MUSICA CLASICA
Disparate
cómico-lírico en un acto y en prosa.
Original
de José Estremera.
Música
de Ruperto Chapí.
REPARTO (Estreno)
Paca
– Antonia García.
Cucufate
– Ramón Rosell.
Tadeo
– Salvador Videgáin.
Representado
por primera vez en el Teatro de la Comedia el 20 de Septiembre de 1880.
ACTO UNICO.
Sala
medio decente. Puertas laterales y al foro.
ESCENA PRIMERA
Paca
y Tadeo, dando lección de música.
(Música)
TADEO
Eso
no es así. —Vamos a empezar.
Ay,
pobre de mí! —Cuándo aprenderás!
Esto
es una síncopa, —y el de más allá
no
es dó sostenido, —que es ré natural.
Vamos
allá.
PACA
Do,
re, mi, fá, etc.
(Hablado)
TADEO
¡Muy
mal! Estoy convencido de que no voy a sacar partido de tí! Eso no es una
lección de solfeo, sino una carga de caballería!
PACA
Pero
es que usted se ha empeñado en que yo aprenda la solfa, cuando he nacido para
cantar como los pájaros, como Dios me dé a entender; pero usted, nada, empeñado
en que he de sujetarme al compás y a las semifusas.
TADEO
No
hay más remedio! Yo sé que la inspiración es la parte principal del arte; pero
si tú fueras mujer de principios musicales, llegarías a donde han llegado otras.
Qué gusto sería para mí verte armar un escándalo cantando aquello de La
Traviata que dice: «Dios mió, morir sin jóvenes!»
PACA
Sí,
pero...
TADEO
O
el credo del Pollito.
PACA
¿Qué?
TADEO
O
el romance de Il Trovatore. Tú estás en muy buenas condiciones, porque tienes
una voz de la que puedes hacer todo lo que quieras.
PACA
Pues
si puedo hacer todo lo que quiera, quiero no aprender más solfa.
TADEO
¿Por
qué no has de querer secundar mis planes? Es preciso que seas una artista para
que merezcas el partido que te he buscado.
PACA
¡Valiente
partido!
TADEO
¿Cómo
que no? Perico Machuca, un hombre que ha hecho en Madrid tanto ruido!...
PACA
Qué
ha de haber hecho, si nadie le conoce!...
TADEO
Me
sostendrás que no ha hecho ruido un hombre que toca el bombo!
PACA
¡Notable
partido!
TADEO
Tú
quisieras ser princesa consorte.
PACA
No
señor, pero tampoco quiero ser bombo consorte.
TADEO
En
fin, he determinado que te cases, y te casarás con Perico y tres más!
PACA
¡Con
Perico y tres más! ¿Quiere usted que me case con cuatro?
TADEO
Con
Perico, coma, y tres más, punto.
PACA
¡Ah!
TADEO
Ahí
tienes los inconvenientes de no oír con ortografía.
PACA
¿Usted
cree que no puedo aspirar más que a un músico adocenado?
TADEO
Yo
no sé qué aspiraciones son las tuyas. Mi afición a la música no me permite ser
suegro de un cualquiera. Así es que te he buscado en vano proporciones entre los
del arte. Te quise casar con un fagot, y nada: con un figle, idem. Después te
propuse a aquel Sisebuto, que era un hombre tan importante en la Sociedad de
Conciertos.
PACA
¡Sí,
el que llevaba los violones al teatro!
TADEO
Ya
ves si era importante, que llevaba todo el peso de la orquesta.
PACA
Es
verdad.
TADEO
Vaya,
me voy, que tengo que cantar en esa misa... Eso debías hacer tú, seguir las
huellas de tu padre, que es primer bajo de capilla. —Hasta luego, y que te
aprendas bien la lección. (Váse por el fondo)
ESCENA II
Paca.
¡Mire
usted que es mucho cuento tener que estudiar esto ahora... y una lección tan
difícil! tiene tres bemoles. Do, si, la. (Desentonando) Voy al piano, a ver si allí...Do,
sí, la... (Váse primera puerta derecha)
ESCENA III
Cucufate,
por el fondo.
(Música)
CUCUFATE
Soy
un pobre cesante
de
loterías,
que
no come caliente
hace
seis días.
De
los escaparates
de
los colmados,
soy
platónico amante
sin
resultados.
Por
eso solamente
bostezo
tanto.
(Bostezando
y haciéndose cruces en la boca)
En
el nombre del Padre, del Hijo
y
del Espíritu Santo.
Como
a mí me ha cabido
tan
triste suerte,
ya
por solo remedio
pienso
en la muerte.
Y
voy teniendo un hambre
tan
inaudita,
que
me como los codos
de
la levita.
(Enseñando
los codos muy rotos)
Por
eso solamente
bostezo
tanto.
En
el nombre del Padre, del Hijo
y
del Espíritu Santo.
(Hablado)
Qué
hambre tengo! Y lo peor es que mi antigua novia, que vive aquí, según las
señas, no debe estar en casa. Ella era toda mi esperanza; si me viera me
reconocería, y en memoria de los buenos tiempos, me daría algún tente en pié. —¿Cuánto
tiempo hace que no como? La última vez fue de una manera bastante ingeniosa:
tenía mucho frió y mucha hambre: entré en una fonda, comí, y le dije al
camarero que no tenía un cuarto: él, por cobrarse de alguna manera, me pegó una
paliza, con lo cual me hizo un doble favor: con un bistec y unos cuantos palos,
almorcé y entré en calor.—Ah! aquí viene.
ESCENA IV
Cucufate,
Paca.
PACA
¿Quién?...
¡Cucufate!
CUCUFATE
¡Qué
buena memoria tienes; me has reconocido!
PACA
¿Cómo
estás?
CUCUFATE
Sin
novedad.
PACA
¡Pero,
hombre, te estás así!
CUCUFATE
¿Cómo?
PACA
Sin
darme un abrazo.
CUCUFATE
Mujer,
si no tengo fuerza.
PACA
Pues
¿qué tienes?
CUCUFATE
Yo
te diría que tengo hambre; pero me da mucha vergüenza.
PACA
¿No
me has dicho que estabas sin novedad?
CUCUFATE
Y
lo repito: porque tener hambre en mí no es ninguna novedad.
.
PACA
¡Pues
haberlo dicho antes!
CUCUFATE
¡Ojalá
hubiera podido!
PACA
¿Qué
quieres, queso ó salchichón?
CUCUFATE
Salchichón,
salchichón antes que todo... El queso después, para postre.
PACA
Toma.
(Le da algo de comer) Esto es bueno para abrir el apetito.
CUCUFATE
¿Para
abrirlo? ¡Si lo tengo de par en par!
PACA
Lo
que siento es que el salchichón está algo duro, porque tiene mucho tiempo.
CUCUFATE
Bien,
acabaré con él para que no se eche a perder. —Pero, oye, oye: ¿qué significa
este lujo? ¿Habéis ido a más?
PACA
No
estamos mal. En cambio tú parece que vas a menos.
CUCUFATE
¿Que
voy a menos? Quiá! hace un siglo que he llegado.
PACA
Sí,
vas muy de capa caída.
CUCUFATE
No,
de capa empeñada. Y dime, ¿durante esta ausencia me has sido fiel?
PACA
Como
un perro. ¿Y tú a mí?
CUCUFATE
Como...
otro perro.
PACA
Pero
vienes a mal tiempo.
CUCUFATE
¿Por
qué?
PACA
Porque
mi padre quiere casarme con otro.
CUCUFATE
¿Te
has casado ya con uno?
PACA
No.
CUCUFATE
¡Como
dices con otro! Pero puesto que estoy yo aquí, desistirá.
PACA
No;
él me ha buscado lo que se llama un partido.
CUCUFATE
¡Pues
más partido que yo!
PACA
¡Si
nos hubiéramos casado antes!
CUCUFATE
Hija,
no lo quiso el destino.
PACA
¡Qué
destino!
CUCUFATE
El
de cuatro mil reales que tenía.
PACA
Y
el caso es que ahora le ha entrado a mi padre tal afición a la música, que no
consiente que me case a no ser con un músico.
CUCUFATE
Algo
tengo yo de eso.
PACA
Qué?
CUCUFATE
Ahora
me dedico a copiar música. Mira, (Saca papeles de música) esta es una canción
que tengo que acabar para mañana.
PACA
El
bello ideal de mi padre para yerno, sería un compositor.
CUCUFATE
¿Sí?
¡Pues ese seré yo! ¿Dónde está tu padre?
PACA
Ha
ido a cantar misa.
CUCUFATE
¡Cómo!
¿Tú eres hija de un señor que canta misa?
PACA
Es
que canta de bajo.
CUCUFATE
¿Debajo
de quién?
PACA
De
bajo de capilla.
CUCUFATE
¡Pues
confía en mí; vuelvo en seguida y te aseguro que ha de encontrar en mí un yerno
a pedir de boca!
PACA
¿Qué
vas a hacer?
CUCUFATE
Tú
lo verás. —Dame un abrazo y hasta luego, (Váse por el fondo dejando los papeles)
ESCENA V
Paca.
PACA
Adiós.
—¡Ah! se ha dejado estos papeles. ¡Eh! ¡Cucufate!... Sí; échale un galgo. —¡Cucufate!
Ya está en la calle. —A ver qué papel es este! «La Pitillera, canción madrileña.»
Esta, esta es la música que a mí me gusta. Debe ser muy bonita... Si yo supiera
cantarla!... A ver... Do, si, la, do. (Solfeando) ¡Ah!... sí: si es la canción
que canta la Pepa... si la sé de memoria.
ESCENA VI
Paca,
luego TADEO
(Música)
PACA
Yo
soy la pitillera
de
más primores,
que
pasa por la calle
de
Embajadores.
Y
al ver este palmito
y
al ver mi gracia,
me
van diciendo todos:
«¡Quién
te pillara!»
TADEO
(Saliendo)
Vamos a ver, chiquilla,
qué
estás cantando.
Alguna
paparrucha
será
este canto.
A
ver, a ver,
(Mirando
el papel que tiene ella)
¡Siempre
por lo flamenco!
¡Cómo
ha de ser!
Yo
deseo que tú aprendas
a Beethoven
y Mozart,
ya
que al género sagrado
no
te puedes dedicar.
Yo
soy bajo de capilla,
y
con toda seriedad
canto
vísperas, completas,
gozos,
salmos y demás.
A
la música de iglesia
me
dedico con afán.
De
profundis, alleluia,
no
se puede pedir más.
PACA
Usted
tiene razón,
no
lo podré negar,
pero
todo eso es
música
celestial.
Con
una danza yo
no
necesito más,
para
bailarla así,
llevando
este compás.
La,
la, la, la,
la,
la, la, la. (Marcando el baile)
A
DUO
Papá
del alma, (1)
dígame
usted,
a
quién no ha de gastar
el
cantar y el bailar
con
este vaivén.
(Indicando
la postura de baile gachón)
Cogiditos
de aquí,
mire
usted
con
cuanta facilidad
los
dos que se quieren bien
siempre
a este compás
van
diciéndose así:
Yo
te quiero mucho
y
es de verdad.
(1)
Este cantable y el siguiente están escritos después de la música y han tenido
que acomodarse al ritmo.
TADEO
¡Oh,
calla, por favor,
porque
me sienta mal
el
eco tentador
del
canto mundanal.
¡Oh,
qué profanación!
¡no
se puede aguantar!
Calla
ó a mí también
me
vas a hacer bailar.
PAVA
¡Ay
qué bien!
¡ay
qué bien!
Que
me muero por el vaivén
de
la habanera.
De
esta manera,
moviéndome
con gracia
solamente
me encuentro bien.
TADEO
(Bailando
a pesar suyo y conteniéndose luego y santiguándose)
Kyrie
eleison.
Chiste
eleison.
ESCENA VII
Dichos,
Cucufate.
CUCUFATE
¡Brava!
¡brava!
PACA
(Ay.
¡Cucufate!)
TADEO
Caballero
¿qué dice usted?
CUCUFATE
¡Brava!
TADEO
¿Brava
qué?
CUCUFATE
¡Brava,
nada más! Estoy maravillado: tiene usted una voz, y da usted unas voces!... A
ver. ¡Bis! ¡bis!
PACA
Caballero,
yo no soy gata.
CUCUFATE
¡Ya
lo creo que no es usted gata!
TADEO
¿Por
qué dice usted bis, bis?
CUCUFATE
Eso
quiere decir que tenga usted la bondad de repetir eso que cantaba usted.
TADEO
¿Qué
es eso? ¿Piensa usted divertirse con nosotros?
CUCUFATE
Sí,
señor.
PACA
y TADEO
¿Cómo?
CUCUFATE
Eso
me divierte muchísimo. Yo no gozo más que con la música. Y ¡í usted la ha
dotado Dios...
TADEO
Ojalá
la hubiera dotado; así podría casarse bien.
CUCUFATE
¿Qué?
¿Ustedes no tienen dinero? ¿Ustedes necesitan dinero? ¿Ustedes quieren dinero?
TADEO
Sí,
señor.
CUCUFATE
A
mí me pasa lo mismo. De modo que usted es una perla en el fango. Porque usted
es una perla. Pero no importa, yo le proporcionaré a usted dinero.
TADEO
¿Cómo?
CUCUFATE
No
sé, pero lo buscaremos juntos. Usted está llamada a hacer mucha carrera en la
música.
TADEO
Está
llamada, pero no responde.
CUCUFATE
Si
tuviera la misma extensión de voz que yo...
TADEO
¿Usted
tiene mucha?
CUCUFATE
¡Ya
lo creo! ¡pongo el grito en el cielo!
TADEO
Pero
vamos a ver; ¿quién es usted? ¿qué se le ofrece a usted?
CUCUFATE
Yo
soy Ut.
TADEO
¡Qué
nombre más raro! Llamarse dó...
CUCUFATE
En
efecto: antiguamente el dó era ut, y como mis padres nacieron antiguamente...
Mi padre se llamaba Sol, y mi madre que se llamaba la Llave, era por
consiguiente la Llave de Sol. Yo soy el hijo mayor y por eso me llamo Ut ó Dó,
como usted quiera.
TADEO
Me
es igual. ¿Y sus padres de usted, tuvieron más hijos?
CUCUFATE
Sí,
señor, la escala completa.
TADEO
¿Son
ustedes siete hermanos?
CUCUFATE
No,
doce: tengo hermanos bemoles y sostenidos.
TADEO
Entonces
usted es un joven de muy buena familia y que haría mis delicias.
CUCUFATE
¿Por
qué?
TADEO
Porque
soy muy aficionado a la música.
CUCUFATE
¿Usted
es muy aficionado a la música? Permítame usted que le abrace (Abraza a Paca)
TADEO
Sí,
señor, y también canto algo.
CUCUFATE
¿También?
¡Oh gozo! Entonces en esta casa voy a hacer yo negocio.
TADEO
¿Pero
quién es usted?
(Música) (1)
(1)
De la Canzonetta de Mendhelson.
CUCUFATE
Yo
soy un joven músico
que
adoro con furor, sí señor,
los
genios de lo clásico,
Beethoven, Mozart, Gluk, Haydn,
Rossini, Mendelssohn y
Berlioz.
Me
muero por lo sinfónico,
y
me pirro por lo dramático,
y
he de ser un autor
que
sabrá componer
con
amor, con placer y calor.
Sabré
armar un escándalo
con
mi preciosa música,
y
Wagner y sus colegas
serán
un cero donde esté yo.
LOS
TRES
Yo
soy / El es
un
joven músico, etc.
CUCUFATE
Mas
chito, que no llegue
aquí
a saberse mi afición,
que
puede dar a alguno
una
buena desazón.
¡Chitón!
¡Chitón!
que
pueden sin duda alguna valer mis planes
más
de un millón.
¡Chitón!
LOS
TRES
Mas
chito, que no llegue, etc.
(Hablado)
TADEO
Muy
bien, muy bien; me gustan mucho sus aficiones. —¿Conque usted es compositor?
CUCUFATE
Sí
señor, de música clásica.
TADEO
Yo
me dedico a la música religiosa, pero tengo muchos deseos de dedicarme al
género de usted: por lo cual estoy poniendo ahora en música los clásicos
latinos. Me parece que esa es la mejor manera de hacer música clásica.
CUCUFATE
Tiene
usted mil razones.
TADEO
Ahora
estoy poniendo música alas Tristes de Ovidio.
CUCUFATE
Mal
hecho: sería mejor que se la pusiera usted a las alegres.
TADEO
¿Pero
podré saber a qué ha venido usted aquí?
CUCUFATE
A
proponerle a usted un negocio.
TADEO
Entonces,
retírate, niña, que para hablar de negocios no hacen falta mujeres, (Váse Paca)
ESCENA VIII
Cucufate,
Tadeo.
TADEO
Ya
estamos solos. Hable usted.
CUCUFATE
Pues
señor...
TADEO
(Sentándose)
¿Va usted a contarme un cuento?
CUCUFATE
No.
Ha de saber usted que he compuesto un poema sinfónico-descriptivo de todos los
tiempos desde la Creación a nuestros días.
TADEO
¡Tendrá
que oír!
CUCUFATE
Sí
señor, tiene mucho que oír. Este poema ha de ejecutarse en un teatro construido
al efecto entre Pinto y Valdemoro. Será un espectáculo magnífico y un
acontecimiento europeo.
TADEO
¿Usted
tiene dinero para la construcción de ese Teatro?
CUCUFATE
No,
pero cuento con la protección de los príncipes y magnates de las cinco partes
del mundo. El Gran Turco me da las otomanas para el foyer; el Sha de Persia las
persianas... Lo único que me falta es la orquesta y las voces. Por eso cuando
he oído las que ustedes daban, he venido a ver si me servían ustedes. Usted,
que tiene voz de bajo, podía encargarse de la parte de Noé, Barbarota y
Calomarde, y su niña de usted...
TADEO
No
le es a usted útil; no canta bien más que el género flamenco.
CUCUFATE
¡Magnífico!
me servirá para la marcha de los Tercios de Flandes. Más flamenco que eso...
Además, la he oído algo y sus facultades son extra. Y aquí entra la segunda parte
de mi negocio.
TADEO
Sepamos.
CUCUFATE
Si
ella tiene buenas facultades, yo tengo ingenio é inventiva.
TADEO
Favor
que usted se dispensa.
CUCUFATE
Muchas
gracias. Soy el que ha de convencer a la generación presente y a las futuras de
que la música es el único lenguaje universal y que ha de sustituir a los idiomas
y al periódico. Ahora precisamente he publicado una sonata de oposición en la
que pongo al Gobierno como chupa de dómine.
TADEO
La
he leído y me temo que se la denuncien a usted.
CUCUFATE
No
lo crea usted; no tiene nada que me comprometa.
TADEO
Mire
usted que allí hay un la sostenido...
CUCUFATE
Eso
no tiene importancia.
TADEO
Sin
embargo, la música de usted le va a proporcionar muchos disgustos personales.
CUCUFATE
¿Por
qué?
TADEO
Porque
abusa usted de los mordentes.
CUCUFATE
Decía,
que teniendo su hija tan notable organización musical y yo tanto talento,
debíamos casarnos.
TADEO
No
veo la consecuencia.
CUCUFATE
Casándonos
podíamos tener descendientes.
TADEO
¿Y
qué?
CUCUFATE
Y
nuestros descendientes reunirían las admirables condiciones de sus padres.
TADEO
No
dice usted mal: pero hay un inconveniente.
CUCUFATE
¿Cuál?
TADEO
Que
mi hija no le quiere a usted.
CUCUFATE
Mejor.
¿Quiere a otro?
TADEO
Sí
señor.
CUCUFATE
Mejor.
¿Hace mucho tiempo que se quieren?
TADEO
Diez
años.
CUCUFATE
Mejor.
TADEO
¿Cómo?
CUCUFATE
Dentro
de poco dejarán de quererse.
TADEO
No
veo lo razón.
CUCUFATE
Se
lo explicaré a usted musicalmente. El amor es una sinfonía en cinco tiempos.
Primero: se ve a una mujer y se va poco a poco haciendo comprender que nos
gusta. Este es el adagio. Segundo: se la sigue a todas partes: andante con variaciones.
Tercero: se alcanza el si y se empieza aquello de: «¿Me quieres?» —Te quiero. —
«¿Me quieres?» —Te quiero. —Andante sin variaciones, porque este es siempre lo
|mismo. Cuarto: se habla de boda: ritardando. Se insiste: largo y finale.
TADEO
Con
esas teorías ¿cómo se atreve usted a proponerme ese matrimonio?
CUCUFATE
Porque
yo empezaría la sinfonía casándome y se evitaban contratiempos. Su hija de
usted es tan dulce como una melodía de Schubert, y tan picante como una canción
de Iradier... Y, en fin, me gusta mucho.
TADEO
¿De
veras?
CUCUFATE
¡Que
le parta a usted un rayo si miento!
TADEO
Muchas
gracias. —Pero me temo que tal vez mi hija no sirva para cantar. ¿Quiere usted
oiría antes?
CUCUFATE
No
lo necesito; pero, en fin, si usted se empeña...
TADEO
Sí,
sí, será lo mejor. —Paquita! Hija mía, ven! (Llamándola)
ESCENA ULTIMA
Dichos,
Paca, por la derecha.
PACA
¿Qué
quiere usted?
TADEO
Vas
a hacer el favor de cantar algo para que este señor te oiga.
PACA
¿Qué
quiere usted que cante?
CUCUFATE
Cualquier
cosa. Venga de ahí.
TADEO
Venga
de ahí.
(Música)
PACA
Yo
no quiero que me lleven
a
los toros de Sevilla,
porque
dicen que mi Curro
va
a poner las banderillas.
Y
me ha dicho una jitana
al
echarme la ventura,
que
le va a coger un día
un
berrendo de Miura.
Alza
y toma, toma y dale,
no
me seas tan cobarde.
¡Ay!
que va, y al cuarteo
le
pone dos pares.
Yo
tengo tu alma,
tú
tienes la mía,
pero
no te vengas
con
más fantesía.
Como
no me lleves
a
la Vicaría,
te
dejo plantado
y
no habrá tu tía.
CUCUFATE
Yo
tengo tu alma, etc.
TADEO
Kirye
elison.
Chiste
eleison.
PACA
Tu
amor con el mío,
morena
del alma,
viajaban
un día
en
tren da vapor.
Y
tu amor y el mío
de
prisa y corriendo
se
fueron juntando
en
cada estación.
El
tren iba andado
deprisa
y corriendo
pero
aun más de prisa
volaba
mi amor,
y
cuando llegamos,
morena
del alma,
no
quiero decirte
lo
que nos pasó.
(Hablado)
CUCUFATE
Decididamente
me la llevo.
TADEO
Poco
a poco. ¿Que garantía tengo yo de que es usted en efecto un gran músico?
CUCUFATE
Nada
más sencillo; puesto que usted entiende de música, le haré oír la primera época
de mi poema, que comprende desde la Creación hasta el Diluvio.
TADEO
No,
es muy largo, son muchos años: hágame usted conocer un trimestre y me contento.
CUCUFATE
Oiga
usted. (Sinfonía en la orquesta dirigida por Cucufate con su bastón) Este es el
Caos.
TADEO
Es
verdad, es un verdadero caos. (Cucufate sigue marcando compases con el bastón,
como queriendo dar a la orquesta una expresión exagerada. Silencio prolongado
en la orquesta)
¡Qué
expresión da usted a los silencios!
CUCUFATE
Esta
es la descripción de la nada.
TADEO
Está
muy propio.
CUCUFATE
Prepárese
usted que va a salir el sol.
TADEO
Venga.
(Figura abrir un quitasol y se abanica con el pañuelo y se enjuga el sudor. La orquesta toca un trémolo que empieza muy piano
y crece poco a poco acabando fortísimo) (1).
(1)
De el Desierto de Feliciano David.
CUCUFATE
Conoce
usted qué es eso? (Un tema vivo y staccato en los violines. (1)
TADEO
Sí,
que llueve.
CUCUFATE
No;
es que crece la hierba. Ahora viene el Padre Eterno (Marcha solemne) (2) y va
diciendo a los animales que salgan de la nada. Verá usted. Salga el cuco. (La
orquesta imita el canto del cuco) (3) ¡Salga el asno! (Id. el asno) (4) ¡Salga
el toro! La orquesta imita el toque de la salida del toro en la plaza. Trémolo
hasta al “á tres”)
TADEO
(Entusiasmado)
Admirable! No quiero oír más. Usted es el hombre que yo he soñado para mi hija.
CUCUFATE
¿Luego
nos casaremos?
TADEO
No
luego, ahora mismo.
(Música) (5)
LOS
TRES
Ya
somos felices,
ya
no hay más que pedir
si
ustedes ahora
se
dignan aplaudir.
Ya
somos felices,
ya
no hay más que pedir
si
salen todos
haciendo
así,
así,
así. (Aplaudiendo)
(1)
De El sueño de una noche de verano de Mendhelson.
(2)
Del coro de Obispos de L Africana concluyendo con el final de la Marcha Real.
(3)
De la sinfonía Pastoral de Beethoven.
(4)
De El sueño de una noche de verano.
(5)
Del echerzo del Septimino de Beethoven.
FIN DEL JUGUETE
Información obtenida en:
http://archive.org/stream/msicaclsicadispa16715chap#page/n1/mode/2up
http://archive.org/stream/msicaclsicadispa16715chap#page/n1/mode/2up
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