El postillón de la Rioja
El postillón de la Rioja, Zarzuela original en dos actos se estrenó en el Teatro del Circo de
Madrid, el día 7 de Junio de 1856. Su libretista, Luis de Olona. Música de Cristóbal Oudrid.
La acción tiene lugar bajo el reinado de Felipe V.
Acto I
La Baronesa del Olmo, joven y hermosa, va a casarse con el Marqués de Alvarado, a quien no conoce, y para verle antes de dar su consentimiento se disfraza de vieja y se hospeda en un parador cerca de Tudela por donde ha de pasar el Marqués. Sabe también que, con el mismo fin que su prometida, se presentará disfrazado de Postillón. Poco antes, la Baronesa, sin declarar su nombre, había sido muy obsequiada en un baile de máscaras por un oficial del ejército, el cual discutió con un jefe que quiso estorbar las atenciones del joven, batiéndose en duelo e hiriendo el oficial a su superior, por lo que tuvo que huir a causa de las normas contra los desafíos. En el camino de encuentran el fugitivo y el Marqués que, además de sordo, es muy extravagante y promueve una disputa en que el oficial, siempre temeroso, se pone el traje de postillón del Marqués. Llega al mesón en que está la Baronesa que se sorprende gratamente viendo tan joven y gallardo al que cree va a ser su marido y se enamora de él. Un descuido de la Baronesa al quitarse la peluca, lo cual ve desde el patio el falso postillón por un espejo, hace que Félix reconozca en ella a la joven del baile de máscaras, de la cual estaba prendado; y sin descubrirse ni dar a entender lo averiguado, se finge enamorado de la supuesta vieja y le pide su mano. La Baronesa, que sólo veía anticiparse la boda unos días, accede; y ante un notario firman el acta de matrimonio la Baronesa con su propio nombre y el novio con el de "Gaspar, postillón de la Rioja". Aparece el verdadero Marqués, lo que sume a la Baronesa en la mayor desesperación, al verse casada con un simple postillón, aunque buen mozo; el Marqués manda prender al postillón y éste se da a la fuga.
Acto II
En la quinta del tío de la Baronesa, el célebre Conde de la batalla de Lérida, gobernador de Tudela. Tras varias peripecias, la Baronesa descubre que su esposo es el oficial que se había prendado de ella en el baile de máscaras, y al tener que huir Félix a causa del duelo anterior, el Conde facilita a los esposos la fuga a Francia.
La acción tiene lugar bajo el reinado de Felipe V.
Acto I
La Baronesa del Olmo, joven y hermosa, va a casarse con el Marqués de Alvarado, a quien no conoce, y para verle antes de dar su consentimiento se disfraza de vieja y se hospeda en un parador cerca de Tudela por donde ha de pasar el Marqués. Sabe también que, con el mismo fin que su prometida, se presentará disfrazado de Postillón. Poco antes, la Baronesa, sin declarar su nombre, había sido muy obsequiada en un baile de máscaras por un oficial del ejército, el cual discutió con un jefe que quiso estorbar las atenciones del joven, batiéndose en duelo e hiriendo el oficial a su superior, por lo que tuvo que huir a causa de las normas contra los desafíos. En el camino de encuentran el fugitivo y el Marqués que, además de sordo, es muy extravagante y promueve una disputa en que el oficial, siempre temeroso, se pone el traje de postillón del Marqués. Llega al mesón en que está la Baronesa que se sorprende gratamente viendo tan joven y gallardo al que cree va a ser su marido y se enamora de él. Un descuido de la Baronesa al quitarse la peluca, lo cual ve desde el patio el falso postillón por un espejo, hace que Félix reconozca en ella a la joven del baile de máscaras, de la cual estaba prendado; y sin descubrirse ni dar a entender lo averiguado, se finge enamorado de la supuesta vieja y le pide su mano. La Baronesa, que sólo veía anticiparse la boda unos días, accede; y ante un notario firman el acta de matrimonio la Baronesa con su propio nombre y el novio con el de "Gaspar, postillón de la Rioja". Aparece el verdadero Marqués, lo que sume a la Baronesa en la mayor desesperación, al verse casada con un simple postillón, aunque buen mozo; el Marqués manda prender al postillón y éste se da a la fuga.
Acto II
En la quinta del tío de la Baronesa, el célebre Conde de la batalla de Lérida, gobernador de Tudela. Tras varias peripecias, la Baronesa descubre que su esposo es el oficial que se había prendado de ella en el baile de máscaras, y al tener que huir Félix a causa del duelo anterior, el Conde facilita a los esposos la fuga a Francia.
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