Ramón Carnicer y Batlle. Nacido en Tárrega (Lérida) el 24 de Octubre de 1789 y fallecido en Madrid el 17 de Marzo de 1855 (65 años), fue un compositor de ópera y maestro de música español.
BIOGRAFIA. De niño ingresó en el coro de la catedral de La Seo de Urgel, donde estudió órgano y composición. En 1806 se trasladó a Barcelona y allí conoció las óperas de Cimarosa, Paisiello, Guglielmi, Paër, Mayr y Generali. En 1815 fue comisionado por la junta de accionistas del Teatro de la Santa Cruz (hoy el Teatro Principal, cerrado) para que viajara a Italia y contratar a la mejor compañía de ópera que pudiera encontrar.
Entre 1818 y 1820, Carnicer relevó a Generali en la dirección del teatro y se dedicó a la composición. Suya es la obertura escrita para el estreno en Barcelona (1818) de El barbero de Sevilla, de Rossini, elogiada por el propio autor. En 1820, el compositor llevó a cabo su tercer viaje a Italia como empresario del Teatro de la Santa Cruz con la misión no solo de buscar cantantes y músicos, sino también partituras de otros autores, entre ellos los belcantistas.
En 1822 estrenó su tercera ópera Il dissoluto punito, ossia Don Giovanni Tenorio en el Teatro de la Santa Cruz. Como liberal que era, el año siguiente tuvo que exiliarse con su familia primero en París (1823-24) y luego en Londres (1825-26). Cuando volvió a Cataluña para reincorporarse al Teatro de la Santa Cruz, una real orden del restaurado Fernando VII le ordenó establecerse en Madrid para suceder a Saverio Mercadante en la dirección de los dos teatros de la Corte, el de la Cruz y el del Príncipe. Aunque él se negó, las fuerzas de orden público se lo explicaron mejor y dirigió estos teatros siete temporadas completas entre 1828 y 1845. Poco después de crearse el Real Conservatorio de Madrid en 1831, se hizo cargo de la cátedra de composición y unos años más tarde fue nombrado director del mismo, cargo que mantuvo hasta su muerte.
Además de varias óperas escribió música religiosa, piezas instrumentales y varios himnos, entre ellos y por encargo el actual himno nacional de Chile, dejando un legado de más de doscientas obras. Se le considera uno de los precursores de la zarzuela y tuvo por discípulos a futuros continuadores de este género tan importantes como Francisco Asenjo Barbieri y Joaquín Gaztambide.
Obras:
BIOGRAFIA. De niño ingresó en el coro de la catedral de La Seo de Urgel, donde estudió órgano y composición. En 1806 se trasladó a Barcelona y allí conoció las óperas de Cimarosa, Paisiello, Guglielmi, Paër, Mayr y Generali. En 1815 fue comisionado por la junta de accionistas del Teatro de la Santa Cruz (hoy el Teatro Principal, cerrado) para que viajara a Italia y contratar a la mejor compañía de ópera que pudiera encontrar.
Entre 1818 y 1820, Carnicer relevó a Generali en la dirección del teatro y se dedicó a la composición. Suya es la obertura escrita para el estreno en Barcelona (1818) de El barbero de Sevilla, de Rossini, elogiada por el propio autor. En 1820, el compositor llevó a cabo su tercer viaje a Italia como empresario del Teatro de la Santa Cruz con la misión no solo de buscar cantantes y músicos, sino también partituras de otros autores, entre ellos los belcantistas.
En 1822 estrenó su tercera ópera Il dissoluto punito, ossia Don Giovanni Tenorio en el Teatro de la Santa Cruz. Como liberal que era, el año siguiente tuvo que exiliarse con su familia primero en París (1823-24) y luego en Londres (1825-26). Cuando volvió a Cataluña para reincorporarse al Teatro de la Santa Cruz, una real orden del restaurado Fernando VII le ordenó establecerse en Madrid para suceder a Saverio Mercadante en la dirección de los dos teatros de la Corte, el de la Cruz y el del Príncipe. Aunque él se negó, las fuerzas de orden público se lo explicaron mejor y dirigió estos teatros siete temporadas completas entre 1828 y 1845. Poco después de crearse el Real Conservatorio de Madrid en 1831, se hizo cargo de la cátedra de composición y unos años más tarde fue nombrado director del mismo, cargo que mantuvo hasta su muerte.
Además de varias óperas escribió música religiosa, piezas instrumentales y varios himnos, entre ellos y por encargo el actual himno nacional de Chile, dejando un legado de más de doscientas obras. Se le considera uno de los precursores de la zarzuela y tuvo por discípulos a futuros continuadores de este género tan importantes como Francisco Asenjo Barbieri y Joaquín Gaztambide.
Obras:
- Adele di lusignano (1819)
- Elena e Costantino (1821)
- Il dissoluto punito, o sia, Don Giovanni Tenorio (1822)
- Elena e Malvina (1827)
- Cristóforo Colombo (1829)
- Eufemio de Messina (1832)
- Guglielmo Tell (1834)
- Eran due or sone tre, o sea, Gliesposti (1836)
- Ismalia o Monte ed amore (1838)
- Laura y Don Gonzalo (1841)
- Impermestra (1843) (Autoría discutida)
Información obtenida en Wikipedia
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