La Gran Vía (Argumento)



La Gran Vía

La Gran Vía, Revista madrileña cómico-lírica, fantástico-callejera en un acto se estrenó en el Teatro Felipe de Madrid, el día 2 de Junio de 1886. Su libretista, Felipe Pérez González. Música de Federico Chueca y Joaquín Valverde.

La acción tiene lugar en Madrid, en época contemporánea  a su estreno.

Acto I

Cuadro primero. Las calles y plazas de Madrid, soliviantadas ante el anuncio de la creación de una Gran Vía en el corazón del viejo casco urbano, se reúnen alarmadas, amenazando con sublevarse ante la Municipalidad. Un Paseante en Corte que recorre la ciudad , dialoga con las principales de ellas. Entra el Caballero de Gracia, jactándose de las conquistas amorosas que la leyenda popular le atribuye, mientras los demás personajes critican en voz baja su presunción. Luego viene el Comadrón, que anuncia que el nacimiento de la Gran Vía va para largo. Las Calles y Plazas vuelven a su ubicación y el Caballero de Gracia se va a dar una vuelta con el Paseante.
Cuadro segundo. En las afueras de Madrid, el Caballero y el Paseante conversan sobre los defectos de la política. Aparece la Menegilda, que explica como se las ingenió para salir adelante con su sueldo de sirvienta, y es respondida por Doña Virtudes. La menegilda coquetea con el Caballero en espera de su novio, y cuando éste llega los dos se van. Entran el Barrio de la Propiedad, que pide limosna, el del Pacífico, dispuesto a armar camorra, y el de las Injurias, que lanza improperios. Tres Ratas se jactan de su oficio de ladronzuelos. Dos Guardias tratan de capturarlos, pero éstos escapan burlándose de la Autoridad.
Cuadro tercero. En la Puerta del Sol. Doña Sinceridad y los Yernos se dirigen al Congreso de Diputados. El Caballero y el Paseante se encuentran con un grupo de personas que aparentan irse de veraneo, y con un guardia. La Fuente de la Puerta del Sol suspira y se queja de que el Ayuntamiento quiere desplazarla pues estorba a rippers y tranvías. Un supuesto paleto aprovecha para robar al Caballero. Entran los marineritos que han venido a Madrid para admirar sus monumentos. Los tres Ratas del cuadro anterior, convertidos ahora en Caballeros, son saludados por las fuerzas del orden.
Cuadro cuarto. Travesía, junto al Elíseo Madrileño. La Gomosa y el Sietemesino se dirigen a patinar al Skating Rink. Dos revistas taurinas, La Lidia y El Tío Jindarna, comentan la situación de los toreros. La Gomosa y el Sietemesino regresan de la pista de patinaje, magullados. El Caballero y el Paseante se dirigen al teatro, pero deciden quedarse en el Elíseo Madrileño, baile muy popular donde se reúne toda clase de gente. El Elíseo, personificado, canta un chotis. Entra corriendo el Comadrón, que anuncia el nacimiento de la Gran Vía para el 30 de febrero... "si es que funciona el país".
Cuadro quinto. Todos celebran el nacimiento de la nueva Gran Vía, cantando y bailando alegremente, mientras se ve una imagen futurista del Madrid del porvenir.
Reforma del cuadro tercero (2 de julio de 1887). Un bazar de juguetes. Las dependientas cantan, con la música, de los Marineritos, las virtudes de los juguetes del bazar, y muestran al Paseante y al Caballero el funcionamiento de los mismos, entre ellos el que representa al Servicio de Correos, con un Señor alterado, una Señora indignada y un Periodista furioso, un barómetro, en el que aparecen un miliciano liberal y un guardia conservados; y el alfabeto animado. Una mamá y un niño que entran en el bazar comentan cuestiones de actualidad. Finalmente se muestran los juegos, que aluden a la difusión del juego de cartas en Madrid, pese a estar prohibido, sin que la policía de con él.

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