La gatita blanca (Argumento)

La gatita blanca

La gatita blanca, Huromarada lírica en un acto y tres cuadros se estrenó en el Teatro Cómico de Madrid, el día 23 de Diciembre de 1905. Sus libretistas, José Jackson Veyán y Jacinto Capella. Música de Gerónimo Giménez y Amadeo Vives.

Acto I

La acción comienza en el salón de un restaurante de alcurnia donde se escuchan los gritos y las risas de la gente que cena. Hay varias cupletistas con sus amigos. Entre ellos, Manolo, amigo de Luisa, La gatita blanca, a la cual están esperando para tomar champagne, ya que ésta no pudo asistir a la cena por tener que sustituir a una compañera enferma. Celebran la despedida de soltero de Manolo, que no tiene dinero y ha de casarse por interés con una pariente. Llega La gatita blanca, muy bien vestida y brinda por la despedida. Manolo le dice que tiene que acostumbrarse a la separación porque necesita casarse con una joven rica, a lo cual le contesta Luisa enojada que también ella necesita un viejo con posibles. La gatita blanca sabe toda la historia que le ha contado la gente de Cuenca, de donde es la familia de Manolo, cuyo futuro suegro es un millonario algo palurdo. Se anuncia la visita del Señor Servando García, el citado futuro suegro. Manolo sale corriendo viendo el panorama. Por su parte Luisa le recibe junto a su sobrino Periquín, de quién está enamorada en secreto Rosario, futura esposa de Manolo. Tras una amplia conversación Luisa y Servando hacen un trato: Luisa dará a Rosario nociones de comportamiento social para que ésta se mueva a la altura de Manolo. Sin embargo lo que pretende es que no se casen. Luisa llega a casa de Doña Virtudes, la madre de Rosario, a dar sus clases a la niña. Al principio la señora la mira con cierta suspicacia pero acaba, incluso, por aprender las lecciones que Luisa brinda a su hija a pesar de las burlas de su marido. La artista descubre que Periquín y Rosario se quieren en secreto e intenta que él se declare. Les invita al baile de máscaras que se celebra aquella noche, a lo que se opone Manolo, temeroso de que vean la clase de amigas que tiene. Sin embargo, Luisa logra modernizar a Rosario que insta a Periquín a que se le declare, consiguiendo con ello que Manolo y Luisa sigan juntos.