LA MALA SOMBRA
Sainete lírico en un acto.
Libreto de Serafín Alvarez Quintero y Joaquín Alvarez Quintero.
Música de José Serrano.
Estrenado el 25 de septiembre
de 1906 en el Teatro Apolo de Madrid
REPARTO (Estreno)
Pepa
La Garbosa – Joaquina Pino.
Leonor
– María Palou.
La
Sorda – Pilar Vidal.
Baldomero
– Emilio Carreras.
Angelillo
– Luis Manzano.
Taburete
– Pedro Ruiz de Arana.
Peregrín
– José Mesero.
Juan
de Dios – Vicente García Valero.
Badana
- Sr. Soriano.
Curro
Meloja – José Ontiveros.
José
Poto “Potito” – Miguel Mihura Alvarez.
Un
Forastero – Sr. Gordillo.
Manolo
– Sr. Carrión.
Luis
– Sr. Rodríguez.
Un
Chiquillo – Candelas (Niño).
Otro
– Sr. Alares.
Algunos
transeúntes.
La
escena es en un barrio de Sevilla, y en «la Favorita», betunería y tienda de
aperitivos y refrescos, que en mal hora abrió Baldomero Meana. Hay dos puertas
vidrieras, que dan a la calle: una en el foro, hacia la izquierda del actor, y
otra a la derecha, en primer término. Hay además una puertecilla de escape, con
cortina, situada en el último término de la izquierda, y que comunica con el
interior de la casa. A la derecha de la puerta del foro, el mostrador de la
parte de aperitivos y refrescos, y tras él una anaquelería con todo lo concerniente
a este genero de establecimientos. Adosados a la pared de la izquierda la
tarima y el banco del limpiabotas. Hacia la derecha del local tres ó cuatro
veladores con sillas. Uno de ellos entre el mostrador y la puerta del foro.
Todos los enseres y muebles modestísimos, tirando a pobres. Tapando el hueco de
un cristal que falta en la parte inferior de la puerta del foro, hay pegado un
papel. Clavados con tachuelas en la pared, singularmente en el lado de la betunería,
carteles de toros, retratos de toreros y cromos de periódicos taurinos. El
suelo de lositas de dos colores. Es una mañana de Abril, en que tan pronto
llueve como sale el sol.
Pepa
la Garbosa, encargada y camarera del establecimiento, está sentada ante un
velador echándose las cartas; Baldomero almuerza sentado ante otro; Leonor, su
hija, linda mocita de diecisiete años que aún se peina de trenza, bien que doblada
y anudada, le sirve el almuerzo a su padre, sacándolo de una cesta en que lo ha
traído; y Angelillo, por último, limpia con lodo esmero unos zapatitos de
Leonor, con quien tiene amores, aunque Baldomero no lo sepa. A espaldas de este
y de la misma encargada, se guiñan y se entienden. Está lloviendo. Por la calle
pasan algunas personas con paraguas abiertos.
(Música)
PEPA
¡Cómo
yueve!
BALDOMERO
¡Joyín
y cómo yueve!
ANGELILLO
¡No
para de yové!
LEONOR
A
mar tiempo se pone güeña cara.
BALDOMERO
¡Yo
no la sé poné!
Pa
los campos disen
que
esto es superió:
pa
la tienda mía
no
pué sé peo.
ANGELILLO
Con
uno de tus zapatos
vi
yo a hasé un barco velero,
y el
aire de mis suspiros
lo
va a yevar a tu puerto.
Míralo
di,
míralo
ya:
¡vaya
un barquito bonito!
¡se
va comiendo la má!
BALDOMERO
¡Estoy
desconsolao!
¡Estoy
achicharrao!
¡Estoy
desesperao!
LEONOR
En
un capuyo de rosa
que
en mi ventana he criao,
vi
yo guardando besitos
que
tengo ya destinaos.
Tú
lo has de vé,
ya
yegará,
er
día en que esa rosita
te
ponga yo en el ojá.
BALDOMERO
Este
bacalao tu madre
siempre
me lo pone salao,
y
ya estoy hasta las narises
de
tu madre y der bacalao.
¡Joyin
qué pesá!
¡Sabiendo
que sabe de sobra
lo
mar que me sienta la sá!
PEPA
Por
un moreniyo agrasiao
estoy
yo loquita perdía;
las
horas felises que paso a su lao,
pa
mí son las horas mejores der día.
¿Por
qué no ha venío?
¿Por
qué no vendrá?
Las
pícaras cartas
no
me disen na.
Si
no yega pronto
yo
rompo a yorá.
BALDOMERO
¡Y
sigue yoviendo:
pa
sombrita de jiguera negra
esta
que yo tengo!
Pasa
por la calle del foro, de derecha a izquierda, un hombre con paraguas abierto.
ANGELILLO
Los
ojos con que te miro...
LEONOR
Los
ojos con que me miras...
ANGELILLO
A
tí te disen: «mi arma...»
LEONOR
Y
a mi me disen: «mi vía.»
Te
quiero a tí,
te
quiero yo,
porque
no encuentro en Seviya
otro
ninguno mejó.
ANGELILLO
Te
quiero a tí,
te
quiero yo,
porque
no encuentro en Seviya
otra
ninguna mejó.
BALDOMERO
(Levantándose)
¡Cayarse
un momento!
¡Paese
que ha escampao.
Va
a la puerta del foro. Por la calle pasa
en esto un cura, abierto el paraguas.
¡Pos
sigue yoviendo!
(Cesa la música)
¡Lo
ha tomao la yuvia con ganas! ¿Se quejarán toavía los labraores?
LEONOR
Papá,
de cuando en cuando sale er só.
BALDOMERO
Sale
er só tres minutos y yueve dos horas. ¿Y esta es Seviya? ¿Y esto es Abrí
florío? ¿Tú qué esperas?
LEONOR
Mis
sapatos.
BALDOMERO
Pero
¿no están toavía?
ANGELILLO
Sí,
señó, que ya están. (A Leonor) Aquí los tienes. Bajo. (¡Bendita sea tu cara!)
LEONOR
(Bajo
a él) ¡Chiquiyo, cáyate! Dentro e media hora estoy en la tienda e Fransisco.
ANGELILLO
(Ayí
iré yo dentro e media hora)
Vase
Leonor por la puerta del foro.
PEPA
(Dejando
las cartas con mal humor y levantándose nerviosa)
¡Que
martirio. Señó! Contra más me echo las cartas, peores cosas me disen. No sé pa qué
agarro la baraja.
BALDOMERO
¿Qué
es lo que te ha salío?
PEPA
Esaborisiones:
que José María no me quiere, que me engaña con una rubia, que lo van a mata....
BALDOMERO
Pierde
cuidao que no lo matan: bicho malo...
PEPA
(Bardomero,
echa un punto a la boca)
Si
er queré es delito, condená estoy a cadena perpetua por ese hombre.
BALDOMERO
¡Bendito
sea Dios!
PEPA
(Impaciente)
Y no viene, no viene... ¿Quién me lo estará entreteniendo? Asómase a una de las
puertas y luego a la otra.
BALDOMERO
Ca
loco con su tema. ¿Qué hases tú, Angeliyo?
Pasa
de derecha a izquierda por la calle del foro una mujer con paraguas cerrado.
ANGELILLO
Inventando
una trampa pa los ratones. Yo siempre inventando.
BALDOMERO
Hombre,
a vé si discurres argo pa acaba con las moscas marditas. ¡Joyín con las moscas!
¡Cómo lo tienen to!
ANGELILLO
Cuando
yo estaba en la otra tienda, que era también de aperitivos y limpiabotas,
inventé un garbanso malirno. Lo mismo era meterle fuego, que salía un jumaso
que no dejaba una mosca viva. Pero tenía una cosa mala: que prinsipiaban los parroquianos
a tosé y se esbarataban tosiendo.
BALDOMERO
Pos
aquí pues quema tos los garbanzos que te queden: no hay temó de que tosa nadie.
PEPA
Detrás
de estos tiempos vendían otros.
BALDOMERO
¡Así
venga er carro e la carne y me coja por la mita! |Si esto que me pasa ahora no
es de hoy, ni es de ayé; es de toa mi vía! ¡Si es er pajolero sino con que
nasí; la arrastra mala sombra que me persigue! Quinse días yeva abierta esta
tienda, que creo que está desente; aonde me he gastao los pocos ahorriyos que me
queaban: pos er día que más se han hecho tres pesetas.
ANGELILLO
¡Pa
un désimo!
BALDOMERO
¡Pa
compra una pistola en er Jueves y pegarse un tiro!
ANGELILLO
¡Pero,
mi amo, si es que no se le ocurre ar que asó la manteca, en un barrio pobre, en
que no hay que come, pone una tienda pa abrí el apetito!
BALDOMERO
No,
hombre, no: es que yo vine ar mundo pá tomá quina en rama: ni más ni menos. ¡La
pata e las criaturas! ¿No establesí base cuatro años un puestesiyo e fósforos,
y salió la modita de ensendé los sigarros con yesca? ¡Pos lo mismo me pasa en
tó!
PEPA
Lo
primerito que debías hasé, era prohibirle la entra en la tienda a esos amigos
tuertos que vienen aquí a haserte la tertulia.
BALDOMERO
¡Mía
por donde resueya!
ANGELILLO
¡Con
más rasón que la Pastora!
BALDOMERO
¿Tú
también?
ANGELILLO
Un
poné que los tuertos no traigan cosa mala: ¿y qué? Basta que la gente lo crea.
Sobre que tres tuertos reuníos como vienen aquí, ar más guapo lo echan pa
atrás.
Ha
salido el sol un momento. Por la calle del foro pasa con paraguas cerrado una
pareja de hombre y mujer, de derecha a izquierda. Luego pasa un chiquillo.
BALDOMERO
Desesperado.
¿Y tengo yo la curpa, vamos a vé, de que mis tres amigos de la infansia hayan
perdió un ojo ca uno?
PEPA
Tú
no tendrás la curpa, pero er que entra aquí a toma una copa tampoco la tiene. Me
vi a asomá a la esquina un momento, a vé si veo vení a José María; porque estoy
que no vivo.
Vase
por la puerta del foro.
BALDOMERO
(Después
de mirarla marcharse lleno de indignación, se dirige a Angelillo)
¿Te
paese? ¿Cuando si no fuea porque es mi cuñá la plantaba en la caye? ¿No es
desgrasia, no es mala estreya lo que me ha susedío con esta mujé? Abro la
tiendo y me pregunto: ¿A quién pongo yo ar frente de los aperitivos, pa que
yame golosos? Y al istante pienso en mi cuñá. ¿Dónde la hay con más gancho que Pepa
la Garbosa en toa Seviya? ¿No digo bien?
ANGELILLO
Sí,
señó.
BALDOMERO
Eya
es guapa, eya es limpia, eya tiene agrao, eya tiene su poquito de educasión…
eya tiene su poquito e vergüensa... poquito. Y hablo con eya, y nos convenimos,
y viene aquí. Pero ¿pa qué viene? Pa traerse consigo a ese hombre (¡mar rayo lo
parta!) y da lugá a que pase en el establesimiento lo que tú ves que pasa tos
los días, a cuenta e los marditos selos.
ANGELILLO
¡Déjela
usté corré! ¡A lo mejó se le aparese la Virgen a los caminantes! Ví ayá dentro
a poné la cola pa pegá esta máquina.
Entrase
cantando por la puertecilla de escape.
BALDOMERO
¡Güeno!
Y yo vi a ponerme a contá las moscas.
Pasea
melancólico con las manos atrás, mirando al techo. Pausa. Por la puerta de la derecha,
cuando Baldomero va de espaldas a ella, llegan Luis y Manolo, estudiantes. El
uno trae paraguas y el otro chanclos de goma, y ambos libros y cuadernos de
apuntes. Al sentirlos Baldomero da media vuelta, y al verlos se le ilumina el
rostro.
MANOLO
Buenos
días.
LUIS
Buenos
días, amigo.
BALDOMERO
¡Güenos
días!
MANOLO
¿Nos
sentamos, tú?
LUIS
Un
momento, que hoy no quiero fartá a la clase.
BALDOMERO
Donde
ustedes gusten.
MANOLO
Aquí
mismo. (Se sienta ante uno de los veladores)
BALDOMERO
Espera,
no haya porvo. (Le pasa un paño al velador)
LUIS
(Sentándose)
No,
señó, no hay porvo. Ya se ve que está to bien limpio.
BALDOMERO
Hombre,
otra cosa fartará, pero aseo... ¿Qué van ustedes a tomá?
MANOLO
Yo,
casaya.
LUIS
Y
yo.
BALDOMERO
¿Dos
copitas e casaya, eh? ¡Ar vuelo! (Va por ellas y se las sirve, emocionado y jubiloso.
Mientras tanto los estudiantes se dicen en voz baja lo que sigue…)
MANOLO
(Aquí
sortamos er duro)
LUIS
(Cara
de tonto tiene er tío)
BALDOMERO
Presentándoles
las copitas. ¡Cómo los ángeles!
MANOLO
¿Esta
casa es nueva, verdá?
BALDOMERO
De
hase quinse días,
LUIS
¿Usté
es el amo?
BALDOMERO
Pa
servir a ustedes.
MANOLO
Pues
vaya por la prosperidá de la casa.
BALDOMERO
Muchas
grasias, señores.
Beben
los muchachos. Baldomero sigue el movimiento de las copas como si él bebiese
también.
MANOLO
¡Buen
aguardiente, amigo!
LUIS
¡Bueno!
BALDOMERO
Lo
mejó que se vende en Seviya.
MANOLO
¿Quiés
otra copa?
LUIS
No,
que va a sé tarde.
MANOLO
Usté
hará negosio.
BALDOMERO
Dios
lo oiga a usté, poyito.
MANOLO
¡Ya
lo creo que hará usté negosio! (Sacando del bolsillo un duro falso y dándoselo
con naturalidad) Cuando se sirve bien ar público. Cobre usté las copas, er público
responde siempre.
BALDOMERO
(Atento
a la conversación y no al duro, va al mostrador, lo echa en el cajón y coge la vuelta,
que luego le entrega a Manolo)
Eso
es lo que yo quiero, Serví bien ar público. Porque quien pretende viví der público,
justo es que trate ar público como er público se merese. ¿No hablo bien, señores?
MANOLO
Mucho
mejó que mi catedrático.
BALDOMERO
¡Ja,
ja, ja!
LUIS
Bajo
al otro, como antes. (Ya está en er cajón)
MANOLO
Pues
ya tiene un recuerdo pa toa la vía.
BALDOMERO
(Dándoles
el cambio) Cuatro sesenta, y cuarenta, sinco.
MANOLO
(Ofreciéndole
propina) Tome usté.
BALDOMERO
Grasias;
no se armite.
LUIS
(Levantándose
decidido) Ea, pues que usté siga bueno.
BALDOMERO
Esperá
dos minutos.
MANOLO
(Con
cierta alarma) ¿Qué hay?
BALDOMERO
Na;
que yo soy gustoso en convidá a ustedes.
MANOLO
¿Convidarnos?
BALDOMERO
Sí,
señó; si ustedes me lo asertan.
MANOLO
¿Por
qué no?
LUIS
A Manolo,
mientras Baldomero les sirve las copas en el mostrador. (A mí me remuerde la
consiensia, tú)
MANOLO
(¡Cómo
se ve que eres de primer año!)
BALDOMERO
Ahí
va, señores.
MANOLO
Se
agradese, amigo.
LUIS
Salú
y suerte pa convidá mucho.
MANOLO
Quéese
usté con Dios.
BALDOMERO
Vayan
ustés en horagüena. ¡Y no orvidarse de la casa!
MANOLO
No,
señó; no nos orvidamos.
LUIS
A
su compañero al tiempo de irse. (¿No te dije que tenía cara e tonto?) Se van
por la puerta de la de la derecha.
BALDOMERO
Público
así es er que le conviene a mi tienda. ¡Qué dos muchachos más corrientes y más
simpatiquiyos! ¡Y qué paso yevan! Como la Universidá les piya tan lejos... ¡Ay,
si quisiera Dios que esto se animara!
Vuelve
Pepa por la puerta del foro, radiante de alegría.
PEPA
¡Ya
viene ahí! ¡Ya viene!
BALDOMERO
¿Qué
dises?
PEPA
¡Que
ya viene José María! No te enfaes conmigo, Bardomero. ¿Qué mar te hago yo con
quererlo tanto? Si es mi sino; si tiene que sé; si está escrito ayí arriba; si
desde er sielo lo echaron ar mundo pa mi persona... Aquí está é.
En
efecto, llega por el foro el afortunado José Maria, alias taburete. Es mucho
más feo que morderse las uñas. Cuando se le ve, del brazo de Pepa, se le odia a
muerte.
TABURETE
Salú.
BALDOMERO
Dios
guarde a usté, amigo. (¡Desde er sielo dise que lo echaron! Así tiene la narí: ¡der
gorpe!)
TABURETE
¿Me
esperabas?
PEPA
¡Cómo
me conoses, gitano!
TABURETE
¿De
veras me esperabas?
PEPA
¡Por
tu salú y la mía!
TABURETE
¡Marnolia!
PEPA
¡Tulipán!
TABURETE
Convídame.
PEPA
¿Qué
se te apetese?
TABURETE
Tráeme
dos copas de ginebra.
PEPA
Ahora
mismo.
Taburete
se sienta ante su velador, que es el que está junto a la puerta del foro. Pepa
le sirve la ginebra y se sienta a su lado. En amor y compañía saborean la dicha
de vivir... y la ginebra.
BALDOMERO
(¡Jinojo!
¡Se ve y no se cree! ¡Con toa la hechura de una boca e la Isla que tiene el
hombre!)
Sale
por la puerta de la derecha la Sorda, vieja billetera, que pregona y habla desentonadamente,
alternando la voz de tiple aguda con la de contralto.
SORDA
¡Er
catorse mí... quinientos veintisinco!
BALDOMERO
¡La
Sorda! ¡Me pone nervioso!
SORDA
¡De
dose reales! ¿A quién le doy la suerte?
BALDOMERO
¡Dámela
a mí, que farta me hase!
SORDA
Oye,
Bardomero.
BALDOMERO
¿Qué
ocurre?
SORDA
Oye.
BALDOMERO
Chillándole.
¡Ya oigo! ¡Joyín con la vieja!
SORDA
¿Esos
dos muchachos que salían de aquí, te han hechío argún gasto?
BALDOMERO
Sí.
SORDA
¿Que
sí?
BALDOMERO
¡Que
sí!
SORDA
¿Te
han pagao con un duro?
BALDOMERO
Sí.
SORDA
¿Que
sí? ¡Pos es más farso que el arma e Judas!
BALDOMERO
Abalanzándose
al cajón. ¡Jinojo!
SORDA
A
mí me lo han querío sortá.
BALDOMERO
¡Rejinojo!
Mirando el duro y sonándolo luego. ¿Le paese a usté? ¡Pero si esto es un cacho
e plomo! ¿Cómo he tomao yo esto? ¡Mardita sea la má! ¡Viá vé si los cojo
toavía!
¡Miste
que haberlos convidao! Se va corriendo por la puerta de la derecha.
SORDA
Sí,
si; ya los arcansaste. Pregonando. ¿A quién le doy la suerte? ¡Er catorse mí...
quinientos veintisinco! ¡De dose reales!...
Se
va por la puerta del foro.
TABURETE
¡Chavó,
qué pito tiene esa mujé! Si eya se oyera pregona, pregonaba por señas.
Llega
un Forastero por la puerta de la derecha, se sienta ante uno de los veladores y
toca las palmas.
PEPA
Voy.
Se levanta para Ir a servirlo.
TABURETE
Receloso
del recién llegado. (¡Er de ayé! ¡Ese es er de ayé!) ¡Pepa!
PEPA
(Deteniéndose
a mitad del camino) ¿Qué quieres?
TABURETE
(Imperiosamente)
Ven acá.
PEPA
(Obedeciéndolo)
¿Qué quieres?
TABURETE
(Aparte
con ella) ¡Ese es er de ayé!
PEPA
¿Er
de ayé?
TABURETE
¡Er
de ayé!
PEPA
Fíjate,
que no es er de ayé.
TABURETE
¡Sí
es er de ayé! ¡Er que te mira! ¡er que te ronda!
PEPA
¡Que
no es er de ayé, José María; no te siegues!
TABURETE
¡Que
sí es er de ayé!
PEPA
¡Si
er de ayé tenía bigote!
TABURETE
¡Pos
se ha afeitao!
El
Forastero toca las palmas nuevamente. Pepa hace ademán de ir allá.
¡Quieta
aquí!
PEPA
¡Pero,
hombre!
TABURETE
¡Quieta
aquí! ¡Tú no sirves ar gachó ese!
PEPA
¡Que
estoy sola en la tienda!
TABURETE
¡Quieta
aquí! ¡Ese es er de ayé! ¡Vaya si es er de ayé!
PEPA
¡Jesús,
Dios mío! ¡Qué sofocasión! ¡Te juro que no es er de ayé!
TABURETE
¡Sí
es er de ayé! ¡Si te estás vendiendo tú misma!
PEPA
¡Que
no es er de ayé, Taburete!
TABURETE
¡Que
sí es er de ayé!
Vuelve
a palmotear el Forastero, un si es no es sorprendido del lance.
FORASTERO
¿Qué
quién despacha?
TABURETE
(A
Pepa) (¡Echate pa un lao!)
PEPA
¡Por
Dios, Taburete!
TABURETE
¡Silensio!
Va
adonde está sentado el Forastero, y se encara con él. Pepa presencia la escena
angustiadísima.
¿Preguntaba
usté?
FORASTERO
Que
quién despacha.
TABURETE
Despacha
la señora; pero un servido es el encargao de sacarle er corazón por la boca a
to er que la mire con segunda. ¿Hasé?
FORASTERO
Levantándose
asustado.
¿Qué
ha de hasé, señó? Yo soy un pobre forastero, que ha venío a su negosio, y que
ha entrao aquí a tomarse un chatito e vino; de ninguna manera a jugarse la vía.
Con que abú, sarsaparriya pa la sangre... y otra careta pa carnavá.
TABURETE
¿Qué?
FORASTERO
¡Na,
hombre, na! ¡Compadre, qué cosas me suseden a mi en Seviya!
Se
ya por donde vino.
TABURETE
(A
Pepa) ¿Has visto cómo es er de ayé? ¡Se ha achicao!
PEPA
¡No es er de ayé, José María! ¡Por la gloria e mi madre!
TABURETE
¡Quítate
de ahí!
PEPA
¡Me
güerves loca! ¡Me asesinas!
Mirando
a Pepa trágicamente, torna el hombre a su velador y se dedica a hacer pitillos.
Ella, lejos de él, llora mirándolo a hurtadillas. Angelillo vuelve.
ANGELILLO
¿No
hay nadie de fuera? ¡Pos si yo pensé que estaba esto yeno! ¡Eran tantas parmas!
Se sienta en el suelo, junto a la tarima del limpiabotas, a continuar su
trabajo. Reparando en la actitud de los amantes, dice: (¡Vaya! Se conose que Don
Juan y Doña Inés andan de pelea. ¡No se jartan nunca!)
(Música)
Pepa
intenta una vez o dos acercarse al pavoroso Taburete, y este la detiene con el
rayo de su mirada. Por fin se atreve y llega hasta él suplicante y llorosa.
PEPA
¡Várgame
er sielo, José María!
¡Qué
injusto eres
con
quien la sangre por ti daría!
¡Ay,
arma mía!
¿Tú
no estás viendo que aunque me hieres
siempre
a tu antojo sigo rendía?
Pos,
¿qué más quieres,
sielo
de Mayo de Andalusía?
ANGELILLO
(¡Le
yama sielo de Mayo,
y
está yoviendo en la caye,
y aquí
no nos parte un rayo!)
PEPA
Ven
acá, granuja,
ven
acá, moreno;
ven
acá, y que me miren tus ojos,
que
tienen armiba, que tienen veneno.
TABURETE
¡Güeno!
Se
levanta, harto ya de ternezas, y se sienta ante otro velador.
PEPA
(Yendo
a su lado nuevamente)
¿Por
qué tu cariño
me
esquiva o se caya?
¡Ven
acá, y que me miren tus ojos,
que
tienen asuca, que tienen metraya!
TABURETE
¡Vaya!
Se
va a otro velador.
ANGELILLO
(Er
mundo ar revés:
¡una
golondrina detrás de un mochuelo!
¡Valiente
papé!)
PEPA
Apurando
los recursos de su tersura.
No
seas tirano,
no
seas verdugo;
dime
lo que quieres
pa
yo basé tu gusto.
¡Píeme
er pan que me gano;
píeme
el agua que bebo;
píeme
que yore, y yoro;
píeme
que vuele y vuelo;
píeme
que mate, y mato;
píeme
que muera, y muero!
¡Píeme
la vía!
ANGELILLO
(¡Cáyate,
mujé,
mira
no te pía
pa
toma café!)
PEPA
(A
punto de acariciarlo)
¡Gachón!...
¡Traisionero!...
¡Salao!...
¡Embustero!...
En
el adusto semblante de Taburete se dibuja una sonrisa indescriptible, que
dedica a su amada. Esta respira al cabo satisfecha.
¡Grasias
a Dios, tormento de mi vía!
¡Lo
que me bases sufrí!
ANGELILLO
(¡No
era tiro con sá er que yo le daba
a
tu novio y a tí!)
(Cesa la música)
PEPA
¡Ay,
Joseliyo! Ya respiro a gusto. ¡Qué ratito he pasao!
TABURETE
Lo
comprendo, Pepa: me atarugo, me siego; no veo más que traisiones. Convídame.
PEPA
Me
has adivinao er pensamiento. ¿Qué quieres?
TABURETE
Dame
tres copas de ginebra.
PEPA
Correndito.
Pasa
por la calle del foro, de izquierda a derecha, un vendedor ambulante. Vuelve Taburete
a sentarse ante su velador, Pepa vuelve a servirlo, y ambos luego a conversar
amorosamente.
Por
la puerta de la derecha sale José Poto “Potito”, un novillero que es una
monada. Viste un traje corto flamante, ceñido y primoroso, y viene a que le limpien
las botas para que no le falte detalle alguno.
POTITO
Güenos
días.
ANGELILLO
Güenos
días.
POTITO
(Sentándose
en el limpiabotas) A vé si me yevo de aquí dos espejos en vez de dos botas. Y
aprisita, que estoy sitao.
ANGELILLO
Volando
va a sé. Con usté me estreno.
Se
entrega lleno de entusiasmo a la labor.
POTITO
Aprieta
y te ganas un puro. ¡Camará, qué mañana de agua!
PEPA
(Aparte
con Taburete) (¿Quién es este torero? ¿Lo conoses?
TABURETE
Desdeñosamente.
Er Potíto. ¡Na! Un niño que presume mucho. ¡Na! Y que se la da de vivo con las
mujeres. ¡Na! Una parmita pa er Domingo de Ramos. ¡Na! ¡No lo mires!
PEPA
Si
no lo miro, selosiyo.
ANGELILLO
¿Conque
mañana lo aplaudimos a usté?
Por
la calle del foro pasa un individuo sin paraguas, corriendo; después pasa otro
en sentido contrario, con paraguas abierto.
POTITO
Según
lo que quiera la suerte. Ganas de complasé a la afición tiene uno.
ANGELILLO
¿Qué
vestío piensa usté yevá? Y usté dispense la pregunta.
POTITO
Verde
y oro, con cabos granas.
ANGELILLO
¡Olé!
Por aquí se dise que er segundo toro se lo va usté a brinda a una güeña mosa de
este barrio.
POTITO
(Esponjadísimo)
Hombre... cuando er río suena... Yo, por lo pronto, vi a armosá en su casa con
eya dentro e media horita...
ANGELILLO
¡Asín
viene usté de pinturero!
POTITO
¡Je!
ANGELILLO
Güeña
suerte pa to.
POTITO
Muchas
grasias, hombre.
ANGELILLO
(¡Presume
más que una titiritera de un sirco! ¡Y no le cabe en er cuerpo la guasa!)
Llega
a la puerta del foro Peregrín, que es el primer tuerto de la serie. Es tocador
de oficio y usa un paraguas colorado. Lo envuelve, como a los demás, un velo de
tristeza, pero él se cree jocoso y humorista.
PEREGRIN
¿Han
visto ustés qué manera de yové agua? ¡Y tos pa abajo!
POTITO
(¡Camará,
un tuerto! Podía no habé venío)
PEREGRIN
Peó
fuea no verlo, ¡qué sambomba!
ANGELILLO
(Pos
tú no lo ves más que a medias)
Peregrín
abre su paraguas y lo pone abierto en un rincón para que se seque.
POTITO
Saltando
nervioso. ¡Eh, amigo!
PEREGRIN
¿Es
a mi?
POTITO
¿Usté
no sabe que es de mala pata abrí así un paraguas bajo techao?
PEREGRIN
(Riéndose)
Ah, pero ¿usté cree en esas paparruchas? ¡Vamos, hombre!
Se
sienta ante el primer velador de la derecha, que es el puesto, por decirlo así,
de los tres compadres.
POTITO
Y
usté creería también si matara tres noviyos mañana.
PEREGRIN
¡Je!
Eso está güeno. Yo estoy convensío de que to lo que se cuenta de les agüeros son
fantesías der vurgo.
Levantándose
y haciendo lo que dice.
¿Me
quié usté a mí desí qué importará pa que suseda una desgrasia que yo, es un
pone, le dé güertas a esta siya sobre una pata?
POTITO
¿Se
quié usté, está quieto, camará?
PEREGRIN
¡Je!
¿También lo de la siya? Tos los toreros son lo mismo. ¿Se acuerda usté de la
cogía grande que tuvo er Miserere chico?
POTITO
Le
diré a usté: en este momento no me quisíea acordá.
PEREGRIN
Er
día antes de la corría estuve yo con é, guaseándome de estas cosas, y le menté
la bicha qué sé yo las veses.
POTITO
¿Si,
verdá?
PEREGRIN
Güeno:
pos lo cogió er toro porque lo tenía que coge; pero ¡vaya usté a sacarle de la
cabesa que lo cogió er toro porque yo le menté la bicha! ¡Berrasiones!
Vuelve
a sentarse.
POTITO
Será
lo que usté quiera, señó, pero vale más no mentarla.
PEREGRIN
¡Je!
Sale
Juan de Dios por la puerta de la derecha. Es el segundo tuerto, tocador
también, y peor trajeado que Peregrín. Habla con tos lúgubre. No trae paraguas.
JUAN
Felises.
ANGELILLO
Venga
usté con Dios.
POTITO
Alarmadísimo.
(¿Otro tuerto?) Niño, no te entretengas. Acaba pronto.
JUAN
(A
Peregrín) (Conque er pobre Casimiro estiró la pata!
PEREGRIN
Parmó.
¿Qué se le va a hasé? Arrierítos somos y er camino andamos.
JUAN
¡Pobresiyo!
PEREGRIN
Esa
es una china que tos tenemos que tragá, Juan de Dios. Parmaré yo, parmarás tú, parmará
er Potito... ¡Tos parmaremos! Ahí no vale sé rico. ¡Servisio obligatorio, qué sambomba!
JUAN
¡Siempre
has de está de humó! Pos yo vengo de casa e Casimiro. ¡Qué cuadro! Seis
criaturas deja tamañas así. Caben toas debajo un canasto. Y las desgrasiás son como
las seresas: nunca vienen solas. La cuñá de Casimiro, loca de remate: ¿te has
enterao?
PEREGRIN
¿Asunsión?
JUAN
Asunsión.
Le da por seguí a los artiyeros.
PEREGRIN
De
esa locura hay mucho. La madre murió de una palisa que le pegó er padre porque
la cogió con un húsare.
JUAN
¿Y
er fuego de anoche: lo viste?
PEREGRIN
Sí.
JUAN
¡Qué
barbaridá! ¡Seis familias en la ruina!
POTITO
Acaba
pronto, niño.
JUAN
Suspirando.
¡Ay, ay, ay! ¿Tienes ahí un sigarro que no te sirva?
PEREGRIN
Dos
me quean: toma uno de los dos.
Llega
Badana por la puerta del foro. Es el tercero, cantador de oficio y tan triste
como los otros.
BADANA
Salú,
señores.
POTITO
Botando
en el asiento.
¡Camará!
BADANA
¿Desía
usté argo?
POTITO
No
era con usté, a Angelillo. Acaba ya, por la que más quieras.
PEREGRIN
Vienes
pingueando.
BADANA
Como
que este paraguas mío es espesiá. En cuanto que prinsípia a yové se le hincha
er palo y no pué abrirse.
Se
sienta con Juan de Dios y Peregrín, se abstrae, y dando golpecitos con el
paraguas en el suelo empieza maquinalmente como a templarse para cantar.
POTITO
(Aparte
con Angelillo)
¿Pero,
oye tú, ¿esto es una betunería ó un tentaero e tuertos?
ANGELILLO
¡Je!
Son amigos del amo.
POTITO
¿Y
a qué canastos vienen?
ANGELILLO
¡A
animá la tienda!
POTITO
¡Camará!
Y ¿qué es lo que hasen?
ANGELILLO
Pos
el uno no hase na, y los otros le ayúan. Son gente e tablao: cantaores y tocaores.
¡Pero carcule usté quién va a yamarlos pa una juerga!
BADANA
(Cantando)
Seis
años de carse,
cuatro
de presidio,
cadena
perpetua,
tres
días en capiya,
el
hipo e la muerte,
entierro
pagao,
y
luego a la mano der verdugo
tendré
yo que entregarme…
POTITO
¡Güen
hombre!
BADANA
Badana
me yamo.
POTITO
¿Quié
usté variá er cante, por su salú?
BADANA
Usté
dispense. Esto lo hase uno sin darse cuenta e lo que hase. Se le viene a la
boca una alegría, y la suerta como se le viene.
ANGELILLO
Servidó
de usté.
POTITO
Grasias,
hijo. Dios te lo pague.
Vuelve
Baldomero por la puerta de la derecha.
BALDOMERO
¡Cuarquiea
da con eyos! ¡Hasta la Alamea Vieja he yegao!
(A
Potito) Güenos días.
POTITO
Güenos
días.
BALDOMERO
(A
los tuertos) Hola.
PEREGRIN
Hola.
JUAN
Hola.
BADANA
Hola.
POTITO
Pos
señó, he pisao mala yerba.
ANGELILLO
¿Qué
le pasa a usté?
POTITO
Que
me he dejao er portamoneas en el otro terno. Ni un perro chico traigo ensima.
BALDOMERO
Por
er servisio no lo sienta usté.
POTITO
Se
agradese la confiansa; pero es que necesito dinero suerto.
Sacando
de la billetera un billete.
¿Tiene
usté cambio e sinco duros?
BALDOMERO
(Levemente
escamado)
¿De...
de sinco duros? Sabe usté que como es temprano quisá no haya, a los tuertos.
¿Ustedes tienen cambio e sinco duros?
JUAN
También
son ganas e gasta saliva, Bardomero.
Se
pone a leer un periódico ilustrado.
ANGELILLO
Traiga
usté. Yo iré a cambia en un periquete.
POTITO
Date
prisa.
ANGELILLO
Ya
estoy aquí, coge el billete y echa a correr por la puerta del foro. (Donde estoy
ya es viendo a mi novia)
POTITO
(Mirando
el reloj) Pos son contratiempos. Se me ha hecho más tarde que la má.
BALDOMERO
Er
niño gorverá enseguía.
POTITO
(¡De
güen humó vi a encontrarme a aqueya!) Tomaré un chato mientras viene.
Se
sienta ante uno de los veladores, lo más lejos posible de los tuertos.
BALDOMERO
Pepa,
un chato aquí.
Pepa
se levanta y sirve a Potito.
JUAN
Los
hay que son fieras. Un marío en Chipiona, que mata a su mujé y cuerga las
tripas der barcón. Aquí en er diario viene er retrato e las tripas. ¡Qué decadensia!
POTITO
(¡Pero
vaya unas conversasiones que saca er tío ese!)
PEREGRIN
¡Y
toavía quién algunos que la pena de muerte se abuela! ¡Sí, sí!
JUAN
Aquí
no hay sivilisasión pa eso.
PEREGRIN
Somos
más sanguíneos.
BADANA
(Cantando otra vez)
Ar
simenterio me voy, yo me
voy
ar simenterio
yo
ar simenterio me voy...
POTITO
(¡Camará,
no veo la salía!)
BALDOMERO
Tú,
Badana, vete ar simenterio si tienes gusto, pero no me cantes en la tienda.
BADANA
Dispensa,
hijo. Es la pajolera afísión.
POTITO
(A
Pepa, aparte)
(Diga,
usté, buena mosa: ¿estos tres amigos
frecuentan er loca?)
PEPA
Más
de lo que le conviene al amo.
POTITO
Eso
creo yo; porque ensima e sé tuertos, que ar fin y ar cabo es una desgrasia, no
son mu alegres que se diga.
PEPA
Caye
usté, por Dios. Si yo pintara argo en la tienda...
POTITO
Pero
¿usté no pinta aquí na, presiosa?
Taburete
empieza a agitarse. Baldomero, que está pendiente de él, se echa a temblar.
BALDOMERO
(¡Ay!)
PEPA
No,
señó. Ni aquí ni en parte arguna.
POTITO
Será
porque no hay gusto en Seviya.
PEPA
Será
por eso.
POTITO
Pos
usté bien que lo demuestra pa vestirse.
BALDOMERO
(¡Ay!...)
POTITO
(Cogiéndole
a Pepa los flecos del pañuelo que tiene puesto) Porque este pañolito es cosa fina.
TABURETE
(Alzando
la voz) ¡Las manos quietas!
BALDOMERO
(¡La
jisimos!)
POTITO
¿Cómo?
TABURETE
¡Las
manos quietas!
POTITO
Hombre,
yo creo que en coge er fleco der pañolito, no hay ofensa pa nadie.
TABURETE
Es
que der fleco se pué usté corre ar flaco.
POTITO
Le
diré a usté, amigo: sé tratá con señoras.
TABURETE
Pos
lo disimula usté más de lo que conviene.
POTITO
(Levantándose
con resolución) Oiga usté, que eso ya es hablá demasiao. A mi a educasión no me
gana usté, ni toa la parentela de usté.
TABURETE
(Yendo
hacia Potito como si fuera a merendárselo) ¿No, verdá?
PEPA
¡Por
Dios, José María!
TABURETE
¡Quítate
de en medio!
BALDOMERO
¡Pero,
Taburete, por Dios!
TABURETE
¿Queréis
dejarme?
JUAN
¡Ya
está armá, ya está armá!
TABURETE
¿Me
va usté a repetí lo que ha dicho?
POTITO
¡Si,
señó: pero no va a sé aquí; porque a mí cuando quieo coge un galápago pa
tirarlo ar poso, la gente me estorba!
TABURETE
¡Mardito
sea er café con leche!...
Hace
como que va a sacar una navaja; Potito le echa mano a una silla; Pepa grita
incesantemente, y los demás se interponen entre aquellos y meten a empujones a
Taburete por la puertecilla, de escape.
POTITO
¡Venga
usté pa acá!
PEPA
¡Ay!
¡ay! ¡ay!
BALDOMERO
Pero,
¿qué va a sé esto?
PEREGRIN
¡Quieto
ahí!
PEPA
¡No
te pierdas, José!
JUAN
¡Vamos,
hombre, vamos!...
TABURETE
¡Sortarme
ya, que me coma a esa carcomanía!
POTITO
¡Sortarlo,
a vé qué hase!
BALDOMERO
¡Meterlo
ahí, que no sarga más! ¡Joyín con el hombre!
TABURETE
¡Ya
nos veremos espasito!
POTITO
¡Cuando
usté quiera!
Juan
de Dios entra con Taburete por la puertecilla.
PEPA
¡Ay,
Jesús, no hay minuto seguro con é! Y es que se siega er pobresíto; es que se
ensela hasta de un tirabusón que yo coja. ¡Ay! ¡ay! Vase tras él.
POTITO
Pos
si se ensela que se quée en su casa metío. ¡Miá también la mujé!
(A
Baldomero) ¿Usté es el amo der negosio?
BALDOMERO
Por
desgrasia, amigo.
POTITO
¡Si
que tiene usté aquí una lotería! ¡Está esto yeno de alicientes! ¿Y el arrastrao
der niño, qué hase?
Impaciente
se asoma a una y otra puerta. Llueve con verdadera furia. Sale de nuevo Juan de
Dios a completar el cuadro.
JUAN
Bardomero,
esto no pué sé.
PEREGRIN
No
pué sé.
BADANA
No
pué sé.
BALDOMERO
(Desesperado)
¡Que no pué sé, ya lo sé yo! Pero, ¿qué queréis que le haga?
JUAN
Bien
te lo arvertí: no yeves mujeres a la tienda, que las mujeres no dan más e
dijustos.
PEREGRIN
Empesando
por la propia.
Por
la calle del foro pasan dos o tres personas sin paraguas, corriendo.
POTITO
¡Ese,
por lo visto, se ha yegao a Fransia a cambiá!
BALDOMERO
¡Mala
puñalá le den ar niño!
POTITO
¡Y
no yueve! ¡Se me va a orvidá a mí esta mañanita! ¡Más nervioso estoy que er
rabo de un perro!
BALDOMERO
Hombre,
Badana, ¿quiés alargarte hasta el estanco a vé si ves a ese pajolero, y lo
echas pa acá de un puntapié?
BADANA
¡Sí,
hombre; ya lo creo! ¡No fartaba más!
Se
va por la puerta del foro cantando.
Cuando
le hisieron la autosia,
cuando
la autosia le hisieron…
JUAN
Escucha,
Bardomero. Harme caso una vez siquiera, ¡corcho! Si no quiés arruinarte, despide
a esa mujé, y tráete aquí a un hombre e chispa, a un hombre e pico, a un hombre
e simpatía; tráete a un Curro Meloja, y a la semana lo vas a nota, o me corto
yo la cabesa.
BALDOMERO
¿Un
Curro Meloja? ¿Quién es Curro Meloja?
JUAN
(Asombrado)
¡Corcho! ¿No conoses tú a Curro Meloja? Oye, tú, Peregrín; no conose a Curro
Meloja.
PEREGRIN
¿Que
no conoses a Curro Meloja? ¡Sí, hombre! ¿Quién es Curro Meloja?
JUAN
¡El
hijo de Paco Meloja!
PEREGRIN
¡Er
casao con Rosa la Bonita!
JUAN
¡Señó,
Curro Meloja! ¡Si en Seviya lo saludan hasta los gatos!
PEREGRIN
¡Digo!
¡Curro Meloja!
JUAN
¡Josú!
¡Curro Meloja!
BALDOMERO
Pos
señó, siento en el arma no conosé a Curro Meloja.
PEREGRIN
¿A
que aquí el amigo lo conose?
POTITO
¿Eh?
PEREGRIN
¿No
conose usté a Curro Meloja?
POTITO
¡Yo
estoy ya que no conozco ni a mi padre!
JUAN
Pos
güeno: Curro Meloja es un hombre que está sembrao.
PEREGRIN
De
los castisos, ¿sabes? ¡De los nuestros!
JUAN
Ahí
en er Baratiyo va a tomá dos copas toas las tardes a una tienda, y hay bofetás
por entrá en la tienda.
BALDOMERO
¡Que
venga aquí ese hombre en seguía!
JUAN
Es
un gacholi que se pone a contá cuentos y te tumbas e risa; que pasa una mujé
por la caye y le dise un piropo, y güerve la cara la mujé pa darle las grasias;
que coge la guitarra y es menesté comérselo; que se pone a cantá, y se quea
solo. Ese es Curro Meloja.
PEREGRIN
¿Tú
sabes dónde va por las mañanas? A la tonelería der Bizco.
JUAN
¿Quiés
que me yegue en cuatro sartos y lo traiga?
BALDOMERO
¿Pos
no he de queré? ¡Si ese hombre debe sé pa los parroquianos un papé de esos pa las
moscas! ¡Yégate corriendo por él.
JUAN
Pa
luego es tarde.
PEREGRIN
Coge
mi paraguas.
JUAN
¡El
agua no moja!
Vase
a escape por la puerta del foro.
POTITO
Pero
oiga usté, amigo: ¿no será cosa que er niño haya hecho un viaje con mi biyete?
BALDOMERO
No,
señó, no; por ese lao no: er chiquiyo es de confíansa. ¡Rejoyín, qué sombra la
mía! Peregrín, hombre, sar tú también a vé si das con Angeliyo.
POTITO
Y
si no encuentra cambio que traiga er biyete. La cuestión es qué puea yo irme
pronto de esta tienda, pa recomendársela en seguía a tos los amigos.
PEREGRIN
Aya
voy.
Coge
su paraguas y le va también por la puerta del foro.
POTITO
¡Camará!
¿Quié usté darme una poca de agua e sé, que se me han regüerto las tripas?
Se
sienta ante un velador.
BALDOMERO
Sí,
señó. Ahora mismo.
Trata
de servirlo con la mayor solicitud, pero coge un sifón de agua de Seltf que no funciona
normalmente.
POTITO
¡De
hacharao he roto a sudá!
BALDOMERO
¿Qué
jinojo le pasa a esto que no tira?
POTITO
¿También
se ha descompuesto er sifón?
BALDOMERO
¡También!
¡Miste qué grasia! Va a sé menesté di por otro.
Al
decir esto salta un chorro de agua, que pone a Potito como nuevo.
POTITO
¡Me
caso con la má! ¿Por qué no me echa usté el agua ensima?
BALDOMERO
Ha
sío sin queré... Usté perdone...
POTITO
¡Digo!
¡Y estrenando vestío! ¡Hoy me dan a mí las viruelas!
Llega
Angelillo por la puerta de la derecha, jadeante, sudoroso y mojado.
ANGELILLO
Aquí
estoy yo ya.
POTITO
¡Hombre,
grasias a Dios! ¡Eres pintao pa una casa e socorro!
BALDOMERO
Ahora
te ajustaré yo las cuentas, granuja.
ANGELILLO
Mi
amo, si es que no había cambio en ningún sitio. He corrió más que er tío e la
lista.
POTITO
¿Quiés
darme er dinero?
ANGELILLO
Si,
señó: tome usté.
De
la faja va sacando uno tras otro cinco paquetes de otros tantos duros en calderilla.
Potito, al ver la faena, llega al rojo.
Uno,
dos, tres, cuatro y sinco.
POTITO
¿Pero
los traes en cuartos, animá?
ANGELILLO
¡No
he encontrao otra cosa!
POTITO
¡Hay
pa cogerlo, ¿sabe usté? y haserlo astiyas pajoleras! ¿A qué huele esto?
ANGELILLO
Será
a pescao; porque he cambiao en la pescadería.
POTITO
¿Le
paese a usté? ¿Y dónde me guardo yo tanto paquete que no haga feo? ¡Por supuesto,
mañana viene aquí mi cuadriya y le mete fuego a la tienda!
Se
va disparado por la puerta de la derecha.
BALDOMERO
Grandísimo
ladrón, ¿tú también vas en contra mía? ¿Qué has hecho?
ANGELILLO
¡Ganarme
dos reales en er cambio e los sinco duros! ¡Lo que no se gana usté aquí en tres
meses!
BALDOMERO
¿Tú
le has cobrao er servisio e las botas?
ANGELILLO
Yo
no. ¿Y usté?
BALDOMERO
¡Tampoco!
¡Ni er chato que se ha tomao después!
ANGELILLO
¡Pos
ha sío un negosio mu bonito!
Vuelve
a salir el sol.
SORDA
(Asomándose
a la puerta del foro) Bardomero.
BALDOMERO
¿Otra
vez?
SORDA
¿Tú
no esperabas un barrí de vino?
BALDOMERO
¡Sí!
SORDA
¿De
mansaniya?
BALDOMERO
¡Sí!
SORDA
¿De
Sanluca?
BALDOMERO
¡Sí!
SORDA
¿Que
sí?
BALDOMERO
¡Que
sí!
SORDA
¿Ha
dío por é a la estasión Antonio er carrero?
BALDOMERO
¡Sí!
SORDA
¿Que
sí?
BALDOMERO
¡Que
sí!
SORDA
¡Pos
se le ha roto ar carro una ruea, se ha calo er barrí, se ha defondao, y está
toa la caye regá de vino!
BALDOMERO
¡Rejinojo!
Da
una patada y pisa a Angelillo.
ANGELILLO
¡Ay!
BALDOMERO
¡Hombre,
echa una caja e fósforos en un vaso e agua, que me los vi a tomá en cuanto
güerva!
Vase
por la puerta del foro, despavorido.
SORDA
¡Miá
que tiene una pata tu amo!
ANGELILLO
(Aludiendo
al pisotón) Regulá la tiene, comadre.
SORDA
(Yéndose
pregonando) ¿A quién le doy la suerte? ¡Er catorse mí... quinientos veintisinco!
¡De dose reales!
ANGELILLO
¡Josú!
¡Cuando se van de aquí los tuertos, y la Sorda, y el amo, y Taburete, ¡Josú!
paese que se respira! ¡Josú! ¡Jasta er só ha salío!
Se
asoma a la puerta de la derecha.
¡Y
mi novia en la esquina!
Llamándola.
¡Leonoriya!
¡Pues vení sin cuidao!
Llega
Leonor.
(Música)
ANGELILLO
Ven
aquí, claveyina,
ven
acá, pimpoyito.
LEONOR
¿Y
mi padre?
ANGELILLO
¡Salió
tragando quina!
¡La
tienda lo trae frito!
LEONOR
Tiene
suerte malina
mi
papá er pobresito.
ANGELILLO
No
te apures por tu papá,
que
yo, niña, lo sarvaré;
yo
soy hombre capá,
mientras
viva con tu queré,
de
yevá la Puerta Reá,
donde
está la Puerta e Jeré.
LEONOR
El
arcarde se va a oponé
a
ese cambio tan radicá;
pero
es cosa de vé
que
sólito por mi na má,
donde
está la Puerta e Jeré
yeves
tú la Puerta Reá.
ANGELILLO
¡Eso
es poco!
LEONOR
¿Poco?
ANGELILLO
¡Poco!
¡Es
una bicoca!
LEONOR
¡Chiquiyo,
me güerves loca!
ANGELILLO
¡Yo
sí que estoy loco!
En
la cabesita
de
un arfilerito,
jago
yo un cuartito
mu
chiquerretito,
pa
que vivas tú.
LEONOR
¡Josú!
ANGELILLO
(Jurando)
¡Va
por tu salú!
LEONOR
Pos
en la puntita
de
ese arfilerito,
te
hago yo un laito
mu
apañaito,
donde
quepas tú.
ANGELILLO
¡Josú!
LEONOR
(Jurando)
¡Va
por tu salú!
ANGELILLO
(Tirando
besos)
¡Ten
pa tí!
LEONOR
¡Venga
pa cá!
ANGELILLO
¿Y
pa mí?
LEONOR
¡Pa
tí no hay na!
Tomando
yo los tuyos güeno está.
ANGELILLO
¿Y
sí te cogiera?
LEONOR
¡Qué
me has de cogé!
ANGELILLO
¿Vamos
a probarlo?
LEONOR
¡Anda
y prueba a vé!
Juegan
corriendo por la escena.
ANGELILLO
¡Moreniya!
LEONOR
¡Moreniyo!
ANGELILLO
¡Corre,
corre, corre, corre, que te piyo!
LEONOR
¡Corro,
corro, corro, corro, que me piya!
ANGELILLO
¡Que
te cojo, Leonoriya!
LEONOR
¡Que
me coges, Angeliyo!
ANGELILLO
¡Que
te piyo, que te piyo!
LEONOR
¡Que
me piya, que me piya!
¡Ay,
Angeliyo!
ANGELILLO
¡Ay,
Leonoriya!
LEONOR
¡Ay,
gitaniyo!
ANGELILLO
¡Ay,
gitaniya!
LEONOR
¡Déjame,
que ya estoy cansaiya!
ANGELILLO
¡Yo
también estoy ya cansaiyo!
LEONOR
¡Vaya
un modo de corré!
¡Si
nos viera mi papá,
con
er genio de é
¡la
que me iba a echa!
¡lo
que me iba a hasé!
¡la
que se iba a armá!
Yo
me doy ya por vensía,
y
me entrego de una vé,
que
es mejó que tú me cojas
antes
que nos coja é.
ANGELILLO
(Abrazándola
de pronto)
¡Te
piyé!
(Cesa la música)
Las
ganas que tenía yo, Leonoriya, de que pasáramos los dos un rato solos!
LEONOR
¿Pos
y yo, Angeliyo? ¿Hay na mejó que verse así, serquita, serquita, y sólitas,
sólitas, dos personas que se quieren tanto?
ANGELILLO
Ven
acá: arrímate a mí, que no te yeno de betún. Siéntate aquí conmigo.
Se
sientan juntos, ella en una silla y él en el suelo, cerca de la tarima del limpiabotas.
LEONOR
Aquí
me tienes. Dime, Angeliyo: ¿cómo va er negosio?
ANGELILLO
¡De
cabesa!
LEONOR
¿De
cabesa, eh? Como to lo que emprende er pobresito de mi papá. ¡No le ha salió
bien más que una cosa en esta vía!
ANGELILLO
¡Una
cosa na más! ¡Conformes!
LEONOR
La
primera tienda de ansuelos y lombrises.
ANGELILLO
Entonces
le han salió bien dos cosas: la tienda e los ansuelos y tú. Lampando estoy yo
porque tu padre se desespere der negocio —que ya le farta un pelo— pa ponerme
delante de é y desirle: «Señó Bardomero, de argo le ha de serví a usté tené esa
hija tan serrana. Aquí hay un hombre.»
LEONOR
¡Ay,
qué alegría, Angeliyo! Porque yo sufro mucho de verlo ar pobresito mío pelea
con su sino pero pa saca la casa adelante. Hora es ya de que descanse er
pobresito. De cuatro garbansos que tengamos nosotros, uno será pa mi madre y
otro pa é. En la seguridá de que si arguno es negro, le toca er negro ar pobresito
mío.
ANGELILLO
Pero
¿qué hablas ahí de cuatro garbansos? ¿Tú crees que no vamos a salí de pobres
nosotros? ¡Pos no tengo yo muchos inventos en la cabesa! Arguno petará. Yo no me
paso la vía de betunero. ¡Pa eso tenía yo que no haberte conosío a tí! Desde
que tú me has mirao con esas dos cajas e betún que tienes por ojos, me ha
entran una hormiguiya de sé rico y de vale argo, que ya verás como va a para en
bien.
LEONOR
¿Será
la tienda nuestra?
ANGELILLO
¡Dalo
por seguro! ¡Y la muaremos de sitio, y la pintaremos de coló de rosa, y le
cambiaremos er nombre, y le prohibiremos la entrá a tu padre, y le pondré yo un
ventiladó que cante tangos, que er solito va a yamá ar público!
LEONOR
¿Y
eso será pronto, Angeliyo?
ANGELILLO
¡Cuando
menos se piense! Porque te prevengo que ca vez que Taburete arma aquí una
gresca, ó que los tuertos prinsípian a dá malas notisias y no acaban, me jasen
a mí asín las tripas y me entran ganas de pelea.
LEONOR
¡Pero
qué güeno eres! ¿No te vi a queré?
ANGELILLO
¿Te
parezco yo mu güeno, Leonoriya?
LEONOR
Mu
retegüeno, y mu formá, y mu desente.
ANGELILLO
Demasiao
desente: porque yevamos juntos un cuarto de hora, y no te he cogío ni un
peyizco.
LEONOR
(Con
ganas del pellizco) Hombre...
ANGELILLO
¿Qué?
LEONOR
Si
no es más que un peyizco...
ANGELILLO
¡Un
peyizco na más!
LEONOR
Ea...
pos anda...
ANGELILLO
Lo
malo es que como tengo los deos un poquiyo susios, será mejó que te lo coja con
los dientes.
LEONOR
Pero
eso ya no es un peyizco: eso es otra cosa más grave...
ANGELILLO
¡Sin
apretá, no es grave!
LEONOR
¿No
es grave?...
Llega
en esto el Forastero otra vez, por la puerta del foro.
FORASTERO
A
la paz e Dios.
Angelillo
y Leonor que estaban tan acaramelados, se asustan y reniegan de él.
ANGELILLO
(¡Mardita
sea tu estampa!)
LEONOR
(¡Mía
qué oportuno!)
FORASTERO
(¡Hombre,
me he colao en la misma tienda de antes! Y es que tiene dos puertas. Menos mar
que no está aquí aquer guapo)
Se
sienta ante un velador y toca las palmas. Angelillo no le hace caso. Vuelve a
tocar las palmas.
ANGELILLO
(Levantándose
y yéndose a él con mal modo) ¿Qué se le ofrese a usté?
FORASTERO
(Algo
desconcertado) Yo quisiera un chatito e montiya. Pero por las güeñas... Cuestiones,
no.
ANGELILLO
¿Un
chatito e montiya?
FORASTERO
¿No
hay montiya?
ANGELILLO
Le
diré a usté: hay montiya, pero francamente, no es un montiya recomendable.
¿Sabe usté donde tienen un montiya pa chuparse los deos e gusto?
Llevándolo
a la puerta del foro.
Aquí
ar regorvé de la esquina esta.
FORASTERO
Muchas
grasias, amigo. Me limpiaré las botas, ya que estoy aquí.
ANGELILLO
Esas
botas están limpias, señó.
FORASTERO
(Un
poco perplejo) ¿Están limpias?
ANGELILLO
Y
con er día de yuvia que jase, es ganas e gasta, dinero en limpiarse las botas.
FORASTERO
También
es verdá. (En mi vía me ha pasao na por el estilo. ¡Compadre, qué Seviya ésta!)
Vase
por la puerta del foro, dejándose olvidado el paraguas.
ANGELILLO
¿Habrá
tío mal ánge? ¡Paese que había elegío er momento pa entrá!
LEONOR
(Viendo
venir a Baldomero) ¡María Santísima!
ANGELILLO
¿Qué?
LEONOR
¡Esto
sí que es peó! ¡Mi padre!
ANGELILLO
¡Nos
caímos!
Por
la puerta del foro vuelve el desventurado Baldomero. Leonor se pone tras el mostrador
a hacer que hace algo.
BALDOMERO
¡Mardita
sean las asitunas sapateras! Oye, ¿quién era ese que salía?
ANGELILLO
Uno...
BALDOMERO
¡Eso
ya lo he visto! ¿Ha bebió argo?
ANGELILLO
No,
señó... Pa mí que es de la polisía.
LEONOR
(¡Qué
lioso!)
ANGELILLO
Ya
sabe usté lo que quié esa gente.
BALDOMERO
¡De
memoria!
ANGELILLO
(Se
la tragó)
BALDOMERO
Aquí
paese que güerve.
LEONOR
(¡Josú!)
Vuelve
el Forastero por su paraguas.
FORASTERO
Con
permiso: se me orvidó er paraguas.
BALDOMERO
(Dándoselo
con solicitud) ¿Es éste?
FORASTERO
Sí,
señó: muchas grasias.
BALDOMERO
No
hay de qué. Yo soy el amo de la tienda.
Poniéndole
misteriosamente un duro en la mano. Tome usté pa unas copas.
FORASTERO
(Sorprendidísimo)
¡Hombre!
BALDOMERO
¡Hágame
usté er favó!
FORASTERO
¡Pero,
hombre!
BALDOMERO
¡Señó,
pa unas copas!
Dándole
vueltas sin dejarlo hablar, lo empuja hacia la puerta del foro.
FORASTERO
¿A
santo de qué?
BALDOMERO
¡Bébaselas
usté a mi salú!
FORASTERO
Es
que...
BALDOMERO
¡Es
que no se habla más der particulá! ¡Vaya usté con Dios!
FORASTERO
Pero...
BALDOMERO
¡Vaya
usté con Dios!
Desaparece
el Forastero, Angelillo y Leonor han presenciado la escena muertos de risa.
¿Digo,
eh? ¿Conozco yo a esos tíos?
ANGELILLO
¡A
la legua!
BALDOMERO
¡Y
hasta como que no lo tomaba!
De
repente.
¡Me
caso con la torre el Oro!
ANGELILLO
¿Qué?
LEONOR
¿Qué?
BALDOMERO
¡Que
le he dao er duro de los estudiantes! En cuantito vea que es de plomo, se cree
que es pitorreo y me va a bardá de una murta. ¿Es pata ó no es pata? (A Leonor)
¿Y tú por qué estás en la tienda?
LEONOR
Porque...
mamá me dijo... me dijo, dise: «Yégate aya en un sarto... y que papá te dé dinero pa compra dos varas de tela que
nesesito.»
BALDOMERO
¿Sí,
eh? Pos dile a tu madre que con una vara hay bastante... y que yo la yevaré
esta noche... y que habrá tela pa las dó. ¡Arsa pa casa ya, que estás mu sacá
de quisio!
LEONOR
No
se enfade usté conmigo, papá; que na he hecho na malo... toavía.
BALDOMERO
¿No
oyes que te vayas?
LEONOR
Ya
me voy. ¿Por qué no inventas tú una cosa contra er mar genio?
BALDOMERO
¡Verás!
Vase
Leonor corriendo por la puerta del foro.
ANGELILLO
(¡Más
bonita es que un puesto, e flores!)
BALDOMERO
(Lleno
de aflicción) Angeliyo, estoy a dos deos de tirarme ar Guadarquiví por el arco
de en medio. ¡Cuatro arrobas de mansaniya perdías! No yoro... porque disen que los
hombres no yoran; no por farta e ganas.
ANGELILLO
¡Vaya
por Dios, mi amo; vaya por Dios!
Sale
Taburete por la puertecilla de escape, coge su paraguas y se encamina a la del
foro.
TABURETE
Hasta,
luego.
BALDOMERO
Hasta
luego.
ANGELILLO
Hasta
luego.
TABURETE
(Deteniéndose
un punto) ¡Ah! Si viniera Antonio er gitano preguntando por mí, que se aguarde.
BALDOMERO
¿Pero
va a vení a mi casa ese hombre?
TABURETE
Anda
disiendo por ahí que tiene ganas e matarme, y yo le he mandao cuatro letras
disiéndole que aquí lo espero.
BALDOMERO
¡También
lo ha podio usté sitá en la Cruz der Campo!
TABURETE
No
se me ocurrió. Con esa no cuente usté hoy. Desde la pendensia de antes, metió
la cabesa debajo un corchón, y no la saca. Hestérica perdía.
BALDOMERO
¿Qué
es eso de hestérica?
TABURETE
¡Que
no hay quien la aguante!
Se
va por la puerta del foro.
BALDOMERO
¡Pos
hestérico estás tú desde que nasiste, ladrón!
ANGELILLO
¡Asín
trompiese en er primer adoquín levantao y se esbarate ayí la cara más e lo que
la tiene!
CHIQUILLO
1º
Asomándose
a la puerta de la derecha y chillando.
¡Bardomero!...
¡Mucha tienda y poco dinero!
BALDOMERO
¡Verás
si te cojo!
El
Chiquillo echa a correr y desaparece. Por el hueco del cristal de la puerta del
foro asoma la cabeza otro, rompiendo el papel.
CHIQUILLO
2º
¡Bardomeriyo!...
¡Mucha tienda y poco borsiyo!
BALDOMERO
¡Maldito
sea tu padre!
El
Chiquillo huye. Se ve correr a tres ó cuatro más, que le chillan a Baldomero.
ANGELILLO
¡Qué
grasiosos están los niños!
BALDOMERO
Acuérdame
que le avise ar cristalero, porque han dao en la grasia de meté la cabesa por
er papelito.
CHIQUILLO
1º
(Dentro)
¡Bardomero Castañas!...
CHIQUILLO
2º
¡En
er cajón tiene telarañas!...
Nuevos
gritos y carreras de los Chiquillos.
BALDOMERO
¿Tú
oyes? ¡Es er cormo ya! ¡Hasta los chiquiyos sacan cosas con mi mala sombra!
BADANA
Presentándose
alborozado por la puerta del foro y yéndose en seguida. Oye, tú.
BALDOMERO
¿Qué
quieres?
BADANA
¡Ahí
viene Juan de Dios con Curro Meloja!
ANGELILLO
¿Con
Curro Meloja?
BALDOMERO
Si;
si vienen pa acá.
BADANA
¡Ese
hombre sí que te conviene en la tienda! ¡Voy a saludarlo!
BALDOMERO
¡Señó,
que sea mi providencia Curro Meloja; que me sarve; que me anime el
establesimiento; que ya me duele el arma judía de verme perseguío por la mala
estreya!
PEREGRIN
(Por
la puerta de la derecha, no menos albo rosado que Badana) ¡Ya tienes ahí a
Curro Meloja!
BALDOMERO
¡Me
alegro!
PEREGRIN
¡Y
lo que te alegrarás!
ANGELILLO
¡Argunas
ganas tengo yo de conosé a ese hombre! ¡Dise to er mundo que es un chorro e grasia!
BALDOMERO
¡Ojalá
lo sea de güeña sombra pa mí!
PEREGRIN
Aquí
está ya.
Por
la puerta del foro, que Angelillo ha abierto previamente de par en par, entre Juan
de Dios y Badana, llega el anhelado y famoso Curro Meloja. No hay más que verlo
para comprender que la leyenda que lo envuelve carece de base. Hay reputaciones
usurpadas.
BALDOMERO
¡Adelante,
señores!
CURRO
(Empezando
a desplegar su repertorio)
¡Saluqui!
Es
de advertir que hasta los buenos días los da come si dijera una gracia, y que
él celebra con su risa primero que nadie todo cuanto dice. Está satisfecho de
su ingenio. Sus amigos y admiradores, los tres tuertos, repiten también en son
de elogio todas sus frases y se ríen a perecer con ellas.
BALDOMERO
Güenos
días.
CURRO
¿Cómo
está usté, amigo?
BALDOMERO
Pa
servirle.
JUAN
Aquí
er compadre Bardomero, ¿te enteras, Curro? tenía ganas el hombre de tomá contigo
una copa.
BALDOMERO
Si,
señó.
CURRO
Juaniyo,
una copa se toma pa hasé un juego e manos. ¿Qué menos vamos a toma que una
doseníbilis?
JUAN
(A
Baldomero) (¿Has estao en er timo? ¡Una doseníbilis! Tú déjalo a é. Porque es
un hombre a quien no se le pué desí: «Haga usté una grasia.»
BALDOMERO
(A
Juan de Dios) (Ya comprendo que no es ningún perro amaestrao) ¡Pero, cabayero,
sentarse! Vi yo a di preparando esas copas.
En
efecto, va a ello. Todos los ojos, que son pocos y nones, están fijos en el
héroe de la jornada, de quien se espera mucho y bueno. Por la puertecilla de
escape sale en esto Pepa la Garbosa con un mantoncillo al brazo, que deja sobre
una silla al salir.
PEPA
Güenos
días.
CURRO
Güenos
días, (A Peregrín) ¿Quién es esta morucha?
PEREGRIN
Pepa
la Garbosa: ¿no la conoses? Cuñá de Bardomero.
CURRO
(Contemplándola
con admiración)
¡Vaya
cardo!
PEREGRIN
Ven
acá, Pepiya. Este es Curro Meloja.
PEPA
Mucho
gusto de conoserlo.
CURRO
Yo
no le digo a usté na, porque me ha cortatao usté el resortíbilis.
JUAN
Oye,
Pepiya. Trae pa acá tu guitarra, que pué que no estorbe.
PEREGRIN
Pué
que no.
PEPA
¿Mi
guitarra? Me lo ha prohibió Taburete, pero en fin...
Vase
por la puertecilla otra vez.
CURRO
(Mirándola
andar)
¡Vaya
caló! ¡Pero que vaya caló!
Por
la callo del foro pasan dos o tres muchachas, acompañada de su novio alguna.
JUAN
Tú
siempre serrando los ojos delante a las mujeres.
PEREGRIN
Por
aquí pasan ahora argunas mu serranas.
(A
Juan de Dios) (A vé si lo oímos)
BALDOMERO
Las
operarías de ahí abajo. Dos o tres hay que valen er dinero.
CURRO
¿Quién
se quea sin mirarlas entonses?
JUAN
¡Por
argo ha salío er só!
Se
acerca Curro a la puerta del foro. Pasan diversas muchachas de mantón, solas
unas, otras en parejas o en grupos de tres, y a cuantas pasan les dedica una frase
el festejado. Los tuertos ríen a mandíbula batiente, como ya se ha dicho, y
repiten entusiasmados las frases.
JUAN
(Guiñándole
a Baldomero)
¡Ahora
verás Canela!
CURRO
(A
una mocita)
¡Vaya
cardo!
JUAN
¡Vaya
cardo, dise!
CURRO
(A
otra)
¡Vaya
cardo!
(A
otras)
¡Vaya
caló!
ANGELILLO
(Desde
la puerta de la derecha)
¡Por
aquí también pasan argunas!
CURRO
(Acudiendo
allá presuroso)
No
se pué está en toas partes, amigo.
ANGELILLO
¡Misté
esa!
CURRO
(Viéndola
venir)
¡Vaya
cardo! ¡Vaya cardo!
(Al
paso de la mujer)
¡Vaya
cardo!
JUAN
(Desde
el foro)
¡Curriyo!
CURRO
¡Me
yamo!
Se
une a su panegírista, y apenas llega, le dice de nuevo a otra oficiala: ¡Vaya
cardo!
Baldomero
deja mientras sobre un velador una botella de manzanilla y una bandeja de
copas, que llena del líquido precioso. Angelillo se le acerca a abrirle su
pecho.
ANGELILLO
(¿No
le paese a usté mucho cardo, señó Bardomero?)
BALDOMERO
(Y
mucho caló. ¡Como que va a herví er cardo!)
CURRO
(A
las que van pasando por la puerta)
¡Lo
pequeño! ¡Lo fino!
ANGELILLO
¡Lo
gordo!
CURRO
¿Eh?
ANGELILLO
¿No
es gorda esa?
CURRO
Niño,
tienes tú que come toavía muchas migas pa arterná con mangue.
PEPA
(Saliendo)
Aquí
está la guitarra.
CURRO
¡Vaya
cardo!
BALDOMERO
|Y
aquí están las copas muertas e risa!
ANGELILLO
(¡No
será de lo que dise Curro Meloja!)
PEREGRIN
Siéntate,
Curriyo. Vamos a arma una mijita e juerga.
CURRO
Vamos
a armarla. A eso estamos.
BALDOMERO
(Ofreciéndole
una copa)
Tome
usté, amigo.
CURRO
Se
estima.
Se
la bebe de un trago, tapa con la mano la copa vacía y luego mete en ella la
nariz.
BALDOMERO
¿Le
gusta?
CURRO
Sípi.
BALDOMERO
¿Cómo?
CURRO
¡Que
sípi, hombre, que sípi!
BALDOMERO
¡Ah,
sípi! Lo desía, porque si no le sirvo otra marca.
CURRO
Nopi.
BALDOMERO
¿Nopi?
Yo creo que es una mansaniyita que se deja bebé.
CURRO
Naturaca.
Baldomero,
a cada palabra de Curro Meloja y ante las risas de los tuertos, mira consternado
a Angelillo, dándole a entender que no le encuentra el chiste por ninguna parte
al tan celebrado gracioso.
JUAN
¿Tú
no bebes, Pepa?
PEPA
Yo
no. Me lo ha prohibió Taburete.
CURRO
¿Y
qué es eso?
PEPA
Mi
novio.
CURRO
¿Tiene
usté novio, hija?
BALDOMERO
Un
cachiyo.
CURRO
Pero
cantará usté cuarquier filigrana.
PEPA
También
me lo tiene prohibío.
CURRO
¡Várgame
Dios! ¿Es un bando ese hombre?
Gran
carcajada de los tuertos.
JUAN
¡Ha
estao sélebre!
(A
Baldomero)
(Tú
déjalo a é)
BALDOMERO
(A
Juan de Dios)
¡Si
yo lo dejo! (Ya se ha tomao tres copas!)
CURRO
Ea,
pos ayá voy yo, niña, pa meterla a usté en fatiguírris.
(A
Juan de Dios)
Témplate
por lo mío.
JUAN
Vamos
ayá.
PEPA
Vamos
a vé.
BADANA
Vamos
a vé.
PEREGRIN
Vamos
a vé, vamos a vé.
ANGELILLO
¡Vamos
a vé!
BADANA
Sar
por esa copla que a mí me gusta tanto:
Er
verduguito apretó,
mi
padre sacó la lengua,
mi
madre se impresionó.
CURRO
Eso
es mu triste. ¡Ya veremos por donde pito!
PEREGRIN
¡Venga,
venga!
(Música)
Principia
a entonarse Curro Meloja.
CURRO
Au,
au, au, au...
BADANA
¡Olé!
JUAN
¡Mi
niño!
CURRO
¡Olé
la voluntaca, y na más que la voluntaca!
Au,
au, au, au...
BALDOMERO
(Maquinalmente)
¡Vaya
cardo!
PEREGRIN
¡Pero
que mu güeno!
CURRO
Arrancándose
al fin, como si la u estuviese más barata y fuese más graciosa que las otras
vocales.
Lau
grausiau deu lau persounau
nou
seu miden por audarmeus,
queu
seu miden por arronbaus.
Los
tres tuertos estallan en exclamaciones de entusiasmo, desconociendo sin duda
que, además de la u, hay cuatro vocales.
BALDOMERO
(A
Angelillo)
(¿Qué
te párese a tí, Angeliyo?)
ANGELILLO
(A
Baldomero)
(Que
er der padrón de los perros está aquí mañana)
PEREGRIN
¡Vamos
a otra, a otra!
BADANA
¡A
la grande!
CURRO
Va
por usté, niña.
PEPA
Venga
ya.
CURRO
Tantou
ten quierou mujeu
que
anteus deu verteu con outrou
maulan
puñaulau te deun.
Se
reproduce el entusiasmo de los tuertos.
PEPA
Mu
bien cantao está eso, señó.
ANGELILLO
(Aparte
con Baldomero, como antes)
(¿Qué
ha dicho de Tedeum?
BALDOMERO
¡Cuarquier
cosa! Pa mí que Juan de Dios está en lo firme.
ANGELILLO
¿Por
qué?
BALDOMERO
Porque
dise que este se quea solo cantando)
CURRO
¿Y
a usté, persona e mérito, no le vamos a vé la grasia?
PEPA
Ay,
si supiera usté er mieo que tengo. Tanto mieo como ganas e canta.
JUAN
¿Por
una vez quién va a saberlo, mujé?
CURRO
Vamos,
vamos ayá.
PEPA
Vaya
que sea. ¿Qué canto, Juan de Dios?
JUAN
«¡Si
te di lo que más vale.» ¡Lo tuyo!
PEPA
Güeno.
Si
te di lo que más vale,
¿qué
pueo ya contra tí,
que
no quisiera quererte
y
te quiero más que a mi?
Moreniyo
mío,
vete
de mi vera,
que
vi a escribirte una carta
en
que te pío que vengas.
Olés
y aclamaciones generales.
CURRO
¡Sircustansias
ahí!
PEREGRIN
Anda,
Pepiya, otra; no te enfríes.
PEPA
Como
sé que me orviaste
por
una mala gachí,
me
está quemando la boca
aquer
beso que te di.
Anda
y que te prendan,
vete
de mi lao,
y mándame
cuarquier día
mi
delantá colorao.
Se
repiten las aclamaciones y cesa la música. Momentos antes se ha presentado
Taburete por la puerta del foro, sin ser visto.
TABURETE
Dando
un paraguazo en el suelo.
¿Con
que de juerguesita, eh?
PEPA
(Sobrecogida)
¡José
Maria!
BALDOMERO
¡Güeno
va!
ANGELILLO
¡Taburete!
CURRO
¿Este
es Taburete?
TABURETE
Yo
soy Taburete, si, señó.
(A
Pepa)
¿Se
pué sabe quién ha sío er sinvergüensa que te ha dao permiso pa cantá?
CURRO
(Interviniendo
amistosamente, seguro de su labia)
Comparito,
usté se ha equivocao, y usté dispense. A lo mejó pierde uno er caletríbilis, Aquí
no somos más que unos amigos que están tomando cuatro copas, y usté va a sé uno
de éyos, y me va a alerta a mí esta copa que yo le doy.
PEREGRIN
¡Mu
bien, mu bien!
JUAN
(A
Baldomero)
(¡No
hay otro pa arreglá cuestiones!)
TABURETE
(Después
de aceptar la copa y de bebérsela, sin palabras, da las gracias con un ademán y
repite)
¿Sé
pué sabe quién ha sío er sinvergüensa qué te ha dao permiso pa cantá?
BALDOMERO
¡Jinojo!
CURRO
¡Vamos,
hombre, vamos; que no se diga! Aquí tos somos unos, y aquí lo que hay son güenos
deseos, y no hay más que habla, y usté se va a toma ahora mismo otra copirri,
porque con un pie solo no se anda. ¿Es verdá, comparito?
JUAN
(¡No
hay otro pa arregla cuestiones!)
TABURETE
(Se
echa al cuerpo solemnemente la segunda copa, y vuelve a preguntar)
¿Se
pué sabé quién ha sio er sinvergüensa que te ha dao permiso pa cantá?
ANGELILLO
(Estallando)
¡Yo
he sío!
TABURETE
¿Cómo?
(Movimiento general de sorpresa)
ANGELILLO
¡Aquí
no hay más sinvergüensa que usté, que se está bebiendo la boteya y no jase las
pases! ¡Se acabó!
TABURETE
¡Niño!
ANGELILLO
¡Hombre!
PEPA
¡Por
Dios, José María!
TABURETE
¿Tú
no te has visto nunca la nuez en la parma e la mano?
ANGELILLO
¡No,
señó, y no saque usté la navaja, porque no le jase usté sangre a una fresa! ¡Yo
soy quien le ha pedío a Pepa que cante... y yo soy también er que le va asortá
a usté dos gofetás en cuanto rechiste, y er que le dise ahora que por la puerta
se va a la caye!
TABURETE
¿Quéeee?
ANGELILLO
¡Aquí
está usté de más! ¡Se acabó er perjudicá a esta tienda con escándalos y
bravatas¡ Y si su pareja de usté quié seguirlo, tampoco vamos perdiendo gran
cosa!
TABURETE
(A
los demás) ¿Qué hago yo? ¿Me vi a ensañá con un chiquiyo?
PEPA
¿Pero
tú has escuchao, Bardomero?
BALDOMERO
¡Sípi!
PEPA
¿Qué?
BALDOMERO
¡Que
sípi!
PEPA
¿Y
estás conforme?
BALDOMERO
¡Naturaca!
PEPA
¿Ah,
si? ¡Ea, pos anda y que te enmielen! ¡Vámonos, José María; que tengo yo dos
manos mu hermosas pa trabaja en cuarquier parte y ganarlo pa tí! ¡Vente, hijo
de mi arma!
Coge
su mantón y agarra del brazo a Taburete.
TABURETE
¡Vámonos,
si; que hay muchos días pa ajusta cuentas! ¡Er que quiera argo con Taburete, en
la Plasa e Viyasís estoy toas las mañanas, junto ar puesto e los calentitos! Argunas
veses no se me ve con el humo, pero ayí estoy.
PEPA
¡Anda
y no hagas caso! ¡Lo mismo er que el otro, son unos desagradesíos! ¡Pagarte así,
con er carté que tú le dabas a la tienda! ¡Vámonos, que la caye es mu ancha!
Vase
por la puerta del foro, con su queridísimo Taburete.
JUAN
¡Mu
bien, Angeliyo!
PEREGRIN
¡Pero
bien de veras!
CURRO
¡De
lo güeno güeno, lo aguanoso!
BADANA
¡Chachipé!
BALDOMERO
¡No
hay otro pa arreglá cuestiones!
ANGELILLO
¡Pos
claro, señó. ¡Yega un momento en que se jarta una piedra e la caye de que la
pisen tanto! ¡Y a mi me duele ya el arma de vé la mala pata de este pobre
hombre, y de que to Dios se amonte en é! ¡Es como ustedes, que sobre pasarse
aquí la vía sin hablá más que de cosas tristes, espantando a los parroquianos, por
to favó se nos aparesen hoy con esta vela pa las tormentas!
CURRO
¡Oiga
usté, criaturita!
JUAN
¡Oye
tú!...
PEREGRIN
¡Bardomero!
BADANA
¡Bardomero!
PEREGRIN
¿Tú
autorisas este sabruto?
BALDOMERO
¡Sípi!
CURRO
¿Es
que me hase usté burla, amigo?
BALDOMERO
Sípi;
digo nopi ¡Es que yo también tengo grasia!
CURRO
Pos
mire usté: lo que me sobran a mi en Seviya son tiendas donde un fósforo que yo tire,
lo recogen.
ANGELILLO
¡Irá
usté a arguna serería!
CURRO
Voy
a donde me sale de adentro, niño. ¡De verano!
Encaminase
a la puerta del foro.
JUAN
¡No
te enfaes, Curro!
CURRO
¿No
me he de enfadá Juan de Dios?
PEREGRIN
¡Rasón
tiene!
JUAN
¡Te
acordarás de este desaire, Bardomero!
BADANA
¡Te
acordarás!
Vanse
los tres con Curro, comentando indignados el suceso.
BALDOMERO
(Abriéndole
los brazos a Angelillo) ¡Ven acá, Angeliyo, ven acá, que desde ahora te quiero
como si te hubiera parió mi mujé! ¡Ven acá, que en dos minutos me has espantao
de aquí toas las plagas que me sercaban!
ANGELILLO
(Después
de abrasarlo) Pos mi amo, toavía soy yo capá de sacarlo a usté a flote.
BALDOMERO
¿Cómo?
ANGELILLO
¡Déjeme
usté siquiera un mes encargao de la tienda, y si esto cambia e rumbo, usté me
paga con lo que yo le pía.
BALDOMERO
¡Firmao!
ANGELILLO
¿De
veras?
BALDOMERO
¡Te
digo que fírmao, Angeliyo!
ANGELILLO
(Señalando
a la puerta del foro, en donde aparece Leonor) ¡Pos ayí está er premio!
BALDOMERO
(Con
gran sorpresa) ¿Mi chiquiya?
ANGELILLO
Como
usté ve, no me queo corto. Entra.
BALDOMERO
¿Te
gusta mi chiquiya?
ANGELILLO
¡Me
gusta más que come con los déos!
LEONOR
Y
yo lo quiero a er más que a nadie en er mundo.
BALDOMERO
¡Pos
anda y pelea juntos con er sino, que a mí siempre me ha echao bola negra! Pué
que sea lo único asertao que yo haga en esta vía.
SORDA
(Paseando
por la calle del foro de derecha a izquierda) ¡Er catorse mí... quinientos veintisinco!
¿A quién le doy la suerte?
Baldomero
huye al oírla.
ANGELILLO
¡A
nosotros va a sé! Con er poco dinero que haya en er cajón vi a comprá ese
désimo.
LEONOR
¡Mu
bien pensao! Y luego lo primero que hay que hasé es cambiarle a la tienda er
nombre.
ANGELILLO
¿Cómo
quieres tú que le pongamos?
LEONOR
«La
güeña sombra». ¿Te parese?
ANGELILLO
Me
párese.
LEONOR
(Al
público)
Mi
papá la deja;
ya
la tienda es otra...
De
hoy en adelante será esta la «Tienda de la güeña sombra»
FIN
Información obtenida en:
https://archive.org/details/lamalasombrasai00clargoog
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