VIENTO ES LA DICHA DE AMOR
Zarzuela en dos actos.
Libreto de Antonio de Zamora.
Música de José de Nebra.
Se estrenó en el Teatro de la Cruz de Madrid, el día 28 de
Noviembre de 1743.
REPARTO (Estreno)
Liríope
Céfiro
Amor
Delfa
Marsias
Ninfa
Fedra
Antenor
Escrita
probablemente a principios del siglo XVIII por el dramaturgo Antonio de Zamora,
la zarzuela Viento es la dicha de Amor se estrenó en Madrid el 28 de noviembre
de 1743, con música de José de Nebra. Confluyeron pues el texto mitológico de Zamora
y la partitura del compositor español más relevante de las décadas centrales
del siglo XVIII.
La
obra, estructurada en dos jornadas, presenta tres historias de deseo Amoroso,
que se desarrollan en tres planos distintos y relacionados. El primero está
protagonizado por la pareja Liríope-Céfiro.
Ella
es una ninfa consagrada al culto de Amor, cuyo templo arde al comenzar la
acción en un incendio provocado por Céfiro, dios del viento. En un segundo
plano encontramos a Antenor, conde extranjero, que está ciegamente enamorado de
Fedra. Fedra, enamorada a su vez, aunque no correspondida, de Céfiro. Delfa,
ninfa, y Marsias, criado del conde, encarnan el nivel más popular de este
triple enredo.
ARGUMENTO
En
un balneario suizo del siglo XXI, fuera de temporada, de nombre Arcadia, tres
trabajadoras cuentan la historia de Céfiro y Liríope a una misteriosa mujer.
JORNADA PRIMERA
La
acción comienza con el incendio del templo de Amor. Las ninfas huyen
despavoridas por el bosque mientras Fedra acude en auxilio de Liríope y las
ninfas. El fuego ha sido provocado por Céfiro. Aparece Amor indignado y promete
venganza, («Teme, aleve, fementido») al tiempo que ayuda a Liríope en su huida.
Liríope cuenta lo ocurrido («No siento, no, el estrago»).
En
Arcadia, el conde Antenor locamente enamorado recita poemas a Fedra y ella, a
su vez locamente enamorada de Céfiro, también le recita poemas. Céfiro se queja
del desprecio de Liríope («Tórtola que carece»). Entre tanto el Coro y los
demás hacen vida de balneario (masajes, baños de barro, bufete y olor a café). Marsias,
el criado de Antenor, tiene un lance amoroso con la ninfa Delfa. Ninfas y
Faunos alrededor de Liríope cantan al Amor («Zagales de la Arcadia»). Antenor
sigue en su búsqueda, desesperada e infructuosa, recitando poemas a Fedra que
sólo tiene ojos para Céfiro. Céfiro, que ha entrado en el jardín, aborda a
Liríope que le rechaza e intenta huir. En su ayuda aparece Amor, que reprende a
Céfiro en el final de la primera jornada, donde cantan juntos las seguidillas
(«No, que quiere mi pena») y el terceto conclusivo («Oyeme»).
Al
comenzar la segunda jornada las tres trabajadoras siguen contando a Amor las historias
del Balneario Arcadia. Las ninfas y Liríope están tristes («Ay, dios aleve!,
¡ay, pena injusta»). Una maga ha profetizado a Liríope un destino trágico:
tendrá un hijo con Céfiro que se llamará Narciso, que se enamorará de su propio
reflejo en el río del que no se podrá apartar hasta la muerte. Liríope decide suicidarse
y huye hacia la selva. Céfiro, ninfas y faunos la siguen, en la selva-bosque
todo se transforma. Antenor y Fedra se descubren. Se miran. Se enamoran. Céfiro
acosa a Liríope («Seré precipitada violencia del Alfeo») que amenaza con
quitarse la vida. Céfiro cada vez más ardiente persigue a Liríope («Confuso, turbado»).
Todos desesperados se pierden en el bosque. En el mismo bosque, sin embargo, Marsias
y Delfa encuentran el Amor, y disfrutan del deseo («Quiéreme picarita»).
El
Coro canta en el Balneario Arcadia («En los jardines de Amor, Liríope la
infeliz, cansada ya de llorar, se consuela con decir: ¡Ay, de mí! ¡Ay de mí!»).
Céfiro («Sombra que infiel mi susto abultó») que no aguanta más decide raptar a
Liríope («Ninfa divina, yo soy y no soy». El clímax de la pasión llega a su
máximo punto con los poemas que se recitan Fedra y Antenor. Céfiro rapta a
Liríope y loco de pasión se la lleva a una nube. Amor grita: «¡Guerra!» («Guerra
publique, Guerra»). Extasis amoroso. Tormenta. Terremoto. Después del Amor, Fedra,
Antenor, Marsias, Delfa, Liríope, Céfiro, al fin respiran tranquilos. Amor les
mira, ríe y aplaude. Tras una pausa breve y silenciosa, todos en el balneario
vuelven a sus cosas. Las Tres Mujeres trabajadoras y Amor toman café en la
piscina. Charlan. Música de clavicémbalo. Viento, es la dicha de Amor.
JORNADA PRIMERA
(Noche.
Otoño. Un balneario fuera de temporada. Tres mujeres trabajan limpiando y
ordenando el patio central de un gran balneario casi a oscuras. Olor a café. Se
abre una puerta lateral, entra el viento, la nieve y una mujer. La mujer toda vestida
de blanco, parece la reina de las nieves; es Amor)
AMOR
Hace
frío, quiero una habitación.
LAS
TRES MUJERES
(En
uniforme de trabajo)
Sí.
AMOR
Hace
frío...
LAS
TRES MUJERES
Sí.
AMOR
Me
gustaría entrar en calor.
LAS
TRES MUJERES
Sí.
AMOR
¿Sólo
sabéis decir sí?
LAS
TRES MUJERES
Sí.
(Silencio.
Amor observa el patio central del balneario, se pasea y ellas le miran)
AMOR
¿Un
masaje me podéis dar?
LAS
TRES MUJERES
Sí.
(Amor
se quita el abrigo, debajo está prácticamente desnuda, aunque apenas se ve nada.
Se acomoda en una de las tumbonas)
AMOR
Hace
frío.
LAS
TRES MUJERES
Sí.
(Las
tres mujeres trabajadoras entre velas le empiezan a dar un masaje a seis manos.
Amor disfruta. Ellas ríen mientras dan el masaje)
AMOR
¿Siempre
reís?
LAS
TRES MUJERES
Sí.
MUJER
1
Digo
que debemos reír a la vez y buscar la verdad.
MUJER
2
Pues
todo lo que hacemos lo hacemos por esto, para no sentir dolor ni temor...
MUJER
3
Pues
tenemos necesidad de gozo, sólo en el momento que sentimos dolor por no estar
en nosotros el gozo, pero cuando no sentimos dolor, ya no estamos necesitados
de gozo. Por esta razón afirmamos que el gozo es el principio y el fin de una
vida dichosa.
(AMOR
emite sonidos de placer por el masaje. Ellas ríen)
MUJER
1
Así
pues practica día y noche estas enseñanzas, y jamás en la vida real ni en los sueños,
estarás preocupada, sino que vivirás como un dios entre los hombres.
MUJER
2
Como
una diosa.
MUJER
3
Pues
no se parece en nada a un ser mortal el que vive en medio de bienes inmortales.
(Masaje)
AMOR
Hace
frío.
LAS
TRES MUJERES
Sí.
(Masaje.
Risas. Silencio)
AMOR
Me
gustaría entrar en calor.
LAS
TRES MUJERES
Sí.
(Silencio)
MUJER
1
Te
vamos a cantar una historia...
MUJER
2
Te
vamos a contar un cuento...
MUJER
3
Te
vamos a cantar un cuento.
Sí,
la historia de Liríope y Céfiro.
MUJER
1
Erase
una vez en Arcadia...
(Música
de clavicémbalo. Empezará amanecer poco a poco. Un amanecer rojizo. Todo el balneario
se irá iluminando. El gran ventanal posterior del balneario deja ver una
montaña nevada. A partir de ahora el balneario será el escenario de la historia
que nos cuenten estas Tres mujeres trabajadoras. Ellas y la música crearán
Arcadia y sus personajes. Ellas cantarán los papeles de Céfiro y Liríope. De Amor
y de las Ninfas. La historia que ellas cantan será representada por
actores-bailarines. El juego sensual que nos brindarán será un homenaje al
deseo, al Amor. Poesía, música y danza se mezclaran para contarnos la historia
de Céfiro y Liríope: «Viento, es la dicha de amor»)
MUJER
1
El
templo de Amor arde en llamas.
MUJER
2
Las
ninfas huyen del templo.
MUJER
3
Todo
el mundo corre.
LAS
TRES MUJERES
Liríope,
la ninfa, huye hacia el bosque...
Céfiro
la persigue...
Céfiro,
el viento...
Céfiro,
el dios del viento, desea a Liríope.
El
Templo de Amor arde...
Fuego,
viento, deseo...
Céfiro,
el incendiario, desea a Liríope.
Un
fuego abrasa otro fuego.
(Música)
Coro
CORO
Fuego,
fuego.
Que
en su templo, al incendio de Amor,
abrasa
otro incendio.
Fuego,
fuego.
(Todas
las puertas y ventanas del lateral del balneario se abren dejando entrar
lenguas de fuego. El cielo arde. Entre el fuego aparece Liríope caminando,
despacio, a cámara lenta. Lleva entre sus manos una escultura de Amor. Detrás
de ella, la persigue Céfiro. Detrás de Céfiro aparece Fedra. Detrás de Fedra aparece
Antenor. Ninfas y Faunos huyen del incendio)
CORO
Fuego,
fuego.
Que
en su templo, al incendio de Amor,
abrasa
otro incendio.
Fuego,
fuego.
(La
mujer a la que están dando el masaje es Amor)
MUJER
1
Yo
cantaré Liríope; seré Liríope.
MUJER
2
Yo
cantaré Céfiro; seré Céfiro.
MUJER
3
Yo
cantaré Ninfa; seré una Ninfa.
AMOR
Y
yo soy Amor.
(Juego
mediante el cual las cantantes eligen a sus personajes)
(Recitativo)
AMOR
¿Qué
es esto, vengativa ardiente saña,
mi
templo, que fue honor de la campaña,
es
caduco escarmiento
de
la llama voraz de ese elemento?
Mi
estatua venerada
de
sus aras se mira despojada,
y
con desprecio sumo,
su
sacrílega tez la imprime el humo.
Céfiro
fue el infiel, el atrevido
que
al Amor por Amor traidor ha sido,
pues
en él mi venganza al orbe asombre
o
pierda mi poder su sacro nombre.
(Música)
Aria de Amor
AMOR
Teme,
aleve, fementido,
en
tu Amor dos veces ciego,
que
en las iras de mi fuego
labro
astuto un nuevo arpón.
Hoy
tu Amor será escarmiento
de
tu bárbara osadía,
pues
por lauro y gloria mía,
aun
herir sabrá en el viento,
mi
poder y mi razón.
(Liríope
se encuentra con Amor. Amor desaparece. Liríope desea a Amor. Céfiro desea a
Liríope. Fedra desea a Céfiro. Antenor desea a Fedra. Delfa y Marsias; un zagal
y una zagala se miran, se desean)
(Fedra
y Antenor son dos personajes que nos hablarán del Amor y del deseo a través de poemas.
Su música son sus palabras)
ANTENOR
Trabajé
el aire,
se
lo entregué al viento:
voló,
se deshizo,
se
volvió silencio.
Por
el ancho mar,
por
los altos cielos,
trabajé
la nada,
realicé
el esfuerzo,
perforé
la luz,
ahondé
el misterio.
Para
nada, ahora,
para
nada, luego:
humo
son mis obras,
ceniza
mis hechos
...
y mi corazón
que
se queda en ellos.
FEDRA
Se
fue en el viento,
volvió
en aire.
Le
abrí en mi casa
la
puerta grande.
Se
fue en el viento.
Quedé
anhelante.
Se
fue en el viento
volvió
en el aire.
Me
llevó a donde
no
había nadie.
Se
fue en el viento,
quedó
en mi sangre.
Volvió
en aire.
(Las
Ninfas rodean a Liríope que canta)
(Recitativo)
LIRIOPE
Esto
es que al ver que el templo se abrasaba
y
bajel de sus llamas zozobraba,
entre
el sulfurio enojo,
al
libertar el ídolo me arrojo.
Salgo
por el jardín y llego al prado
en
donde mi cuidado
halla
un gallardo joven, cuyo intento
procuró
restaurar mi desaliento,
crece
la pena al pronunciar mi agravio
y
un desmayo me embarga voz y labio.
A
mi amparo llegáis, y mis enojos
fuego
exhalan en llanto por los ojos.
(Música)
Aria de Liríope
LIRIOPE
No
siento, no, el estrago
del
dórico edificio
en
donde desperdicio
se
mira ya del viento.
Solo
a la imagen siento
que
falte digno altar.
Mis
ninfas fugitivas
van
de la selva al prado,
y
viendo su cuidado,
a
impulsos de la ira
el
alma no respira,
sin
susto y sin pesar.
(Antenor
observa a Fedra, que mira a Céfiro, que mira a Liríope, que se baña rodeada de Ninfas)
(Música)
Coro
CORO
Zagales
de la selva,
barqueros
de la playa,
venid,
si Amor os guía,
pues
el Amor os llama.
¡Ah
del valle!, ¡ah del risco!, ¡ah de la falda!
(Los
veinte componentes del Coro pueblan el balneario. Masaje, desayuno, albornoces,
buffet libre. Huele a café)
FEDRA
(Sola.
Mira a Zéfiro)
Estos
poemas los desencadenaste tú,
como
se desencadena el viento,
sin
saber hacia dónde ni por qué.
(Son
dones del azar o del destino, que a veces la soledad arremolina a barre)
Nada
más que palabras que se encuentran
que
se atraen y se juntan
irremediablemente,
y
hacen un ruido melodioso o triste,
lo
mismo que dos cuerpos que se aman.
(Música)
Coro
CORO
Zagales
de la selva,
barqueros
de la playa,
venid,
si Amor os guía,
pues
el Amor os llama.
¡Ah
del valle!, ¡ah del risco!, ¡ah de la falda!
(Recitativo)
CEFIRO
¿Dónde
me lleva, Amor, mi dulce acento?
Más
siendo viento, Amor, me lleva el viento.
Todo
remedio es tibio,
que
a mi dolor procura algún alivio,
al
templo puse fuego,
por
si a Liríope ver pudiese ciego.
De
esta casa cortésmente hospedada,
a
mi Amor dificulta más la entrada,
pues
¿qué he de hacer si el bien tanto se aleja?
Aspirar
al alivio de la queja.
(Música)
Aria de Céfiro
CEFIRO
Tórtola
que carece
del
fiel amado dueño,
su
dulce voz le ofrece
alivio
no pequeño
para
poderle hallar.
Y
a mí que me maltrata
la
ausencia de una ingrata,
no
encuentra mi quebranto
ni
halagos en el llanto,
ni
alivio en el pesar.
(Vanse)
(Encuentro
entre Delfa y Marsias. Encuentro sexy. Número acrobático. Marsias persigue a Delfa,
o viceversa)
MARSIAS
A
espacio, zagala, fondos de liebre.
DELFA
Caballero
enjerto en galgo, no quiero.
MARSIAS
Mujer
o diablo, ¿qué Mercurio de obra prima
te
desviará los zapatos que tanto corres?
DELFA
¿No
hay quien dé treinta o cuarenta palos
a
un atrevido?
MARSIAS
Cogite,
ninfilla de mala mano.
DELFA
Miente
y remiente.
MARSIAS
No
me hagas la veneración pedazos, que te
perderé
el respeto.
DELFA
Suélteme.
MARSIAS
Vamos
al caso.
DELFA
Mas
¿que doy gritos?
MARSIAS
¡Ay,
tal perrengue!
DELFA
Suélteme.
MARSIAS
Mas
que te casco.
DELFA
¿La
mano alza?
MARSIAS
¿El
grito entona?
DELFA
Es
un pícaro.
MARSIAS
Soy
lacayo.
(Mientras
sigue la danza acrobática, Marsias y Delfa cantan; recitan el siguiente poema que
Delfa y Marsias bailan)
TODOS
El
sexo avieso.
El
sexo desprendido del mendrugo.
La
flexibilidad del inconforme.
El
heroico en caprichos,
cerraduras,
reptiles
y
rebeldes costumbre.
El
sexólatra,
el
sexófilo,
el
sexófago,
el
opuesto,
es
convexo,
el
reversible,
el
lírico,
el
azulado antes, en, después del parto
de
una réplica humana en terracota,
el
parasexual
y
el sexyfúnebre,
el
sexycolosal,
el
loro,
el
moralista,
el
somero,
el
pasivo,
el
vagabundo,
el
solo auricular,
el
prometeíco,
el
mono triste,
el
mono melancólico,
el
mono, en fin,
el
gran sustituido.
(Todos
los habitantes del balneario, Ninfas y Faunos incluidos, cantan a Amor que está
en medio como una estatua)
(Música)
Coro a 4 voces
CORO
Para
proseguir los cultos
de
cielo rapaz vendado,
se
abrasó el estío un templo,
florezca
un jardín en mayo.
(Las
Ninfas se bañan en una piscina de flores movidas por el viento)
(Música)
Coplas de Liríope, Ninfa y Coro
LIRIOPE
Zagales
de la Arcadia,
cuyo
afecto postrado,
cuantos
respira alientos,
sacrifica
holocaustos.
NINFA
Felices
moradores
de
aquel dichoso espacio,
donde
es vivir de atentos,
morir
de enamorados.
LAS
DOS
Oíd
mis ecos blandos,
pues
ya ha trocado el susto
en
armonía el llanto.
(Las
Ninfas cantan y bailan a Amor. Elogio del placer, del buen vivir, baños de
barro, masajes, juegos, karaoke, sonrisitas y carreritas. Viva el Amor)
(Recitativo)
NINFA
Viendo
que a impulso infiel, aleve intento,
las
aras del Amor se llevó el viento,
otro
elemento sea,
en
el florido campo de Amaltea,
digno
trono; a que el culto en sus lores
exhale
votos y respire flores.
(Música)
Aria de Ninfa
NINFA
Temprana
rosa,
jazmín
nevado,
dé
a la campaña,
tribute
al pardo,
con
sus matices
gloria
al Amor.
Ya
la esmeralda
de
su guirnalda
lleve
a sus aras
nuestro
favor.
(Música)
Coro a Cuatro
CORO
Sólo
el Amor es deidad,
pues
logra su sinrazón
alagar
la inclinación,
hiriendo
la voluntad.
(Fedra
se aparta de la fiesta y espía a Céfiro que no la ve. Antenor espía a Fedra que
no lo ve)
ANTENOR
No
decía palabras,
acercaba
tan solo un cuerpo interrogante,
porque
ignoraba que el deseo es una
pregunta
cuya
respuesta no existe,
una
hoja cuya rama no existe,
un
mundo cuyo cielo no existe.
La
angustia se abre paso entre los huesos
remonta
por las venas
hasta
abrirse en la piel,
surtidores
de sueño
hechos
carne e interrogación vuelta
a
las nubes.
Un
roce al paso,
una
mirada fugaz entre las sombras,
bastan
para que el cuerpo se abra en dos
ávido
de recibir en sí mismo
otro
cuerpo que sueñe;
mitad
y mitad, sueño y sueño, carne y carne;
igual
es en figura, igual es en Amor,
igual
es en deseo.
Aunque
solo sea una esperanza
porque
el deseo es una pregunta cuya
respuesta
nadie sabe.
(Céfiro
espía a Liríope, arde en deseo)
CEFIRO
Presuroso
y perdido unto en mí tu persona
y
soy un bulto de hombre, y de loco y de perro
que
corre por tu cuerpo y a la vez por un túnel
despavoridamente
lamiendo en las tinieblas.
(Música)
Seguidillas de Céfiro, Liríope y Amor
CEFIRO
(Canta)
No,
que quiere mi pena,
ya
que te encuentro,
respirar
entre quejas
los
desalientos.
LIRIOPE
(Canta)
Si
tu pena me agravia,
¿cómo
pretendes
apadrinar
lo fino
con
lo rebelde?
No
me detengas.
CEFIRO
No
te me ausentes.
LIRIOPE
¡Ay
de tu mal, si mal no te acaba!
CEFIRO
¡Ay
de mi Amor, si mi Amor no te vence!
LIRIOPE
¿Como
quieres que crea
tus
falsedades,
si
lo engañoso es sombra
de
lo constante?
CEFIRO
Como
por ti en la Arcadia
viviendo
muero,
sin
hallar más alivio
que
el del desprecio.
¿Qué
respondes?
LIRIOPE
Que
afable...
(aparte)
Mas,
labio, mientes,
que
no caben piedades
donde
hay desdenes.
CEFIRO
¡Qué
ingrata vives!
LIRIOPE
¡Qué
osado eres!
¡Ay
de tu mal, si tu mal no te acaba!
CEFIRO
¡Ay
de mi Amor, si mi Amor no te vence!
¿Una
voz por consuelo
no
me permites?
LIRIOPE
¿Qué
quieres que te diga
si
ya te dije?
(Atraviesa
Amor el tablado en una nube)
AMOR
(Canta)
Que
piedad no merece
quejas
impías,
cuando
al Amor ofenden
con
lo que obligan.
LIRIOPE
De
la estatua en el bronce
mi
voz se forma.
CEFIRO
Es
el bronce materia
de
las hermosas...
Oye
mi llanto.
LIRIOPE
¿Qué
aguardas? Vete.
¡Ay
de tu mal, si tu mal no te acaba!
CEFIRO
¡Ay
de mi Amor, si tu Amor no te vence!
LRIOPE
¿Qué
haré, cielos?
AMOR
Vencerte,
pues
por vengarse
deidad
que influye amando,
mando
que no ames.
LIRIOPE
Ya
mi respuesta oíste.
CEFIRO
Sí,
pero falta
que
se vuelvan finezas
las
amenazas.
(Recitativo)
LIRIOPE
En
que mi Amor... más, cielos, ¿quién
al
labio al dictar un favor dicta un agravio?
AMOR
El
mismísimo Amor que su venganza
empieza
a frustrar a un indigno la fineza.
CEFIRO
Idolatrado
bien...
LIRIOPE
No,
no he de oírte...
CEFIRO
¿Que
no has de amar?
LIRIOPE
No
tengo de admitirte.
CEFIRO
Pues
mi Amor...
LIRIOPE
...
mi desdén...
AMOR
...
y mi venganza...
LOS
DOS
Quitarán
a tu afecto la esperanza.
CEFIRO
No
quitarán a mi afecto la esperanza.
(Música)
Terceto de Céfiro, Liríope y Amor
CEFIRO
Oyeme.
LIRIOPE
No
haré tal.
AMOR
Húyele.
LIRIOPE
Sí,
lo haré.
CEFIRO
¡Ay,
desdichada fe!
LIRIOPE
y AMOR
Se
ofende una deidad.
CEFIRO
Pues
dioses.
LIRIOPE
y AMOR
No
hay piedad...
LOS
DOS
...
que contra ti se emplea la rabia y el furor.
CEFIRO
Que
contra mí se emplea la rabia y el furor.
Constante
te he de amar.
AMOR
Serás
despojo mío.
LIRIOPE
En
mi sólo hay desvío.
LOS
TRES
Pues,
digan mis anhelos,
alarma,
alarma, cielos,
contra
desdén y Amor.
(Las
Tres Mujeres trabajadoras se parten de risa)
FIN DE LA JORNADA PRIMERA
JORNADA SEGUNDA
(Oscuro.
Se escuchan gemidos de Amor. Mientras se va haciendo la luz que ilumine el
balneario en todo su esplendor, vemos a Amor tomando un baño de barro y a las Tres
mujeres trabajadoras atendiéndola, una le hace un masaje en los pies, otra un tratamiento
facial y la tercera le hace las uñas)
AMOR
¡Qué
placer!
MUJER
1ª
Si
uno considera por un acto de reflexión el
punto
más alto que puede alcanzar el gozo,
resulta
que el tiempo infinito conlleva igual
gozo
que el limitado.
(Pasa
un chico guapo por delante. El balneario respira «buenos días». Olor a café y
tostadas)
MUJER
2ª
Ante
cualquier deseo debemos formularnos
la
siguiente cuestión: qué me sucederá si se
cumple
el objeto de mi deseo, y qué si no se
cumple?
(La
escena se va llenando de gente, masajes, ejercicios, el buffet del desayuno es
amplio y la gente tiene hambre, huevos revueltos, queso, jamón, fruta, zumo de
naranja. Casi todos van en bañador y albornoz)
MUJER
3ª
Debemos
apreciar la belleza, la virtud y las
cualidades
de índole semejante, siempre que
proporcionen
gozo, pero sino lo proporcionan
hay
que decirles «adiós muy buenas» y
dejarlas.
Danza de «Adiós muy buenas»
(Las
Ninfas cantan las penas de Amor)
(Música)
Solo de Ninfa
NINFA
(Canta)
¡Ay,
dios aleve!, ¡ay, pena injusta!,
¡ay,
vida mía!
Si
con celos te acuerdas
de
que eres vida.
¡Ay,
dios aleve!, ¡ay, pena injusta!,
¡ay,
vida mía!
(Las
Ninfas rodean a Liríope que se baña en barro)
AMOR
(a
Las Tres Mujeres trabajadoras)
Liríope
está triste.
LAS
TRES MUJERES
Sí.
(Música)
Coplas de Amor y Coro
AMOR
(Canta)
Mal
del Céfiro aleve
tus
ansias fías,
si
es el aura que halaga,
cierzo
que arruina.
AMOR
y CORO
¡Ay,
traidor ruego, y falso halago!
¡Ay
vida mía!
Si
aun se labran peligros
de
las caricias.
¡Ay,
falso halago, y vida mía!
MUJER
1ª
Una
maga le ha profetizado a Liríope
el
destino.
MUJER
2ª
Tendrá
un hijo con Céfiro.
MUJER
3ª
Se
llamará Narciso.
MUJER
1ª
Del
que se enamorará una mujer llamada
Eco.
MUJER
2ª
Pero
Narciso se enamorará de su reflejo en
el
río.
MUJER
3ª
Del
que no se podrá apartar hasta la muerte.
MUJER
1ª
Y
Eco quedará condenada a repetir siempre
lo
mismo.
MUJER
2ª
Y
Eco quedará condenada a repetir siempre
lo
mismo.
MUJER
3ª
A
ser Eco de sí misma.
MUJER
1ª
Tragedia,
destino fatal.
(Música)
Coplas de Amor y Coro
AMOR
(Canta)
El
Narciso y el Eco
quejas
duplican,
mas
ni se desvanecen
ni
se marchitan.
AMOR
y CORO
¡Ay,
flor ingrata!, ¡ay, voz amante!,
¡ay,
vida mía!
Que
duráis a las penas,
y
no a las dichas.
¡Ay,
voz amante!, ¡ay, vida mía!
(Liríope
se incorpora del baño de barro)
LIRIOPE
No
me detengáis, que irritáis
más
enojo. Y pues muriendo
futuros
daños se evitan,
miente
la maga, el destino miente,
y
miente esa armonía.
(Liríope
sale corriendo)
Pues
yo misma he de matarme,
para
morirme de mí misma.
(Las
Ninfas corren tras Liríope. El balneario se va convirtiendo en una selva oscura
y peligrosa, mientras Liríope aúlla)
LIRIOPE
Soy
la fiera y el círculo y la jaula
soy
el cadáver y sus perplejos
soy
el desesperado y su ironía
soy
el eclipse de mi rabia
y
soy la rabia de mi desconsuelo
soy
el ahorcado que no tiene soga
soy
el guerrillero sin arma
y
soy el predicador mudo
soy
el odio sin puñal
soy
el terremoto sujeto
y
soy el cataclismo inútil...
(Céfiro
busca a Liríope en la selva)
(Recitativo)
CEFIRO
¡Oh,
tú, selva!, si ufana y floreciente,
tu
pompa se acredita,
y
si después enero la marchita
de
un soplo y otro al huracán ardiente;
olmo
galán, si tu verdor desnuda
del
invierno la cólera sañuda;
parlera
fuente, humor de aquella peña,
si
el hilo te enmudece lo risueña;
rosa
fragante que broto la aurora,
si
apaga tu esplendor noche traidora,
por
mi bien, le decid al dueño mío,
que
todo falta menos su desvío.
(Música)
Aria de Céfiro
CEFIRO
Selva
florida,
tronco
frondoso,
cristal
hundoso,
cándida
flor,
decídole
a mi bien
que
muero de Amor.
(Fedra
escondida sigue a Céfiro. Antenor persigue a Fedra. Fedra se da la vuelta y descubre
a Antenor. Se miran. Silencio)
ANTENOR
Sé
que llegará el día en que ya nunca
volveré
a contemplar
tu
mirada curiosa y asombrada.
Tan
sólo en tus pupilas
compruebo
todavía,
sorprendido,
la
belleza del mundo
y
allí, en su centro, tú,
iluminándolo.
Por
eso, ahora,
mientras
aún es posible,
mirarme
mirarte;
mete
todo tu asombro
en
mi mirada,
déjame
verte cuando tú me miras
también
a mí,
asombrada
de
ver por ti y a ti,
asombroso.
(Silencio)
FEDRA
Tú,
sólo tú,
has
suspendido la pasión a mis enojos,
la
suspensión a mis ojos,
la
admiración a mi oído.
Cada
vez que te veo
nueva
admiración me das,
y
cuando te miro más,
aun
más mirarte deseo.
Ojos
hidrópicos creo
que
mis ojos deben ser
pues
cuando es muerte el beber
beben
más, y de esta suerte,
viendo
que el ver me da muerte,
estoy
muriendo por ver.
Pero
véate yo y muera,
que
no sé, rendido, ya,
si
el verte muerte me da,
¿el
no verte que me diera?
fuera
más que muerte fiera,
ira,
rabia, dolor fuerte,
fuera
muerte. De esta suerte
tu
rigor he ponderado,
pues
dar vida a un desdichado
es
dar a un dichoso muerte.
(Aparece
Liríope, detrás Céfiro y detrás todos los demás. Liríope desesperada va a suicidarse
tirándose al río, cuando Céfiro canta)
(Recitativo)
CEFIRO
¿Dónde,
precipitada ninfa bella,
te
conduce el furor de tu hermosura?
LIRIOPE
Donde
dando escarmiento a tu locura
burle
el influjo de maligna estrella.
CEFIRO
De
ese río al raudal te precipitas
sin
mirar que si quitas
a
tu esplendor la luz, porque yo ciegue,
haces
que a media tarde el sol se anegue.
LIRIOPE
Calla
el acento, falso, lisonjero.
CEFIRO
Callaré
como sepas que te quiero.
LIRIOPE
Huiré
tu voz.
CEFIRO
Sabré
yo detenerte.
LIRIOPE
Sabré
matarme sólo por no verte.
(Música)
Aria de Liríope
LIRIOPE
(Canta)
Seré
precipitada
violencia
del Alfeo,
que
al ver tu falso agrado,
la
ruina de mi estrago
me
evita otra mayor.
Tu
Amor tal vez me inclina,
el
hado me amenaza,
¡oh
luces celestiales!,
cuándo
hallarán mis males
segura
algún Amor.
(Recitativo)
CEFIRO
Aunque
contrario se me muestre el cielo,
más
temo a tu rigor que a tu recelo.
LIRIOPE
No,
mi rigor de ingratitud se advierte
si
de temor del hado de mi suerte,
en
un hijo del viento está mi estrago
y
del viento son hijos tú y tu halago.
Olvídame
se quiera de piadoso,
obedece
de amante o generoso.
(Música)
Aria de Céfiro
CEFIRO
Confuso,
turbado,
amante,
rendido,
ni
encuentro del olvido,
ni
acierto del Amor.
Me
hielo en tu riesgo,
al
verte me inflamo,
si
sirvo no te amo,
si
te amo es rigor.
(Recitativo)
LIRIOPE
¿Qué
resuelves?
CEFIRO
Amar
tus luces bellas.
LIRIOPE
¿Y
las estrellas?
CEFIRO
Solo
son estrellas
las
de tus ojos, cuyo ardor no evito.
¿Qué
temes de mi Amor?
LIRIOPE
Temo
un delito.
CEFIRO
¿Quién
le ha de hacer?
LIRIOPE
La
suerte.
CEFIRO
Vencerala
mi Amor.
LIRIOPE
Me
asusta el verte.
CEFIRO
¡Quién
te amaga!
LIRIOPE
La
esfera en su hado injusto.
CEFIRO
Mienten
suerte, delito, esfera y susto.
(Música)
Dúo de Liríope y Céfiro
CEFIRO
Idolo
amado mío,
pierde
el fatal recelo.
LIRIOPE
No
puede, que es el cielo
quien
manda mi desvío.
CEFIRO
Mi
bien.
LIRIOPE
Injusto
hado. Calla.
CEFIRO
Rigor
impío.
LOS
DOS
¡Oh,
cuándo habrán cesado
la
suerte y el rigor!
CEFIRO
Si
ultrajas mi constancia,
mi
industria ha de robarte.
LIRIOPE
Será
mi vigilancia,
quien
lidie de mi parte.
LOS
DOS
Dioses,
cielos, astro, luces,
vengadme
de su Amor.
(Liríope
se encarama al borde del precipicio)
LIRIOPE
(Grita)
Después
de todo, todo ha sido nada,
a
pesar de que un día lo fue todo.
Después
de nada, o después de todo
supe
que todo no era más que nada.
(Una
de Las Tres Mujeres, enfadada, le espeta a Liríope)
MUJER
1ª
Nacemos
una sola vez y dos no nos es dado
nacer
y es preciso que la eternidad no nos
acompañe
ya. Pero tú, que no eres dueña
del
día de mañana, retrasas tu felicidad
y,
mientras tanto, la vida se va perdiendo
lentamente
por ese retraso, y todos y cada
uno
de nosotros, aunque por nuestras
ocupaciones
no tengamos tiempo para ello,
morimos.
(Céfiro
sale furioso. Liríope llora. Todos salen menos Delfa y Marsias)
(Recitativo)
MARSIAS
Buenos
días, señora mi zagala.
DELFA
Váyase
el verderón muy noramala.
MARSIAS
Pues
escúcheme sólo dos razones.
DELFA
Váyase
al rey, que paga los bufones.
MARSIAS
¿Tanto
rigor, señora perinola?
DELFA
Pues
sí, me enfada, yo solita sola
he
de hacer con la rabia en que
me
cebo que en aceite le frían.
MARSIAS
¿Soy
yo un huevo?
DELFA
Es
un bufón.
MARSIAS
Pues,
oye mis quebrantos.
DELFA
Si
prosigue le doy un sepacuantos.
(Música)
Dúo de Marsias y Delfa
MARSIAS
Quiéreme,
picarita.
DELFA
No
se me acerque más.
MARSIAS
Oyeme.
DELFA
¿No?
pues, ¡zas!
(Le
arrea)
MARSIAS
¡Ay,
que con su manita
sin
diente ya me deja!
DELFA
¿Por
el que bribón se queja,
si
sangre no salió?
MARSIAS
Dame
un abrazo.
DELFA
¡Arre!
MARSIAS
Toma
una coz.
(Le
patea)
DELFA
¡So!,
¡so!
MARSIAS
Pues,
toma.
DELFA
¡Ay,
bribonazo!,
¡ay,
de mi pobre brazo!
(Se
pegan)
LOS
DOS
Y
estemos cepos quedos,
MARSIAS
si
acaso me has de amar.
DELFA
sin
que te llegue a amar.
MARSIAS
Eres
dos veces fiera,
por
fiera y por ingrata.
DELFA
¿A
un verderón quien trata
jamás
de otra manera?
MARSIAS
Pues
eres perinola.
DELFA
Y
tú alemán de Angola.
LOS
DOS
Pues
váyase a escardar.
(La
selva-bosque es cada vez más oscura. Después de la pelea los dos están jadeantes
y en el suelo. Ella va reculando hacia atrás en dirección a la piscina, en
medio de la selva. Delfa mira a Marsias mientras camina hacia atrás despacio.
Marsias le mira y habla al Público)
MARSIAS
Le
comenté:
«Me
entusiasman tus ojos»
y
ella dijo:
«¿Te
gustan solos o con rimel?»
«Grandes»,
respondí
sin dudar.
Y
también sin dudar
me
los dejó en un plato y se fue a tientas.
(Delfa
entra en la piscina y se oye su voz en susurro que le dice a Marsias)
DELFA
Si
por temor o por incertidumbre
esta
noche no empujas esta puerta,
tras
la que esta desnuda ya y despierta
la
prohibida mujer llena de lumbre,
te
juro de que después cuando seas viejo
y
un día mires tu cara y tu memoria,
brotarán
hacia ti desde esta historia
culebras
que te espanten el espejo.
(Delfa
se sumerge. Poco a poco el patio del balneario vuelve a aparecer con la
presencia de antes, pero esta vez lleno de flores. Estamos en los jardines de Amor.
Todos sus habitantes, Coro y demás personajes, se dan masajes. Caricias,
sueño... pero una tormenta se avecina. Antenor y Fedra avanzan el uno hacia el
otro. Viento. Se hablan; se acarician con la voz y el Coro les sirve de eco)
Danza de las caricias
FEDRA,
ANTENOR y CORO
Pájaro
pez
paloma
pluma
pálida
pérdida
por
petrificados
pozos
pútridos
palpita
pulsa
plácidas
patrias
prometidas
para
poder
partir
perfila
pórticos
penetra
pechos
paladea
pétalos
pura
perdurable
planetaria
palma
paz
palabra
pido
permanece.
(Aire
caliente)
(Música)
Coro a Cuatro
CORO
En
los jardines de Amor,
Liríope
la infeliz,
cansada
ya de llorar,
se
consuela con decir:
«¡Ay,
de mí, ay, de mí!»
En
los jardines de Amor,
Liríope
la infeliz,
cansada
ya de llorar,
se
consuela con decir:
«¡Ay,
de mí, ay, de mí,
que
el morir no es estorbo para no morir!»
En
los jardines de Amor,
Liríope
la infeliz,
cansada
ya de llorar,
se
consuela con decir:
«¡Ay,
de mí, ay, de mí,
que
el morir no es estorbo para no morir!»
(La
Danza de las caricias sigue. El viento es mayor. Vuelan las servilletas, las
sombrillas, los pañuelos, hasta los canapés vuelan. Aire caliente. Sudor.
Céfiro se pasea loco. Más tormenta)
CEFIRO
Me
amamantó una loba,
¿quién
si no?
Yo
no tengo la culpa
de
haber bebido
desde
tan joven tanta sed de sangre
tanto
deseo de morder la vida
tanto
Amor.
(Música)
Coro a Cuatro
CORO
Viento
es la dicha de Amor.
(Música)
Coro a Cuatro
CORO
Viento
es la dicha de Amor.
(Música)
Copla de Céfiro y Coro
CEFIRO
En
estas flores
podrás
ver que son
despojo
del aire,
que
amante inspiró,
fragange
desdé y sensible verdor.
(Música)
Coro a Cuatro
CORO
Viento
es la dicha de Amor.
(Céfiro
y Liríope se encuentran. Céfiro y Liríope arden. Se incendian. Viento)
(Música)
Dúo de Liríope y Céfiro
LIRIOPE
Sombra
que infiel
mi
susto abultó,
dime
quién eres
antes
que mi ardor
te
abrase el incendio de mi indignación.
CEFIRO
Ninfa
divina,
yo
soy y no soy
quien
quiere contigo
volando
veloz,
dar,
si es cielo el aire, a su cielo tu sol.
LIRIOPE
Esa
es traición.
CEFIRO
No
es traición,
sino
mostrar que fácil...
CEFIRO
y CORO
Viento
es la dicha de Amor.
LIRIOPE
Huiré
yo de ti...
CEFIRO
Siguiéndote
voy...
LIRIOPE
No,
osado, me embargues
el
paso y la acción.
CEFIRO
Ahora
verás que no vale el rigor.
(Más
viento)
(Música)
Solo de Céfiro y Coro a Cuatro
CEFIRO
Qué
en vano intenta el rigor,
CORO
Qué
en vano intenta el rigor,
CEFIRO
frustrar
de Amor el intento,
CORO
frustrar
de Amor el intento,
CEFIRO
pues
para adular al viento,
CORO
pues
para adular al viento,
CEFIRO
viento
es la dicha de Amor.
CORO
viento
es la dicha de Amor.
(Tormenta.
Terremoto)
LIRIOPE
Ninfas
de Amor, acudid.
Zagales,
favor, favor.
Deidades,
piedad, piedad.
Venganza
traición, traición.
(Céfiro
rapta a Liríope llevándosela al cielo y ocultándose detrás de una nube. La
tormenta arrecia. Antenor y Fedra abrazados sin tocarse, muy juntos)
FEDRA
La
lluvia
como
una lengua de prensiles musgos
parece
recorrerme, buscarme la cerviz,
bajar,
lamer el eje vertical,
contar
el número de vértebras que me separan
de
tu cuerpo ausente.
ANTENOR
Busco
ahora despacio con mi lengua
la
demorada huella de tu lengua
hundida
en mis salivas.
FEDRA
Bebo,
te bebo
en
las mansiones líquidas
del
paladar
y
en la humedad radiante de tus ingles,
mientras
tu propia lengua me recorrerme y baja,
retráctil
y prensil, como la lengua
oscura
de la lluvia.
ANTENOR
La
raíz del temblor llena tu boca,
tiembla,
se vierte en ti
y
canta germinal en tu garganta.
(Cada
vez más rápido y más suave. Llueve sobre la pareja)
FEDRA
Entrar,
hacerse
hueco
en
la concavidad,
ahuecarse
en lo cóncavo.
No
puedo ir más allá, dijiste...
ANTENOR
Con
las manos se forman las palabras,
con
las manos y en su concavidad
se
forman corporales las palabras
que
no podíamos decir.
FEDRA
Asciendes
como
poderoso
animal
por
la pendiente húmeda
del
aire dónde
me
engendras, cuerpo, en tu latido cóncavo.
ANTENOR
Y
todo lo que existe en esta hora
de
absoluto fulgor
se
abrasa, arde
contigo,
cuerpo,
en
la incendiada boca de la noche.
FEDRA
Bebe
en el cuenco,
en
rigor extremo
de
los poros quemados,
el
jugo oscuro de la luz.
(Delfa
y Marsias se besan. Se rompen los cristales. Amor grita «¡Guerra!»)
(Recitativo)
AMOR
Es
una injusta, trágica violencia,
que
a pesar del furor mi influencia,
y
no bastando el ruego,
consigue
el aire, disfrazado en fuego.
Céfiro
aleve, con traidora saña,
lleva
a Liríope por la azul campaña,
y
pues no basté a estorbarlo, ciego,
arda
en cólera, en ira, en rabia y fuego.
(Danza)
(Música)
Aria de Amor
AMOR
Guerra
publique, guerra,
el
orbe de la tierra,
la
rabia y el furor.
Siendo
de su confín,
mi
cólera el clarín,
los
truenos el tambor.
Temed,
temed, mortales,
el
hado que os alcanza,
pues
para vuestros males
tomar
sabrá venganza
un
desairado Amor.
(Nieva.
Los truenos cesan. Calma. Antenor y Fedra abrazados)
FEDRA
Estar.
ANTENOR
No
hacer.
En
el espacio entero del estar.
Estar,
estarse, irse
sin
ir
a
nada.
FEDRA
A
nadie.
ANTENOR
A
nada.
(Delfa
y Marsias abrazados)
DELFA
Me
he puesto una sonrisa.
Todo
es bello.
MARSIAS
Comprendo
que se adoren las mujeres
y
besen y acaricien su belleza.
Es
un cielo su cuerpo. El cielo humano.
(Al
Público)
De
haber sido mujer fuera lesbiana.
(Se
abren las nubes y descienden en una de ellas tranquilos Céfiro y Liríope)
TODOS
Escuchemos.
Atención.
(Amor
les mira, ríe y aplaude. Tras una pausa, breve y silenciosa, todos en el balneario
vuelven a sus cosas. Las Tres mujeres y Amor toman café en la piscina)
MUJER
1ª
Nada
es suficiente para quien lo suficiente es
poco.
MUJER
2ª
No
hay una vida gozosa sin una sensata,
bella
y justa. Ni tan poco una sensata, bella y
justa
sin una gozosa. Todo aquel a quien no
le
asista este último estado no vive sensata,
bella
y justamente; y todo aquel a quien
no
le asiste lo anterior, ese no puede vivir
gozosamente.
(Pausa)
MUJER
3ª
(Al
Público)
Me
he anticipado a ti, azar, y cerré todas
tus
posibilidades de infiltración, y no me
entregué
rendido a ti, ni a ningún otro
condicionamiento,
sino que cuando la Parca
nos
lleve de aquí, nos iremos de la vida tras
echar
un enorme escupitajo contra la vida y
contra
los que neciamente se pegan a ella, al
mismo
tiempo que entonaremos un hermoso
cántico
de salvación gritando que nuestra vida
ha
sido bella.
(Música)
Todos y Coro a Cuatro
TODOS
Que
en vano intenta el rigor,
frustrar
del Amor el intento,
pues
para adular al viento,
viento
es la dicha de Amor.
(Música
de clavicémbalo. Todo el mundo vuelve a sus quehaceres. Despacio. Suena por
última vez la orquesta. Música instrumental. Despacio. Masajes. Van cayendo los
albornoces. Se va oscureciendo; van bajándose los tirantes, y poco a poco todos
se empiezan a desnudar, mientras se hace un oscuro lento. Las Tres Mujeres trabajadoras
y Amor ríen)
FIN DE LA ZARZUELA
Información
obtenida en:
http://teatrodelazarzuela.mcu.es/es/temporada/temporada-lirica/viento-es-la-dicha-de-amor
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