Salvator Rosa

Título Salvator Rosa (2012)
Música: Antônio Carlos Gomes
Letra: Antonio Ghislanzoni
Director: Georg Menskes
Categoría: Opera
País: Brasil
Escenas: Acto I:
01.- Sinfonía - 6' 42"
02.- Escena “Ebbene, Gennariello?” - 3' 02"
03.- Canción “Mia piccirella” - 1' 34"
04.- Escena “Vero figliuoi di Napoli” - 0' 52"
05.- Dúo “Ebben, quia nuove?” - 4' 57"
06.- Romanza “Sublime cor!” - 4' 04"
07.- Escena “Salvatore, celatevi!” - 2' 53"
08.- Coro “Viva l'arte e l'allegria!” - 2' 44"
09.- Escena “Della truppe rispondi?” - 4' 07"
10.- Terceto “A patti coi ribelli scender dovrei?” - 4' 19"
11.- Cuarteto y coro “Morte a lo straniero!” - 2' 40"
12.- Finale del Acto I “Quel dolce sguardo“ - 2' 34"

Acto II:
13.- Escena “E' desso!” - 2' 18"
14.- Aria “E il foglio io segnero?” - 5' 00"
15.- Escena “Di Masaniello il messaggier!” - 1' 33"
16.- Dúo “Di stupore ho l'alma” - 8' 27"
17.- Escena “Per questa augusta immagine” - 1' 53"
18.- Coro y tarantella “A festa! A festa!” - 2' 42"
19.- Escena y coplas “Veh! Gennariello!” - 2' 21"
20.- Escena de la tribuna ”¡Largo, largo a Masaniello!” - 2' 38"
21.- Aria “L'arbitro nostro, il nostro re!” - 4' 30"
22.- Marcha y coro “Viva! Viva!” - 2' 13"
23.- Finale del Acto II “Dov'è l'eroe del popolo?” - 4' 59"

Acto III:
24.- Preludio y coro “Le tazze colmiamo!” - 2' 15"
25.- Escena “Strane parole mormorar lo intesi” - 2' 29"
26.- Coro y escena “Alla plebe libiamo!” - 4' 07"
27.- Dúo “Masaniel… Masaniello” - 7' 04"
28.- Escena “Si cerchi Masaniello” - 2' 11"
29.- Escena y coro de monjas “D'aura… di luce ho d'uopo” - 4' 59"
30.- Romanza “Alla infelice suora” - 4' 20"
31.- Dúo y final del acto III “Cielo! Mio padre!” - 9' 24"

Acto IV:
32.- Serenata “Mia peccerella!” - 2' 20"
33.- Escena y coro de bandidos “Chi e la?” - 3' 07"
34.- Dúo “Salvator!… Isabella!” - 6' 10"
35.- Terceto “Ah! Ti trovo!” - 2' 13"
36.- Finale último “Padre!… In quella chiesa” - 7' 05"
Reparto: El Duque de Arcos – Dae-Bum Lee
Isabella – María Porubcinova
Salvator Rosa – Ray M. Wade
Masaniello – Malte Roesner
Gennariello – Simone Liechtenstein
Conde de Badajoz – Kenneth Bannon
Fernández – Tobias Haaks
Corcelli – Leszek Wos
Sor Inés – Sabine Brandt
Orquesta: Orquesta del Staatstheater Braunschweig
Coro: Coro del Staatstheater Braunschweig, Director Georg Menskes
Sinopsis: Acto I
Escena 1
En el taller del pintor Salvator Rosa en Nápoles, en 1647. Salvator, sentado y ocupado en pintar un retrato, pregunta a Gennariello qué piensa del cuadro, oyendo como respuesta que el cielo está muy nublado, el mar está sombrío y las damas tienen mal rostro. El pintor está de acuerdo, a quien sólo le interesa una mujer, lo que, dice Gennariello, también le ocurre a él, tanto que escribió una serenata a su belleza. Acompañándose con la mandolina, canta "Mia piccierella". Al aplauso de Salvator se suma el de un hombre que acaba de entrar, Massaniello, que viene a anunciar que todo está listo para el levantamiento popular contra la tiranía del duque D'Arcos, el virrey español. Sigue un dúo patriótico en el que se describe el plan del levantamiento que comenzará a mediodía, y en el que se intentará evitar todo derramamiento de sangre para llegar a un acuerdo con el duque.
Solo, Salvator canta la belleza de la dama del cuadro, a quien sólo ha visto una vez y no sabe quién es. Entra el Conde de Badajoz, que viene a invitar a Salvador a presentarse ante el virrey. El pintor se niega, pero la escolta que trae el conde le hace cambiar de opinión y permanece prisionero, no sin antes pedirle a Gennariello que avise a Massaniello. Cuando sus discípulos llegan, se asombran al descubrir que su maestro ha sido arrestado y salen a buscarlo blandiendo sus dagas.

Escena 2
En el salón del palacio de la Vicaria. El Duque ordena a Fernández que haga preparativos militares para sofocar la revuelta del pueblo. Salvator llega entre los guardias. Interrogado por el duque, que le acusa de conspirar contra el gobierno, él lo niega y habla de las quejas del pueblo. Le explica que el pueblo está alzando el grito de los oprimidos y que el Duque debe responder lo antes posible, restableciendo los estatutos de Carlos V y cesando los impuestos excesivos. El duque, por orgullo, no quiere ceder. Entra Isabel, su hija, que también viene a pedir clemencia para el pueblo. Salvator reconoce en ella a la modelo que pintó sin saber quién era.
Voces desde fuera alzan gritos de muerte a los españoles. Salvator le aconseja al Duque escapar por una escalera secreta, llevándose a su hija con él. Los dos huyen, mientras el duque jura venganza... Massaniello y el pueblo irrumpen en la sala. Salvator informa a los revolucionarios que el duque de Arcos ha huido y el palacio está desierto. El pueblo, jubiloso, bendice a Massaniello.

Acto II
Escena 1
En una habitación de Castelnuovo, cerca de Nápoles. Isabella, junto al balcón, observa el movimiento en la calle. Reconoce a Salvator entre la multitud. El duque ordena a su hija que se adorne con los vestidos más ricos, pues en pocas horas estarán de nuevo en Nápoles. Isabella pregunta si las propuestas de Massaniello han sido aceptadas. El duque responde que a él le corresponde ocuparse de los asuntos del estado y a ella le corresponde embellecerse para complacer a su futuro marido. Aturdida, Isabella deja solo a su padre para su gran soliloquio, "Di sposo, di padre", la página más famosa de la ópera. Al final firma un papel y toca el timbre. Badajoz presenta a Salvator, el mensajero de Massaniello. El duque le entrega el acta de tregua firmada. Ordenando que se reúna el tribunal, pide a Salvador que lo espere, pues tiene intención de ser presentado al pueblo de su brazo.
Cuando Isabella entra, ambos se reconocen y quedan perturbados. Salvator confiesa que vio a la joven cuando estaba pintando en Chiaia, cuando ella comenzó a observar su cuadro y luego huyó. ¡Su imagen quedó en el corazón del pintor, que ahora descubre que es la hija del duque D'Arcos! Isabella no puede resistirse: se arroja a los brazos del pintor y, tomando un crucifijo, jura que será suyo o morirá. El duque, al entrar, escucha el juramento de su hija. Disimulando su enojo, invita a Salvador a ofrecer su brazo a la Duquesa D’Arcos y a dirigirse al pueblo. Siguiendo a los dos jóvenes con una mirada siniestra, dice: «Para ella el claustro. Para quien se atrevió a tanto... ¡la muerte!».

Escena 2
En una playa de Nápoles, donde la gente está celebrando una fiesta patriótica. Massaniello se dirige a las masas desde una plataforma improvisada. La bandera blanca ondea sobre el castillo del duque de Arcos: la tregua ha sido firmada, los odiosos impuestos cesarán. Los soldados españoles desfilan en la plaza y entran Salvador, el duque, Isabel y los nobles. El duque extiende la mano a Massaniello, lo abraza y lo invita a la corte. El pueblo se deja llevar por la alegría ante la mirada desdeñosa del Duque.

Acto III
Escena 1
En la terraza del Palacio Vicaria, una gran fiesta celebra la alianza entre el pueblo y la realeza. Fernández y Badajoz, en un rincón, esperan los efectos de una pócima que el conde le dio a Massaniello. Salvator busca a Isabella, pero Badajoz le informa al futuro marido de Isabella que ella ya está encerrada en un claustro.
Damas y nobles comienzan a abandonar la sala, escandalizados por el comportamiento de Massaniello, que se proclama rey de Nápoles, apareciendo desaliñado y sin aliento. Salvator corre hacia su amigo pero pronto se da cuenta de que ha sido envenenado. El pintor ve pues en la traición del duque el derrumbe de sus sueños. El duque entra y ordena a los soldados que lo arresten. Salvator se opone enérgicamente, declarando que el defensor del pueblo fue envenenado cobardemente. Fernández desenvaina su espada para contrarrestar el insulto, pero el duque, conteniendo la furia del prometido de Isabel, ordena al conde desarmar al pintor, quien, antes de profanar su espada, la rompe en su rodilla. Indignados, los cortesanos pidieron al virrey que castigara al audaz plebeyo.

Escena 2
El patio de un monasterio. Isabella entra desesperada. Sor Inés dice que todos rezarán por una mujer moribunda que se refugió en el convento para olvidar las penas del amor. Isabella se pregunta si este será su destino y, dejada sola, pide a los vientos que lleven sus angustias y gemidos a su amado. "Volate, oh libera aure dei cieli:' Entra el duque de Arcos, que viene a liberar a su hija, con tal de que se convierta en la esposa de Fernández. Isabel rechaza la libertad: prefiere la muerte, porque juró fe eterna a otro hombre. "Ese hombre", le dice el duque, "morirá si no lo salvas". En vano, con lágrimas y súplicas, intenta disuadir a su padre. El virrey, imperturbable, dice que entregará la cabeza del criminal al verdugo. Isabella finalmente cede.

Acto IV
La escena está dividida en dos: a la izquierda, los jardines del palacio iluminados para la fiesta; A la derecha, la iglesia del Carmen. Gennariello canta su serenata. El conde, saliendo del palacio, conspira con los asesinos encargados de liquidar a Massaniello, quienes entran en la iglesia. Desde el castillo el coro canta alabanzas a los esposos. El conde libera a Salvator, indicándole la iglesia por donde puede escapar. Isabella aparece con el traje de boda, oculta por un velo, se acerca a Salvator y le pide que huya si no quiere caer en manos de los verdugos. El pintor se da cuenta por su vestimenta que la duquesa es ahora la esposa de Fernández. Ella pide perdón: fue víctima de su padre y sólo con su sacrificio podrá rescatar la vida de Salvator. Él propone una escapatoria: Isabella permanece fiel a sus juramentos. Gennariello sale apresuradamente de la iglesia para advertir del peligro que corre la vida de Massaniello. Los dos corren hacia él. El duque D'Arcos abandona el palacio e Isabel pregunta a quién le ordenó asesinar a Massaniello. "¡Tu padre!" grita Salvator, que se lanza contra el virrey con una daga. Detenido por Gennariello, arroja la daga al suelo y maldice al Duque, a una vida de remordimiento y terror. El Duque ordena al Conde que mande matar a Salvator. Isabella, angustiada, recoge la daga del suelo y se suicida. En su agonía, le ruega al pintor que viva para el arte y la gloria.
Comentarios: Estrenada el 21 de Marzo de 1874 en el Teatro Carlo Felice de Génova (Italia).
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