Título | La selva sin amor (2021) Grabación en directo de la representación en el Teatro de la Escuela Superior de Canto de Madrid |
Música: | Original: Filippo Piccinini (partitura perdida) Prólogo: Sofía Sainz Escena: I Axel Interludio I: Sofía Sainz Escena II: Axel & Daniel Blázquez Interludio II: Sofía Sainz Escena III: Juan Montero Escena IV: Juan Montero Escena V: Alberto Sánchez Santoyo Interludio III: Sofía Sainz Escena VI: Daniel Blázquez Escena VII: David Lima |
Letra: | Lope de Vega |
Categoría: | Opera |
País: | España |
Director: | Mariano Rivas |
Escenas: | Prólogo: 01.- Preludio - 3' 37" 02.- Cándidos cisnes - 3' 52" 03.- Madre querida mía - 5' 12" 04.- Hay una selva a Dafne consagrada - 2' 45" 05.- Madre no más - 4' 33" Escena I: 06.- Verde bosque sombrío - 2' 01" 07.- Yo soy quien no ha pagado - 2' 01" 08.- Filis hermosa ¿Adónde? - 1' 17" 09.- Que dejes, Filis mía - 3' 47" 10.- ¡Detente, detente, espera! - 1' 59" 11.- Interludio I: - 1' 13" Escena II: 12.- Me parece haber sentido entre estos sauces lastimosas quejas - 6' 46" 13.- ¡Oh, Silvio amado! - 3' 48" 14.- Jacinto ¿Cómo pasas tú las horas? - 1' 57" 15.- Interludio II: - 1' 21" Escena III: 16.- Introducción orquestal - 2' 15" 17.- Tres amores venimos - 2' 57" 18.- Este es el río - 4' 51" Escena IV: 19.- ¡Armas, armas, guerra, guerra! - 3' 17" 20.- Agora tiro y las abraso en fuego - 2' 38" Escena V: 21.- Esto dice la mágica Amarillis - 2' 26" 22.- Pienso que el rigor fiero - 8' 08" 23.- Interludio III: - 1' 10" Escena VI: 24.- ¿Quién eres tú, rapaz? - 6' 58" Escena VII: 25.- Villano Manzanares - 5' 38" 26.- ¡Amor!...Madre, no pienses a quién ame un río - 3' 04" 27.- Madre, ya voy - 5' 05" |
Reparto: | Venus – Lucía Ayestarán Amor – Dennis A. Manzanares Jacinto – María Luisa Bringas Filis – Violeta Siesto Flora – Karla Guerra Manzanares – Tomás Castro Silvio – Héctor Gutiérrez Tres amores: Memoria – Sara Permuy Voluntad – Pilar Cuadrado Entendimiento – Sona Gogyan |
Orquesta: | Orquesta Sinfónica Mercadante |
Coro: | Coro |
Sinopsis: | Prólogo La acción dramática comienza con Venus montada en su carro dorado surcando las aguas. Pronto, Amor (Cupido) aparece en escena jugando con sus flechas y Venus le insta a que deje de jugar con los elementos terrenales. Amor trata de justificarse y Venus le recrimina que ya tiene la edad suficiente como para dejar esos juegos bárbaros, y no malgastar sus flechas en ello. Amor, siempre vanidoso, presume de tener el poder que vence a toda deidad y, por ello, quiere gobernar no solamente en la Tierra y en el Mar, sino además en la Guerra. Ante la ambición que muestran sus pretensiones, Venus le persuade a que encienda el fuego del amor en una selva consagrada a Dafne, que se encuentra en Madrid, a orillas del Manzanares, donde reinan Felipe IV de España e Isabel de Borbón. La escena concluye cuando Amor parte hacia España para convertir la selva sin amor en la selva de amores. Escena Primera Silvio es un joven pastor que frecuenta la selva, desdichado porque el amor que siente hacia Filis no es correspondido. Filis, por su parte, se siente pura y satisfecha consigo misma porque no ha encontrado el amor sincero y verdadero y se procura casta hasta su muerte si ese amor no surge. Sus palabras se hacen escuchar por Silvio, quien expresa su dolor y su necesidad de amar y ser amado, para así encontrar consuelo en ella. Filis, no obstante, se muestra reacia y le expresa que cualquier intento será un esfuerzo en vano. Silvio reacciona ofuscado a las palabras de Filis, sin poder comprender quién puede vivir sin amor y, lleno de ira, maldice la selva sin amor que tanto dolor le ha causado. Escena Segunda Entra en escena Jacinto, que trata de consolar a Silvio tras observar el ganado desprotegido y escuchar sus quejas desconsoladas. Silvio desahoga sus penas maldiciendo y deseando su muerte y el mal de todas las cosas, y Jacinto le hace entrar en razón y le demuestra que la ociosidad produce tales pensamientos negativos y solo mediante el trabajo y el esfuerzo las personas mantienen las mentes despojadas de trastornos amatorios. Silvio, convencido, marcha con Jacinto, a quien ve como un verdadero amigo, y desea nuevamente que Amor abrase la selva. Escena Tercera El coro de los tres amores (Voluntad, Memoria y Entendimiento) aparece al principio de esta escena cantando una copla. Después Amor cuenta que viene desde Chipre a España y se sitúa en Madrid, con su río, sus montañas cercanas y el Real Alcázar. Aprovecha para ensalzar al rey y la reina y presenta su misión, que consiste en transformar con sus flechas una fría selva sin amor donde vive el desdén cruel y reina el olvido. Escena Cuarta Aparecen Filis y Flora. Las dos conversan acerca de sus respectivos encuentros con Silvio y Jacinto, quienes habían fracasado en sus intentos amorosos porque ambas tenían como misiva aborrecer a los hombres. Pero aparece Amor en escena y lanza una flecha a cada una de ellas que hace que sus respectivos corazones ardan de amor puro y comienzan a ver a la naturaleza de manera distinta: observan como una cierva reclama a un gamo, el suspirar de una tórtola o el arroyo besar las flores. Al final de la escena son conscientes de que se encuentran enamoradas de Silvio y Jacinto respectivamente. Escena Quinta Se produce un cambio de dirección en la trama. Silvio y Jacinto ya habían conseguido olvidar, con ayuda mutua, a Filis y Flora, cuando entran éstas en escena. Con el corazón ardiente de amor hacia los dos hombres (a causa de las flechas de Amor), se aproximan hacia ellos para reclamarlos; pero Silvio y Jacinto las rechazan y aborrecen. Entre tanto Amor, que se encuentra expectante entre los cielos, se regodea de gozo ante la situación que está presenciando, viendo lo que su poder ha conseguido, y muestra su satisfacción por haber vengado a su madre y haber comenzado a transformar la selva sin amor en selva de amores. Escena Sexta El río Manzanares se muestra encolerizado ante la presencia de un niño ciego (Amor) que ha venido a perturbar su reposo y a contaminar su imperio con el veneno que portan sus flechas, y pide a sus ninfas que lo apresen. Amor, por su parte, dice que ha venido a obedecer las órdenes de su madre, Venus. Escena Séptima Venus, cargada de ira contra Manzanares, amenaza a este con lanzar flechas y abrasarlo y que de él solo quede arena abrasada. Manzanares pide clemencia e intenta justificar los hechos para que Venus no cumpla su castigo. Manzanares ruega a Amor a que lance una flecha a Galatea en su lugar, pero finalmente, Amor hace que desciendan hermosas damas en el mes de julio para que abrasen a Manzanares. La selva fría sin amor se convierte en una selva de amores. Los pastores acaban recibiendo una flecha dorada que hace que se enamoren de nuevo Silvio y Jacinto de Filis y Flora respectivamente. Cierra la escena un coro de todos los personajes que canta al recuerdo de esta historia como ejemplo. |
Comentarios: | Estrenada el 18 de Diciembre de 1627 en el Alcázar de Madrid. |
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La selva sin amor
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