LOS DE ARAGON
Zarzuela
de costumbres aragonesas, en un acto, dividido en cuatro cuadros, en prosa.
Libreto
de Juan José Lorente.
Música
de José Serrano.
Estrenada
en el Teatro del Centro de Madrid, el 16 de abril de 1927.
REPARTO (Estreno)
Gloria
- María Badía.
Pilara
– Srta. Hidalgo.
Belén
– Srta. Salvador.
Ignacia
– Srta. Caballé.
Doncella
– Srta. M. Taberner.
Agustín
– Delfín Pulido.
Señor
Dionisio – V. González.
«Releñe»
- Sr. Barrete.
Luis
– Sr. Bravo.
Manolo
– Sr. García.
Colás
El Tablones – Sr. P. León.
Francisco
– Sr. Aguilar.
Antonio
– Sr. Serrano.
Camarero
– Sr. Fabra.
Inspector
– Sr. Bermúdez.
Cantador
– Sr. Olcina.
Rondador
1º - Sr. Badía.
Rondador
2º - Sr. Alonso.
Rondalla
de guitarras y bandurrias. Epoca actual.
ACTO UNICO
CUADRO PRIMERO
Calle
corta, vista desde el fondo. A todo foro, paseo de árboles, cuyas copas ilumina
el resplandor de los arcos voltaicos de un «music-hall». A la derecha, saliente
de una edificación moderna. Es la fachada (lateral o posterior del «music-hall».
Pared lisa con una sola puerta sobre la que se lee: «Music-hall Imperio. Paso
al escenario.» A un lado de la puerta, «afiche» de la cupletista «Gloria del
Moncayo». Calle en primer término. A la izquierda, un bar, con veladores en la
acera. Forma manzana entre dos calles. Encima de la puerta, la muestra
«Bar-café «El Huerva».
Antes
de levantarse el telón, suena dentro una rondalla de guitarras y bandurrias y
una voz que canta:
VOZ
«Palomica
aragonesa,
no
dejes tu palomar;
que
te harán volver de lejos
las
campanas del Pilar.»
(Al
levantarse el telón Camarero, en la puerta del bar, canturreando. Antonio y
Francisco, por segunda derecha)
FRANCISCO
¡Quió!
Dos de cazalla.
CAMARERO
¿A
pulso?
ANTONIO
No
tal; que aún da tiempo pa tómalas sentaus.
(Entra
el Camarero en el bar. Francisco y Antonio se sientan a un velador)
FRANCISCO
Me
paice a mí que va a ir servida.
ANTONIO
Yo
hi estau por traime los borceguines con clavos.
FRANCISCO
¿Pa
qué? Con las varas hay bastante; porque sernos muchos pa armar frinfran.
ANTONIO
Debía
venir la barriada en cuajo.
FRANCISCO
Ya
te digo yo que el escalzaperros será decente. (Sale Camarero del bar con
servicio)
CAMARERO
Las
copas. (Sirve y hace ademán de retirarse)
FRANCISCO
Deja
la botella; que con un pie no se anda.
ANTONIO
Amás,
tenemos que hacer coraje.
CAMARERO
¿Van
a algún partido de fútbol?
FRANCISCO
Vamos
a quítale la cabeza a esa chantiuse, u como se diga, que dibuta ahí enfrente.
CAMARERO
Gloria
del Moncayo. Tengo entendido que es una hembra súper. Y una gran artista.
FRANCISCO
Pues
hoy le vamos a quitar hasta el apellido.
ANTONIO
No
sabe lo que ha hecho viniendo a cantar a su tierra.
CAMARERO
¡Ah!
¿Pero es de aquí?
FRANCISCO
Nacida
y criada. Nieta del tío Dionisio el posadero. (Colas el Tablones, por el foro
izquierda)
TABLONES
Salú,
que no cansa. (Se sienta en el velador próximo)
CAMARERO
¿Qué
va a ser?
TABLONES
Pa
mí, un vaso palmero de escatrón, y pa los siñores lo que les apetezga.
FRANCISCO
Muchismas
gracias. (Asombro)
ANTONIO
Hombre...
(Idem)
TABLONES
¿Qué,
que no tenis el gusto de conóceme? Yo tampoco a vusotros. Pero pa convidar, no
hace falta la conocencia. (Al Camarero) Amos, tú, trai bebida a manta. No te
quedes como un falcino. (Entra el Camarero en el bar)
FRANCISCO
Me
gusta este hombre por lo campechano.
ANTONIO
Y
a mí. Ande, venga con nosotros. No se esté ahí solico.
TABLONES
También
tiés razón. (Cambia de asiento) Pidir lo que vus dé la gana. Truje al ferial un
macho güito y, me lo hi quitau, ganándome tres onzas en el trato. Diquiá que no
las queme, no pienso golveme al pueblo. (Vuelve Camarero con botellas)
CAMARERO
¿Escatrón
a ustedes también?
FRANCISCO
Bueno.
TABLONES
En
los vasos, en los vasos. Estas jícaras no cogen una glarima. (Sirve el Camarero
y se retira)
ANTONIO
Vay,
pues a su salú.
TABLONES
A
la de todos. (Beben)
FRANCISCO
Oye,
Antonio, este amigo podía venir también.
TABLONES
¿Ande?
FRANCISCO
A
dale pal pelo a una cupletera.
TABLONES
¿Es
mala u qué?
ANTONIO
Pior.
Se escapó de su casa pa echase a los varietés. ¡Y pa qué el estrapalucio que
armó! Su madre, que era una santa, se
infló del desgusto.
FRANCISCO
Nos
himos juramentan los del barrio pa dale un qué sentir.
TABLONES
Bien
me paice.
FRANCISCO
De
manera y modo que si quiere usté acompáñanos...
TABLONES
¿A
armar trefulca? Aunque cantalee. Poquito que me gustan a mí estas divirsiones.
Andando se quita el frío. Voy a mércame un brillete. (Se levanta) ¿Echamos el
arranque?...
FRANCISCO
Yo
no bebo más.
ANTONIO
Ni
yo.
TABLONES
Como
vus dé la gana. (Llama) ¡Mozo!
(Sale
Camarero del bar)
CAMARERO
¿Llamaban
los señores?
TABLONES
Ahí
tienes. (Echa un duro en el velador e inicia el mutis)
CAMARERO
Las
vueltas.
TABLONES
Pa
tú. Yo con las güeltas me mareo. (Desaparecen Tablones, Francisco y Antonio por
la segunda derecha)
CAMARERO
¡Vaya
un cate rumboso! Luego dicen que a estos ranas hay que pegarles en el codo pa
que suelten la propina. (Luis y Manolo por la primera calle de la izquierda)
LUIS
¡Hola,
chico!
MANOLO
Vermú
pa los dos.
CAMARERO
Por
la posta. {Entra Camarero en el bar. Luis y Manolo se sientan)
MANOLO
¿Quiere
decirse que tú no entras?
LUIS
No.
No valgo pa ciertas cosas.
MANOLO
Pues
yo no me pierdo la jarana. Va a ser de órdago a todo. El barrio se ha volcao en
el Imperio. Y vienen con siete gatos en la barriga. Sobre todo las mujeres. La van
a pelar. (Sale Camarero del bar y sirve)
CAMARERO
El
vermú. Y tómenlo despacio, que se van a divertir.
LUIS
¿Pues?...
CAMARERO
¿No
sabe usté la que le preparan a la «estrella» debutante? Aquí han venido la mar
de parroquianos a hacer coraje. Pa mí que la mondan. Yo, como pueda, pasaré a
la hora del jollín.
MANOLO
Vamos
a entrar. Será divertido.
LUIS
Me
da pena esa infeliz.
MANOLO
No
digas. Ganao se lo tiene. Hizo su gusto, y bien está. Pero ¿venir a afrentar a
los suyos encima de lo que les ha hecho sufrir? Amos, que no. Yo me alegro de
que le quiten hasta el tipo. Y pondré mi grano de arena.
LUIS
No
te quito la volunta. Pero yo no entro. Te espero aquí.
MANOLO
Bueno;
cuando salgan esas, las entretienes.
(Llega
Releñe por la segunda derecha)
RELEÑE
(Hablando
solo) Claro que yo tengo que entrar. Y rómpeme los jarretes pataliando. Y echar
el plumón por la boca dijiéndole perrerías. Porque, al fin y al cabo, soy el
que hi armau esta marimorena. No tengo más remedio que entrar y rájame de hacer
el burro. (Transición.) Pero, ¡releñe!, tamién es juada la que vamos a hacele a
la probecica. Y bien mirau, es mi dueña. Mi dueña, sin pódelo negar. Y tenemos
jubau juntos de pequeños, y... Yo debo goléeme atrás y sacar la cara por
ella... (Transición) Pero, ¡Releñe! ¿Y la infeliz de su madre, que se leventó
del soponcio? ¿Y mi otra dueña, la Pilara, que no devanta los ojos del suelo por
culpa de esta indina? ¿Y mi amo, el señor Donisio, que no ha echau luz dende
que se jopó? Eso no pué quedarlas! Yo entro. Y rompo vainte butacas. Y hago el
abrió hasta que me se lleven los del casco. (Inicia el mutis muy resuelto y se
detiene) Agora, que no puedo remedialo. Me da muchisma pena. Más me valía no
entrar. Ojos que no ven... ¡Releñe, qué compromiso! ¡No sé qué hacer¡ Si al
menos cantara aquellas jotas de antes... Pero tengo entendido que agora canta
en franchute... ¡Miá que cantar en franchute una de la Parroquia del gancho!...
Yo entro y rebuzno. Y sea lo que Dios quiera. (Vuelve a iniciar el mutis)
LUIS
¿Te
fijas en Releñe?
MANOLO
¿Qué
le pasa a ese estontorizao?
LUIS
¡Eh,
Releñe! ¿Te has vuelto de cabeza?
RELEÑE
Pa
todo tengo. Más m'alegro de encontrarus que si me cayera el gordo.
LUIS
¿Pasa
algo?
RELEÑE
¡Una
fiambrera! Pero no es nada pa lo que pué pasar, si el Siñor no lo remedia.
¿Sabís quién ha llegau?
LUIS
¿Quién?
RELEÑE
El
Agustín. (Estupor)
MANOLO
¿Agustín?
RELEÑE
Vistido
de sargento y con más cruces que un pelegrino.
LUIS
¿Cuándo?
(Ansiedad)
RELEÑE
Hace
un par de horas. Allá ha estau, en la posada, a ver a la Pilara y al agüelo. ¡Qué
espetaculo! Partía el corazón a rebanadas. ¡Nos himos pegau todos una
lloradera!
LUIS
¿Ves
tú qué fatalidá?
MANOLO
¡Luego
dicen de las novelas!
LUIS
¿Sabe Agustín que está aquí la otra?
RELEÑE
No.
Yo iba a escullíalo; pero el amo me ha dau un capón, pa que callara, que hi
visto las estrellas.
LUIS
Menos
mal.
RELEÑE
Pero
¡mucho tardará en enterase! Y como se entere... ¡con lo que la quería y con lo
furo que debe golver!...
LUIS
¿Se
ha quedao Agustín en la posada?
RELEÑE
No,
que ha ido a buscarus.
LUIS
Manolo,
vete y no pares hasta encontrarlo. Yo espero aquí, por si llegara.
MANOLO
¿Y
dónde doy con él?
LUIS
¿Qué
sé yo? Habrá ido a buscarnos al Moderno, a Royalty, a tu casa, a la mía.
Recórrelo todo. No debemos dejarlo solo. ¡Si se entera de que esa mujer está
aquí…!
MANOLO
Bueno,
me voy. Tú no te muevas, por si acaso.
RELEÑE
Yo
me voy a la puerta, a enzurizar a los del barrio. A ver si le cascan; que me
paice que sí le cascarán.
MANOLO
Hasta
luego. (Al mutis)
RELEÑE
(Al
mutis) Ya le daremos nusotros a esa jauta, ¡Ande va a parar, cantar en
franchute! (Desaparecen Manolo y Releñe, cada uno por su lado. Al mismo tiempo
llega Belén por la puertecilla del «music-hall»)
BELEN
¿Ande
va ese permaso? ¡Eh, tú, maláge! (Llamando a Manolo)
LUIS
Déjalo.
Vuelve en seguida.
BELEN
Paese
que va a coge un tren fugao.
LUIS
Anda,
siéntate. ¿Y tu amiga?
BELEN
(Sentándose)
De zeguía zale. E de plomo la hija de mi arma.
LUIS
¿Qué
tomas?
BELEN
Vermú,
porque zupongo que noz echarei bien de sená.
LUIS
(Palmotea)
¡Mozo! (Camarero, en la puerta)
CAMARERO
Mande.
LUIS
Vermú
pa ésta.
BELEN
Con
anchoaz, zi pué zé.
CAMARERO
Ya
lo creo. (Entra en el bar)
BELEN
¿Ha ocurrió argo? Tiés cara e fumerá.
LUIS
Acaban
de traernos una noticia que nos ha hecho polvo a Manolo y a mí. Un amigo que ha
llegao de Africa.
BELEN
Po
ezo no é pa poneze corbata e luto.
LUIS
¡Pero
da la casualidá dé que ese chico, que es como un hermano nuestro, fue novio de
Gloria del Moncayo.
BELEN
¿De
mi compañera?
LUIS
Ya
ves si es mala pata que hayan llegao los dos al mismo tiempo. Porque la quería
a cegar. Y ella se ha portao con él como una...
BELEN
Como
una mujé. ¿Pa qué anda con rodeoz?
LUIS
El
es muy hombre. Y si se entera de que está aquí...
BELEN
Película
ar canto. No me digaz má.
LUIS
A
buscar ese muchacho ha ido Manolo. (El Camarero sirve y se retira)
BELEN
¿Pero
ve tú qué perrízima zemo la hembra? Al hombre má carmúo le buzcamo una
perdisión.
LUIS
Si
Manolo da con él y lo trae para aquí, no pasará nada. Pero si no... Yo sé lo
quemao que está.
BELEN
A
ve. Pa tóo tiene.
LUIS
Lo
que ha hecho esa mujer no tiene perdón. En cuanto a él se lo llevaron pal moro,
ella se escapó de casa y se echó a cupletera.
BELEN
Lo
que yo te digo. Perrízima que zemo, manque noz ezté mal er dasirlo. ¡(Ignacia,
por la puerta del escenario)
IGNACIA
(Acabando
de vestirse) Como si te encorrerían, escapas pues.
BELEN
¿Ya
t'haz aviao? ¡Jozú, hija, que azaurón!
LUIS
¿Cómo
ha ido, chimba? ¿No os han tirao nada?
(Con
ironía)
BELEN
¡Mira,
er zaborío!
IGNACIA
Tomar
los pelos ya te sabe.
BELEN
Ha
de zabé tú que hemoz armao el arboroto.
LUIS
Como
siempre. ¿Tomas vermú, Ignacita?
IGNACIA
Senar
te quedría mejor.
LUIS
Tenemos
que esperar a Manolo.
BELEN
¿Tú
qué zaibe? Zi eztamo a doz deo de un drama pazioná. Ha yegao der moro er manús
que tuvo eza pamplinera de Gloria der Moncayo, y. le quié corta la cara.
LUIS
¡Hala,
hala, exageración!
BELEN
Hijo
e mi arma, lo que tú m'haz contao.
LUIS
Ni
Agustín ha sido el manús de nadie, ni acostumbra a apuñalar mujeres. Lo que
pasa, Ignacita, es que Gloria tuvo un novio y se portó con él como una
cualquiera. Y Manolo y yo tememos que se le caliente la sangre si ve a su novia
cantando cuplés.
BELEN
Pal
cazo...
LUIS
Como
verás, de lo que sucede a lo que ésta añade...
IGNACIA
Tendrías
que tomarte el tranvía de Archanda, o cosa así. (Gloria y Doncella, por la
segunda derecha)
BELEN
¡Míztela
la interfesta. Le vi desí a que ande prevenía. (Se levanta)
LUIS
Hazme
el favor de no echar la lengua al aire.
(Le
obliga a sentarse)
IGNACIA
Se
tiene rasón Luis. Nosotras, a callar. (Gloria y su doncella van a entrar por la
puerta del escenario)
BELEN
Adió,
tú. ¿No quiéz toma náa?
GLORIA
Buenas
noches.
BELEN
Aziéntate,
y píe lo que quieraz. Aquí convía.
GLORIA
(
Aparte) (¡Luis!)
LUIS
(Se
levanta y va a saludar a Gloria) Adiós, mujer. Por mucho que hayas subido, no
es pa que niegues la palabra.
GLORIA
Perdona,
Luis. Iba un poco preocupada. ¿Cómo estás?
LUIS
No
tan bien como tú. Chica, te ha sentao estupendamente la nueva vida. ¡Qué guapa!
¡Qué elegante! (Con sarcasmo)
GLORIA
(Turbada)
Bueno, Luis, ya nos veremos. Casi no me queda tiempo para vestirme. (Le tiende
la mano)
LUIS
Adiós,
Gloria, y ¡buena suerte. (Vuelve al velador)
GLORIA
(Va
a entrar en el «music hall» y se detiene) Oye, Luis. Un momento. Con permiso.
¿Tú has oído algo? Creo que me van a recibir muy mal.
LUIS
Mujer...
GLORIA
Tengo
un pánico horrible. Más que la primera vez que pisé un tablado.
LUIS
No
debías haber venido. Aquí todos saben... (Releñe, en el foro izquierda, tratando
de contener a alguien que no se ve)
RELEÑE
Amos,
Releñe, no sea usté desustanciau ni cabezón. Se vayan a casa, y ¡que la coja un
trenvía! (El señor Dionisio, forcejeando con Releñe y seguido de Pilara, muy
afligida)
DIONISIO
Aunque
haiga sido una loca, lleva mi sangre.
LUIS
(Aparte,
a Gloria) (Tu abuelo y tu hermana. Vete. Que no te vean)
GLORIA
¿Marcharme?
Si no puedo. (Corre hacia su hermana con los brazos abiertos) ¡Hermana mía!
PILARA
(Rehuyéndola)
¡Tú! ¡Y con esa ropa! ¡Dios mío, que vergüenza! (Llora amargamente)
GLORIA
(Repite
el juego) ¡Abuelo!
DIONISIO
(Con
dolorosa dignidad) ¿Quién es su mercé? No la conozco. Y pué que valga más.
RELEÑE
¡Güen
zancocho himos armau!
GLORIA
¡Abuelo!
DIONISIO
¿Qué
hi de ser yo abuelo tuyo? Encima de lo otro, que no es paja, has llegau a
Zaragoza, y no has ido a rézale a la Virgen ni a ver la sepoltura de tu madre, ni
te has acercan a la posada.
GLORIA
Tiene
usted razón; pero...
DIONISIO
¡Qué
poco el Agustín...! Nada nos toca, y su primera vesita ha sido pa nosotros...
GLORIA
¡Dios
mío! ¿Pero está aquí Agustín?
LUIS
Desde
hace unas horas.
DIONISIO
Ese
será, si es caso, nieto mío. A usté no la conozco, ni aún pa servila.
PILARA
Abuelo,
ámonos a casa.
LUIS
Sí,
señor Dionisio. ¿Pa qué quiere darse un mal rato?
DIONISIO
Esperarus.
Yo tuve una nieta que era mi argullo; pero me la robó el demonio malo de la
vanidá. Pal cuento, como tenía güen ver, se le llenó la cabeza de pajaricos, y
se jopó puel mundo a cantar cupletes...
GLORIA
Abuelo,
tenga usted caridad.
DIONISIO
Según
oídas, está hecha una raina: con mucho vistido de seda y mucho sombrerete y
muchas piedrerías. Claro que todo lo habrá ganau como se ganan esas cosas. ¡Si
me lo hubián dicho algún día! (Secándose una lágrima)
RELEÑE
(Haciendo
lo propio) Amos, tenga usté ánimo. ¿No me ve a mí?
DIONISIO
Si
su mercé se la alcuentra por ahí, le dice a qué precio himos pagau su capricho;
que por ella nos vemos sin honra; que su probecica madre — ¡hija de mi
corazón!—se murió de pena; que a su hermana la tienen los hombres sobreojo; y
que yo, voy con la cabeza baja dende estonces.
GLORIA
No
puedo más.
DIONISIO
Se
lo diga su mercé. Y le diga tamién que el tío Dionisio, el posadero, no tiene
más que una nieta, ésta, la Pilara, que es una mujer de bien. (Solloza)
PILARA
(Abrazándose
al señor Dionisio) ¡Abuelo!
DIONISIO
(Abraza
a Pilara y la besa en la frente) Amos, maña. Ya hi soltau todo lo que tenía que
soltar. Agora, ámonos a nuestra casica; a repudrinos de vergüenza mientras ésta
sale medio corita a cantar indecencias. ¡Adiós, señora! Que la Virgen la guíe y
a nusotros no nos abandone. (Apoyándose en Pilara, desaparecen, llorando los dos,
por el foro derecha. Releñe y Luis los acompañan hasta la caja. Luis, emocionado.
Releñe, haciendo gestos de cómica indignación)
GLORIA
(Desolada)
¡Madre del cielo!
BELEN
La
jerraura m'ha partió a mí er numerito.
IGNACIA
Como
si me pasaría algo te estoy. (Se seca los ojos)
DONCELLA
(A
Gloria, que llora en silencio) Vamos, señorita. No se atormente. Esto era de
esperar. Vamos... Tiene que vestirse...
GLORIA
(Recobrándose)
Tiene razón. Todos tienen razón; No he debido venir... Pero ya no hay
remedio... ¡A cantar!; A divertir a los que pagan y exigen! Lujos, aplausos...
¡Qué caros costáis! (Entra en el «music-hall», seguida de la doncella)
BELEN
Me
paese a mí que con eztaz coza, ze no ha puezto la sena a la funerala.
IGNACIA
Ni
tu chansa me lo dirías; porque te tengo un apetito...
BELEN
Pero
yo seno. Y tú también. Vamos pa dentro; que nos zirvan y ya pagarán ezo permaso.
IGNACIA
Abusar parece. (Camarero aparece en la puerta)
BELEN
(Inicia
el mutis hasta el interior del bar) Oye, chavea, cuando vengan Luí o Manolo,
que eztamoz en el rezervao de costumbre.
CAMARERO
Se
les dirá.
BELEN
Y
pa no estar paras, que noz traigan entremeze. (Entra en el bar seguida de
Ignacia)
CAMARERO
Eso
en el mostrador. Yo toreo por las afueras. (Una pausa. Vuelve Luis por el foro
derecha)
LUIS
(Extrañeza)
¿Y esas?
CAMARERO
Acaban
de pasar al reservao.
LUIS
Ah,
bueno. (Se sienta)
CAMARERO
¿Usté
no pasa?
LUIS
Luego.
(Enciende un pitillo, se levanta y escruta las bocacalles con gran impaciencia)
¡Ese mozo! ¿Dónde se habrá metido? Me escama que Manolo no haya dao con él.
(Vuelve al velador)
CAMARERO
Parece
que tarda su amigo.
LUIS
(Volviendo
a mirar en todas direcciones) Si yo supiera que había ido a casa de su primo...
Pero no me atrevo a moverme de aquí... (Mirando fijamente hacia el foro izquierda)
Por allí paece que viene un militar... La pinta es la suya... Pero no... Digo
sí... (Gritando) ¡Agustín!
AGUSTIN
(Dentro)
¿Quién me llama?
LUIS
Yo.
Tu amigo de siempre.
AGUSTIN
(Llega
presuroso y con los brazos abiertos, por el foro izquierda) ¡Luisillo!
LUÍS
(Abrazándole
con fuerza) ¡Agustín!
AGUSTIN
(Después
de una pausa) He preguntao por vosotros y me han dicho que os reuníais en un bar
de por aquí.
LUIS
Sabíamos
que habías llegao por Releñe.
AGUSTIN
En
la posada me han encaminao. ¿Y Manolo?
LUIS
Buscándote
por todo Zaragoza.
AGUSTIN
¡Abrázame
otra vez!
LUIS
(Abrazándole)
Chico, paece que fue ayer cuando te marchaste.
AGUSTIN
Y
han pasao tres años. ¡Las cosas que han pasao en esos tres años!
LUIS
Siéntate
y toma algo hasta que vuelva Manolo. ¿Qué te apetece?
AGUSTIN
Algo
fresco. Porque traigo el corazón encogido de tantas emociones. De la estación
me he ido al Pilar. Chico, no te rías, pero se me figura que la Virgen me ha
recibido sonriendo... (Luis palmotea. Sale el camarero, recibe orden de servir
y entra en el bar)
LUIS
¿Por
qué me voy a reír?
AGUSTIN
Se
conoce que se acuerda de que le he rezao pensando no volver a verla nunca.
Luego a la posada. ¡Qué escena! ¡Esa pobre Pilara! ¿Pues y el señor Dionisio?
Me han hecho llorar...
LUIS
Todos
nos acordábamos mucho de ti.
AGUSTIN
(Con
amargura) Todos, no.
LUIS
Calla.
No pienses en aquello.
AGUSTIN
Necesito
desahogar mi pena y mi rabia. ¿Y con quién mejor que contigo que has sido pa mi
talmente un hermano?
LUIS
¡Créeme;
si yo hubiera podido evitar lo que sucedió!
AGUSTIN
Ya
lo sé. (El camarero vuelve a salir del bar, sirve a Agustín y se retira)
LUIS
¡Las
cosas que le dije a esa mujer pa quitarle la manía! Pero fue un ramo de locura.
Se empeñó en hacer su gusto y no miró nada.
AGUSTIN
¡Maldita
mil veces! Lo que he penao por ella.
LUIS
No
te acuerdes.
AGUSTIN
Cuando
recibí la carta tuya, pensé que iba a dar en loco.
LUIS
Yo
me resistía a decirte la verdá... Pero no hubo otro remedio.
AGUSTIN
Y
pa que veas lo que son las cosas: de aquella rabia, de aquellas ganas de morir,
me ha venido esto: los galones, estas cruces, la fama de héroe que me han
colgao... ¡Héroe!
LUIS
Te
has portao como un valiente.
AGUSTIN
Como
un pobre desesperao. A ti debo decirte la verdá.
LUIS
Cuenta.
(Música)
AGUSTIN
Esta
historia de amargura
es
tan sólo para ti.
Una
noche clara
de
luna serena,
solo
con mi pena,
al
campo salí,
loco
de amor
y
el alma mía sin fe,
recordando
en mi dolor,
sus
promesas engañosas,
de
sus coplas el sutil rumor:
«Agüita
que corre al mar...
Agüita
que corre al mar,
atrás
no puede volver.
Así
es también mi cariño:
cariño,
cariño:
«Agüita
que corre al mar
y
atrás no puede volver.»
De
pronto, unas sombras:
dos
moros espías
de
un grupo que el puesto
iba
a sorprender.
Me
arrastro entre peñas
y
machete en mano,
con
sed de venganza,
hasta
ellos llegué.
Y
en lucha rabiosa
la
suerte fue mía
y
a los dos maté.
Por
pensar en una Gloría,
otra
gloria conseguí.
Cubierto
de heridas,
casi
sin aliento,
llego
al campamento
y
el alerta di.
Ciega
de furor
salió
mi gente con fe,
y
avanzando sin temor
añadieron;
nueva gloria
a
su historia de inmortal valor,
y
sus gritos de victoria
eran
vivas en mi honor...
Mi
patria clavó esta cruz...
Mi
patria clavó esta cruz
en
la tumba de un querer.
Bendito
el amor de España,
de
España, de España,
que
ampara con, esta cruz
la
tumba de mi querer.
(Hablado)
LUIS
(Conmovido)
¡Pobre Agustín! Ea, se acabó el penar. Estás en la flor de la vida y lo que
sobran son mujeres. ¡A vivir! ¡A divertirnos! Hay que remojar tu vuelta. (Manolo,
por el foro izquierda)
MANOLO
Chico,
eso no paece.
LUIS
¿Dónde
tienes los ojos?
AGUSTIN
¡Manolo!
(Se abrazan)
MANOLO
¡Agustín!
¡Qué alegría! ¡Aquí otra vez!
LUIS
Y
pa siempre.
MANOLO
¡Las
fiestas que vamos a pasar!... Tengo un plan de primera. Cenamos. Remojamos la
vuelta de éste, lo que se dice bien. Y luego, a la Jota de Ronda.
AGUSTIN
Yo
quiero una guitarra. ¡Ni ganas que tengo de rondarle a la Virgen! (Releñe, por
el foro derecha)
RELEÑE
¡Releñe!
¿Pues
no me hace el pecho «tumbe», «tumbe»? Amos, que no valgo yo pa esto. (Reparando
en el grupo) ¡Ah! ¿Ya ha paicido éste?
LUIS
Ya
lo tenemos aquí. Oye, Manolo; hay que levantar el campo. (Confidencial)
MANOLO
No
te entiendo.
LUIS
Tenemos
que llevarnos a Agustín, pa que no se entere de nada.
RELEÑE
Déjame
a mí, y verás. Agustín, ¿quiés juate que no has visto el Ebro? Amos a velo.
AGUSTIN
Quita,
hombre.
RELEÑE
T'alvierto
que agora es más ancho. Y al Huerva l'han puesto tejau.
AGUSTIN
Eso
es curioso.
RELEÑE
¡Tú
qué sabes lo que ha ganau la ciudá! Amos, amos a refitolialo todo. (Lo coge de
un brazo)
BELEN
(En
la puerta del bar) ¿Pero ez que noz vai a dejar plantas jasta que echemos raí?
AGUSTIN
(A
sus amigos) ¡Hola! ¿Teníais gato encerrao?
BELEN
Estimando,
melitar, eza comparasión con er minino.
AGUSTIN
Perdone,
reina. Ha sido un decir. Con gatos como usted, no me importaría nada ser
cordilla.
BELEN
¡Ele
los hombres! Me paese, Luí de mi arma, que er zargento te va a deja a copas.
MANOLO
Te
advierto, héroe, que lo mejor está allá dentro.
BELEN
Muchas
grasia. Tú siempre tan finoli.
MANOLO
Ven
que te presento. Es una bizcaitarra que quita el hipo. (Lo coge del brazo y se
lo lleva en dirección del bar)
AGUSTIN
(Desde
la puerta) ¿No entráis vosotros? (Desaparece con Manolo)
BELEN
Yo,
sí. Me ha dao er flechaso eze güen moso. (Intenta seguirles)
LUIS
Oye, prenda; me harás el favor de no
cacarearlo, todo, como acostumbras.
BELEN
Mira,
mira, hijo; a mí no me hables en sifra.
LUIS
Quiero decir que no se te escape delante
del sargento que es su antigua novia la que canta ahí.
BELEN
¿Y
ezo?
LUIS
Por
algo será.
BELEN
Enterá.
LUIS
Anda
con ellos. En seguida voy yo. (De la parte del «music-hall» llegan los ecos
apagados de la musiquita de un cuplé francés y la voz de Gloria que canta)
(Música)
GLORIA
(Dentro)
Ma
petite tres joli
poupé:
t'embrasser
par toujour
je
veux.
Douce
le soleil d'amour,
Remplí
mon pauvre coeur
avec
le clair rayón
du
sa lumiére.
Ma
petite tres cherí
poupé:
ne
me refusez pas
tes
yeux.
¡Ton regard est ma vie,
poupé,
poupé.
Ma
poupé, ma poupé,
le
plus jolí;
ma
poupé, ma poupé
le
plus gentil:
mon
coeur t 'adore
plus
que jamáis.
Je
veux ta bouche,
ma
poupé, ma poupé.
(Desde
las primeras estrofas del cuplé se inicia la protesta del público con carcajadas,
ligeros silbidos y frases sueltas de mofa y de burla. A medida que la canción
avanza, la protesta va degenerando en bronca imponente. En escena, la acción va
desarrollándose simultáneamente con el escándalo del «music-hall»)
(Hablado)
VOCES
(Dentro)
¡Fuera! ¡Fuera! ¡Que se vaya! (Silbidos, pataleos)
BELEN
¡La
Macarena! ¿Qué paza?
LUIS
Lo
que tenía que pasar.
BELEN
E
un «jay» de loz de no te menéz. (Más fuertes, los silbidos, el pataleo y la
bronca)
VOCES
(Dentro)
¡Fuera! ¡Que se vaya! ¡A la calle!
RELEÑE
¡M'alegro,
m'alegro y m'alegro! ¡Por cantar en franchute! (Vocerío por la parte del foro
derecha)
VOCES
¡A
la puerta del escenario! ¡A la puerta del escenario! (Inspector, en el foro
derecha)
INSPECTOR
¡Atrás!
(Finge contener)
VOCES
(Dentro)
¡A apedrearla! ¡A apedrearla! (Se apagan las luces del «music-hall». Crece el
vocerío)
LUIS
Esto
es demasiado.
BELEN
Chavó
con tu pueblo. Tié malaz purgaz.
RELEÑE
Agora
me entran granas de llorar. ¡Si seré gallina! Pero ¿pa qué habrá cantau en
franchute esa desustanciada?
INSPECTOR
(Enérgico)
¡Que nadie pase!
BELEN
Vamoz
pa adentro, chavá, que ezto ze pone feo.
RELEÑE
¡Releñe,
cómo corren!
BELEN
No,
que se van a queá ezperando el higuí. (Gloria, con un abrigo sobre el traje
fantasía, en la puertecilla del escenario, acompañada de su Doncella)
GLORIA
(Sollozando)
¡Dios mío, qué amargura!
DONCELLA
No
salga, señorita, que nos van a linchar. (Retrocede espantada)
GLORIA
Mejor.
(Sale a la calle)
INSPECTOR
No
tema. No le pasará nada.
DONCELLA
Señorita,
que nos linchan. (Sale muerta de miedo)
GLORIA
¡Esto
es horrible!
LUIS
Gloria...
BELEN
Compañera...
GLORIA
Se
me está bien. Desafiar a un pueblo es como tentar a Dios. (Llora amargamente)
INSPECTOR
Vamos
al encuentro de un carruaje. Serénese. No tenga miedo.
GLORIA
Vamos
adonde quiera.
DONCELLA
Yo
no puedo más. Se me doblan las piernas.
LUIS
Si
quiere, yo puedo acompañarla.
BELEN
Y
yo.
INSPECTOR
No
hace falta. Vamos, vamos. (Desaparece Gloria, por el foro izquierda, acompañada
del Inspector y seguida de la Doncella, que va muerta de espanto)
RELEÑE
(Muy
compungido) ¡Releñe! ¿Pero se la llevan presa? (Desaparece corriendo tras ellos.
Una pausa)
BELEN
Eztas
emoslone m'han despertao la carpanta. (Agustín, en la puerta del bar, seguido
de Manolo)
AGUSTIN
(Nervioso,
alterado) ¡Pero, hombre, Luis! ¿Cómo no me has dicho...?
LUIS
¿Pa
qué?
AGUSTIN
Estos
me han enterao. ¿Le ha pasao algo?
LUIS
Fuera
del susto, nada. Acaba de salir con uno de la Policía.
AGUSTIN
¿Por
dónde han ido?
LUIS
Por
esa calle.
AGUSTIN
Entonces...
(Inicia el mutis hacia el foro izquierda)
LUIS
(Cerrándole
el paso) ¿Adonde vas?
AGUSTIN
A
jugarme la vida por ella, si hace falta.
MANOLO
¡(Reteniéndole) ¡Amos! ¡Cacho .primo!
AGUSTIN
Dejarme.
(Forcejea) Aunque sea una mala mujer, la he querido; soy hombre y soy baturro.
TELON
CUADRO SEGUNDO
Telón
corto. Puerta baja del Pilar, verja y parte de la fachada del templo.
Rompimiento de calle y jardín. Es de noche. Rumor lejano de ronda. Volteo de
campanas.
Gloria,
por la izquierda. Traje oscuro y sencillo. Un velo a la cabeza.
(Música)
GLORIA
Vuelven
las horas lejanas,
¡ay,
madre querida!
El
eco de esas campanas
es
toda mi vida.
¡Son
mis campanas,
las
mías son!
Qué
lejos están los días,
¡ay,
madre adorada!,
cuando
mi cuna mecías,
al
rumor de tu canción:
«Palomica
aragonesa,
no
dejes tu palomar;
que
te harán volver de lejos
las
campanas del Pilar.»
(Más
íntimo)
Por
vanidad y locura,
he
roto mi vida.
Ni
hallo ternura
ni
compasión.
Sola
con mi desconsuelo,
¡ay,
madre querida!,
oigo,
cual voces del cielo,
los
ecos de tu canción:
«Palomica
aragonesa,
no
dejes tu palomar;
que
te harán volver de lejos
las
campanas del Pilar.»
(Penetra
en el templo. Una pausa, muy breve. Releñe, por la izquierda)
(Hablado)
RELEÑE
Ya
te tengo, pájara. ¡Uf! ¡Lo que hi trotau pa dar con sus güesos! Esa probé gente
están que no viven. Tanto decile que no tenía el gusto de conócela, y agora salimos
con que está en brasas por saber ande ha ido a parar. La Ceca, la Meca y el
Valle de Andorra hi tenido que correr pa entérame. Menos mal que ya l'hi pescau
la vuelta. Me voy corriendo a la posada. Pero antes, jate tomar aliento, que me
corre .por cada pelo un chorro de agua. (Luis y Manolo, por la derecha)
LUIS
¿Qué
haces aquí, Releñe?
RELEÑE
Ya
lo vis.
MANOLO
¿Has
visto a Agustín?
RELEÑE
¿No
estaba con vusotros?
LUIS
Pero
se ha. empeñao en buscar a Gloría, y no hemos podido con él.
MANOLO
Ese
hace esta noche una sonada.
LUIS
¿Dónde
se habrá metido?
RELEÑE
Agora
que caigo. Pué que se haiga ido a la ronda.
LUIS
Vamos
a ver. Por este lao paece que se oye. (Desaparecen por la izquierda)
RELEÑE
¡Adiós!
¡Vaya una despidida! ¡Dichoso sargento! Entre él y la otra, nos train a todos
de cabeza ¡Vay! Ya hi descansau. Me voy a decile al amo… y echar un bocau, y
que estoy en ayunas dende hace lo menos dos horas. (Inicia el mutis hacia la
izquierda, y se detiene) Voy a descansar otro poquico y a echar un pito, ¡que rediela!
(Se pone a liar un pitillo. Pausa breve. Agustín por la izquierda)
AGUSTIN
¡Releñe!
RELEÑE
(Volviéndose)
Agora mismo m'han pregutao por tu Luis y el Manolo. (Señalando a la izquierda. Puallí
se han jopau, a ver si ibas en la ronda.
AGUSTIN
Pa
rondas estoy. ¡Esa mujer! ¿Por ca no habrá ido?
RELEÑE
Ni
le cale. Aquello parte la alma. El amo con la cabeza puel suelo. Y la Pilara,
más muerta que viva.
AGUSTIN
¿Dónde
se habrá metido?
RELEÑE
(Con
intención) Maño, si fuás perdiguero poca caza devantarías.
AGUSTIN
¿Por...?
RELEÑE
¿No
te dice el fato que la liebre está cerca
AGUSTIN
¿Dónde
está?
RELEÑE
Paices
simple.
AGUSTIN
(Mirando
a la puerta del templo ) ¿A dentro? .
RELEÑE
¿Ande
va a estar la enfeliz, tan sola y tan afligida?
AGUSTIN
Me
lo he debido figurar. Espérame.
RELEÑE
¿Qué
vas a hacer? (Reteniéndole)
AGUSTIN
Entrar.
RELEÑE
Miá
que es la casa de Dios. U de la Virgen Santísima, que pal caso es lo mismo.
AGUSTIN
Necesito
hablar con Gloria, sea donde sea.
RELEÑE
No
entres. (Le coge de un brazo) No pues intrar a nada güeno.
AGUSTIN
Te
equivocas. No quiero mas que hablar con ella. Y no por mí, que lo mío ya no
tiene remedio. Por su abuelo, por su hermana...
RELEÑE
Júralo.
AGUSTIN
(Solemne)
Por la gloria de mi madre.
RELEÑE
(Soltándole)
Entonces, te dejo.
AGUSTIN
Si
aún le queda corazón... {Entra en el templo)
RELEÑE
Agora
que la Virgen se las componga con ellos. (Desaparece por la izquierda. Pausa.
Se acentúa el rumor de la ronda. Llegan los rondadores, por la derecha, en doble
fila y rodeados de curiosos. La ronda se detiene ante la puerta del templo)
(Música)
CANTADOR
Cantemos
a la Virgen.
RONDADALLA
Virgen
del Pilar.
CANTADOR
Hoy
las voces rondadoras
parecen
de plata,
y
suenan mejor que nunca
las
moras guitarras.
Es
el pueblo, que le dice
su
veneración
a
la Virgen Capitana,
con
esta oración.
¡Oración!
¡Oración,
son
los cantares
en
Aragón!
RONDADALLA
¡Oración!
¡Oración! ¡Oración
son
los cantaras
en
Aragón!
CANTADOR
Cantemos
otra copla.
RONDADALLA
Vamos
a cantar.
CANTADOR
Como
a una novia bonita
te
canta la ronda,
porque
sabe que te alegran
las
coplas de/ jota.
y
las coplas que se cantan
con
el corazón,
llegan
puras hasta el cielo,
como
una oración,
¡Oración!
¡Oración,
son
los cantares
en
Aragón!
RONDADOR
¡Oración!
¡Oración! ¡Oración
son
los cantareis
en
Aragón!
CANTADOR.
¡A
echar la despedida!...
TELON
CUADRO TERCERO
Interior
del templo. Nave lateral, con toda que la perspectiva consienta el escenario.
En el primer término esta nave ha de ocupar dos tercios del ancho de la escena.
A la derecha, un trozo de da capilla de la Virgen, y el camarín, vistos por
entre las columnas del templete.
Gloria,
arrodillada, entre dos columnas.
(Música)
GLORIA
(Recitando
a orquesta) Dios te salve, María Llena eres de gracia. El Señor es contigo y
bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
(Cantado)
¡Ay,
madre de Dios!
Me
siento morir.
Ya
no tiene nadie
piedad
para mí.
La
suerte fatal
me
trajo esta cruz.
¡Ay,
santo Pilar,
ampárame
tú!
¡Ay,
madre de Dios!
Me
siento morir.
Ya
no tiene nadie
piedad
para mí.
{Agustín,
por el foro, lentamente, y como buscando a alguien. Desaparece por un crucero,
vuelve a reaparecer y llega al primer término, descubriendo a Gloria. Voces,
dentro, de Infantinos y Coro, acompañados de armonium)
CORO
DE INFANTES
(Dentro)
Nobilis,
nobilis,
est
Regina Mater
sustine
nostra
fide
inter de ilumina
tu
e glorie.
AGUSTIN
(Viendo
a Gloria)
Es
ella.
GLORIA
Ampara
tú mi soledad.
AGUSTIN
¡Gloria!
GLORIA
¡Dios
mío!
AGUSTIN
Yo
soy Agustín.
GLORIA
¡Dios
mío, piedad!
AGUSTIN
Gloria,
no vengo por mí.
Vengo
por ellos,
a
pedir por los tuyos,
por
aquel pobre viejo
que
ahoga la pena
y
vive muriendo.
GLORIA
Pero
tú olvidaste.
AGUSTIN
(Con
dolor supremo)
¡Olvidar!
¡Quién pudiera olvidar!
Cuántas
veces solo
entre
las chumberas,
el
afán me mintió:
«Pronto
ha de llegarte
la
carta que esperas.»
Pero
aquella carta no llegó.
¿Es
que me ha olvidado?
¿Es
que no me quiere?
¡Virgen
mía! ¿Por qué?
Y
loco de pena
yo
busqué la muerte,
Pero
más tranquilo, pensé:
Los
de Aragón
no
saben qué es llorar;
los
de Aragón
no
saben qué es gemir.
Los
de Aragón
no
caen sin luchar.
¡Pecho
a la vida!
¡Hay
que vivir!
Olvida
tu querer.
¡Arriba
el corazón!
Canta
las penas
que
más te hieren;
porque
así quieren
los
de Aragón.
(Gloria
suspira y solloza en silencio)
Por
fin, una carta,
que
no era la de ella,
la
verdad me contó:
«La
que tú querías,
por
tu mala estrella,
sin
piedad su casa abandonó»
Pero
¿cómo pudo
tan
buena y tan pura
olvidar
lo que fue?
Aún
el alma mía
perdonar
quería.
Pero
más tranquilo, pensé:
Los
de Aragón
no
pueden olvidar;
los
de Aragón
no
pueden transigir;
los
de Aragón
no
pueden perdonar.
¡Basta
de dudas!
¡Antes
morir!
Olvida
tu querer.
¡Arriba
el corazón!
Sufrir
ofensas
que
el honor hieren,
mejor
morir prefieren
los
de Aragón.
GLORIA
(Consigo
misma)
No
saben perdonar.
(Avanza
suplicante)
No
saben perdonar...
AGUSTIN
¿Perdonar
una infamia tan grande?
Eso
nunca ha de ser.
¡Jamás
podría, aunque yo quisiera,
llamarte
mi mujer!
(Recitado dentro de la orquesta)
(Hablado)
GLORIA
¿Qué
piensas de mi?
AGUSTIN
Lo
que piensa todo el mundo.
GLORIA
¿Tú
crees...?
AGUSTIN
Creo
que eres una mala mujer; ¡una perdida!
GLORIA
Eso
no.
(Cantando)
Té
juro por esa Virgen,
por
esa piedra sagrada,
que
habré podido ser loca,
pero
nunca he sido mala.
Tan
puro como mi cuerpo
conservo
mi corazón.
Yo
también soy de esta tierra.
¡Yo
también soy de Aragón!
Créeme,
créeme;
mil
veces lo juro.
AGUSTIN
No
sé lo que siento
(A
un tiempo)
GLORIA
La
vida entera daría
por
llegar a convencerlo;
pues
ahora que me desprecia,
más
de corazón lo quiero.
He
podido defenderme
de
toda mala pasión,
porque
siempre me acompaña
el
recuerdo de su amor.
AGUSTIN
La
vida entera daría
por
creer su juramento';
cuanto
más dolor me cuesta
más
de corazón la quiero,
No
sé lo que le sucede
a
mi pobre corazón,
que
está muriendo de celos
y
está muriendo de amor.
AGUSTIN
Gloria,
vuelve a tu casa.
Yo
te lo pido.
(Coro
e Infanticos, dentro)
CORO
Nobilis,
nobilis
est
Regina Mater
sustine
nostra
de
incolumna tu e gloria.
GLORIA
¡Volver
a mi casa!
¿Y
eres tú quien me lo pide?
AGUSTIN
Yo
te lo ruego. Adiós.
(Inicia
el mutis hacia el foro. Al pasar por delante de la Virgen, dobla la rodilla y
se santigua. Ora un segundo. Luego sigue lentamente por la nave. Gloria vacila,
angustiada
por
fin va hacia él y lo trae al primer término.
GLORIA
(Sollozante)
¡Agustín!
¡Agustín!
Si
vuelvo a mi casa,
¿me
recibirán?
(Compases
de orquesta. Signo afirmativo de Agustín)
Y
si ellos me perdonan,
tú...
¿me perdonarás?
(Agustín
calla. Compases de orquesta)
¿Qué
contestas?
AGUSTIN
Gloria,
la Virgen te lo dirá.
(Mutis
lento por el foro)
GLORIA
¡Ay,
madre de mi vida!
¿Qué
hacer?
¡Dios
mío, no sé!
¡Ay,
madre mía! ¡Ampárame!
(Suena
la rondalla dentro y la voz de un tenor que canta)
Palomica
aragonesa,
no
dejes tu palomar;
que
te harán volver de lejos
las
campanas del Pilar.
Palomica
aragonesa,
no
dejes tu palomar.
GLORIA
¡Pilarica
santa! ¡Madrecica buena! Aconséjame tú. (Cae de rodillas)
TELON
CUADRO CUARTO
Posada
típica de Zaragoza. Patio descubierto. A todo foro, galería voladiza. Bajo el
voladizo, un gran portón. Puertas laterales. En lugar conveniente, mesas
forradas de cinc y sillas de esparto. Luz de día pleno.
Belén,
Ignacia, Luis y Manolo, sentados a una de las mesas, picotean los entremeses,
en espera de que Agustín llegue.
RELEÑE
(Por
la primera derecha) ¿No ha venido?
LUIS
Aún
no.
RELEÑE
Pues
la Pilara está hecha un basilisco.
BELEN
¿Por
qué, calamiá?
RELEÑE
Porque
se pone la padella como un cerote. Amas, amas, ¡güen día es hoy pa lilailas!
Tua
la
casa está llena de gente y todos meten prisa, que paice que se van a ahuecar.
IGNACIA
¿Te
tienes mucha faena o así?
RELEÑE
Entre
la noche que himos pasau y la mañana que estoy llevando, ya no me queda güeso
en su puesto. ¡Releñe ! ¡Si no hubiá mas que échalo todo a rodar...! (Inicia el
mutis hacia la cocina)
BELEN
Este
niño está sembrao.
RELEÑE
No
me tire su mercé de la lengua, porque si m’arriman un misto, reviento como un
güete. (Palmas porfiadas adentro)
PILARA
(Dentro)
¡Releñe!
RELEÑE
¡Voy!
¿Lo estáis viendo? Ni santiguase le dejan a uno. (Se repiten las palmadas. El
señor Dionisio en la primera derecha)
DIONISIO
¡Releñe!
¿No oyes que llaman?
BELEN.
¡Hijo
de mi arma! Tu azaura no tendría presio pa fuagrás.
RELEÑE.
¡Si
no me valiera de mi conocimiento, ya le diría yo a su mercé... cuántas son tres
y dos, cinco»
DIONISIO
Anda
pa adentro y déjate de romances; que charras más que un sacamuelas.
RELEÑE
¡Nada!
¡Como si fuera uno una máquina! ¡Aun dicen! ¡Maldito sea el que inventó los
calendarios! (Desaparece por la derecha, muy indignado)
LUIS
¿Usté
comerá con nosotros, abuelo?
DIONISIO
No,
maños, no. No estoy pa nada. Sólo de verus se me arrastran los ojos. (Desaparece
por la derecha)
LUIS
Belén,
que la vas a empalmar.
BELEN
Bebe
tú también y no prediques, que paeses un padre mizionero.
MANOLO
En
cambio, mi neska es talmente una vaca de su país. Rumia y calla.
IGNACIA
Aspero
te eres, como lija que disen. Si no te quedría tanto, ya te plantaba pues.
LUIS
(Se
levanta y llega al portón del foro) Nada, que Agustín no aparece.
BELEN
El
amigaso es un rato fresco. Ensima de que le vamo a homenajea...
MANOLO
Andará
detrás de esa.
LUIS
Seguramente.
Se le ha metido entre ceja y ceja hablar con Gloria, y no puede negar que es de
la tierra.
IGNACIA
Clavos con el cabeza se clavaría.
MANOLO
¿Y
qué hacemos? Porque yo llevo un perro aquí. (El estómago)
BELEN
Mi
menda, una maná de loboz.
LUIS
(Volviendo
a sentarse) ¿Qué vamos a hacer? Esperar. El vendrá cuando quiera.
BELEN
Pero
ezperá azi, mano zobre mano...
LUIS
(Se
levanta de mal humor y va a la puerta de la cocina) ¡Releñe! Trae más
entremeses. Y un tonel de vino pa esta esponja.
RELEÑE
(Dentro)
¡Va!
LUIS
¿Has
oído?
RELEÑE
(Idem)
¡Va! ¡Va! ¡Vaaaa!
BELEN
Le
vi a da un capón a eze perro de aguaz... (Una pausita. Releñe, con entremeses y
botellas)
RELEÑE
Me
blinca todo, como si tuviera el baile de San Vito. ¿Qué? ¿Ha llegau?
BELEN
Eze
no yega, manque lo sertifiquen.
RELEÑE
Ni
vendrá. Cosa que a mí me se meta aquí (La frente), cosa sale.
BELEN
¿Y
qué te z'ha metió en eze pederná?
RELEÑE
Que
la Gloria y el Agustín han hecho alguna animalada. ¡A lo mejor, s'han tirau al
Ebro de punta cabeza!
BELEN
¡Caya
zi quiere, ezaborisión! (Agustín, por el foro)
AGUSTIN
Ya
estoy aquí. Perdonarme, pero...
BELEN
¿Haz
venío en moto, guazón?
LUIS
Calla,
si puedes.
AGUSTIN
Me
vais a hacer un favor, ¿verdá?
MANOLO
¡Hombre!
LUIS
Lo
que tú digas.
AGUSTIN
(A
Luis) Marchaos de aquí. Que os pongan la mesa adentro, donde sea. ¿Sabes? Va a
venir Gloria. Y si os ve, puede que no se atreva a entrar.
LUIS
¿Has
hablao con ella?
AGUSTIN
En
el Pilar. Y me da «1 corazón que va venir.
AGUSTIN
¿Dónde
para el abuelo?
RELEÑE
Pu
adentro lo tienes.
AGUSTIN
Voy
a prepararlo. (Se dirige hacia la puerta Pilara, en la primera derecha)
PILARA
¿Ya
estás aquí? Voy a sacaros la comida.
AGUSTIN
Espera.
¿Dónde está el abuelo?
PILARA
(Sobresaltada)
¿Ocurre algo?
AGUSTIN
Nada.
Marchaos de aquí vosotros. (Ademán de entrar en la cocina)
PILARA
(Reteniéndole)
¿Qué pasa, Agustín?
AGUSTIN
Tu
hermana. Me figuro que vendrá. ¿Por donde anda el abuelo? (Desaparece por la
puertecilla, seguido de Pilara)
RELEÑE
Pues
no s'han tirau al Ebro ni nada.
LUIS
¿Habéis
oído? Vamos a llevarnos todo esto.
BELEN
Bueno;
pero ¿ze pué zabé...?
LUIS
Va
a venir Gloria. Y no conviene que nos vea. ¡Hala, Releñe! Carga con cosas. Y
tú. Y todos. (El da el ejemplo. Coge bártulos de encima de la mesa y desaparece
por la izquierda)
BELEN
(Imitándole)
¡ Pajolera niña! Noz va a ezbaratá toas las comías.
RELEÑE
(Idem)
¡La sarracina que se va a armar!
IGNACIA
Yo
te estoy bien contenta de que esa chica se vuelva. ¡Quién pudiera hacerse otro
tanto!
MANOLO
(Cogiendo
una punta del mantel) Agarra de esa punta, chimba, que te voy a cantar el
Guarnikako. (Desaparecen, llevándose la ropa,. Un segundo la escena sola. Colas
el Tablones, Antonio y Francisco, por el portalón. Colás, algo “mojado”.
Antonio y Francisco, a medios pelos)
TABLONES
En
mi vida lo hi pasau mejor que lo estoy pasando agora. ¡Asentarus! (Palmotea)
Vais a ver quién es el Tablones ausequiando. (Otra vez palmotea) ¿A que no sabís
de qué me alcuerdo? De lo que cantaba anoche la franchuta. (Golpeando el suelo
con la vara) ¡Pal pupé! ¡Pal pupé! (A gritos) ¡Quió! ¿Ande se mete ese
zampatortas? (Releñe por la segunda izquierda)
RELEÑE
Este
tío era lo que me estaba hiciendo falta.
TABLONES
¿Eres
tiniente u qué?
RELEÑE
¡Amén
de Dios! Pa fusílalo a su mercé en el inte.
TABLONES
Vengo
a comer. Y a ver si vus tentáis la garra; que traigo envitaus.
RELEÑE
(Aparte)
(¡Había de trair el colera!)
TABLONES
Sácanos
el vermú; quié decise un litro de Cosuenda, de ese que se cuerta con un cuchillo.
RELEÑE
(De
mal aire) Va de seguida.
TABLONES
Y
sin poner mala cara. Porque yo me mato con Dios.
RELEÑE
Algo
menos será.
TABLONES
(Enérgico)
¡Con Dios!
RELEÑE
Bueno;
usté lo pase bien. (Desaparece por la izquierda)
TABLONES
Amos
a ver: ¿qué vus apetece? Pidir por esas bocas. ¿Vus paice que pa empezar le
metamos mano a un ternasquico?
ANTONIO
Como
quieras.
FRANCISCO
Nusotros
semos envitaus. (Pilara sale por la derecha y se acerca al portalón con visible
ansiedad)
TABLONES
No
estís como gallina en corral ajeno. ¡Maja! ¿Nos puén echar de comer aquí?
PILARA
Tendrán
que esperar un poco.
TABLONES
En
hubiendo bebida, too lo que sea menester. Amos, no pongas cara fura; que t'hi
de mercar un refajo. (Releñe por la izquierda, con un porrón)
RELEÑE
El
vino.
TABLONES
(Ofreciéndole
el porrón a Francisco,) Anda pa abrir boca.
PILARA
Releñe;
les pondrás la mesa aquí a estos señores.
RELEÑE
¿Aquí?
TABLONES
Aquí.
¿Qué hay con el perro?
PILARA
(¡Qué
hombre más bruto!) (Sigue mirando a la calle)
RELEÑE
Yo
es que lo mataría.
TABLONES
¿Has
hablau de matar? Aquí tienes tajo. Dos puñaladas te doy de ventaja.
RELEÑE
¿Sabe
su mercé lo que le digo?
PILARA
Releñe,
sirve y calla.
RELEÑE
Ya
voy. ¡Pero malditos sean mis entesijos! (Desaparece por la derecha. Pilara tras
él)
TABLONES
Otro
rolde. (Ofreciendo el porrón)
ANTONIO
Yo
no bebo más.
FRANCISCO
Cuidau
con este vino; que pega.
TABLONES
¿Qué
ha de pegar esto? Si es flor de malva! (Bebe un trago larguísimo)
GLORIA
(Gloria,
en el portón, emocionada y cohibida) Ave María.
TABLONES
¡Tama!
Si paice la gurriona de anoche.
ANTONIO
La
misma que viste y calza.
TABLONES
¿Te
has perdido u qué, güeña moza? Amos, pasa. Con toda satisfación.
GLORIA
(Avanza
un poco) Buenas tardes.
TABLONES
No
tengas miedo, tontica. Sernos mucho güen presomal. Asiéntate. Agora podías
cántanos lo de anoche. ¡Pal pupé! ¡Pal pupé!
GLORIA
¡Déjeme,
buen hombre!
TABLONES
Vainte
riales, si lo cantas. ¡Pal pupé! ¡Pal pupé!
GLORIA
Déjeme
en paz. (Miedo y asco)
TABLONES
Cuarenta
riales, si lo cantas. (Se le aproxima zalamero)
GLORIA
¡Dios
mío, qué vergüenza!
ANTONIO
¡Déjala,
Tablones! La probé no está pa cánticos.
FRANCISCO
Amos,
bebe y deja en paz a esta enfeliz.
TABLONES
No
me da la gana. Agora m'ha entrau a mí el capirucho de que cante pa nusotros solicos.
¡Cincuenta riales te doy! ¡Pal pupé! ¡Pal pupé! (Acercándose más)
GLORIA
(Altiva)
¡Apártese!
TABLONES
Si
fuéramos mainates no t'harías tanto de rogar. (Intenta echarle una mano al
hombro)
GLORIA
¡Insolente!
¿Usted, qué se ha creído? (Agustín en la primera derecha)
AGUSTIN
¿Qué
ha hecho este hombre? (Separando violentamente a Tablones)
GLORIA
Está
bebido.
TABLONES
Nada,
melitar, gástale una groma de güen genero a esta matica de albahaca. Foro no
quié coles. Pal cuento, como lleva uno mala ropa...
FRANCISCO
Calla,
Colás.
AGUSTIN
A esta
mujer no le falta nadie delante de mí. (Amenazador)
TABLONES
Maño,
si yo no l'hi faltan. L'hi pedido que cantara, que es su oficio. Pero en
armonía. (Releñe, en la derecha, abriendo un palmo de boca)
GLORIA
Y
voy a darle gusto, buen hombre.
AGUSTIN
¡Gloria!
RELEÑE
¡Ni
otro que se ha güelto de cabeza!
TABLONES
Cincuenta
riales te ganarás. Lo ofrecido es diauda.
GLORIA
Voy
a cantar por nada. Coge la guitarra. Releñe. Quiero que me acompañes tú.
AGUSTIN
¡Gloria!
¿Estás en tu juicio?
GLORIA
Ahora,
sí. Anda, muchacho.
RELEÑE
Camandulera,
si no sé más que puntiar la jota.
GLORIA
Ya
sabes bastante.
AGUSTIN
Pasa
adentro o vete. (Doloroso imperio. Gloria le replica con un ademán persuasivo.
Releñe trae una guitarra y empieza a rasguear la jota)
GLORIA
Palomica
aragonesa,
no
dejes tu palomar;
que
te harán volver de lejos
las
campanas del Pilar.
(Aparecen
en la derecha Pilara y el señor Dionisio. En la izquierda, Belén, Ignacia, Luis
y Manolo. Todas las comparsas que se crea conveniente en el portón)
AGUSTIN
¡Esto
es lo tuyo, mujer! ¡La posada! ¡La jota! Canta de nuevo. Ahora seré yo quien te
acompañe. (Le arrebata la guitarra a Releñe)
GLORIA
Agüita
que corre al mar...
GLORIA
y AGUSTIN
Agüita
que corre al mar,
atrás
no puede volver.
Así
es también mi cariño,
cariño,
cariño;
agüita
que corre al mar
y
atrás no puede volver.
PILARA
(Corre
hacia Gloria con los brazos abiertos) ¡hermana mía! ¡Con nosotros al fin!
GLORIA
¡Y
para siempre! (Se abrazan. Luego va hacia el señor Dionisio con los brazos
abiertos) ¡Abuelo!
DIONISIO
(Riendo
y llorando a un tiempo) Hijica de mi vida. ¡Gracias a Dios podré morirme
tranquilo!
GLORIA
¡Viejecito
mío! Nunca más me separaré de su lado.
DIONISIO
¡Tenía
que ser! Ha pasau su ramo de locura; pero es mujer de bien. Todo corazón, como
semos los baturros, los de la cabeza atada, los que himos nacido en esta tierra
bendita... (La orquesta ataca los primeros compases)
«Los
de Aragón...»
TELON
Información obtenida en:
http://archive.org/stream/losdearagonzarzu3175serr#page/n1/mode/2up
http://archive.org/stream/losdearagonzarzu3175serr#page/n1/mode/2up
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