Los burladores
Los burladores, Zarzuela en tres actos se estrenó en el Teatro Calderón de Madrid, el día 10 de Diciembre de 1948. Sus libretistas, Serafín Alvarez Quintero y Joaquín Alvarez Quintero. Música de Pablo Sorozábal.
Acto I
La acción transcurre en los comienzos del siglo XIX en la casa del Marqués de don Juan, al que vienen a visitar el Oficial de Santa Cruz, el bachiller Fabrizio Iñiguez y Talavera, petimetre vestido a la usanza popular. Baratillo, criado del Marqués, les dice que su amo no está en casa, si bien posteriormente aparece y abraza a sus amigos, cuando se marchan aquellos, envidiosos por lo popular que es el Marqués entre las damas, recibe éste la visita de dos mujeres con el rostro cubierto. A solas el ama Rosela con el Marqués, le dice el objeto de su visita y la burla que iba a ser objeto por parte de sus tres amigos que le han concertado una cita esa noche con una dama misteriosa, que no es otra que el peluquero Perrini vestido de señora. El Marqués se ríe y Rosela se extraña de que no se haya enojado. Responde el Marqués que, cómo le va a enojar lo que le ha dado ocasión de conocerla y le pregunta cómo puede pagarle la merced recibida. Rosela le pide que al día siguiente, a las 10 de la noche, esté un coche esperándola. Se marcha con su doncella diciéndole al Marqués que mañana le dirá su nombre y se lo contará todo.
Acto II
El segundo acto comienza en las cercanías de Madrid, en la venta de Bastián, y en la que está esperando a su amo Baratillo. Llegan Rosela, el Marqués y Celito, doncella de Rosela, que va disfrazada de paje. Salen Rosela y Celito a tomar el aire cuando ven llegar a Santa Cruz, Bachiller y Talavera. Rosela ahoga un grito y entra corriendo pidiéndole al Marqués ayuda. Le confiesa que el Bachiller es su hermano y que la burla se preparó en casa de su tía y el vestido y la peluca que se puso Perrini son suyos.
Cuando
ya están a punto de marchar porque el Marqués ha dicho que está con una dama y
les pide discreción, éstos creyendo que la dama en cuestión es Perrini se
disponen a partir cuando llega éste hecho una lástima, despeinado y con huellas
de haber sido vapuleado. Le piden explicaciones, a lo que contesta Perrini que
estaba en la plaza esperando que llegase el Marqués cuando llegaron unos
estudiantes que empezaron a requebrarle y se empeñaron en verle la cara. Al
reconocerlo le dieron la paliza.
Al ver que el Marqués está con una verdadera mujer, los tres amigos desean averiguar quién es, negándose a ello el Marqués, apelando a su nobleza. Llega en esos momentos don Tomás Iruleto, tío de bachiller y Rosela, con cuatro corchetes. Bachiller y Talavera huyen por el corral. Se presenta el Marqués a don Tomás y le dice que su sobrina está a salvo y que se la entregará con la condición de que no la agravie Y respete su dolor hasta llegar a su casa. Este le promete que así lo hará. Dicho esto entra el Marqués en la cocina y sale con Perrini vestido con su atavío ya más ordenado, y tapándose con un velo. El Marqués le dice aparte que «ni chistar», que le va la cabeza. Se va don Tomás Iruleto con su sobrina "Perrini".
Al ver que el Marqués está con una verdadera mujer, los tres amigos desean averiguar quién es, negándose a ello el Marqués, apelando a su nobleza. Llega en esos momentos don Tomás Iruleto, tío de bachiller y Rosela, con cuatro corchetes. Bachiller y Talavera huyen por el corral. Se presenta el Marqués a don Tomás y le dice que su sobrina está a salvo y que se la entregará con la condición de que no la agravie Y respete su dolor hasta llegar a su casa. Este le promete que así lo hará. Dicho esto entra el Marqués en la cocina y sale con Perrini vestido con su atavío ya más ordenado, y tapándose con un velo. El Marqués le dice aparte que «ni chistar», que le va la cabeza. Se va don Tomás Iruleto con su sobrina "Perrini".
Acto III
Roseta y el Marqués se declaran su amor y van hacia la casa de doña Mariana Avendaño, tía de Rosela. Entran sin anunciarse y piden a su tía que la ayude, que ha escapado de casa del tío Tomás porque éste había puesto en ella sus ojos y la perseguía. Recurrió a la caballerosidad del Marqués, quien se despide y le dice a la tía de Roseta que espere sus órdenes en el ventorrillo. Doña Mariana solicita consejo a un amigo suyo que es coronel, y se dirigen los tres al ventorrillo, donde está Marqués y al que llega don Tomás Iruleto iracundo por haber sido víctima de tal burla. El coronel de dice al Marqués que si no pensó que podía comprometer el honor de la dama que pensaba salvar; él le responde que al principio no reparó pero ahora sí, y para que vean hasta que punto estima el honor de Rosela, está dispuesto a hacerla su esposa. Al saber esto todos se abrazan, excepto don Tomás que se marcha furioso.
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