Txanton Piperri

Título Txanton Piperri (1975)
Grabación en directo de la representación en el Colegio San Viator de Arrasate (Guipúzcoa)
Música: Buenaventura Zapiraín
Letra: Toribio Alzaga
Director: Juan Arzamendi
Categoría: Opera
País: España
Escenas: Acto I:
01.- Preludio y coro - 3' 26"
02.- Entrada y Romanza de Txanton - 7' 34"
03.- Txanton y coro - 2' 40"
04.- Romanza de Don Martín - 3' 25"
05.- Dúo de Txanton y Don Martín - 3' 35"
06.- Entrada de Maritxo y Terceto - 3' 46"
07.- Final del acto I - 2' 53"

Acto II:
08.- Coro femenino - 3' 35"
09.- Maritxu y coro femenino - 1' 05"
10.- Romanza de Maritxu - 2' 50"
11.- Romanza de Txanton - 3' 18"
12.- Romanza de Pedro de Berástegui - 2' 23"
13.- Concertante - 6' 08"

Acto III:
14.- Coro - 1' 47"
15.- Escena: Berástegui y coro - 2' 18"
16.- Coro y danza - 6' 54"
17.- Romanza de Maritxu - 2' 08"
18.- Coro (Procesión) - 2' 48"
19.- Romanza de Maritxu - 2' 15"
20.- Coro - 2' 01"
21.- Escena - 2' 34"
22.- Himno final (“Euskal Herriko”) - 1' 32"
Reparto: Maritxo – Consuelo Azcoaga
Txanton – Fernando Aramburu
Don Martín/Pedro de Berástegui – José María Mendizábal
Orquesta: Banda de Arrasate
Coro: Coro Danok de Arrasate
Sinopsis: PRIMER ACTO
El argumento de la ópera establece la acción en la época en que el País Vasco sufría una inquietante situación, derivada de tiempos lejanos del medioevo —guerras de los linajes— y que solamente en los albores del Renacimiento parecía desembocar en un algo remansado con la paz como meta y que los autores hacen coincidir con la milagrosa aparición de la Virgen de Aránzazu.
Al pie del palacio-castillo de don Martín de Lazkano, caballero de los más distinguidos en el bando de oñacinos, se reúnen sus partidarios convocados al efecto. Txanton Piperri, después de recordarles el origen de la lucha entre ambos bandos, les comunica el pensamiento de asaltar el palacio de don Miguel de Lizarreta, furibundo gamboíno que con sus hechos vandálicos tiene con consternación a toda la comarca. Más tarde les anuncia que los sinsabores de la lucha serán compensados con el abundante botín de que deberán apoderarse, dando lugar este tema para que con regocijo de los allí reunidos, pondere Txanton sus excepcionales dotes bucólicas.
Al alejarse estos partidarios para disponerse al asalto, don Martín de Lazkano que les ve marchar, se felicita de su decisión y de las pruebas de fidelidad que recibe constantemente de Txanton, pobre huérfano que recogió muy niño y al que por el afecto con que le viene distinguiendo, considera como hijo. Llega Txanton a participarle que dispuestos los oñacinos en el próximo manzanal, sólo esperan la llegada de su señor, y al momento de partir, Maritxo, hija de Lazkano, pretende detenerlos temerosa de la suerte de su padre, pero sólo consigue que se quede Txanton y se retira con él al castillo. Entonces aparece un grupo de gamboinos enmascarados, capitaneados por don Miguel de Lizarreta que aprovechando la ausencia de los moradores, asaltan e incendian el castillo, hieren a Txanton y apresan a Maritxo.

SEGUNDO ACTO
Terminado el asalto e incendio del castillo de Lazkano, ocurre un sangriento encuentro entre los dos bandos, saliendo vencedores los oñacinos que consiguen rescatar a Maritxo. El señor de Lazkano se refugia entonces en casa de su allegado don Pedro de Berástegui, noble bascongado, enemigo declarado de la lucha de bandos, y en cuyo palacio da comienzo el segundo acto con la llegada de las amigas que vienen a festejar a Maritxo. Txanton Piperri que, herido en la defensa del castillo, ha permanecido oculto en los montes próximos, viene en busca de su señor. El de Lazkano comunica a Berástegui que, según referencias de un gamboíno, Txanton Piperni era traidor a su causa, habiéndose vendido al enemigo, y sido el causante del incendio del castillo y prisión de su hija. El de Berástegui se sorprende ante tal afirmación y crece de pronto su sorpresa al encontrarse con el mismo Txanton Piperri que llega en busca de su señor. Se oye entonces a los oñacinos anunciar la traición de Txanton y éste sorprendido por tan calumniosa denuncia, se retira con Berástegui a quien trata de demostrar su inocencia y probar lo injusto de la acusación. Reunidos el de Lazkano, Maritxo, sus amigas y el grupo de oñacinos, insisten en la traición de Txanton, contra quien lanzan los apóstrofes más violentos. Berástegui les desmiente, y presenta a Txanton cuya inocencia pregona, pero los oñacinos exasperados por la presencia del supuesto traidor, le insultan y le injurian, llegando a amenazarle de muerte.

TERCER ACTO
Inútiles los esfuerzos de Txanton para probar su inocencia, es arrojado violentamente del palacio, a pesar del apoyo prestado por el señor de Berástegui, y triste, hambriento, despreciado de todos, aparece en la plaza en la que se desarrolla el tercer acto, la cual se ve a poco invadida por gentes del pueblo, que celebran con bailes y fiestas el anuncio de la paz que se supone próxima.
En efecto, convocados a este propósito por el señor de Berástegui, llegan los señores de Lazkano, Loyola, Lizarreta y Balda, principales jefes respectivamente de oñacinos y gamboínos. El resultado de la reunión no puede ser más desfavorable, pues en vez de llegar a un acuerdo satisfactorio, los bandos se insultan mutuamente y acaban por venirse a las manos.
En este momento llega Maritxo y participa en el memorable suceso de la aparición en Aloña de la Virgen de Aranzazu. Tan prodigiosa nueva conmueve hondamente a los contendientes, quienes se proponen visitar a la Virgen; pero el señor de Berástegui les advierte que antes es preciso olvidar mutuos rencores y darse el abrazo de amigos, pues su presencia sería de lo contrario una profanación. Los bandos se resisten un momento, pero las invitaciones de Berástegui, el canto de los peregrinos y los ecos de la campana que se oyen en la inmediata iglesia, acaban por decidirles y entran abrazados en el templo.
A su regreso y contestando a una pregunta del señor de Berástegui, Don Martín se muestra irritado contra Txanton, a quien dice no perdonará mientras viva su infame traición. El señor de Lizarreta insiste en la lealtad de Txanton y se lamenta de la conducta observada con él; y al aparecer en el pórtico de la iglesia va a su encuentro, le abraza y pide le perdone su injusto proceder. Entonces el señor de Berástegui invita a los presentes a que abandonen de toda lucha de bandos, se limiten a ser buenos vascos. A esto responden todos con un himno que da fin a la ópera.
Comentarios: Estrenada el 06 de enero de 1899 en el Centro Católico de San Sebastián.
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