María Manuela
María Manuela, Zarzuela en dos actos se estrenó en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, el día 1 de Febrero de 1957. Sus libretistas, Guillermo Fernández-Shaw y Rafael Fernández-Shaw. Música de Federico Moreno Torroba.
La acción se desarrolla en Madrid en 1918.
Acto I
Comienza en el obrador de tapiz de la real fábrica de tapices de Madrid. Es la primavera del año 1920. Las operarias con su maestra María Manuela, y los operarios con Lorenzo el carpintero, se afanan en su trabajo cantando y riendo. Con ellos trabajan el encargado del taller, señor Amadeo, y Gonzalo, el dibujante. La verdadera personalidad de Gonzalo es descubierta por Amadeo. En realidad, Gonzalo es el primogénito de un grande de España, que por su mala cabeza ha sido expulsado de su aristocrático hogar. María Manuela cree que Gonzalo es un pobre desgraciado que necesita ayuda. A Gonzalo, colocado en la fábrica para poder vivir, le advierte esta ingenuidad, y en el fondo está enamorado de María Manuela. Una de las nuevas aprendizas, Mercedes, es sorprendida por Gonzalo, quien reconoce en ella a «Fifi», la condesita de Pinos Blancos, con la que flirteó en sus buenos tiempos. Ambos ríen sus respectivas travesuras, y en una situación casi amorosa son sorprendidos por María Manuela, que arroja del taller a Mercedes por considerarla poco seria y se enfurece con Gonzalo, de quien está enamorada.
Acto II
Gonzalo aunque desheredado por su familia, no ha perdido su condición de primogénito de Grande de España, lo cual le obliga a firmar en mayordomía su asistencia a la capilla pública del próximo día de Corpus Christi. Gonzalo vuelve a encontrarse con Mercedes «Fifi», con la que coquetea; pero «Fifi» le dice que todo ha terminado entre ellos. En el cuadro tercero, María Manuela, confundida entre el gentío, presencia el paso del cortejo real. En una de las primeras representaciones de la grandeza, aparece Gonzalo. La sorpresa de María Manuela es tan desoladora, que no puede impedir el caer desmayada. Gonzalo, que la ha visto, tiene que continuar en su puesto. María Manuela es llevada a la sacristía. Gonzalo puede llegar junto a ella al fin, y le confiesa, no sólo la verdad de su origen, sino la verdad de su corazón. La primera reacción de María Manuela es la indignación. Rechaza tajantemente a Gonzalo; pero cuando él se retira entristecido, la muchacha mándale recado diciéndole que a pesar de todo, le espera a almorzar en el taller.
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