El cortejo de la Irene (Argumento)

El cortejo de la Irene

El cortejo de la Irene, Zarzuela en un acto se estrenó en el Teatro Eslava de Madrid, el día 6 de Febrero de 1896. Su libretista, Carlos Fernández Shaw. Música de Ruperto Chapí.

La trama se ambienta en Aranjuez en mayo de 1808.

Acto I

Cuadro primero. En una plazoleta las vecinas se reúnen en grupos, comentando con cautela la presencia de Irene, una mujer de gran belleza que ha venido de Madrid a la que corteja un extraño personaje embozado en su capa y oculto con un sombrero, de quien en el pueblo se sospecha puede ser un conspirador. Los habitantes se hacen eco de la difícil situación política y afirman que, a instancias de Napoleón, se ha aconsejado a la familia real que abandone España. Aparecen Toribio, Celedonio, Puntilloso y Natillas. Puntilloso reclama de sus amigos que presten atención a Irene, mujer por la que él se siente muy atraído, y su enigmático cortejo. Después de una escena musical protagonizada por Natillas, aparece Doña Tumbaga que mantiene una relación secreta con él. Este le inquiere por el personaje desconocido y ella le comenta que no puede decir nada. Ante la presencia de Don Cándido, se va Doña Tumbaga. Don Cándido le comenta a Natillas que también ha perdido el juicio por Irene. Aparece Puntillo y comenta que ha tenido una refriega con un desconocido.
Cuadro segundo. Irene le comenta a Doña Tumbaga que sigue enamorada de Don Luis, un militar que está con la corte y que se portó mal con ella a pesar de lo cual ahora le sigue. Después de una escena general, donde se refleja el mal ambiente popular contra la huida de los reyes, aparece Don Luis que reclama el amor de Irene en un dúo de gran fuerza lírica, demostrándole sus equivocaciones anteriores. Después de un monólogo de Irene, donde se ve muy satisfecha por el aprecio del joven, hay una escena coral, que da pie a unas seguidillas populares. En pleno estallido del motín, Don Cándido y Natillas se ven metidos en un enredo con Puntilloso, que acaba en plena desbandada. Don Luis le echa en cara a Irene quien es su cortejo, con la sorpresa de que es ella misma disfrazada. Culmina la obre en plena manifestación de júbilo por la rebelión popular contra Godoy.