El arca de Noé
El arca de Noé, Problema cómico-lírico-social en un acto y dos cuadros se estrenó en el Teatro de la Zarzuela de
Madrid, el día 26 de Febrero de 1890. Sus libretistas, Enrique Prieto y Andrés Ruesga. Música de Federico Chueca.
Acto I
El Doctor Noé, sabio filántropo, escribe un libro de consejos, que denomina su Arca, mediante el cual piensa resolver todos los problemas del mundo y hermanar a toda la humanidad; para dar a conocer su método publica un anuncio en los periódicos en el que invita a quienes lo deseen a una conferencia que dará en su casa para pesentar su sistema. Ello da lugar a un desfile de tipos individuales o alegóricos.
Cuadro primero. "¡El caos!", El Doctor Noé, que se había quedado pensando por la noche en sus teorías, se queda dormido y al apagarse la vela de la habitación sueña con una ciudad incendiada que se derrumba. Hombres y mujeres cruzan con teas encendidas. Se oye el toque de campanas y de cornetas. Sólo queda un montón de ruinas humeantes. Este sueño es el cuadro apocalíptico de la humanidad vencida por el caos, símbolo de la sociedad contemporánea. El sueño se interrumpe por la entrada de Doña Tomasa en el cuarto despertando al Doctor que, todavía lleno de terror, se reafirma en la idea de salvar a la humanidad. El Doctor pide a Doña Tomasa que atienda la puerta, pues pronto llegarán los invitados a la conferencia. Empiezan a llegar los visitantes. El primero es un cesante que no puede alimentar a su familia, y que es contratado como secretario. Llegan a continuación distintas comisiones y personajes que se presentan y exponen sus problemas. Primero, llegan las ciudades, pueblos y provincias españolas, que cantan un coro y después dialogan en un recitado con el Doctor. Aparece después el Caballero de industria, un chulo madrileño timador dispuesto a aprovecharse de las circunstancias; explica que los timadores de clase alta hacen imposible el negocio a los timadores modestos; el personaje es interpretado por una mujer, que canta un largo número poliseccional. Después se presentan el Boceras y el Bornis, toreros miedosos de ocasión reconvertidos en chulos. A continuación un grupo de aragoneses que llegan tarde porque el tren en que venían "se ha descompusido cerca de Calatorao", y que cantan su típica jota. Por último llegan Pepito y Pepita, dos muchachitos tímidos que han huido de casa y esperan que el Doctor les resuelva su problema. La mayor parte de los asistentes creían que el "arca de la felicidad" era un artefacto auténtico; al enterarse de que era un libro, se quedan algo defraudados.
Cuadro segundo. "¡La luz!", que presenta un salón de conferencias, el Doctor Noé reúne a sus visitantes para presentarles su libro, mostrándoles el porvenir, con un discurso grandilocuente y optimista, ilustrado con cuadros plásticos y musicales, que van haciendo desfilar ante ellos y ante el público una campiña feraz, la tempestad que la anegaba, el descenso de las aguas que habían devastado la superficie terrestre, y, por fin el Arca con la paloma, y sobre ella el arco iris. Los diferentes personajes, quedan convencidos y se dirigen al público cantando.
Acto I
El Doctor Noé, sabio filántropo, escribe un libro de consejos, que denomina su Arca, mediante el cual piensa resolver todos los problemas del mundo y hermanar a toda la humanidad; para dar a conocer su método publica un anuncio en los periódicos en el que invita a quienes lo deseen a una conferencia que dará en su casa para pesentar su sistema. Ello da lugar a un desfile de tipos individuales o alegóricos.
Cuadro primero. "¡El caos!", El Doctor Noé, que se había quedado pensando por la noche en sus teorías, se queda dormido y al apagarse la vela de la habitación sueña con una ciudad incendiada que se derrumba. Hombres y mujeres cruzan con teas encendidas. Se oye el toque de campanas y de cornetas. Sólo queda un montón de ruinas humeantes. Este sueño es el cuadro apocalíptico de la humanidad vencida por el caos, símbolo de la sociedad contemporánea. El sueño se interrumpe por la entrada de Doña Tomasa en el cuarto despertando al Doctor que, todavía lleno de terror, se reafirma en la idea de salvar a la humanidad. El Doctor pide a Doña Tomasa que atienda la puerta, pues pronto llegarán los invitados a la conferencia. Empiezan a llegar los visitantes. El primero es un cesante que no puede alimentar a su familia, y que es contratado como secretario. Llegan a continuación distintas comisiones y personajes que se presentan y exponen sus problemas. Primero, llegan las ciudades, pueblos y provincias españolas, que cantan un coro y después dialogan en un recitado con el Doctor. Aparece después el Caballero de industria, un chulo madrileño timador dispuesto a aprovecharse de las circunstancias; explica que los timadores de clase alta hacen imposible el negocio a los timadores modestos; el personaje es interpretado por una mujer, que canta un largo número poliseccional. Después se presentan el Boceras y el Bornis, toreros miedosos de ocasión reconvertidos en chulos. A continuación un grupo de aragoneses que llegan tarde porque el tren en que venían "se ha descompusido cerca de Calatorao", y que cantan su típica jota. Por último llegan Pepito y Pepita, dos muchachitos tímidos que han huido de casa y esperan que el Doctor les resuelva su problema. La mayor parte de los asistentes creían que el "arca de la felicidad" era un artefacto auténtico; al enterarse de que era un libro, se quedan algo defraudados.
Cuadro segundo. "¡La luz!", que presenta un salón de conferencias, el Doctor Noé reúne a sus visitantes para presentarles su libro, mostrándoles el porvenir, con un discurso grandilocuente y optimista, ilustrado con cuadros plásticos y musicales, que van haciendo desfilar ante ellos y ante el público una campiña feraz, la tempestad que la anegaba, el descenso de las aguas que habían devastado la superficie terrestre, y, por fin el Arca con la paloma, y sobre ella el arco iris. Los diferentes personajes, quedan convencidos y se dirigen al público cantando.
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