MONTAÑES
(A Curro) Este gallego conoce zu
negocio: to lo arregla a fuerza e vino.
CURRO
¿Le ha dicho a osté argo?
MONTAÑES
Argo hemos hablao. Tié ya comprometíos ciete
u ocho.
CURRO
¡Ay, Montañés! ¡Si yo consiguiá otra vez
¿impuesta la partía, ahora sí que iban a sabé quién es Curro el de Lora!
MONTAÑES
Ací quió verte, Curro.
CURRO
Pos así me verá osté pa mientras viva.
MONTAÑES
¿No quea na de aquéllo?
CURRO
¡Na! ¡Que al curar la puñalá que recibí
del Ecijano, otra hería también se cerró pa siempre( (Pausa) ¿Zabe osté argo de
la gente que está en la cárcel?
MONTAÑES
Cí. Toos esperan que vayamos a sacarles.
CURRO
(Con jactancia) ¡Será un gorpe que
tendrá que vé! ¡¡Un escalo en la cárcel de Córdoba!!
MONTAÑES
(¡Más valiente está que endenantes!
¡Mardita cea aquella mujé!)
GANADERO
Muchacho. (Al chico del mostrador) Más vino
aquí, y cirve una convidá a toos los presentes.
FROILAN
Ya nun hay más vinun, que nun quiera que
el sargento Mondoñedo venga con su patrulla a echarlus a todus.
GANADERO
Poz cóbrece el gasto que ze ha hecho y
vámonos toos pa er camino.
HOMBRE 1°
Sí, vamos.
GANADERO
Hasta la otra feria, ventero.
FROILAN
Vaya con Dios la buena gente. (Con gran
algazara van saliendo todos de la venta, mientras que Froilán los despide desde
la puerta)
ESCENA II
Curro, Montañés y Amolador.
AMOLADOR
(Acercándose a Curro y entregándole la navaja,
que habrá estado afilando desde el principio del acto) Vaya, amigo; ahí va eza joya
y zalú pa dentellá muchas.
CURRO
¡Gracias! ¿Qué te debo?
AMOLADOR
¡Na! ¡Es un orgullo pa mí afilá una
navaja a Curro el de Lora.
CURRO
¿Me has conocido?
AMOLADOR
Dende que entró; pero no os apuréis
ostedes que yo no me chivo.
CURRO
Pide al ventero lo que gustes.
AMOLADOR
Za agradece; pero no za menesté na
conmigo, que ya es bastante pa está orgulloso habé afilao una alhaja como eza,
que tendrá su historia.
CURRO
¿Esta? ¡Te equivocas, muchacho!
AMOLADOR
¡Vamos, que si hablace!...
CURRO
¡Ci hablace..., na diría! Que ésta zólo
vio una traición mu negra, y sepultá a estao bajo tierra mucho tiempo.
AMOLADOR
¿Una traición? ¿De hombre?
CURRO
¡De mujé!
AMOLADOR
¡Ciempre las mujeres! (Pausa) Pero ve
osté cómo tenía historia. ¡Lo que yo daría por conocerla!
CURRO
Pos... vas a oirla; de este modo pagaré
tu servicio.
MONTAÑES
¡Curro!
CURRO
Deje osté, agüelo. ¡Este es buena
persona.
(Música)
CURRO
En la feria de Marchena
esta alhaja yo merqué
pa ayudarme en la faena
de guardar a mi morena
y de haserme yo valé.
Negras cachas resguardaban
su hoja firme y bien templé,
y los muelles que la armaban
al abrirse pregonaban
su bravía caliá.
Y al pie de aquella reja
donde aprendía
lo que, cuando se quiere,
vale la vía,
así cantaba
mientras que entre mis manos
la acariciaba:
¡Ah! navaja leal
que guardas mi amor;
en ti miro yo
mi sólo caudal.
¡Ah! quien quiera una vez
su corte probar
¡que ponga el mirar
en esta mujer!
Por un viento de falsía
mi morena me olvidó,
y al pensar que la perdía
y saber que la quería...
¡mi navaja perdonó!
Y tragándome la pena
para siempre, yo oculté
la navaja que en Marchena
pa guardar a mi morena
orgulloso yo merqué.
Y lejos de la reja
que me decía
que el que fía en mujeres
en aire fía,
triste pensaba
que por quererla mucho...
¡no la mataba!...
¡Ah! navaja leal
que alegre merqué
pa que mi querer
supieras guardar.
¡Ah! ¡Quién pudo pensar
ni pudo temer
que aquella mujer
supiera engañar.
¡Navaja leal
que no quiso matar!
(Hablado)
AMOLADOR
¡Ve osté como tenía historia!
CURRO
¡Cosas de la vida, muchacho! ¡Pero ya
pasó!
AMOLADOR
¡Dios lo quiera! Que en toda la
serranía, hasta los mudos pronuncian el nombre de Lola Cortés.
CURRO
¿Pero tú sabes?...
AMOLADOR
¡No tengo de saber señor! Si yo era
gañán del cortijo del señor Marqués cuando la tarde aquella...
CURRO
Entonces, ¿la conoces?
AMOLADOR
Y no se me ha despintao. Antiyer mismo
la vi en Córdoba acompañé de unos señorones de su clase.
CURRO
Júrame que la has visto.
AMOLADOR
¡Jurao!
CURRO
¿Y está allá abajo?
AMOLADOR
Allí está.
CURRO
Ay, Montañés, un día el Ecijano me quiso
dar la muerte y, sin saberlo, lo que me dio fue la vía. A peazos me la ido
dejando desde entonces por las zarzas der monte, y hasta llegué a engañarme al
penzar que no penzaba en ella.
MONTAÑES
¿Qué dices, Curro?
CURRO
Que estando allí esa mujé, ya se me
hacen siglos los menutos que tardo en ir a buscarla.
MONTAÑES
Pero ¿vas a ir a Córdoba?
CURRO
¡Yo mismo!
MONTAÑES
¡Curro! ¿Pos no decías que estabas curao
de aquella hería?
CURRO
¡Sólo quió verla! Osté mismo irá en mi compaña,
señó Juan Manué.
MONTAÑES
¡Pero!...
CURRO
Ea, si le farta való, iré yo zolo.
MONTAÑES
(Al Amolaor) ¿Qué has hecho muchacho?
AMOLADOR
¡Yo!...
MONTAÑES
¡Curro, piénzalo bien!
CURRO
Señó Juan Manué, si a pensarlo fuera,
¿cree osté que ece hombre subiría tranquilo por la sierra?
MONTAÑES
¡Pero!...
CURRO
¡Ea, Curro el de Lora, manda! (Con
energía extraordinaria) ¡A obedecerme! (Ambos desaparecen por el forillo izquierda.
La escena queda sola)
TELON
CUADRO TERCERO
Laberinto de columnas en la Mezquita de
Córdoba; debe escogerse por el pintor sólo el interior de la parte de Mezquita musulmana
y nada de las reformas hechas al convertir dicha Mezquita en Catedral. El
bosque de columnas ocupará el mayor número de rompimientos, pero siempre
teniendo en cuenta que, detrás y abierta la puerta del foro, ha de verse, en
momento oportuno, el patio de los Naranjos, practicable, aunque sea en pequeñas proporciones. La referida puerta
estará entornada hasta el momento que se indique, con lo cual el interior
aparecerá en una tonalidad obscura, a pesar de ser de día, produciéndose así un
mayor contraste al abrirse y entrar toda la espléndida luz del patio de los
naranjos.
ESCENA PRIMERA
Curro, Montañés y varios personajes
episódicos.
(Al levantarse el telón, y mientras se
oyen las voces del coro de la Catedral, entran, por la entornada puerta del foro,
algunas beatas viejas y algún hombre que hacen mutis por uno de los términos
izquierda. Un Sacerdote que figura venir de la calle, descubriéndose, también
cruzarán la escena algunos Monaguillos, jugueteando con unas cañas de apagar
cirios)
(Música)
TRIPLE N
(Dentro) Adoremus in aeternum
Sanctissimun Sacramentum.
TENOR
(Dentro) Laúdate Dominum gentes
Laúdate eum omnes populi.
(Entra en escena y hace parada una mujer)
TODOS
(Dentro) Adoremus in aeternum
Sanctissimun Sacramentum.
Amén.
(Entra en escena un Hombre del pueblo
haciendo mutis seguidamente. Entra un Sacerdote y hace pasada. Sale el
Monaguillo 1º y con ademán desenvuelto, jumándose un pitillo. A poco una Beata,
que entra por la puerta del foro, deposita unas monedas en un cepillo. El
Monaguillo 1° cruza la escena, expresando en su gesto la alegría de aquel
donativo que irá a parar a su bolsillo. Se dirige hacia el cepillo, pero oye
ruido y desaparece por entre las columnas de la izquierda. Por el foro entran
dos Beatas y por la derecha aparecen otros dos Monaguillos. Las Beatas depositan
también monedas en el cepillo y desaparecen por la izquierda. Los dos
Monaguillos se dirigen al referido cepillo, sacando las monedas. En este
momento aparece el primer Monaguillo v discute, mímicamente, la pertenencia de
las monedas, llegando los tres a las manos. Sale por la derecha el Sacristán, alto
y esquelético, con una caña de apagar cirios. Emplea la caña para separar a los
contendientes. Estos salen corriendo en distintas direcciones y el Sacristán,
al creerse sólo, se dirige muy serio al cepillo. Al verle vacío no puede
ocultar su descontento. Los Monaguillos, que han quedado ocultos, le hacen
burla y el corre tras ellos por entre las columnas. Haciendo mutis todos.
Aparece Curro, seguido de Montañés, por entre las columnas de la Mezquita)
TRES TIPLES N
(Dentro) Adoremus in aeternum
Santissimun Sacramentum.
TODOS
Amén.
(Hablado)
MONTAÑES
¡Ya pues estar satisfecho!
CURRO
(Con gran alegría) ¡Si que lo estoy!
MONTAÑES
Pos el caso
mejor que pa confiarse
es pa andar desconfíao.
Plantarse en Córdoba asina
sin temor y sin reparo
cuándo como nunca, ahora
más perseguíos estamos
es estar loco e remate.
CURRO
¡O es estar enamorao!
MONTAÑES
Que da igual según mi cuenta
pa lo que estamos tratando.
CURRO
¿Qué sabe usted?
MONTAÑES
Me trajiste
a rastras con el engaño
de que si, endispués de aquello
a esto otro nos arrestábamos
fue pa salvar a la gente
de la partía.
CURRO
Eso trato;
pero aluego. De primeras,
otro asunto aquí me trajo
de más enjundia.
MONTAÑES
¿Buscarla?
CURRO
¡Verla!
MONTAÑES
¿Y tú sabes si acaso
la encontrarás?
CURRO
(Con exaltación)
Montañés
digasté que la encontrao;
que sé que aquí esta mañana
va a venir; que aquí la aguardo
y que el alma que no pudo
arrancarme el Ecijano
—y eso que aquí brecha jizo
bien anchurosa pa el caso—
¡na más de que pienso en ella,
vestía e gala la traigo!
MONTAÑES
¡Sí que te dejó un recuerdo
como pa haberlo olvidao!
CURRO
Tocante al querer de un hombre,
si hombre y querer son de cuajo,
naide a aconsejar se meta
si no quié haber malgastao,
saliva, que pué faltarle
y tiempo que vale tanto.
Con que así, lo mejor es
que se calle.
MONTAÑES
Ya no jablo.
(Disculpándose)
Mi intención...
CURRO
Se la agradezco.
MONTAÑES
¡Tú allá!
CURRO
¡Pos eso!
MONTAÑES
¡Callao!
CURRO
Si estasté en venir conmigo
ya sabusté a lo que vamos
si piensa mejor, y solo
quié dejarme, ni de encargo.
MONTAÑES
Pos te dejo; cabalmente
es lo que estás deseando...
y yo también; en la sierra
he vivió muchos años,
pa que ahora puea jacerme
a otros aires menos sanos,
a otros rumbos más estrechos
y a otro cielo menos ancho.
Pa poder salvarte, jice
to lo que estuvo en mi mano;
Dios de la suya te tenga
como yo pido y cá palo
aguante en los temporales
la vela que le ha tocao.
(Después de una pausa. Inicia el mutis)
¡Adiós y no te confíes!
CURRO
Por mi suerte o por mi daño
ni tengo la edá en la boca,
ni es nuevo pa mí este trato.
(Sale el Montañés por la puerta del foro.
Curro mira satisfecho por entre las columnas de la Mezquita)
Espreciando temporales
llega mi navío al puerto
donde han de acabar sus males;
que siempre florece un huerto
entre leguas de arenales.
De pensar en que vendrá,
me paece que en esta calma
de la mezquita sagrá,
se mira más desanchá
y vive mejor el alma;
que perdía en la espesura
de estos arcos, se afegura
que las columnas paecen
palmeras que reverdecen
pa dar palio a su hermosura;
bocas que a su boca cantan;
relicarios pa guardar
la música de su andar
o brazos que se levantan
queriéndola acobijar.
Juego mi vía quizá;
pero si hoy la vuelvo a ve,
¡qué me importa lo demás!
¡Hiciste bien, Montañés!
¡Tú no sabes ni sabrás
de estas cosas der queré!
ESCENA III
Lola, Trini, Richemond, el Marqués, Cúchares,
Don Pedro y Coro de Hombres, Mujeres y Niños.
(Oyese dentro gran algazara de los
chicos e invitados que vienen en el cortejo nupcial de Trini y Richemond. El
sacristán y dos monaguillos abren la puerta del foro y entran en escena todos
los personajes del número menos Curro, que ya saldrá a su tiempo)
TODOS
Campanas alegres
que a Córdoba disen
que dos que se quieren
se van a casar:
tocad sin descanso
y en loco repique
bandás de tañíos
echad a volar!
NIÑOS
(A Richemond)
Si feliz te quiés ver
luce gaboso tu rumbo
soltando parné.
TIPLES
(A Trini)
Si quiés ser mu feliz
pon en tus labios el alma
diciéndole el sí.
CABALLEROS
(A Richemond)
¡Qué mujer tan cabal!
¡qué clavelito ensendío
se va usté a llevar!
TODOS
¡Dios le dé a su mercé
con tós los bienes del mundo
algún churumbel!
Campanas alegres
que a Córdoba disen
que dos que se quieren
se van a casar:
¡tocad sin descanso
y en loco repique
bandás de tañíos
echad a volar!
RICHEMOND
Por fin me caso
como quería
con una moza
de Andalucía.
la más hermosa,
la más barbiana,
la más graciosa,
la más gitana.
TRINI
Por Dios no sigas
que me avergüenzas.
no valgo tanto
como tú piensas.
CUCHARES
¡Viva lo güeno!
RICHEMOND
¡Dichoso soy!
MARQUES
(A Richemond)
¡Vaya un abrazo!
RICHEMOND
(Al Marqués)
¡Otro yo os doy!
LOLA
¡Trini!
TRINI
¡Lolilla!
LOLA
Reza por mí
que solo puede Dios
acabar mi sufrir.
TRINI
¡Pobre Lola!
¡cuánto sufro
mirándote así!
LOLA
El sufrir no me asusta;
lo que sí pué matarme
es no verlo ya nunca.
Chavalilla le quise
con toda el alma
y creyendo olvidarlo
no le olviaba;
que él fue el primero
a quien le di en los labios
de amor un beso.
(Viendo a Curro que se esconde por entre
las columnas)
(¡Dios mío, él!...)
TRINI
(Reparando en Lola)
¿Qué te ocurre?...
LOLA
(Disimulando)
¡No, nada, nada! ¡El, él!...
(Con pasión)
¡Que él fue el primero
a quien le di en los labios
de amor un beso!
RICHEMOND
(A Trini)
Vamos al altar
que mi amor
te quiero allí jurar.
TRINI
Tuyo es mi querer.
(Haciendo mutis todo el cortejo)
TODOS
Campanas alegres
que a Córdoba disen
que dos que se quieren
se van a casar:
¡tocad sin descanso!
y en loco repique;
bandás de tañíos
echad a volar.
(La escena queda sola un momento)
(Recitado
sobre la orquesta)
LOLA
(Sale sigilosamente)
¡A voces me lo decía
el que nunca me engañó!
¿quién podrá cambiar de rumbo
las cosas que están de Dios?...
Está más azul el cielo;
la tierra huele mejor;
en mi pecho se han metió
los resplandores del sol,
y paece que esas campanas
cuando levantan su voz,
¡están repicando a gloria,
dentro de mi corazón!...
¡Naide en variar se empeñe,
las cosas que están de Dios!...
(Sale Curro, que va decidido hacia Lola)
(Música)
CURRO
¡Lola!
LOLA
¡Curro!
CURRO
¡Ven aquí!
no te apartes de mi vera
que en mis brazos prisionera
te quió yo mirar así!...
LOLA
Curro: maldita la hora
en que desdenes fingí;
el corazón ahora llora
y que me perdones
te vengo a pedir.
CURRO
¿Qué dices, Lolilla?
LOLA
¡Que no te olvíé
y que siempre te quise y te quiero,
te quiero, mi Curro,
y tuya he de ser!
CURRO
(Con suprema emoción)
Los dos solos,
corasón con corasón,
¡qué ciego y sin tu luz
me vea si te dejo!
¡Así, lo juro ante mi Dios!
¡De rodillas y besando tus pisás,
perdón y olvido
yo te pido!
LOLA
Lo pasao
ya está olvidao:
¡mis besos lo borrarán!
a tu lao me tendrás.
Aquella mujer
que desdenes fingía, orgullosa,
el nío donde está su querer.
Mi dueño serás,
como siempre lo fuiste en mi vía
y humilde y rendía
esclava a tus pies me verás.
¡Soñando viví
con volverme a mirar en tus brazos
y el alma a peasos
sentía escaparse hasia ti!
¡Ya ves si será
mi gozo de ley
cuando tuya me vuelvo a mirar
otra vez!
CURRO
Con tu amor otro soy ya;
conmigo en la sierra
mi reina serás,
Estrellita de luz
de mi cielo andaluz:
nublaita y lejos te miré;
¡vuelve el rumbo a mi vía a marcar
otra vez!
¡Ay, mujer que perdí!
teniéndote a ti,
soy otro al pensar
que vuelves a mí;
yo te quiero solo a ti;
no pué nadie mi rumbo torcer,
Yo a ti solo te quise, mujer,
no pué nadie robar un querer,
pues si es de ley
no se pué romper;
sólo por tu querer
otro hombre he de ser;
¡Tú lo has de ver!
Reina yo te he de hacer
y con tu querer
feliz seré
y loco de amor
contigo viviré.
(Haciendo mutis mientras cae el telón)
TODOS
(Concertando con el dúo)
Salve virgen
Reina y madre
que en el cielo,
por tu poder,
reina has de ser;
no me olvides
Reina y madre;
pido siempre
que me ampares
salve Virgen etc.
TELON
Información
obtenida en:
https://archive.org/details/curroeldelorazar539alon
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