Catalina
Catalina, Zarzuela en tres actos se estrenó en el Teatro del Circo de
Madrid, el día 23 de Octubre de 1854. Su libretista, Luis de Olona. Música de Joaquín Gaztambide.
Acto I
La acción transcurre en una aldea pintoresca a orillas del golfo de Filnadia. Catalina es una aldeana de un lugar de Livornia, de la cual se enamora el Zar Pedro I, que aprende el arte de construir buques disfrazado de carpintero. Miguel, hermano de Catalina, va a casarse con Berta, su novia. El Zar corteja a Catalina, que es pretendida también por el coronel Iván, ayudante de Pedro, el cual traiciona a su Rey y ayuda al Rey de Suecia a invadir con un gran ejército el país. Aparece el cosaco Kalmuff, que se enamora también de Catalina, y que acude a llevar un mensaje a Pedro de parte del general Imaloff, en el que éste pide al Zar que acuda a ponerse al frente de su ejército para luchar contra los suecos. Catalina se siente engañada por su novio, que se separa de su lado. Miguel es obligado a enrolarse como soldado en el momento en que iba a casarse con Berta. pero Catalina se ofrece a buscar a alguien que le sustituya, disfrazándose ella de soldado para suplir a su hermano. Tras la boda, los cosacos, dirigidos por Iván, asaltan la casa de Pedro, que ya no estaba allí, mientras Iván intenta encontrar a Catalina en su casa.
Acto II
Catalina, vestida de recluta, ve al coronel Iván, que brinda con los soldados por sus triunfos y les exige lealtad. Miguel es reclutado a la fuerza. Aparece Kalmuff, ascendido a sargento, y se anuncia la llegada inminente del Zar. Iván prepara su entrega al Rey de Suecia, acampado a escasa distancia del campamento ruso. Kalmuff cree reconocer a Catalina a pesar de su disfraz, pero ésta le convence de que es su hermano Miguel. Catalina ve unos papeles que lleva consigo Kalmuff, que no sabe leer, y comprende que va a haber una insurreción. Llega el general Imaloff, apoyándose en el brazo de Iván, que espera la llegada del Zar. Este aparece en escena acompañado por el general Imaloff e Iván, que consigue anular las órdenes dadas por Pedro. Catalina encuentra a su hermano, que hace guardia ante la tienda del Zar, y le entrega los papeles que confirman la insurrección, enviándole a avisar a dos regimientos rusos adictos al Emperador y ya llamados por éste, aviso que los conjurados habían hecho antes inútil deteniendo al primer portador. Iván anima a Pedro a beber en el interior de la tienda, consiguiendo emborracharle. Iván se dispone a apuñalar a Pedro, pero Catalina, que vigila la tienda, grita, desbaratando su propósito y haciendo huir a Iván. Kalmuff, al encontrar a Catalina vigilando la tienda, pretende arrestarla, y ésta, faltando a la disciplina militar, le da un bofetón. El mismo Pedro, borracho, dice que se cumpla la ordenanza y que fusilen al supuesto soldado. Pedro se da cuenta de que el supuesto soldado era Catalina, e intenta parar la ejecución, pero en este momento tiene lugar la sublevación. Pedro se da a conocer, y Kalmuff lo defiende de Iván, que de nuevo pretendía matarle, llegando a continuación los dos regimientos rusos.
Acto III
La acción tiene lugar, como en el primer acto, junto a la casa de Catalina, pero tras sufrir los estragos del incendio. Berta es encontrada por Miguel. Aparece Pedro, acompañado por el general Imaloff, Kalmuff y otros oficiales, que tras haber derrotado al enemigo busca a Catalina. Pedro pregunta a Kalmuff por el supuesto soldado que había ordenado fusilar la noche anterior, y éste le refiere que quizás podría haber conseguido escapar de los soldados. Salen a escena Berta y Miguel, y Kalmuff les cuenta que quien él cree que es el recluta Miguel ha muerto la noche anterior. Los tres creen que Catalina ha muerto. Tras una batida de los cosacos que sirve para que todos se escondan, llega Iván, trayendo en sus brazos a Catalina, inconsciente, que había huido de los soldados atravesando a nado el río para llegar, muerta de fatiga, a un espeso bosque, donde Iván, fugitivo, la había encontrado. Iván se esconde, y Miguel y Berta consiguen despertarla. Kalmuff pregunta a Catalina si le ama, y ella le dice que sigue estando enamorada del hombre que la noche anterior estaba en la tienda y la condenó a muerte. Kalmuff le revela que se trata del Zar. Al final Kalmuff reduce a Iván, Pedro encuentra a Catalina y la proclama su esposa.
Acto I
La acción transcurre en una aldea pintoresca a orillas del golfo de Filnadia. Catalina es una aldeana de un lugar de Livornia, de la cual se enamora el Zar Pedro I, que aprende el arte de construir buques disfrazado de carpintero. Miguel, hermano de Catalina, va a casarse con Berta, su novia. El Zar corteja a Catalina, que es pretendida también por el coronel Iván, ayudante de Pedro, el cual traiciona a su Rey y ayuda al Rey de Suecia a invadir con un gran ejército el país. Aparece el cosaco Kalmuff, que se enamora también de Catalina, y que acude a llevar un mensaje a Pedro de parte del general Imaloff, en el que éste pide al Zar que acuda a ponerse al frente de su ejército para luchar contra los suecos. Catalina se siente engañada por su novio, que se separa de su lado. Miguel es obligado a enrolarse como soldado en el momento en que iba a casarse con Berta. pero Catalina se ofrece a buscar a alguien que le sustituya, disfrazándose ella de soldado para suplir a su hermano. Tras la boda, los cosacos, dirigidos por Iván, asaltan la casa de Pedro, que ya no estaba allí, mientras Iván intenta encontrar a Catalina en su casa.
Acto II
Catalina, vestida de recluta, ve al coronel Iván, que brinda con los soldados por sus triunfos y les exige lealtad. Miguel es reclutado a la fuerza. Aparece Kalmuff, ascendido a sargento, y se anuncia la llegada inminente del Zar. Iván prepara su entrega al Rey de Suecia, acampado a escasa distancia del campamento ruso. Kalmuff cree reconocer a Catalina a pesar de su disfraz, pero ésta le convence de que es su hermano Miguel. Catalina ve unos papeles que lleva consigo Kalmuff, que no sabe leer, y comprende que va a haber una insurreción. Llega el general Imaloff, apoyándose en el brazo de Iván, que espera la llegada del Zar. Este aparece en escena acompañado por el general Imaloff e Iván, que consigue anular las órdenes dadas por Pedro. Catalina encuentra a su hermano, que hace guardia ante la tienda del Zar, y le entrega los papeles que confirman la insurrección, enviándole a avisar a dos regimientos rusos adictos al Emperador y ya llamados por éste, aviso que los conjurados habían hecho antes inútil deteniendo al primer portador. Iván anima a Pedro a beber en el interior de la tienda, consiguiendo emborracharle. Iván se dispone a apuñalar a Pedro, pero Catalina, que vigila la tienda, grita, desbaratando su propósito y haciendo huir a Iván. Kalmuff, al encontrar a Catalina vigilando la tienda, pretende arrestarla, y ésta, faltando a la disciplina militar, le da un bofetón. El mismo Pedro, borracho, dice que se cumpla la ordenanza y que fusilen al supuesto soldado. Pedro se da cuenta de que el supuesto soldado era Catalina, e intenta parar la ejecución, pero en este momento tiene lugar la sublevación. Pedro se da a conocer, y Kalmuff lo defiende de Iván, que de nuevo pretendía matarle, llegando a continuación los dos regimientos rusos.
Acto III
La acción tiene lugar, como en el primer acto, junto a la casa de Catalina, pero tras sufrir los estragos del incendio. Berta es encontrada por Miguel. Aparece Pedro, acompañado por el general Imaloff, Kalmuff y otros oficiales, que tras haber derrotado al enemigo busca a Catalina. Pedro pregunta a Kalmuff por el supuesto soldado que había ordenado fusilar la noche anterior, y éste le refiere que quizás podría haber conseguido escapar de los soldados. Salen a escena Berta y Miguel, y Kalmuff les cuenta que quien él cree que es el recluta Miguel ha muerto la noche anterior. Los tres creen que Catalina ha muerto. Tras una batida de los cosacos que sirve para que todos se escondan, llega Iván, trayendo en sus brazos a Catalina, inconsciente, que había huido de los soldados atravesando a nado el río para llegar, muerta de fatiga, a un espeso bosque, donde Iván, fugitivo, la había encontrado. Iván se esconde, y Miguel y Berta consiguen despertarla. Kalmuff pregunta a Catalina si le ama, y ella le dice que sigue estando enamorada del hombre que la noche anterior estaba en la tienda y la condenó a muerte. Kalmuff le revela que se trata del Zar. Al final Kalmuff reduce a Iván, Pedro encuentra a Catalina y la proclama su esposa.
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