Carlo del Monte
Heleni Barjau Vallmitjana nació
en Barcelona el día 7 de Enero de 1923 y falleció en México D.F. (México) el 15 de Febrero de 2000 (77 años).
BIOGRAFIA. Tenor. Nació en la barriada barcelonesa de La Sagrera. Hijo de un militante socialista, al término de la Guerra Civil Española toma el camino del exilio con dirección a Francia, donde toda la familia ingresa en un campo de concentración. Después de una serie de vicisitudes, embarcan con destino a México, país al que llegan en 1940 a bordo del buque “Sinaya”, y donde se instalan de manera definitiva.
Cursó estudios en la Escuela de Ingenieros Mecánicos de México, trabajando al mismo tiempo en la fábrica textil de Antoni Miracle, hijo del cantante de ópera catalán del mismo nombre.
Se inició como cantante en el Orfeó Catalá de México, cursando estudios en el Conservatorio de Música de la Ciudad de México, siendo considerado muy pronto como una promesa. Entró a formar parte del elenco artístico del Teatro Bellas Artes, cantando diversos papeles secundarios, como “Arturo di Bucklaw” en Lucia Di Lammermoor, en 1952, al lado de María Callas y Giuseppe di Stefano.
En 1954 inició una pequeña carrera actuando en varios programas de la radiodifusión mexicana y en la naciente televisión, obteniendo un gran éxito que lo lleva a presentarse al año siguiente como primer tenor en el Bellas Artes, como “Manrico” en Il Trovatore. Alternó su vocación artística con el trabajo desempeñado en los talleres de Miracle. En una reunión informal, en casa de su empresario, conoce al escritor Jaime Miratvilles, que después presentarlo a su amiga Victoria de los Angeles, para lo cual se trasladan a Nueva York. Después de escucharle, la soprano decide presentarlo para una audición en el Carnegie Hall.
Gracias a la impresión producida, se decide que Barjau marche a Italia para estudiar en la escuela de la Scala de Milán, y formarse en el ambiente de aquella ciudad. Antes de marchar a Italia regresa a México en compañía de Miratvilles, que convoca allí a lo más representativo de la colonia catalana, formándose un comité que contribuye a sufragar los gastos que ocasionen los estudios de Barjau, que a partir de entonces actuaría con el seudónimo de Carlo del Monte. En Milán debutó en diversos teatros italianos y participó en algunos conciertos para la RAI en 1957. Ese año es contratado como primer tenor en la Opera de París, pero al poco tiempo recibe una oferta del Liceo de Barcelona igualando las condiciones, más una cantidad adicional por representación. Parte inmediatamente para la Ciudad Condal abandonando el contrato parisino. Al llegar a Barcelona y entrevistarse con el empresario del Liceo, don Juan Antonio Pamias, advierte que ha sido engañado, por lo que decide romper su precontrato. Carlo del Monte no cantaría jamás en el Gran Teatro del Liceo de su ciudad natal, no sólo por el percance acaecido, sino también por una cláusula que impedía a los hijos de los republicanos cantar en el Liceo. En ese mismo año le fue diagnosticado un tumor en un ojo, que ha de serle extirpado, implantándosele una prótesis especial que, unida al nervio, le permitía mover el globo ocular. Regresó a París en 1959 con la esperanza de que le fuera renovado el compromiso que había rechazado dos años antes, pero esta vez la dirección del teatro decide no contratarlo. Ante esta sucesión de contrariedades regresa, primero a México, y posteriormente a Barcelona en 1961, donde perfecciona su técnica vocal con la soprano Conchita Badía, a quien le uniría desde entonces una gran amistad. Carlo del Monte deseaba regularizar cuanto antes su situación política en España, por lo que decide entrevistarse con el entonces Ministro de Información, Manuel Fraga Iribarne, quien le facilita un contrato para grabar las bandas sonoras de una serie de zarzuelas para TVE.
En 1968 participa en el estreno absoluto en el País Vasco de Zigor, de Francisco Escudero, obra que poco después constituyó su debut en el madrileño Teatro de La Zarzuela, junto a Marisol Lacalle, Pura María Martínez, Vicente Sardinero, Pedro Farrés y Julio Catania, bajo la dirección del autor. En 1968 regresó a México, donde participó en algunas producciones del Teatro Bellas Artes, siendo muy destacable su actuación en Les contes d’Hoffmann, alternando el papel principal con un Plácido Domingo recién llegado de Tel-Aviv. Cantó La bohème en el mismo teatro en 1969, al lado de Angeles Chamorro. A partir de la década de los setenta restringe su actividad. Participa esporádicamente en algunas galas y conciertos de homenaje, residiendo desde entonces en México D.F.
Su relación con la zarzuela fue más a través de las casas discográficas que en los escenarios.
DISCOGRAFIA.
Se inició como cantante en el Orfeó Catalá de México, cursando estudios en el Conservatorio de Música de la Ciudad de México, siendo considerado muy pronto como una promesa. Entró a formar parte del elenco artístico del Teatro Bellas Artes, cantando diversos papeles secundarios, como “Arturo di Bucklaw” en Lucia Di Lammermoor, en 1952, al lado de María Callas y Giuseppe di Stefano.
En 1954 inició una pequeña carrera actuando en varios programas de la radiodifusión mexicana y en la naciente televisión, obteniendo un gran éxito que lo lleva a presentarse al año siguiente como primer tenor en el Bellas Artes, como “Manrico” en Il Trovatore. Alternó su vocación artística con el trabajo desempeñado en los talleres de Miracle. En una reunión informal, en casa de su empresario, conoce al escritor Jaime Miratvilles, que después presentarlo a su amiga Victoria de los Angeles, para lo cual se trasladan a Nueva York. Después de escucharle, la soprano decide presentarlo para una audición en el Carnegie Hall.
Gracias a la impresión producida, se decide que Barjau marche a Italia para estudiar en la escuela de la Scala de Milán, y formarse en el ambiente de aquella ciudad. Antes de marchar a Italia regresa a México en compañía de Miratvilles, que convoca allí a lo más representativo de la colonia catalana, formándose un comité que contribuye a sufragar los gastos que ocasionen los estudios de Barjau, que a partir de entonces actuaría con el seudónimo de Carlo del Monte. En Milán debutó en diversos teatros italianos y participó en algunos conciertos para la RAI en 1957. Ese año es contratado como primer tenor en la Opera de París, pero al poco tiempo recibe una oferta del Liceo de Barcelona igualando las condiciones, más una cantidad adicional por representación. Parte inmediatamente para la Ciudad Condal abandonando el contrato parisino. Al llegar a Barcelona y entrevistarse con el empresario del Liceo, don Juan Antonio Pamias, advierte que ha sido engañado, por lo que decide romper su precontrato. Carlo del Monte no cantaría jamás en el Gran Teatro del Liceo de su ciudad natal, no sólo por el percance acaecido, sino también por una cláusula que impedía a los hijos de los republicanos cantar en el Liceo. En ese mismo año le fue diagnosticado un tumor en un ojo, que ha de serle extirpado, implantándosele una prótesis especial que, unida al nervio, le permitía mover el globo ocular. Regresó a París en 1959 con la esperanza de que le fuera renovado el compromiso que había rechazado dos años antes, pero esta vez la dirección del teatro decide no contratarlo. Ante esta sucesión de contrariedades regresa, primero a México, y posteriormente a Barcelona en 1961, donde perfecciona su técnica vocal con la soprano Conchita Badía, a quien le uniría desde entonces una gran amistad. Carlo del Monte deseaba regularizar cuanto antes su situación política en España, por lo que decide entrevistarse con el entonces Ministro de Información, Manuel Fraga Iribarne, quien le facilita un contrato para grabar las bandas sonoras de una serie de zarzuelas para TVE.
En 1968 participa en el estreno absoluto en el País Vasco de Zigor, de Francisco Escudero, obra que poco después constituyó su debut en el madrileño Teatro de La Zarzuela, junto a Marisol Lacalle, Pura María Martínez, Vicente Sardinero, Pedro Farrés y Julio Catania, bajo la dirección del autor. En 1968 regresó a México, donde participó en algunas producciones del Teatro Bellas Artes, siendo muy destacable su actuación en Les contes d’Hoffmann, alternando el papel principal con un Plácido Domingo recién llegado de Tel-Aviv. Cantó La bohème en el mismo teatro en 1969, al lado de Angeles Chamorro. A partir de la década de los setenta restringe su actividad. Participa esporádicamente en algunas galas y conciertos de homenaje, residiendo desde entonces en México D.F.
Su relación con la zarzuela fue más a través de las casas discográficas que en los escenarios.
DISCOGRAFIA.
- Alma de Dios (1967) (Fragmentos)
- Maruxa (1967)
- Moros y cristianos (1967)
- Zigor (1968)
- Bohemios (1969)
- El caserío (1969)
- El huésped del sevillano (1969)
- El joven piloto (1969)
- Gigantes y cabezudos (1969)
- Luisa Fernanda (1973)
- Antología de la Zarzuela (1968)
- Bohemios (1969) (Vídeo)
- El caserío (1969) (Vídeo)
- El huésped del sevillano (1969) (Vídeo)
- Gigantes y cabezudos (1969) (Vídeo)
- Luisa Fernanda (1973) (Vídeo)
Información obtenida del Diccionario de la Zarzuela de Emilio Casares.
Ya conocía a Jaume Miravitlles. Miravitlles y su padre Felip Barjau i Riera ya se conocían en Catalunya
ResponderEliminarA mi modo de escuchar Carlo del Monte fué un gran tenor poco
ResponderEliminarreconocido, quizá por motivos politicos o no, pero semi-olvidado.
Y llama la atención que este tipo de cantor que lo clasifico como
"tenor de arrojo" este encasillado en la Zarzuela cuando podria haber sido un tenor de opera en especial la wagneriana, pero claro habría que analizar los motivos, para quedarse.
De todas formas su Bohemios y Huesped del Sevillano son referencias para su protagonista.
Desde luego un gran tenor.
EliminarHoy sábado en Radio Clásica han dado un monográfico del tenor, que corrobora lo apuntado más arriba con algunos apuntes extra, como la curiosidad de "Un niño judío" y extractos de sus grabaciones. He intentado hacerme con un podcast pero no lo han puesto o no lo he visto en la web de RTVE a la Carta.
ResponderEliminarYo tampoco lo encuentro.
EliminarEstaré atento por si lo ponen. Ya te diré algo en caso afirmativo.
Era un gran tenor , pero como todo en España , desde tiempo inmemorial , despreciado si no huele a italiano, frances o alemán . Cuando aprenderán los españoles a apreciar lo propio ? Que manía de esnobismo . Ni los grandes , Placido Domingo , José Carreras y Jaime Aragall , Montserrat Caballe Etc. y el etc. es enorme, los sacan de esto .
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo contigo, José, y así nos va.
EliminarAlesves , viste el programa del Teatro de la Zarzuela para la temporada 24-25 . Si ya lo examinaste me gustaría tu opinión . Encuentro que el Teatro cambió la dirección general . Que opinas de nueva directora?
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