La cortijera
La cortijera, Drama lírico en tres actos se estrenó en el Teatro Parish de
Madrid, el día 2 de Marzo de 1900. Sus libretistas, Joaquín Dicenta y Manuel Paso. Música de Ruperto Chapí.
La acción se sitúa en los años 1829-30.
Acto I
En Madrid en un patio de posada, donde residen accidentalmente Rosario, Carmela, la señá Prudencia, Manuel, Rafael, Varillas y el señor José. Aparece un pregonero que comunica la boda del Rey y las correspondientes celebraciones populares que tendrán lugar en paralelo. Comentan las murmuraciones sobre el Rey, mientras Varillas afirma que, aunque adora el vino, no va a beber pues torea esa tarde en que están seguros de que el triunfo será de Manuel, "el Rondeño". El vaquero Rafael va a casarse con Rosario que, sin embargo, se siente fuertemente atraída por Manuel. Cuando éste le comenta lo afortunado que es Rafael por tenerla, Rosario no muestra mayor entusiasmo a pesar de que la boda va atener lugar en dos meses. Carmela le echa una en cara a Rosario su actitud con Rafael a lo que Rosario no dice nada y se encierra en ella misma. Garrocha, Frasquito y Varillas comentan la situación, pues se han dado cuenta del cambio experimentado por la bella mujer desde el día que conoció a Manuel. Cuando aparece Rafael constata públicamente la actitud de Rosario con gran disgusto, máxime cuando le une al torero un cariño fraternal tras haberle salvado la vida en una ocasión. Cuando llega la hora salen todos para la plaza, Aprovechando la ocasión, tiene lugar un encuentro entre el torero y Rosario, donde el primero expone sus sentimientos y la moza no tiene más remedio que expresar los suyos ante la intensidad del otro. La llegada de Varillas les piya en una situación comprometida, y aunque les promete su silencio, critica directamente a todas las mujeres a pesar de los cual no puede por menos que cortejar a Carmela. Se van los toreros a la plaza y Rosario se queda sola con su romanza donde expone claramente su pasión y amor por Manuel. De repente, sale Frasquito alarmado y notifica que un toro ha cogido al diestro. Rosario asustada, se lanza a verlo. Todos gritan y lloran rezando por la curación del torero.
Acto II
Transcurre en un cortijo andaluz. Tras una escena general, donde las mujeres se columpian y cantan, la Señá Prudencia y José comentan que las relaciones entre Rafael y Rosario no está bien una vez que Manuel ha sanado afortunadamente de la cornada. Rafael aparece comentando con Garrocha su actual situación y, desesperado, afirma que en cualquier momento puede cometer una barbaridad. Mientras Carmela y Varillas continúan su peculiar relación, llegan Manuel y luego Rosario que exponen, en un cuarteto, sus diferentes sentimientos. Esta hace pública sus infidelidades, pero se siente muy preocupada porque Manuel se va, aunque le ha asegurado que volverá por ella. Tras la llegada de los toros para el encierro, Rosario felicita a Carmela porque se ha convertido ya en novia formal de Varillas. Por el contrario, Carmela considera que Rosario se equivoca al engañar a Rafael, ya que éste la quiere de verdad, mientras que para el torero apenas es una más. Rosario se niega a admitirlo y se enoja con la muchacha, pidiéndole que no se meta en sus asuntos. Aparece Rafael y se produce una escena muy tensa, donde ante sus reproches Rosario se reafirma en su amor por el torero y su inmenso desprecio al vaquero. Cuando Manuel se hace presente, la violencia está a flor de piel hasta que los lugareños traen la fiesta a la escena y enfrían la situación, si bien la música parece rubricar la dificultad de llegar a un buen acuerdo. Una escena general culmina el acto.
Acto III
Transcurre en una ancha plazoleta en las inmediaciones del cortijo, en torno a la denominada Fuente de los naranjos. Después de la fiesta de La Candelada, aparecen Rosario, Prudencia y José. La primera comenta que es tratada como una apestada por todo el pueblo a lo que sus padres le reprochan que la culpa es suya por haber despreciado a Rafael. Sin embargo, Rosario se rebela ya que considera que su amor es lo primero de todo, antes incluso que cualquier condicionante social. De repente aparece Manuel que la consuela ante sus lloros. Después de comentar su situación personal con él, acuerdan al término de las fiestas marcharse juntos del pueblo pero cuando se enteran los compañeros de Manuel van a comentárselo a Rafael. Tras una escena popular donde se canta por la fiesta de la Candelada, surgen Rafael y Garrocha, el cual le ha relatado que Rosario se va con Manuel. El vaquero pierde el control y afirma que no lo va a permitir. Después de una escena a solo, donde se hace patente que se va a cometer un crimen, Rafael llega dispuesto a impedir la marcha de Rosario más por despecho que por amor. Ella se desmaya asustada y Rafael mata al torero y, en venganza final, permite que la mujer siga viva para que sea despreciada por todos los habitantes.
La acción se sitúa en los años 1829-30.
Acto I
En Madrid en un patio de posada, donde residen accidentalmente Rosario, Carmela, la señá Prudencia, Manuel, Rafael, Varillas y el señor José. Aparece un pregonero que comunica la boda del Rey y las correspondientes celebraciones populares que tendrán lugar en paralelo. Comentan las murmuraciones sobre el Rey, mientras Varillas afirma que, aunque adora el vino, no va a beber pues torea esa tarde en que están seguros de que el triunfo será de Manuel, "el Rondeño". El vaquero Rafael va a casarse con Rosario que, sin embargo, se siente fuertemente atraída por Manuel. Cuando éste le comenta lo afortunado que es Rafael por tenerla, Rosario no muestra mayor entusiasmo a pesar de que la boda va atener lugar en dos meses. Carmela le echa una en cara a Rosario su actitud con Rafael a lo que Rosario no dice nada y se encierra en ella misma. Garrocha, Frasquito y Varillas comentan la situación, pues se han dado cuenta del cambio experimentado por la bella mujer desde el día que conoció a Manuel. Cuando aparece Rafael constata públicamente la actitud de Rosario con gran disgusto, máxime cuando le une al torero un cariño fraternal tras haberle salvado la vida en una ocasión. Cuando llega la hora salen todos para la plaza, Aprovechando la ocasión, tiene lugar un encuentro entre el torero y Rosario, donde el primero expone sus sentimientos y la moza no tiene más remedio que expresar los suyos ante la intensidad del otro. La llegada de Varillas les piya en una situación comprometida, y aunque les promete su silencio, critica directamente a todas las mujeres a pesar de los cual no puede por menos que cortejar a Carmela. Se van los toreros a la plaza y Rosario se queda sola con su romanza donde expone claramente su pasión y amor por Manuel. De repente, sale Frasquito alarmado y notifica que un toro ha cogido al diestro. Rosario asustada, se lanza a verlo. Todos gritan y lloran rezando por la curación del torero.
Acto II
Transcurre en un cortijo andaluz. Tras una escena general, donde las mujeres se columpian y cantan, la Señá Prudencia y José comentan que las relaciones entre Rafael y Rosario no está bien una vez que Manuel ha sanado afortunadamente de la cornada. Rafael aparece comentando con Garrocha su actual situación y, desesperado, afirma que en cualquier momento puede cometer una barbaridad. Mientras Carmela y Varillas continúan su peculiar relación, llegan Manuel y luego Rosario que exponen, en un cuarteto, sus diferentes sentimientos. Esta hace pública sus infidelidades, pero se siente muy preocupada porque Manuel se va, aunque le ha asegurado que volverá por ella. Tras la llegada de los toros para el encierro, Rosario felicita a Carmela porque se ha convertido ya en novia formal de Varillas. Por el contrario, Carmela considera que Rosario se equivoca al engañar a Rafael, ya que éste la quiere de verdad, mientras que para el torero apenas es una más. Rosario se niega a admitirlo y se enoja con la muchacha, pidiéndole que no se meta en sus asuntos. Aparece Rafael y se produce una escena muy tensa, donde ante sus reproches Rosario se reafirma en su amor por el torero y su inmenso desprecio al vaquero. Cuando Manuel se hace presente, la violencia está a flor de piel hasta que los lugareños traen la fiesta a la escena y enfrían la situación, si bien la música parece rubricar la dificultad de llegar a un buen acuerdo. Una escena general culmina el acto.
Acto III
Transcurre en una ancha plazoleta en las inmediaciones del cortijo, en torno a la denominada Fuente de los naranjos. Después de la fiesta de La Candelada, aparecen Rosario, Prudencia y José. La primera comenta que es tratada como una apestada por todo el pueblo a lo que sus padres le reprochan que la culpa es suya por haber despreciado a Rafael. Sin embargo, Rosario se rebela ya que considera que su amor es lo primero de todo, antes incluso que cualquier condicionante social. De repente aparece Manuel que la consuela ante sus lloros. Después de comentar su situación personal con él, acuerdan al término de las fiestas marcharse juntos del pueblo pero cuando se enteran los compañeros de Manuel van a comentárselo a Rafael. Tras una escena popular donde se canta por la fiesta de la Candelada, surgen Rafael y Garrocha, el cual le ha relatado que Rosario se va con Manuel. El vaquero pierde el control y afirma que no lo va a permitir. Después de una escena a solo, donde se hace patente que se va a cometer un crimen, Rafael llega dispuesto a impedir la marcha de Rosario más por despecho que por amor. Ella se desmaya asustada y Rafael mata al torero y, en venganza final, permite que la mujer siga viva para que sea despreciada por todos los habitantes.
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