El cornetilla
El cornetilla, Zarzuela cómica en un acto se estrenó en el Teatro Eslava de
Madrid, el día 5 de Octubre de 1893. Sus libretistas Guillermo Perrín y Miguel de Palacios. Música de Miguel Marqués.
La acción se sitúa en un pueblo cercano a Zaragoza, en época contemporánea al estreno.
Acto I
Un grupo de campesinos recoge fruta mientras se escuchan toques de cornetas y tiros de las maniobras militares; cuando se disponen a partir, Joaquina, la joven criada de la casa, les pide que no se vayan lejos, pues Don Pascual, el amo, les invita a asistir a la boda de la señorita Luz. Aparece Andrés, que llega para ser testigo de la boda, a petición de su primo Enrique, el novio. Andrés y Don Pascual comentan que han accedido a hacer la boda en secreto, sin que se entere el teniente coronel, tío de Enrique y Andrés, que quiere que sus dos sobrinos se queden solteros. Pascual y Luz están preocupados por la tardanza del novio. Aparece Pepillo, cornetilla de órdenes de cazadores, que tras cantar su número de presentación, entrega una carta a Enrique, su teniente, para Pascual. Pepillo se encuentra con Joaquina, a quien hacía un año que no veía, y le muestran su cariño. Llega Enrique, que pregunta a Pepillo si ha hecho su encargo; Andrés espera a otro testigo, el teniente Gutiérrez, que llega tarde por ser incapaz de dejar de hablar, y ambos se van con Enrique hacia la iglesia. Mientras tanto, Pepillo canta una canción a las mozas, y Joaquina se cela por ello. Aparece un soldado, que avisa a Pepillo que su jefe quiere alojarse allí esa noche; dijo jefe es el teniente coronel, que sin duda se enfadará terriblemente si se entera que su sobrino se ha casado, desobedeciéndole. Llega Dona Manuel, el teniente coronel, que pregunta por Don Pascual, y Nemesio, el criado le informa que están en una boda. Para intentar salvar la situación, Pepillo urde un enredo, al decir que el novio es el teniente Gutiérrez, y el teniente coronel contesta que él creía que ya estaba casado en Zaragoza. Entran los novios y testigos, y al ver al tío de Enrique, que felicita a Gutiérrez, se dan cuenta del enredo y siguen la farsa urdida por Pepillo, La situación se complica al aparecer Clara, la esposa de Gutiérrez, a la que el corneta cuenta nuevas mentiras, diciendo que su marido corre riesgo de ser fusilado, y Don Manuel, que cree que Clara es la amante de Gutiérrez, que se acaba de casar, pide a Clara que se oculte en un pabellón. Se celebra la fiesta, en la que canta el corneta. Al encontrarse Gutiérrez y Clara, en presencia de Don Manuel, el teniente confiesa que el verdadero novio es Enrique; el teniente coronel deshereda a su sobrino, pero finalmente se ablanda, y la obra concluye cuando el corneta pide instrucciones al público para tocar llamada para el autor de la obra.
La acción se sitúa en un pueblo cercano a Zaragoza, en época contemporánea al estreno.
Acto I
Un grupo de campesinos recoge fruta mientras se escuchan toques de cornetas y tiros de las maniobras militares; cuando se disponen a partir, Joaquina, la joven criada de la casa, les pide que no se vayan lejos, pues Don Pascual, el amo, les invita a asistir a la boda de la señorita Luz. Aparece Andrés, que llega para ser testigo de la boda, a petición de su primo Enrique, el novio. Andrés y Don Pascual comentan que han accedido a hacer la boda en secreto, sin que se entere el teniente coronel, tío de Enrique y Andrés, que quiere que sus dos sobrinos se queden solteros. Pascual y Luz están preocupados por la tardanza del novio. Aparece Pepillo, cornetilla de órdenes de cazadores, que tras cantar su número de presentación, entrega una carta a Enrique, su teniente, para Pascual. Pepillo se encuentra con Joaquina, a quien hacía un año que no veía, y le muestran su cariño. Llega Enrique, que pregunta a Pepillo si ha hecho su encargo; Andrés espera a otro testigo, el teniente Gutiérrez, que llega tarde por ser incapaz de dejar de hablar, y ambos se van con Enrique hacia la iglesia. Mientras tanto, Pepillo canta una canción a las mozas, y Joaquina se cela por ello. Aparece un soldado, que avisa a Pepillo que su jefe quiere alojarse allí esa noche; dijo jefe es el teniente coronel, que sin duda se enfadará terriblemente si se entera que su sobrino se ha casado, desobedeciéndole. Llega Dona Manuel, el teniente coronel, que pregunta por Don Pascual, y Nemesio, el criado le informa que están en una boda. Para intentar salvar la situación, Pepillo urde un enredo, al decir que el novio es el teniente Gutiérrez, y el teniente coronel contesta que él creía que ya estaba casado en Zaragoza. Entran los novios y testigos, y al ver al tío de Enrique, que felicita a Gutiérrez, se dan cuenta del enredo y siguen la farsa urdida por Pepillo, La situación se complica al aparecer Clara, la esposa de Gutiérrez, a la que el corneta cuenta nuevas mentiras, diciendo que su marido corre riesgo de ser fusilado, y Don Manuel, que cree que Clara es la amante de Gutiérrez, que se acaba de casar, pide a Clara que se oculte en un pabellón. Se celebra la fiesta, en la que canta el corneta. Al encontrarse Gutiérrez y Clara, en presencia de Don Manuel, el teniente confiesa que el verdadero novio es Enrique; el teniente coronel deshereda a su sobrino, pero finalmente se ablanda, y la obra concluye cuando el corneta pide instrucciones al público para tocar llamada para el autor de la obra.
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