Matilde Martín

Matilde Martín

Eusebia Matilde Martín Hernández. Nació en Santa Cruz de Tenerife el 05 de Marzo de 1897 y falleció en Santa Cruz de Tenerife el 02 de Diciembre de 1951 (54 años).


BIOGRAFIA. Soprano. Se inició en el arte del canto en su ciudad natal de la mano del barítono Néstor de la Torre (Nestore della Torre), quien por motivos familiares había hecho una pausa en su brillante carrera operística y había fijado su residencia en la entonces capital de la provincia de Canarias. Tras obtener una beca del Ayuntamiento de su ciudad, Matilde Martín continuará sus estudios de canto y declamación con Ignacio Tabuyo, en Madrid. A pesar de su gran voz y de que en las Islas Canarias, una vez terminados los estudios, participará en conciertos con figuras internacionales de la ópera como José Palet, Néstor de la Torre, Augusto Ordóñez y Graziella Pareto, la tinerfeña siempre dará prioridad en su quehacer artístico a la zarzuela.
En 1919, la joven soprano, colaboradora habitual en conciertos y representaciones con fines benéficos en su isla, se queda viuda tras dos años de matrimonio. En 1922 se animará a abrir una academia de canto y en el año siguiente tomará la decisión de trasladarse a la capital del país para dedicarse profesionalmente a la interpretación. Nada la apartará de su objetivo desde entonces. Cuando en 1923 pone un pie en Madrid, a las veinticuatro horas, tras una audición con Amadeo Vives, ya está contratada en el Teatro de Apolo. En el mítico coliseo de la calle de Alcalá debutará con las óperas "Maruxa" y "Nelva" (estreno en España de esta ópera del compositor y director de orquesta Santiago Sabina). Al poco tiempo, el maestro Amadeo Vives la elige para protagonizar el reestreno de "Don Lucas del Cigarral" (revisó la partitura) en el Teatro de la Zarzuela, y para presentar "Doña Francisquita" en América.
“La tinerfeña de la voz de oro” (como algunos la llamarían) poseía una voz de considerable extensión que le permitía asumir papeles tanto de tiple dramática como de tiple lírica. Las escasas grabaciones que dejó son suficiente testimonio para percibir una exigente escuela de canto y una capacidad interpretativa que producían la admiración de sus propios compañeros de profesión. Entre el catálogo de obras que estrenó podemos destacar "Las musas del Trianón" (música de Pablo Luna), "La Reina del Directorio" (de Francisco Alonso), "Alma navarra" (de Emilio Cotarelo), "La Nazarita" (de Ricardo Villa), "El Corzo" (de Enric Daniel), "El caballero del mar" (de Joaquín Zamacois), "La moza que yo quería" (de Fernando Díaz Giles), "El amo del lagar" (de Salvador Codina), "Sol en la cumbre" (de Pablo Sorozábal) y "La Malquerida" (de Manuel Penella).
A Matilde Martín la caracterizaba una particular discreción cuando se apartaba de la batería. Siempre evitó las campañas de promoción al uso. Su prestigio lo cimentaba en sus actuaciones, aunque eso tuviera como consecuencia el contar con menos popularidad que otras artistas líricas. Cuando en 1935 peligró el estreno de “La Malquerida” en Barcelona con ella en el papel de Raimunda, compuesto para su voz, el maestro Manuel Penella estuvo a punto de modificar la partitura porque sólo veía como posibles sustitutas a María Badía y Matilde Vázquez, y no podía contar con ninguna de las dos en aquel momento; cuando, finalmente, Matilde Martín se hizo cargo del complejo papel, obtuvo enorme éxito y la felicitación del propio Jacinto Benavente (Premio Nobel de Literatura), autor de la obra de teatro que dio pie a la zarzuela homónima.
Matilde Martín ostentó el honor de haber sido contratada como primera figura en las dos únicas ocasiones en las que el teatro lírico español recibió apoyo estatal en la primera mitad del siglo pasado: a finales de los años veinte en el Teatro de la Zarzuela de Madrid (fabulosos espectáculos cuyo vestuario era incluso expuesto al público, y que estuvieron de gira por numerosas ciudades del país), y durante la Guerra Civil Española en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona (donde interpretó numerosas funciones de ópera y zarzuela bajo la dirección artística del compositor Salvador Bacarisse y del escenógrafo Eugenio Casals).
En 1948, año en el que se cumplía el veinticinco aniversario del estreno de “Doña Francisquita”, la soprano canaria fue mencionada como una de las cinco grandes Beltranas (junto a Cora Raga, Selica Pérez CarpioMatilde Vázquez y Madeleine Mathieu) en opinión de los propios autores del libreto de la obra. Entre los artistas con los que coincidió en más ocasiones en los escenarios podemos citar a Emilio Vendrell, Antonio Miras, Marcos Redondo, Pablo Hertogs, Pablo Gorgé, Felisa Herrero, Gloria Alcaraz, Trini Avelli y Antonio Palacios; junto a Matilde Martín debutó en Barcelona Plácido Domingo Ferrer (padre de Plácido Domingo) y a su lado viviría tardes y noches de triunfo el gran barítono dominicano Eduardo Brito. En el terreno de la ópera protagonizó obras junto a artistas de la talla de Antonio Cortis, Hipólito Lázaro, Elena Lucci, Juan Rosich, Ricardo Fusté y María Espinalt.
Fuera de España fueron muy celebradas sus actuaciones en Argentina, Uruguay, Cuba, Perú, Chile, México y Portugal. También actuó en París. Siempre leal al teatro lírico español, Matilde Martín decidió retirarse antes que pasarse a otros géneros musicales cuando la zarzuela decayó como espectáculo que vivía de estrenos constantes compaginados con algunas obras de repertorio. A finales de la década de los cuarenta abrió una academia de canto en su ciudad natal y fallecería a los pocos años, aquejada de una grave enfermedad. Una calle en Santa Cruz de Tenerife lleva su nombre y luce una placa de bronce con su efigie regalada en 1953 por la “Asociación Islas Canarias” de Buenos Aires.
El barítono, compositor y director de orquesta José Luis Lloret manifestó en una entrevista en Tenerife en 1928: "De Matilde Martín sólo puedo decirle que es algo muy serio en los escenarios líricos de España. Posee un temperamento dramático tan destacado, sobre todo en obras como "Cavalleria rusticana" y "Doña Francisquita", que acaso no sea fácil hallar, en este aspecto, quien pueda superarla entre las demás cantantes de la zarzuela española."
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DISCOGRAFIA.  

  • La pícara molinera (1929) (Fragmento)
  • Romanza de “Los claveles” (1929)
  • Los claveles (1929) (Fragmento)
  • Coplas de “La pícara molinera” (1929). Registro mencionado en catálogo de 1930 del sello ODEON, pero que es probable que no se llevara a cabo.

Información obtenida de Luis Alberto González Delgado.

6 comentarios:

  1. Mi agradecimiento a Luis Alberto por su magnífica colaboración.

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  2. Es un placer. Al centrar mis investigaciones en Matilde Martín tengo información de otros cantantes de la época (por fuentes directas: prensa del momento, entrevistas...), que al haber participado en muchos estrenos forman parte de la historia de la zarzuela. Cuando disponga de tiempo puedo aportar datos de determinados artistas.
    Saludos desde Alemania

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  3. Matilde Martín fue mi madrina en Buenos Aires, donde actuaba en 1933 junto a Luis Fabregat, mi padre, y otros eminentes intérpretes de la zarzuela. Allí tuve la suerte de nacer y tener el honor de ser ahijado por tan insigne cantante.

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    1. Muchas gracias por el comentario y participación.

      Saludos
      Fernando

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    2. ¡Qué sorpresa! No había reparado en su comentario hasta ahora. ¡Mil gracias por comentarlo!

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  4. DEDICATORIA DE LA TIPLE CANARIA MATILDE MARTÍN A LUIS FELIPE GÓMEZ WANGÜEMERT (LA HABANA, 22.3.1925).
    Véase https://www.facebook.com/valentin.medinarodriguez


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