El Puñao de Rosas (Libreto)



EL PUÑAO DE ROSAS



Zarzuela de costumbres andaluzas en un acto, dividido en tres cuadros.

Original de Carlos Arniches y Ramón Asensio.

Música de Ruperto Chapí.

Estrenada en el Teatro Apolo la noche del 30 de Octubre de 1902.


REPARTO (Estreno)

Rosario – Isabel Bru.

Carmen – María López Martínez.

Una Gitana – Carmen Calvo.

El Señor Juan – José Mesero.

Tarugo – Bonifacio Pinedo.

José Antonio – José Luis Ontiveros.

Pepe – Juan Reforzó.

Francisquito – Antonio Pérez Juste.

Cazador 1º – Vicente Carrión.

Cazador 2º - Isidro Soler.

Cazador 3º - Melchor Ramiro.

Amigo 1º - Emilio de Francisco.

Amigo 2º - Luis Ballester.

Un Arriero – Isidro Soler

Mozos, mozas y coro general

La acción en un cortijo de la sierra de Córdoba. Epoca actual

Derecha é izquierda, las del actor.


ACTO UNICO

La escena representa un rellano feraz y pintoresco de la sierra de Córdoba; en él, y situado a la izquierda, levántase un cortijo agradable aspecto, cuya amplia puerta practicable que da a la escena, está sombreada por una hermosa parra. En la pared de la casa que da frente al público, hay una ventana baja practicable, cuyo marco festone, una tupida enredadera. Enfrente de la casa, hada el fondo y en sentido diagonal, se verá una fuente cuyo caño mana a un rústico abrevadero. Las anchas copas de los árboles cobijan y dan sombra a aquel lugar, aumentando su poético aspecto. Al foro, lejanías de la sierra. Del centro de la escena parte una rampa que va a perderse en los términos de la derecha, simulando un camino que conduce a las cumbres de la sierra. Son pasos, para la escena todos los términos libres de ella. Es de día La escena, en su parte alta, y sobre todo desde la fuente a tercera izquierda, cubierta de felpudos imitando hierba.


ESCENA PRIMERA

Rosario, Carmen, Una Gitana, Coro de Mozas.

(Al levantarse el telón aparecen las Mozas sentadas junto a la fuente en artístico grupo. Rosario, en pie, tiende su mano izquierda a la Gitana que la está diciendo la buena ventura. A la izquierda, Carmen con el cántaro apoyado en la cadera y atenta por igual a los comentarios de las Mozas y a las profecías de la Gitana)

(Música)

CORO
Una gitana vieja
me dijo un día,
que yo por tus achares
me moriría.
Y asertó de tal modo
mi pensamiento,
que me puse mu gorda
der sentimiento.
No creas nunca,
rosa temprana,
en los augurios
de una gitana.

ROSARIO
No las haga caso;
son ganas de habla.

GITANA
Yo qué he de hasé caso
de ezas condenas.

CORO
Una gitana vieja
me dijo un día,
etc., etc.

GITANA
Esta raya de la mano,
capuyito de azusena,
quié desí que do moreno
por tí ze mueren de pena.
Y que está pazando ducas
y faitigas por los do,
y que va a ver un desgusto
zi no lo remedia Dió.

UNAS
Eso el otro día
me lo dijo a mí.

OTRAS
Pos a mí me dijo
lo mesmo que a tí.

(Las Mozas se levantan del suelo y empiezan a llenar los cantarillos)

ROSARIO
No las hagas caso,
son ganas de habla.

GITANA
¿Yo qué he de hace caso?
¡No fartaba má!

CORO
Una gitana vieja
me dijo un día,
etc., etc.

GITANA
(Continuando)
Pero no t' apure, niña,
que esta raya m'azegura
q'un marqué la ma de rico
za prendao de tu hermozura,
y t'hará muchos regalos,
y vendrá pronto por tí,
y estará jecha una reina,
y a zu lao zerá feli.

CORO
¡Já, já!
¡Já, já!
¡Un marqué nada menos!
¡Qué atrosiá!
M'alegrito de verla
tan rigulá.

ROSARIO
(Contrariada y dándole una moneda)
¡Estas no nos dejan!
Toma y vete ya,
y ojalá que asiertes.

GITANA
¡Pues no he de asertá!
Capuyito de rosa temprana,
tú lo verá.

CORO
¡Já, já!
¡Já; já!
¡Un marqué nada menos!
¡Qué atrosiá!
M'alegrito de verla
tan rigulá.
No hagas caso, Rosario,
no creas ná,
que esa vieja infundiosa
te va a engaña, (Cogen los cantarillos)

CARMEN
Que la engañe ó que no
lo mismito la da,
y eso poco a vosotra
sos pué importa.

(Deja el cántaro en la fuente)

MOZAS
M'alegrito de verla
tan rigulá.

GITANA
(Haciendo mutis por la rampa)
Aya va por el mundo roando
la probé gitana,
que er destino de todos augura.
¿Quién quié que le diga
la buena ventura?

(Desaparece de la escena)

CORO
(Yéndose lentamente por el loro izquierda)
¡Já, já!
¡Já, já!
Un marqué nada menos.
¡Qué atrosiá!
M'alegrito de verla
tan rigulá.
Ya veréis cómo luego es Tarugo
er marqué que por eya vendrá.

(Desaparecen)

ROSARIO
¿Qué disen de Tarugo?
¿Qué tienen que desí?

CARMEN
Que digan lo que quieran;
¿qué se te importa a ti?

ROSARIO
E que si yo le quiero
le quiero porque sí,
y naide de esas cosas
se tiene que reí.

CORO
(Dentro y lejos.}
¡Já, já!
¡Já, já!
Un marqué nada menos,
etc., etc.

GITANA
(Dentro y muy lejos)
Aya va por er mundo roando
la probé gitana,
que er destino de todos augura
¿Quién quié que le diga
la buena ventura?

CORO
(Oyéndose apenas)
¡Já, já!
¡Já, já!
Un marqué nada menos, -
etc, etc.

(Rosario contempla con rencorosa fijeza el sitio por donde el (oro ha desaparecido. De pronto hace un gesto de desprecio y entra rápidamente en la casa. Carmen la ve con pena desaparecer)


ESCENA II

Carmen, el Señó Juan, que viene por la primera derecha y presencia oculto el final de la escena anterior.

(Hablado)

CARMEN
(Indignada) ¡No las hagas caso! (A las Mozas) ¡Envidiosas! ¡Mas que envidiosas!

JUAN
(Saliendo de su escondite) ¿Se burlaban de eya, verdá?

CARMEN
Sí, señó.

JUAN
M'alegro, m'alegro.

CARMEN
¡Vamo, tío, por Dió, no diga oté eso de su hija!

JUAN
Sí, señora, que lo digo. M'alegro. A ve si a fuersa e burla l'arrancan ese mardesío cariño que l’ha brotao en el corasón como la mala yerba.

CARMEN
E que oté tamién se pone d'una conformiá...

JUAN
¿Y cómo quiés que me ponga? ¡Por vía e Dió! ¿A tí te paese que lo que a mí me pasa no e pa clama ar sielo? Habé criao con suore y fatiga a una chiquiya má fresca que un capuyito e Mayo, má limpia que el agua y ma bonita que er sol; habé soñao pa eya con lo que sueñan tos los pares pa sus hijas; con un moso espigao, guapo, de meresimientos: ¿y pa qué? pa que luego se enamore de Tarugo, ¡de Tarugo! der bestia má bestia que ha criao la sierra, ¡de un gato montes!

CARMEN
¡Quite oté jierro, tío!

JUAN
Echa jierro, digo yo. Su cara e un pecao, su palabra un gruñío; rúo, torpe, esastrao, probé; ¡mardita sea su casta! ¿C'ha visto mi Rosariyo en esa ruindá d'home pa que l'haiga yegao al arma?

CARMEN
Miste, tío, en eso no haga oté reparo po que a vese el amó es siego.

JUAN
(Secamente) Yo le pondré antiparra. Hoy s'arremata esto, Carmensiya, estoy resuelto.

CARMEN
¿Qué va osté a jase?

JUAN
Echa a Tarugo der cortijo, ni má ni menos, y ojo que no ven...

CARMEN
Pero tío e mi arma, arrepare oté que...

JUAN
Tú a cayá; yo sabré lo que hago. Vena er cantariyo y pa casa, que ha venío er zeñorito. (Carmen pasa y pone el cantarillo en la fuente)

CARMEN
¿Er zeñorito? ¿Hoy también?

JUAN
Ahora no deja la ía por la venía. Ahí en el arto e Pincesa está de casa con otros amigos y m'han dicho que vendrán pa acá a la hora e come, con que espacha pronto, que hay que preguntarles argo.

CARMEN
En seguía voy.

JUAN
Vi a avisa a Rosario. (Entra en el cortijo)


ESCENA III

Carmen.

CARMEN
Güeno, pos too eto e Tarugo, too eto lo vi a paga yo. Po que ahora yo sé lo que va a pasa. Mi tío espacha a Tarugo, y se va Tarugo; y etrá e Tarugo se va su hermaniyo chico, José Antonio; y como José Antonio e (Muy bajito) mi novio, po yo me queo sin (Mucho mas bajo) novio. Y Tarugo será lo que quiera; ¡pero José Antonio! ¡No paesen hermano! ¡José Antonio é fino, guapo, garrió, esberto, con un cuti como la naca, un pelo ensortijiyao y una mira que eletrisa! ¡Y si no a la vita etá! (Mirando hacia detrás de la Po ayí viene a dale de bebé ar cabayo. ¡Que figura pa una pandereta! (Saca el cantarillo de la fuente y lo deja arrimado a ella)


ESCENA IV

Carmen, José Antonio.

(Sale por detrás del Cortijo, trayendo del diestro a un jamelgo sin jaez ninguno José Antonio es un tipo feísimo y abrutado)

JOSE ANTONIO
(Viene cantando)
Me mercaste una cachucha
que costaba sinco riale.
Que cestaba sinco riale,
me mercaste...

(Sale) ¡Hola, Carmenciya!... (Con mucha alegría al verla)

CARMEN
¡Ay, José Antonio e mi arma, me alegro que venga. ¿T'ha traío un ange de la mano?

JOSE ANTONIO
(Mirando al caballo) ¿Un ange?

CARMEN
¿Sabías que estaba aquí?

JOSE ANTONIO
Si lo ayego a zabé, no traigo er cabayo. (Con sonrisa maliciosa)

CARMEN
¿Po qué?

JOSE ANTONIO
No me gusta que haga mar papé. ¡Ar fin y ar cabo e un semejante!

CARMEN
Tuyo.

JOSE ANTONIO
Del amo. (Al caballo) Bebe, Lusero.

CARMEN
Pos tenemo de habla de un asunto mu serio.

JOSE ANTONIO
¿Mu serio?

CARMEN
(Bajando a primer término) Ven acá, grandísimo tuno. ¿Qué hasías tú anoche a las ocho y cuarto paraíto frente A cá la Rosío con los brasos en arto y mirando pa arriba?

JOSE ANTONIO
¿Con los brazos en arto y mirando pa arriba? (pensando) ¿No sería que estuviese bebiendo en un botijo... po que la postura?...

CARMEN
No señó, etaría esperando que saliera la nena pa pega la hebra con eya. Y eso no se jase con una mosita como yo; ¿t'amo? Po que lo que yo soy de forma pa tené novio, eso te lo puen desí a tí Juaniyo, Jesú, Ursulo, Roque, André, Indalesio, Ambrosio, Perico, Luí, Manué, Blá, Antonio, Joseliyo y er Papitas. ¿T'amo?

JOSE ANTONIO
¿A las ocho y cuarto?

CARMEN
¡Po que fegúrate que nos casamos mañana ó pasao!

JOSE ANTONIO
Pazao. Pazao un año lo meno.

CARMEN
No, si no crea que tengo prisa. Pero eso de que tú engañe a la hija e mi mare, eso...

JOSE ANTONIO
(Desesperado) ¡Mamita zea, home!...

CARMEN
(Asustada) ¿Qué te pasa?

JOSE ANTONIO
Ven acá; ¿no me estuve yo anoche habrando contigo dende laz ziete y menutos hasta laz onse y media?

CARMEN
¡Ay, sí, e verdá! ¡Dios mío, no m'acordaba! ¡Qué cabesa má loca tengo!

JOSE ANTONIO
¡No m'acordaba, no m'acordaba! Pos a ve si me hase er favó de tené má cabeza; y tú (Dirigiéndose amenazador al caballo) a vé si me hase er favó de bebe, Lusero. Redié, que m'habéis tocao en zuerte un par de seré que zeiz pa anguniá a un santo, home. ¿Y era ezo lo que tenías que esirme?

CARMEN
No; lo que tenía que esirte es má grave, pero mucho má grave, (Con misterio)

JOSE ANTONIO
¿Qué é, vamo a ve?

CARMEN
Verá. Tú sabe que tu hermano Tarugo l'anda hasiendo el amó a mi prima Rosario.

JOSE ANTONIO
Ya lo zé; y he etao pa hinchale los josicos tres vece por ezo.

CARMEN
Güeno; po mi tío Juan s'ha enterao.

JOSE ANTONIO
(Con desesperación) ¡Mardita zea! ¿Qué dise?

CARMEN
Lo que oye.

JOSE ANTONIO
¡Lo que yo me temía! ¿Y cá dicho?

CARMEN
Pos que le va a despacha der cortijo hoy mesmo.

JOSE ANTONIO
¡Por vía e mi zangre! ¡Mos ha perdió eze cacho bruto, home!

CARMEN
Y yo no veo ma que un apaño, José Antonio.

JOSE ANTONIO
¿Cuá?

CARMEN
Pos que tú agarre a tu hermano y le diga que no güerva a mira a Rozariyo en su vía; y pué que asina a mi tío Juan se le pase er surfuro, y aluego yo me encargo d'hablá a Rozariyo.

JOSE ANTONIO
Bien pensao. Yo agarraré a Tarugo, y como no m'haga caso... ¡El é bestia, pero vera tu zu familia!

CARMEN
Mialo que a, punto. ¡Po ayí viene....

JOSE ANTONIO
¡Po déjame zólo con él! Lo trinco daca (El cuello) y mardita zea si no m'obedese.

CARMEN
(Después de coger el cántaro de la fuente y haciendo mutis al cortijo) Mucha energía.

JOSE ANTONIO
Vera tú. (Al caballo) Lusero, dispénsame un momento que é un asunto de familia, (lo mete dentro y sale en seguida mirando hacia donde viene Tarugo) Ya está ahí. ¿Güeno? Güeno é el pan tierno ¿Pero bruto? Fuimo un día a Córdoba, entró en la fonda y ze comió los paliyos de los diente creyéndose que eran er postre.


ESCENA V

José Antonio, Tarugo, que sale por el foro derecha (rampa) cargado con un haz de leña. Es un tipo más feo y más abrutado que su hermano.

TARUGO
(Deja caer en el suelo, al lado de la fuente, el haz de leña; se sienta encima, saca de la faja un pañuelo de hierbas y se limpia el sudor) ¡Vaya un caló, camará!

JOSE ANTONIO
(Con sentimiento y después de contemplarle unos instantes) ¡Pero qué mal repartías etán las cosas, home! ¿Po qué no habrás tú zacao la meta der talento mío?

TARUGO
(Sin hacerle caso) ¡Cámara, qué caló!

JOSE ANTONIO
No é poique zea mi hermano, pero cuidao que ere bruto y bestia y anima, Tarugo.

TARUGO
Te digo que haze aya arriba un airesiyo caliente que paece que er sol echa el aliento.

JOSE ANTONIO
(Encorajinado) ¿Y yo, sabe lo que digo? Po que er zeñó Juan s'ha enterao de que quiere a Rozariyo. ¿Qué te paece?

TARUGO
¿Que z'ha enterao? Mejó.

JOSE ANTONIO
¿Mejó? ¿Pero tú t'has propuesto qUe er zeñó Juan mos eche a la perra cave? ¿Tú t'has propuesto que mos dejen sin jorná y que aqueya probetiya vieja se muera de nesesiá?

TARUGO
Ezo no. Se trebaja aquí, se trebaja ayí, se trebaja en toos laos.

JOSE ANTONIO
¿Pos sabe lo que te digo? Que epresiso que no güerva a mira a Rozariyo en tu vía, ¿lo oye?

TARUGO
Dise m'arranca loz ojo, te los echas ar borsiyo y te se zaldrían de él pa mirarla.

JOSE ANTONIO
¿Pa mirarla? (Amenazándole) ¡Mardita zea. ¿E decí que eta perdición no tié remedio?

TARUGO
(Levantándose) Dise, que a tí, que ere mi hermano, te peligra la vía, y aya va Tarugo dando toa zu zangre. Dise, que la mare tá enferma; con los pie clavao de espinas, corre  Tarugo pa yevala el alivio; pero dise que deje a la Rozariyo, dise, po l'has quitao a Tarugo la lú pa vé y el aire pa respira, dise, po l'has quitao la vía...

JOSE ANTONIO
¡Pero zi tú ere un peazo e bruto!

TARUGO
Cá uno é cá uno y yeva drento lo que yeva, y er que no lo yeva no zabe lo que é. Y dise, er zeñó Juan te quita er jorná y dise ¡jambre! Y te esgarran la carne y dise ¡penas y dolores! Pero te mira Rozariyo y dise, el hambre ze me güerve hartura y los dolores rozas branca?, ezo é. Y úrtimamente, lo der canta:
«Er queré quita er zentío,
lo digo por esperenzia
poique a mí m'ha zusedío.»

(Pasando por delante de él)

JOSE ANTONIO
¡Mardita zea, home! ¡Y te viene con copliya ahora dempué que mos e-tás poniendo er pan a legua y media ó la entaura!

TARUGO
Créeme a mí, José Antonio; con tené un cariño verdaero, lo mejó der mundo ze tiene.

JOSE ANTONIO
Y viene er zeñó Juan y te arrea siete porrazo, y se tié lo mejó der mundo, y chichones.

TARUGO
Er zeñó Juan a mí no me dise ná, poque si me dise, le voy yo a contesta muchas coza ar zeñó Juan, ¿zabe tú?

JOSE ANTONIO
¿Que tú le va a contestá?

TARUGO
Zí zeñó. Que no te crea que me vi a queda cayao. ¡Que me va a oí muchas coza er zeñó Juan! ¡Pero muchas! ¡Pero muchas!

JOSE ANTONIO
Pos míalo. (Mirando hacia el cortijo)

TARUGO
¡Pero muchas! (Pasando contrariado)

JOSE ANTONIO
Ahí zale.

TARUGO
¡Er zeñó Juan!

JOSE ANTONIO
¡M'alegro, home! ¡Amo a vé esa lengüesita! ¡A vé esa lengüesita ahora!...


ESCENA VI

Dichos, El Señó Juan.

JUAN
(Saliendo del cortijo) ¡Lo do junto! ¡Ni avisaos! ¡Como yo los quería!

JOSE ANTONIO
(A Tarugo con sorna) ¡Te digo que hase una caló!

JUAN
Ascucha, tú, m'alegro e verte, (pasando al lado de Tarugo y contando por los dedos las cosas que va enumerando) Acobijo, jorná, estima, too eso has encontrao en mi casa y a la vera mía. ¿Y cómo me pagas? De una có como las mulas farsas; ¡mirando pa Rosariyo! pero óyelo bien. Mi hija es el espejo e mi cara, la reina e mi casa, mi orgullo y mi queré; y no la guardo pa prínsipes, pero pa un sarvaje má feo que un tiro como tú, tampoco, ¿t'amo? Y si güerve a arsá la vista pa eya, t'agarro de la crú de los carsones, y como me yamo Juan, que vas de cabesa por er barranco. (Zarandeándolo) ¿Lo oye, anima? ¿Lo entienden? Eso digo y no digo más por sé la primera vé. Y no te espacho ahora mesmo po lástima e tu mare. (Volviéndose a José Antonio) ¡Y sí que hase mucho caló, tú! (Vase tranquilamente al cortijo)


ESCENA VII

Tarugo, José Antonio. Quedan como petrificados mirándose el uno al otro. Tarugo con cara compungida. José Antonio con sonrisa irónica.

TARUGO
(Tirándose de los pelos) ¡Mardita zea, home!

JOSE ANTONIO
(Con fingida seriedad) Dise, mucho asperaba yo que le dijeses, pero de tanto como l'has dicho, no te creía capá, como me he de morí.

TARUGO
¡Mardita zea!

JOSE ANTONIO
Y tú no has reparao ni que tenía canas ni ná. ¡Cuando te pones a inzurtá ere un aluvión, compare!

TARUGO
(Indignado) ¡No me venga tú con guaza ahora, po que te doy con er mango e l’hacha.

JOSE ANTONIO
Po ya lo oíste. Tú verá er cariño que le tiene a eze puchero con oreja que yevas en lo má arriba. (Coge el haz de leña que trajo Tarugo) Y te digo que caló zi que l’hará, pero tú tas fresco. (Arza, pa que rumies) (Vase por detrás del cortijo)

TARUGO
¡Mardita zea la probeza y mi zuerte perra, home! (Con gran energía) ¿Ar barranco e cabeza? Mejó. Ma honda etá la pena e no quererla. Iré ar barranco, pero con zu queré.


ESCENA VIII

Tarugo, Rosario y una Gitana (Dentro).

(Música)

ROSARIO
(En la ventana, regando unos tiestos)
¡Ay, mure del arma mía!
¡qué güen porvení me espera
de fortuna y de alegría!
¡Qué güen porvení me espera,
que hoy ma dicho una gitana
que tendré too lo que quiera!

TARUGO
(A media voz)
La copla en zus labios
zuspira y mermura;
no hay naide que cante
con eza durzura.
Yo ziento al oiría
no zé qué temó;
murmuyo lejano de fuente escondía
párese zu vo.

ROSARIO
Yo no sé, maresita del arma,
qué é lo que m'apura,
sólo sé esta tarde m'han dicho
la buena ventura.
Y a pesa de que too m'asegura
fortuna y riquesa,
yo no sé qué será que me siento
morí de tristesa.

TARUGO
¡Dios mío! ¿qué dice?
¿Que zufre y que yora?
Po yo zabré pronto qué ocurto y qué negro
pezá la devora.
¡Rozario! (Acercándose a ella)

ROSARIO
(Sorprendida) ¡Tarugo!
¿Qué buscas aquí?

TARUGO
Po ná, que en silensio
tus quejas oí;
y como por eyas
que estás triste sé,
vengo a que tú mesma
me digas por qué.

ROSARIO
¿Que yo estoy triste piensas?
¡Jesú, qué atrosiá!

TARUGO
¡Rozario, no me engañe!

ROSARIO
¡Yo que te vi a engaña!
Cantaba cosas tristes
por ganas de canta.

TARUGO
Dispensa, yo penzaba
que too eso era verdá.

GITANA
(Dentro y muy lejos)
Ayá va por er mundo roando
la probé gitana
que er destino de todos augura
¿Quién quié que le diga
la buena ventura?

ROSARIO
(Inquieta)
¡Dió santo! ¿qué escucho?
¡Su voz otra ve!

TARUGO
Rozario, ¿qué es eso?

ROSARIO
¡Por Dió, déjame!

TARUGO
Tú tienes hoy argo
que no zé lo que é.

ROSARIO
(Disimulando)
¡Pero, hombre, qué empeño!
¡Yo qué he de tené!

(Ocultando su tristeza en una explosión de fingida alegría)

Yo no tengo na má por ahora
que mucha alegría.
¡Si tuviese una pena muy honda
te la contaría!
Po que yo sé de sobra hase tiempo
que tú pa mí has sío
un amigo, que como un hermano,
siempre me ha querío.

TARUGO
(Sin poder dominar su tristeza y aparte)
Po má que eya ze empeñe en negarlo,
yo azeguraría,
que hase tiempo no tiene Rozado
denguna alegría.
Y ar zabé que la pena la ajoga,
zoy hombre perdió;
que no hay otro que tanto la quiera
ni la haya querío.

ROSARIO
¿Qué piensas, Tarugo?

TARUGO
Yo no pienso ná.

ROSARIO
Po espera un momento que sarga;
tenemo de habla.
Yo no tengo na má por ahora
que mucha alegría,
etc., etc.

TARUGO
Po má que eya ze empeñe en negarlo
yo azeguraría, etc., etc.

(Hablado)

ROSARIO
(Saliendo del Cortijo y viendo la tristeza de Tarugo)
Amo, home, no tenga esa cara tan triste, que paese que t'han puesto a enfriá.

TARUGO
E que tu pare m'amenazao con espacharme.

ROSARIO
No hagas caso. Tú no te va de mi vera po que no quió yo, ¿sabe?

TARARUGO
(Con alegría radiante) ¡Rozariyo!

ROSARIO
¡Me río yo mucho contigo!

TARUGO
¿Po qué grasia tengo yo?

ROSARIO
Denguna: po eso me la jases a mí.

TARUGO
¡Qué güeña ere!

ROSARIO
Y vamo a otra cosa. ¿Sería tú capá d'haserme un favó, Tarugo?

TARUGO
¡Uno zólo!

ROSARIO
¡Uno!

TARUGO
E poco.

ROSARIO
¿Y si fue'a muy difísi, muy difísi?

TARUGO
Lo hago en un menuto.

ROSARIO
¿Y si fue’a imposible?

TARARUGO
(Después de una pequeña pausa) En dos menutos.

ROSARIO
Po verá tú lo que é.

TARUGO
Dilo.

ROSARIO
Esta tarde yega er zeñorito Pepe con unos amigos y yo quisiá componerme un poquitiyo pa que no la tomen a una po er coco, ¿zabe tú? ¡Como una e feiya y etá renegría, pos pa alegrarse argo la cara!

TARUGO
(Riéndose) ¡Qué Rozariyo!

ROSARIO
Güeno, po como etamo en Marso y po acá los rózales no han brotao entoavía, quió yo ve cómo te las compone tú, pa busca un puñao de rosas y traérmelas.

TARUGO
¡Mardita zea, en un vuelo!

ROSARIO
¿Las encontrarás?

TARUGO
Zi laz hay en er mundo, zí, y zi no zoy yo capá de etarles echando er vajío a los rózale pa darle caló hasta que florescan. Lo va a ve... (Medio mutis hacia el foro)

ROSARIO
Grasias, home. Po vete a buscarlas, y zi me las trae... zi me las trae, ¿zabe lo que te vi a da por eyas?

TARUGO
(Volviendo) ¿Qué?

ROSARIO
Una gofetá en cá carriyo. (Riendo)

TARUGO
(Con alegría) ¿De vera?

ROSARIO
Que sí.

TARUGO
Adelántame argo. (Sonríe y pone el carrillo)

ROSARIO
¿No soy de fiá?

TARUGO
Adelántame argo. (Poniendo la cara)

ROSARIO
Toma. (Le pega cariñosamente)

TARUGO
(Embelesado) ¡Pero zi no duele, home! ¡Zi paese que m'has deshojao un capuyo contra la cara! ¡Ma fuerte!

ROSARIO
(Riendo y pegándole más fuerte) ¡Toma!

TARUGO
¡Me cazo en mi zuerte! ¡Que m'azierren vivo zi no te traigo las rosas! ¡Bendita zea tu mano, home! (Vase corriendo por el foro derecha, rampa)


ESCENA IX

Rosario. Luego Carmen, del Cortijo.

ROSARIO
(Con tristeza) ¡Probetiyo, qué güeno e! Es una herejía lo que estoy hasiendo con e. Mi pare, Carmensiya, los demá, tóos creen que le quiero. Hasta er mesmo. ¡Si supián la verdá! Lo que no hase un queré hondo no lo hase na der mundo. (Sube hacia el foro mirando por donde hizo mutis Tarugo)

CARMEN
(Saliendo. ¡Sola! Eta e la ocasión, (Alto) ¡Hola, chiquiya! ¿está aquí?

ROSARIO
Aquí estoy, señora mayó.

CARMEN
(Con exagerada tristeza) (Ay, pos si viera qué disgusto tengo!

ROSARIO
(Sonriendo) No lo creo.

CARMEN
Como la lú. Me vi a queda sin novio y va a tené tú la curpa; ya ve si e pa etar contenta.

ROSARIO
¡Qué dise!

CARMEN
(Casi llorando) Mía, Rosario, tú sabe que yo tengo relasione con Pascualiyo.

ROSARIO
Con José Antonio, ¡mujé!

CARMEN
¡Ay, sí! ¡Dió mío, qué cabesa loca! No me'acordaba que dende la semana pasa era José Antonio. Pos güeno, estoy muertesita por é.

ROSARIO
Ya se conose.

CARMEN
Y como tu pare s'ha enterao de lo de Tarugo contigo y le quié despacha, pos se irán lo do hermano y yo me quedaré sin Pascua… digo, sin José Antonio. ¿Y qué voy yo a jasé sin José Antonio?

ROSARIO
Morite de pena lo meno.

CARMEN
No creas que no. Acuérdate de lo que me pasó guando regañé con Javié, que etuve too er día sin proba bocao.

ROSARIO
Es que tenías un flemón.

CARMEN
Dió esa casualidá, pero de toas maneras no hubiá comió. Conque carcúlate ahora lo que me pasará. Po eso, si tú quisiera, podía haseme a mí un favo ma grande!.. ¡Ay, lo que yo te lo agraesería!

ROSARIO
¿Qué favo?

CARMEN
Deja en pá a Tarugo.

ROSARIO
(Sonriéndose) ¡Mujé!

CARMEN
Depué de too, Tarugo no é pa tí. Tú te merese argo más elevao.

ROSARIO
(Con interés) ¿De vera?

CARMEN
Un gañanote serril, tan tosco y tan esastrao, no le dise a una mosita tan asea y tan guapa como tú. ¿Poiqué no le deja?

ROSARIO
(Poniéndose seria y con misterio) Po que no hase farta.

CARMEN
¿Qué dise?

ROSARIO
(Después de pasar a mirar al Cortijo y con mucho misterio) Oye, chiquiya; ven acá. Si tú no fuese má atolondra que un pajariyo nuevo, yo te confiaría a tí un secreto mu hondo, mu hondo, pa que no lo supiese naide en el mundo más que tú.

CARMEN
¿Un secreto? ¡Ay, pos dímelo ya, me muero por los secretos! ¿Qué é?

ROSARIO
Carmensiya, yo nesesito abrí mi pecho y confíale mis penes a un corasen que me quiera.

CARMEN
¿Pos cualo mejó que er mío? ¿Pero tiene tú penas?

ROSARIO
Y mu hondas. (Con gran tristeza)

CARMEN
Pos dímelas toas.

ROSARIO
Verás. ¿Tú crees que yo quiero a Tarugo?

CARMEN
Como lo cree tó er mundo.

ROSARIO
Po no é sierto. Tarugo es pa mí como una pantaya.

CARMEN
¿Qué dise?

ROSARIO
Como una pantaya que me hase farta pa que haga sombra en mi arma y no se vean claras mis intensiones verdaeras.

CARMEN
¿Entonses tú estás enamora d'otro?

ROSARIO
D'otro, sí, con toa mi arma; y te vi a desí de quién, pero por tu sarvasión...

CARMEN
Habla sin reparo, mujé. ¿De quién?

ROSARIO
Pos... pos der zeñorito Pepe.

CARMEN
Josú! ¡Der zeñorito! ¡Virgen del Amparo! ¡M'has dejao muerta!

ROSARIO
¡Cáyate por Dió!

CARMEN
¿Pero no lo sabe naide?

ROSARIO
El y yo solos y tú ahora. Dime la verdá. Carmensiya; ¿encuentras mal ete queré?

CARMEN
(Titubeando) Pos... pos sí, Rosario, no pueo engañarte. Tarugo me paesía poco; er zeñorito me paese mucho. A mí, pa marío, uno como yo de arto pa mírale cara a cara toa la vía.

ROSARIO
Es que él me quiere de vera.

CARMEN
Ojalá zea asín; pero si lo supiera tu pare, le gustaría meno que el otro.

ROSARIO
Ya lo sé. Pos pa evita eso me dijo Pepe: «Que no sepa naide que nos queremo hasta que haga farta, y pa que no lo reparen, hasle cara a cualquiera, ar má bruto de por acá, a Tarugo mesmo. » Ahora te lo explicarás too.

CARMEN
Demasiao. (Con tristeza) Rosario, ¿sabe que eso que etai hasiendo con Tarugo é una herejía?

ROSARIO
Mujé, es que yo creo que Tarugo é un peaso carne con ojo que ni siente ni paese; po eso m'atreví. Aemá, yo ná le dije claramente.

CARMEN
¡Pero le diste esperansa! ¡Ay, chiquiya, que creo que t'has equivocao! De tos modos liases mal. Desengaña a Tarugo cuanti más antes. ¡No sé por qué me dise el corasón que por ahí te van a vení las penas má negras!

ROSARIO
¡Chist, cáyate! Viene gente, (subiendo hacia el foro) Tarugo es.

CARMEN
¡Tarugo! ¡Probetiyo!

ROSARIO
Silensio por Dió.


ESCENA X

Dichas. Tarugo que viene corriendo por el foro derecha (rampa)

TARUGO
(Jadeante de la carrera que trae. Intenta en vano disimular la alegría de su cara. Lleva las manos atrás, escondiendo un manojo de rosas) ¿He tardao mucho?

ROSARIO
Menos d'un menuto.

TARUGO
(Sonriendo) Po no te creas que no las traigo.

ROSARIO
Ya te dije yo que era mú difísil.

TARUGO
(Soltando la risa y en el colmo de la alegría) ¡Jé, jé! ¿Mu difísil queriéndolas tú? Toma, mujé, aquí las tienes. (Dándole las rosas)

ROSARIO
¿Las traes? ¡Josú, qué presiosas! (Las coge)

TARUGO
Capuyo las cogí; zabían que venían camino e tu pecho y z'han abierto toas.

ROSARIO
¿Y d'aonde las sacaste?

TARUGO
(Titubeando) Ezo é lo malo. No te lo digo, que te va a da reparo ponértelas.

ROSARIO
¡Reparo! ¡M'has intrigao! ¿D'aonde las cogiste?

TARUGO
(Vacilando) ¡Ea, que no lo digo!

ROSARIO
Si no lo dises no las quiero.

TARUGO
Pos... pos las he robao pa tí.

ROSARIO
¡Josú! ¿A quién!

TARUGO
Pero no t'apures que ha zío a una prezona que e má que una prezona. Verá. Cuando salí d'aquí me dije: ¿dónde hay rosas en este tiempo? y me z'ocurrió de gorpe una coza. Mi ruare, aya en lo arto é la zierra, junto a la ermita de la Consolación, que eya cuida, tiene unos rosaliyos trempranos. Vamo a ve, penzé, y aya arriba me fui. Miré los rosales y ni una rió. ¿No hay rosas, mare? dije a la viejeciya.—«Unos capuyos corté eta mañana y se los puze a la Virgen. Ahí etán en el artá.»—Cayé, me quité er zombrero y entré en la ermita, que estaba silenciosa y oscura. Miré pa la Virgen, y ayí estaban las rosas, en meta el arta en un jarriyo branco. Dije, yo me las llevo, y di unos cuantos pasos. Al ir a cógelas, miré azina a mi alreor, poque me daba un poquitiyo reparo lo que iba a jasé, y cuando vi alarga la mano, me veo en el arta d'al lao a Zan Migué con la espá levanta y mirándome furioso como diciendo: — ¡Zi las toca te corto la mano, zo morra! Aparto la vista, y me veo enfrentito a Zan Juan con er deo asina, zeñalándome pa la puerta como si me dijese:— ¡Vaya oté a la caye ahora mesmo, zo granuja!—Me eché pa atrá, y me iba a zalí cuando pensé: pero Dió mío, ¿y ze va a queá zin eya? Y voy, y cerrando los ojos pa no ve a los santos, ayego al arta, agarro las rosas y zargo corriendo. (Movimiento de espanto en Rosario y Carmen) En la puerta me gorví asustao, me paecía que me seguían. Entonses miré pa la Virgen, poque me feguraba la cara que habría puesto, pero no; h'ata me paeció que me miraba y se zonreía como diciéndome:—Zi zon pa eya, yévelas oté con Dió, amigo, que etá oté dispenzao.— Eché a correr tranquilo, y ahí las tienes.

ROSARIO
¡Dió mío! ¡Pero eso e un pecao mortá!... ¿Por qué lo has hecho?

TARUGO
Poque tú las deseabas.

CARMEN
¡Has sío ladrón por eya!

TARUGO
Po vaya una coza, ¡y asesino zería!

ROSARIO
(Asustada) ¡Josú, qué bárbaro; caya!

TARUGO
(Riéndose) ¡E un decí, mujé!

ROSARIO
(De mal humor.' Pos toma, no las quiero. Devuélvele esas rosas a la Virgen y pídela perdón.

TARUGO
¡Anda, mujé, quéatelas; zi zé yo que m'a perdonao, no te lo digo! ¡Dende azina (Señalando de pequeño) que me vé rézale, fegúrate tú zi me querrá!

ROSARIO
Pos muchas grasias.

TARUGO
¿De qué? ¡Zi te daría mi zangre! (Mutis a juicio del actor, expresando todo el cariño que siente por Rosario, primera derecha)

CARMEN
(Después de una pausa, contemplando a Tarugo, que se aleja) ¿Lo está viendo, Rosario?

ROSARIO
Toma. (Dando las llosas a Carmen) No quió las rosas. Déjalas en mi cuarto. ¡M'ha dao mieo ese hombre!

CARMEN
Y a mí. ¡Ay, Rosariyo, qué mal has hecho!

ROSARIO
(Con invencible mal estar) ¡Bueno, mujé, déjame en pá, ya lo Sé! (Vase Carmen al Cortijo)


ESCENA XI

ROSARIO
¡Dió mío, me va asustando ya er cariño de ese hombre! Tié rasón Carmensiya. Eto que estoy hasiendo podía costarme caro. Y aluego es una consensia que mi pare lo espache de aquí por mi curpa, y que toos se rían de é. En cuanto venga Pepe le hablaré claritamente. Si se sabe la verdá que se sepa. ¡Pero no, la verdá, no, Dió mío, no pué ser! ¿Cómo la digo? ¿Cómo digo yo a mi pare, cómo digo yo a too er mundo que ese hombre me tiene amarra a su corasón con caenas de jierro? ¡Que quié yevarme a Córdoba! ¡Que pa eso viene hoy, pa sacarme d'aquí, de mi casa, de mis cariños! ¡No, eso no! Pero si él se empeña, si él lo quiere ¿qué voy a jasé, Virgen Santa? ¿Po qué queame sin é? ¡Queame sin é! ¡Eso nunca! ¡Antes me queo sin vida! ¡Dió mío, dame fortalesa! (Rosario queda llorando, sentada a la puerta del Cortijo)


ESCENA XII

Rosario. Tarugo por el foro derecha entre la fuente y la rampa. Luego Pepe por la rampa

TARUGO
(Para sí mismo y como intentando vencer un temor muy grande) ¿Po qué no ze lo he de dezí? Ya z'ha queao sola. Yo zargo y se lo digo. Que me dé una rosa después de yevarla en er pelo, pa guárdala en un relicario que tengo. (Dudando) ¡Zi me dice que no, me va a dá un reparón ma grande! Pero ea, que m'atrevo. (Adelanta cautelosamente y retrocede de pronto, mirando hacia la derecha) ¡Contra! ¿Quién viene po aya? (Fijándose) ¡Zopla! ¡Erzeñorito Pepe! ¡Me vi a esconde no zea que zi me ve zolo con eya ze lo iga al zeñó Juan. ¡Ya esta aquí! (Se esconde entre las malezas delante de la fuente)

PEPE
(Es un mozo apuesto y desenfadado; Tiene correctamente vestido de cazador) ¡He conseguío escaparme de los demá y vení po el atajo, (Deja la escopeta apoyada en un ribazo) ¿Dónde andará Rosariyo! (Reparando en ella) ¡Caye! ¡Ayí paese!... Sí, ella e. (Se acerca sigilosamente y la abraza)

ROSARIO
(Levantándose asustada. ¡Ay! (Al verle, con inmensa alegría) ¡Pepe!

(Música)

PEPE
No te asustes tú, arma mía,
luserito de mi vía,
no te asustes, que soy yo.

ROSARIO
¿Yo asustarme? ¡Tontería!
Tu me causas alegría,
pero sobresalto no.

PEPE
(Apasionadamente)
¡Ay, vía de mi vial

ROSARIO
¡Pepe, por Dió!

(Mirando con temor al Cortijo)

Tú me causas alegría,
pero sobresalto no.

PEPE
Como a mí en er mundo
sin estar contigo
nada me divierte,
dejo a los amigos
jugando en El arto
po venir a verte.
Po desirte a sola
que por curpa tuya
de pesa me muero.

(Abrazándola)

ROSARIO
(Cariñosamente)
¡Pepe, me hases daño!

PEPE
¡Cáyate, arma mía!
Déjame, lusero.

(Estrechándola más y con creciente pasión)

¡Quiero estrecharte en mis brasos,
verte de amor medio loca,
quiero bebé la alegría
en los labios de tu bocal
Quiero sentir junto al mío
tu corasón parpitá,
y quiero darte, arma mía,
mi sangre y mi vía,
¡que ya ves si es dá!

ROSARIO
¡Caya por Dió, Pepe mío!
Mira que me vuelvo loca
y que me están trastornando
las palabras de tu boca.
¡Caya, por Dió te lo pío,
porque me vas a mata!
que yo también te daría
mi sangre y mi vía,
¡que ya ves si es dá!

PEPE
(Con alegría inmensa)
¿Lo dise de vera?

ROSARIO
¿Po no ve que sí?

PEPE
¿De vera, Rosario?

ROSARIO
¡Y aun dudas de mí!

PEPE
(En voz baja, insinuante, acariciadora como un suspiro)
¡Pos óyeme, paloma!
Yo tengo aya en Triana,
en medio de los campos,
una casita blanca.

ROSARIO
(Suplicante)
¡Pepe!

PEPE
(Apasionadísimo)
¡Caya!
En el jardín, las flores
sus cálises levantan
y aquél rincón ocurto
perfuman y embalsaman

ROSARIO
(Desfalleciendo)
¡Pepe!

PEPE
(Más bajo cada vez)
¡Caya!
Pa unir en laso estrecho
dos cuerpos y dos almas,
pa dos que bien se quieran
como nosotros ..

ROSARIO
(Con súbito arranque)
¡Basta!

PEPE
(Dominándola nuevamente con el sensual halago de su voz amorosa)
No existe mejor nío
que mi casita blanca,
perdía en el espeso
ramaje de Triana.

ROSARIO
(Con emoción hondísima)
¡Ay, mare de mi via!

PEPE
¡Ay, vía de mi alma!
¡Ayí mi amor te espera
y ayí quiero que vayas!

ROSARIO
(Con entereza)
¡Nunca!

PEPE
(Sorprendido) ¿Qué es lo que dices?

ROSARIO
¡Nunca!

PEPE
(Con amargura)
¡Ya lo esperaba! (Despreciativo)
Mujer al fin y al cabo,
y, como toas, falsa.

ROSARIO
(Suplicante)
¡Pepe!

PEPE
(Con rabia) Si no me quieres.

ROSARIO
(Con dolor inmenso)
¡Pepe!

PEPE
(Con indignación)
Porque me engañas.

ROSARIO
(Casi llorando)
¡Pepe, por Dió lo pío,
cáyate que me matas!

PEPE
(Abrazándola de nuevo y como antes)
Quiero estrecharte en mis brasos,
etc., etc.

ROSARIO
Caya, por Dió, Pepe mío.
etc., etc.

(Hablado)

PEPE
(Conservándola abrazada, a media voz y suplicante) ¡Rosario! ¡Rosario!

ROSARIO
(Con angustia) No, caya, Pepe; lo que me píes es un imposible.

PEPE
Piénsalo bien, llena (Tarugo asoma por entre el ramaje su cara lívida y demudada, y escucha espantado la escena)

ROSARIO
Por tu cariño, la sarvasión, pero irme d'aquí, deja a mi pare, deja mi casa, ¡nunca, Pepe! no me pías eso, por tu salú.

PEPE
¡Rosario, no seas loca! ¿Pos qué quieres, que sigamos como hasta ahora, escondiendo este cariño tan grande, como una vergüensa? ¿Quiés seguí la farsa con Tarugo? ¿Hasé creé que quieres a ese bruto? Hasta ahora bueno, pa que no reparasen en mí; yo mismo te lo aconsejé; pero se me va hasiendo pesao vé siempre a ese anima olfateando tu rastro.

ROSARIO
(Con ironía) ¿Tiene selo?

PEPE
No los pueo tené po que no los merese; pero no quió más. ¡Di que sí! ¡Dí que te irás conmigo! Verás luego como too se arregla. Cuando vean que no hay remedio consentirán mis padres, perdonará el tuyo...

ROSARIO
¡Ar mío le mataría antes la pena!

PEPE
¿Pero l'había de da pena verte mujé mía?

ROSARIO
¿Pero yegaría yo a sé tu mujé?

PEPE
¡Pos claro! No seas loca y déjame a mí. (Atrayéndola hacia sí y con misterio) A la noche a las nueve, cuando duerman tóos, sales hasta la verea der barranco, ayí estará Frasquito con la jaca, yo te seguiré de serca, montamos, y a la felisiá!...

ROSARIO
¡Mare mía!

PEPE
¿Saldrás a la noche?

ROSARIO
Qué sé yo, déjame pensá, aluego te lo diré.

PEPE
Tié que sé enseguia.

ROSARIO
No me martirise. Déjame una hora tan sólo. (Suplicante)

PEPE
Como quieras. Me voy pa reunirme a mis amigos que aguardan aya arriba y venir con eyos. A la tarde quió saberlo.

ROSARIO
Lo sabrás.

PEPE
No digas que he venío.

ROSARIO
Cuida tú que no te vean.

PEPE
Hasta luego, reina mía. (Con amor)

ROSARIO
¡Adiós, adiós, Pepe de mi arma! (Vase al cortijo acompañándola Pepe hasta la puerta)


ESCENA XIII

Pepe. Luego Tarugo.

PEPE
(Viéndola entrar, se dispone a irse) ¡Esto es hecho! (Cínicamente) ¡Y la mosita lo vale! Me la yevo eta noche, y un mes en Córdoba, otro en Seviya, y luego suerto la paloma camino é su nío, y entonses, ¡pa Tarugo! (Recoge la escopeta y vase por la rampa)

TARUGO
(Sale su escondite lívido y demudado y dice con feroz expresión) ¡Mardita zea la zangre tuya, ladrón! ¡Qué he escucha o yo! ¡Too una burla! ¡Cuando lo zentí de sus labios me ze partió er corazón en peasos! Ansias de muerte me dieron, jieles me yenaron la boca, y ahí tirao en eza malesa, revorcándome como una bestia jería, yeré lágrima de zangre. ¡Pero ea, ya pazo! ¡Yorá, no, Tarugo! Mis lágrimas pué que les dieran risa; mi risa, pue que les dé mieo. ¡Too lo perdí! ¡Too lo perdí pa ziempre! ¡Ay, amor siego! ¡Rosas de la Vigen! ¡Ay, Rozariyo de mi zueños! (Cae sentado, llorando, al lado de la fuente. Pequeña Pausa)


ESCENA XIV

Tarugo y José Antonio.

JOSE ANTONIO
(Viene canturreando la copla «Me mercaste una cachucha», por detrás del cortijo) ¡Tarugo! (Llamándole desde lejos) ¡Tarugo! ¿Pero t'has dormío? ¡Tarugo! ¡Mardita zea, home! ¡Como lo dije, z'ha dormío eze peaso é bestia! (Yendo a él y zarandeándolo) ¡Arza, home!

TARUGA
(Levantando la cabeza) ¡José Antonio!

JOSE ANTONIO
(Reparando en los ojos de Tarugo) Oye tú, Tarugo, pero ascucha aquí, ¿qué tiés tú? ¿qué es eso? ¿yoras?

TARUGO
El aire que me metió unas chiniyas en loz ojo...

JOSE ANTONIO
¿Y t'han yegao al arma por lo visto?

TARUGO
Que no é na.

JOSE ANTONIO
¿Entonses de qué jimecas? ¿Dime qué tiés tú, qué t'han jecho? ¿Fue er zeñó Juan por acazo? Dímelo, poque él ez el amo y tié mi pan, pero tú tiés mi zangre, y como haiga zío él... ¡Mardita zea!

TARUGO
Aguanta, home, que te digo que ha sío tierra que me z'ha metió en loz ojo.

JOSE ANTONIO
Tierra, ¿eh? Me paece que vi yo a zacá la regaera y no vi a para hasta que jaga barro. ¡Esa mosita mos pierde!

TARUGO
Caya, que zalen. (Levantándose)


ESCENA XV

Dichos, El Señó Juan y Rosario. Detrás Carmen. Salen del Cortijo. El señó Juan saca de la mano a su hija, llorosa .

JUAN
Ven acá, hija mía, que me vas a desí ahora menino y elante ese, po qué yorabas en el rincón de tu cuarto. (José Antonio mira sorprendido a Tarugo que calla)

ROSARIO
¡Pare, por Dió!

CARMEN
Déjela oté, tío Juan, era otra cosa.

JUAN
(A Rosario) ¿Qué t'ha hecho, qué t'ha dicho ese canaya arrastrao pa que tú yores?

JOSE ANTONIO
(A Tarugo) ¿Pero yora por tí?

TARUGO
(Con tristeza) ¡Ojalá!

ROSARIO
¡Pare, que no ha sío é!

JUAN
No lo niegues ni lo discurpes. (A Tarugo) ¡Pues gloriarte, home, pues gloriarte de habele robao er sosiego a mi hija, de habé esbaratao la pá de mi casa! ¡Pero mardita zea! que va a salí de aquí ahora mesmo y pa siempre, y como me yamo Juan, que si vuelves cá ponerte ante mis ojos, te parto er corasón, ¡esagradesío! (Queriendo ir hacia él; Rosario y Carmen le sujetan, cada una por un lado)

ROSARIO
¡Pare, por Dió!

CARMEN
¡Po la Vigen, tío!

JOSE ANTONIO
¡Mardita zea! ¿po qué cayas?

TARUGO
Po que yo no quió mátalo a é.

JUAN
(Con desesperación) ¡Vete, vete d'aquí ó t' esgarro. ¡Fuera, fuera é mi casa, granuja!

JOSE ANTONIO
¡Por vía é Dió!

TARUGO
(Conteniéndole) ¡Caya! (Al señó Juan) Ya mos vamos. (Cuando se disponen a marcharse, salen por el foro derecha, rampa, los cazadores)


ESCENA XVI

Dichos, Pepe, Amigo 1°, Amigo 2° y Frasquito.

PEPE
¡A la pa de Dió, zeñore!

LOS DEMAS
¡Güenos día, zeñore!

AMIGO 1°
¡Hola, zeñó Juan!

JUAN
¡Dió les guarde, zeñoritos! Bien venios. (Pepe da su escopeta a Frasquito y éste y los Amigos 1° y 2° se acercan al Cortijo y dejan los arreos de caza y armas exceptuando Frasquito que se queda con la escopeta yéndose a sentar al lado de la fuente)

PEPE
(A Rosario y Carmen) ¡Adiós, chiquiyas' ¡Hola, Tarugo! (Reparando en la tristeza y disgusto de todos) ¿Pero qué es esto? ¡Malas caras se estilan por acá! ¿Qué pasa?

JUAN
Pos dispense oté, zeñorito; pasa que hay cosas en las familias que son mejó cortarlas de raíz antes que traigan trastornos peores, y acabo e despacha a ese del Cortijo, (señalando
A Tarugo)

ROSARIO
Y diga oté que ha hecho mu má, zeñorito, po que no tié rasón.

JUAN
(Con ira) ¿Ve oté cómo lo defiende?

PEPE
No hasé caso de eso, home, cuando lo defiende será porque se quieren, ¿verdá, Tarugo?

TARUGO
Zí, zeñó, ¿á qué negalo? Argo de ezo hay.

JUAN
¿Lo vé oté?

TARUGO
(Adelantando) Y zi me da oté licencia, yo diré lo que paza aquí.

PEPE
Habla lo que quieras.

TARUGO
Poz paza, señorito, que yo quería a Rosario con toa mi arma, y eya... eya, la probetiya, como é tan güeña, po no m'ha mirao con maloz ojo. Ezo lo zabe too er mundo po acá. Pero como uno e un probe esastrao, er zeñó Juan la quiere pa mejore mano. ¡Vaya con Dió! Er zeñó Juan é zu pare; me espacha y yo me voy. Pero hágame oté er favo de decile una coza é mi parte.

PEPE
¿Qué quiés que le diga?

TARUGO
Poz dígale oté que Tarugo, este zarvaje, esta bestia probé y escarnecía, ze va der Cortijo, y que eza mujé no zerá pa mí: pero que mientras yo viva, de esta casa no ze la yeva naide. ¿Lo oye oté? ¡Naide! (Esto último con tremenda energía)

PEPE
Eso díselo a él.

TARUGO
Y a oté, que pué que tampoco le estorbe zabelo.

PEPE
Oye, tú; ¿en qué tono me estás hablando a mí?

TARUGO
En er que me zale de la boca.

PEPE
¿Qué es eso? Como me fartes al respeto te cruso la cara. (Amenazándole)

TARUGO
Y yo le parto a oté el corazón. (Echando mano al hacha que lleva en la cintura)

PEPE
¡Mardita zea! (Quiere abalanzarse a él y le detienen Juan, Rosario y los Amigos. José Antonio se interpone entre Tarugo, Pepe y Frasquito, que al principio de la reyertase levanta y se acerca, preparando disimuladamente la escopeta)

JUAN
¡Por Dió, zeñorito!

ROSARIO
¡Josú! (A Tarugo) ¿Qué dises tú?

TARUGO
(Gritando furioso) Dicho está lo dicho pá que todos lo oigan. Mientras yo viva, a eza mujé no ze la yeva naide daquí.

JUAN
¡Granuja! (Quiere abalanzarse a Tarugo, y le sujetan y suben hacia el foro, quedando el cuadro siguiente: Rosario entre Pepe y Juan conteniéndolos, Carmen y los amigos sujetando al señó Juan, y Frasquito acariciando la escopeta)

TARUGO
¡Naide! (Momento de pausa) ¡Amo, José Antonio!

(Haciendo mutis por la primera derecha)

JOSE ANTONIO
(Con mucha naturalidad y siguiendo a Tarugo)
¡Quearze con Dió, zeñore! (Telón rápido y

Mutación

Desfiladero de la sierra de Córdoba. Desde la escena, que figura un alto, vense los repliegues de la serranía. A lo lejos, en sitio pintoresco, alguna ermita. Cae la tarde; las luces suaves del crepúsculo, envuelven la sierra en un dulce ambiente de poética melancolía. Paulatinamente va creciendo la sombra.


ESCENA PRIMERA

Coro de Pastores (dentro), Coro de Aceituneras, Un Arriero (dentro) y Tres Cazadores.

(Música)

(Se oyen a lo lejos las esquilas de un rebaño)

CORO
(De pastores, a lo lejos)
Va la tarde cayendo,
yega la noche;
camino e la majada
van los pastores
buscando entre las sombras
y en er descanso,
er nudo cariñoso
de amantes brasos.

(Oyese el trallazo de una honda y una voz que grita: «¡Borrega!»)

Camino e la majada
van los pastores.
Vaya con Dios la tarde;
venga la noche.

CORO
(De aceituneras que salen con capazos y útiles de faenas del campo, por la primera derecha. Dentro)
¡Como banda de palomas
que la noche ha sorprendió
va cá una de nosotra
buscando er caló der nío!

(Salen a escena)

Sernos las aseitunera;
venimos der plantoná.
¡Ay, caminito de casa,
qué a gusto te voy a anda!
Vamos pronto, mositas,
que farta poco.
Vámonos hasia er pueblo
que el ir es corto.
Quió está pronto en la reja
pa que no espere
y me diga cantando
cuánto me quiere.
Semos las aseitunera,
venimos der plantona.
¡Ay, caminito de casa,
qué a gusto te voy a anda!

(Vanse por la primera izquierda. Suena el “Angelus” en una ermita cercana)

ARRIERO
(Dentro)
¡Amerito, arriero!
¡Malhaya tu suerte perra!
Siempre solo y siempre andando
por atajos y vereas.

(Salen por la primera izquierda tres cazadores, tipos caricaturescos, con sus pertrechos y sus perros correspondientes)

LOS TRES
(Cómicamente)
¡Con perro, escopeta,
morral y canana,
salí eta mañana
serían las tre!
Subiendo y bajando
peñascos y serros,
detrás de los perros,
diez leguas andé.
¡Suando!
¡Aspeao!
¡Molío!
¡Cansao!
Y usté me dirá:

(Limpiándose el sudor con el pañuelo)

¿y qué ha casao usté?
¡Ah! ¡Ah!

(Como señales de un gran cansancio)

Pues no he casao ná.
¡Ná!
¡Ná!
pero too se puede
sufrir con valor
por er gusto que da que te digan:
¡Ahí va un casaor!

(Durante el ritornello, suben al foro cómicamente, como si o y eran ruido entre las malezas)

El perro, de muestra
nos puso un conejo;
tiramos, y un viejo
ar punto gritó: —«No tiren, zeñore,
que es un disparate.
Si está con tomate
y lo he guisao yo.» —
¡Corrío!
¡Abroncao!
¡Me fui
avergonsao!
Y usté me dirá:

(Haciéndose aire con el sombrero)

¿y qué ha casao usté?
|Ah! ¡Ah!

(Igual que la primera vez)

Pues no he casao ná.
¡Ná!
¡Ná!
Pero too se puede
sufrir con valor
por er gusto que da que te digan:

UNO
Ahí va un casaor.

OTRO
Ahí va un casaor.

OTRO
Ahí va un casaor.

UNO
¡Ahí va!

OTRO
¡Ahí va!

LOS TRES
Ahí va un casaor.

(Vanse cómicamente por la primera derecha)


ESCENA II

Pepe, Frasquito con la escopeta.

(Hablado)

PEPE
(Saliendo por la primera derecha) Ven acá, Frasquito. Me he adelantao por si luego en el cortijo no tengo ocasión de hablarte a solas.
FRASQUITO
Oté dirá.

PEPE
Eso está hecho.

FRASQUITO
¿De moo que la paloma vuela con nosotros?

PEPE
Esta noche a las nueve.

FRASQUITO
(Con malicia) ¡Pa que a oté se le fuese!

PEPE
Conque tú ya lo sabes, a esa hora en punto aguardas con la jaca en la verea er barranco.

FRASQUIITO
Ayí etaré.

PEPE
Puntúa.

FRASQUITO
¡(Chipéndila!

PEPE
Y hay que estar prevenío. Ya has visto lo que ha pasao esta tarde. Pa mí que er Tarugo ese s'ha olio er tostón.

FRASQUITO
Déjelo oté vení.

PEPE
Por si acaso, carga la escopeta con bala.

FRASQUITO
Descuide oté. ¡Como yegue!...


ESCENA III

Dichos. El Señó Juan primera derecha.

JUAN
(Dentro, llamando) ¡Zeñorito! |Zeñorito!

PEPE
(A Frasquito) Caya, que viene er zeñó Juan.

(Alto y mirando por la derecha) Aquí, aquí estamos.

JUAN
(Dentro) ¡Hola! Aya voy.

FRASQUITO
(Como indicando al señor Juan el camino) ¡Po la erecha! (Pequeña pausa)

JUAN
(Saliendo) ¡Güen paso han yevao ostes, cámara!

PEPE
¡Como se queó oté enreando en el platoná!

JUAN
¿Y qué, ha visto oté, zeñorito, que bien pintan los olivos?

PEPE
¡El cuidao y la buena mano de ote!

JUAN
Grasia, zeñorito; etá má que yo lo diga, pero no ze duerme uno, no zeñó. Y ezo que estos días pazaos, andemos de mala conformiá en el cortijo con ezo de Tarugo. ¡Mardita zea su casta!

PEPE
Vamo, home, no pienze oté má en ezo.

JUAN
Po miste, zeñorito, no crea oté que las tengo toas conmigo con lo de esta tarde. Eze e mu bestia y fe'ha dio de mala zangre.

PEPE
¿Y qué teme oté de eze anima?

JUAN
¡Qué zé yo! Como Rosariyo le tiene una mijitita afisión... ¡Eso e lo malo!

FRASQUITO
(Apoyado en la escopeta, suspira al parecer abstraído) ¡Ay, Dió mío!

JUAN
Me temo... ¡no lo quió pensá! Me temo que la trastorne y se la lleve é casa, la verdá.

PEPE
¡Quite oté, criatura!

JUAN
Ca uno teme lo que má le dolería, zeñorito. Crea oté que zi ze me yevara la nena, me daba una puñalá en meta er corasón.

PEPE
No piense oté en ezo.

JUAN
Es que uno ya es viejo, zeñorito. ¿Ve oté lo que es el cortijo? Cuatro paeres que se desmoronan zin má alegro que la parra que las cubre con sus ramas verde. Pue eze es mi retrato. Quíteme oté eza chiquiya, que con sus risas y sus abrasos alegra mis ruinas, y me vengo ar suelo, créalo oté, zeñorito. (Casi llorando)

PEPE
(Riendo,) ¡Amo, home, no ze ponga oté negro! Ete y yo nos queamos eta noche en er cortijo, y oté a dormir tranquilamente. Y zi quiere, que venga. Conque amo pa yá a sena tranquilamente bajo el emparrao; aluego avisa oté a unos vesinos y hasemos su mijita é cante, y despué a dormir con sosiego y orvíe oté a Tarugo, que pa mí que eze es como el grajo: chiya cuando huye.

FRASQUITO
¡Chipéndila!

JUAN
¡Ojalá zea azín!

PEPE
Andando.

JUAN
¡Amo ayá! (Vanse por la primera izquierda)


ESCENA IV

José Antonio por la derecha.

JOSE ANTONIO
(Sale jadeante, rendido, aspeado) ¡Mardi... mardita zea, home! ¿Pero aón... aónde ze  habrá metió eze Tarugo? Le vi a da., le vi a da una gofetá, home. He buscao y rebuscao toa la sierra y ná. ¿Po qué yoraría esta tarde? ¡No me lo ha querío esí! Cuando zalimos der cortijo echó pa elante camino é caza, con una cara má amariya que la cera, y con unos ojo que le relusían como una navaja recién afila. ¡Cámara, qué caló hase! dije yo pa distraerlo; y me dio un tarugaso que de poco me echa barranco abajo. Ayegó a casa, agarra la escopeta, zale pitando, echo yo etrás, y que zi quieres. ¡Como zi se lo hubiá tragao la tierral ¡Toa la zantísima tarde buscando y zin topa con él! Y eze mos hace una. ¡Mardita zea! ¡Eze las yeva negras! ¡Pa mí que z'a dio a ronda er cortijo! Me voy pa aya, y ojalá dé con é y puea aguantarlo. ¡Cuidito que se lo estoy disiendo diariamente! ¡La mujé no es pa trago largo, Tarugo; la mujé como el aguardiente, a zorbitos y pa postre! Pue na; él, un trago e la mar de rato y ansima friegas. ¡Mardita zea, home! (Vase
por la izquierda. Música)

(Mutación)


CUADRO TERCERO

Decoración, la del primer cuadro. Es de noche. La luz de la luna ilumina el cortijo. Bajo el emparrado, vense dos mesitas de pino unidas, con restos de una cena. De los travesanos de la parra cuelga un velón de Lucena, encendido.


ESCENA PRIMERA

Rosario, Carmen, el Señó Juan, Pepe, Frasquito, Amigo 1°, Amigo 2º. Mozas y Mozos. Rosario, Carmen y el señó Juan sentados cu sillas. El Coro formando semicírculo, y unos cuantos de la primera fila sentados en el suelo. El Amigo 1° al lado de Carmen y el 2° y Frasquito detrás. Pepe apoyado en la silla de Rosario, toca la guitarra.

(Música)

CORO
¡Venga jaleo!
¡Venga jarana!
Duren las coplas
hasta las sinco
de la mañana.
Venga jarana,
venga jaleo,
poique esta noche
yo t'aseguro
que aquí me queo.

JUAN
No tanto, mositos,
que hay que madruga.

CORO
Po que cante una copla Rosario.

ROSARIO
Po aya va.

(Entusiasmo, olés y palmas)

ROSARIO
(Entonándose) ¡Aaaaay!

TODOS
¡Olé!

ROSARIO
Yo sufro mientras tú gosas,
yo goso mientras tú cantas.
Las penas que a mí me sobran
son las que a tí te hasen farta.
¡Ay, si tú supieras
lo que a mí me pasa!
No tendrías pa mí de seguro
tan malas entrañas.

CORO
¡Ole las mujeres!
¡Vaya sentimiento!
(Los que están sentados del Coro se levantan y forman círculo con los demás)

CARMEN
¡Ay, Josú, qué tristes
que nos hemos puesto!

PEPE
Canta tú si quieres.

CARMEN
Pues aya voy yo.
(Levantándose y viniendo al centro)

TODOS
¿Qué va a sé?

CARMEN
Un tango
de los de mistó.
(Alegría extraordinaria. Olés, palmas, requiebros, etc. Pepe acompaña el tango con la guitarra)

CARMEN
No le cuentes ar cura, chiquiya,
lo que anoche pasó entre lo dó.
poique no va habé cura en Seviya
que te dé la arsolución.

CORO
¿Que no?

CARMEN
Que no.

(Palmas)

Pero no pase pena denguna,
ni t'apures por eso, mujé:
ven a verme esta noche a las onse,
poique yo te arsorberé.

TODOS
¡Olé!

CARMEN
Poique pa sierto delitos
que cometemo lo do,
yevo yo siempre conmigo...

TODOS
La areolusión.

(Carmen levanta los brazos, yergue su busto y principia a bailar un zapateado con toda la gracia del mundo. Entusiasmo general)

TODOS
(Jaleándola y acompañándola con palmas)
¡Duro!
¡Grasia!
¡Venga!
¡Qué!
¡Arsa!
¡Toma!
¡Vaya!
¡Bien!

(Acaba el número en medio del más frenético entusiasmo. Durante el baile, algunos criados del cortijo entran las mesas y sillas, dejando las que están en primer término)

(Hablado)

AMIGO 2°
¡Bien po las cantaoras!

FRASQUITO
¡Mu bien! ¡Bravo!

AMIGO 1°
(A Carmen) ¡Pero qué rebonita es osté!

CARMEN
(Con guasa) ¿No sabe oté otra?

JUAN
(Levantándose y dirigiéndose a todos) Es zeñore, que zon las echo y media y hay que madrugá.

PEPE
(Dejando la guitarra) Eso quié desí que a la cama
           
JUAN
Ca mochuelo a su olivo.

CARMEN
(Al Amigo 1°) Eso de mochuelo no lo han dicho por oté, no vaya oté a creerse.

AMIGO 1°
¡Pero qué retebonita es oté! (Mozas y mozos marchándose por diferentes sitios)

UNOS
Güeña noche, zeñore.

OTROS
Quearse con Dió.

JUAN
Hasta mañana, güeña gente.

AMIGO 2°
(A Pepe) Nosotros nos vamos a dormir a la casiya der guarda.

PEPE
Que os acompañe Frasquito.

FRASQUITO
(Cogiendo la escopeta de un rincón) ¡Amos aya!

AMIGO 1°
Descansa

JUAN
Iguarmente. (Vanse foro derecha, rampa, los Amigos 1° y 2°)

PEPE
Oye, Frasquito.

FRASQUITO
(Que los seguía se detiene) Mande oté. (Quedan al foro hablando en voz baja. Mientras el señor Juan entra en casa un par de sillas)

CARMEN
(A Rosario, que queda sentada y parece pensativa) ¿Qué tienes, Rosariyo? ¡Paese que etás triste!

ROSARIO
(Esforzándose por sonreir) ¿Triste? ¿No me has oído cantando?

CARMEN
|Por Dió, chiquiya!

ROSARIO
Etate sosegá.

JUAN
(Saliendo de nuevo y cogiendo una silla para entrarla) Entra tú ezo que quea, Carmen, y ensiende la lú pa er zeñorito.

CARMEN
Aya voy. (Coge una silla y la guitarra y entra tras el señor Juan)

PEPE
(Que deja a Frasquito que se va por la rampa, se acerca a Rosario y la dice en voz baja:) ¿A las nueve?

ROSARIO
(Levantándose y con voz muy baja y rápidamente) A las nueve.

PEPE
¿Por esta puerta?

ROSARIO
Por la de la corralá. (Se separan. Rosario sube hacia el foro)

CARMEN
(Saliendo seguida del señó Juan y dirigiéndose a Pepe) Ya lo tié oté too preparao.

JUAN
Cuando oté quiera, zeñorito.

PEPE
¿Oté no s'acuesta, zeñó Juan?

JUAN
Aun me farta una mijita serrando puertas y demás.

PEPE
Pos que ostés descansen. (Vase al cortijo)

CARMEN
¡Vaya oté con Dió!

JUAN
(Siguiéndole hasta la puerta) A dormir bien, zeñorito. (Volviendo a Carmen y Rosario) Ea, niñas, a recogerse. (Carmen entra la silla de Rosario)

ROSARIO
(Disponiéndose a entrar en la casa y dándole un beso) Adió, pare.

JUAN
(Con sorpresa) ¡Etás hela como la nieve, nena!

ROSARIO
El fresco de la noche. (Vase al cortijo)

JUAN
(Viéndola marcharse y con tristeza) ¡Mardito zea quien tiene la curpa! (A Carmen que sale del cortijo con un vaso, y en el las rosas del primer cuadro) ¿Qué hases tú?

CARMEN
Vi a saca a la ventana ete puñao de rosas que las dé el rosío. (Las deja en el alféizar mientras el señó Juan descuelga el velón y lo deja en el suelo) (¡Antes he oío habla a Rosario y ar zeñorito; no zé qué he oío de las nueve!) ¡Yo no duermo eta noche! (Al señó Juan) ¿Ha queao un besiyo?

JUAN
Uno mu menúo. ¡Miá qué esgrasiá ere! (La besa. Carmen vase al cortijo)


ESCENA II

El Señó Juan. Luego José Antonio.

JUAN
¡Zeñore, qué mala suerte la mía! ¿Qué tié ese hombre pa habete trastornao er juisio a esa chiquiya? Feo, es má feo que un cangrejo boca arriba. Esgalichao, probé, torpón...

JOSE ANTONIO
(Asomándose con temor por detrás del cortijo y viniendo al centro de la escena) ¡Zeñó Juan!

JUAN
(Asustado. Volviéndose rápidamente) ¿Quién? ¿Quién é?

JOSE ANTONIO
(Con mucha humildad toda la escena) Zoy yo, zeñó Juan. Oté dispense. Era pa decirle a oté dos palabras.

JUAN
¿Tú? (Con rabia) ¿Qué buscas tú aquí, José Antonio?

JOSE ANTONIO
¿Ha venío po acá mi hermano?

JUAN
Ni lo mande Dió. ¡Po la lú é mis ojos que me perdía pa siempre!

JOSE ANTONIO
Lo digo po que zalió de casa y no ha güerto entavía. Y yo me dige: ¡no zea que z'haiga dío ar cortijo!

JUAN
¿Y a qué iba a vení aquí?

JOSE ANTONIO
No, a na; a pedile a oté perdón po el acaloro de enantes ó argo azina.

JUAN
Pos no ha venío, y ha hecho bien. En sien años no lo perdonaría. Díselo cuando lo veas.

JOSE ANTONIO
Home, el agravio no ha zío pa tanto renco. Depué de too, mi hermano é una miaja azina, pero como güeno, ya lo zabe oté Juan (Con ira) ¿Güeno? ¿Güeno tu hermano? ¡Un arrastrao sin agraesimiento, ese es tu hermanito, pa que lo sepas! ¡Un granuja que venía por mi Rosariyo y mis cuatro cuartos! ¡Un casurrón redomao y farso! ¡Un mal nasío! ¡Ese es tu hermanito!

JOSE ANTONIO
(Temblando de ira) ¿Eze é mi hermanito?

JUAN
Eze é tu hermanito. (Dcsafiándole con la dureza de las frases)

JOSE ANTONIO
(Conteniéndose) ¡Cuando ze tién los años de oté ze pué decí too eso, zeñó Juan. ¡Quée oté con Dió! (Vase por detrás del cortijo)

JUAN
Vaya oté enhoramala. ¡Pos home, estamos frescos! (Coge el velón, vase al cortijo, y cierra tras sí la puerta. Queda la escena iluminada solamente por la luz de la luna)


ESCENA III

Tarugo
Sale por tercera derecha, entre la fuente y la rampa, con la escopeta colgada del hombro

(Música)

TARUGO
(Misteriosamente)
¡Naide! ¡To está tranquilo!
¡No ze oye una piba!
Ya la hora de la cita
no tardará en zona,
y eze hombre por Rozario
gozoso yegará.

(Con alegría salvaje)

¡Que yegue, zí, que yegue,
que zentenciao etá!

(Acercándose a la casa y levantando el brazo amenazador)

¡Medita infame y goza
tu hazaña criminal
¡Po la sagrá memoria de mi pare
no te la yevarás! (Pausa)

(Tarugo escucha atentamente, De pronto dice hablado mientras continúa la orquesta) Eh! ¿Qué é eso? Ze oye ruío. Arguien viene. ¡Que no me vean! (Se oculta entro loa árboles al lado (le la fuente. Un instante después acaba el número en un pianísimo apenas perceptible)


ESCENA IV

Pepe. Luego Tarugo.

(Hablado)

PEPE
(Saliendo cautelosamente por detrás de la casa con la escopeta colgada al hombro) ¡Me ahogaba en mí cuarto! ¡Me he deseargao po la ventana sin hasé ruío! ¡Er zeñó Juan debe estar ya durmiendo! (Acercándose a la puerta y observando) ¡Justo, too serrao! Ahora a espera a las nueve. ¡Dió quiera que Rosariyo no s'arrepienta! ¡Aunque me da er corasón que no! ¡La chiquiya s'ha colao de vera! ¡Buen bocao me yevo por cuenta é Tarugo!. Y too eto ya sé yo lo que me cuesta. No vorvé por aquí. ¡Pero la mosita lo vale! ¡Caye! Paese que oigo... (Atendiendo al lado de la casa)

TARUGO
(Saliendo de entre los árboles) ¡Güeñas noche, zeñorito!

PEPE
¡Eh! ¿Quién? ¡¡Tarugo!! (Con sorpresa y terror)

TARUGO
Ya dije yo que iba oté a pone mala cara en cuanto me viese.

PEPE
(Con ira) ¿Ya qué vienes? ¿Qué buscas tú aquí?

TARUGO
Busco lo que oté quié que ze pierda: la honra de una mujé.

PEPE
(Fingiendo sorpresa) ¿Qué estás disiendo tú?

TARUGO
Lo que oté entiende. Lo oí too eta tarde, con que no z'haga oté de nuevas.

PEPE
Es que no sé qué honra es esa de que hablas, ni sé qué dises.

TARUGO
(Con mucha calma. Zi va oté a negá y ze va oté é pone cobarde, le escupo a oté a la cara y me voy. (Haciendo ademán de irse)

PEPE
(Deteniéndole) ¡Aguarda, granuja!

TARUGO
(Con satisfacción) ¡Ezo é otra coza! ¡Ahora vamo a entendernos!

PEPE
¡Di lo que quieras, pero no orvíes que soy el amo!

TARUGO
Déjese oté de múzica, zeñorito. Aquí no zemo ni má ni menos. Aquí no hay má que dos hombres, dos balas y un renco mu grande. Vamo a repartirnos too ezo lo mejó que ze puea.

PEPE
(Con decisión y rabia) Como tú quieras. Y si lo sabes too, ya lo sabes. Rosario te paesió tuya pero es mía, ¿qué hay que paga por eso?

TARUGO
Zeñorito, lo que ha jecho oté conmigo, aya en Córdoba no zé, aquí, en la zierra cuesta mu caro.

PEPE
¿Cuánto, poco más ó menos?

TARUGO
La vía d'un hombre.

PEPE
Pues te va a costar trabajo cobrarte. (Echando mano a la escopeta)

TARUGO
(Sin inmutarse) Ya lo zé. Ya zé que la vía de oté no vale ná. Po esa desinificansia no hubieze venío. Vengo po la honra de una mujé; po eza, yo daré lo que haga farta Pepe (¡Mardita zea! ¡Si yo pudiese avisa a Frasquito!)

TARUGO
Conque a lo mío. ¿Oté no viene aquí a yevarse a Rozario?

PEPE
Por eya vengo.

TARUGO
Po güervace oté a Córdoba, po que oté no ze la yeva.

PEPE
¿Quién me lo va a impedí?

TARUGO
Yo.

PEPE
¿Con qué autoría?

TARUGO
¿Con qué autoría ha cogió oté er corazón de un probé, lo ha jecho oté peazo y lo ha tirao a lo perros? ¿Con la de zu capricho? Po con esa. Zino que yo zoy má leal que oté, porque mis Caprichos, con éste (Golpeándose el corazón) los pago; con ésta (Señalando la escopeta) los cobro.

PEPE
Too eso a eya que no th'a querío. ¿O eres tú de los que se empeñan en que los quieran a la fuersa?

TARUGO
¡Mentira! Yo no busco a púnalas er cariño e las mujeres.

PEPE
Pos no veo la prueba.

TARUGO
Par Pos la va oté a vé. Yame ote a eza puerta, píasela oté a zu pare, y con er corazón clavao e puñales, yo mesmo ze la yevo a ote ar pie del arta. Pero zacala d'aquí en silencio y ala escapa pa jasé una perdía de la que ha zío mi esperanza, ¡ezo no lo zuene oté! ¡Me jase oté peazo y laz uña de miz mano z'ajuntarían pa esgarrarle a ote las entrañas! Conque ya lo zabe oté, zeñorito, hay dos caminos, ó yama oté ar cortijo y ze la píe oté ar zeñó Juan, ó baja ote ahora mesmo po ete camino, y aya en la verea er barranco, está Frasquito con la jaca, monta oté en eya y a Córdoba. Elija oté pronto.

PEPE
¿Y eres tú quien me lo mandas?

TARUGO
Yo mesmo. Y no zabe oté qué alearía le da a un probé podé manda con justisia a un zeñorito. ¡Yo lo mando!

PEPE
¡Pos la vía te va a costá! (Amenazador y furioso le apunta con la escopeta)

TARUGO
¿A mí? (Da un salto formidable, se lanza sobre Pepe, lucha con él, forcejea y le quita el arma.

PEPE
¡Vete d'aquí ó te abraso, so granuja.

TARUGO
¡Quieto! (Luchan)

PEPE
(Forcejeando) ¡Suelta, ladrón!

TARUGO
(Venciéndole. ¡No zea oté tonto! ¡Venga eso! (Le quita la escopeta y la tira lejos) Azina (Con sosiego y dolor) Y no pace oté pena; zi hubiese oté disparao no mata oté na. (Señalando el pecho) ¡Aquí ya no quea corazón! A Córdoba, zeñorito, lejos de esta casa.

PEPE
¡Mardita zea tu vía perra!

TARUGO
(Exaltándose) ¡A Córdoba, ó po la honra e mi mare que lo dejo a oté clavao en ese mesmo zitío! (Apuntándole con la escopeta)

PEPE
¡Granuja! ¡Abusas de que no pueo defenderme ni basé ruío!


ESCENA V

Dichos; Rosario por detrás del cortijo.

ROSARIO
(Sale llamando) ¡Pepe! ¡Pepe!

TARUGO
¡Eya!

PEPE
¡Rosario! (intentando avanzar hacia ella)

TARUGO
(Hecho una fiera, interponiéndose) ¡Atrás!

ROSARIO
(Al verle, aterrada) ¡Dió mío!

PEPE
(Desesperado) ¡Ladrón!

TARUGO
Lejos d'aqui, zeñorito, ó aquí, a los pie de eya, deja oté la vía.

ROSARIO
(Suplicante a Tarugo) ¡Por Dio! ¡No! huye, Pepe.

PEPE
(Desesperado) Me voy, sí que me voy; me vense la ocasión, pero mardita zea mi zangre si no me las pagas. ¡Míalas! (Jurando. Vase primera derecha)

TARUGO
(Viéndole marcharse) ¡Azina! ¡A Córdoba! ¡Zolo! ¡Arguna alegría había yo de tené!

ROSARIO
(Llorando) ¿Es esa tu vengansa?

TARUGO
(Cambiando al tono humilde) Esta e, Rozario. Y ya ve qué vengansas tan ruines tié er probé Tarugo: ¡degorverte la honra!

ROSARIO
(Desesperada) ¡Dio mío!


ESCENA ÚLTIMA

Dichos menos Pepe. Luego el Señó Juan, Carmen, José Antonio. Los primeros, del cortijo; el último foro izquierda.

CARMEN
(Dentro) ¡Que no etá, tío Juan, que no etá!

JUAN
(Dentro) ¿Qué pasa? ¿Qué es eso? ¿Qué dises?

ROSARIO
(Aterrada, huyendo hacia la fuente) ¡Mi pare! ¡Josú!

TARUGO
(Deteniéndola) ¡Huye a casa!

CRRMEN
(Dentro y a grandes voces) ¡Por Dió! ¡Que s'ha ío, que no etá! ¡Que se la yeva er zeñorito!

JOSE ANTONIO
(Saliendo) ¡Tarugo! ¡Por finí ¡Tu aquí! (Reparando en Rosario) ¡Y con eya!

JUAN
(Dentro) ¡Rozario! ¡Rozariyo! ¿Aonde estás?

CARMEN
(Dentro) ¡Er zeñorito se la yeva!

JUAN
(Saliendo desesperado) ¡Mi hija! ¡Mi hija! ¿Aonde está mi hija?...

TARUGO
(Acercándose a su padre) Zeñó Juan, aquí la tié oté. (Pasa con José Antonio al lado de la ventana; se queda contemplando las rosas después de entregar la escopeta a José Antonio)

JUAN
(La abraza llorando) ¡Hija! ¡Hija e mi vial ¡En mis brasos! ¡Grasias, Dió mío!

CARMEN
(Saliendo y abrazándola; queda Rosario en medio) ¡Eya, ella aquí!

ROSARIO
¡Perdón, pare, perdón!

JUAN
¡Y ese asesino arrastrao! (Furioso)

TARUGO
¡Ya va camino e Córdoba, déjele oté con Dió!

JUAN
Y nosotros fuera, fuera der cortijo pa siempre. Este ángel m'ha dicho la verdá. (Por Carmen) Grasias, Tarugo. ¡Perdóname lo que te he insurtao; yo estaba siego!

TARUGO
No s'apure oté; yo también lo estaba. Ahí tiene oté a zu hija; no me guarde oté renco po habé levantao loz ojos hata eya. Ya vé oté, de argo güeno ha zervío.

JUAN
¡Hija mía, hemos estrosao un corasón hermoso!

TARUGO
(Sonriendo con amargura) Deje Oté, no le hace, Tarugo e un peaso e bruto que ni siente ni paese. (Pausa, durante la cual Tarugo llega a la ventana y coge el puñado de rosas que dejó Carmen al principio del cuadro) ¡Adió, Zeñó Juan!

JUAN
¿Aonde te vas? (Con amargura)

TARUGO
Aya arriba e la zierra, a pone er corazón má en arto, ¡y a degorverle estas rosas a la Vigen! ¡Adió, adió pa siempre, Rozariyo! (Vase lentamente por el foro derecha (rampa), mirando al grupo que forman Rosario, Juan y Carmen abrazados)

JOSE ANTONIO
(Da maquinalmente unos pasos para seguir a Tarugo, se detiene y dice:) ¡Zeñó Juan: eze, eze é mi hermanito! (Vase tras él. Cuadro. Música)



TELON RAPIDO
 


Información obtenida en:
http://www.archive.org/stream/elpuaoderosasz00chap#page/n3/mode/2up

4 comentarios:

  1. Esta Zarzuela es de Guillermo Nunez de Prado y seguramente la vendio para poder comer ya que era un bohemio.

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    1. Te refieres a la música o al libreto, porque no encuentro esta información en ningún sitio.

      Saludos

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  2. Soy Pierre Molla (pedro.molla.c@gmail.com). Me refiero al libreto. Soy biografo de Guillermo Nunez de Prado, un escritor cordobés de la época. En este momento se encontraba en Madrid como redactor en los diarios La Patria y La Correspondencia militar, y vendio el libreto. Por detalles del texto, por el marco donde se desarrolla la historia, y un lugar citado en el texto, solo un autor de la campina sur de Cordoba, de Montilla, pudo escribir esta historia. Ademas la descendencia del autor pudo certificar que el propio Guillermo Nunez de Prado siempre dijo a su familia que esta zarzuela fue escrita por él. Esta es la pura verdad. Otra cosa, Garcia Lorca se inspiro mucho en Nunez de Prado para construir su propio flamenquismo. Que seria del Poema del cante jondo y de las conferencias sobre el cante jondo sin la influencia de Nunez de Prado ? Esta es otra pura verdad.

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  3. Muchas gracias Pierre por tu comentario.
    En aquella época (y tal vez ahora) se solían hacer estas cosas, sin luego mencionar al verdadero autor de la obra o de la adaptación.

    Un saludo
    Fernando

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