El cafetal

Título	El cafetal (1956)
Música:	Ernesto Lecuona
Letra:	Gustavo Sánchez Galarraga
Director:	Félix Guerrero
Categoría:	Zarzuela
País:	Cuba
Escenas:	Cuadro I 01.- Preludio, guajira "Soy el guajiro poeta" y coro de esclavos "¡Ay! A trabajá!" - 3' 40" 02.- Lamento de Africa "Africana soy" - 4' 07" 03.- Canción de Lázaro "Triste es ser esclavo" - 4' 11" 04.- Tango congo de Niño Alberto y negritas "La canción de la flor" - 3' 30" 05.- Dúo de Niño Alberto y Niña Flor "Mío es tu corazón" y melodrama con inclusión de Africa "Ya sé la verdad" - 5' 51" 06.- Africa, Niño Alberto y Niña Flor "Yo he de vengar"..."Han pasado ya las noches de pasión" - 5' 00" Cuadro II 07.- Dúo cómico "Ahí está, hermoso y gentil" "José, tu amor yo quiero solo para mí" - 2' 21" Cuadro III 08.- Intermedio - 3' 44" 09.- Tango del negro lindo "El negro lindo"..."Ahora voy a cantarles y bailaremos - 2' 40" 10.- Final "Yo le digo por qué sin él no he de vivir" - 2' 22"
Reparto:	Africa – Dolores Pérez Niña Flor – Natalia Lombay Cipriana – Luisa de Córdoba Lázaro / Niño Alberto – Luis Sagi-Vela Don José – Lauri Lazari Cantador – Maño López
Orquesta:	Orquesta de Cámara de Madrid
Coro:	Coro de Cámara de Madrid, Director Félix Guerrero
Sinopsis:	Primera mitad del s. XIX. Cafetal cerca de La Habana, del que es dueño Don José. Este vive con su hija, doña Flor, y con un matrimonio de esclavos de la plantación llamados Africa y Lázaro. Además, Cipriana, una anciana viuda, está pasando con ellos una temporada. Don José requiere a su hija para que se case, y ésta contesta que lo hará cuando vuelva a encontrar a un hombre, al que vio una vez en la Catedral de La Habana, y del cual se enamoró. Después de una breve intervención de Cipriana, que confiesa ir detrás del rico propietario del cafetal, Africa se lamenta por la indiferencia que le muestra su marido Lázaro. El cual, a su vez, confiesa a un anciano esclavo que está enamorado de Flor. Lázaro está decidido a llevar en silencio su amor prohibido. Salvo que aparezca algún rival en el horizonte, en cuyo caso se suicidaría. Bueno, pues aquí lo tenemos: llega al cafetal, a pasar unos días con su tía Cipriana, el pimpollo de quien se había enamorado doña Flor, que se llama Niño Alberto. Ambos jóvenes se declaran su amor al reencontrarse, pero lo hacen a la vista de Lázaro. El barril de pólvora de la tragedia está ya hasta arriba, y sólo falta, para encender la mecha, que aparezca Africa reprochándose a su marido el poco o ningún caso que le hace. Lázaro reconoce que ama a doña Flor y Africa amenaza con vengarse contándoselo todo a Niño Alberto. Y lleva a cabo su amenaza. Después de una fiesta, en la que los negros felicitan a los novios, se quedan solos Niño Alberto y Africa. Esta le cuenta el amor de Lázaro por su prometida blanca y Alberto promete castigar duramente al atrevido esclavo. Este llega con un ramo de flores, que intenta depositar en la ventana de Flor, como despedida de su amor imposible. Niño Alberto le sorprende, y creyendo que trataba de entrar en la casa, dispara sobre él, matándole. La obra termina con Africa cantando su desesperación a los pies de su marido muerto.
Comentarios:	Estrenada el 1 de febrero de 1929 en el Teatro Nacional de Panamá y en el Teatro Nacional de San José de Costa Rica, y el 1 de marzo de 1929 en el Teatro Regina de La Habana.
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