Título | La Celestina (2022) Grabación en directo de la representación de la versión Concierto en el Teatro de la Zarzuela. |
Música: | Felipe Pedrell |
Letra: | Fernando de Rojas y Felipe Pedrell |
Categoría: | Opera |
País: | España |
Director: | Guillermo García Calvo |
Escenas: | Acto I: 01.- ¡Ah del monte! Buen halconero - 3’ 37” 02.- ¡Sempronio! ¿Dónde está este maldito? - 1’ 56” 03.- Mira Nero de Tarpeya - 1’ 09” 04.- ¿Que cómo puede ser mayor el fuego del amor? - 3’ 18” 05.- Fontefrida, Fontefrida - 1’ 21” 06.- Parmeno, amigo, escucha - 5’ 53” 07.- ¡Ah del monte!, ¡Holá! La noche cierra - 1’ 57” Acto II: 08.- Mi corazón bien se te emplea - 2’ 42” 09.- ¿Qué dices, señora y madre? - 12’ 50” 10.- ¡Oh, lastimada de mí!, ¡Oh, mal proveída doncella! - 1’ 52” 11.- Tía, detente un poquito cabe esta puerta - 6’ 08” 12.- Todavía es necesario - 12’ 02” 13.- Interludio de órgano. “Señor, huye de ser traído en lenguas” - 6’ 45” Acto III: 14.- Las doce dan ya: buena hora es - 6’ 24” 15.- ¡Abrid paso! ¡Paso a la justicia! - 4’ 18” 16.- ¡Señora Celestina, ábrenos! - 5’ 31” 17.- Hermana, paréceme aquí - 5’ 45” 18.- ¡Pídelo a tu amo! - 8’ 15” 19.- ¡Qué grita suena en el mercado! - 8’ 42” Acto IV: 20.- ¡Oh, Tristanico, oh, Sosia, discretos mancebos! - 3’ 09” 21.- Alegre es la fuente clara... Dulces árboles frondosos... Papagayos, ruiseñores - 6’ 02” 22.- Dúo “Vencido me tiene el dulzor de tu canto” - 7’ 09” 23.- ¿Así, bellacos, rufianes? - 3’ 54” 24.- ¡Hija mía, bien amada del viejo padre! - 0’ 41” 25.- De todos soy dejada - 8’ 12” 26.- ¡Oh, padre mío! - 5’ 02” |
Reparto: | Celestina – Maite Beaumont Melibea – Miren Urbieta-Vega Lucrecia – Sofía Esparza Elicia – Lucía Tavira Areúsa – Gemma Coma-Alabert Tristán – Mar Esteve Calisto – Andeka Gorrotxategi Sempronio – Juan Jesús Rodríguez Parmeno – Simón Orfila Pleberio – Javier Castañeda Sosia – Isaac Galán Verdugo – Mario Villoria Halconero – Francisco Díaz Voceadores – Ricardo Rubio, Alberto Ríos Recitante – Matthew Loren Crawford, Jordi Serrano Vecinos – Daniel Huerta, Román Fernández-Cañadas |
Orquesta: | Orquesta de la Comunidad de Madrid |
Coro: | Coro Titular del Teatro de la Zarzuela. Director Antonio Fauró |
Sinopsis: | El argumento, escrito en castellano antiguo estimuló a Pedrell, para quien representaba un desafío el adaptar este texto a la música. Fue una ópera escrita sobre texto en prosa, y se apartaba así de la tradición centenaria de usar textos en verso para los libretos. El hecho y la manera de aproximarse al nexo fatídico de la pasión amorosa y, que para los primeros románticos La Celestina poseía un significado trascendente y oculto, decidió definitivamente al artista. En Pedrell impresionó la tensión entre los extremos, el placer mudado en dolor y el amor que acaba en la muerte. Todo eso lleva a una partitura muy apasionada y densa, con una gran orquestación muy potente, y que hace que cueste mucho que las voces pesen por encima de la masa orquestal. ACTO PRIMERO Durante una cacería, Calisto se adentra en un huerto y se encuentra con Melibea, de la que esta profundamente enamorado, aunque sin ser correspondido. Abatido por su rechazo, Calisto se lamenta junto a su criado Sempronio, quien le habla de Celestina, una conocida alcahueta que puede ayudarle con sus males de amor. Mientras Sempronio va en busca de Celestina, otro criado, Parmeno, advierte a Calisto de las malas artes de la alcahueta, que solo actúa por interés, y de las desgracias que pueden provocar sus servicios. Sempronio y Celestina escuchan las palabras de Parmeno y deciden ofrecerle parte de los beneficios obtenidos del trato con Calisto, acabando así con sus reservas. Calisto paga cien monedas de oro a Celestina como anticipo por su trabajo, y esta promete volver al día siguiente con una solución. ACTO SEGUNDO CUADRO PRIMERO Calisto sigue penando por sus desamores. Tras su llegada, Celestina cuenta sus avances: ha logrado que Melibea preste al caballero anónimo que la pretende un cordon que usa a modo de ceñidero con ciertos poderes sobrenaturales. Calisto insta a Celestina a seguir trabajando a cambio de mayores prebendas. La alcahueta acepta, pero conserva el ceñidero, y Calisto se marcha con Sempronio. Celestina, acompañada de Parmeno, recibe la visita de Lucrecia, criada de Melibea, quien reclama que se le devuelva el ceñidero y solicita los servicios de la alcahueta para su señora. CUADRO SEGUNDO En su casa, Melibea se lamenta del lastimoso estado en el que la ha dejado la visita anterior de Celestina, quien la había informado —premeditadamente— de los amores de un caballero, pero sin desvelarle su identidad. Llega Celestina, quien confirma a Melibea que no padece ninguna enfermedad, sino que está enamorada del caballero. Melibea reclama conocer la identidad de su pretendiente. Cuando Celestina le confirma que se trata de Calisto, esta se desmaya, pero al volver en sí se declara también enamorada de él y arreglan un primer encuentro. CUADRO TERCERO Sempronio y Parmeno entran en la Iglesia de la Magdalena en busca de Calisto, quien se había retirado allí para rezar por sus desvelos de amor. A la salida, Celestina acude a su encuentro y le comunica que, por fin, Melibea ya le corresponde. Calisto, lleno de alegría, le entrega una cadenilla de oro, provocando suspicacias en Sempronio y Parmeno, quienes también quieren su parte. Tras confirmar a Calisto la cita con Melibea, Celestina se retira apresuradamente con el botín, lo que aumenta todavía más los recelos de Sempronio y Parmeno. ACTO TERCERO CUADRO PRIMERO Calisto acude junto a Sempronio y Parmeno al primer encuentro con Melibea, quien le espera en compañía Lucrecia. En su conversación, ambos se declaran su amor, pero Melibea expresa todavía ciertos recelos, pues no quiere perder su honra. Por su parte, Sempronio y Parmeno están intranquilos, ya que temen ser descubiertos por las autoridades. Así, al oír acercarse a la ronda del alguacil, deciden huir y refugiarse en casa de Celestina. Calisto también se marcha, pero antes concierta una segunda cita con Melibea en el huerto de su casa. CUADRO SEGUNDO Sempronio y Parmeno llegan a casa de Celestina, donde son recibidos también por Elicia y Areúsa, con las que están medio emparejados. Sin embargo, las chicas están algo celosas por la excesiva atención que los criados de Calisto le han dedicado a Melibea. Celestina le quita hierro al asunto y se sientan todos a la mesa. Durante la cena, Sempronio y Parmeno reclaman a Celestina su parte del botín, pero esta se niega a darles nada. Los criados se van enfadando cada vez más hasta que, en un arranque incontrolable de ira, asesinan a Celestina y se escapan por la ventana de la casa. CUADRO TERCERO En la plaza del mercado se forma un gran revuelo en torno a Elicia y Areúsa, que confirman el asesinato de Celestina y reclaman justicia. Aparecen también Tristán y Sosia, otros dos criados de Calisto, que son informados de que Sempronio y Parmeno ya han sido apresados y van a ser ajusticiados por el verdugo, acción con la que concluye el acto. ACTO CUARTO Calisto acude, en compañía de Tristán y Sosia, a su segunda cita en el huerto con Melibea, que una vez más está acompañada por Lucrecia. Para llegar al lugar, Calisto debe subir por una alta escala que le tienden sus criados. Nuevamente, Calisto y Melibea conversan sobre el amor que se profesan mutuamente, provocando la envidia de Lucrecia. Abajo, en la calle, Sosia increpa a unos alborotadores que pasan por el lugar, hecho que llama la atención de Calisto, que decide bajar a ayudarle en una supuesta reyerta, con tan mala suerte que se cae de la escala y muere en el acto. Al enterarse del fatal suceso, Melibea pierde la razón. Con todo, Lucrecia consigue que su señora entre en la casa en busca de su padre, Pleberio, quien le propone subir a la torre para que las vistas y el aire fresco la consuelen. Una vez arriba, Melibea aprovecha para encerrase en la torre. Desde arriba, sola y ante la mirada de Pleberio, Melibea pronuncia un largo discurso en el que le confiesa su relación por Calisto y el insoportable dolor que le produce su muerte. Tras pedirle perdón a su padre, se arroja de la torre y muere. En esta versión en concierto se ha eliminado del Acto Primero el diálogo entre Calisto y Parmeno (escena III) y algunos fragmentos del primer encuentro con Celestina (escena IV); del Acto Segundo, Cuadro Primero, el diálogo entre Parmeno y Sempronio (escena I), así como fragmentos del diálogo entre Lucrecia y Celestina (escena IV); del Acto Tercero, Cuadro Primero, fragmentos de la visita de Calisto a Melibea (escena I); y del Acto Cuarto parte del diálogo entre Pleberio, Lucrecia y Melibea (escena II) y del lamento de Melibea (escena III). |
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La Celestina (2022)
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Grabación procedente de la transmisión de Radio Clásica.
ResponderEliminarComo veréis la he dividido en Actos.
Muchas gracias a luisonido por su trabajo.
Sinopsis: El argumento, escrito en castellano antiguo estimuló a Pedrell, para quien representaba un desafío el adaptar este texto a la música. Fue una ópera escrita sobre texto en prosa, y se apartaba así de la tradición centenaria de usar textos en verso para los libretos. El hecho y la manera de aproximarse al nexo fatídico de la pasión amorosa y, que para los primeros románticos La Celestina poseía un significado trascendente y oculto, decidió definitivamente al artista. En Pedrell impresionó la tensión entre los extremos, el placer mudado en dolor y el amor que acaba en la muerte. Todo eso lleva a una partitura muy apasionada y densa, con una gran orquestación muy potente, y que hace que cueste mucho que las voces pesen por encima de la masa orquestal.
ResponderEliminarACTO PRIMERO •
Durante una caceria, Calisto se adentra en un huerto y se encuentra con Melibea, de la que esta profundamente enamorado, aunque sin ser correspondido. Abatido por su rechazo, Calisto se lamenta junto a su criado Sempronio, quien le habla de Celestina, una conocida alcahueta que puede ayudarle con sus males de amor. Mientras Sempronio va en busca de Celestina, otro criado, Parmeno, advierte a Calisto de las malas artes de la alcahueta, que solo actua por interes, y de las desgracias que pueden provocar sus servicios. Sempronio y Celestina escuchan las palabras de Parmeno y deciden ofrecerle parte de los beneficios obtenidos del trato con Calisto, acabando asi con sus reservas. Calisto paga cien monedas de oro a Celestina como anticipo por su trabajo, y esta promete volver al dia siguiente con una solucion.
ACTO SEGUNDO
CUADRO PRIMERO
Calisto sigue penando por sus desamores. Tras su llegada, Celestina cuenta sus avances: ha logrado que Melibea preste al caballero anonimo que la pretende un cordon que usa a modo de ceñidero con ciertos poderes sobrenaturales. Calisto insta a Celestina a seguir trabajando a cambio de mayores prebendas. La alcahueta acepta, pero conserva el ceñidero, y Calisto se marcha con Sempronio. Celestina, acompañada de Parmeno, recibe la visita de Lucrecia, criada de Melibea, quien reclama que se le devuelva el ceñidero y solicita los servicios de la alcahueta para su señora.
CUADRO SEGUNDO
En su casa, Melibea se lamenta del lastimoso estado en el que la ha dejado la visita anterior de Celestina, quien la había informado —premeditadamente— de los amores de un caballero, pero sin desvelarle su identidad. Llega Celestina, quien confirma a Melibea que no padece ninguna enfermedad, sino que está enamorada del caballero. Melibea reclama conocer la identidad de su pretendiente. Cuando Celestina le confirma que se trata de Calisto, esta se desmaya, pero al volver en sí se declara también enamorada de él y arreglan un primer encuentro.
CUADRO TERCERO
Sempronio y Parmeno entran en la Iglesia de la Magdalena en busca de Calisto, quien se había retirado allí para rezar por sus desvelos de amor. A la salida, Celestina acude a su encuentro y le comunica que, por fin, Melibea ya le corresponde. Calisto, lleno de alegría, le entrega una cadenilla de oro, provocando suspicacias en Sempronio y Parmeno, quienes también quieren su parte. Tras confirmar a Calisto la cita con Melibea, Celestina se retira apresuradamente con el botín, lo que aumenta todavía más los recelos de Sempronio y Parmeno.
ACTO TERCERO
ResponderEliminarCUADRO PRIMERO
Calisto acude junto a Sempronio y Parmeno al primer encuentro con Melibea, quien le espera en compañía Lucrecia. En su conversación, ambos se declaran su amor, pero Melibea expresa todavía ciertos recelos, pues no quiere perder su honra. Por su parte, Sempronio y Parmeno están intranquilos, ya que temen ser descubiertos por las autoridades. Así, al oír acercarse a la ronda del alguacil, deciden huir y refugiarse en casa de Celestina. Calisto también se marcha, pero antes concierta una segunda cita con Melibea en el huerto de su casa.
CUADRO SEGUNDO
Sempronio y Parmeno llegan a casa de Celestina, donde son recibidos también por Elicia y Areúsa, con las que están medio emparejados. Sin embargo, las chicas están algo celosas por la excesiva atención que los criados de Calisto le han dedicado a Melibea. Celestina le quita hierro al asunto y se sientan todos a la mesa. Durante la cena, Sempronio y Parmeno reclaman a Celestina su parte del botín, pero esta se niega a darles nada. Los criados se van enfadando cada vez más hasta que, en un arranque incontrolable de ira, asesinan a Celestina y se escapan por la ventana de la casa.
CUADROTERCERO
En la plaza del mercado se forma un gran revuelo en torno a Elicia y Areúsa, que confirman el asesinato de Celestina y reclaman justicia. Aparecen también Tristán y Sosia, otros dos criados de Calisto, que son informados de que Sempronio y Parmeno ya han sido apresados y van a ser ajusticiados por el verdugo, acción con la que concluye el acto.
ACTO CUARTO
Calisto acude, en compañía de Tristán y Sosia, a su segunda cita en el huerto con Melibea, que una vez más está acompañada por Lucrecia. Para llegar al lugar, Calisto debe subir por una alta escala que le tienden sus criados. Nuevamente, Calisto y Melibea conversan sobre el amor que se profesan mutuamente, provocando la envidia de Lucrecia. Abajo, en la calle, Sosia increpa a unos alborotadores que pasan por el lugar, hecho que llama la atención de Calisto, que decide bajar a ayudarle en una supuesta reyerta, con tan mala suerte que se cae de la escala y muere en el acto.
Al enterarse del fatal suceso, Melibea pierde la razón. Con todo, Lucrecia consigue que su señora entre en la casa en busca de su padre, Pleberio, quien le propone subir a la torre para que las vistas y el aire fresco la consuelen. Una vez arriba, Melibea aprovecha para encerrase en la torre. Desde arriba, sola y ante la mirada de Pleberio, Melibea pronuncia un largo discurso en el que le confiesa su relación por Calisto y el insoportable dolor que le produce su muerte. Tras pedirle perdón a su padre, se arroja de la torre y muere.
• En esta versión en concierto se ha eliminado del Acto Primero el diálogo entre Calisto y Parmeno (escena III) y algunos fragmentos del primer encuentro con Celestina (escena IV); del Acto Segundo, Cuadro Primero, el diálogo entre Parmeno y Sempronio (escena I), así como fragmentos del diálogo entre Lucrecia y Celestina (escena IV); del Acto Tercero, Cuadro Primero, fragmentos de la visita de Calisto a Melibea (escena I); y del Acto Cuarto parte del diálogo entre Pleberio, Lucrecia y Melibea (escena II) y del lamento de Melibea (escena III).
Acto I:
ResponderEliminar1. Escena I. Caza; encuentro en el huerto de Melibea: “¡Ah del monte! Buen halconero” (Melibea, Lucrecia, Calisto, Sempronio, Parmeno, Coro)
2. Escena II. Calisto se lamenta; diálogo entre Calisto y Sempronio: “¡Sempronio! ¿Dónde está este maldito?”
3. Mira Nero de Tarpeya
4. ¿Que cómo puede ser mayor el fuego del amor? (Calisto, Sempronio, Coro)
5. Escena III. Romance viejo “Fontefrida, fontefrida, fontefrida y con amor”.
(Calisto, Parmeno, Coro)
6. Escena IV. Primer encuentro con Celestina; conspiraciones: “Parmeno, amigo, escucha” (Calisto, Celestina, Sempronio, Parmeno)
7. Escena V. Finaliza la caza; la comitiva entra en la ciudad: “¡Ah del monte!, ¡holá! La noche cierra” Calisto, Coro
Acto II:
Cuadro I
Escena I. Calisto trova (Sí, sí, de esos es) CALISTO
8. Escena II. Dialogo Mi corazón bien se te emplea Diálogo a tres, recibimiento de Celestina: ¿Quién habla en la sala? ¡Mozos! (Calisto, Parmeno, Sempronio)
9. Escena III. Celestina ofrece el ceñidero de Melibea; conspiraciones ¿Qué dices, señora y madre? (Dichos, Celestina)
Cuadro II
10 Escena V. Lamento de Melibea; Celestina comunica el amor de Calisto; Melibea cede: ¡Oh, lastimada de mí!, ¡Oh, mal proveída doncella!
11.- Tía, detente un poquito cabe esta puerta
12.- Todavía es necesario (Melibea, Celestina, Lucrecia)
Cuadro III
13. Celestina confirma el amor de Melibea: Interludio de órgano. Kyrie Eleison; Señor, huye de ser traído en lenguas. (Calisto, Sempronio, Parmeno, Celestina, Coro)
Acto III
Cuadro I
14. Escena l. Calisto visita a Melibea; Sempronio y Parmeno temen ser descubiertos
“Las doce dan ya: buena hora es” (Calisto, Sempronio, Parmeno, Melibea)
15. Escena II. Sempronio y Parmeno huyen; Calisto arregla otra cita con Melibea
“¡Abrid paso! ¡Paso a la justicia!” (Dichos, Voceadores De La Ronda Del Alguacil)
Cuadro II
16. Escena III. Cena en casa de Celestina; asesinato de Celestina “¡Señora Celestina, ábrenos!”
17. Hermana, paréceme aquí
18. ¡Pídelo a tu amo! (Celestina, Sempronio, Parmeno, Elicia y Areúsa)
Cuadro III
19. Escena IV. Revuelo en el mercado; Elicia y Areúsa informan del asesinato de Celestina “¡Qué grita suena en el mercado! ¿Qué es esto?” (Elicia, Areúsa, Vecinos, Coro)
Escena V. Condena a muerte de Sempronio y Parmeno “Manda la justicia que mueran los violentos matadores” (Dichos, Verdugo, Coro)
Escena VI. Ejecución de Sempronio y Parmeno (Sosia, el mozo de espuelas, nos dirá qué es esto” (Dichos, Tristán, Sosia)
Acto IV
20. Lucrecia y Melibea cantan; Calisto muere “¡Oh, Tristanico, oh, Sosia, discretos mancebos!”
¡Oh, Tristanico, oh, Sosia, discretos mancebos!
21 Alegre es la fuente clara... Dulces árboles frondosos... Papagayos, ruiseñores -”
22. Dúo “Vencido me tiene el dulzor de tu canto”
23. ¿Así, bellacos, rufianes? (Calisto, Tristan, Sosia, Melibea, Lucrecia, Coro).
24. Escena II. Pleberio y Lucrecia calman a Melibea; Melibea y Lucrecia suben a la azotea “¡Hija mía, bien amada del viejo padre!” (Melibea, Lucrecia, Pleberlo, Coro)
25. Escena Última. Lamento, descargo y suicidio de Melibea; desesperación de Pleberio “De todos soy dejada; bien se ha enderezado la manera de mi morir”
26. ¡Oh, padre mío! (Melibea, Pleberio)
Muchas gracias gracias Erik por completar la sinopsis de la obra.
EliminarQueda añadida.