La llama (2015)


Título La llama (2015)
Música:
José María Usandizaga y Ramón Usandizaga (completó la obra tras el fallecimiento de su hermano)
Letra: Gregorio Martínez Sierra
Director: Juan José Ocón
Categoría: Opera
País: España
Escenas: Acto I: 
01-. Prólogo, Coro y Narradora - 6' 14"
02.- Escena Primera. Aria de Tamar - 6' 00"
03.- Escena Segunda. Dúo de Tamar y Adrián - 4' 17"

Acto II: 
04.- Prólogo, El Espíritu del agua y El Oráculo - 13' 23"
05.- Coro, El Cortejo y Baila negro - 3' 50"
06.- Coro, El Sultán y Tamar - 3' 55"
07.- Aria de Tamar "La tierra donde he nacido" - 4' 59"
08.- Final Acto II - 4' 56"

Acto III: 
09.- Dúo de Adrián y La Muerte - 9' 45"
10.- Odaliscas - 3' 06"
11.- Terceto de Tamar, Adrián y El Sultán - 3' 40"
12.- Odaliscas, Aisa y Adrián - 9' 08"
13.- Interludio Orquestal - 6' 53"
14.- Dúo de Tamar y Adrián - 7' 03"
15.- Final - 11' 24"
Reparto: Tamar – Sabina Puértolas
Narradora – Miren Urbieta
Lisa / El Espíritu del agua – Elena Barbé
Aisa – Maite Maruri
Adrián – Mikeldi Atxalandabaso
El Sultán – Damián del Castillo
El Oráculo / La Muerte – Fernando Latorre
El Carcelero – Xabier Anduaga
Orquesta: Orquesta Sinfónica de Euskadi
Coro: Coral Andra Mari Abesbatza. Director José Manuel Tife
Sinopsis:
Prólogo: En un zoco árabe un grupo de personas rodean a una narradora, que se inclina sobre un brasero encendido con ascuas, y le solicitan que les relate un cuento de amor, con penas y alegrías. Mientras, echa incienso sobre las brasas. 
Acto Primero: Escena Primera: En una casa rústica de las montañas la joven Tamar espera con ansiedad a su joven amante Adrián, mediante la señal de una llama que le indique su llegada. 
Acto Primero: Escena Segunda: Se produce el encuentro de los dos amantes que cantan un apasionado dúo, significándole él su tardanza como consecuencia de la guerra con los turcos. 
Acto Segundo: Escena Primera: Entre agrestes piedras de la montaña, discurre un pequeño manantial frente al que existe una piedra sobre la que se realizan ritos ante El Oráculo, el cual toma su voz impersonal para entablar un diálogo con el cantarín fluir del agua, que de forma burlona predice la desgracia de Adrián, recriminándole El Oráculo su alegría por el dolor de los hombres. 
Acto Segundo: Escena Segunda: Ante el palacio de El Sultán la muchedumbre alaba su victoria frente a sus enemigos. Hay un grupo de esclavas entre los que Lisa descubre a Tamar, la cual se arroja a los pies de El Sultán, llevando a cabo un baile seductor, mientras canta una canción de amor. Aquel ordena que la lleven a su palacio. 
Acto Tercero: Cuadro Primero: Adrián se encuentra prisionero en el palacio de El Sultán, acercándosele La Muerte en el afán de ensombrecer sus pensamientos de libertad, por lo que el joven enamorado expresa que ya no hay llama de esperanza en su vida. Tras las verjas de la prisión Adrián descubre un jardín, en el que un grupo de odaliscas cantan hermosas baladas. Aisa, enamorada del esclavo, se acerca a la reja prometiéndole una pronta salvación, pero éste se desespera cuando observa a Tamar en una apasionada -fingida- canción de amor hacia El Sultán. Aisa entra en la celda del prisionero prometiendo liberarlo a cambio de que le otorgue su amor, a lo que Adrián se niega. No obstante Aisa da muerte al carcelero. Interludio: Es, sin duda alguna, la parte más bella de la obra, en la que Usandizaga recoge los principales motivos melódicos de la ópera. 
Acto Tercero: Cuadro Segundo: En un jardín del palacio, situado en una terraza sobre el mar. Liberado Adrián se enfrenta con Tamar, quien reprocha su traición, aunque el amor de ambos puede con el dolor de aquel, expresando su mutua pasión en un bello dúo dolida por no verse recompensada, hunde su puñal en el cuerpo de Adrián, quien cae agonizando. El Sultán descubre el engaño de Tamar y manda prenderla, pero ésta prefiere su propia inmolación y se arroja al precipicio desde el borde del jardín.
Comentarios: Estrenada el 30 de enero de 1918 en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián.
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8 comentarios:

  1. Obra póstuma de José María Usandizaga, que terminó su hermano Ramón tras el fallecimiento del primero.
    Versión concierto realizada con motivo del fallecimiento del compositor.

    Agradecer a Javier por su nuevo y magnífico aporte.

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  2. Perdón, Alesves, que me tome este permiso:
    Versión concierto realizada con motivo del CENTENARIO DEL fallecimiento del compositor, muerto a la edad de 28 años en octubre de 1915.
    Aquí, una reseña de la grabación posteada por Javier: https://www.operaworld.es/la-llama-obra-postuma-usandizaga-grabacion-version-concierto/

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    1. Se me pasó lo de poner centenario, está claro.

      Muchas gracias Tía Antonia por tu comentario.

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  3. LA LLAMA. Drama Lírico en tres actos. Libro de Gregorio Martínez Sierra. Música de José María Usandizaga, completada tras la muerte del compositor por su hermano Ramón de Usandizaga. Estrenada el 30 de enero de 1918 en el Teatro Victoria Eugenia de San Sebastián, y el 30 de marzo del mismo año en el Gran Teatro de Madrid.


    Elenco del estreno: Tamar: FIDELA CAMPIÑA, Adrián: LUIS CANALDA, Lisa y el Espíritu del Agua: GLORIA ALCARAZ, Aisa: BEATRIZ KOSTA DE MARRUGAT, El Sultán: JOSEP JORDÀ FONT, El Oráculo: MANUEL MASSIA, La Muerte: JOSE MARTÍ, El Carcelero: FRANCESC PUIGGENER, La Narradora: MERCEDES TRIGUEROS. Coros del Orfeón Donostiarra. Orquesta del Teatro Victoria Eugenia. Dir. Arturo Baratta.

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  4. Sinopsis: Prólogo. Poblado árabe. Un grupo de hombres, mujeres y niños rodean a una mujer, la Narradora, que les cuenta un cuento que ve en el humo de unas brasas (esta narración es el argumento de la ópera). Explica que Adrián, el hijo de un rey, se encuentra en guerra contra los turcos. El joven aprovecha las sombras de la noche para ir a visitar a su novia, Tamar, que vive en la montaña y allí la espera. Para anunciar su llegada, va encendiendo antorchas en el camino de la montaña. Justo cuando llega, los turcos enemigos aparecen en el camino. Al llegar a este punto del relato, la Narradora inquieta, se agita, no ve más. El auditorio impaciente, le pide que continúe su historia. La Narradora añade entonces más incienso al fuego, de manera que el humo producido todo lo llena y todo desaparece dentro de él. Cuando esparce el humo todos han desaparecido. Comienzan los actos de la ópera.

    Acto I. Tamar espera la llegada de Adrián. Lisa, amiga de Tamar, aparece en escena con una de las antorchas del joven, quien entra con mucha preocupación porque cree que los turcos le persiguen. De repente, los turcos llegan y lo capturan. Tamar quiere defenderle pero los turcos la capturan también.

    Acto II. Una estrecha gruta que forma el antro del Oráculo. Entre las rocas que forman la gruta, brota un hilillo de agua de un manantial. El Oráculo es un anciano con un aspecto que recuerda a los antiguos druidas, vestido con una larga túnica y portando una corona formada por ramas de muérdago. La meditación del Oráculo se interrumpe con la cristalina voz del agua. El Espíritu del Agua explica al mago un secreto, que será el asunto del segundo acto de la ópera. El Oráculo escucha la voz del agua, toma un vaso, se acerca a la fuente, lo llena, y vertiendo el agua sobre una gran piedra que le sirve de altar, conjura el Espíritu del Agua. La cueva entonces se oscurece y el Espíritu del Agua cuenta lo que ha pasado (el joven Adrián es prisionero y su amada Tamar es ahora una esclava) y lo que tiene que pasar: el Sultán, enemigo de Adrián, se enamoró de Tamar y este amor lo hará sufrir. Desaparece la Espíritu del Agua, el Oráculo derrama el vaso sobre la roca y la escena se oscurece totalmente, dando paso al siguiente cuadro.

    Cuadro II
    Una plaza en una ciudad turca, con un bazar y un mercado de esclavas. Entre las esclavas en venta se encuentra Tamar. Lisa, que le ha seguido, se acerca a ella e intenta consolarla. A lo lejos se oyen las trompetas del Sultán, quien se acerca con su séquito. Ha triunfado en su guerra contra Adrián y pasea su triunfo en brillante cortejo. El pueblo acoge el anuncio de la llegada del Sultán con frenéticas aclamaciones. Sale un grupo de guerreros turcos, que abren la marcha; pasan después un grupo de juglares enanos que cantan y bailan, entre los aplausos de la multitud. Aparecen entonces los prisioneros, entre ellos Adrián. La gente acoge los prisioneros con risas y burlas, estos responden a los insultos con desesperación y ansia de venganza. Tamar, al oír la voz de los prisioneros esconde el rostro entre las manos y solloza, pero Lisa le obliga a levantar la cabeza y entonces, viendo Adrián, corre a sus brazos. El mercader de esclavas y los soldados los separan.

    Adrián se aleja con el grupo de prisioneros y Tamar cae al suelo desesperada. El cortejo vuelve a ponerse en marcha: por fin aparece el Sultán, y todos se tiran al suelo en señal de respeto. Tamar, en su desesperación, se levanta antes de que puedan detenerla y se lanza a los pies del Sultán: ha planeado enamorarlo para conseguir que la lleve a palacio para estar cerca de Adrián. El Sultán, sorprendido, se detiene: ella danza y canta frente a él, fingiendo amor. El Sultán, halagado, pide que lleven Tamar el palacio. Marcha el cortejo.

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    1. No me has enviado ningún enlace de música, ¿verdad?

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    2. No señor. Sólo los comentarios con datos sobre el estreno de la obra y argumento, que pueden resultar interesantes para el oyente que se acerque a esta interesante obra. En momentos recuerda la música de LAS GOLONDRINAS, pero la calidad es superior en esta LLAMA. El argumento exótico, y la manera en que se expone en dos planos diferentes (el argumento central está narrado por unos personajes que nos lo van contando en fragmentos) es como un espejo roto, como las narraciones de las Mil y Una Noches, en las que la trama se va dilatando, todo dentro del breve espacio que supone una obra de teatro musical.

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  5. Acto III. Cuadro I. Una cueva con una gran reja cerrada al fondo, tras la cual se ven los jardines del harén del Sultán. Adrián, encadenado y tirado en el suelo, duerme con sueño inquieto. En su sueño se le aparece la Muerte, que le pronostica el triste fin que el destino reserva a su amor y a su vida. Cuando la Muerte desaparece, Adrián despierta y canta una desesperada romanza. Se abre una puerta del calabozo y entra un enano carcelero, con una lámpara, y abre los postigos de la reja. Se sienten en el jardín las risas de mujeres. Adrián mirar hacia el jardín, por el que ahora pasan varias odaliscas. Estas se acercan a la reja de Adrián y riendo se burlan de él. Después se alejan corriendo y burlándose, pero cuando todas se han alejado, vuelve Aisa, que iba con ellas, y le dice a Adrián que alguien lo salvará. Cuando marcha Aisa, aparecen en el fondo del jardín Tamar y el Sultán. Él se muestra enamorado y ella ligeramente esquiva, pero fingiendo coquetería de amor. Adrián reconoce a Tamar y se desespera creyendo que le traiciona. Cuando marchan el Sultán y Tamar, se abre poco a poco la puerta de la prisión y aparece Aisa con una luz en la mano. Ella le propone la liberación a cambio de su amor. Adrián, desesperado, rechaza el amor de aquella mujer desconocida, pero viendo en su libertad una posibilidad de vengarse de Tamar y del Sultán, acaba por aceptar la fuga que ella le propone. Cuando se disponen a huir, aparece en la puerta el enano Carcelero. Aisa lo hiere con un y huye con Adrián, mientras cae el telón.

    Cuadro II. Jardín árabe en una terraza sobre el mar, el mismo que se veía a través de la reja de la cárcel. Tamar, envuelta en un gran velo, se queda mirando con tristeza al mar: ha oído el canto de los prisioneros y sabe su suerte. Sale Adrián disfrazado con el traje que Aisa le proporcionó, reconoce Tamar y se acerca a ella con ira. Ella le reconoce también y se llena de felicidad al encontrarlo: él la acusa de traición y la insulta, pero ella le explica cómo todo su fingido amor al Sultán ha sido un artificio para acercarse e intentar salvarle. Cantan en intenso delirio de amor. Aparece Aisa, y viendo Adrián y Tamar comprende que se aman, y se enfurece al ver su amor burlado. Las dos mujeres se disputan el amor de Adrián. Aisa se lanza contra Adrián con un puñal en la mano y lo hiere. Él cae muerto y sobre él se lanza Tamar, mientras Aisa ríe enloquecida. Ante los gritos de Tamar, aparecen en escena guerreros, dignatarios, esclavos y el Sultán. Aisa le cuenta que ha muerto Adrián porque era, dice, el prisionero que había escapado de la cárcel y pretendía huir con la esclava Tamar. Esta maldice al Sultán, manifestando su amor por Adrián. El Sultán ordena matar a Tamar, pero ella esquiva a quienes la quieren tomar y se arroja al mar. Aisa se lanza desesperada sobre el cuerpo de Adrián. Cae el telón final.

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