LA REINA MORA
Sainete
en un acto y tres cuadros.
Libreto
de Serafín Alvarez Quintero y Joaquín Alvarez Quintero.
Música
de José Serrano.
Estrenado
en el Teatro Apolo de Madrid el 11 de Diciembre de 1903.
REPARTO (Estreno)
Coral
– Joaquina del Pino.
Mercedes
– Luz García Senra.
El
niño de los pájaros – Julia Mesa.
Laura
– Avelina Amorós.
Don
Nuez – Emilio Orejón.
Esteban
– Juan Reforzo.
Cotufa
– Bonifacio Pinedo.
Miguel
Angel – José Mesero.
FALTA LA PARTE INICIAL
te
blusa de dril, manchada de escayola y pintura, y sobre ella americana vieja de
invierno. Usa también babuchas de orillo, gorro de estambre, pipa y gafas. Bajo
el asiento tiene un frasco de vivificante “Cazalla” tapado con una copita)
(Música)
CORAL
(Cantando,
dentro)
Compañero
del arma y la vía,
sin
tí no vivo;
por
er día y la noche, gitano,
sueño
contigo.
MIGUEL
ANGEL
¡Qué
caprichos tengo yo!
¡Preferí
las medias blancas
y
las ligas de coló!
CORAL
Quiero
verte a mi vera pa siempre,
los
dos juntitos...
Le
ha se farta a mi cuerpo tu sombra,
serrano
mío.
¡Qué
poquito er tiempo corre;
que
no da la hora que espero
la
campana de la torre!
Dala,
campanita,
campanita,
dala;
dala,
que con eya
me
ciarás el arma.
MERCEDES
(Cantando
mientras cose)
Seviyanito
de mala sangre,
tienes
muñecos en la cabesa,
y
vale mucho mi personita
pa
que se siegue con tu fachenda.
MIGUEL
ANGEL
Amariyo
sí,
amariyo
no...
LAURA
(Lo
mismo que Mercedes)
Gitano,
de
mi casa me he perdió,
yévame
tú de la mano.
MERCEDES
Mi
hermana
se
va a escapa con su novio
mañana
por la mañana.
(Se
levanta Miguel Angel y entra en su casa)
CORAL
Si
tus ojos queriendo mirarme
miran
pa er sielo,
se
hayarán a mis ojos buscando
sus
compañeros.
MERCEDES
Er
que yo quiera queré
ha
de tené i a cabesa
muy
distante de los pies.
CORAL
Por
er día y la noche, gitano,
contigo
sueño...
Le
base farta a mi cuerpo una sombra:
la
de tu cuerpo...
(Sale
Miguel Angel de su casa con un frasquito de barniz, y se sienta a continuar su
labor)
¡Qué
poquito er tiempo corre;
que
no da la hora que espero
la
campana de la torre!
Dala,
campanita,
campanita,
dala;
dala,
que con eya
me
darás el arma. (Cesa la música)
(Doña
Juana la Loca sale por el fondo antes de terminar la música, y al oír cantar a
Coral se detiene a escucharla pegando la oreja a su puerta.
Es
una vieja de ahora, pero que parece del siglo XVII.
Viste
de velo y mantón negros. En las sienes lleva dos parches, negros también. Viene
como de misa, con catrecillo al brazo, rosario y libro de oraciones)
ESCENA II
Dichos
y Doña Juana.
Dª
JUANA
Mora,
ó cristiana, ó bruja, ó lo que sea, canta que da gusto de oiría. —Dios guarde a
usté, señó Miguel Ange.
MIGUEL
ANGEL
Venga
usté con Dios, señora doña Juana. ¿De misa?
Dª
JUANA
De
misa. Y de confesa, como todos los días.
MIGUEL
ANGEL
Pero
¿tanto peca usté, señora?
Dª
JUANA
No
es que peque; sino que me gusta descarga la consiensia a diario.
MIGUEL
ANGEL
Pos
si yo fuera er cura, le daba a usté un vale pa to er mes.
Dª
JUANA
(Refunfuñando)
No me gaste usté siertas bromas. ¿Le párese a usté regula que un hombre que se
gana la vida restaurando imágenes, eche a juego las cosas santas?
MIGUEL
ANGEL
Con
ningún santo me he metió yo, doña Juana. Entre tos me venan la oya, y son pa mí
como de la familia. ¡No fartaba más! Miste qué San Antonio estoy retocando: tiene
cara de húsa.
Dª
JUANA
¿Digo,
eh?
MIGUEL
ANGEL
Arrepare
usté en la malisia que le he puesto en los ojos Como es un santo ar que no le píen
más que novios las devotas, el artista tiene que darle su intensión.
Dª
JUANA
Ya,
ya... Bueno está usté.
MIGUEL
ANGEL
Pos
fíjese usté en este San Roque. Me lo trajeron ayé sin cabesa, y místelo ya.
Dª
JUANA
¿Qué
ha hecho usté con él?
MIGUEL
ANGEL
Sacarle
farsiones a la calabasa, y ponérsela en er pescueso. El artista no se apura nunca.
Dª
JUANA
Más
valía que le diera usté grasias a Dios, que hasta en invierno le calienta A
usté este rinconsito pa que se venga a trabaja.
MIGUEL
ANGEL
Es
que Alá es grande, señora mía, y se acuerda de los pobres más que de los ricos.
Dª
JUANA
(Refunfuñando nuevamente, como siempre que le
desagrada mucho alguna cosa) | Ala! ¡Ala!...
¡Herejote!... Va usté a parar en el Infierno.
MIGUEL
ANGEL
¡Toma!
Ya lo sé. Y que según me estoy preparando er cuerpo, voy a arde en dos minutos.
(Sacando
de debajo de la silla el frasco del aguardiente) ¿Quié usté un trago?
Dª
JUANA
(Después
de mirar con recelo a la ventana de Mercedes) Luego murmuran...
MIGUEL
ANGEL
Ahora
no nos ve nadie. Siéntese usté aquí en er rincón.
Dª
JUANA
Es
usté el demonio... (Se sienta en el poyete, y se bebe una copita de anís que le
da Miguel Angel)
MIGUEL
ANGEL
Verá
usté gloria.
Dª
JUANA
Muy
rico, muy rico... (Un poco arrepentida) No siento más sino que tendré que
confesarlo mañana.
MIGUEL
ANGEL
Más
lo siento yo entonses.
Dª
JUANA
¿Por
qué?
MIGUEL
ANGEL
(Apurando
una copa y relamiéndose) ¡porque pasao mañana está aquí er cura!
Dª
JUANA
Vamos,
cayese usté ó reñimos, (con misterio) Y diga usté, diga usté, seño Miguel Angel
¿qué hay de la reina mora, como usté la yama?
MIGUEL
ANGEL
Lo
mismo e siempre: no se descubre tanto así. A esta casa le desían antes en
Seviya la casa er duende; pero hasta ahora sí que no ha estao ese nombre bien
puesto. Ni puerta ni ventana se abren pa na. Y como er barrio es tan cayao y
tan solo, to paese aquí cosa e leyenda. Dos meses hase que vive en la casa esa
mujé, y nadie la ha visto más que de refilón, ó argún que otro momento que se
asoma pa echa una limosna. Ocurta está como un tesoro; quien la guarda, la guarda
bien. Por eso, y por los ojos que tiene, que son dos carbones, le puse yo la reina
mora. Y er mote ha hecho fortuna. Así la yantan ya en to er barrio.
Dª
JUANA
¿Y
es tan hermosa como cuentan?
MIGUEL
ANGEL
Es
pa deja de sé cristiano, si eya fuese mora de verdá.
Dª
JUANA
¡Jesús,
María!
MIGUEL
ANGEL
Por
un beso de su boca
diera
a Granada Boadí…
Eso,
Boadí; que yo con tá que me mirara, me queaba sin un santo de éstos.
Dª
JUANA
¡Mira
el viejo también! ¿Y es verdá que hay un hombre que manda en eya?
MIGUEL
ANGEL
Sí,
señora. Es la única arma viviente que ha entrao por esa puerta. ¿Su marío? No
sé. ¿Su novio? No sé. ¿Su amante? No sé. Misterio y más misterio, doña Juana.
Dª
JUANA
¿Será
un real moso?
MIGUEL
ANGEL
¿El?
¡Si eso es lo que más indirna, señora! Tiene coló e maseta, ca ojo de un
tamaño… y por la narí le ve usté hasta er forro e la coroniya. ¡Un fenómeno!
Yo, como soy escurtó, sufro una atrosidá cuando lo miro.
Dª
JUANA
¡Jesús,
Jesús, Jesús! ¡Qué cosas suseden! (Se levanta)
MIGUEL
ANGEL
¿Se
va usté ya?
Dª
JUANA
Sí,
señó. Hasta mañana. A vé si mañana sabemos algo más... porque así no es
posible...
MIGUEL
ANGEL
¿Quié
usté otra copita?
Dª
JUANA
No,
señó; que luego me da tos, y no gano pa paga al burrero.
MIGUEL
ANGEL
Pos
que Mahoma la proteja.
Dª
JUANA
¡Y
dale COn Mahoma! (Al pasar por la ventana de las costureras la detiene Mercedes)
MERCEDES
Vaya
usté con Dios, doña Juana.
Dª
JUANA
Hola,
mosita.
MERCEDES
¿Viene
usté de confesá?
Dª
JUANA
De
confesá.
MERCEDES
¿Le
ha dicho usté ar cura lo de Seboya?
Dª
JUANA
¿Y
qué es lo de Seboya?
MERCEDES
Ese
majito que la ronda a usté.
Dª
JUANA
(Yéndose
de estampía por la izquierda) ¡Vaya, vaya! ¡Se conose que hay buen humor! (Las
muchachas se ríen. Miguel Angel se levanta y se acerca a la ventana de Mercedes)
ESCENA III
Dichos,
menos Doña Juana; al final Don Nuez.
MIGUEL
ANGEL
Esa
pobre doña Juana la Loca está ya de remate.
MERCEDES
¡Claro!
Se junta con usté...
MIGUEL
ANGEL
¡Como
que éste es er barrio e los chiflaos! Tú misma no estás güeña de la cabesa...
MERCEDES
¿No,
verdá? Pos me farta mucho pa tira piedras por la caye.
MIGUEL
ANGEL
Ya
las tirarás con er tiempo.
MERCEDES
¿A
dónde? ¿A la cabesa de arguno?
MIGUEL
ANGEL
O
de arguna; vaya usté a sabe. Oye.
MERCEDES
Oigo.
MIGUEL
ANGEL
¿Te
arreglas con don Nuez ó no te arreglas?
MERCEDES
¿Yo
con don Nuez? No me gusta ese postre.
MIGUEL
ANGEL
Pos
mira, es un mosito mu jacarandoso.
MERCEDES
Sí,
señó; y hasta guapo, si no fuera por la nuez que tiene.
MIGUEL
ANGEL
Es
verdá que la nuez lo afea.
MERCEDES
Como
que cuando bebe agua paese que va a pone un güevo por la boca.
MIGUEL
ANGEL
¡Je!
MERCEDES
Sobre
que ahora no piensa en mirarme. Ni é, ni ninguno der barrio. Aquí ya no hay más
mujé que la reina mora.
MIGUEL
ANGEL
¿Paese
que te pica?
MERCEDES
¿A
mí? Está por nasé la que me quite er sueño.
MIGUEL
ANGEL
¡Olé!
Así me gustan a mí las personas: que les sarga el orguyo hasta por los
bujeriyos de las orejas.
MERCEDES
Pos
así me parió mi madre. Si se quitara usté noventa años, mi marío.
MIGUEL
ANGEL
Grasiosa...
¿Quiés vé a don Nuez?
MERCEDES
Ni
en fotografía iluminá.
MIGUEL
ANGEL
Pos
sierra los ojos.
MERCEDES
¿Viene
ahí?
MIGUEL
ANGEL
Comiéndose
la caye. (Vuelve a su rincón y continúa trabajando)
MERCEDES
¿Sí,
verdá? Prevenirse, niñas.
(Sale
por la izquierda don Nuez. Las muchachas lo reciben y lo saludan con toses
burlonas)
D.
NUEZ
(Amoscado
y deteniéndose en medio de la calle)
¡Chavó
qué tozes! ¿No pazan por aquí las burras? (Se ríen todas. A Miguel Angel) ¿Ve usté?
Ya está. Tenían laz uñas fuera... zorté un gorpe... y toaz en er borziyo.
MIGUEL
ANGEL
¿Pero
por qué tosían?
D.
NUEZ
Por
na... Zon jóvenes... y como están ar zó...
MIGUEL
ANGEL
¿.Has
visto a Mersedes?
D.
NUEZ
La
he visto zin mirarla. Que zufra. Tiene mucho humo en er pizo arto, y zi me
arrimo me va a culotá.
MIGUEL
ANGEL
Destemplaiya
está esta mañana.
D.
NUEZ
Más
lo estoy yo, que me han zartao jasta los bordones. Zolo que lo mismo ze me da
de Mercedes quede una papeleta cumplía.
MIGUEL
ANGEL
¿Entonses
qué te ocurre?
D.
NUEZ
Lo
que usté zabe de memoria... ¡Mardito zea er quezo! ¿Ha zalío eza mujé a la
ventana?
(Señalando
a la de Coral)
MIGUEL
ANGEL
Ni
pa sacudí les sapatos.
D.
NUEZ
Me
tiene zin zentío, zeñó Miguel Ange. De tanto penzá en ella me están zaliendo
cayos en la frente.
MIGUEL
ANGEL
Siéntate
aquí un poco, y esahoga.
D
NUEZ
(Obedeciéndolo.
Desde que la vi, ya pa mí no hay mujeres bonitas. Me ha cegao. Y mi berrinche
está en que no le pueo decí dos palabras, ni cantarle dos coplas, ni ziquiea mirarla
con idea, porque nunca ze deja vé. ¡Marditozea er quezo! Zi anduviera por er mundo
como toas las mujeres, ¿usté ze cree que a estaz horas no había yo jecho con
lapi un palito más en la paré e mi cuarto?
MIGUEL
ANGEL
¿Es
que apuntas las vírtimas con palitos?
D.
NUEZ
Ezo.
Y está la paré que paece una vaya... Y me vi a tené que muda a otro cuarto más grande.
MIGUEL
ANGEL
¡Echa!
D.
NUEZ
¿Y
er novio, no ha venío?
MIGUEL
ANGEL
Que
yo sepa, no.
D.
NUEZ
Azí
ze me regüerven a mí las tripas, de penzá que eze hombre, que a rea la entra ze
sanaba la vía, manda en eza marnolia y la tiene ahí encerrá corno zi fuea una
esclava.
MIGUEL
ANGEL
Pos
pa estos casos son las agayas de los hombres.
D.
NUEZ
(Levantándose) Déjeze usté di... y dele usté tregua
ar tiempo: que por pazárzela a aqueya por los moños y porque me trae como no me
ha traío ninguna, no va a tarda mucho la noche en que zuene un bezo mío en esta
ventana.
MIGUEL
ANGEL
¿En
un visivo?
D.
NUEZ
(Quemado)
¡O en una boca de clavé! ¡Ze ya me Zulaminda, como usté le ha puesto, ó ze yame
María Azunción!... Zi ze yama María Azunción, azín estoy propio; pero zi ze
yama Zulaminda, me compro un turbante y unas babuchas...
MIGUEL
ANGEL
Y
te pones a vendé dátiles, ¿no?
D.
NUEZ
¿Dátiles?
Ar tiempo; que vi a gasta un lapi entero en jacé er palito.
MIGUEL
ANGEL
Te
encuentro mu quemao.
D.
NUEZ
Es
que las mujeres zon candela. (Mirando hacia el foro y golpeando el suelo con el
pie) ¡Marditozea er quezo!
MIGUEL
ANGEL
¿Qué
hay?
D.
NUEZ
¡Que
viene ahí eze arangután! Me güervo espardas pa no tené pendencia.
ESCENA IV
Dichos
y Cotufa.
(Aparece
en el fondo del pasadizo, y avanza lentamente por él. Es feo como un tiro, pero
simpático, gracioso. Viene de capa, embozado con presunción y contoneándose mucho.
A la salida del pasadizo se detiene y mira con descaro al grupo que forman Don
Nuez y Miguel Angel. Vuelve luego la espalda y se encamina hacia la izquierda,
por donde al fin se va, no sin parar se otra vez a contemplar a las costureras.
Durante su paso, ninguno de los presentes le quita ojo. Las muchachas primero
contienen la risa y luego se agolpan a la ventana para verlo marchar)
ESCENA V
Dichos
menos Cotufa.
D.
NUEZ
(Con
desdén olímpico) Don Arvaro, ó er zino de las criaturas.
ISABEL
¡Jesús,
qué hombre! ¡Paese un corcho quemao!
LAURA
¡Ay,
qué meneo yeva!
MERCEDES
Como
no tenga arguna habilidá secreta, no me explico er partió.
ISABEL
(Llamando,
en son de burla) ¡Sssss! ¡ssss!... ¡Er de la capa! (Huye hacia dentro y todas
con ella, como si hubiera vuelto la cara Cotufa. Risas generales)
MERCEDES
Mujé,
por Dios; ¡qué cosas tienes! (Vuelven a su labor)
D.
NUEZ
Jasta
en carzonciyos ze da tono eze tío.
MIGUEL
ANGEL
Pos
venía a habla con eya, y no le ha hecho grasia verte aquí.
D.
NUEZ
Ya
ze acostumbrará, zi quiere. (Oyese cantar dentro, hacia el foro, al Niño de los
pájaros)
MIGUEL
ANGEL
¡Er
Niño e los pájaros! ¡Yámalo en seguía, Don Nuez!
D.
NUEZ
¿Y
qué farta nos jace?
MIGUEL
ANGEL
¡Yámalo
y no seas tonto! Verás tú cómo sale la paloma.
D.
NUEZ
¿Zí?
No es menesté más: por laz orejas viene. (Corriendo hacia el foro y llamando)
¡Niño! ¡Niño e los pájaros! ¡Ven acá! (Volviendo junto á Miguel Angel, mientras
el Niño llega) ¿Y qué hace er niño pa que zarga?
MIGUEL
ANGEL
Na
más sino que el otro día cantó aquí su pregón, le sacó dos coplas a eya, y eya
se asomó a la ventana pa darle una limosna. Es la única vez que yo la he visto.
DON
NUEZ
¡Pos
aquí va a está cantando er niño jasta que zarga! Y en cuanto zarga, le zuerto
yo un manojo e flores como quien fuma, la atonto... y me va a zuplicá que no me
vaya. (Llamando) ¡Niño!
ESCENA VI
Dichos,
El Niños de los Pájaros; luego Coral.
NIÑO
Aquí
estoy. ¿Quién quié pájaros? (Trae una jaula de caña, medio tapada con un trapo
viejo. Es un golfillo vivaracho y simpático)
D.
NUEZ
Naide.
Ten ahí. (Lo da una moneda)
NIÑO
¡Olé!
Usté es mi padre.
D.
NUEZ
Güeno,
pos ya estás zortando un pregón.
NlÑO
Ahora
mismo. (Pone la Jaula en el suelo, se echa el sombrerillo a la cara, se lleva
la mano derecha a la mejilla y rompe a cantar)
(Música)
Pajaritos
vendo yo!...
En
la rama los cogí,
y
uno se murió,
y
otro lo vendí,
y
otro se escapó,
y
otro me comí,
y
otro lo siguió ..
Los
demás pa quien los quiera están aquí...
¡Pajaritos
vendo yo!
MIGEL
ANGEL
(Levantándose)
¡Olé!
D.
NUEZ
Te
has portao.
MIGUEL
ANGEL
(Reparando
en la jaula, que viene vacía) Pero, oye, ¿y los pájaros, dónde están?
NIÑO
Ya
no yevo ninguno. Eso era ar prinsipio. Ahora vivo der pregón.
(Las
muchachas todas lo han oído y observado con gran curiosidad. Isabelita, Laura y
alguna más, salen a la calle. Mercedes muestra preocupación é interés por la
salida de Coral a su ventana)
MIGUEL
ANGEL
Echale
una copla a la reina mora, a vé si la vemos.
NIÑO
¿Y
eso no vale na?
D.
NUEZ
(Dándole
otra moneda) Toma y canta.
NIÑO
Así
se me vienen más cosas ar sentío.
Asómate
a la ventana,
que
tienes ojos de mora
y
corasón de cristiana.
MIGUEL
ANGEL
¡Mu
güeno!
(Momento
de silencio. Todos miran hacia la ventana, esperando)
D.
NUEZ
No
quié zalí.
NIÑO
Ahora.
Reina
de la morería,
asómate
a la ventana
pa
que yo tenga alegría.
D.
NUEZ
¿Pero
ezas cozas las zacas tú de la cabeza, niño?
NIÑO
¿No
lo está usté viendo?
MIGUEL
ANGEL
¡Cayarse!
D.
NUEZ
¿Qué?
(Asómase
Coral a su reja y hace señas al Niño para que se acerque. Su aparición es
objeto de todas las miradas. Mercedes desde su ventana intenta verla. El Niño recoge
en el sombrero las monedas que le echa Coral y se deshace en flores y frases de
agradecimiento, que ella oye complacida)
NlÑO
(Al
verla) ¡Ole! (Después de tomar la limosna) Dios se lo pague a quien tiene er
corasón mejó que la cara. Bendita sea la hora en que una persona tan rica e
sentimientos se vino a este barrio de gente pobre. Quiera la Vigen que ca vez
que saque usté la mano por esos yerros pa darme un ochavito, manque sea moruno,
se le entre por er pecho una alegría. Y que er Señó le dé a usté más salú que
simpatías le ha dao, señora.
D.
NUEZ
(Lanzándose)
¡Y que ze azome usté de cuando en cuando, hija!
(Oír
esta frase Coral y cerrar violentamente la ventana y retirarse de ella, todo es
uno. Carcajadas generales acogen el desaire hecho a don Nuez)
MIGUEL
ANGEL
Don
Nuez ¡qué labia tienes!
MERCEDES
¡Se
las yeva de caye!
ISABEL
¡Con
abrí la boca na más! (Vuélvese dentro con las otras)
D.
NUEZ
Mosqueado)
¿Ah, zí?
NIÑO
(Con
malicia) ¿Quié usté que le cante otra copla?
D.
NUEZ
Cántazela
a tu padre, niño. (Quédase pensativo é inquieto)
NlÑO
Pos
uno que se va. (Coge su jaula y echa a correr hacia la izquierda. Mercedes lo
detiene y le da una moneda para que cante)
MERCEDES
Tú.
NIÑO
¿Qué
se ofrese? Tengo un pajarito amaestrao que hase to lo que se le manda. ¿Lo quiere
arguna?
MERCEDES
Toma,
y echa otro pregón antes de irte.
NIÑO
Grasias.
Vaya por las caras bonitas, (Cantando)
|Pajaritos
vendo yo!...
En
la rama los cogí,
y
uno se murió,
y
otro lo vendí,
y
otro se escapó,
y
otro me comí,
y
otro lo siguió...
Los
demás pa quien los quiera están aquí...
¡Pajaritos
vendo yo!
VOZ
(Dentro)
¡Niño!
NlÑO
¡Voy!
(Vase corriendo por la izquierda. Cesa la música)
MIGUEL
ANGEL
(Viendo
preocupado a don Nuez) ¿Qué es eso, don Nuez? No te achiques.
D.
NUEZ
¿Achicarme
yo? [Paece que nos conocemos de ayé por la mañana! ¡Zi yo na más escupo y jago
un abujero en las lozas! Zi a mí una vez en una juerga me zentó malamente un cangrejo
y dije: «A vé: otro cangrejo.» Y me zentó malamente también. ¡Y otro cangrejo! Y
lo mismo... ¡Jasta que vino un arrastrar cangrejo que me zentó bien!
¡Cazuarmente me parió mi madre de afarto, que no ze ablanda más que argunas
veces... y ezo con la mucha caló!
MIGUEL
ANGEL
Pos
déjate de quimeras y no seas loco. Aqueya que cose, es la tuya.
D.
NUEZ
Pué
zé que tenga usté razón; pero er dezaire de esta otra me ha cegao. Me voy ar
río.
MIGUEL
ANGEL
¿A
tirarte?
D.
NUEZ
A
vé zi con el í y vení del agua ze me ocurre argo güeno. Con Dios.
(Encaminándose como un cohete hacia la izquierda)
MIGUEL
ANGEL
Adiós.
MERCEDES
(Al
paso de don Nuez) ¡Ejem! ¡ejem!
D.
NUEZ
(Parándose
en seco) Zi no fuea usté quien es, y yo quien zoy.. y zi no hubiera niñas
delante... ya le diría yo a usté cómo ze le quitaba eza tos.
MERCEDES
Y
yo a usté, si en lugá de tos fuera hipo.
D.
NUEZ
(Tragándose
dos ó tres groserías) No quieo discutí. (Se va, entre las carcajadas de todo el
taller)
ESCENA VII
Mercedes,
las Oficialas y Miguel Angel.
MIGUEL
ANGEL
¡Es
er fantasmón de más grasia que ha nasío de madre! (A Mercedes) Tú, chiquiya; no
dejes de mira pa er rincón, que le vi a dá una güerta a mi armuerso.
MERCEDES
Miste
que nosotras también nos vamos.
MIGUEL
ANGEL
No;
si sargo al istante. (Entrase en su casa)
MERCEDES
Con
que, niñas: a casa, que tocan a armorsá. Deja la costura. (Todas la obedecen
como por resorte, y se van una tras otra hacia el interior, en busca de sus
mantones y a arreglarse para salir) A tí te acompañaré yo, Lauriya; pa que
luego no diga tu madre que te dejo habla con er novio.
LAURA
¿Y
eso es pecao? (Se va como las otras. Mercedes ordena un poco las cosas del
taller)
ESCENA VIII
Mercedes
y Cotufa.
(Pasa
éste de izquierda a derecha, con el mismo contoneo de antes y mirando
descaradamente a Mercedes, la cual rompe a reír)
COTUFA
(Acercándose
a la reja) ¿Pero soy tan feo que hago grasia? ¿Me yaman Cotufa con rasón? (Mercedes
no responde) ¿No Oye usté, niña? ¿Usté no considera que si lo feo diera que
reí, verla a usté y echarse a yora tenía que sé to uno?
MERCEDES
(Sin
mirarlo) ¿Y quién le ha contao a usté que yo me río de su persona?
COTUFA
Yo
que lo he visto. Y pué usté reírse mientras no pase otro más feo; que ya hay pa
un rato.
MERCEDES
¿Sí,
eh? No se eche usté por tierra.
COTUFA
Como
yo me reiría de to er mundo si usté quisiea pegarme un botón que se me ha caío.
MERCEDES
¿De
la americana?
COTUFA
No:
der chaleco.
MERCEDES
Ahora
es moda yevá un botón desabrochao.
COTUFA
¿Y
no mirarlo a la cara a uno, es moda también?
MERCEDES
Cuando
se tiene la novia enfrente, sí, señó.
COTUFA
Está
bien, niña.
MERCEDES
¿Se
le ofrese a usté arguna cosa más?
COTUFA
Pedirle
a usté permiso pa seguí hablando.
MERCEDES
¿A
pesa de la novia?
COTUFA
A
pesa de la novia.
MERCEDES
Miste
no se arrepienta...
COTUFA
Eso
es cuenta mía.
MERCEDES
Pos
hable usté ya, hasta que se le caiga la campaniya y pase un gato y se la coma.
COTUFA
¿Y
si er que viene es Don Higo, y no es un gato?
MERCEDES
¿Quién
es Don Higo?
COTUFA
¡Don
Higo ó Don Castaña, como le yamen!
MERCEDES
¡Ah,
vamos! ¿Usté lo dise por Don Nuez?
COTUFA
¡Por
ese!
MERCEDES
¿Le
tiene usté mieo?
COTUFA
¡Naturá!...
Me han dicho que gasta un cementerio pa er solo...
MERCEDES
Sí,
señó: aquí vivimos tos con su lisensia.
COTUFA
¿Usté
sabe si presume de botas?
MERCEDES
¿Pa
qué?
COTUFA
Pa
pisarlo en cuanto me lo encuentre.
MERCEDES
Se
va usté a busca su perdisión.
COTUFA
Es
que me da mucho coraje que un tipo así mande en un tesoro de este presio.
MERCEDES
Lo
uno, que no manda; y lo otro, que eso a usté le debía trae sin cuidao.
COTUFA
O
no.
MERCEDES
¿No
tiene usté ahí a su reina mora, hijo mío?
COTUFA
Ahí
la tengo, sí: pero la pué destrona una reina cristiana.
MERCEDES
(Riéndose,
aunque con íntima satisfacción) ¡Ja, ja, ja!
COTUFA
¡Si
hase farta, lo juro.
MERCEDES
Y yo me lo creo to to to to to
to to to to...
COTUFA
¿To to to?
MERCEDES
To to to.
COTUFA
¿To to to?
MERCEDES
Oiga
usté, que paresemos pájaros.
COTUFA
(Riéndose
también) ¡Cámara! Hase usté reí ar maniquí de una sastrería. Asérquese usté más,
morena.
MERCEDES
Si
viera usté lo bien que oigo...
COTUFA
Es
que le quiero yo desí una cosa mu bajito...
MERCEDES
¿Mu
bajito?
COTUFA
Mu
bajito, sí. (Obedece ella y siguen su palique en voz baja, entre francas risas)
ESCENA IX
Dichos
y Miguel Angel.
MIGUEL
ANGEL
(Sale
de su casa «poniendo en música» el almuerzo que tiene, y dispuesto a llevarse
sus chirimbolos del rincón) Huevos con tomate, huevos con tomate... Al ver a
Cotufa en la ventana de Mercedes, se santigua lleno de admiración, recoge
algunas de sus cosas y vuelve a su casa con ellas haciéndose cruces sin cesar) ¡Ave
María Purísima!... ¡Er de la surtana con Mersedes!... ¡Ave María Purísima!..
Huevos con tomate, huevos con tomate... (Entra en su casa)
COTUFA
Lo
dicho, dicho. Y no hablemos más, reina mía.
MERCEDES
Sí,
porque ¿pa qué? Yo creo que usté se alimenta de embustes fritos...
COTUFA
¡Ajajá!
Usté me ha conosío en un istante. ¡Si es usté más viva que er só! Lo que paese mentira
es que yo, que engañé hasta a mi madre —porque me esperaba en Agosto y vine en
Setiembre— no le haya dicho a usté masque verdades como puños.
MERCEDES
Hay
pa toca la música.
COTUFA
Ar
tiempo.
MERCEDES
Ar
tiempo.
COTUFA
Quee
usté con Dios.
MERCEDES
Vaya
usté con é.
COTUFA
Y
siga usté tan guapa.
MERCEDES
Y
usté tan feo.
COTUFA
Y
usté con tanto ange.
MERCEDES
Y
usté con tanta simpatía.
COTUFA
Salú,
morena. (Se aparta de la reja)
MERCEDES
Salú.
(Para sí) (De serca no párese tan raro. Y argo vardré yo, cuando pueo desbancá
a la reina mora) (Vase al interior)
ESCENA X
Cotufa,
Coral y Miguel Angel. Al final Don Nuez.
COTUFA
Cotufa,
eres el amo der cotarro. Y la mosita está como pa tirarla a la basura. ¡Asco de
verla da! (Mirando a un lado y otro) Ahora no pasa nadie... (Acércase a la
ventana de Coral, y llama en ella con los nudillos) Corá... Corá... ¿Estas ahí?
(Aplica el oído a la ventana) ¿Estás ahí, Coraliyo?... «¿Olé?» «¿Olé?» ¿Quién
dise «¿olé?» ¡Coraliyo!... ¡Corá! ¿Pero quién canasto dise «¿olé?» ¡Anda!
¡Paezco tonto! ¡Si es la cotorra!... (Llamando de nuevo) ¡Corá! ¿Sales ó no
sales? Ahí me paese que viene.
CORAL
(Asomándose)
¡Antonio!
COTUFA
Seco
estoy de yamarte.
CORAL
¿Lo
has visto?
COTUFA
Sí.
CORAL
¿Le
diste aqueyo?
COTUFA
Sí.
CORAL
¿Cómo
está?
COTUFA
Carcula
tú: contando los minutos.
CORAL
¡Tres
días le fartan! ¡Mientras más serca se tiene la liberta, más largas son las
horas!
COTUFA
Y
en aqueya carse, que paese hecha pa fieras y no pa hombres. ¿Tú vas a di
mañana? CORAL
¡Ya
lo creo!
COTUFA
Oye
una cosa.
CORAL
¿Qué?
COTUFA
Que
yo saco raja de este fregao.
CORAL
¿Sí?
COTUFA
Sí.
Como paso aquí por tu novio, y lo yevamos to con tanto misterio, y tú paeses
una mujé del otro mundo, tengo un carté en er barrio que la que más y la que
menos sueña con desbancarte.
CORAL
Arguna
diablura harás tú.
COTUFA
Recursos
de los feos pa igualarnos con los bonito?. (Hablan bajo)
MIGUEL
ANGEL
(Saliendo
de su casa otra vez con la misma canción a recoger otros pocos de chismes) Huevos
con tomate, hueves con tomate... (Mira hacia la reja de Mercedes y se sorprende
de verla sola. Luego, al volver hacia su rincón, ve a Cotufa en la de Coral y
se queda perplejo. Recoge sus trastos y torna a su casa santiguándose. Mientras
tanto, finge Cotufa una grave riña con Coral. Don Nuez aparece por la izquierda
y observa la escena sobrecogido y receloso)
COTUFA
¡Y
que no güerva a susedé! ¿Lo oyes?
CORAL
Pero
Antonio... por Dios…
COTUFA
¡Ni
respira siquiera! ¡Adentro! ¡Y por lo que toca a ese valiente... la faca me
está bailando ya, en la sintura! ¡Adentro he dicho! (Retírase Coral)
MIGUEL
ANGEL
(Metiéndose
asustado en su casa) ¡Ave María Purísima!... Huevos con tomate, huevos con tomate...
COTUFA
(¡Na;
que soy el amo! ¡Que mando aquí que la gente ande a gatas, y a gatas hasta er juez!)
(Don
Nuez, que va .pasito a paso hacia el rincón de Miguel Angel, se cruza con
Cotufa, el cual lo desafía con la mirada)
ESCENA XI
Cotufa,
Don Nuez, Mercedes, Laura, Isabelita, las otras Costureras y Miguel Angel.
(Por
la puerta de casa de Mercedes principian a salir todas las muchachas, y unas se
van hacia el foro y otras hacia la izquierda. Entre estas últimas esta
Mercedes, que sale con Laura. Cotufa las piropea entusiasmado, en medio de las
risas de ellas. Don Nuez, al ver el cuadro, se muerde los puños de coraje y de
envidia. Miguel Angel que sale nuevamente de su casa, se le une en el rincón y
quiere apaciguarlo, temeroso de una pendencia. Algunas de las muchachas se
detienen comentando la escena y riéndose)
COTUFA
¡Olé
los pies chiquirritines! ¡Piñones con sapatos!
D.
NUEZ
(¡Mardito
zea er quezo!)
COTUFA
¡Así:
a pasito corto: como las palomas! —¡Viva lo rubio ar só, que párese oro! —¡Morenita
y chica: güeña pimienta pa mi oya! —¡Niña, que van a prendé los ojos negros:
tenga usté cuidao! (Al ver a Mercedes) —¡Vaya, Salió la luna! ¡Que se quiten de
en medio las estreyas!
D.
NUEZ
(¡Mardito
zea er quezo!)
COTUFA
(Arrojando
la capa a sus pies y descubriéndose) Arma mía, pise usté esta capa, pa recorta
los peasitos...
MERCEDES
Ya
está. Cuidao con refriarse.
COTUFA
¿Y
después de esto, qué me importa morirme?
MERCEDES
¿Usté
no dise na, don Nuez?
LAURA
Se
le ha hinchao la nuez y no puede.
MERCEDES
Paese
que yeva er postre a medio traga.
(Se
va con las otras riéndose)
D.
NUEZ
(¡Zosténgame
usté mejón, zeñó Miguel Ange!)
MIGUEL
ANGEL
(Carma,
don Nuez: esas son las mujeres)
(Cotufa
se emboza y le da en las narices a don Nuez, que se le ha acercado por detrás)
D
NUEZ
¡Hombre!
¡hombre! ¿Ze ha creío usté que toa la caye es zuya?
COTUFA
(Despreciándolo)
Así me espanto yo las moscas. (Se encamina contoneándose pasadizo arriba)
D.
NUEZ
¿Qué?
MIGUEL
ANGEL
(Conteniéndolo)
¡Quieto aquí!
D.
NUEZ
(Rabioso)
¡Va a zubí la zangre... ziete metros bajo er nivé der má!
CUADRO SEGUNDO
Sala
de visitas en la cárcel, con gran puerta al foro, que da a un pasillo. Frente a
ella una cancela cuadrángula! de gruesos barrotes de hierro pintados de oscuro,
la cual conduce al interior de la cárcel. Pendiente del techo entre la puerta y
la cancela, un farol. A la izquierda del actor una puerta pequeña. A la derecha
de la del foro un banco.
ESCENA XII
Esteban
y Dos Presos más.
(Cantan
dentro a diversas distancias. La única voz que se oye cerca es la de Esteban.
Una de las otras como si viniese de un calabozo muy lejano. —Detrás de la
cancela asoma de cuando en cuando un guarda de la cárcel)
(Música)
ESTEBAN
A
las rejas de la carse,
ven,
estreya, ven, lusero,
a.
darles gusto a mis ojos,
descanso
a mi pensamiento.
Chiquiya,
de
la vengansa de un hombre
defendí
a tu personiya.
Te
quiero;
por
causa de tu cariño
no
me importa verme preso.
UNO
Me
piyaron los guardias
porque
soy tonto
y
me gusta lo ajeno
más
que lo propio.
OTRO
En
er calaboso oscuro
donde
por mi mar me veo,
la
tristesa de mi arma
va
esbaratando mi cuerpo.
UNO
Mi
papá fue cuatrero,
mi
mamá sajorí,
y
mi hermana una cosa
que
no quiero desí.
ESCENA XIII
Coral
y un Empleado; después Esteban y otro Empleado.
EMPLEADO
(Saliendo
por la izquierda con Coral) Pase Usté. Aquí vendrá er preso.
CORAL
Ah,
si. En er mismo sitio que la otra vez.
EMPLEADO
¿Usté
estuvo también er mes pasao, no es verdá?
CORAL
Cabalito.
Me hise de otro volante pa er dirertó...
EMPLEADO
Siéntese
usté mientras lo yaman.
CORAL
Cuando
ér yegue.
VOZ
(Dentro,
hacia la izquierda, a modo de pregón) ¡Ese... Esteban Romero y Martínez!... ¡Que
lo buscan!
EMPLEADO
Ya
le farta muy poco pa cumplí.
CORAL
Muy
poco le farta ar pobresito.
EMPLEADO
Er
dirertó lo considera bastante. Como sabe que está preso por una cosa de
hombres, y no por malhecho...
CORAL
Verdá
que sí. Yo tuve la curpa.
EMPLEADO
Ya
me lo ha contao muchas veses. Nos hemos hecho amigos. Pero dise que usté le paga
en güeña monea, y que tan presa está como é.
CORAL
Tan
presa estoy; bien dise. Y así debe sé. ¿No lo prendieron por herí a un hombre que
me ofendía? Pos iguá pena pa los dos. ¿Separaos? Separaos. ¿Solo é? Sola yo.
¿Er no tiene con quien habla? Yo tampoco quiero habla con nadie. Y me fui de mi
barrio y me metí en la “casa der duende” pa que ni me vieran ni me hablaran; pa
pesá en é de noche y de día; pa viví pa ér solo...
(Esteban,
acompañado de otro Empleado, aparece oportunamente tras la cancela. El guarda
le franquea la salida y llega a la sala en el momento de decir Coral la última
palabra. El Empleado que lo acompaña se retira al ver allí a su compañero. Este
se aparta discretamente hacia la puerta y desaparece por el pasillo, dejándolos
solos. Los amantes se abrazan con alegría)
ESTEBAN
¡Coraliyo!
CORAL
¡Esteban!
ESCENA XIV
Coral
y Esteban.
ESTEBAN
¡Ay,
gitana!
Pasó
la pena tirana,
pasó
la suerte mardita:
¡ven
aquí!
Dios
bendiga esta mañana,
Dios
te trajo a mi verita:
¡ya
te vi!
CORAL
¡Ay,
gitano!
Pasó
er castigo tirano,
pasó
la suerte mardita:
¡ven
aquí!
Dios
me trajo de su mano,
Dios
me puso a tu verita:
¡ya
te vi!
¡Pobresito
mío!
Preso
por mi causa! ¡qué pena me da!
ESTEBAN
¡Pobresita
mía!
Tiene
los ojitos malos de yorá.
Copita
de plata
quisiera
tené
pa
coge las lagrimitas
de
tus ojos ar cae;
pa
coge las lagrimitas de tus ojos
y bebérmelas
después.
CORAL
Cajita
de oro
quisiera
tené,
pa
guarda los pensamientos
que
a tí polo consagré;
pa
guarda los secretitos de mi arma
y
entregártelos después.
ESTEBAN
Tu
persona y tu cariño me acompañan
aunque
no te tenga elante...
CORAL
Por
er día y por la noche siento besos
que
tú debes de mandarme.
ESTEBAN
Ya
mu prontito serán tus brasos
la
carse mía,
v
tus ojitos los carseleros
que
me vigilen de noche y día.
CORAL
Ansias
tengo ya
de
que pierdas, chiquiyo, a mi vera
toa
tu liberta.
ESCENA XV
Dichos
y el Empleado; después el otro.
EMPLEADO
(Saliendo
de nuevo) Vamos, güeno está ya.
ESTEBAN
¡Qué
va a está güeno!
CORAL
¡Si
no yevamos ni dos minutos!...
VOZ
(Dentro,
como antes) ¡Ese... José Castiyo y Garsía!... ¡Con la ropa!
CORAL
¿Qué
es eso, Esteban?
ESTEBAN
Uno
que se va antes que yo, arma mía.
CORAL
Vaya
con Dios.
ESTEBAN
Poco
nos quea a nosotros, no te apures.
EMPLEADO
Ea,
echa la yave. (Llamando) ¡Manué!
ESTEBAN
Adiós,
Coraliyo.
CORAL
Adiós,
Esteban.
ESTEBAN
Hasta
pasao mañana, que cambiaré esta compañía por la tuya.
CORAL
Hasta
pasao mañana, que dejarás estas paredes marditas.
ESTEBAN
Adiós.
CORAL
Adiós.
EMPLEADO
(Al
Compañero, que aparece en la puerta) Arriba este hombre, (Comenzando a
registrar a Esteban) ¿No tendrás na'?...
ESTEBAN
Mucha
alegría en to er cuerpo: regístreme usté de arriba abajo, que no tengo otra
cosa.
EMPLEADO
Pos
andando.
ESTEBAN
Vamos,
aunque sea a un calaboso. Poco quea. (A ella) Adiós.
CORAL
Adiós,
(Lo sigue)
(El
guarda abre la cancela y deja pasar a Esteban y al Empleado que lo acompaña.
Coral queda de la parte de fuera viéndolo irse)
EMPLEADO
(Yéndose
por la izquierda, mientras tanto) Ese es de los que salen y no güerven. De
siento, uno.
ESTEBAN
(Estrechando
las manos de Coral por entre los hierros y despidiéndose una vez más) Adiós,
Coraliyo.
CORAL
Adiós,
Esteban.
ESTEBAN
Adiós.
CORAL
Adiós.
ESTEBAN
(Dentro
ya) Adiós.
CORAL
Adiós.
(Oyese
a Esteban cantar dentro, alejándose. Coral, pegada a la cancela, a medida que
él canta, repite con emoción, como un eco apagado, los primeros versos de la
copla)
Copita
de plata...
quisiera
tené...
Ya
no lo oigo.
(Se
aleja de la cancela llorando. De pronto se detiene al escuchar una voz que
canta lejos:)
Qué
fartita más grande
tienen
tus ojo?,
que
en lugá de mirarme
miran
a otro.
(Vacila
unos instantes, como no queriendo apartarse de allí, y por último se va
reprimiendo las lágrimas)
CUADRO TERCERO
La
misma decoración del cuadro primero. Es de noche y hay luna, La lamparilla del
retablo está encendida.
ESCENA XVI
Don
Nuez y Miguel Angel; al final Esteban.
(Miguel
Angel sale por la izquierda en dirección a su casa, de capa “prehistórica” y
sombrero “de artista” puesto sobre el gorro. Don Nuez, también de capa, baja
por el pasadizo adelante como pasaría Manara bajo el arco que lleva su nombre.
Frente al retablo se encuentran y se saludan)
D.
NUEZ
¡Zeñó
Miguel Ange!
MIGUEL
ANGEL
¡Don
Nuez! ¿Qué es de tu vía, que base dos días que no vienes po aquí? ¿Has levantao
er campo?
D.
NUEZ
¿Er
campo? (con presunción) Hay momentos en que zi no ze ríe uno... no zabe qué
jacerze. ¿Me deja usté rierme de usté?
MIGUEL
ANGEL
¿Por
qué no? Con rierme yo de tí luego, estamos pagaos.
D.
NUEZ
A
ca puerco le yega zu Zan Martín, zeñó Miguel Ange.
MIGUEL
ANGEL
¿Y
quién es aquí er San Martín?
D.
NUEZ
Er
Zan Martín, no zé; pero er puerco zoy yo.
MIGUEL
ANGEL
¿Tú?
D.
NUEZ
Fuera
parte lo ofenzivo der refrán.
MIGUEL
ANGEL
Don
Nuez, que me armidonen si te entiendo.
D.
NUEZ
¿Usté
quié zabé antes de acostarze cuatro cozas güeñas?
MIGUEL
ANGEL
Sí,
hombre, sí; no te pongas pesao.
D.
NUEZ
Pos
embóceze usté primero; porque ze va usté a queá con la boca abierta, y le pué
entra aire.
MIGUEL
ANGEL
(Obedeciéndolo)
¿Has pintao argún palito más en la paré e tu arcoba?
D.
NUEZ
¡Que
ze quema usté, zeñó Miguel Ange! ¿Con quién creerá usté que he estao yo almorzando esta mañana?
MIGUEL
ANGEL
¿Con
la cabesa der Rey don Pedro?
D.
NUEZ
No;
chungueo no. (Solemnemente) Con Cotufa.
MIGUEL
ANGEL
¿Con
Cotufa? ¿Te has hecho amigo de Cotufa?
D.
NUEZ
Cotufa
ze ha jecho amigo mío; que varía la custión. Ze ha venío a las güeñas, ¿usté me
comprende? Paece que la otra noche, ya de recogía, pazo por mi caye... y me vio
ar barcón afilando un pá de navajas.
MIGUEL
ANGEL
¿De
afeitá?
D.
NUEZ
¡Der
Zantolío!
MIGUEL
ANGEL
¿Y
qué?
D.
NUEZ
Pa
mí que el hombre ze ha arrugao de mieo, ha echao zus cuentas... y me ha buscao
y me ha dicho poco n as ó menos lo que va usté a oí: «Don Nuez, usté y yo
tenemos que zé amigos.» Contestación mía: (Escupe) Ziga usté. «Usté ze jace
porvo por la reina mora...» Contestación mía: (Escupiendo de nuevo) Ziga usté.
«Y yo estoy chiflao por Mercedes, que a usté lo mira con güenoz ojos. Pos ¿á
qué vamos a reñí, conociéndolo? Déjeme usté a mí libre la reja der tayé, que yo
le juro que hoy mismito peleo con mi novia, y tiene usté a zu dispozición la
ventana y la caye pa día darle múzica.» ¿Qué tá?
MIGUEL
ANGEL
Me
dejas frío. ¿Tú que le contestaste?
D.
NUEZ
¿Yo?
Yo le dije: «Miste, amigo Cotufa: apuntao tengo con lapi en un papé que iba a matarlo a usté er domingo... Porque to lo que
pienzo jacé con las de Caín, lo apunto en un papé pa darle carárte de
escritura.» Y ze echó a reí de nerviozo que estaba. «Pero ya que usté ze viene
ar güen terreno, como jacen loz hombres, ahí va eza mano amiga... y gracias por
to.» Y delante zuya zaque dér borziyo er papé, y lo jice peazos. ¿Qué tá?
MIGUEL
ANGEL
Contestasión
mía: (Escupe) Me paese a mí que ese Cotufa es un chuflen mu grande.
D.
NUEZ
¿Chuflón,
eh? Tan chuflón, que ya ha reñío con eya, y que zabe que esta misma noche vengo
yo aquí coa cuatro guitarras y cuatro amigos a cantarle a esta mujé jasta er
día.
MIGUEL
ANGEL
Güeno,
pos embósate tú ahora.
D.
NUEZ
¿Pa
qué?
MIGUEL
ANGEL
Pa
que no cojas frío tampoco, oyéndome a mí.
D.
NUEZ
Yo
lo oigo to a cara descubierta.
MIGUEL
ANGEL
Pos
ten presente que a Cotufa lo han desbancao, y que hoy han visto entra a un hombre
en esta casa.
D.
NUEZ
(Vacilando.
Zería er mismo Cotufa.
MIGUEL
ANGEL
No.
Ar revés. Me han dicho que era un mosito mu bien plantao.
D.
NUEZ
(Más
muerto que vivo) ¿Zí, verdá? No... no me cabe ezo en er pizo arto... ¿Quién le
ha venío a usté con el infundio?
MIGUEL
ANGEL
Doña
Juana la Loca.
D.
NUEZ
(Riéndose,
pero con la espina clavada) ¡Vamoz, hombre! ¿Y va usté a jacerle cazo a una
zeñora que está más loca que un cencerro? ¿A una vieja que ze paza la noches
por las cayes der barrio, buscando el arma en pena de zu marío? ¿A una mujé...?
(En
este momento, Esteban, que ha salido por la izquierda, se encamina a casa de
Coral, decapa también y sombrero ancho, pasa por entre los dos, que se separan sorprendidos,
llega a la puerta de la reina mora y da dos fuertes aldabonazos, repetidos
medrosamente por el eco. Poco después se abre la puerta, y Esteban, cerrándola tras
sí, penetra en la casa. Don Nuez y Miguel Angel observan la escena estupefactos)
ESCENA XVII
Don
Nuez y Miguel Angel, luego Cotufa. Al final Esteban, dentro.
MIGUEL
ANGEL
(Después
de mirar largo rato a Don Nuez que está amarillo como la cera) ¿Eh? ¿Qué dises
ahora? ¿Qué te paese la vieja loca?
D.
NUEZ
Lo
que digo es que nunca me ha zucedío una coza tan grande. Miste: ze me ha queao er
tragaero, como zi en vé de nuez tuviea una esponja: zeco, zeco.
MIGUEL
ANGEL
(Con
zumba) ¿Y qué piensas hasé: borra er palito de tu cuarto?
D.
NUEZ
Chungueo
no, ¿eh? que la coza es pa acordarze de unos pocos e zantos de los que usté charola.
MIGUEL
ANGEL
Don
Nuez, a mi no me gusta calentá a los hombres ni comprometerlos; pero aquí lo que
hay es que Cotufa ha echao el hombro fuera pa que tú le saques las castañas.
D.
NUEZ
(Balbuciente)
¡Mar... mardito zea er quezo! ¿Las... las castañas?... ¿Tiene usté ahí un
papé?
MIGUEL
ANGEL
¿Pa
qué lo quieres?
D.
NUEZ
Pa...
pa apunta otra vé que mato a Cotufa er domingo.
MIGUEL
ANGEL
No
te acalores.
D.
NUEZ
¡Es
que tos loz hombres tienen en zu vía un momento acido, y er mío ez este! ¡Aya veremos
lo que vale don Nuez!
MIGUEL
ANGEL
Ahí
viene Cotufa.
D.
NUEZ
(Dando
un salto) ¿En dónde?
MIGUEL
ANGEL
Míralo.
(En
efecto; aparece Cotufa por el pasadizo, con su aire habitual de perdonavidas.
Don Nuez lo ve venir muerto de zozobra, que en vano trata de disimular)
D.
NUEZ
Me
alegraré que ze haya confezao.
COTUFA
Güeñas
noches, don Nuez y la compaña.
MIGUEL
ANGEL
Güeñas
noches.
COTUFA
¿Qué
es eso, don Nuez; está usté malo? ¿Paese que tiene usté mar semblante?
D.
NUEZ
¿Zí,
eh?
COTUFA
¿No
será una mijiya e calentura?
D.
NUEZ
Cuando
ze traga la quina que estoy yo tragando, ze cortan toas las calenturas,
compadre.
COTUFA
Hombre,
esa salía... ¿Pasa argo?
D.
NUEZ
Paza
que del hijo e mi madre, ¡mardito zea er quezo! no ze chunguea ningún guazón.
COTUFA
¿Cómo?
D.
NUEZ
¡En
eza caza acaba de entra un hombre!
COTUFA
(Haciéndose
de nuevas) ¿En qué casa?
D.
NUEZ
¡En
eza!
COTUFA
¿En
la de Corá? Don Nuez, ¿no será usté er que esté de chunga?
D.
NUEZ
No,
zeñó.
MIGUEL
ANGEL
Yo
lo he visto también, si hase tarta.
COTUFA
¿También
usté lo ha visto?
MIGUEL
ANGEL
Sí,
señó.
CTUFA
¿Y
ha entrao solo?
MIGUEL
ANGEL
Sí,
señó.
COTUFA
Pos
va a salí entre cuatro, (Silencio solemne. Se atusa los tufos con calma, se
muerde un puño, se afirma la capa sobre los hombros, mete mano a ver si trae
navaja, lo cual estremece a don Nuez, y añade luego:) Don Nuez, yo le dije a
usté que er campo era suyo, y en eso estaba; pero desde er punto y hora en que
se ha descubierto esta traisión, que me han hecho a mí, yo le pío a usté que no
se mezcle en el asunto hasta que yo lo arregle con mi faca.
D.
NUEZ
Hombre...
COTUFA
Está
dicho. (Se encamina resuelto a la puerta de Coral, y da dos aldabonazos muy
fuertes, que hacen temblar a don Nuez y al viejo Pausa: todos esperan. En vista
de que nadie responde, repite los aldabonazos)
ESTEBAN
(Dentro)
¿Quién yamar?
COTUFA
¡Quien
argo quiere de quien contesta!
ESTEBAN
¡Ayá
va!
D.
NUEZ
(Bajo
a Miguel Angel, sin saber ya donde meterse) ¿Qué le paece a usté que jagamos
nozotro?
MIGUEL
ANGEL
Vé
los toros desde la barrera.
ESCENA XVIII
Dichos
y Esteban.
ESTEBAN
(Saliendo
de la casa, con la capa terciada y el sombrero echado hacia atrás) (A Sabe lo
que habrá inventao este Cotufa) ¿Qué se ofrese?
COTUFA
(Guiñándole)
Habla unas palabritas con usté, moso crúo.
ESTEBAN
Pos
avive usté, que hase relente. Sobre que estoy ahí con una mujé mu bonita, y
usté es er primer premio e feos.
COTUFA
Perdone
usté, Consersión de Muriyo...
ESTEBAN
Vaya,
despache usté ó me voy.
COTUFA
(Escupiendo
por el colmillo a cada pregunta) ¿Se pué sabe qué hasía usté en esa casa?
ESTEBAN
No
se pué sabe.
COTUFA
¿Se
pué sabe con qué permiso entra usté en eya?
ESTEBAN
No
se pué sabe.
COTUFA
¿Se
pué sabe...?
ESTEBAN
¿Se
pué sabe quién es usté pa pregunta tanto?
COTUFA
El
amo de esa niña.
ESTEBAN
Esa
niña no tiene más amo que yo.
COTUFA
¿Usté?...
(Va a avanzársele y Miguel Angel lo sujeta)
ESTEBAN
¡Carma,
hombre, carma!...
COTUFA
¡Quieto
to er mundo! ¡A vé si nadie se me acerca —¿De manera que usté la quiere?
ESTEBAN
Y
la pienso queré toa mi vía.
COTUFA
Tota:
diez minutos.
ESTEBAN
¿Va
usté a matarme?
COTUFA
Si
usté no dispone otra cosa.
ESTEBAN
¿Y
va a sé así, mirándome, como los basiliscos?
COTUFA
¡Va
a sé!... (Vuelve a avanzarle y Miguel Angel a contenerlo)
ESTEBAN
Va
a sé entre tres, por las señas.
D.
NUEZ
(A
Miguel Angel) (No le respondo por no complica la custión)
COTUFA
Voy
a sé yo na más, ¿usté lo oye? Si tiene usté reaños, véngase usté conmigo a dá
una güerta.
ESTEBAN
Aprisa,
que la niña me aguarda. Usté guía.
COTUFA
(Deteniéndose
al arrancar) Antes de irnos: noblesa obliga: yo yevo este arfileriyo e corbata.
(Saca una navaja y la abre)
ESTEBAN
(Haciendo
lo mismo) Y yo yevo esta horquiya invisible.
COTUFA
Pos
andando.
ESTEBAN
Andando.
COTUFA
(Despidiéndose
de Miguel Angel) Agüelo...
MIGUEL
ANGEL
(Afligido)
¿No lo podíamos arregla de otra manera?
COTUFA
No,
señó, (A don Nuez) Amigo, si lo mato yo, hasta mañana si Dios quiere; pero si
me toca a mí la china negra, dos cositas le pío a usté: que le diga a mi
Mersedes de mi arma que siquiera un mes yeve en seña de luto un pañoliyo negro,
y que usté se encargue de ese hombre. Ya que Corá no sea pa mí, que sea pa
usté; pero pa ese, nunca.
ESTEBAN
Tanta
carma, ¿no será otra cosa?
COTUFA
¿Qué?
¡Eche usté pa alante!
ESTEBAN
¿Pa
dónde tiro?
COTUFA
¡Pa
las murayas, que por ayí no pasa ni er viento! (Se van por el foro, hacia la
izquierda, como almas que lleva el diablo)
ESCENA XIX
Don
Nuez y Miguel Angel. El Sereno, dentro.
D.
NUEZ
(Lívido
y tembloroso) ¡Com... compadre! ¡Va... vaya un encarguito que me ha dejao!
MIGUEL
ANGEL
(Por
el estilo) Oye... oye... a mí no me hasen grasia estas cosas...
D.
NUEZ
Ni
a mí... ni a mí tampoco...
MIGUEL
ANGEL
Vamos
a quitarnos de en medio... A la cama, a la cama...
D.
NUEZ
Yo,
antes de acostarme, les tengo que avizá a los de las guitarras... pa que no
vengan.
MIGUEL
ANGEL
Pos
yo voy por mi sena a la esquina... y al istante me ensierro. No quiero líos con
la justisia...
D.
NUEZ
Zí...
porque... porque ezos dos ze echan las tripas fuera...
MIGUEL
ANGEL
Las
navajiyas no son de juguete...
SERENO
(Dentro,
cerca, y con voz estentórea) ¡Aaaaave María Purísima!... ¡Las onse han dado...
y sereno!
(Don
Nuez y Miguel Angel saltan de susto)
D.
NUEZ
¿Qué
ez ezo, hombre?
MIGUEL
ANGEL
Que
está uno nerviosiyo...
D.
NUEZ
Tonto...
zi ez er zereno...
MIGUEL
ANGEL
No;
si ya lo sé...
D.
NUEZ
Usté
tiene zu mijiya e mieo... Lo acompañaré por la cena...
MIGUEL
ANGEL
Vamos...
D.
NUEZ
Vamos...
(Sin
darse cuenta de lo que hacen se encaminan del brazo hacia la izquierda. Miguel Angel
advierte luego la equivocación)
MIGUEL
ANGEL
Si
no es por aquí...
D.
NUEZ
Ay,
es verdá...
(Vuelven
hacia el foro. Don Nuez, por el camino, intenta silbar y se le va el viento)
MIGUEL
ANGEL
¿Qué
te pasa, hombre?
D.
NUEZ
Que
quieo zirbá un tanguiyo... y no me zale...
SERENO
(Volviendo
a cantar un poco más lejos, antes de que Miguel Angel y don Nuez desaparezcan
por la derecha del foro) ¡Aaaave María Purísima!... ¡Las onse han dado... y
sereno!
(Miguel
Angel y don Nuez se asustan nuevamente)
ESCENA XX
Cotufa
y Esteban.
(Sale
el primero por la izquierda, en acecho de los otros dos. Cuando los ve
desaparecer llama con una seña a Esteban)
ESTEBAN
¿Se
fueron ya?
COTUFA
Ayí
van los dos, que no pegan un ojo en toa la noche.
ESTEBAN
¡Pero
miá que te gustan estas tramoyas!
COTUFA
¡Más
que er come! ¿A tí no te hasen grasia? Y ya verás la que le preparo a don Nuez
pa cuando se vayan ustedes.
ESTEBAN
Pos
anda ahora pa dentro, que Coraliyo se quedó riéndose imaginando lo que
tramarías.
COTUFA
¡Y
que no conviene que nos vean vivos a los dos!
ESTEBAN
(Llegando
con Cotufa a la casa, y llamando) Corá... Corá... (Abrese la puerta)
COTUFA
Entra,
que viene gente. (Los dos se meten en la casa)
ESCENA XXI
Doña
Juana y Miguel Angel. El Sereno, dentro.
(Por
la izquierda sale doña Juana la Loca. Llega frente al retablo, se santigua y
principia a rezar)
SERENO
(Mucho
más lejos que antes) ¡Aaaaave María Purísima!... ¡Las onse han dado... y
sereno!
(Por
el foro baja Miguel Angel con su cenita envuelta en un papel. Abre con llave la
puerta de su casa, y antes de entrar se detiene a hablar con la vieja)
MIGUEL
ANGEL
¡Doña
Juana!
Dª
JUANA
¡Señó
Miguel Ange!
MIGUEL
ANGEL
(Con
misterio) Me alegro de encontrarla a usté. Déjese usté esta noche de pedí por
el arma de su marío, y váyase a su casa.
Dª
JUANA
Pues
¿qué susede?
MIGUEL
ANGEL
Que
pué que tengamos jaleo. A estas horas deben de habé matao ahí detrás...
Dª
JUANA
¿A
quién?
MIGUEL
ANGEL
A
Cotufa, er de la reina mora.
Dª
JUANA
¡En
el nombre del Padre! ¡Pobresito mío!
MIGUEL
ANGEL
A
casa, a casa... Yo no quieo líos con la justisia. Güeñas noches. (Entrase en la
suya)
Dª
JUANA
Quede
usté con Dios, señó Miguel Ange.
ESCENA XXII
Doña
Juana y Don Nuez.
Dª
JUANA
(Volviendo
ante el retablo) ¡Ay, válgame el Patriarca San José!. . Voy a regarle un Padre nuestro.
(Oyese
a poco maullar a un galo corno si lo hubieran pisado)
D.
NUEZ
(Por
el foro) ¡Chavó, qué zusto me ha dao un gato!... (Viendo a doña Juana) ¿Quién
anda ahí?
Dª
JUANA
¿Quién
es?
D.
NUEZ
¡Pos
zi es la vieja! Zeñora, recójaze usté ya, que es tarde.
Dª
JUANA
Hijo
mío, estaba resando por un difunto.
D.
NUEZ
Zí;
por zu espozo.
Dª
JUANA
No;
por Cotufa.
D.
NUEZ
(Aterrado)
¿Por Cotufa?
Dª
JUANA
Sí,
hijo mío, sí. Lo han matao ahí detrás de la esquina.
D.
NUEZ
¿Que
lo han matao?
Dª
JUANA
Yo
me voy a casa a ensenderle una vela… ¡Jesús, Jesús, Jesús!... (Vase por la
izquierda)
ESCENA XXIII
Don
Nuez y Cotufa.
D.
NUEZ
(Temblando
como la hoja en el árbol) ¡Chavó... no zemos naide!... Paece que tiran a dá,
don Nuez... ¡Probeciyo Cotufa!... Y me dejó un encargo que lo vi atraspazá...
Carma... carma... Don Nuez... no te atorruyes... (Se apaga la lamparilla del
retablo) Hombre, qué gracia... También le podían echa más aceite a eze
farolito... ¡Probeciyo Cotufa!... ¡No ze me cae de la imaginación!... Pero,
güeno... a busca a los múzicos, que la noche no está pa zerenatas... Zolo que
antes te tienes que carmá un poquiyo, no te vean arterao y te tomen por er mataó.
. Zoziégate, Don Nuez... Encájate una mijiya las farciones... (Procurando serenarse
está, cuando Cotufa sale de casa de Coral y al reconocerlo se acerca a él y le
echa un brazo por encima La impresión que recibe es superior a una descarga eléctrica)
COTUFA
Hola,
amigo.
D.
NUEZ
¡Eeeeeeeh!...
COTUFA
¿Qué
es eso? ¿Nos hemos asustao?
D.
NUEZ
¡Eeeeeeeh!...
¡eeeeeeh!...
COTUFA
¿Es
que viene argún coche?
D.
NUEZ
Pe...
pero diga usté: ¿er muerto ha zío el otro?
COTUFA
No,
señó, que no ha habió ningún muerto… Digo, como no se muera usté der mieo que tiene.
D.
NUEZ
No...
no es mieo... es zorpreza... ¿Qué es lo que ha pazao entonces?
COTUFA
Lo
de siempre, en cuanto dan con uno que se juega er peyejo. Se achicó mi hombre. Corriendo
debe está toavía. Ese ya no es estorbo. No güerve a aporta po er barrio...
seguro.
D.
NUEZ
¡Gracias
a Dios que me dan esta noche una güeña noticia! Pero, diga usté: ¿cómo estaba dentro
e la caza?
COTUFA
Porque
es primo de eya. Es un patoso que se ha empeñao en que la muchacha lo ha de queré.
Y eya no lo traga ni con asuca.
D.
NUEZ
¡Caray,
qué me alegro!
COTUFA
A
mí no hasía más que desirme que se lo espantara por favó.
D.
NUEZ
¡Caray,
qué me alegro! ¿De manera que según ezo lacaye es nuestra?
COTUFA
De
ventana a ventana. Ayí manda usté y aquí yo.
D.
NUEZ
Y
los dos juntos en to er barrio. Choca ahí. ¿Vamos a tutearnos?
COTUFA
Ya
está. Oyeme una cosa.
D.
NUEZ
¿Qué
coza?
COTUFA
Que
no vas malamente con Coraliyo: lo he podio yo entrevé.
D
NUEZ
¿Zí,
verdá? ¿Le gusto? ¡Pos no va a zé palo!
COTUFA
¿Como?
D
NUEZ
Con
lapi, en la paré e mi arcoba. Y vamos a vé: ¿te paece a tí que es güeña ocasión
esta noche pa vení yo con ezos amigos a cantarle cuatro finuras?
COTUFA
¿Qué
mejó noche que esta, después de to lo que ha ocurrió? Sobre que mañana pué está
yoviendo.
D.
NUEZ
No
me digas más: por eyos voy. ¿Tú no me haz oído a mí canta?
COTUFA
Nunca.
D.
NUEZ
¡Pos
me vas a compra una jaula! ¿Te esperas aquí?
COTUFA
Pelando
la pava con Mersedes. Yo no pierdo un minuto.
D.
NUEZ
Hombre,
zí. Te arvierto que es castiza. En cuanto ze le esvanezca mi imagen, te quedrá,
te quedrá.
COTUFA
Veremos.
D.
NUEZ
Er
tiempo ha e decirlo. Güervo en zeguía. (Vase por la izquierda)
COTUFA
Hasta
ahora. — ¡Qué tío más grasioso! ¡Hay pa ponerle un marco y corgarlo en la sala!
ESCENA XXIV
Cotufa
y Mercedes.
(Se
acerca a la ventana de Mercedes y toca las palmas)
COTUFA
A
vé si sale la paloma. Cotufiya, mucha labia... y te yevas este tesoro. Te ha
empesao a queré por er gusto de desbancá a la otra; hase farta que te siga
queriendo por tuno, cuando sepa que no desbanca a nadie.
(Toca
las palmas otra vez, y sale Mercedes a la reja, envuelta en un mantón)
MERCEDES
¿Tiene
usté mucha prisa?
COTUFA
Por
verla a usté, ¿quien no la tiene, reina?
MERCEDES
La
reina no soy yo: es la otra.
COTUFA
Aquí
ya no hay más reina que usté.
MERCEDES
Vamos
poquito a poco... ¿Ha reñío usté con esa mujé pa siempre?
COTUFA
Vamos
a habla en plata: ni he reñío ni reñiré en la vía, que es lo más güeno.
MERCEDES
Ay,
¿sí? ¿Entonses con qué cara viene usté a mi reja?
COTUFA
Con
esta, porque no tengo otra. Palabra de honó. Miste, Mersedes: yo no he sío, ni
soy, ni seré amante de Corá, por mar nombre la reina mora.
MERCEDES
¿Qué
está usté disiendo?
COTUFA
El
amante de eya, er novio, si le párese a usté mejó, estaba preso y ha cumplió: y
ahora mismo le está disiendo a la oreja to lo que la quiere.
MERCEDES
Entonses,
¿qué es usté de la reina mora?
COTUFA
Agárrese
usté bien a los yerros, pa no caerse.
MERCEDES
Ya
está. ¿Qué es usté?
COTUFA
Hermano.
MERCEDES
¿Hermano?
¡Ande usté y que lo sursan!
COTUFA
Hermano,
hermano. Hijos los dos, aunque paezca mentira, de la misma madre y der mismo
padre. ¡Ganas de fastidiarlo a uno!
MERCEDES
¿Y
a cuá sale usté de eyos, con esa cara tan barata?
COTUFA
A
ninguno, porque los dos eran mu guapos.
MERCEDES
¿Dio
usté er sarto atrás?
COTUFA
No,
señora; di er sarto a un lao, y salí a un tío carná, que se ganaba la vía de
cloroformo: lo enseñaban pa quita er sentío.
MERCEDES
(Riéndose)
Eá usté un tipo e grasia, hombre.
COTUFA
¿Tengo
grasia pa usté?
MERCEDES
Arguna.
COTUFA
¿Y
en qué he de conoserlo yo?
MERCEDES
En
una seña que le vi a hasé a usté con el ojo izquierdo.
COTUFA
¿Querrá
desí que usté me quiere?
MERCEDES
¡Pobresito
de usté, si no sabe entenderla!
COTUFA
¡Bendita
sea esa boca y ese salero! ¡Me gusta usté más que un merengue!
MERCEDES
Baje
usté la voz...
COTUFA
¡Déjeme
usté que chiye, criatura! ¡Pos si na más de vislumbra que usté me hase caso me
ha entrao una cosa por to er cuerpo!...
(Enseñándole
una muñeca) Miste.
MERCEDES
¿Qué?
COTUFA
Er
veyo de punta. (Mercedes suelta la carcajada) ¡Y que no sabe usté reírse,
corasón! ¡Me suena su risa como si me echaran pesetas por dentro! ¡Ay, qué
suerte la mía! ¡Ya no envidio a nadie! ¡Ni a aqueyos dos que salen ahora!
(Señalando
a Coral y a Esteban que, efectivamente, salen de su casa) ¡Eh! ¡Pareja felí (Llamándolos)
¡Vení pa acá, que aquí hay otra pareja que no se cambia por ustedes!
(Música en la orquesta)
ESCENA XXV
Dichos,
Coral y Esteban.
ESTEBAN
(Acercándose
con Coral a la ventana de Mercedes) No seas escandaloso en tu vía, Antoñiyo.
CORAL
Güeñas
noche?
MERCEDES
Güeñas
noches.
COTUFA
Aquí
tiene usté a la reina mora.
MERCEDES
Mucho
gusto de conoserla.
CORAL
Ni
reina, ni mora, ni na de esas leyendas que han fraguao. Reino na más que en er corasón
de este hombre, y con eso me basta.
ESTEBAN
Y
a mí.
CORAL
Si
me ocurté a los ojos de to er mundo, fue porque los suyos no podían verme, ni
los míos verlo siempre a mi lao. Con é me condené, con é estuve presa... y con
é me veo libre ahora.
MERCEDES
Siga
usté con é toa la vía, que eso es cariño.
CORAL
Pos
si le gusta a usté la muestra cómprese usté un vestío, que a tiempo está.
COTUFA
(A
Mercedes) Ya lo oyes. ¡Como ves, los hermanitos no perdemos er tiempo!
MERCEDES
¡Tú
lo pues desí con más rasón que nadie, granuja!
COTUFA
¡Olé!
ESTEBAN
Vaya,
a esta pareja hay que dejarla.
MERCEDES
Y
a ustedes también.
COTUFA
¿Vais
pa casa e tu padre?
ESTEBANA
Ayá
me la yevo. Se acabó la reina mora en er barrio.
CORAL
Mañana,
más embustes, más misterios toavía... Que si me ven... que si no me ven… que si
me yevaron las brujas... Pero cuando a usté le pregunten si sabe argo de mi
persona, pué usté contestá: La reina mora está en su reino... No ha sío más que
una seviyana que ha sabio queré a un hombre.
MERCEDES
Pos
a quererse tocan.
CORAL
Pos
por mí, que repiquen.
ESTEBAN
Salú.
COTUFA
Salú.
(Coral
y Esteban, arrullándose, se encaminan muy despacio por el pasadizo adelante, y
así se alejan por el foro. Mercedes y Cotufa se arrullan en la reja para no ser
menos)
ESTEBAN
Por
aquí.
CORAL
Por
donde tú quieras voy yo. Ahora sí que estás preso.
ESTEBAN
Más
que nunca. Paese que soñamos, Coraliyo.
CORAL
Verdá
que sí.
MERCEDES
¿Me
querrás siempre como ahora?
COTUFA
Permita
Dios que si te miento me güerva más feo de lo que soy.
MERCEDES
Mía
que copla se me viene ar sentío:
Por
capricho me quisiste
y
yo por capricho a tí:
¡bendiga
Dios los caprichos
que
nos juntaron aquí!
COTUFA
¡Olé!
ESCENA ULTIMA
Mercedes,
Cotufa, Don Nuez y cuatro guitarristas.
(Sale
Don Nuez por la izquierda, envuelto a lo estudiante en su capa, y con una
guitarra en la mano. ¡ e siguen cuatro amigos tan feos como él y de la misma
guisa, uno detrás de otro)
D.
NUEZ
(Al
pasar ante la reja de Mercedes) ¡Que aproveche, amigo! (Llegando a la de Coral)
Aquí es, zeñores. Jacé cerco. Y ya zabeis quien va a, escucharnos; conque afila
laz uñas. (Apoya un pie en el poyete que está bajo la reja, y toca con todos)
COTUFA
(Bajo
a Mercedes, riéndose) ¡Qué bien va a queá er trovado!
MERCEDES
(A
Cotufa, lo mismo) Le va a costá mudarse der barrio.
D
NUEZ
(Cantando
desentonadamente, de pura emoción)
Mora
de la morería,
zi
me yegas a queré,
me
compro un jaique moruno
y
una espindarga después.
Cayarze.
(Callan todos. Silencio absoluto. Pega la oreja a la ventana y se alboroza)
¡Bendita zea la mare que la parió!
UNO
¿Qué
es eso?
D.
NUEZ
¡Na
más zino que me ha dicho: «¡olé! ¡olé!»
COTUFA
(A
Mercedes) ¡La Cotorra! (Sueltan los dos la risa y tienen para un rato)
D.
NUEZ
(Loco
de satisfacción) ¡Rierze, rierze! (A los suyos) Aquí vamos a está tocando y
cantando jasta que zarga er zó. ¡A una! (Rompen todos a tocar otra vez, y él
vuelve a cantar con mayor desentono todavía, mientras cae el telón)
Azómate
a tus cristales,
zurtana
der mundo entero,
que
quiero vé cómo juyen
laz
estreyitas der cielo.
FIN
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